Satisfaciendo las necesidades actuales de las ovejas
1. ¿Cómo se hace que el pastor sea hábil, y qué preguntas pudieran hacerse los pastores?
JESÚS dijo: “Alimenta mis ovejitas.” El buen pastor conducirá las ovejas a la hierba tierna y al agua clara. El Cordero de Dios dijo además, respecto a las ovejas, que él las “conducirá a fuentes de aguas de vida.” (Apo. 7:17) Ustedes los hombres que están de superintendentes ¿se hallarán ansiosos de hacer lo mismo: alimentar las ovejas con buen alimento y conducirlas a aguas de vida? ¿No los condujo alguien a ustedes los pastores hace algunos años para que bebieran del agua de vida gratis? Por qué, entonces, no encargarse de que otras ovejas puedan comer de la misma dehesa y beber de las mismas aguas que se usaron para ayudarlos a ustedes. El conducir con habilidad proviene de tener un conocimiento acertado de la verdad y conocer muy bien a las ovejas mismas. ¿Conoce usted bien a los de su congregación? Y ¿los ha entrenado a escuchar la voz correcta? Preste oídos a lo que Jesús dijo: “Las ovejas escuchan su voz [la del pastor], y él llama a sus propias ovejas por nombre y las saca [o, conduce] fuera.” (Juan 10:3) Jesús conocía a todas sus ovejas de nombre. ¿Conoce usted a cada miembro de su congregación de nombre? ¿Les habla usted a ellos? ¿Está usted ansioso de que le presenten ovejas nuevas y de relacionarse con ellas cuando vienen al Salón del Reino? Jesús lo estuvo. Ame a los extranjeros. Relaciónese con las ovejas de Jehová asociándose con ellas en el trabajo de servicio del campo y en las reuniones de congregación de Dios.
2. ¿Cómo están siendo alimentadas las ovejas? Aun así, ¿qué tienen que hacer los pastores?
2 Las ovejas necesitan ser alimentadas, no sólo conducidas. ¿Cómo están siendo alimentadas? “El esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo” ciertamente está haciendo abundante provisión. El cuerpo gobernante de la organización visible de Jehová provee bastante alimento bueno para todas las ovejas, incluyendo a los superintendentes. ¿Están ustedes los pastores animando a las ovejas a que coman este alimento, conduciéndolas a él conforme viene de la organización de Jehová? ¿Cuánto tiempo emplea usted en traerlas a las reuniones si faltan frecuentemente? ¿Ayuda usted a las ovejas débiles a llegar donde está el alimento? ¿Cuán a menudo las lleva usted en el servicio del campo o las invita a que lo acompañen a usted? ¿Cuánto tiempo emplea usted con las ovejas enfermas o haciendo arreglos para que otros las visiten? El hacer la voluntad divina en todo respecto es buen alimento. Jesús lo expresó así: “Mi alimento es hacer la voluntad de aquel que me envió y terminar su obra.”—Juan 4:34.
3, 4. (a) ¿Qué importancia atribuyó Jesús al alimento espiritual? (b) ¿A qué comparó el apóstol Pedro la Palabra de Dios?
3 Las cosas materiales del mundo no son las cosas más importantes. Estas podrían matar de hambre espiritual a una persona. Es el alimento espiritual, la Palabra de Dios, lo que mantendrá viva a una persona. “El hombre ha de vivir, no sólo de pan, sino de toda declaración que procede de la boca de Jehová.” (Mat. 4:4) El conocer y entender la voluntad divina y el hacerla realmente es el único alimento apropiado. Todo el que pastorea las ovejas necesita alimentarse de la Palabra de Dios.
