“El aumento de su dominio”
“Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; . . . sobre el trono de David y sobre su reino.”—Isa. 9:7.
1. ¿Cuál es el propósito de Jehová así como su derecho y responsabilidad?
JEHOVÁ Dios ahora corona su glorioso propósito con éxito. En el mero tiempo en que la humanidad entró en necesidad debido a la invasión del egoísmo, error y muerte, Jehová lo hizo su propósito establecer un dominio justo sobre toda la tierra para la liberación de la humanidad. El establecimiento de tal dominio es su derecho. En verdad, es su responsabilidad, y él no ha dejado de cumplir con esa responsabilidad. “Pues no hay autoridad que no sea de Dios.” (Rom. 13:1, Ver. Norm. Rev. [en inglés]) Porque es un dominio procedente de él y es su medio para regir a sus criaturas en la tierra se llama una “Teocracia”, pues ese nombre quiere decir el dominio o gobierno de Dios. Su dominio en los cielos ya ha nacido y está listo para tomar el gobierno de la tierra, a pesar de la oposición combinada de los hombres que luchan contra Dios. La tierra y la manera en que existe la gente pronto han de ser transformadas maravillosamente. Esto denota un mundo nuevo creado por Dios.
2. ¿Por qué está contento Jehová porque ha llegado este tiempo, y quiénes más con él?
2 El corazón de Jehová está contento de que haya llegado este tiempo. Sí, el corazón de toda persona está contento si está enterada del gran propósito de Jehová y ve donde estamos en su desarrollo próspero. Y a hace más de diecinueve siglos que su querido Hijo Jesucristo murió como sacrificio, fué levantado de entre los muertos, y ascendió al cielo, para sentarse allí a la diestra de su Padre hasta que llegara el tiempo para que todos sus enemigos en el cielo y en la tierra fueran hechos el estrado de sus pies, abatidos en la derrota. Entre tanto se permitió que sus enemigos gobernaran la tierra sin ninguna interrupción del cielo, y ese período fué llamado por Jesús los “tiempos de los gentiles”. (Luc. 21:24) Hace treinta y siete años, en 1914, se llegó al fin de ese largo período de tiempo. Todas las calamidades y disturbios que les han acaecido a los gentiles o naciones desde 1914, todos los ayes en medida concentrada que han venido sobre los pueblos afligidos, todos los esfuerzos infructuosos de la política, comercio y religión organizada para mejorar o remediar las condiciones, el empeoramiento de las condiciones y los acrecentados temores de los gobernantes y pueblos, todos éstos son una señal. En cuanto a su significado no hay motivo para estar en duda. Jesucristo nos lo explicó en sus últimos días sobre la tierra. La señal manifiesta que los tiempos de los gentiles terminaron en 1914, sirviendo la I Guerra Mundial para señalarlo. El principio de los dolores que fueron introducidos ese año dió noticia penosa a este viejo mundo de que ya había entrado en su “tiempo del fin”. Fué el principio del fin para éste. (Mat. 24:7, 8; Dan. 11:40; 12:4) Sí, pero también nos notificó que el gobierno teocrático de un nuevo mundo justo, el reino prometido de Dios mediante su Hijo Jesucristo, había nacido en los cielos. ¿Por qué no deberían de estar contentos Dios y Cristo? ¿Por qué no deberían de estar contentos todos los que aman a Dios y desean un gobierno del Nuevo Mundo que trae justicia, paz y vida? ¡Lo estamos!
3. ¿Por qué principalmente vino su Hijo a la tierra? ¿Cumpliendo qué profecía?
3 Hace más de diecinueve siglos que el Gobernante de Dios para este dominio nació como niño humano, como el “Hijo de David” mesiánico: Tuvo que venir a la tierra para probar su derecho al Dominio. Ahora después de este largo período de esperar el debido tiempo de Dios, el gobierno teocrático ha nacido, y la autoridad y responsabilidad de seguir con él se han puesto sobre el hombro del Rey instalado, Jesucristo. Ochocientos años antes del nacimiento de Cristo la profecía de Isaías lo predijo y dijo que él tomaría el Dominio, expresándolo en estas palabras animadoras: “Un Niño nos ha nacido, un Hijo nos es dado: y el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso, Consejero, Poderoso Dios, Padre del siglo eterno, Príncipe de Paz. Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!”—Isa. 9:6, 7.
