Determinando el año mediante los hechos y la Biblia
1, 2. (a) ¿A qué territorio estaba limitando Jehová la contienda en cuanto a dominación? (b) ¿Qué gobierno típico organizó Jehová, cómo fué establecido, y qué le sucedió finalmente?
COMO hemos visto, por cerca de 2,500 años desde Abel hasta Moisés Jehová había provisto protección angelical para cada uno de sus adoradores verdaderos individualmente. Ahora el tiempo llegó para que él demostrara en una escala pequeña lo que tenía pensado proveer con el tiempo a los habitantes de la tierra en una escala global, a saber, la restauración de Su legítimo dominio soberano por medio de un gobierno teocrático leal. En el desarrollo del punto en disputa para la dominación de toda la tierra Dios señaló un territorio de muestra en Palestina con cuatro linderos, el cual vino a llamarse la “Tierra de la promesa”. (Heb. 10:1; Gén. 15:18-21; Éxo. 23:31; Deu. 34:1-4; Heb. 11:9) Como rescatador en 1513 a. de J.C. Jehová compró a Israel para ser su pueblo, lo libró de Egipto y lo organizó bajo un gobierno teocrático típico que él autorizó con su soberanía, y él también llegó a ser su gobernante invisible. (Éxo. 6:6; 19:6; Deu. 33:2-5; Isa. 33:22) Él trajo su pueblo a la Tierra Prometida para poseerla en el año 1473 a. de J.C. Después de seis años habían expulsado y subyugado en gran medida a los habitantes anteriores que no habían tenido ningún derecho legal a la tierra, siendo sólo colonos usurpadores. De este modo el dominio soberano de Jehová se estableció legalmente y de hecho sobre este territorio de contienda.
2 Por un período de 866 años la misma forma de gobierno teocrático bajo la única constitución del pacto de la Ley ejerció soberanía nacional en la Tierra Prometida. Esto fué muchos años más largo que lo que duró la mayor parte de los gobiernos originales autorizados por Satanás que habían existido en esta tierra. Debido a la infidelidad de los reyes ungidos de Judá como en el caso del querubín ungido en el Edén, Jehová con el tiempo desautorizó este gobierno teocrático típico y terminó su dominio soberano en Palestina por un tiempo. Él despojó al último rey inicuo de Judá, Sedequías de nombre, de sus poderes gobernantes en 607 a. de J.C. y lo envió cautivo a Babilonia a manos de su conquistador gentil Nabucodonosor, rey de Babilonia.—2 Rey. 25:1-7.
3. ¿Qué declaración hizo Dios en cuanto a la terminación de este gobierno típico?
3 Respecto a esta terminación del gobierno típico por reino en 607 a. de J.C. la Biblia registra: “Y tú, tú pícaro, oh príncipe de Israel que has de ser muerto, para quien la hora del castigo pleno por el pecado acarrea destrucción—‘¡Quítesele su diadema, depóngasele su corona!’ dice el Señor el Eterno [Jehová, Moderna]; ‘trastornen las cosas, ¡elévese lo bajo, abátase lo alto! Lo pongo todo en ruinas, ruinas, ruinas; todo será trastornado, hasta que el hombre legítimo llegue—y le daré todo a él.’” (Eze. 21:25-27, Mo) Observe que esta declaración manifiesta que el derecho legal a la corona ha de permanecer latente por un tiempo largo “hasta que el hombre legítimo llegue”. Cuando ese “hijo del hombre” llega se denota que habrá una restauración de gobierno divino soberanamente autorizado, pero esta vez sobre toda la tierra, ya que se dice, “le daré todo a él.”
4, 5. (a) ¿Cómo ilustró Jehová su posición como soberano? (b) ¿Hasta qué grado reconocían los pueblos de Israel y Judá la soberanía de Jehová?
