Fiestas a Jehová
“Tres veces al año me celebraréis fiesta solemne.”—Éxo. 23:14.
1. ¿Qué fiestas se les mandó a los israelitas que celebraran, y hacia qué indicaban?
JEHOVÁ le mandó a Moisés que les dijera a los israelitas que le celebraran al Señor tres fiestas solemnes cada año. La primera fiesta era al principio del año, en el mes de nisán, y se llamaba la fiesta de panes ázimos, que venía después de la pascua. La segunda era la fiesta de semanas, más tarde llamada Pentecostés (que quiere decir “día cincuenta”). La tercera y última era la fiesta de las enramadas o cosecha. Estas fiestas estaban asociadas con la siega, y los sucesos conectados con ellas indicaban hacia la vindicación del nombre de Jehová.
2, 3. ¿Quién fijó el tiempo y el lugar para que se celebraran estas fiestas, y recibió la gente una bendición al observar estas fiestas? ¿Por qué?
2 Jehová fijó el tiempo y el lugar donde habían de celebrarse estas fiestas; también precisamente cómo habían de conducirse. Aunque se llamaban “fiestas a Jehová”, la gente sacaba mucho beneficio de su observancia. “Tres veces en el año se presentarán todos tus varones delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere: En la fiesta de los Ázimos, en la fiesta de las Semanas, y en la fiesta de las Enramadas: y no se presentarán delante de Jehová con las manos vacías; cada uno traerá según su mano pudiere dar, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te haya dado.”—Deu. 16:16, 17.
3 Dios se complació en que el pueblo se congregara en estas ocasiones, para que tuvieran presente a Jehová, y que no se envolvieran tanto en sus asuntos personales que se olvidaran o se descuidaran de sus deberes al Señor. En estas reuniones la gente hablaría acerca de la bondad del Señor y de las muchas bendiciones que gozaban. De esta manera la mente de ellos se mantendría en los canales correctos, y todos recibirían una gran bendición.
4. ¿Dónde y cuándo fué instituída la fiesta de la pascua y de los panes ázimos, y qué provecho sacaron los israelitas de la sangre del cordero degollado?
4 La primera pascua estuvo relacionada con las plagas que Jehová les envió a los egipcios porque Faraón se negó a obedecer el mandato de Jehová de permitir que los israelitas fueran y sirvieran a su Dios. Nueve plagas ya habían afligido a los egipcios; sin embargo, Faraón se negaba a soltar a la gente. Una plaga más quebrantaría a Faraón arrogante y él cedería. La décima plaga querría decir la muerte de todos los primogénitos de hombre y bestia en el país de Egipto. Para que los israelitas no sufrieran junto con los egipcios, cuando el ángel de la muerte pasara por el país, habían de traer un cordero dentro de su casa en cierta fecha y matarlo, y salpicar su sangre en los postes de su puerta. El ángel destructor vería la sangre y pasaría sobre esa casa sin molestar a nadie en ella. Ni un solo israelita fué perturbado por el ángel de la muerte aquella noche, pero hubo una muerte en cada casa de los egipcios desde Faraón hasta el esclavo. Ésa fué una pascua verdadera para los israelitas.
5. ¿Cuál fué el propósito de conmemorar la fiesta de la pascua?
5 El Señor les mandó a los israelitas que conmemoraran este suceso, diciendo, “Tendréis este día por memorial,. . . por estatuto perpetuo celebraréis esta fiesta.” “Se comerán panes ázimos por siete días; no se verá junto a ti pan fermentado,. . . En aquel día contarás el suceso a tu hijo, diciendo: Es a causa de lo que hizo conmigo Jehová cuando salí de Egipto. Guardarás pues este reglamento, en su plazo fijo, de año en año.” (Éxo. 12:14; 13:7, 8, 10) De año en año, en la fecha exacta, los hijos de Israel observaban esta fiesta de la pascua y de panes ázimos. Al hacerlo pensaban en el tiempo cuando la nación fué librada de la servidumbre y esclavitud egipcia y cuando fué hecho el pacto de la Ley con ellos sobre el cordero pascual degollado.
6. ¿Qué ventajas le vinieron a Israel bajo el pacto de la Ley?
