¡Abajo con lo viejo—Arriba con lo nuevo!
“Ve, te he comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y para derribar y para destruir y para demoler, para edificar y para plantar.”—Jer. 1:10.
1. ¿Quiénes fueron las personas de quienes se predijo que serían aborrecidas por todas las naciones por causa el nombre de Jesús?
“ENTONCES la gente los entregará a ustedes a la tribulación y los matará, y ustedes serán aborrecidos por todas las naciones por causa de mi nombre. . . . Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:9-14) El que dijo estas palabras, por cuyo nombre ellos serían aborrecidos por todas las naciones, fué Jesucristo. Los que serían aborrecidos por todas las naciones eran sus discípulos, seguidores de él que estaban asociados con su nombre y que predicaban en su nombre. Eran cristianos, de la clase verdadera, que no temían aguantar aborrecimiento por causa de su nombre. ¿Cuándo había de arder este aborrecimiento contra ellos?
2. ¿Cuándo había de arder este aborrecimiento contra éstos?
2 El adverbio de tiempo entonces lo ubica en el tiempo en que se cumplió la profecía de Jesús: “Nación se levantará contra nación y reino contra reino, y habrá escasez de alimento y terremotos en un lugar tras otro. Todas estas cosas son el principio de dolores de angustia.” Este principio de dolores de angustia, con más dolores y dolores más fuertes que habrían de venir, había de marcar el principio de la consumación del sistema de cosas.—Mat. 24:7, 8, 3.
3. ¿Cuándo comenzaron los dolores de angustia internacionales, y qué movimiento de cosas comenzó a tener lugar?
3 Nuestra bien conocida historia contemporánea nos provee la prueba de que ese principio de dolores de angustia, ese principio de la consumación del sistema de cosas, ocurrió hace casi cuarenta y cinco años, en el año 1914. El 28 de julio de ese año el reino de Austria declaró la guerra al reino de Servia. Siguió la I Guerra Mundial, acompañada de las muchas otras cosas que Jesús predijo. En ese tiempo trascendental algo comenzó a bajar, y otra cosa comenzó a subir.
4. ¿Qué tienen que ver los seguidores de Jesús con las naciones?
4 En conformidad con las palabras de Jesús acabadas de citar, es preciso que sus seguidores genuinos y verdaderos tengan algo que ver con las naciones. Por supuesto, no pueden tener nada que ver con la política nacional; sin embargo viven entre todas las naciones de la tierra, para sufrir allí el aborrecimiento por parte de todas las naciones y para predicar allí estas buenas nuevas del Reino en todas partes con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, lo cual también significa las naciones de Europa y de las Américas del Norte, Central y del Sur.
5. ¿Cuál es la razón por la que todas las naciones aborrecen a los seguidores de Jesús—simplemente por llevar su nombre, o qué?
5 ¿Por qué deberían aborrecerlos todas las naciones? No puede ser únicamente por causa del nombre de Cristo. En Europa y en las Américas así como en el resto de la cristiandad hay centenares de millones de personas que se llaman cristianos, y no se les aborrece de ningún modo. Más bien, las naciones de este mundo aman a éstos. Sin embargo, cualquiera puede tomar un nombre. Por eso, además del simple nombre, tiene que haber otra razón como causa de este aborrecimiento por parte de todas las naciones sin excepción. Esta otra cosa tiene que ser aquello que los seguidores de Cristo que verdaderamente llevan su nombre hacen en cumplimiento de la profecía que él mismo dió. Tiene que ser su predicación de “estas buenas nuevas del reino” con el propósito de dar un testimonio. ¿Qué reino? Bueno, ¿qué reino o qué gobierno político en la tierra hoy día es fuente de buenas nuevas? ¡Ninguno! Jesús no se refirió proféticamente a ninguno de éstos. Hubo sólo un reino del cual él siempre habló—sólo uno, de modo que no hay equivocación. Este fué el reino de Dios. Es la única fuente de buenas nuevas hoy día. Hoy día los seguidores de Jesús se identifican como cristianos genuinos por medio de predicar solamente este reino y por medio de estar dispuestos a ser objeto de aborrecimiento por parte de todas las naciones a causa de predicar este reino.