4. ¿Qué debe tener el nacimiento del Reino? ¿Por qué? ¿Quiénes son?
4 El nacimiento del Hijo real de Dios tuvo sus testigos: No sólo los ángeles de Dios, que se regocijaron por causa de él con las palabras, “Gloria a Dios en lo más alto de los cielos, y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad,” sino también hombres trabajadores, los pastores que oyeron el anuncio angelical y se fueron para Belén, ciudad del rey David, para verificarlo. (Luc. 2:8-20, TA) Pero ninguno de los sacerdotes y levitas en el templo de Jerusalén, atados por las tradiciones, fueron testigos, aunque le mostraron al rey Herodes de malos intentos la profecía que decía dónde el niño había de nacer. (Mat. 2:1-16) Por más importante que fué el nacimiento del Hijo, el nacimiento del reino de Dios mediante su Hijo es de mucha más importancia. Por lo tanto, éste, también, merece tener sus testigos en la tierra. Aun más que eso, tiene que tener sus testigos en la tierra, para que se cumpla la profecía que Jesús mismo dió concerniente al fin de este mundo: “Este evangelio del reino será predicado en toda la tierra habitada, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) ¿A quiénes ha levantado Dios para ser sus testigos concerniente al Reino, La Teocracia establecida en 1914? A los humildes seguidores de Jesucristo para quienes habló esas palabras de mandato profético. Son semejantes a los hombres y mujeres honrados en el tiempo que nació Jesús, a saber, los pastores temerosos de Dios, el anciano Simeón, la profetisa Ana, la fiel Elisabet.
5. ¿Tienen gusto los gobernantes mundanos en el nacimiento? ¿Qué cosa no pueden ellos prevenir?
5 Los gobernantes políticos de la tierra hoy en día no tienen ningún gusto en el nacimiento del reino de Dios, tal como no tuvo gusto Herodes asesino en el nacimiento de Jesús en Belén. Por eso los gobernantes y sus adherentes y apoyadores tratan de parar el testimonio del establecimiento del Reino. Pero mediante Jesucristo, el Dios Todopoderoso predijo que tenía que darse un testimonio del Reino, y ningún poder contrario en el cielo o en la tierra puede prevenir que se dé el anuncio en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones. ¡Altamente favorecidos están todos los hombres y mujeres hoy en día que Dios levanta y usa para participar en el cumplimiento de la profecía acerca del testimonio del Reino establecido! Los testigos de Jehová de la actualidad están contentos de sufrir el odio y la persecución de todos los pueblos y naciones para ser sus testigos del Reino.
EXTENDIENDO SU IMPERIO A PESAR DE LA OPOSICIÓN
6. ¿Por qué tiene que seguir aumentando su influencia el Reino?
6 El testimonio que se ha dado desde 1914 ha aumentado constantemente la influencia del Reino en la vida de los hombres de buena voluntad. No pudo haber sido de otro modo. Bajo el mismo nombre de Dios la profecía hace mucho declaró: “Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin,” y esto tiene que cumplirse, aunque ahora el Rey gobierna en medio de numerosos enemigos. El celo irresistible de Jehová de los ejércitos jamás dejará que le echen su Palabra profética en la cara sin cumplirse ni que tengan éxito en impedir el aumento del gobierno de su Hijo. El testimonio del Reino desde 1914 tiene que seguir aumentando. Tiene que darse a saber más y más por toda la tierra que el Poder Gobernante Supremo, Jehová, ha tomado su gran poder y ha empezado a reinar sobre la tierra poniendo a su Hijo en el trono como su Rey ungido. (Apo. 11:15-18) Mediante este conocimiento esparcido por todas partes por sus testigos la gente de buena voluntad puede tener la oportunidad para saber del único Dominio Justo y congregarse alrededor de él como la única esperanza de la humanidad. Pueden darle su homenaje incondicional antes que el Rey de Jehová destruya a todos sus enemigos y contrarios en la venidera “guerra del gran día del Dios Todopoderoso”.