6 Este pacto hizo a los hijos de Israel el pueblo para el nombre de Jehová. Jehová les dijo: “Ahora pues, si diereis oído á mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos;. . . Y vosotros seréis mi reino de sacerdotes, y gente santa.” (Éxo. 19:5, 6, Ver. Val. Rev.) “¿Y quién hay semejante a tu pueblo Israel, única nación en la tierra a quien fué Dios a redimir, para serle pueblo suyo propio; para ganarte renombre, por hazañas grandes y terribles, arrojando naciones enteras de delante de tu pueblo, que redimiste de Egipto? Y a tu pueblo Israel le has constituído pueblo tuyo para siempre; y tú, oh Jehová, te has hecho el Dios de ellos.”—1 Cró. 17:21, 22.
7. ¿De qué fué sombra el pacto de la Ley? y ¿cuál fué la substancia?
7 La fiesta de la pascua fué una sombra de cosas venideras, e indicó hacia Jesús el verdadero “Cordero de Dios” que quitaría los pecados del mundo y libraría a todos los hombres de buena voluntad de la esclavitud al pecado y a la muerte, y también validaría el pacto nuevo. Esto es algo que el cordero pascual no podía hacer, no siendo más que una sombra. Jesús fué la substancia de esa sombra. (Col. 2:17) La noche del 14 de nisán de 33 d. de J.C., Jesucristo y sus discípulos, que eran israelitas, se reunieron en un cuarto superior en Jerusalén para observar la pascua. Ésta fué la última pascua que Jehová reconoció, y Jesús dijo: “Con deseo he deseado comer con vosotros esta pascua, antes que padezca.” (Luc. 22:15) Terminada la cena, Jesús instituyó algo nuevo y diferente que seguiría en el futuro. Instituyó el memorial de su muerte, y de los miembros de su cuerpo la iglesia. Luego indicó que su sangre, representada por el vino en la copa, validaría el pacto nuevo. Aquel mismo día, 14 de nisán, Jehová clavó aquel antiguo arreglo de pacto a la estaca de tormento en que murió Jesús.—Col. 2:14.
8. ¿Dónde ofrendaba el sumo sacerdote la gavilla de cebada? y ¿reconocería esta ofrenda Jehová el 16 de nisán de 33 d. de J.C.?
8 El primer día después del sábado después de la pascua, el sumo sacerdote tomaba una gavilla o manojo de las primicias de la cosecha de la cebada y la ofrendaba delante del Señor. ¿Hizo la ofrenda exigida el sumo sacerdote en la ciudad de Jerusalén el 16 de nisán del año 33 d. de J.C.? Si la hizo, no supo que la substancia de esa sombra, que estaba observando, ya estaba presente. ¿Dónde ofrendaría el sumo sacerdote esta gavilla de las primicias de la cosecha de la cebada? Jehová arregló precisamente donde había de llevarse a cabo este servicio: “Al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere de entre todas vuestras tribus para poner allí su nombre, es decir, a su habitación, acudiréis, yendo allí, y llevando allí vuestros holocaustos y vuestros sacrificios, y vuestros diezmos, y las ofrendas alzadas de vuestra mano.”—Deu. 12:5, 6.
9. ¿Qué vió el sumo sacerdote al entrar en el templo para hacer su ofrenda exigida el 16 de nisán de 33 d. de J.C., y qué quiso decir esto?
9 El 16 de nisán de 33 d. de J.C., el sumo sacerdote entraría en el templo en Jerusalén (porque allí le plugo a Jehová poner su nombre) y procedería a ofrendar la gavilla o manojo de primicias de la cosecha de la cebada que se exigía. Cuando entró en el lugar santo para hacer su ofrenda vió que la cortina que colgaba entre el lugar santo y el santísimo estaba rasgada en dos. ¿Qué quería decir esto? El sacerdote no sabía. Allí estaba con su ofrenda que había de hacerse a Jehová. ¿Tendría respeto Jehová a esta ofrenda como antes? ¡No! Aquel sumo sacerdote estuvo allí en sus ropas sacerdotales, pero con conciencia culpable. Hacía poco tiempo que había clamado por la muerte del Hijo de Dios, cuya resurrección ahora trataba de representar al ofrendar la gavilla de cebada. Dios ya no reconocería tales ofrendas, porque este cuadro ya se había cumplido en la resurrección de su amado Hijo Cristo Jesús, que era las primicias de los que dormían. (1 Cor. 15:20) Mientras el sumo sacerdote estaba chapuceando en mucha confusión, y con sentido de culpa, los seguidores del Maestro estaban conmovidos. ¿Por qué conmovidos? El Señor había sido levantado de entre los muertos muy temprano esa mañana. Se apareció a varios de sus seguidores aquel día. Las nuevas se extendieron rápidamente y hubo gran gozo entre los discípulos. Había mucha conmoción. Todos estaban muy contentos, porque su Señor y Maestro empalado estaba vivo y quedaría vivo para siempre. Había pasado más allá de la cortina de la carne.