6. En conformidad con la profecía que Jesús dió tocante a sus seguidores, ¿a quién se parecerían mucho y por qué?
6 Por lo tanto, nada es más explícito que esto: que Jesucristo predijo que sus seguidores que darían testimonio a todas las naciones tendrían cosas pasmosas que decir o predicar acerca de la finalización de lo viejo y el principio de lo nuevo. Por esta razón harían surgir una tormenta de protesta internacional y sufrirían aborrecimiento de parte de todas las viejas naciones. En este respecto se parecen mucho al antiguo profeta Jeremías, que vivió y predicó más de seiscientos años antes de Jesucristo. Cuando Jesús estuvo sobre la tierra, muchos judíos creyeron que él era Jeremías el profeta. (Mat. 16:13, 14) Jesús citó cosas de la profecía de Jeremías. A su vez, Jeremías predijo cosas tocante a Jesucristo. Jeremías también predijo cosas importantes tocante a los seguidores de Jesús. De hecho, Jeremías prefiguró proféticamente al resto o a los seguidores consagrados y ungidos de Jesús que quedan en la tierra en este tiempo de la salida de lo viejo y la entrada de lo nuevo.
7. Al tiempo que Jeremías empezó a predicar, ¿qué estaba por suceder en el dominio religioso, y por eso por qué es necesario ahora escuchar al resto prefigurado por Jeremías?
7 El tiempo en que vivió Jeremías determinó en gran manera esta prefiguración y su cumplimiento hoy día. Él comenzó a profetizar en un tiempo cuando estaba por suceder una cosa sumamente angustiosa, una cosa casi increíble. Esto era la destrucción de la ciudad santa de Jerusalén y el saqueo y el abrasamiento de su templo dedicado a la adoración de Jehová Dios. En sólo cuarenta años desde que Jeremías comenzó a profetizar en testimonio de Jehová, aconteció ese tremendo sacudimiento religioso; desde 647 a. de J.C., que fué el año décimotercero del reinado del buen rey Josías en Jerusalén, hasta 607 a. de J.C., el año en que los ejércitos babilonios bajo el rey conquistador Nabucodonosor destrozaron el templo edificado por Salomón el sabio. Hoy se expresa más y más temor en cuanto al futuro de la religión organizada de la cristiandad. ¿En qué quedará? Para la respuesta, la gente debe escuchar la predicación sin ambages del resto prefigurado por Jeremías, pues éste predica a los hombres el cumplimiento del día presente de las profecías de Jeremías.
8, 9. (a) ¿Cómo y por quién llegó a ser Jeremías un profeta? (b) ¿Cuándo fué oportuno que Jeremías emprendiera la obra de Dios, y por qué no había de temer los rostros de los hombres de mayor edad?
8 ¿Quién hizo profeta a los del resto para hablar con la autoridad que reclaman? Bueno, ¿quién hizo profeta a Jeremías? Jeremías fué hijo de un sacerdote judío en la ciudad de Anatot al norte de Jerusalén. Ese hecho no lo hizo profeta automáticamente. Él no se hizo a sí mismo profeta. No podría haberlo hecho, especialmente cuando se considera que fué apartado para ser profeta antes de nacer. Sin embargo, de su propia voluntad podía acceder y someterse a servir de profeta cuando se le dijera la vocación para la cual estaba señalado. Jeremías nos dice cómo y por quién llegó a ser profeta: “La palabra de Jehová comenzó a sucederme, diciendo: ‘Antes que procediera a formarte en el vientre te conocí, y antes que comenzaras a salir del seno materno te santifiqué. Profeta a las naciones te hice.’ Pero yo dije: ‘¡Ay, oh Señor Jehová! He aquí que realmente no sé hablar, pues sólo soy muchacho.’ Y Jehová pasó a decirme: ‘No digas: “Sólo soy muchacho.” Sino que a todos aquellos a quienes te envíe, deberías ir; y todo lo que te mande, deberías hablarlo. No temas a causa de sus rostros, porque “Contigo estoy yo para librarte,” es la declaración de Jehová.’” (Jer. 1:4-8) Es evidente que Jeremías nació para cierta obra. La pregunta era: ¿Se adaptaría él a la obra? ¿Estaría dispuesto a emprenderla? El que el no mensaje en este tiempo del fin de las naciones de este mundo.