4 Jesús dió énfasis al hecho de que, al hallar ovejas, las “hagan discípulos . . . , enseñándoles que observen todas las cosas que yo les he mandado.” (Mat. 28:19, 20) Un discípulo es aprendiz, y el que está saliendo de la obscuridad tiene mucho que aprender. El aprender, o el ser bien alimentado, es difícil de lograrse en medio de maldad moral, o en medio de hermanos que abrigan envidia o contienda. Por eso Pedro escribió: “Por consiguiente, repudien toda maldad moral y toda apariencia engañosa e hipocresía y envidias y toda clase de difamación solapada, y, como niñitos recién nacidos, desarrollen el deseo vehemente por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que mediante ella ustedes puedan crecer a la salvación, si es que han probado que el Señor es bondadoso.” (1 Ped. 2:1-3) Los superintendentes saben que “el Señor es bondadoso”; de modo que deben tener el deseo de ver que las ovejas ‘crezcan a la salvación’ por medio de obtener la “leche no adulterada que pertenece a la palabra.” Muestre a las ovejas cuán bueno es que coman este alimento. Se requiere tiempo, sí, pero todas las ovejas, novicias y maduras, tienen hambre y sed de justicia. Todas tienen que continuar comiendo o se morirán de hambre. Ayúdelas como deben hacerlo los pastores, encargándose de que las ovejas consigan satisfacer su hambre y sed. “Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que serán saciados.” (Mat. 5:6) ¿Está usted como subpastor cuidando bien sus responsabilidades?
LA NECESIDAD DE ALIMENTO Y BEBIDA
5, 6. ¿Hay una abundancia de alimento y bebida espirituales disponible ahora, y por eso deben ser parsimoniosos los superintendentes?
5 No someta las ovejas a una dieta de hambre. Los superintendentes que alimentan las ovejas con la verdad de la Palabra de Dios jamás tendrán que preocuparse acerca de las ovejas. Ellas seguirán creciendo a la madurez, porque “cualquiera que beba del agua que yo le daré de ninguna manera tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré llegará a ser en él una fuente, de agua burbujeando para impartir vida eterna.” (Juan 4:14) Mantenga burbujeando esa agua. Mantenga a las ovejas bebiendo esta agua que imparte vida eterna. Jehová provee buen fruto, también, cada mes en “árboles de vida, produciendo doce cosechas de fruto, dando sus frutos cada mes.” (Apo. 22:2) El superintendente que tiene el espíritu apropiado se encargará de que a las ovejas de Dios se les ayude a obtener todo lo que necesitan a fin de que sirvan a Jehová Dios por la eternidad.
6 Todos los que están en la sociedad del nuevo mundo, ministros y pastores de congregación, ‘Sigan diciendo: “¡Vengan!”’ “Y cualquiera que oye diga: ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.” (Apo. 22:17) Seguramente los superintendentes no pueden ser parsimoniosos con tal abundancia. Ellos, junto con las ovejas de Dios, han recibido gratis y quieren dar gratis. Conocen la verdad del sabio que dice: “Pon atención a mis palabras. . . . son vida a los que [las] hallan y salud a toda su carne.” (Pro. 4:20, 22) ¡Piense en eso! El dar a las otras ovejas el alimento apropiado y la bebida apropiada, que es la verdad de la Palabra de Dios, significa vida para ellas. Significa salud a su carne. ¡Pastores, cuiden las ovejas para que nunca vayan a tener hambre ni sed!
7. ¿Qué consejo que se dió en la Ley de Moisés puede aplicarse hoy entre las ovejas de Dios?
7 A las buenas ovejas se les tiene que hacer conscientes de sus necesidades espirituales. Los pastores pueden ayudarlas en este respecto. Los corderitos que uno cuida en un rebaño son exactamente como niñitos que quieren y necesitan a sus padres. Los corderitos tienen que estar queriendo a Jehová Dios su Padre y a la organización visible de Jehová semejante a una madre. Llegarán a conocer mejor a los dos a medida que escuchen la Palabra de Dios, como está escrito: “Estas palabras que te estoy mandando hoy deben resultar estar en tu corazón, y debes inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes.” (Deu. 6:6, 7) ¿Estamos haciendo esto para todos los bebés que entran en la organización de Jehová? Si a estos nuevos se les enseña correctamente la Palabra de Dios, jamás se desviarán, sino que se quedarán despiertos, permanecerán felices y contentos en su recién hallado servicio ministerial de Jehová.