LA FIESTA DE LAS SEMANAS O DE PENTECOSTÉS
10, 11. ¿Cómo se determinaba la fecha de la fiesta del Pentecostés? ¿Qué sucedió en aquel día en cumplimiento de la profecía de Joel?
10 Contando desde el día que el sumo sacerdote ofrendó las primicias de la cosecha de la cebada, cincuenta días traerían a los israelitas a la fecha de la próxima fiesta, conocida como la fiesta de las semanas o de Pentecostés. En aquel día el sumo sacerdote ofrendaba dos panes mecidos delante de Jehová. Estos panes eran hechos de las primicias de la cosecha del trigo, y eran horneados con levadura. Los sucesos en aquel día notable abren el significado de la ofrenda de estos dos panes delante de Jehová. El relato se halla en el capítulo 2 de los Hechos, donde leemos: ‘Y cuando hubo venido el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar. Y de repente vino un sonido como de un viento fuerte que venía con ímpetu, y llenó toda la casa donde estaban sentados. Y aparecieron lenguas partidas como de fuego, posándose sobre cada uno de ellos. Y fueron llenos del espíritu santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el espíritu les daba facultad de expresarse. Y estaban habitando temporalmente en Jerusalén judíos, hombres devotos, venidos de todas las naciones debajo del cielo. Y estaban atónitos todos, y se maravillaban, diciéndose los unos a los otros, ¡He aquí! éstos que hablan ¿no son todos galileos?’
11 Pedro, levantándose con los once, alzó la voz y les dijo: ‘Esto es lo que fué dicho por medio del profeta Joel: Y sucederá que, en los postreros días, dice Dios, derramaré de mi espíritu sobre toda carne: y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; y vuestros jóvenes verán visiones, y vuestros ancianos soñarán sueños. Y también sobre los siervos y sobre las siervas, en aquellos días, derramaré de mi espíritu, y profetizarán.’ Y con muchas otras palabras testificó y exhortó. “Aquellos pues que recibieron su palabra fueron bautizados; y se agregaron a los discípulos en aquel mismo día como tres mil almas.”
12. ¿Cuándo usó Pedro la primera llave del Reino, y qué suceso probó que la llave fué usada en aquel tiempo?
12 En este discurso Pedro convenció a una multitud de judíos que Jesús en verdad era el Cristo. El hecho de que tres mil fueron bautizados prueba que estos discípulos se dedicaron al Señor, y de esa manera recibieron el espíritu y la vocación celestial, y por eso estuvieron en línea para un lugar en el Reino con Cristo Jesús el Señor. Aquí, pues, Pedro usó la primera llave, de conocimiento, para abrirles el camino celestial a los judíos. Pedro tenía otra llave que usar para abrir el camino al Reino para los gentiles. ¿Cuándo la usaría, manifestando el significado del cuadro hecho por el sacerdote al ofrendar dos panes mecidos delante de Jehová el día del Pentecostés?—Mat. 16:19.
13, 14. ¿Cuándo usó Pedro la segunda llave del reino de los cielos, y qué sucesos prueban que fué usada en casa de Cornelio?
13 Algún tiempo después Pedro fué llamado a la casa de Cornelio en Cesarea. En aquel tiempo Pedro estaba en casa de Simón el curtidor en Jope. Mientras esperaba que la comida fuera servida Pedro tuvo una visión, y vió el cielo abierto, y cierto receptáculo descendiendo a él como si hubiera sido una gran sábana unida en las cuatro esquinas, y bajaba a la tierra, en el cual había toda suerte de cuadrúpedos de la tierra, y fieras y reptiles, y aves del aire. Y le vino una voz a Pedro diciendo, ‘Levántate, mata y come.’ Pedro contestó, ‘Nunca he comido nada inmundo.’ Luego la voz le habló diciendo, ‘Lo que Dios ha limpiado no llames tú común.’ Mientras Pedro pensaba en la visión queriendo saber su significado hombres de la casa de Cornelio visitaron la casa de Simón y preguntaron por Pedro. Le dijeron que Cornelio, hombre justo y piadoso, de buena reputación entre los judíos, había sido visitado por un ángel. El ángel le dijo que mandara por Pedro, y que escuchara sus palabras.—Hech. 10.
