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  • Manteniendo una limpia organización de conversadores

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  • Manteniendo una limpia organización de conversadores
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1954
w54 15/3 págs. 173-179

Manteniendo una limpia organización de conversadores

 1. Como se predijo por Judas, ¿quiénes han entrado en la congregación a quienes no queremos allí, y cuál será su fin?

MUCHAS personas se han asociado con los testigos de Jehová y se han mezclado con ellos, y creímos que eran sinceras debido a su asociación y manera de proceder que habían adoptado. Pero han llegado algunas que no queremos. La razón es que son egoístas. No tienen ningún amor a Dios o a su prójimo. Son todavía del viejo mundo y creen que las prácticas del viejo mundo pueden ser introducidas a esta sociedad del Nuevo Mundo. Jehová no lo permitirá. Judas escribió: “Hallé necesario escribirles para exhortarles a que luchen vigorosamente por la fe que una vez para todo tiempo fué entregada a los santos. Mi razón es que ciertos hombres se han introducido disimuladamente que hace mucho fueron designados por las Escrituras al juicio descrito más abajo, hombres impíos, que convierten la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para la conducta relajada y que resultan falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.” (Judas 3, 4, NM) Es esta clase de persona de la cual debemos tener cuidado. ¡Es hipócrita! No hay lugar para su filosofía o su manera de pensar en la sociedad del Nuevo Mundo. Sólo los que se dedican a bendecir a Jehová conseguirán la vida. Judas continúa y dice: “Mas ustedes, amados, edificándose sobre su santísima fe, y orando con espíritu santo, manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo con vida eterna en mira.” (Judas 20, 21, NM) Los que adopten el proceder propio serán bendecidos. Los que se oponen y son inmundos perderán todo, hasta la vida.

 2, 3. Como uno de los hechos de Jehová acerca de que hablar, ¿cómo se puede hablar de lo que él hizo en Jericó, y mediante qué manera de proceder puso de manifiesto a un israelita indeseable?

2 Respecto a esto está escrito: “Y conversarán los hombres del poder de tus hechos terribles; y yo publicaré tu grandeza.” (Sal. 145:6) Como uno de los hechos terribles de Jehová, considere, por ejemplo, la destrucción de la ciudad de Jericó. ¡Cuán poderoso y terrible hecho! Jehová Dios había prometido guiar a los de su pueblo a la tierra de leche y miel y lo hizo y les aseguró que él les haría ganar sus guerras. De modo que les dijo cómo Jericó sería destruída. Usted puede leer el relato en la Biblia, en Josué 6:1-26 (NM). Jehová Dios observaba cada movimiento de los de su pueblo y ellos hacían como Jehová mandaba. Ellos hicieron su parte; Jehová hizo la suya. Los muros cayeron. Bien dice usted que fué un milagro. Después que los muros cayeron Jehová todavía estaba interesado en su pueblo escogido. Él quería que permaneciera limpio y obediente.

3 Pero ahora apareció en escena el egoísta Acán. (Jos. 7:1-26, NM) La entera nación de Israel debe haber temblado después que Acán fué expuesto, porque este descubrimiento del egoísta mostró cuán poderoso y alerta es Jehová Dios. Acán se volvió ladrón. Para los israelitas se veía limpio por fuera; pero no estaba limpio, porque se encontraba sucio por dentro. Su filosofía para sobrevivir era el egoísmo, no era el amor, no era adoración a Jehová Dios, no era seguir Sus mandatos. No, él creía que sabía algo mejor que debía hacerse en vez de llevar a cabo las instrucciones de organización de Jehová. Josué, el escogido para guiar al pueblo de Jehová, hablaba en nombre de Jehová Dios cuando le decía al pueblo cómo marchar, cuándo y dónde y qué hacer. Pero Acán no estaba marchando por amor a ello. No, estaba interesado en lo que podía sacar de ello. La codicia impulsaba su corazón.