PROVEYENDO PROTECCIÓN
8. ¿Qué significa pastorear, y por qué en este tiempo del fin siempre tiene que estar vigilante en la obra de pastorear el pastor?
8 El pastorear significa “vigilar cuidadosamente,” es decir, cuidar, guardar y proteger las ovejas. Tiene que mostrarse verdadera integridad de parte de un pastor para hacer eso. Tiene que ser una persona que atienda a cada una de las ovejas bajo su cuidado, protegiéndolas de todo peligro. David asumió la responsabilidad de ser pastor, y de él está escrito: “Se puso a pastorearlos según la integridad de su corazón.” (Sal. 78:72) Jesús dijo a Pedro para provecho de todos sus discípulos: “Pastorea mis ovejitas.” (Juan 21:16) Pedro dijo más tarde a los superintendentes: “Pastoreen la grey de Dios bajo su custodia.” (1 Ped. 5:2) Pablo fué muy preciso también cuando dijo: “Presten atención a ustedes mismos [los superintendentes] y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear a la congregación de Dios.” (Hech. 20:28) Por lo tanto, no hay duda acerca de que algunos hombres son pastores, que tienen la responsabilidad de vigilar cuidadosamente a las ovejas, atendiéndolas y protegiéndolas. Para el pastor no sólo se trata de conducirlas y alimentarlas, sino también de protegerlas. ¡Hay tantas cosas contra las cuales el pastor tiene que proteger a sus ovejas! Escuche al pastor Judas: “Hallé necesario escribirles para exhortarles a que luchen vigorosamente por la fe que una vez para todo tiempo fué entregada a los santos. Mi razón es que ciertos hombres se han introducido disimuladamente que hace mucho fueron designados por las Escrituras al juicio descrito más abajo, hombres impíos, que convierten la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para la conducta relajada y que resultan falsos a nuestro único Dueño y Señor, Jesucristo.”—Jud. 3, 4.
9. ¿Qué puede sucederle al superintendente que se hace orgulloso y arrogante, y por qué deben evitarse tales superintendentes?
9 Los superintendentes tienen que estar alerta para que tales hombres impíos no se introduzcan disimuladamente en la organización. ¡A veces aun un superintendente se hace arrogante y orgulloso y cree que puede salirse con tal cosa como aquella de la que escribió Judas! Estando en el puesto ensalzado de pastor, en vez de proteger a las ovejas se aprovecha de ellas y va al grado de destruirlas con su conducta inmoral. Sin importar qué puesto ocupe un superintendente en la congregación de Dios, sea el de siervo de sucursal, siervo de distrito, siervo de circuito, siervo de congregación o siervo ministerial, que no piense por un solo instante que puede aprovecharse de su puesto para obrar inmoralmente. Por tal conducta secreta Dios ya lo ha designado al juicio y su juicio es destrucción. Si una persona de esa clase, sin importar quién sea, se introduce disimuladamente en la congregación, encárguense de que sea expulsada y no tengan asociación con ella. Las ovejas de Dios no quieren a tal persona en la congregación, porque quieren una organización pura que traiga gloria y honra a Jehová Dios. Ponen atención a las palabras de Pablo: “Dejen de mezclarse en la compañía de cualquiera que se llame hermano y que sea fornicador o persona codiciosa o idólatra o injuriador o borracho.”—1 Cor. 5:11.
10, 11. (a) ¿A qué tarea desagradable se enfrenta a veces el superintendente? Sin embargo, ¿por qué no puede pasar por alto la dificultad? (b) ¿Dónde hace la situación de las ovejas de Dios adecuadas las palabras registradas en Mateo 10:16, 17?
10 Cuando los superintendentes están cuidando los intereses de las ovejas les dan toda la protección necesaria. No es agradable el mezclarse en alguna dificultad o hallarla o tener que esforzarse por hallarla cuando se sabe que está allí. Pero si el pastor no persiste hasta descubrirla y la desarraiga cuando existe en el rebaño, puede perder todo su rebaño. “Feliz es aquel que permanece despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores.” (Apo. 16:15) Hasta pudiera perder su propia vida a causa de ser un pastor negligente que no se mantuvo alerta.