14 Pedro, con varios judíos, fué con los hombres a casa de Cornelio. Después de entrar en la casa de Cornelio, Pedro dijo que no era legal que los judíos entraran en casa de gentiles, pero estaba seguro de que el Señor tenía que ver con el ser él llamado allí. Luego les predicó la Palabra a la familia y a los amigos reunidos de Cornelio. Mientras Pedro conducía este estudio bíblico notable en esa casa el espíritu santo vino sobre estos creyentes gentiles como vino sobre los judíos en el Pentecostés. Pedro ya entendía el significado de la visión que había tenido en casa de Simón el curtidor en Jope. Pidió que fueran bautizados aquellos sobre quienes vino el espíritu. Aquí Pedro usó la segunda y última llave para abrirles la vocación celestial a los gentiles. Esta fué una continuación del derramamiento del espíritu que se presenció en el Pentecostés cuando la vocación celestial se les abrió a los judíos.
15. ¿Reconocería Jehová la ofrenda de los dos panes mecidos después de que Pedro usó la segunda llave del Reino?
15 Sin duda el sumo sacerdote judío todavía ofrendaba los dos panes mecidos delante del Señor, no sabiendo que la sombra había pasado y que la substancia se había acercado. De modo que Jehová Dios ya no los aceptó. Recordamos que los panes mecidos eran hechos de las primicias de la cosecha del trigo y eran horneados con levadura, manifestando que los llamados de entre los judíos y gentiles no eran justos en sí mismos, y que les hacía falta la justicia de Cristo para hacerlos aceptos a Jehová. Eran, “en cierto sentido, las primicias de sus criaturas” mediante la adopción como hijos de Dios, pero Jesús era primariamente las primicias.—Sant. 1:18.
16. ¿Cuál fué el propósito del nuevo pacto?
16 El nuevo pacto fué validado por la preciosa sangre de Cristo, y fué hecho con el fin de preparar un pueblo para el nombre de Jehová; ya estaba funcionando. Bajo el pacto de la Ley no se extendía ninguna misericordia a los que despreciaban sus leyes; el culpable moría sin misericordia bajo dos o tres testigos. (Heb. 10:28) A los que son admitidos en el nuevo pacto se les manifiesta misericordia; porque está escrito: “Pondré mis leyes en su mente, y en su corazón las escribiré;... tendré misericordia de sus injusticias, y de sus pecados no me acordaré más.” (Heb. 8:10, 12) Bajo este pacto misericordioso Jehová producirá un reino de sacerdotes y una nación santa. Esta honra se había ofrecido a los israelitas en Horeb.—Éxo. 19:6.
LA FIESTA DE ENRAMADAS
17. ¿Puede probarse de las Escrituras que la fiesta de las enramadas representaba cosas que habían de hacerse antes del Armagedón? Si así es, ¿cómo?
17 En tiempos anteriores algunos estudiantes de la Biblia creían que la fiesta de enramadas era cuadro de cosas que se harían durante el reinado milenario de Cristo, y que por esto no tenía ningún mensaje especial para los que seguían en las pisadas del Maestro en este tiempo. El apóstol Pablo dijo ‘las cosas que le sucedieron a Israel fueron tipos y fueron para la amonestación de los que viven en el fin del mundo’. También ‘la ley tenía una sombra de cosas buenas venideras’. La fiesta de enramadas fué parte de la ley, y este cuadro ya debe de entenderse por los que son testigos activos para el Reino. Nótese además lo que dijo el mismo apóstol acerca de cosas que fueron escritas en tiempos anteriores: “Cuanto fué escrito anteriormente, para nuestra enseñanza fué escrito; para que por medio de la paciencia, y de la consolación de las Escrituras, nosotros tengamos esperanza.”—1 Cor. 10:11; Heb. 10:1; Rom. 15:4.
18, 19. ¿Por qué era ocasión tan gozosa la fiesta de las enramadas?
18 La fiesta de las enramadas había de comenzar cinco días después del día de expiación, en el séptimo mes judío. En aquel tiempo el aumento de los campos y las viñas se había recogido. Era la última fiesta del año, y era ocasión gozosa para todos; se regocijaban en gran manera debido a la bondad del Señor en darles bastante para el invierno inminente. Cuando este tipo se cumpla por completo, habrá mucha felicidad para todos los que tuvieron parte en el recogimiento final de las “otras ovejas” del Señor. (Juan 10:16) El evangelio del Reino se habrá predicado en todo el mundo para testimonio a todas las naciones, como mandó Jesús, y luego vendrá el invierno de angustia para el mundo viejo de Satanás. Ahora es el tiempo de huir de la cristiandad condenada y hallar refugio en la organización de Jehová. ¡Huyan ahora!