7. ¿Con qué tiene que corresponder su aumento hoy? ¿Por medio de qué cosa?
7 El aumento de los aprobadores y apoyadores del Rey reinante de Jehová tiene que corresponder al aumento de sus seguidores en el primer siglo después que él ascendiera a la diestra de Dios habiendo ya probado su derecho al Reino mediante su obediencia amorosa hasta la muerte. Este aumento se realizará, no por la fuerza de ejércitos usando fuego y espada, no por poder, sino por el espíritu de Jehová, su fuerza activa invencible. El amor en los hombres y mujeres que están dedicados a su Rey y a su reino es algo más fuerte que lo que puede vencer cualquier poder diabólico o humano; y los atrae a su Rey y reino y los mantiene allí a pesar de toda la enemistad que es provocada por su apoyo de Dios y de su reino.—Zac. 4:6.
8. ¿Cómo estuvo implicado César con el Rey en el primer siglo?
8 En el primer siglo los hombres y mujeres creyentes tenían que rendir homenaje a Jesucristo como Rey de Dios en la presencia del poder mundial dominante, el Imperio romano, cuyos Césares fueron deificados para que los adoraran. En realidad, fué un representante de ese Imperio romano, el gobernador Poncio Pilato, que dió la orden de clavar a Jesucristo a la estaca de tormento. Porque Jesús predicó el reino de Dios, para el cual fué llamado y ungido, sus enemigos religiosos, los sacerdotes, escribas, saduceos y fariseos, lo acusaron de sedición ante el gobernador romano. El Registro inspirado dice: “Comenzaron a acusarle, diciendo: A éste hemos hallado pervirtiendo a nuestra nación, y vedando pagar tributo a César, y diciendo que él mismo es Cristo, el Rey.” Y cuando Pilato trató de librar a Jesús, “los judíos gritaron, diciendo: ¡Si tú sueltas a éste, no eres amigo de César! ¡todo aquel que se hace rey, habla contra César!” Este fué el Jesús que dos días antes les había dicho a sus contrarios religiosos: “Pagad, pues, a César lo que es de César; y a Dios lo que es de Dios.”—Luc. 23:1, 2; Juan 19:12; Mat. 22:21.
9, 10. (a) A pesar de la representación falsa y la oposición ¿qué aumento está registrado? (b) ¿Por medio de qué cosa fué esparcida la proclamación del Reino?
9 Porque sus enemigos religiosos no querían que Jesús fuera el Mesías y Rey de Dios, usaron la predicación del reino de Dios por él como pretexto para acusarle de ser sedicioso contra César y un peligro para el Estado. Esta representación falsa voluntariosa y la oposición combinada de César y de las fuerzas religiosas resultaron en la muerte de Jesús, pero ¿pudo eso impedir que los adherentes del Rey resucitado de Dios aumentaran? ¿Calló la predicación del reino de los cielos? ¡No! El próximo mes, en el día de Pentecostés, el espíritu de Dios fué derramado sobre los fieles seguidores del Rey, y la proclamación del Reino fué revivificada y llevada a cabo con mayor fuerza que durante el tiempo de Jesús y en muchos idiomas. Ese mismo día de Pentecostés los que se declararon a favor del reino de Dios administrado por su Rey Cristo Jesús aumentaron a 3,000. La oposición religiosa montó y luego empezaron a arrestar a los predicadores del Reino, y aun así el número de los adherentes del Rey subió a 5,000. (Hech. 2:41; 4:4) Más tarde el martirio de Esteban dió principio a una de las peores persecuciones allí en ese centro de la religión, Jerusalén. Los apóstoles fueron obligados a la clandestinidad, pero miles de los seguidores del Rey fueron esparcidos.