11 ¿Dónde están las ovejas de Dios? Aquí mismo en este viejo mundo. Todavía no están en el nuevo mundo, pero sí están en la sociedad del nuevo mundo. Sin embargo, esto todavía no es el nuevo mundo de justicia. Jesús dijo que él estaba en este viejo mundo malo, pero ciertamente él no era parte de éste. Los testigos de Jehová se encuentran en la misma situación, en el viejo mundo como ministros, pero sin ser parte de él. Por eso Jesús dijo: “¡Miren! los estoy enviando a ustedes como a ovejas en medio de lobos; por lo tanto manifiéstense cautos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas. Cuídense de los hombres.”—Mat. 10:16, 17.
CUIDEN LAS OVEJAS ENFERMAS
12. ¿Qué hará el pastor bien despierto acerca de las ovejas enfermas, y por qué es necesario esto?
12 Los superintendentes no están obligados a aguardar hasta que se efectúe una transgresión premeditada antes de que se le hable a una persona o se le traiga ante el comité de congregación y se le ponga a prueba o antes de que se expulse a una persona. Si el superintendente es un pastor bien despierto reconocerá a las ovejas enfermas, y tratará de darles el cuidado tierno o aplicarles las medidas correctivas que necesiten para que recuperen la buena salud mental, moral y espiritual antes de que se enfermen tanto que nada las ayude y sólo sean dignas de la muerte. Santiago escribió: “¿Hay alguien enfermo entre ustedes? Que llame a los hombres de mayor edad de la congregación a él, y que éstos oren sobre él, frotándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También si ha cometido pecados, se le perdonará.” (Sant. 5:14, 15) A veces estas ovejas enfermas no tienen juicio suficientemente bueno para pedir que los hombres de mayor edad, los pastores de la congregación, vengan y oren sobre ellos. ¿Qué tiene que hacer entonces el superintendente?
13. (a) Nombre algunas causas de enfermedad entre las ovejas de Dios. (b) ¿Por qué es tan vital el amor fraternal?
13 El pastor debe ir a ese enfermo. El buen pastor conocerá quiénes faltan en la congregación. Entonces, en vez de esperar hasta que la oveja llame al pastor, ¿no sería mejor que el pastor visitara a la oveja? El gesto bondadoso que el pastor puede hacer es visitar a la persona enferma. Quizás le faltó alimento espiritual. Quizás se encuentre en alguna dificultad y necesita consejo, o quizás alguien la ofendió. Sea lo que sea, necesita que el pastor la ayude. Considere el gozo que el superintendente tendrá si ayuda a una de estas ovejas enfermas a permanecer en la organización y a recuperar la salud bajo la dirección del pastor a causa de su amor. Juan escribió: “No se maravillen, hermanos, porque el mundo los aborrece. Sabemos que hemos pasado de la muerte a la vida, porque amamos a los hermanos.” (1 Juan 3:13, 14) Juan sabía lo que significaba el amor verdadero. Jesús lo mostró en la vida y por la muerte. ¡Los hermanos que están en la organización de Jehová también pueden mostrar amor de esta misma clase de tantas maneras! Al permanecer unidos contra la persecución, sí, pero aún más entre ellos mismos por su amor inagotable de unos a otros en dificultades de toda clase. A veces este amor que se le muestra a otro no se recibe con aprecio, pero de todos modos tiene que expresarlo el que lo da.
14, 15. (a) ¿Qué consejo de Pablo es adecuado que sigan los superintendentes? (b) ¿A cuántas de las ovejas asignadas a él tiene que cuidar el pastor?
14 Por lo tanto el pastor tiene que ayudar a la congregación a obrar como dijo el apóstol. “Quítense de ustedes toda amargura maliciosa e ira y cólera y gritería y habla injuriosa junto con todo lo perjudicial,” dijo Pablo a la congregación efesia. “Háganse bondadosos los unos con los otros, tiernamente compasivos, libremente perdonándose unos a otros así como también Dios mediante Cristo libremente los perdonó a ustedes.” (Efe. 4:31, 32) Superintendentes, recuerden que ustedes son los escogidos de Dios para cuidar a todas las ovejas, no sólo a las saludables, no sólo a las que salen con ustedes en el servicio, no sólo a las que vienen a las reuniones, sino a todas las que se han dedicado a hacer la voluntad de Jehová. Por espíritu santo ustedes han sido nombrados para pastorear el rebaño de Dios.
