Cómo los cristianos verdaderos sirven a Dios
EL SERVIR a Dios, a los ojos de los clérigos, significa establecer un edificio religioso con una cruz en su chapitel, repicar una campana los domingos y pronunciar un sermón sobre la moralidad o las condiciones del mundo. Para un grupo mucho más grande, los legos, el servir a Dios sólo significa responder al tañido de las campanas de iglesia, sentarse en las bancas y colocar “ofrendas” en platillos de colectas. Otras personas pretenden servir a Dios encerrándose detrás de los austeros muros de un monasterio, donde se absorben en la meditación. Todavía otros creen que el llevar una “vida limpia” es suficiente. ¿Por qué está el cuadro del cristianismo de la cristiandad tan enturbiado?
Este “camino espacioso” como manera de servir a Dios emana en gran parte del hecho de que la cristiandad poseedora de la Biblia no es lectora de la Biblia. Por su mismo nombre la cristiandad reclama a Cristo como su modelo para vivir; pero sus mismas acciones revelan perfidia: “Declaran públicamente que conocen a Dios, pero lo repudian mediante sus obras.” (Tito 1:16, NM) Para evitar ser culpable de adoración hipócrita e iluminar la senda de la adoración verdadera, el modelo que Dios suministró tiene que estudiarse, tiene que seguirse. Está escrito: “Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas.” (1 Ped. 2:21, NM) No es suficiente que uno siga las pisadas de Cristo en un sentido negligente. El seguir sus pisadas cuidadosamente es la única manera acepta de servir a Dios.
Ahora concerniente al modelo de los cristianos, ¿se hizo monje el Señor Jesús y se escondió de la gente? ¡Lejos de ello! ¡En vez de tratar de huir de la gente él trató de encontrar a la gente! ¿Cómo? ¿Se estableció como pastor residente e invitó al público a oírlo sermonear sobre moralidad, guerras e impuestos? ¡Eso no! Ni inauguró Cristo el sentarse en bancas o alguna otra manera pasiva de servir a Dios. Al rico gobernante joven que tenía esperanza de que con sólo llevar una “vida limpia” llenaba el requisito para heredar la vida eterna, Jesús dijo: “Todavía hay una cosa que falta en cuanto a usted: . . . venga y sea mi seguidor.” (Luc. 18:22, NM) El seguir a Jesús significaba ocuparse en la misma obra en que él se ocupaba.
Cuando estuvo ante Pilato, Jesús resumió la obra que gobernó su vida: “Con este propósito he nacido y con este propósito he venido yo al mundo, para dar testimonio a la verdad.” (Juan 18:37, NM) Como “el testigo fiel y verdadero” Cristo dió testimonio de la Fuente de toda la verdad, Jehová Dios. (Juan 8:40; 17:17, 26) Puesto que los cristianos tienen que tener a Cristo como su modelo, se hace patente que la obra de dar testimonio de Jehová y sus propósitos no es algo opcional, más bien es la principal obra de los cristianos, y por lo tanto obligatoria.—1 Cor. 9:16; 4:16, NM.
¿Qué hacía tan vital el dar testimonio de la verdad? La vida estaba en peligro, la vida de las ovejas perdidas. Estas ovejas ‘son hombres,’ dijo el Gran Pastor, Jehová. (Eze. 34:31) “Ovejas sin pastor” fué la frase que Jesús usó para describir a la gente que, aunque estaba bajo el cuidado pastoral del clero judío, no había llegado a conocer a Jehová. Estas ovejas necesitaban alimentación o conocimiento, por eso Jesús “comenzó a enseñarles muchas cosas.” (Mar. 6:34, NM) Jesucristo es el “pastor principal.” (1 Ped. 5:4, NM) Todos los que siguen las pisadas de Cristo cuidadosamente llegan a ser pastores también; es decir, subpastores del “pastor principal.” Cristo definió la obra principal de los cristianos cuando dictó tres instrucciones enfáticas a Pedro: (1) “Alimenta a mis corderitos.” (2) “Pastorea a mis ovejitas.” (3) “Alimenta a mis ovejitas.” (Juan 21:15-17, NM) A fin de alimentar a las ovejitas, primero hay que encontrarlas.
MÉTODOS PARA BUSCAR OVEJAS
Buscando ovejas, Jesús “fué viajando de ciudad en ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando las buenas nuevas del reino de Dios. Y los doce estaban con él.” (Luc. 8:1, NM) Cuando el tiempo era apropiado Cristo enseñó a la gente en la vía pública de una ciudad. (Luc. 13:26) Los cristianos primitivos hallaron valioso el uso de este método, como el apóstol Pablo. (Hech. 17:17, NM) Así que no había nada degradante en declarar las buenas nuevas en las calles. Cristo nos puso el modelo.
Los sermones públicos eran un modo excelente de testificar a grandes grupos de personas. A veces Jesús y sus subpastores pronunciaban sermones públicos en las sinagogas. A menudo hablaban en las vertientes de las montañas o a la orilla del mar.—Mat. 4:23; 5:1, 2; 13:1-3.
Pero la manera más eficaz de buscar ovejas era trabajar de casa en casa. Qué, ¿predicar de puerta en puerta? Sí, ése es exactamente el método inaugurado por nuestro modelo, el “pastor principal.” El Señor no consideró indigno el ir de casa en casa. Su trabajo era el trabajo más importante del mundo; por eso merecía el medio más eficaz de presentación. Sí, Jesús, quien Pedro dijo que sabía “todas las cosas,” ciertamente sabía que la manera práctica de buscar ovejas era de casa en casa. El ir a la gente, el visitarla en su hogar, éste es el modo altruísta. Parece que muy pocos lectores de la Biblia notan la verdadera naturaleza del trabajo de Jesús. En los cuatro relatos evangélicos de su ministerio, la palabra “casa” aparece más de 130 veces, y en la vasta mayoría de los casos se usa respecto a la predicación de Jesús. El “pastor principal” instituyó a sus subpastores en la predicación de casa en casa: “Cuando estén entrando en la casa, saluden a la familia; y si la casa lo merece, que la paz que ustedes le deseen venga sobre ella.”—Mat. 10:12, 13, NM.