9 Jeremías no se opuso o se rebeló porque se le preparó un programa de trabajo. Mostrando todavía más cómo Dios lo hizo profeta, él nos dice: “Jehová procedió a extender la mano y hacer que tocara mi boca. Luego Jehová me dijo: ‘He aquí que he puesto mis palabras en tu boca. Ve, te he comisionado este día para estar sobre las naciones y sobre los reinos, para desarraigar y para derribar y para destruir y para demoler, para edificar y para plantar.’” (Jer. 1:9, 10) El que Jeremías fuera un muchacho, ya sea en años o en su propia opinión, no fué obstáculo verdadero. Cuando uno es joven es cuando uno debe hacer propósito suyo el emprender el trabajo de Dios. Además, en el caso de Jeremías no había de ser un trabajo de corta duración. En su caso había de ser un trabajo responsable que duraría cuarenta años, y aún más. Para que él lo llevara a cabo completamente, era oportuno que él comenzara cuando era joven, cuando era muchacho, cuando todavía tenía la mayor parte de su vida adelante de él. Por eso Jehová echó a un lado el temor de Jeremías de que era demasiado joven, y dijo: “No digas: ‘Sólo soy muchacho.’” Puesto que la regla era que las personas jóvenes mostraran respeto a las mayores, se requeriría algo extraordinario para que un muchacho hablara severamente a los hombres mayores. Pero Jehová era de mayor edad que cualquiera de los ancianos de Israel. Por eso le dijo al “muchacho” Jeremías: “No temas a causa de sus rostros, porque ‘Contigo estoy yo para librarte,’ es la declaración de Jehová.” El asunto entero, entonces, era éste: ¿Estaba dispuesto Jeremías?
10, 11. (a) La consumación del sistema de cosas fué el tiempo para ¿qué obra? (b) En 1919 ¿cuál fué la pregunta de suma importancia que confrontaba a todos los cristianos profesos?
10 En el año 1914 la profecía de Jesús comenzó a cumplirse. La “consumación del sistema de cosas” comenzó para este mundo. Había centenares de millones de personas que afirmaban ser discípulos de Jesús, y la gran mayoría de éstas se hallaban en la cristiandad. El tiempo de la consumación del sistema de cosas era el tiempo en que debía hacerse una gran obra, un trabajo que duraría desde el principio de ese período de consumación hasta el fin cabal de él. Era un trabajo que abarcaba a toda la tierra habitada, a todas las naciones, un trabajo de ser testigos a todas estas naciones tocante el reino de buenas nuevas de Dios. Por más de cuatro años la I Guerra Mundial ocupó el tiempo y la atención de más de treinta naciones, hasta fines de 1918; y los sistemas religiosos de la cristiandad se arrojaron a la guerra en los bandos de sus naciones respectivas. Ciertamente ellos no tenían tiempo para predicar el reino de buenas nuevas de Dios en aquel entonces. En cuanto a los testigos de Jehová, los sistemas religiosos de la cristiandad incitaron a las autoridades políticas, militares y judiciales a restringir o casi parar la predicación pública que los testigos de Jehová trataban de hacer concerniente al significado de las condiciones mundiales y los tiempos y acontecimientos. Llegó el año 1919, y la obra de dar testimonio a las naciones en cumplimiento de las palabras de Jesús todavía tenía que hacerse. Confrontaba a todos los hombres que afirmaban seguir y obedecer a Jesús. En ese primer año de decisiones y obra posbélicas la pregunta de suma importancia para la cristiandad y para todos los que se llamaban cristianos no era: ¿Deben todas las naciones juntarse en una sociedad pro paz?, sino: ¿Quién será el profeta de Jehová a las naciones, para decirles todo lo que Él mande? ¿Quién será el Jeremías moderno?
11 Jeremías profetizó cuarenta años en el tiempo del fin del reino de Judá. De modo que, ¿quién profetizará con su mensaje en este tiempo del fin de las naciones de este mundo?
12. (a) ¿Cómo podemos hallar la respuesta a la pregunta? (b) ¿Cuál tiene que ser la respuesta combinada de parte de todas las cosas consultadas?