4 Para el beneficio de sus súbditos fieles y leales en la tierra Jehová Dios dió una ilustración de su preeminente posición legal como el Soberano que puede legítimamente autorizar reinos sobre la tierra y el universo. Significativamente Dios ilustró este asunto al profeta Jeremías poco antes de que la soberanía divina dejara de autorizar como gobernante al último rey reinante de la línea davídica, Sedequías. Note lo que Jehová el Soberano, asemejado a un alfarero, dice acerca de cómo él edifica y derriba gobiernos que así son semejantes a barro:
5 “‘Desciende a la casa del alfarero, y ahí te dejaré oír lo que tengo que decir.’ Así que descendí a la casa del alfarero. Este estaba trabajando con su rueda; y siempre que cualquier vasija que estaba haciendo se descomponía en sus manos, la remodelaba para complacerse, hasta que estuviera satisfecho. Luego la palabra del Eterno vino a mí, ‘Oh casa de Israel, ¿no puedo hacer con ustedes como este alfarero hace? Así como es el barro en las manos del alfarero, así son ustedes en mis manos. En un tiempo puedo hablar de arrancar de raíz una nación o reino, de demolerlo y destruirlo; pero si esta nación se vuelve de su mal, cambiaré de parecer acerca del mal que pensaba descargar sobre ella. De nuevo, puedo hablar de edificar una nación o reino, de plantarlo; pero si esa nación hace mal a mi vista rehusando escuchar mi voz, entonces cambiaré de parecer acerca de los beneficios que pensaba otorgar sobre ella. Por eso da a los hombres de Judá y a los ciudadanos de Jerusalén este mensaje del Eterno [Jehová, Moderna]: ‘Estoy formando una calamidad para ustedes y diseñando un plan en su contra; ¡ah, vuélvase cada uno de ustedes de su mal proceder, enmienden su vida y trabajen!” Ellos dirán, “De nada sirve hablar; nos proponemos vivir como queremos, y seguir cada uno de nosotros nuestra propia mente mala y terca.”’”—Jer. 18:2-12, Mo.
6. ¿Cuál fué el juicio de Jehová contra ellos porque repudiaron su soberanía?
6 Y así fué que la mayor parte del pueblo de Israel y Judá así como también sus reyes finalmente repudiaron a su gran “alfarero” Soberano, Jehová. Escogieron seguir sus propios caminos rebeldes así como sus naciones vecinas gentiles del mundo de Satanás lo habían estado haciendo por siglos. Por esta razón Jehová decretó que los judíos representados por su ciudad capital Jerusalén serían dominados por naciones gentiles y gobernados por sus gobiernos autorizados por Satanás desde 607 a. de J.C. en adelante. Jesús, el más grande profeta, se refirió a esta dominación y cómo continuaría por mucho tiempo después de su ministerio terrestre, cuando dijo: “Jerusalén será pisoteada por las naciones, hasta que los tiempos señalados de las naciones se cumplan.” (Luc. 21:24, NW) ¿Cuánto tiempo durarían estos “tiempos señalados de las naciones” mencionados por Jesús? Jehová el revelador de secretos hace saber estos “tiempos” a su propio modo y tiempo.
“TIEMPOS SEÑALADOS DE LAS NACIONES”
7. ¿Qué profetiza Isaías en su capítulo 14 en cuanto al rey de Babilonia?
7 Fué 150 años completos antes de que Jerusalén perdiera su soberanía nacional a manos de la nación gentil de Babilonia que Isaías profetizó una canción vituperadora. La dirigió contra el rey de Babilonia a quien se describió como un ‘cortador de abetos’, queriéndose decir que era un asesino de los adoradores verdaderos de Dios, que son representados como “árboles de justicia”. Isaías predijo que el rey de Babilonia exaltaría su trono por encima de las estrellas o príncipes de la teocracia típica de Dios y derrocaría este gobierno soberano subyugándolo completamente. Habiendo obtenido este poder como gobernante mundial, el juicio de Dios vendría y el rey de Babilonia también sería cortado como un árbol y todos los hombres verían su humillación. (Vea Isaías 14:4, 8, 12-16; 61:3) Todo esto se efectuó sobre la dinastía gobernante de Nabucodonosor, el rey conquistador de Babilonia. Él a su vez simbolizó al rey mayor de Babilonia, Satanás el Diablo, quien con el tiempo será totalmente derrotado y cortado en aniquilación.
