¿Qué significará para usted el Armagedón?
Tanto los periodistas y científicos como los clérigos y políticos expresan temor de un “Armagedón nuclear.” ¿Qué dice la Biblia acerca del Armagedón, y qué puede hacer usted acerca de él?
“¡ENTRE el 15 y el 23 de abril de 1957 el Armagedón barrerá el mundo! ¡Millones de personas perecerán en sus llamas y la tierra será calcinada!” Así profetizó cierto pastor de California, Mihran Ask, en enero de 1957.1
Tales falsos profetas tienden a poner en descrédito el tema del Armagedón. Pero sería un grave error el que a causa de ellos uno despidiera de la mente el Armagedón como cosa de poca importancia. ¿No es cierto que los líderes religiosos del día de Jesús entendieron mal y aplicaron erróneamente la Palabra de Dios? Pero el que lo hicieran no justificaba el que persona alguna despreciara la predicación que Jesús hacía de esa Palabra, ¿no es verdad? Por lo tanto que nadie desprecie el tema del Armagedón meramente porque algunos aplican erróneamente las profecías que tratan de él. Es asunto de gran seriedad. Es de la más profunda importancia para toda persona viviente, pues es una de las enseñanzas más importantes y oportunas de las Escrituras. Lo que signifique para usted dependerá de la manera en que usted proceda entre ahora y el Armagedón.
El vocablo Armagedón se halla una sola vez en las Escrituras. “Vi tres expresiones . . . inmundas . . . inspiradas por los demonios . . . , y ellas salen a los reyes de toda la tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. Y los juntaron al lugar que se llama en hebreo Armagedón.”—Apo. 16:13, 14, 16, margen.
Armagedón significa literalmente “Monte de Megido,” o “monte de la asamblea de tropas.” Ubicado unos noventa y siete kilómetros al noroeste de Jerusalén, Megido también ha venido a ser el nombre de una región entera, de su llanura, valle y ciudad. Repetidas veces se pelearon batallas críticas en esta región, no sólo en tiempos bíblicos, sino también después de ellos. Allí los jueces Josué, Barac y Gedeón ganaron victorias notables contra los enemigos de los israelitas. Allí también los reyes Saúl, Ocozías y Josías murieron en batalla. En cuanto a tiempos modernos, allí Napoleón, en 1799, dió a los turcos una derrota hiriente, como también lo hizo lord Allenby en 1918.2
CONCEPTOS ERRÓNEOS
El tema del Armagedón se toma en sentido muy erróneo, y eso no solamente por extremistas. Tan poco aprecio se tiene de su importancia que muy probablemente los libros modernos que tratan de teología ni siquiera lo mencionen. Aun en ciertos diccionarios y enciclopedias bíblicos voluminosos en vano se busca anotación alguna acerca de él.
Luego hay algunos como Allen P. Wikgren; presidente del departamento del Nuevo Testamento de la Universidad de Chicago, quien dijo: “No creo que persona alguna debiera tratar de aplicar al futuro estas palabras.” El aplica el libro de Apocalipsis a la persecución que los cristianos primitivos recibieron de parte de la Roma pagana.3 Pero en ese tiempo las fuerzas del mal no fueron vencidas; han seguido aumentando hasta este mismo día.
“El Armagedón es un símbolo de la continua y siempre presente batalla entre el bien y el mal,” es el punto de vista que otros sostienen, entre los cuales está el Dr. Roberto F. Boyd, de la Escuela de Entrenamiento Presbiteriana, de Richmond, Virginia.4 Pero las palabras de Juan indican claramente que el Armagedón está en el futuro, mientras que la batalla entre el bien y el mal había estado en progreso unos cuatro mil años al tiempo que Juan escribió.
De nuevo, todavía otros, tales como ciertas sectas fundamentalistas, enseñan que el Armagedón será una batalla literal que se efectuará en las llanuras de Megido.5 El sostener eso, sin embargo, es tomar en sentido sumamente erróneo tanto la naturaleza como el alcance del Armagedón, como pronto veremos. La región de Megido no podría ni comenzar a dar cabida a todos “los reyes de la tierra y a sus ejércitos.”—Apo. 19:19.
Y el usar la palabra Armagedón para referirse a batallas políticas peleadas en los confines de las naciones, como lo hizo Teodoro Roosevelt allá en 1912 cuando luchaba contra intereses creados y máquinas políticas, tiene aun menos sentido. 6 ¡Tampoco podría haber cosa alguna más ridícula que el declarar, como lo hizo hace pocos años cierto gobernador de Georgia, que la presencia de un solo negro en un equipo de fútbol compuesto de blancos estaba trayendo el sur de los Estados Unidos cara a cara con el Armagedón!7
Entonces, ¿será el Armagedón la próxima guerra mundial peleada con armas atómicas? ¿Será un “Armagedón nuclear,” como acostumbran llamarlo los periodistas y otros?8 “Parece que no hay ninguna garantía de que algún mal cálculo del Kremlín no vaya a arrojar al mundo en el Armagedón.”9 “Conflictos e incidentes no solucionados . . . todavía son capaces de dar principio al Armagedón.”10 “Vemos formándose ejércitos inmensos . . . Tal vez vemos al mundo apresurándose hacia el Armagedón del cual ninguna nación puede esperar sobrevivir.”