12 En aquel entonces, hace cuarenta años, ésa era la pregunta. Hoy podemos preguntar: ¿Cómo se contestó la pregunta? Hay hechos que muestran cómo. No debemos recurrir al orgullo o a las jactancias religiosas ni a alegaciones que cada uno haga de por sí. Debemos recurrir a los hechos. Hablen los hechos por sí mismos. Consulte el registro verdadero de los sistemas religiosos de la cristiandad, católicos y protestantes, sin mencionar la judería. Más que eso, examine también lo que están haciendo esos sistemas religiosos hoy día. Luego consulte el registro de la única organización religiosa a la cual se opusieron vigorosamente todas las organizaciones religiosas de la cristiandad y la judería durante la I Guerra Mundial y a la cual se han opuesto desde entonces. Todo el mundo sabe que esta organización de cristianos a que se oponen es la de los testigos de Jehová. Consulte los informes periodísticos o artículos de revistas, los registros de la policía y de los tribunales judiciales, sí, consulte los hogares de los millones de personas a quienes han visitado estos testigos de Jehová, aparte de sus propios informes anuales y los Yearbooks (Anuarios) de los testigos de Jehová. Pregunte a todos éstos lo que han estado haciendo los testigos desde 1919 hasta esta mismísima hora. La respuesta combinada será que ellos han estado predicando por todo medio y conducto de publicidad. Se han especializado en predicar sólo una cosa, y eso es, el reino de buenas nuevas de Dios. Esto lo han predicado, como mandó Jesús, “con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones,” incluyendo a las naciones que están detrás de la Cortina de Hierro.
13, 14. (a) ¿Qué hecho decide la respuesta a la pregunta? (b) En cuanto a la respuesta, ¿por qué están agradecidos hoy día los testigos de Jehová, y por qué han llegado a ser felices?
13 El hecho que decide la respuesta a la pregunta no es: ¿Conviene todo el clero del catolicismo romano y del protestantismo en que los testigos de Jehová han sido y son el profeta de Dios a las naciones?, sino: ¿Quiénes discernieron la voluntad divina para el cristiano en este tiempo del fin del mundo y se ofrecieron para hacerla? ¿Quiénes han emprendido el trabajo preordenado de Dios para este día de juicio de las naciones? ¿Quiénes han respondido a la llamada a la obra y la han hecho hasta este año de 1959? ¿A quiénes ha usado Dios en realidad como profeta de Él?
14 Los hechos históricos del caso dejan a la cristiandad completamente derrotada. Los testigos de Jehová están profundamente agradecidos hoy de que los hechos palpables muestran que a Dios le ha sido grato usarlos a ellos. Confiesan que toda la predicación y todo el trabajo educativo bíblico que han hecho hasta ahora en 175 países e islas del mar se logró, no por la ayuda de un ejército militar, ni por poder humano, sino por el espíritu de Dios, Su fuerza activa invisible. (Zac. 4:6, Mod) Se logró porque Jehová extendió su mano de poder y les tocó los labios y puso sus palabras en la boca de ellos. Se logró evidentemente porque él los comisionó para estar sobre las naciones y sobre los reinos. Felices son todos los que han visto lo que la obra de Jehová es para ahora y que se han ofrecido voluntariamente para hacerla.
DOS CLASES DE TRABAJO DIVINO
15. (a) ¿Qué fué lo que se preordenó? (b) ¿Cómo, entonces, tienen que cumplir los cristianos con lo que afirman, y cuáles “cristianos” lo han hecho?
15 No se han preordenado individuos para la obra de Dios, como en el caso de Jeremías. La obra fué la cosa preordenada. La cristiandad puede faltar en cuanto a hacer el trabajo preordenado, pero se hará de todos modos. Tenemos que obrar en conformidad con la obra, no decidir por nosotros mismos cuál debe ser la obra de Dios en este tiempo y luego pedir su bendición divina sobre lo que nosotros decidamos. El proceder de esta última manera es ir contrario a ley, es obrar contra Dios, a pesar de cuán fuerte e insistentemente uno afirme ser cristiano. Dios ofrece la obra preordenada a los cristianos, ya que éstos afirman haberse entregado a él por medio de Cristo para hacer la voluntad divina. Así Dios deja que los cristianos cumplan con lo que afirman, si quieren hacerlo, por medio de aceptar el trabajo que él preordenó para los cristianos en este día. Sin hacer caso de los nombres de los individuos, un resto de testigos consagrados y ungidos de Jehová se regocijó al ser libertado de su cautiverio durante la I Guerra Mundial y poder llevar a cabo su dedicación a Dios por medio de emprender la obra preordenada. Desde entonces centenares de miles de personas han visto las oportunidades de participar en el trabajo y se han unido gozosamente a la clase ungida de Jeremías para hacer la obra.