 4, 5. ¿Qué se hizo con Acán? Y ¿qué reveló concerniente a Jehová el método que se usó para descubrirlo?

4 Debido a que Acán era inmundo, una cosa asquerosa en Israel, el pueblo escogido de Jehová, ¿qué siguió? “Josué, y todo Israel con él, ahora tomaron a Acán el hijo de Zara y la plata y el vestido y la barra de oro y sus hijos y sus hijas y su buey y su asno y su rebaño y su tienda y todo lo que era suyo y los subieron al valle de Acor. Entonces Josué dijo: ‘¿Por qué nos has acarreado dificultad? Jehová te acarreará dificultad a ti en este día.’ Con esto todo Israel se puso a matarlo a pedradas, después de lo cual los quemaron con fuego. Así los apedrearon con piedras.”—Jos. 7:24, 25, NM.

5 El pueblo debe haberse maravillado de la manera en que Jehová indagó lo de Acán, por tribu, por familia, por casa, hasta el hombre mismo y su propia tienda, y allí encontraron el vestido y el oro, las cosas que él había robado de la ciudad de Jericó. Sí, Jehová Dios estaba observando a los de su organización. Los observó al marchar alrededor de Jericó, observó cuando los muros cayeron, observó cuando su pueblo entró a la ciudad para sacar las cosas que debería traer a Jehová. Vió a Acán, el egoísta, sin ningún amor a Dios o sus hermanos. ¡Recuerde, usted también ahora está viviendo bajo los ojos y la poderosa mano del mismo Dios viviente, Jehová, no dioses ciegos y sin vida, dioses de piedra, madera o metal!

 6. Para evitar un fin tal como el de Acán, ¿qué amonestación y consejo sano puede escuchar de buena gana ahora todo amante de la organización de Jehová?

6 Puede haber algunos cuyas ideas de vivir se basen en el egoísmo y quienes no quieran limpiarse interiormente, quienes no quieran cambiar su pensamiento. Algunos de éstos entran en la organización de Jehová. No sea usted uno de ellos, porque Jehová ve lo que está pasando. Él puede llegar hasta allí y echarlo tan rápidamente que necesitará usted tiempo para descubrir precisamente qué le ha sucedido a usted tan súbita y velozmente. Pero mientras usted seria y sinceramente confía en Jehová y permanece alertamente en su organización y acata su Palabra y obedece los mandamientos de Jehová, entonces su espíritu y su bendición serán la porción feliz de usted. Pero viole sus mandamientos, y usted no tendrá su favor sino que recibirá sus castigos. Jesús dijo: “Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos.” (Juan 14:15, NM) Usted comprende que la entera organización de Jehová Dios se basa en amor, no egoísmo e impureza. Algún día quizás alguien piense que puede hacer lo que quiere impunemente en la organización de Jehová. Si eso no está de acuerdo con el mandamiento de Dios, dicho individuo no quedará impune. Fracasará, como Acán fracasó.

 7. ¿Por qué sirve de amonestación adicional para nosotros la muerte de Ananías, y cómo deben evitar esa clase de muerte los verdaderos miembros de la sociedad del Nuevo Mundo?

7 Sólo recuerde a Ananías. En su caso hay otro ejemplo de la grandeza de Jehová Dios, sus hechos poderosos, y el poder de su espíritu santo. Ananías trataba de vivir una mentira. Porque mintió, porque fingió una apariencia de hacer algo maravilloso y grande pero en realidad estaba robando de la organización de Jehová, cayó muerto. (Hech. 5:1-6, NM) Ese suceso nos amonesta: Jamás mintamos a Jehová. No intente tratar egoístamente con su organización justa. Jamás traiga fraude o impureza a la congregación de Jehová Dios. Eso es egoísmo. La manera correcta de proceder que un cristiano verdadero adopta es ésta: “¡Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre por los siglos y eternamente!” (Sal. 145:2) Eso es lo que tenemos que hacer todos nosotros los que hemos entrado a la sociedad del Nuevo Mundo de Jehová. No trate de desfigurar la gloria del reino de Jehová y su organización haciendo algo semejante a lo que hicieron Acán o Ananías. La sociedad del Nuevo Mundo de Jehová es parte de la santa organización de Dios. Reconózcala, entre en ella ahora y sirva con ella hasta a través de su batalla en el Armagedón, y hasta su justo nuevo mundo sin fin, donde todos amarán a Jehová y amarán a sus semejantes sobrevivientes.