8. ¿Cómo es que Egipto y Asiria llegaron a ser la primera y segunda potestades mundiales respectivamente? ¿Cómo se determinó qué nación había de suceder a Asiria como la tercera potestad?
8 Un breve relato histórico de los hechos físicos en cumplimiento de Isaías 14 es el que sigue. Como ya se ha dicho, la dominación de la Tierra Prometida delineada por Jehová en el tiempo de Abrahán era el asunto sobre el cual contendían. Egipto, reconocido como la primera potestad mundial porque dominó a Palestina después del tiempo de Abrahán, perdió el control de la Tierra Prometida cuando los israelitas la poseyeron desde 1473 a. de J.C. en adelante. Siglos después Asiria llegó a ser la segunda potestad mundial cuando subyugó al reino septentrional de Israel en 740 a. de J.C. (2 Rey. 17:6) En 632 a. de J.C. Nínive, la ciudad capital de esta segunda potestad mundial, Asiria, cayó a manos de una coalición de poderes gentiles, los caldeos (babilonios), los escitas y los medos. (Nah. 3:7) La pregunta ahora era, ¿Qué nación llenaría el vacío dejado por la caída de Asiria para llegar a ser la tercera potestad mundial? Tanto Egipto, bajo su rey Necao, como Babilonia, dirigida por su joven general en jefe Nabucodonosor, hijo de Nabopolosar rey de Babilonia, se aprestaron a luchar por esta posición. Resolvieron el problema en la gran batalla antigua de Carquemis, cerca del río Éufrates, en 625 a. de J.C.; Babilonia derrotó a Egipto. (2 Cró. 35:20) Después de su victoria, y en este mismo año de 625 a. de J.C., Nabucodonosor, después de la muerte de su padre, ascendió al trono de Babilonia.
9. Describa los esfuerzos de Nabucodonosor para hacer sentir su señorío sobre el reino de Judá, y el resultado final.
9 Cinco años después Nabucodonosor trató de hacer sentir su recién ganado poder sobre el Cercano Oriente haciendo tributario a uno de los últimos reinos independientes, el reino de Judá con su rey Joaquim, lo cual hizo viniendo contra Jerusalén en 620 a. de J.C. (2 Rey. 24:1, 7; 2 Cró. 36:5, 6) En 618 a. de J.C. Joaquim murió en un esfuerzo por librarse del dominio babilónico. Por esta razón Nabucodonosor sitió a Jerusalén por segunda vez (en 618 a. de J.C.), la obligó a aceptar ciertas condiciones y se llevó a Joaquín, el sucesor de Joaquim, cautivo a Babilonia junto con muchos de los príncipes de Judá y otros hombres sobresalientes, incluyendo a Daniel. (2 Rey. 24:1, 8-16; Dan. 1:1-6) Nabucodonosor le dió a Jerusalén otra oportunidad como estado soberano subsidiario permitiendo que Sedequías, el hermano de Joaquim, fuera ungido rey de Judá en 617 a. de J.C. (2 Rey. 24:17, 18) Sedequías, igual que su hermano, trató de deshacerse del yugo babilónico por medio de la rebelión. Pero esto hizo que Nabucodonosor en su ira viniera contra Jerusalén por tercera vez, mas esta vez para destruirla completamente. Nabucodonosor empezó su tercer sitio de Jerusalén el día diez del décimo mes, tebet, en el año noveno del reino de Sedequías, o el 18-19 de enero de 608 a. de J.C. (es decir, después de las 18 horas del 18 de enero), de acuerdo con nuestro presente sistema de calendario gregoriano.a (2 Rey. 25:1) Para el 2-3 de julio de 607 a. de J.C. el hambre debida al sitio era sumamente grande, el enemigo había hecho una brecha en los muros de Jerusalén y el rey Sedequías huyó de la ciudad este día a Jericó, donde fué después capturado para ser deportado.—2 Rey. 25:2-7.
10, 11. (a) Precisamente ¿cuándo fueron destruidos el templo y el palacio del rey en Jerusalén, y qué significó esto en cuanto a la soberanía divina? (b) ¿Qué ligera evidencia adicional de dominio judío había, y qué le sucedió a éste?