16. A pesar de ser pocos numéricamente, ¿por qué es la obra de los testigos de Jehová de importancia mundial, y para hacer qué se les comisiona, según lo prefiguró Jeremías?
16 Puede que los testigos de Jehová sean comparativamente pocos numéricamente. Ellos no tienen relaciones ni vínculo o influencia políticas. Sin embargo, su obra es de importancia mundial, porque fué preordenada por Dios. Fué prefigurada y bosquejada por la propia obra de Jeremías, que fué de importancia mundial. Los testigos de Jehová son absolutamente neutrales tocante a los conflictos políticos, ideológicos y militares de este mundo, y no obstante están bajo mandato divino de declarar el mensaje de Jehová concerniente a las naciones y reinos de este mundo. Tal como lo prefiguró Jeremías, ellos están comisionados “para desarraigar y para derribar y para destruir y para demoler, para edificar y para plantar.”
17. En lo que han hecho durante los pasados cuarenta años, ¿cómo han cumplido los testigos de Jehová la comisión que Él les dió?
17 Esa es la obra que los testigos de Jehová han estado haciendo durante los pasados cuarenta años. En todo ese trabajo no se han metido en la política, no han subvertido ningún gobierno ni han levantado una mano violenta contra ninguna institución o estructura política de alguna nación del mundo. ¿Cómo, entonces, han cumplido ellos la comisión que Jehová les dio? Nuestra guía para la respuesta correcta se encuentra en la respuesta a la pregunta: ¿Cómo cumplió nuestro modelo, Jeremías, su comisión de hacer tales cosas? Lo hizo por medio de declarar los juicios, los fallos judiciales y los propósitos de Jehová Dios, los cuales, cuando se pronuncian con el propio nombre de Jehová garantizándolos, son como si se hubiesen realizado. Así él “llama las cosas que no son como si fueran.” (Rom. 4:17) Ningún juicio o propósito de Él ha quedado sin cumplirse.
18. ¿Con quién se compara Jehová para mostrar que él no está expuesto a desafío, y por eso qué fallos puede rendir o revocar tocante a las naciones?
18 Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Muy correctamente, entonces, Jehová se compara a sí mismo con un gran Alfarero o Formador de vasos, que tiene dominio supremo sobre los productos de sus manos. Como tal Formador, no se le puede desafiar. De nada sirve desafiarlo con relación a lo que él está haciendo o la manera en que expresa su voluntad. Él dijo: “Como el barro en la mano del alfarero, así son ustedes en mi mano, oh casa de Israel. En cualquier momento que hable contra una nación y contra un reino para desarraigado y para derribarlo y para destruirlo, y esa nación realmente se vuelva de su maldad contra la cual hablé, yo también me sentiré apenado por la calamidad que había pensado ejecutar en ella. Pero en cualquier momento que hable concerniente a una nación y concerniente a un reino para edificarlo y para plantarlo, y realmente haga lo que es malo a mis ojos al no obedecer mi voz, también me sentiré apenado por el bien que yo me dije que haría para bien suyo.”—Jer. 18:5-10.
19. ¿Cómo y con qué naciones ilustró Jehová antiguamente su poder como Alfarero mundial, y por eso por qué no deben las naciones hoy día despreciar la Palabra de Jehová, aunque venga mediante sus testigos modernos?