10 Jehová y su Rey ungido en los cielos tuvieron razón para reírse de los contrarios religiosos y sus esfuerzos por silenciar la proclamación del Reino. ¿Por qué? Pues, porque el relato nos dice, los “que fueron dispersados, andaban por todas partes, predicando la palabra.” “Aquellos, pues, que habían sido esparcidos por la persecución suscitada con motivo de Esteban, fueron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, predicando la palabra; mas sólo a los judíos.” (Hech. 8:4; 11:19) En esa inquisición religiosa se consiguió milagrosamente que el gran fomentador de persecución, Saulo de Tarso, rindiera homenaje a Cristo el Rey y vino a ser un publicador apostólico del Reino.
11. ¿Es nacionalista el Reino? ¿Qué manifiesta la promesa de Dios?
11 Pero el reino de Jehová mediante Cristo no es algo nacionalista. No es judío ni ha de ser limitado a los judíos únicamente. El patriarca Abrahán no era judío, y cuando Jehová le habló a ese hombre fiel acerca de la bendición que los hombres habían de recibir mediante el gobierno teocrático de su Rey, dijo: “Serán bendecidas en ti todas las familias de la tierra.” “Tu simiente poseerá la puerta de sus enemigos; y serán bendecidas en tu simiente todas las naciones de la tierra.” (Gén. 12:3; 22:17, 18) La Simiente de Abrahán es principalmente Jesucristo. La bendición que viene por medio de él es, primero que todo, el traer a los creyentes a una posición recta con Dios donde puedan gozar de su favor y tener la esperanza de vida eterna en su nuevo mundo de justicia. Razonando sobre este asunto el apóstol Pablo lo expresa en estas palabras: “Y la Escritura, previendo que Dios declararía justos a los gentiles como el resultado de fe, predijo las Buenas Nuevas a Abrahán en las palabras—‘Por medio de ti todos los gentiles serán bendecidos.’”—Gál. 3:8, 16, N.T. del Siglo XX (en inglés).
12. ¿Qué curso siguió la extensión de la bendición? ¿Por qué?
12 La bendición dadora de vida por medio de la Simiente de Abrahán, Jesucristo, por lo tanto tiene que ser extendida a todas las naciones, judía y gentiles igualmente. Correctamente la bendición primero fué a los descendientes judíos de Abrahán. Pero cuando esa nación siguió a sus guías religiosos y rechazó la bendición porque vino por medio del Cristo que había sido clavado a la estaca de tormento, Jehová Dios hizo lo que le había dicho a Abrahán. Extendió la bendición mediante Jesucristo a las naciones gentiles o no judías. Dios no hace acepción de personas por causa de su nacionalidad terrestre. El poseer nosotros fe como la de Abrahán es lo que cuenta con Dios y gana para uno su bendición mediante Cristo.—Gál. 3:9, 26-29.
LA TRETA FAVORITA DEL ENEMIGO
13. ¿Qué servicio rindieron Pedro y Pablo a favor de 1a creencia de los gentiles?
13 El apóstol Pedro fué el que Dios usó para llevar la llave de conocimiento y abrir la puerta de las oportunidades del Reino para las naciones gentiles, pero fué el apóstol Pablo que vino a ser el principal apóstol de los gentiles. Pablo es el único apóstol que las Sagradas Escrituras nos dicen llegó a Roma. (Hech. 10; Rom. 11:13; Gál. 3:7-9) Por medio de una visión divina Pablo fué llamado para ir y dar el testimonio en Europa. Fué en lo que hoy llamamos Grecia, la cuna de la democracia, que Pablo fué acusado de sedición por predicar el reino de Dios mediante Cristo.
14. ¿Dónde, cómo y por quiénes fué acusado Pablo de sedición?