 8, 9. ¿La dedicación de la vida de uno a Jehová hoy incluye qué características de adoración respecto a él y su gobierno ya establecido permanentemente?

8 Cuando uno dedica su vida a Jehová Dios ahora es un asunto de servicio continuo, eterno. No se trata de sólo hacer un poquito de vez en cuando. No es simplemente una afición incidental, o un pasatiempo. Sino, “Cada día te bendeciré.” Su servicio a Jehová Dios es su adoración de él. Usted tiene que alabar su nombre, usted tiene que hablar de su gloria, usted tiene que decir a otros lo que el Dios de usted ha hecho. Bendiga su nombre, hable bien de su nombre, muestre a todo el mundo que usted es Su siervo, que usted puede vivir en felicidad con el amor como fuerza motriz.

9 Proclamen a los habitantes del mundo que Jehová reina y su reino ahora es un glorioso gobierno permanente. Jesús dijo que debemos ‘ir pues y hacer discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo, enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.’—Mat. 28:19, 20, NM.

“PÚBLICAMENTE Y DE CASA EN CASA”

10, 11. (a) ¿De qué, y dónde, conversan ahora todos los testigos de Jehová? (b) ¿Por qué es urgente que ellos con versen así?

10 Todos los testigos de Jehová, sean misioneros, precursores o publicadores de congregación, tienen que conversar de la gloria del reino de Jehová. En la organización de Jehová nadie está callado, sino que “en su Templo todo . . . dice: ¡Gloria!” (Sal. 29:9) Pablo conversó así, porque él nos recuerda: “Yo no me retraje de decirles cosa alguna que fuera de provecho ni de enseñarles públicamente y de casa en casa.”—Hech. 20:20, NM.

11 Los apóstoles de Jesús y otros seguidores fieles jamás retuvieron cosa alguna que sabían acerca de su Creador o acerca de su Hijo, Caudillo de ellos, quien quitó el pecado del mundo. No podían hacerlo. ¿Adónde conversaron? Públicamente y de casa en casa. Así como ese método fué tan importante para ellos desde el principio y, más tarde, en el día de Pablo, así es nuestro trabajo más importante durante este año cuarenta del reino de Jehová. Usted debe salir al campo, yendo de casa en casa, de hogar en hogar, encontrando a las personas en sus hogares, conversando con ellas acerca de la gloria del reino de Jehová. ¿Está usted haciendo eso, especialmente ahora que el Reino, el gobierno permanente de Jehová, ha llegado? Es urgente hacerlo, porque los años que quedan antes de Su guerra final en el Armagedón no pueden ser muchos.

12. ¿Por qué y cómo muestran ahora ser diferentes del mundo los verdaderos amadores de sus semejantes?

12 Tenemos que mostrar al mundo que somos diferentes. No podemos esconder nuestra luz debajo de una canasta de medir. (Mat. 5:15, NM) Creemos en amar a nuestro prójimo, no en matarlo con las tinieblas. Queremos verlo vivir. Podemos ayudarlo con el mensaje de vida que Jehová nos ha dado de que conversar con el mundo. El mejor modo de llevar eso a cabo es yendo de puerta en puerta y estudiando con las personas en su propio hogar, para que convenientemente hagan preguntas y obtengan una respuesta bíblica. Igual que usted, ellas tienen que ‘asegurarse de todas las cosas,’ y queremos que crean en el reino de Jehová. “Cuando estén entrando en la casa, saluden a la familia; y si la casa lo merece, que la paz que ustedes le deseen venga sobre ella; pero si no lo merece, que la paz de ustedes se vuelva a ustedes.”—Mat. 10:12, 13, NM.