19 Hace mucho tiempo Jehová Dios ilustró el poder que tiene como Alfarero mundial para hacer y destruir naciones. Las ruinas de potencias y reinos antiguos, los de Israel y de Judá, de Babilonia, de Edom, de Moab, de Ammón y de otras antiguas potencias políticas quedan como ejemplos amonestadores de cómo él desarraiga, derriba, destruye y demuele poderosos gobiernos, grandes ciudades y poblaciones que ejercen poder y sus instituciones. En cada caso él derramó sus juicios sobre la nación o la potencia mundial que lo ofendió y peleó contra él. Siempre tuvo a su ejecutor escogido para llevar a cabo la palabra divina y para hacerla vivir hacia los ofensores y peleadores contra Él. “‘¿No es mi palabra correspondientemente como un fuego,’ es la declaración de Jehová, ‘y como un martillo de fragua que desmenuza el risco?’” (Jer. 23:29) Que las naciones de hoy no desprecien la Palabra de Jehová Dios, aunque ésta venga mediante el internacionalmente aborrecido cuerpo de cristianos conocido como los testigos de Jehová. Lo que ellos están diciendo y predicando a las naciones no es su propia palabra; se ha tomado de la Palabra escrita de Dios. “Así, pues” dice Pablo, “el hombre que manifiesta desatención está desatendiendo no al hombre, sino a Dios, que coloca su espíritu santo en ustedes.”—1 Tes. 4:8.
20, 21. (a) ¿Qué significado atribuían los testigos de Jehová a 1914 (d. de J.C.), y desde cuándo? (b) ¿Qué era el “algo nuevo” y “algo viejo,” y qué están declarando los testigos de Jehová acerca de las Naciones Unidas?
20 Tan temprano como en 1877 los testigos de Jehová, que están asociados con la Sociedad Watch Tówer Bible and Tract de Pensilvania, anunciaron por la página impresa que 1914 era la fecha que la Biblia de Dios marcaba para el fin de los Tiempos de los Gentiles, “los tiempos señalados de las naciones.” Eso significó que algo nuevo había de principiar durante 1914 y que algo viejo había de terminar o entrar en el tiempo de su fin.
21 Ese algo nuevo era el reino celestial de Dios, por cuyo establecimiento se había estado orando durante casi mil novecientos años. El algo viejo era este mundo; no esta tierra, que sesenta naciones estudiaron científicamente durante su Año Internacional Geofísico, sino el endiablado sistema de cosas hecho por el hombre y que funciona sobre la superficie de esta tierra. Desde 1914, el año al cual los testigos de Jehová señalaron con mucha anticipación, este viejo mundo jamás ha sido el mismo. La angustia y la perplejidad han continuado y han aumentado sobre él. En 1919 las naciones victoriosas de la I Guerra Mundial establecieron una sociedad internacional para conservar unido al mundo y para promover y mantener la paz internacional. Los testigos de Jehová la identificaron como algo que era abominable a la vista de Dios y dijeron que la Palabra de Dios condenaba a fracaso a la Sociedad de las Naciones, que decía que iría abajo. Abajo fué en 1939, no porque los testigos de Jehová la hubiesen derribado—el caudillo nazista Hitler y las Potencias del Eje detrás de él hicieron eso—sino porque la Palabra infalible de Jehová lo dijo. Su Palabra por medio de sus testigos en la tierra no fracasó. En cuanto a la sucesora de la Sociedad, las Naciones Unidas, los testigos de Jehová están declarando osadamente Su Palabra concerniente a esa organización de paz internacional, así como él lo ha mandado. La Palabra de Jehová dice: ¡Abajo con ella! Por consiguiente está condenada a acompañar a la Sociedad de las Naciones.
22. El que los miembros de las Naciones Unidas tengan que escuchar lo que los testigos de Jehová declaran es semejante a hacer ¿qué, pero qué les manda Jehová a sus testigos tocante a esto?
22 A los ochenta y un miembros de las Naciones Unidas no les agradará esta declaración de la Palabra de Jehová Dios. El escucharla, especialmente de la boca y por las publicaciones de los testigos de Jehová, tal vez les parezca igual que el tener que beber vino narcotizado. Sin embargo a la clase Jeremías de hoy día se le manda que haga oír a las naciones este mensaje amonestador de la Palabra inspirada de Jehová. ‘Desarraiga, derriba, destruye y demuele,’ dijo Jehová a Jeremías. Y por eso nosotros hoy día, mientras este viejo mundo subsista, tenemos que continuar predicando este mensaje amargo y hacer que las naciones beban esta amonestación hasta que Dios mismo les haga beber lo verdadero. Dice él: “Debes decirles: ‘Esto es lo que Jehová de los ejércitos, el Dios de Israel, ha dicho: “Beban y emborráchense y vomiten y caigan de manera que no puedan levantarse debido a la espada que estoy enviando entre ustedes.”’ Y debe suceder que en caso de que ellos rehusen tomar la copa de tu mano para beber, también debes decirles: ‘Esto es lo que Jehová de los ejércitos ha dicho: “Ustedes beberán sin falta. Porque, ¡miren! es sobre la ciudad sobre la cual se llama mi nombre que estoy comenzando en cuanto a traer la calamidad, ¿y deberían ustedes mismos de manera alguna pasarlo libres de castigo?”’ ‘No lo pasarán libres de castigo, porque hay una espada que estoy llamando contra todos los habitantes de la tierra,’ es la declaración de Jehová de los ejércitos.”—Jer. 25:27-29.