10 Los soldados caldeos (babilonios), habiendo entrado en Jerusalén, empezaron a quemar la “Casa de Jehová”, la “casa del rey” y todas las casas grandes de la ciudad el 7 de ab, 30-31 de julio de 607 a. de J.C. (2 Rey. 25:8, 9) Para el 10 de ab, 2-3 de agosto de 607 a. de J.C., tres días después, habían destruído completamente el templo, el palacio real y los muros de la ciudad. (Jer. 52:12-14) Aquí debe recordarse que Jehová hacía saber su voluntad soberana por medio de su sacerdocio en el templo, y que el palacio del rey era el centro de donde emanaba la administración de la nación como se delegaba por Dios al rey.(2 Rey. 22:12, 13) Por lo tanto estos centros de administración divina soberanamente autorizada cesaron con la caída de Jerusalén.
11 Sin embargo, había una ligera evidencia más de soberanía judía después de la caída de la Ciudad Santa, y ésa fué la designación por Nabucodonosor de Gedelías, un judío, como el gobernador de los poblados que quedaban en el país. Pero dos meses después Gedelías y sus consejeros babilonios fueron muertos por un grupo de asesinos judíos. Cuando se enteraron de esta burla trágica a la misericordia de Nabucodonosor, todos los judíos restantes huyeron a Egipto, llevándose con ellos al profeta Jeremías. (2 Rey. 25:22-26; Jer. 41:1-18; 43:5-7) Ahora, al llegar la tierra a estar desolada sin ningún habitante judío, el último vestigio de dominio teocrático terminó; esto fué durante el séptimo mes, que comenzó el 21-22 de septiembre de 607 a. de J.C. De modo que por medio de eventos que acontecieron rápidamente la tierra fué vaciada y la soberanía teocrática quitada, lo que dió a los gentiles dominio indisputable de la Tierra Prometida para sus “tiempos señalados”.—Luc. 21:24.
12, 13. (a) ¿A quién se le reveló el número de los “tiempos” de las naciones, y de qué manera? (b) ¿Cuál fué el tema de la revelación? Describa brevemente el cuadro revelado.
12 ¿Cuántos “tiempos” señaló Dios para que las naciones gentiles tuvieran el dominio indisputable sobre la Tierra Prometida que era el campo experimental con relación a la soberanía de toda la tierra? La Biblia contesta que habían de ser siete “tiempos”. (Dan. 4:16, 23, 25) Significativamente, este número fué revelado al rey Nabucodonosor en un sueño después de 607 a. de J.C. cuando había llegado a ser el gobernante totalitario de la tercera potestad mundial. Note ahora los detalles de este sueño a medida que Nabucodonosor se lo cuenta al testigo de Jehová, Daniel, para interpretación divina. Observe cómo el tema de este sueño es la soberanía de Dios, “para que los vivientes sepan que el Altísimo reina sobre todo el dominio de los hombres, dándolo a cualquiera que él escoge, y colocando sobre él al más bajo de la humanidad.”—Dan. 4:17, Mo.
13 Nabucodonosor le dijo a Daniel: “‘Oh Beltsasar, señor de los magos, sé que el espíritu de los dioses divinos está en ti, y que ningún misterio es de dificultad alguna para ti; oye las visiones de mi sueño que he visto, y dime qué significan. Tales fueron las visiones de mi cerebro en la cama. Miré, y había un árbol en medio de la tierra, ¡enormemente alto! El árbol creció y creció fuerte, hasta que fué alto como el cielo y visible desde los confines de toda la tierra; sus hojas eran hermosas y su fruto rico, con alimento para todos; animales salvajes se abrigaban bajo él, aves del viento descansaban en sus ramas, y alimentaba a todas las criaturas vivientes. En las visiones de mi cerebro en la cama miré, y ¡ahí estaba uno de los ángeles custodios! Descendió del cielo y dijo en voz alta, “Corten el árbol, desmochen sus ramas, corten sus hojas, y esparzan su fruto: que los animales se vayan de debajo de él, y las aves de sus ramas. Sin embargo, dejen el tocón de sus raíces en la tierra, entre la hierba blanda del campo, con una faja de hierro y bronce alrededor de él; que el rocío del cielo lo empape y que comparta la hierba de la tierra con los animales, que su mente cese de ser humana, que se le dé la mente de animal, y que siete años [tiempos, Moderna] pasen sobre él.”’”—Dan. 4:9-16, Mo.