13. (a) Mientras predica de casa en casa, ¿cómo trata constantemente el ministro de la sociedad del Nuevo Mundo de determinar si cada casa es digna de ser servida por él? (b) ¿Por qué reconoce y respeta la libertad de selección de cada amo de casa?

13 Tenemos un mensaje maravilloso que llevar al mundo, para todas las naciones, tribus y lenguas. Es un mensaje pacífico entregado por personas pacíficas. Ustedes, ministros, son de la sociedad del Nuevo Mundo; representan a Jehová Dios, el Gobernante Soberano del universo. Y cuando entren a una casa que su paz sea manifiesta a esa casa. Si esa casa no quiere su mensaje pacífico y su pacífica y amigable presencia, y no quiere enterarse del glorioso reino de Jehová Dios, no la reprenda; es decir, al ocupante que lo encuentra a usted a la puerta y rehusa oír. Más bien tome de vuelta su paz. Presta y cortésmente parta si él no tiene oído para oír. No hay razón para regañar y decir: “¡Usted va a morir en el Armagedón!,” y luego marcharse precipitadamente. Cada uno tiene el derecho de escoger a quién quiere servir. Usted trajo paz, trajo un mensaje de amor, de bondad. Trató de mostrarle el nuevo mundo de justicia. Él no lo quiso. Usted toma de nuevo para usted mismo su mensaje pacífico y sigue a la casa adyacente y conversa con el ocupante de ésta. Quizás algún día el señor de la primera casa que usted visitó y que lo rechazó a usted tenga un cambio de corazón. Quizás el siguiente ministro que lo visite tenga éxito en dejar en su hogar el mensaje de paz. Usted tiene buenas nuevas pacíficas para los que las quieren. Son preciosas, gloriosas. Usted está anuente, sí, gozoso, ansioso, de darlas a cualquiera que las quiera. Si alguien no las quiere, usted no se ofende, no queda perturbado; usted va a retenerlas y ofrecerlas a alguien más. No permita que la gente que prefiere y escoge este viejo mundo lo desconcierte y lo haga aflojar el paso. Más bien, felizmente recuerde que “Dios amó tanto al mundo que dió a su Hijo unigénito, para que todo aquel que ejerza fe en él no sea destruído sino tenga vida eterna.” (Juan 3:16, NM) Si alguien no quiere aceptar al Hijo, Jehová no va a obligarlo a vivir. Cada uno puede aceptar ese maravilloso don, ejercer fe en Cristo, y gozar las bendiciones del glorioso Reino y su gobierno sobre este nuevo mundo. Pero si alguien no quiere que el precio redentor aplique a él, no será forzado a aceptarlo. El ministro felizmente sigue para hallar y alimentar a los que están hambrientos.

14. ¿Quiénes, únicamente, alabarán con buen éxito a Jehová de ahora en adelante, y por cuánto tiempo?

14 Jehová no va a tener personas egoístas y no pacíficas en el nuevo mundo para que perturben su tranquilidad. Les conviene a las tales cambiar ahora, mientras hay tiempo, y ponerse a cumplir los requisitos para la vida. Por lo tanto, jamás descuide el alabar el nombre del Altísimo Dios entre ahora y el Armagedón. Es algo que continuaremos haciendo y tenderemos la oportunidad de hacer por la eternidad—por siempre jamás.—Sal. 71:14, 15.

15, 16. (a) ¿Qué otra práctica buena de los apóstoles de Jesús usa hoy el predicador de casa en casa que es maduro? (b) ¿Cómo y por qué sigue también esa práctica la matriz de la Sociedad?

15 No piense usted que sólo el que vaya usted de casa en casa es el fin de su trabajo de amor. Altruístamente, de casa en casa, llevamos el mensaje bueno del reino de Jehová. Algunos oyen. Pero considere lo que los apóstoles hicieron. “Después de algunos días Pablo dijo a Bernabé: ‘Sobre todo, volvamos y visitemos a los hermanos en cada una de las ciudades en donde hemos publicado la palabra de Jehová para ver cómo están.’”—Hech. 15:36, NM.