23. ¿Por qué afirmación considerará Jehová responsable a la cristiandad, y por qué no se escaparán el bloc comunista y las naciones fuera de ese bloc del castigo por la espada ejecutora de parte de Jehová?
23 Copiando a la nación infiel de Israel en el día de Jeremías, la cristiandad no cristiana de este siglo veinte afirma llevar el nombre de Dios y representarlo. Jehová Dios tendrá por responsable a la cristiandad por no cumplir u obrar en conformidad con el nombre divino. En la guerra universal del Armagedón, que se acerca, Jehová le dirá a su Oficial Ejecutor Jesucristo que blanda la espada de destrucción sobre la organización religiosa hipócrita. Que no se regocijen las naciones del bloc oriental comunista, ni las naciones no cristianas fuera de él, a causa de la destrucción venidera del llamado bloc occidental cristiano, o, específicamente, la cristiandad. Si Jehová considera a la cristiandad, que pretende llevar su nombre y representar a Dios ante el mundo, digna de castigo, ¿creen la Rusia comunista y sus satélites, y las naciones no cristianas del mundo, que quedarán sin castigo? ¿Han amado a Jehová Dios más de lo que lo ha amado la cristiandad? ¿Se han abstenido de oponerse y pelear contra Jehová Dios y sus testigos? ¿Han estado libres de culpa en cuanto a hacer cosas inmundas y pecar contra Él? No; y Jehová dice que ellas no lo pasarán libres de castigo, sino que su espada ejecutora estará sobre todos los habitantes de la tierra. Por consiguiente ellas no han quedado sin ser amonestadas por los testigos de Jehová.
24. ¿Cuál fué el mensaje de Jehová mediante Jeremías tocante a la calamidad y sus efectos, y de qué fué una ilustración el ataque conquistador de Nabucodonosor a través del Medio Oriente y en Egipto?
24 Oiga usted esto: “Esto es lo que Jehová de los ejércitos ha dicho: ‘¡Miren! Una calamidad está saliendo de nación en nación, y una gran tempestad misma será levantada desde las partes más remotas de la tierra. Y los muertos por Jehová ciertamente llegarán a estar en aquel día desde un cabo de la tierra hasta el mismo otro cabo de la tierra. No serán llorados, ni serán recogidos ni enterrados. Llegarán a ser como estiércol sobre la superficie del suelo.’” Luego, dirigiéndose a los gobernantes políticos, apoyados por los caudillos religiosos y por los príncipes comerciales, industriales y financieros, él dice: “¡Aullen, pastores, y clamen! ¡Y revuélquense, majestuosos del rebaño! Porque sus días para matar y para sus actos de desperdigar se han cumplido, y ustedes deben caer como un vaso deseable. Y un lugar al cual huir ha perecido de los pastores, y un medio de escape de los majestuosos del rebaño. ¡Escucha! El clamor de los pastores, y el aullido de los majestuosos del rebaño, porque Jehová está despojando sus pastos.” (Jer. 25:32-36) Lo que aconteció hace mucho tiempo cuando Nabucodonosor, rey de la potencia mundial babilónica, pasó arrasando a través del Medio Oriente y hasta dentro de Egipto es una ilustración pequeña, en escala humana, de lo que el Siervo Ejecutor más poderoso que tiene Jehová, Jesucristo, hará cuando pase arrasando todo el globo terráqueo de nación en nación y destruya al viejo sistema mundano de cosas.—Jer. 25:8-11.