14 Después que Pablo había echado fuera un demonio de un medium espiritista, los demonios hicieron que los simplones religiosos víctimas de su engaño hicieran a Pablo y a Silas comparecer ante los gobernantes políticos, haciéndoles este cargo: “Estos hombres, que son judíos, están turbando mucho nuestra ciudad, y enseñan usos que no nos es lícito recibir, ni practicar, siendo como somos romanos.” Un milagro de Dios soltó a Pablo y Silas del calabozo. Eso sucedió en Filipos. Mas en Tesalónica los opositores religiosos incitaron a una turba que gritó lo siguiente a los gobernantes políticos contra Pablo y Silas: “¡Estos hombres que han trastornado el mundo habitado, han venido acá también; . . . y éstos todos obran en oposición a los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús!” Otra vez en Palestina, cuando estuvo ante el tribunal de César en Cesarea, el preso Pablo fué acusado por sus perseguidores religiosos con estas palabras expresadas por su portavoz: “Hemos hallado ser este hombre una peste, y levantador de insurrecciones entre todos los judíos por todo el mundo habitado, y jefe de la secta de los Nazarenos: el cual también ha procurado profanar el Templo; y nosotros le echamos mano. Y quisimos juzgarle conforme a nuestra ley.” Pero el apóstol Pablo no quiso someterse y dejar que lo juzgaran conforme a su ley canónica religiosa. En pleno acuerdo con sus derechos como ciudadano romano acordó al tribunal que él estaba ante el banco de juicio de César, y no ante un tribunal jurídico religioso. Por lo tanto en el interés de predicar el evangelio apeló a César.—Hech. 16:20, 21; 17:6, 7; 24:5, 6; 25:9-12.
15. ¿Pudo esa persecución disminuir la predicación de las buenas nuevas? ¿Por qué?
15 Por dos años antes y dos años después de llegar a Roma Pablo fué detenido en custodia. ¿Pero sufrió alguna disminución la proclamación de las buenas nuevas debido a tal persecución contra él y sus contestes? No; porque Pablo usó estas circunstancias para dar el testimonio a los gobernantes, a sus custodios y a todos los que él pudo invitar. Logró un testimonio de mucho alcance, de modo que escribió de su casa de detención en Roma: “Hermanos, quiero que se den cuenta de que lo que me ha sucedido en realidad ha servido para adelantar las Buenas Nuevas. Hasta ha llegado a ser patente, no sólo a toda la Milicia Imperial, sino a todos los demás, que es por causa de Cristo que estoy en cadenas.” “Las Buenas Nuevas a las cuales ustedes escucharon, que se han proclamado entre todas las cosas creadas bajo el Cielo, y de las cuales yo, Pablo, fuí hecho ministro.” Pablo siguió su propia instrucción: “Predica la palabra, insiste a tiempo y a destiempo.”—Fili. 1:12, 13 y Col. 1:23, N.T. del Siglo XX (en inglés); 2 Tim. 4:2, NC.
16. ¿Qué mandato de partida de Jesús aplica ahora? ¿Quiénes lo obedecerán?
16 Los seguidores del Rey Jesucristo obedecieron su mandato de partida: “Toda potestad me es dada en el cielo y sobre la tierra. Id, pues, y haced discípulos entre todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.” Ningún gobierno hecho por los hombres, no importa de qué nación sea, puede contramandar ese mandato autoritativo ni tener éxito en impedir su ejecución por los seguidores del Rey. Su mandato aplica a nosotros ahora en el fin de este mundo y sus naciones, y lo obedeceremos para que aumenten los intereses de su gobierno.—Mat. 28:18-20.
17. ¿Cómo se trató de usar la misma treta del enemigo en los días de Ester? ¿Resultados?
17 Aun antes de los días de Cristo era la treta favorita de los enemigos de Jehová Dios el acusar a su pueblo fiel de crímenes políticos para envolverlos con los gobiernos mundanos y hacer que el poder del Estado fuera dirigido en su contra. En los días de la reina Ester este ardid inicuo fué usado por el adorador falso Hamán con la mira de causar la destrucción completa del pueblo escogido de Dios de todas partes del imperio persa. Dijo Hamán al emperador Jerjes: “Hay un pueblo esparcido y disperso por entre todos los pueblos, en todas las provincias de tu reino, cuyas leyes son diversas de las de todo otro pueblo, y ellos no cumplen las leyes del rey; de modo que al rey no le conviene sufrirlos. Si pues al rey le place, escríbase que sean destruídos.” (Ester 3:7-9) El artificio malicioso de Hamán no logró extinguir y ni siquiera disminuyó el pueblo de Jehová. Resultó en que él mismo fuera expuesto como uno en contra de los intereses del emperador y fué ahorcado. Igualmente los que ahora tratan de impedir el aumento de la obra del Reino contribuyen a su propia ruina.