Pablo, el apóstol de los gentiles, supo la importancia del trabajo de casa en casa. Él quiso que los cristianos ‘pasaran adelante a la madurez’ para que pudieran enseñar a otros así como él lo hizo, de casa en casa. “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.” —Hech. 20:20; 5:42; 1 Cor. 4:16; Heb. 5:12; 6:1, NM.
Fué en casas particulares, entonces, que la alimentación inicial de las ovejas se efectuó. Cuando Jesús encontró a gente interesada en las buenas nuevas las visitó en su hogar con el fin de dar instrucción personal más amplia. De esta manera, María, Marta, Lázaro, Zaqueo y otros fueron edificados como discípulos verdaderos. (Luc. 10:38-42; 19:5-9) Los cristianos primitivos no consideraron suficiente el visitar una casa una vez; ellos volvieron a ver las ovejas, haciendo revisitas: “Pablo dijo a Bernabé: ‘Sobre todo, volvamos y visitemos a los hermanos en cada una de las ciudades en donde hemos publicado la palabra de Jehová.’” (Hech. 15:36, NM) De modo que la manera fundamental de encontrar y alimentar a las ovejas era mediante instrucción personal: por medio de visitas iniciales en la casa, por revisitas y estudios bíblicos de casa.—Mat. 18:20; Hech. 17:11; Gál. 6:6.
Pero ni siquiera la instrucción personal en las casas era suficiente. Después que se había encontrado a una oveja, era preciso que ésta asistiera a las reuniones cristianas. El apóstol advirtió a todos los cristianos que jamás dejaran de reunirse. (Heb. 10:25) En estas reuniones de congregación las verdades profundas de la Palabra de Dios se explicaban; había estímulo mutuo, edificación para la congregación entera. (1 Cor. 14:26) En otras ocasiones los cristianos se reunían para reuniones de servicio, donde eran entrenados en el método apropiado de servir a Dios predicando las buenas nuevas. (Luc. 10:1-16; Hech. 6:1-7) También había escuelas de ministerio para entrenar a los cristianos primitivos en la predicación pública. (1 Tim. 4:13-15, NM) El propósito primordial de todas estas reuniones: ¡entrenar a los cristianos para enseñar a otros!—Efe. 4:11, 12.
ADORACIÓN VERDADERA HOY
¡Cuán diferente es la manera de adorar de la cristiandad al modelo establecido por Cristo! No encontramos ningún modelo para el monacato o el sentarse en bancas de iglesia. Más bien encontramos que la manera aceptable de servir a Dios es ocupándose en la obra que él ha mandado que se haga. El “pastor principal” hizo muy claro este trabajo. (Mat. 24:14) ¿Quiénes están siguiendo hoy cuidadosamente el modelo cristiano dando testimonio del nombre de Jehová? ¿Qué organización está proclamando hoy el reino de Dios como la esperanza del mundo y amonestando a la gente de la inminente guerra del Armagedón? Sólo hay una: ésa es la organización de los testigos de Jehová.
¡Mire! en 143 diferentes países e islas los testigos de Jehová están proclamando las buenas nuevas, usando los mismos métodos de predicación inaugurados por el Maestro mismo. Usted los encuentra dando sermones públicos en Salones del Reino y en lugares públicos. Declaran las buenas nuevas en las calles públicas, ofreciendo a los transeúntes ayudas de estudio bíblico tales como la revista La Atalaya. Pero su método principal de buscar ovejas es trabajando de casa en casa. No lo consideran falto de dignidad, sino, como Cristo, el mejor modo, el más amoroso y eficaz modo de encontrar y alimentar las ovejas. Revisitas se hacen a las personas interesadas y se celebran estudios bíblicos gratuitos en sus hogares. Los testigos de Jehová también celebran reuniones de congregación. Tal como hicieron los cristianos primitivos, hay reuniones de servicio instructivas, escuelas de ministerio y estudios de la Palabra de Dios celebrados por la congregación.
Los clérigos no han ido a la gente ni les han traído las buenas nuevas del nuevo mundo de Dios. Así como era en el día de Jesús los del rebaño de los clérigos verdaderamente son “ovejas sin pastor.” Ahora, antes del Armagedón, todas las otras ovejas del Señor tienen que ser encontradas y recogidas al un solo rebaño del “pastor principal.” (Juan 10:16) Hace mucho tiempo Jehová predijo esta obra: “He aquí que enviaré a traer muchos pescadores, dice Jehová, que los pesquen; y después enviaré a traer muchos cazadores que los cacen por todas las montañas, y por todos los collados y por las hendiduras de las peñas.” (Jer. 16:16) ¿Quiénes harán este trabajo de pescar y cazar hombres? ¿Quiénes avanzarán con denuedo semejantes a un pastor que anda en busca de ovejas perdidas? Usted está invitado a responder a esta llamada para que pueda seguir cuidadosamente el modelo cristiano y para que el “pastor principal” pueda declarar aprobada su manera de servir a Dios diciendo: “Vengan, ustedes que tienen la bendición de mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.”—Mat. 25:34, NM.