16 Por eso, después de haber traído el mensaje de paz a un hogar y haber contado en ese hogar las glorias del reino de Jehová, no queremos que las personas en él las olviden. Recuerde, usted tiene tanta más madurez que aquellas personas a quienes usted ha dado su primera prueba de la verdad de Jehová. Usted tiene la verdad establecida en su mente; mediante ella usted ha sido hecho fuerte; su fe es poderosa. Pablo y Bernabé sabían eso. Por eso volvieron a ver a sus hermanos a quienes habían dado la verdad; sí, a cada una de las ciudades que habían visitado. Querían fortalecerlos en la Palabra de Dios, la cual, como Jesús dijo, es la verdad. Nosotros tenemos que seguir ese modelo de acción dado por Dios, y lo hacemos como organización en la matriz de la Sociedad Watch Tówer, porque de allí se envían siervos de circuito y siervos de distrito de congregación en congregación, a fin de que si vemos algo que no esté correcto en la congregación o algo que esté desalentando su celo, algo que esté haciendo que sus miembros aflojen el paso, los maduros siervos visitantes de Jehová Dios puedan remover el obstáculo y vigorizarlos de nuevo en la santísima fe.

17. ¿Cómo y entre quiénes deben ‘declarar y enseñar’ especialmente los siervos de congregación?

17 Los siervos en las diversas congregaciones siempre deben cuidar del rebaño de Dios y visitar a los que son débiles en la fe y enseñarles a ir de casa en casa. Cuiden de los que están aislados y viven en territorio rural y que han mostrado interés. El siervo de congregación con sus ayudantes u otros deben ir allá para atenderlos cuando sea posible. Son otras ovejas, están dispersas, tienen que ser recogidas y alimentadas. Como está escrito de la congregación primitiva: “Todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin parar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo, Jesús.”—Hech. 5:42, NM.

18. Viendo las realidades del Reino de hoy, ¿cómo son afectados por dicha visión los predicadores maduros y los que están madurando?

18 Ahora que hemos entrado en este año cuarenta del reino de Jehová, ¿podemos cesar? No; más bien, recuerde que hace más de 1,900 años Jesús fué empalado, fué atormentado, ejecutado por religiosos y políticos conspiradores. Eso seguramente debe haber sido un golpe para aquellos primeros seguidores de Jesús. Fué en 33 d. de J.C. cuando estas pasmosas cosas sucedieron. Las cosas parecieron funestas entonces para los discípulos de Jesús a quienes él había enviado a predicar; pero más tarde, desde el Pentecostés en adelante, tuvieron que continuar yendo de casa en casa sin parar. Ahora, nosotros que, por muchos años, hemos estado predicando las buenas nuevas durante los mismos últimos días de este sistema de cosas, ¿vamos a parar? ¿Aflojar el paso? ¿Retirarnos? No podemos. Hoy vemos el Reino más claramente que en 1914 ó 1918 ó 1931 ó en cualquier tiempo anterior. Sentimos su poder, vemos su actividad. Por eso, precisamente como los apóstoles de Jesús, tenemos que continuar sin parar declarando y enseñando las buenas nuevas de este glorioso reino de Jehová Dios. Gran trabajo todavía está ante nosotros, y la sociedad del Nuevo Mundo lo hará.

19. ¿Qué varias maneras de expresión insta el antiguo escritor del Salmo 145 que usen los prestos alabadores terrestres de Jehová?