15 Ustedes saben que Jehová Dios hace que llueva sobre los justos y los injustos del mismo modo. El sol brilla sobre los inicuos así como sobre los buenos. Jehová siempre está del lado que da. Él continuamente da y da de su bondad inmerecida. Cristo Jesús entregó su vida voluntariamente para los justos y los injustos. Por eso, entonces, superintendentes, pastores de las ovejas, ¿a qué grado se esforzarán ustedes por conducir, alimentar y pastorear a las ovejas? Jesús lo dijo tan sencillamente: “Estas cosas les mando, que se amen los unos a los otros.”—Juan 15:17.
16. Dado que el Gran Pastor cuida a todas las ovejas, ¿qué pueden decir ellos según lo expresó David?
16 El Gran Pastor en el cielo está cuidando a sus ovejas en la tierra, sean de la manada pequeña o de las otras ovejas. Los superintendentes nombrados en la tierra deben estar haciendo lo luismo con diligencia verdadera y bajo toda circunstancia, porque Dios está con ellos, también, en sus responsabilidades más pesadas. Ellos, como todo el resto de las ovejas, dicen: “Jehová es mi Pastor. Nada me faltará. Aunque ande en el valle de sombra intensa, nada malo temo, porque estás conmigo; tu vara y tu cayado son las cosas que me consuelan. Tú arreglas ante mí una mesa en frente de los que me muestran hostilidad. Con aceite me has untado la cabeza; mi copa está bien llena. Seguramente la benignidad y la bondad amorosa mismas me seguirán todos los días de mi vida, y moraré en la casa de Jehová hasta la plenitud de días.”—Sal. 23:1, 4-6.
LAS OVEJAS NECESITAN A LOS PASTORES
17, 18. (a) ¿Cómo puede un pastor mantener a las ovejas dentro del rebaño? (b) ¿Por qué fué Jesús tan buen pastor de ovejas, y hacen falta más pastores ahora?
17 Subpastores, imiten al Gran Pastor. ¡Las ovejas los necesitan a ustedes tanto! Esperan que ustedes las ayuden. Dios los nombró a ustedes con ese propósito. “Sigan llevando las cargas los unos de los otros, y así cumplan la ley del Cristo.” (Gál. 6:2) Dios mostró bondad a los pecadores y a los ingratos. ¿No pueden hacer lo mismo los pastores con habilidad, siempre mostrando bondad a los que están bajo su custodia? El buen pastor mantendrá a las ovejas dentro del rebaño. No puede descuidar su trabajo como pastor protector y dejar que las ovejas se salgan del rebaño. Si algunas se salen, las buscará y las pondrá de nuevo a buen recaudo.
18 Jesús edificó una organización y mantuvo a las ovejas dentro de ella. Su Padre se las dió a él, porque Jesús lo dice claramente: “Yo hago petición, no concerniente al mundo, sino concerniente a los que me has dado, porque son tuyos.” (Juan 17:9, 10) Los vigiló en todo respecto. Sabía que pertenecían a su Padre, pero él era su pastor nombrado como tal por su Padre para conducirlos a la salvación, y por eso él dijo además en su oración: “Cuando yo estaba con ellos yo los vigilaba por respeto a tu propio nombre que me has dado a mí, y los he guardado, y ninguno de ellos es destruído aparte del hijo de destrucción, de modo que la escritura se ha cumplido.” (Juan 17:12) Jesús mantuvo juntas a las ovejas por la vida de ellas. En el día de Jesús la congregación era pequeña. ¡Cómo creció el rebaño bajo pastores como Pedro, Pablo y otros! Ahora en estos últimos días la grande muchedumbre, que ningún hombre puede contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, está de pie delante del trono y delante del Cordero como congregación de Dios. (Apo. 7:9-15) Ahora se necesitan muchos más subpastores. Al terminarse el año pasado había 17,878 congregaciones. Seguramente con sesenta o setenta mil ovejas más que entran en la organización de Jehová anualmente se necesitarán muchos más pastores para asumir la responsabilidad de superintendentes. ¡Aprecien su bendito privilegio, y que muchos otros anhelen este trabajo de la clase correcta!