LAS FUERZAS DEL ARMAGEDON
No, el Armagedón será mayor que cualquier guerra nuclear que se peleara en escala global o aun en escala “sideral.” La Biblia muestra que el Armagedón será una guerra entre dioses y que será de alcance universal. En ésta “Jehová Dios, el Todopoderoso,” y el “Poderoso Dios,” su Hijo, Jesucristo, harán batalla contra “el dios de este sistema de cosas,” Satanás el Diablo. Implicadas en esa batalla estarán todas las criaturas inteligentes, visibles e invisibles.—Apo. 11:17; Isa. 9:6, Mod; 2 Cor. 4:4.
Apocalipsis 9:16 nos da un vislumbre respecto a cuántos hay en las fuerzas de Jehová cuando dice que en cierta ocasión él usa una caballería que cuenta con 200,000,000 de miembros. Y 2 Reyes 19:35 relata que uno solo de éstos destruyó una hueste de 185,000 guerreros en una sola noche. La Palabra de Dios no indica cuántas cohortes demoníacas tiene Satanás, pero juzgando por la descripción que se nos da en Apocalipsis 12 de la guerra en el cielo no puede ser de ninguna manera insignificante el número de ellas. También, el que los demonios de Satanás son poderosos puede verse en el hecho de que uno de ellos en cierta ocasión le impidió el paso a un ángel de Jehová por veintiún días, hasta que el arcángel Miguel vino al rescate de éste.—Dan. 10:13, 21.
Tocante a los humanos sobre la tierra, de parte de Jehová estarán todos los que estén enteramente dedicados a él y que estén siguiendo fielmente a Jesucristo; comparados con los miles de millones de habitantes de la tierra éstos son verdaderamente pocos. Son los pocos que andan en el camino angosto o estrecho que conduce a la vida. Estos no participarán en la lucha, sino que meramente cantarán las alabanzas de Dios.—2 Cró. 20:20, 21; 2 Cor. 10:4, 5; Mat. 7:13, 14.
De parte de Satanás estará todo el resto del género humano, más del 99.9 por ciento, como leemos: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” Eso incluye a todos los gobiernos del mundo junto con sus apoyadores, las instituciones comerciales, religiosas y sociales. ¿Aun las organizaciones que afirman ser cristianas? Sí, porque todas las tales que son amigas del mundo se están constituyendo enemigas de Dios.—1 Juan 5:19; Sant. 4:4.
Sí, hoy día la tierra está llena de iniquidad, mucha sangre inocente ha sido y está siendo derramada, tanto en guerras como en tiempos de paz. Hombres impíos están persiguiendo a los siervos de Jehová y arruinando la tierra. Jehová expresará “indignación contra todas las naciones” y “contra todos los habitadores de la tierra,” porque “¡no hay más que perjurio, y mala fe, y homicidio, y hurto y adulterio!” En el Armagedón Jehová “hará que se les haga justicia” rápidamente a “sus escogidos que claman a él” a causa de ser perseguidos. En ese tiempo él también traerá “a la ruina a los que están arruinando la tierra.”—Isa. 34:2; Jer. 25:30; Ose. 4:2, Mod; Luc.18:8, 7; Apo. 11:18.
La Palabra de Dios compara el Armagedón al Diluvio, a la destrucción de Sodoma y Gomorra y a la batalla de Gabaón, donde Dios hizo llover grandes bloques de hielo sobre sus enemigos. El Armagedón será la peor cosa que le haya sobrevenido a esta tierra durante la historia del hombre. Se caracterizará por sorpresa sobrecogedora, consternación, miedo, derrumbe de gobiernos, tremendos levantamientos de tierra, aludes de tierra, turbiones, inundaciones desbordantes repentinas, lluvia de fuego líquido corrosivo y terror en el aire, en la tierra y en el mar. No extraña el que “los muertos por Jehová en aquel día estarán tendidos de cabo a cabo de la tierra: no serán llorados, ni recogidos, ni enterrados, sino que serán como estiércol sobre la haz del campo.”—Jer. 25:33, Mod.
POR QUE NO ANTES
Muchos amadores de la justicia, tales como Job y Habacuc, se han preguntado por qué un Dios todopoderoso, sabio, justo y amoroso ha permitido que la iniquidad continúe todos estos años. (Job 21:7; Hab. 1:13, Mod) Al mismo tiempo hombres inicuos han dicho con burla: “¡Jehová no hará bien, ni tampoco hará mal!”—Sof. 1:12, Mod.
