La actividad ministerial de los testigos de Jehová
Informe tomado del “Yearbook” para 1953 (en inglés)
CHILE
Los hermanos en Chile se sienten felices al dar a conocer la rica bendición de Jehová sobre sus esfuerzos y su marcha progresiva hacia la madurez. Encontramos un aumento de 20 por ciento en el número de publicadores en Chile, donde se ha logrado un nuevo número máximo de 831 publicadores; lo cual ciertamente tiene que regocijar el corazón de todos los que han desempeñado la obra ministerial ese país por muchos años. Debido a su paciencia ahora ven que había en el país muchas de las otras ovejas que habían de ser juntadas. Con la ayuda de los misioneros que han ido a ese lugar y por su propia fidelidad, los hermanos de Chile han visto a muchos adoradores verdaderos salir en la hermosura de la santidad. Hay algunos puntos muy interesantes que el siervo de sucursal manifiesta en su informe, puntos que todos hallarán interesantes.
“Realmente el número máximo del año pasado de 765 publicadores fué una cifra elevada por la cual esforzarse tomando en cuenta cuánto nos interesaba mantener la elevada norma moral cristiana de la organización. Esto pareció ser el principal problema cuando su representante especial, el hermano Dónald Báxter, nos visitó en febrero de 1952. La consideración que se le dió al tema junto con la correspondencia que tuvimos con su oficina sirvió para aclarar la correcta manera de entender la posición del cristiano respecto a moralidad. De esta manera las organizaciones de compañía pudieron efectuar apropiadamente sus actividades en adoración limpia de Jehová y al mismo tiempo no eliminar innecesariamente a algunos de privilegios de servicio y asociación con la organización. Que esto fué ‘sembrar con una mira al espíritu’ es muy evidente en vista del nuevo número máximo de 831 publicadores durante el último mes del año de servicio.
“Uno de los dos siervos de circuito tuvo una experiencia extraordinaria en un pueblo septentrional. Se obtuvo permiso para usar el sistema de audición pública del pueblo, a través del cual se transmite música, noticias diarias, etc., a todos los habitantes mediante un circuito de siete altoparlantes que alcanzan a todo el pueblo. Esta vez sin embargo, el mensaje del Reino resonó por una hora mientras el siervo de circuito presentó su discurso público a posiblemente 4,000 personas. Fué algo muy efectivo. Seis meses después él pudo usarlo de nuevo; la familia de publicadores radicada allí, familia bien conocida en la comunidad, ayudó a hacer esto posible.
“El siervo de circuito en el sur dió informe del buen interés que se mostró cuando visitó a personas aisladas. En una población pasó una semana muy interesante y provechosa, terminándola con una reunión pública el domingo por la tarde. Hubo 27 personas presentes para el discurso público, permaneciendo casi todas para el animado estudio de La Atalaya que se celebró después. Todos mostraron un buen espíritu y pidieron al siervo de circuito que tratara de arreglar otra reunión pública para más tarde durante el mismo mes.
“El texto del año, ‘Decir a los presos: Salid,’ proporcionó un fondo adecuado para la siguiente experiencia procedente de los hermanos en una ciudad meridional. Ellos obtuvieron permiso para dar un discurso en la cárcel local. El alcaide hizo que los 300 presos dejaran su trabajo para oír el discurso, ‘La tierra en el propósito de Dios.’ Después en otra ocasión se dió otro discurso y 200 de ellos asistieron voluntariamente.
“Al llevar las buenas nuevas a otros todo testigo fiel siente la necesidad de refrescar la mente para poder presentar las Escrituras con mayor claridad. El nuevo programa para lectura de la Biblia ciertamente proporciona una maravillosa oportunidad para familiarizarse con cada palabra de las Escrituras cristianas griegas. Aunque la circulación de la Biblia está aumentando considerablemente en Chile, muy pocos han dedicado tiempo a darle un estudio cuidadoso. Por lo tanto la Sociedad ha iniciado un estudio muy provechoso para todos los que aprecian la Palabra de Jehová que él nos ha provisto. Todos los que asisten a la escuela de ministerio teocrático están aprendiendo muchas cosas nuevas que habían pasado por alto antes.
“¿Vacila usted a veces en cuanto a presentar la oferta de campaña? Durante la campaña de tres libros un misionero estaba mostrando a una publicadora nueva cómo presentar los libros. Cuando la nueva publicadora decidió ir sola a una casa el misionero le dió a ella uno de los cuatro libros que tenía. La nueva publicadora regresó pidiendo dos libros más; ella hizo la oferta de tres libros usando un solo libro y colocó el juego, de modo que necesitaba dos más para completar el juego colocado en su testimonio verbal.
“El anuncio de la asamblea internacional de 1953 hizo que los hermanos de Chile se sintieran muy entusiasmados. La compañía más antigua de Chile, ahora una de las cinco unidades en Santiago, decidió que le gustaría estar representada; por eso colocaron una caja para contribuciones para ayudar a su siervo de unidad a hacer el viaje. Esto puede apreciarse mucho más cuando uno sabe que el hermano es un siervo de tiempo cabal, cuida una unidad de 123 publicadores y es el hermano que empezó a organizar la obra aquí en Chile hace poco más de veinte años.”