19 Cuando los israelitas volvieron del cautiverio babilónico, se hicieron arreglos para celebrar la fiesta de las enramadas. Esdras, el sacerdote, le leyó la ley a la gente congregada. Cuando se enteraron de la fiesta de las enramadas, y que no habían celebrado esta fiesta mientras estuvieron en cautiverio, lloraron. Nehemías y Esdras y los levitas que enseñaban a la gente le dijeron: ‘Este es día santo a Jehová su Dios; no estén tristes ni lloren, sino que vayan y coman carnes gordas, y beban vinos sabrosos; tampoco se aflijan, porque el gozo de Jehová les da esfuerzo.’—Neh. 8:8-10.
20-23. ¿De qué manera se manifiesta la vindicación del nombre de Jehová en las tres fiestas que le mandó a Israel que observara cada año?
20 Las tres fiestas que Jehová le mandó a Israel que celebrara cada año todas están conectadas con la vindicación de su nombre. Satanás puso en disputa la supremacía de Jehová. Esto quiere decir que Satanás creía que él tenía mejor método de tratar con criaturas, espirituales y humanas, que el que Jehová había anunciado. Jehová exigía la obediencia absoluta a sus leyes, aunque sus criaturas no entendieran por completo precisamente por qué ciertas leyes eran hechas y puestas en vigor. Todos los obedientes al debido tiempo recibirían lo que era para su bien. Los principios del gobierno divino eran el amor fraternal y la cooperación. Cuando Dios le preguntó a Caín dónde estaba su hermano, Caín contestó, “¿Soy yo acaso guarda de mi hermano?” Satanás ya había llenado su mente de su propio espíritu de interés propio y rivalidad. Satanás creyó que este principio daría mejores resultados que el camino de amor. Consiga todo lo que pueda, de la manera que pueda, y retenga todo lo que consiga, es la ley básica de Satanás.
21 Este inicuo desafió a Jehová a poner criaturas en la tierra que le fueran obedientes si se permitía que Satanás llegara a ellas. Esto se manifestó en el caso de Job. Job era hombre devoto a Jehová. El enemigo dijo que la fidelidad de Job no era genuina, sino mercenaria; que servía a Jehová porque Jehová lo prosperaba, y lo protegía para que nadie pudiera llegar a él para tentarlo o ponerlo a prueba. Déjame llegar a él, dijo el inicuo, y renegará de ti en tu propia cara. Se permitió que Satanás pusiera a Job a prueba, pero no logró apartarlo de Jehová.
22 La fiesta pascual de panes ázimos se celebraba a principios del año, y la fiesta de las enramadas era la última fiesta o al fin del año. (Éxo. 12:2; 23:16) El matar el cordero pascual y ofrendar las primicias de la cosecha de la cebada representaba la muerte y la resurrección de Cristo el Señor en vindicación del nombre y soberanía universal de Jehová. Al principio de la era cristiana, Cristo el Señor fué empalado el 14 del mes de nisán (el día que fué muerto el cordero pascual) y fué levantado el tercer día, o el 16 de nisán, el día que el sumo sacerdote ofrendó las primicias de la cosecha de la cebada. Cincuenta días más tarde, en el Pentecostés, Cristo Jesús comenzó a ofrendar a Dios los miembros de su cuerpo, que tienen parte con él en vindicar a Dios. En esto vemos que esta sombra continuó hasta que vino la substancia en Cristo.—Col. 2:17.
23 La fiesta de las enramadas era la última fiesta del año, y por eso se decía que se celebraba a fines del año. Esta fiesta aptamente representa el recogimiento final de las “otras ovejas” del Señor, manifestando que serán recogidas en apoyo de la soberanía universal de Jehová antes de que comience el invierno del Armagedón. Cuando comience el Armagedón, será demasiado tarde para recoger a nadie. Entonces algunos dirán: “¡Pasó ya la siega, y acabóse el verano, y nosotros no somos salvos!” (Jer. 8:20) En el Armagedón Satanás presenciará la destrucción de su organización visible e invisible. Entonces será arrojado al abismo y será sellado allí por mil años, para que ya no engañe a las naciones, hasta que se hayan cumplido los mil años.—Apo. 20:3.