Jehová ha permitido que continúe la iniquidad por muy buenas y suficientes razones. Así como en el caso de Faraón en el día de Moisés, Dios demora en destruir a sus enemigos y acabar con la iniquidad para que la mayor gloria posible venga a su nombre cuando sí actúe. (Éxo. 9:16) También está envuelto en ello, como muestra el libro de Job, el desafío que Satanás hizo de que Dios no podría poner sobre la tierra hombres que mantuvieran su integridad a El bajo prueba. Una vez que Jehová haya probado de modo completo que puede hacerlo, es seguro que él se pondrá en acción en vindicación de su soberanía, así como destruyó a Faraón y sus huestes en el mar Rojo. Por eso tan sólo en el libro de Ezequiel se nos dice más de sesenta veces que Dios se pondrá en acción para que los hombres sepan que él es Jehová. En el Armagedón él se pondrá en acción, y entonces se contestará la oración del salmista de que Dios haga que sus enemigos “perezcan, para que la gente sepa que tú, cuyo nombre es Jehová, tú solo eres el Altísimo sobre toda la tierra.”—Sal. 83:17, 18; Eze. 24:24, Mod.
DEPENDE DE USTED
El cumplimiento de las profecías bíblicas advierte que el Armagedón se ha acercado. Desde 1914 hemos presenciado guerras sin precedente, hambres, pestilencias, terremotos y cosas parecidas, todo en cumplimiento de la gran profecía de Jesús respecto a estos últimos días. Las buenas nuevas del reino de Dios establecido están siendo ‘predicadas en toda la tierra habitada,’ y la generación que ha visto estas cosas, dijo además Jesús, “de ningún modo pasará hasta que sucedan todas estas cosas.”—Mat. 24:3-34.
¿Qué cosa precipitará el Armagedón? El registro profético respecto a Gog de Magog revela que Dios maniobrará a sus enemigos a que lleven a cabo un ataque total contra su pueblo en la tierra, el cual no parece tener protección alguna. Entonces las fuerzas de Jehová bajo Jesucristo los tomarán por sorpresa, según leemos: “Cuando sea que estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!,’ entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles.” Y lo primero que ha de caer en ese tiempo será la religión falsa organizada, debido a su culpa mayor: “¡Al anciano, al joven, y a la doncella, y a los niños, y a las mujeres, matadlos, hasta exterminarlos! . . . ¡y comenzad desde mi Santuario!”—1 Tes. 5:3; Eze. 9:6, Mod.
Después que hayan sido destruídos todos los enemigos visibles de Jehová, entonces Jesucristo tomará a Satanás y a sus demonios y los arrojará en el abismo de la muerte. Allí permanecerán por mil años, para ser soltados por un breve tiempo para probar a la humanidad antes de ser finalmente destruídos.—Eze. 38:1 hasta 39:7; Apo.19:11 hasta 20:10.
Hoy se lleva a cabo una gran obra de dividir. Las “tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas” que Juan vió representan la propaganda egoísta que está reuniendo a la gente de parte de Satanás. Por otra parte, la predicación de “estas buenas nuevas del reino” está reuniendo a todos los amadores de la justicia de parte de Jehová Dios.—Apo. 16:13; Mat. 24:14.
¿Qué significará para usted el Armagedón? Eso dependerá del lado a que usted dé apoyo. Jehová protegerá y salvará a los que estén de su parte, así como protegió y salvó a Noé, a Lot y a otros siervos fieles en tiempos pasados. Para que usted esté entre ese número comparativamente pequeño de personas felices es preciso que obedezca el mandato de Dios: “Salgan de ella [la Babilonia moderna, la organización de Satanás], pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” Tiene usted que ‘hacer justicia y amar la misericordia, y andar humildemente con su Dios,’ buscando a Jehová, la mansedumbre y la justicia.—Apo. 18:4; Miq. 6:8; Sof. 2:3.
Al sobrevivir al Armagedón, usted podrá esperar tener vida eterna en el justo nuevo mundo de Jehová, en el cual él “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más.” Toda la tierra llegará a ser un paraíso y estará “llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar.” La muerte de Jesucristo como sacrificio hizo que todo esto fuera posible; y por medio de su reino, por el cual los cristianos han orado por tanto tiempo, todo esto se efectuará.—Apo. 21:4; Isa. 11:9, Mod.
¿Significará el Armagedón la destrucción eterna o la vida eterna en felicidad para usted? ¡Eso dependerá de la manera en que usted proceda desde ahora hasta el Armagedón!
PARA REFERENCIA
1 Evening Free Lance, Hollister, California, 30 de enero de 1957.
2 The Bible as History, Keller, pág. 202.
3 Herald de Miami, Florida, 18 de nov.e de 1956.
4 Times-Dispatch de Richmond, Virginia, 17 de nov.e de 1956.
5 Prophetic Footnotes, Armageddon, pág. 2.
6 Sunday Tribune de Chicago, Illinois, 7 de marzo de 1954.
7 La revista Time del 12 de dic.e de 1955.
8 Times de Nueva York, 8 de sept.e de 1957.
9 Sunday Times de Nueva York, 11 de nov.e de 1956.
10 The Christian Century del 26 de sept.e de 1956.
11 El cardenal Spellman, News Chronicle de Londres, 29 de mayo de 1952.