14, 15. ¿Cómo se cumplió este sueño en cuanto a Nabucodonosor?
14 Daniel interpretó el sueño para predecir que siete tiempos o años de locura se apoderarían de Nabucodonosor, durante los cuales no podría efectuar personalmente su gobierno imperial sino que llegaría a ser salvaje como una bestia y viviría en los campos rasos. Por eso en efecto este gran gobernante mundial hallaría que su reino le sería quitado tal como el árbol elevado mencionado en su sueño fué cortado. Después de siete años su cordura volvería, y sería restaurado a su reino, que, semejante al tocón de árbol ceñido que quedaba en la tierra, habría de quedarle reservado hasta que regresara al dominio de su imperio.
15 Todo esto sucedió hacia el fin del reinado de Nabucodonosor. Los libros que tratan de Nabucodonosor se refieren a sus siete años de locura. (Dan. 4:33) “La forma de locura de la que él (Nabucodonosor) sufrió cuando el orgullo venció su razón fué la que se llama licantropía, en la que el paciente se imagina estar convertido en un animal inferior y se porta como tal. Nabucodonosor se imaginó que había sido convertido en un buey, y salió para comer hierba como otro ganado.” (The Westminster Dictionary of the Bible, pág. 422. Vea también Nebuchadnezzar, por G. R. Tabouis, págs. 263-265, 383.) Michaud, en su Biographie universelle, escribe: “Nabucodonosor fué castigado por su orgullo por una enfermedad algo extraña, pues cayó en un estado de demencia completa y se persuadió de que había sido convertido en un buey.” Otro escritor francés, Larousse, da un relato parecido, añadiendo, “Murió un año después de recobrar la razón.”
16. ¿Cómo tiene este sueño su aplicación mayor en conexión con gobierno celestial? ¿Qué esperanza deja Dios para la humanidad?
16 Sin embargo, el sueño de Nabucodonosor encuentra su mayor aplicación en conexión con gobierno celestial. En § 7 a 11, páginas 557, 558, hemos descrito el gobierno teocrático invisible que originalmente se le confió al querubín cubridor en el Edén. La soberanía de Dios que de hecho operaba por medio de este querubín ungido fué muy bien descrita por el árbol elevado del sueño de Nabucodonosor. Cuando este ensalzado gobernante teocrático de los hombres y los animales se rebeló y puso en disputa la supremacía soberana de Jehová Dios, fué inmediatamente destituído de la organización de Dios la cual se compara a un monte y para siempre fué divorciado de la unión con Dios. Esto fué ilustrado por el corte del árbol elevado. Cuán gozosos estamos al notar que en la visión, para dar esperanza a la humanidad justa, Dios dejó un tocón de este árbol. Claramente esto representa la suspensión del puesto de justa superintendencia celestial por el cual Dios ejercerá su soberanía de nuevo sobre la tierra. Sería mantenido latente hasta que viniera Aquel que probaría su derecho a él. El sueño manifiesta que el Altísimo dará el derecho de este reino al “más bajo de la humanidad” o a un hijo del hombre.—Dan. 4:17, Mo.
17, 18. (a) ¿Cuándo empiezan a aplicar los “siete tiempos” en cuanto al “tocón del árbol”? (b) ¿Cuándo se manifiesta particularmente el periodo de “locura”, y qué cambios acontecen en la dominación gentil sobre Jerusalén?
17 No antes de que “siete tiempos” hubieran pasado sobre el tocón de árbol simbólico podría Dios, de acuerdo con su propio decreto, establecer el reino sobre los hombres en manos de un justo gobernante invisible. El sueño profético no indica que los “siete tiempos” empezaron en el Edén inmediatamente con la rebelión de Satanás y su pérdida del derecho y autoridad como gobernante justo. Los hechos en cumplimiento manifiestan que no empezaron entonces sino en los días del que tuvo el sueño y en quien éste tuvo su cumplimiento en miniatura, a saber, al tiempo en que el gobierno pictórico fué quitado del último rey ungido de Judá, Sedequías. El sueño sólo anuncia que en la experiencia del tocón del árbol un período de “siete tiempos” pasaría sobre él y que esto inmediatamente precedería la soltura del tocón y su crecimiento libre de nuevo.