18. ¿Por qué se confrontan las naciones ahora con la destrucción?
18 Hoy los fieles anunciadores del Reino de Dios mediante Cristo se confrontan con movimientos y organizaciones políticas en una escala hemisférica o global. El que los testigos de Jehová proclamen que Él volvió a tomar las riendas del dominio de la tierra en 1914 e hizo que naciera el reino de su Hijo no les agrada a los gobernantes políticos. Ellos tienen otros planes para el dominio de los pueblos de la tierra. Bajo la dirección religiosa del clero de la cristiandad el elemento político quizás ore, “Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”; pero sus guerras para conseguir la dominación del mundo y sus planes para el control futuro de la tierra desmienten sus oraciones y manifiestan que no quieren que el reino de Dios mediante su Hijo los reemplace y le dé a la gente un gobierno teocrático de justicia. Las naciones se tienen temor y mutuamente desconfían las unas de las otras. Se oye expresar la ansiedad de que vayan a exterminarse en otra guerra global con armas inventadas en secreto para la destrucción en masa. Es verdad que las naciones se confrontan con la destrucción, pero es porque rehusan el reino de Dios mediante Cristo, el único dominio legítimo de nuestro globo. Su destrucción vendrá en breve por medio de un acto de Dios que fué prefigurado en el diluvio global del día de Noé. Por medio de los testigos de Jehová Él ahora les da una amonestación justa y extensa a todos los pueblos y naciones.
19, 20. ¿Quién es manifiestan que son amigos de este mundo? ¿Cómo? ¿Con qué destino?
19 Las organizaciones religiosas de la cristiandad se han unido con las potestades políticas de la tierra para recibir el mismo destino que éstas y serán aniquiladas junto con ellas por el acto de Dios como enemigos de Él. Está escrito: “¡Adúlteras! ¿no sabéis acaso que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Aquel pues que quisiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios.”—Sant. 4:4.
20 Los amigos religiosos de este mundo son los enemigos del reino de Dios mediante Cristo. Manifiestan con quien tienen ellos amistad al trabajar para que siga la miserable existencia de este viejo mundo y al tratar de impedir el aumento de la Teocracia de Jehová mediante Cristo. Desde el nacimiento del reino en 1914 nuevos factores políticos han llegado a ocupar puestos de prominencia y poder mundiales. Los que han sobrevivido hasta la fecha como figuras dominantes son las Naciones Unidas, sucesora a la Liga de Naciones de corta vida, y el comunismo ateístico.
21. ¿Cómo está dividido el mundo? ¿Cuál es la posición de los testigos, y con qué resultado seguro?
21 Hasta el día de hoy las Naciones Unidas no han podido unir al viejo mundo. Está dividido en dos blocs, con los Tres Grandes a favor del bloc occidental y la Rusia comunista dictándole al bloc oriental. Los fuegos de la II Guerra Mundial se han apagado, pero ambos blocs participan en una “guerra fría” enfurecida y hacen esfuerzos febriles para conseguir el poder. En medio de esta situación se hallan los testigos de Jehová, no señalando hacia el oriente ni el occidente, sino hacia el cielo, anunciando Su reino mediante Cristo como el gobierno divinamente autorizado, el único dominio poseído de habilidad adecuada para introducir un nuevo mundo justo, pacífico y sano, el único dominio con poder para salvar a la gente de la aniquilación en la catástrofe mundial del Armagedón. Porque ocupan esta posición neutral para con los conflictos mortíferos de este viejo mundo y por su devoción cristiana y fidelidad al dominio del Nuevo Mundo de Dios mediante su Hijo, los testigos de Jehová son odiados por todas las naciones y sufren persecución a manos de los amigos religiosos del viejo mundo. Pero, aun así su causa de seguro aumentará y ganará.