19, 20. Dado que se necesitarán más pastores, ¿qué preguntas surgen, y qué tienen que continuar reconociendo todas las ovejas?
19 Sí, se necesitarán más siervos de distrito, más siervos de circuito, más siervos de congregación y más siervos ministeriales. A medida que crezca esta grande muchedumbre, más pastores serán nombrados para cuidar el rebaño de Dios. Más personas tendrán que asumir el pastorear. ¿Será usted una de éstas? Cuando le llegue a usted esa oportunidad de cuidar su parte asignada del gran rebaño de Dios, ¿asumirá usted esa responsabilidad voluntariamente, con anhelo, y será buen ejemplo para el rebaño?
20 A medida que se nombren nuevos pastores a estos puestos de responsabilidad, las más de 800,000 ovejas tienen que continuar reconociendo a la organización que Jehová Dios por medio de su Hijo, Cristo Jesús, ha establecido para protección de ellas. Las ovejas acuden al pastor para que las conduzca a praderas verdes.
21. ¿Cómo deben considerar a los superintendentes los que están en la congregación?
21 Asimismo los miembros de la congregación tienen que respetar a los que son nombrados como superintendentes, sin importar quiénes sean éstos individualmente. El subpastor Pablo dijo: “Sean obedientes a aquellos que los están gobernando y sean sumisos, porque ellos están vigilando por sus almas como los que han de dar cuenta, para que hagan esto con gozo y no con suspiros, por cuanto esto sería perjudicial para ustedes.”—Heb. 13:17.
22. ¿Qué deben pedir en oración los superintendentes?
22 Superintendentes, por su parte oren continuamente a Jehová su Dios para que les abra corazón y mente al entendimiento de la voluntad divina. “Rechaza las averiguaciones necias y dadas a la especulación, sabiendo que engendran peleas. Mas el esclavo del Señor no tiene necesidad de pelear, sino de ser prudente para con todos, capacitado para enseñar, manteniéndose reprimido bajo lo malo, instruyendo con apacibilidad a los que no están favorablemente dispuestos, pues quizás Dios les conceda arrepentimiento que lleve a un conocimiento acertado de la verdad, y ellos puedan volver a sus sentidos propios fuera del lazo del Diablo, siendo que han sido atrapados vivos por él para la voluntad de ése.”—2 Tim. 2:23-26.
23. ¿Cómo se cuida a sí mismo el pastor, y en el amor de quién mantiene a las ovejas?
23 El buen pastor no sólo cuida a las ovejas, sino que él mismo se cuida también. El pastor come. Necesita agua refrescante. Obtiene su descanso. El pastor hábil se mantiene saludable espiritual, física y moralmente, para que pueda ser un líder y guía verdadero para todas las ovejas que se le han asignado a él en la congregación. Él aprecia el consejo de Judas a las ovejas y al pastor igualmente: “Mas ustedes, amados, edificándose sobre su santísima fe, y orando con espíritu santo, manténganse en el amor de Dios, mientras esperan la misericordia de nuestro Señor Jesucristo con vida eterna en mira.” (Jud. 20, 21) Pastores, cuiden las ovejas de Dios y manténgase ustedes mismos en el amor de Dios y activos en la organización de Jehová que va extendiéndose. Con el pastoreo hábil vienen el gozo y la alegría y un amor que supera todo entendimiento. Es amor como el que tuvo Jesús el Pastor Propio. Él dijo: “Nadie tiene amor más grande que éste, que alguien entregue su alma a favor de sus amigos.” (Juan 15:13) Es el amor de esta clase el que salvaguarda lealmente a las ovejas de Dios y el que pastorea al rebaño hasta que éste consigue la vida eterna en el justo nuevo mundo de Dios.