19 El Salmo 145, la base para este artículo, es un salmo muy “locuaz”; es expresivo; sigue declarando cosas. Y si usted lee ese salmo versículo por versículo hallará que se le dice a usted que ensalce, alabe, anuncie, medite, converse, publique, proclame, cante, hable, y dé “a conocer a los hijos de los hombres los poderosos hechos de él, y la gloria de la majestad de su reino.” ¡Oh, cómo quiso el salmista que conversáramos nosotros! Estaba ansioso de conversar, quería decir cosas acerca de las glorias que él preveía allá en ese entonces, hace miles de años; pero ahora nosotros estamos aquí mismo en esa gloria del reino de Jehová. Seguramente debemos estar hablando acerca de ello, ‘dando a conocer a los hijos de los hombres sus poderosos hechos y la gloria de la majestad del reino de Jehová.’—Sal. 145:12.

20, 21. (a) ¿Quiénes componen ahora la hueste global de proclamadores del Reino de casa en casa? (b) ¿Quién los está dirigiendo, y cuál es el efecto más elevado y final de la testificación continua de ellos?

20 Descansa sobre todos los que están dedicados a Jehová Dios la responsabilidad de predicar estas buenas nuevas de casa en casa y seguir contando este mensaje pacífico aun hasta los cabos de la tierra. Recuerde, el reino de Jehová ha llegado. Es la capital o parte gobernante de su organización universal. En ese reino han sido admitidas 144,000 personas. Estas son coherederas con Cristo y gobernarán y reinarán con él mil años. Todas son criaturas humildes, obedientes, amorosas, quienes, mientras estuvieron en la tierra, fueron buenos ministros del Reino, que hablaban de su gloriosa majestad. Además de éstos hay muchas personas que participarán de las bendiciones y paz bajo ese reino. Hoy dichas personas están dispersas por todo el mundo. Pero están siendo recogidas en una sola organización. La sociedad del Nuevo Mundo y su actividad, todo lo cual está bajo la dirección del reino celestial que nació en 1914, ahora se presenta con claridad a nuestra vista. No es algo mítico; es una realidad tangible. Cuando Jesucristo estuvo sobre la tierra él se mostró digno de ser exaltado al encumbrado puesto de gobernante y el que es capaz de hacer funcionar al nuevo mundo sobre el principio de amor. Él sabe lo que el amor es y lo expresó en su vida sobre la tierra. Debido a que demostró su integridad a su Padre en los cielos aun “hasta la muerte, sí, muerte en un madero de tormento,” “Dios también le exaltó a un puesto superior y bondadosamente le dió el nombre que está por encima de todo otro nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo y de los que están en la tierra y de los que están debajo del suelo, y confiese toda lengua abiertamente que Jesucristo es Señor para gloria de Dios el Padre.”—Fili. 2:8-11, NM.

21 Los fieles seguidores de Jesús han testificado y confesarán o conversarán con otros al efecto de que Jesús es Señor “para gloria de Dios el Padre.” Toda la adoración verdadera, aun por el Hijo, va a Jehová, y así es como Dios lo quiere; y todos los 144,000 traerán gloria al Padre mediante el Hijo, porque ellos serán la novia de Cristo Jesús en el reino celestial. (Apo. 22:9, NM) Todavía hay un resto de esta clase de la novia sobre la tierra, de acuerdo con el informe del Memorial de 1953 sólo 19,183. Todos éstos tienen que hablar del glorioso reino de Jehová en vindicación del nombre de Jehová; y Aquel que dirige en esta vindicación es Cristo Jesús, pues de él leemos que “el dominio estará sobre su hombro; y se le darán por nombres suyos: Maravilloso, Consejero, Poderoso Dios, Padre del siglo eterno, Príncipe de Paz. Del aumento de su dominio y de su paz no habrá fin; se sentará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo, y para sustentarlo con juicio y justicia, desde ahora y para siempre. ¡El celo de Jehová de los Ejércitos hará esto!”—Isa. 9:6, 7.

22, 23. (a) ¿De quién dependen el apoyo infalible y el buen éxito permanente del único poder gobernante de toda la tierra que ahora realmente está establecido? (b) ¿Quiénes anuncian ahora este verdadero gobierno durable, cuán a menudo y hasta cuándo continuarán haciéndolo y con qué beneficio para otros y para ellos mismos?