18 Esto hace evidente que los “siete tiempos” empezaron con el derrocamiento de la teocracia típica de Jehová por Nabucodonosor en Jerusalén, en 607 a. de J.C. Mientras la administración típica de Dios en Jerusalén operara de algún modo, aun imperfectamente, en su nombre, podría decirse que había alguna medida de cordura nacional y una exhibición parcial de gobierno correcto entre las naciones de esta tierra. Pero con la caída de la teocracia típica entonces absolutamente no había ninguna restricción para la sinrazón y bestialidad de los gobernantes humanos y la humanidad. Ahora los poderes o gobiernos gentiles eran exclusivos en el campo. El pueblo pactado de Dios ya no conservaba ninguna soberanía nacional en medio de este mundo, independientemente de las naciones gentiles. En 539 a. de J.C. la potestad mundial medopersa ejerció dominación sobre la Tierra Prometida. En 332 a. de J.C. pasó a las manos de Alejandro, el conquistador griego. En 63 a. de J.C. se estableció el gobierno romano sobre Palestina. De 637 a 1917 d. de J.C. diferentes gobernantes mahometanos generalmente dominaron a Jerusalén. En 1917 el vizconde Allenby de la Gran Bretaña quitó a Jerusalén de los turcos mahometanos, que la habían dominado desde 1517.
CÓMPUTO MATEMÁTICO
19, 20. ¿Cuánto duraron los “siete tiempos” de las naciones? Dé las pruebas que establecen el año 1914 como una fecha señalada.
19 ¿Cuánto tiempo duran los “siete tiempos”, los tiempos de las naciones? Las matemáticas se nos proporcionan en otra profecía no relacionada con ésta que usa el término “tiempos” o “períodos de tiempo”. En el Apocalipsis 12:6 (NW) se mencionan 1,260 días y luego en el Ap 12 versículo 14 se hace referencia a este mismo período como 31⁄2 “tiempos”. De modo que si 31⁄2 “tiempos” son 1,260 días, entonces 7 “tiempos” (dos veces 31⁄2 “tiempos”) deben ser dos veces 1,260, ó 2,520 días. Temprano en su jornada por el desierto los israelitas repudiaron la sabiduría soberana de su Dios, deseando regresar a Egipto al haber creído los informes faltos de fe que les hicieron los diez espías infieles. (Núm. 14:1-4) Por esta falta de fe por parte del pueblo en la guía soberana de Dios, Jehová sentenció la nación a cuarenta años de viaje en el desierto sin ningún dominio soberano sobre tierra alguna. “Por cada día que se usó en espiar la tierra, ustedes pasarán un año siendo castigados por su maldad, cuarenta años por cuarenta días; eso les enseñará lo que es tenerme en contra suya.”—Núm. 14:34, Mo.
20 Por eso, de acuerdo con esta regla establecida en el desierto, la nación judía, que vez tras vez demostró que no apreciaba el dominio soberano de Jehová, tendría que sufrir el juicio adverso de Dios a manos de sus superintendentes gentiles por un período de siete “tiempos”, o 2,520 días-años. Estos 2,520 años se extienden desde la desolación de Jerusalén y la tierra en el verano y otoño de 607 a. de J.C. hasta el verano y otoño de 1914, cuando expiraron. Desde 607 a. de J.C. hasta 1 a. de J.C. hay 606 años. Desde 1 a. de J.C. hasta 1 d. de J.C. hay sólo un año, porque los antiguos no habían descubierto el cero que de acuerdo con las matemáticas modernas lo hubiera hecho dos años. El uso del cero es de origen matemático sólo comparativamente reciente. Desde 1 d. de J.C. hasta 1914 d. de J.C. hay 1,913 años. Por lo tanto, sumando 606 años más 1 año más 1,913 años obtenemos un total de 2,520 años.