ECUADOR
Los publicadores del Ecuador creen que han progresado a pesar de haber un decremento ligero en el número de publicadores. El progreso que han logrado es en madurez. Los que han estado en la verdad por un año o más han llegado a ser más estables y entendidos en su conocimiento. Además, el informe manifiesta que aunque el promedio de publicadores ha sido menor este número ha dedicado 3,000 más horas al servicio del campo, lo cual manifiesta mayor madurez. Colocaron más revistas, más libros encuadernados, obtuvieron un número más grande de suscripciones, hicieron 2,000 más revisitas y condujeron más estudios bíblicos que durante el año pasado. De modo que los que están dedicados a Jehová han hecho un trabajo más grande testificando en el Ecuador porque son más maduros. Esperamos sinceramente que éstos continuarán en su madurez durante el año venidero y ayudarán a los nuevos a ponerse de parte del Reino y a empezar a predicar las buenas nuevas. El siervo de sucursal cuenta de algunos acontecimientos interesantes.
“Un informe interesante proviene de una de nuestras personas de buena voluntad que es un nativo de Loja. Ha estado viviendo en Guayaquil y ha estudiado con uno de los misioneros allí por sólo tres meses. Teniendo conocimiento de medicina, usa los meses del verano andando muchas millas a pie entre las personas pobres del Ecuador que viven completamente aisladas en medio de las selvas, para darles tratamiento médico que no pudieran recibir de otra manera. Pero este verano él se preparó para hacer alguna curación espiritual también y llevó el libro ‘Esto significa vida eterna’ en cada viaje. Él informa haber encontrado a muchas personas que no tienen ninguna religión y a quienes les encanta oír acerca de las Escrituras y el nuevo mundo. No pueden leer, pero cada noche él reunía a unas cuantas familias y les leía y explicaba los capítulos del libro que había estudiado con el misionero. Ahora él solicita que enviemos a un misionero con él en algunos de sus viajes, porque la obra es grande.
“Hemos hallado que los tratados son un instrumento excelente para empezar la testificación mientras se viaja. Uno de los misioneros que iba de vacaciones distribuyó algunos entre sus compañeros de viaje mientras almorzaban juntos. Uno de ellos era estudiante universitario y realmente se interesó en nuestra obra, haciendo muchas preguntas. Ambos iban al mismo lugar, pero como el misionero jamás había estado allí antes, el joven ofreció usar algún tiempo mostrándole la ciudad. En los pocos días siguientes, él visitó al misionero cuatro veces, trayendo consigo a algunas personas nuevas cada vez. La colocación del tratado resultó en una oportunidad para estudiar con ocho diferentes personas.
“Un grupo de 22 hermanos llegó a un pueblo pequeño y comenzó a trabajar aproximadamente a las 8 y media de la mañana. Inmediatamente el jefe del clero supo que habían llegado y pronto un altoparlante en el centro del pueblo estaba anunciando que siete protestantes norteamericanos andaban tratando de conquistar a toda la gente. Aparentemente la clerecía no había notado a los muchos hermanos nacionales. La voz le dijo a la gente que dijera que ellos eran católicos apostólicos romanos. Si alguno ya había aceptado literatura, debería quemarla. Sin embargo, media hora después el altoparlante de súbito se quedó callado. Precisamente entonces un señor se acercó en coche a dos de las hermanas y dijo que no habría más anuncios en contra de nuestra obra, porque él había desconectado la energía eléctrica y permanecería desconectada hasta que termináramos nuestra obra.
“Durante el año hemos podido comenzar la obra organizada en dos nuevas localidades. Una de éstas es una ciudad costeña en donde cinco misioneros empezaron a trabajar en febrero. Tanto interés se manifestó que se celebró un estudio organizado de La Atalaya desde el mismo principio. Para la tercera reunión la concurrencia ya estaba llegando a veinte y el clero se empezó a preocupar. Por primera vez en su vida el sacerdote tuvo que salir al caluroso sol tropical y visitar su rebaño. Algunos se sorprendieron mucho cuando el sacerdote fué a verlos por primera vez en su vida—y entonces ¡con el motivo de asustarlos para que no estudiaran la Biblia! Hasta instituyó un sistema de espionaje cerca de la casa misionera para estar seguro de que todos los que asistieran a las reuniones fueran ‘marcados’ para visitas especiales. Por lo menos dos veces a la semana dedicaba sermones al tema de los testigos de Jehová. Él insinuó al propietario del apartamiento de los misioneros que los echara fuera, dijo a los transportadores de agua que no les vendieran agua a ellos, amenazó a un propietario de teatro que les alquiló su cine para un discurso público—y todo infructuosamente. La concurrencia a las reuniones ha continuado aumentando. Las dos sectas protestantes existentes en el pueblo están viendo también a sus presos salir libres. Un joven que hasta hace poco había ocupado un puesto responsable en una de las iglesias dijo, después de asistir a su primera reunión: ‘Pero si ustedes son la única gente que verdaderamente sabe quién es Dios, y lo prueban por su manera de orar. Ustedes oran a un Dios “cuyo nombre es Jehová”. Es algo definido; no hay ambigüedad. Ustedes saben a dónde van y ahora por fin me he orientado yo también.’
“Nosotros en el Ecuador debemos seguir pensando en, ‘Esforzarnos por madurez.’ Parece que hemos estado trabajando cuesta arriba durante el año pasado, pero las ruedas están en acción. Estamos felices al comenzar este año nuevo celebrando nuestra primera asamblea de distrito y recibiendo seis misioneros nuevos que aumentan nuestro número a 35. El comienzo será bueno y nos proponemos mantenerlo así.”