22 Jehová, el Dios vivo, está respaldando todo este arreglo. Es su voluntad, su poder, su celo, lo que hace de todo esto una realidad tangible. Jehová hará esto. Cuando vemos este glorioso reino que él ha puesto en operación, entonces ciertamente tenemos que conversar acerca de él. Conocemos cuánta falta hace el gobierno justo y nosotros como cristianos tenemos que contar a otros acerca de él a todo tiempo, “todo el día.” (Sal. 145:2, NC) Tenemos que manifestarnos como el pueblo de Dios. “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin consumado.”—Mat. 24:14, NM.

23 De modo que conversemos de las cosas propias ahora. Hable usted acerca de este reino, el gobierno permanente de Jehová, y usted obtendrá vida. Usted ha llegado a saber de él mediante enseñanza oral, y usted puede permanecer en el camino de la vida. ¿Cómo? “Que cualquiera a quien se le da instrucción oral en la palabra participe de todas las cosas buenas con el que da esa instrucción oral.” (Gál. 6:6, NM) Usted puede hacer eso acompañando al que le enseña oralmente en la predicación, conversando, declarando, enseñando, ensalzando la gloria del reino de Jehová con él. Suya es la responsabilidad de “dar a conocer a los hijos de los hombres los poderosos hechos de él, y la gloria de la majestad de su reino.” Al obrar usted así, con el salmista, puede decir continuamente a Jehová: “Tu reino es reino de todos los siglos, y tu dominio dura de generación en generación.” (Sal. 145:13) Si usted quiere vida, entonces usted también tiene que decir con las palabras del texto del año: “¡Cada día te bendeciré, y alabaré tu nombre por los siglos y eternamente!”—Sal. 145:2.

24. ¿Está restringida la publicación del reino establecido de Jehová a los que ahora están ocupados en publicarlo? ¿Por qué sí o no?

24 No somos tan egoístas como para pensar que esta obra de predicación ha de hacerse sólo por los que ahora son testigos de Jehová. Nosotros no somos una sociedad u organización secreta, restringida o vedada. Nosotros exhortamos a todas las personas a quienes enseñamos oralmente, con quienes conversamos, a que vengan y participen con nosotros de estas buenas cosas, que participen con nosotros de la paz y se enteren de los propósitos de Jehová para que cada “oveja” también pueda ser adorador y predicador verdadero de él. No estamos tratando de hacer que alguien se una a algo; pero ciertamente queremos ver que la gente consiga la vida. Nosotros no queremos morir, y no queremos que otros mueran; queremos que vivan; queremos que otros reconozcan al Gobernante Soberano del universo, Jehová Dios. Entonces, ¿por qué no deberíamos querer que nos acompañen en toda nuestra enseñanza oral y que conversen, así como nosotros estamos conversando?

25, 26. ¿En cumplimiento de qué antigua predicción, y cómo, prácticamente, está siendo expresada ahora una bienvenida genuina a más y más proclamadores del Reino?

25 No debe haber ninguna cesación ahora en esta obra de predicación que estamos haciendo. Y no habrá ninguna cesación en la predicación de las buenas nuevas, porque “el espíritu y la novia siguen diciendo: ‘¡Vengan!’” Por eso “cualquier que oye diga: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.”—Apo. 22:17, NM.

26 No podemos ser egoístas en este asunto. Vaya a sus vecinos, sus parientes, de casa en casa, y diga ‘¡Vengan! Y tomen de esta agua de vida, sin costo alguno, sin ningún precio. Tómenla gratis.’ Qué más y más cada uno de nosotros dé “a conocer a los hijos de los hombres los poderosos hechos de él, y la gloria de la majestad de su reino.”

¡Alabad a Jehová, todas las naciones! ¡alabadle, todos los pueblos! Porque grande es su misericordia para con nosotros, y la verdad de Jehová permanece para siempre.—Sal. 117:1, 2.

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