21-23. (a) Dé la corrección de un ligero error hecho por los hermanos hace muchos años en cuanto a determinar 1914. (b) Explique una segunda corrección.
21 En este punto algunos preguntarán por qué Carlos T. Rússell en 1877 usó la fecha de 606 a. de J.C. para la caída de Jerusalén mientras que La Atalaya de años recientes ha estado usando 607 a. de J.C. Esto se debe a que, a la luz de la erudición moderna, se descubrió que se habían hecho dos errores ligeros que se cancelan uno al otro y dan el mismo resultado, a saber, 1914. Concerniente al primer error, Rússell y otros consideraban que desde 1 a. de J.C. hasta 1 d. de J.C. había dos años mientras que de hecho hay sólo un año porque, como se ha dicho antes, no hay un año “cero” en el sistema para contar los años a. de J.C.-d. de J.C. “La era cristiana empezó, no sin ningún año, sino con un año 1º.” The Westminster Dictionary of the Bible, pág. 102.
22 El segundo error tenía que ver con el no empezar la cuenta de los 2,520 años al debido punto tomando en cuenta los hechos históricos y circunstancias. Casi toda la cronología bíblica primitiva se enlaza con la historia seglar en el año 539 a. de J.C., año en que aconteció la caída de Babilonia a Darío y Ciro de los medos y persas. En años recientes se han descubierto varias tabletas de escritura cuneiforme pertenecientes a la caída de Babilonia que fijan fechas históricas tanto bíblicas como seglares. Una de estas tabletas, a la que se llama la “Nabunaid Chronicle”, da para la caída de Babilonia la fecha que los especialistas han determinado como el 12-13 de octubre de 539 a. de J.C., calendario juliano, o 6-7 de octubre de 539 a. de J.C., de acuerdo con nuestro presente calendario gregoriano.b Esta tableta también dice que Ciro hizo su entrada triunfal a Babilonia 16 días después que ésta cayó en poder de su ejército. Así su año de advenimiento comenzó en octubre de 539 a. de J.C. Sin embargo, en otra tableta cuneiforme llamada “Strassmaier, Cyrus No. 11” se hace mención del primer año reinante de Ciro y se determinó que éste empezó el 17-18 de marzo de 538 a. de J.C., y que concluyó el 4-5 de marzo de 537 a. de J.C.c Fué en este primer año reinante de Ciro que él expidió su decreto para dejar que los judíos regresaran a Jerusalén para reedificar el templo. (Esd. 1:1) Puede ser que el decreto se haya hecho a fines de 538 a. de J.C. o antes del 4-5 de marzo de 537 a. de J.C.
23 De cualquier manera esto habría dado suficiente tiempo para que el gran grupo de 49,897 judíos organizaran su expedición e hicieran su largo viaje de cuatro meses de Babilonia a Jerusalén y llegaran allí para el 29-30 de septiembre de 537 a. de J.C., el primer día del séptimo mes judío, para edificar su altar a Jehová como se registra en Esdras 3:1-3. Puesto que el 29-30 de septiembre de 537 a. de J.C. oficialmente termina los setenta años de desolación como se registra en 2 Crónicas 36:20, 21, el comienzo de la desolación de la tierra debe haber empezado oficialmente a contarse después del 21-22 de septiembre de 607 a. de J.C., el primero del séptimo mes judío de 607 a. de J.C., que es el punto de partida para la cuenta de los 2,520 años.
[Notas]
a De aquí en adelante las fechas judías a que se haga referencia en las Escrituras aparecerán adaptadas a nuestro sistema de fechas de calendario gregoriano. Los días judíos siempre empiezan después de las 18 horas. Se han hecho las conversiones con la ayuda de la Babylonian Chronology 626 B.C. to A.D. 45, por Párker y Dúbberstein de la Universidad de Chicago, edición de 1942.
b History of the Persian Empire, por Olmstead, 1948, pág. 50; también Light From The Ancient Past, por Fínegan, 1946, pág. 190.
c Babylonian Chronology 626 B.C.-A.D. 45, por Párker y Dúbberstein, 1942, págs. 11, 27.