¿Cómo está su apetito espiritual?
“Doblo mis rodillas ante el Padre . . . con el fin de que les conceda . . . ser hechos fuertes en el hombre que son ustedes en lo interior.”—Efe. 3:14-16.
1. ¿Qué nos ayuda a entender plenamente el tema de conocimiento?
EL CONOCIMIENTO es un tema bíblico vital, y Jehová se ha esmerado en explicar todo lo que tenemos que saber acerca de éste en su Palabra. Sin embargo, dado que es un tema espiritual probablemente nos sería muy difícil entender lo que el conocimiento es y hace, si no fuese posible que se nos explicara con los vocablos muy conocidos de alimento, comer y beber. En realidad, el alimento físico se presta de modo tan excelente para explicar los secretos del conocimiento que uno pudiera tender a preguntar si el Creador nos hizo comer alimento sólo para ayudarnos a entender mejor el valor mucho mayor del conocimiento. A menudo se hace referencia al conocimiento como “alimento espiritual.”
2. ¿Qué provisiones ha hecho Jehová para satisfacer el deseo de alimento del hombre?
2 Jehová Dios no sólo puso los instintos naturales en el hombre, sino que también hizo provisión para que éstos fueran satisfechos. Por eso cuando Adán fué colocado en el jardín de Edén, se le dijo de las provisiones de alimento que se habían hecho para él. Cierto, desde la rebelión contra Dios en Edén, las hambres han azotado al género humano en general, pero, con la excepción de algunos cuantos casos específicos relatados en la Biblia, éstas no han sido de parte de Dios. Los siervos fieles de Jehová Dios jamás tuvieron que morir de hambre salvo en casos aislados cuando se permitió que Satanás les impusiera una prueba especial para demostrarle que no le era posible quebrantar la integridad de los testigos de Dios, y así el nombre de Jehová fué vindicado. El rey David da testimonio: “Un joven era yo, también he envejecido, y sin embargo no he visto abandonado a nadie justo, ni a su prole buscando pan.”—Gén. 1:29, 30; 2 Rey. 8:1; Eze. 5:16, 17, Mod; Sal. 145:15, 16; 37:25; Mat. 6:25, 26.
3, 4. ¿Cómo satisfizo Jehová el deseo de alimento espiritual de Adán?
3 El Creador también proveyó los medios para satisfacer el hambre innata de conocimiento que tiene el hombre. Había muchas preguntas que Adán haría, y había mucha oportunidad para satisfacer su curiosidad. Puesto que habría de ser jardinero, sólo era natural que su primer curso fuera botánica. Para encontrar el alimento apropiado para él, tuvo que aprender a analizar e identificar plantas y árboles. Se le enseñó zoología cuando se le trajo “toda bestia salvaje del campo y toda criatura volátil de los cielos” a Adán para que les diera un nombre a cada una de ellas.—Gén. 2:15, 19, 20.
4 Además, el jardín de Edén debería ser extendido para abarcar toda la tierra; por eso la geografía lógicamente fué lo siguiente, junto con el conocimiento de las leyes diseñadas para gobernar una sociedad humana a medida que aumentara el género humano. Y, sobre todo, había el tema de relaciones entre el hombre y su Dios, un curso que el Padre celestial mismo le enseñaría a su hijo terrestre. El almacén de conocimiento puesto delante de Adán fué tan grande que aun hoy la ciencia no ve peligro de que se agoten los porqués y las razones.
5. ¿Qué parecido hay entre alimento y conocimiento en lo que toca a valor nutritivo?
5 Así como hay variedad de alimento, hay variedad de conocimiento; y así como no todo el alimento tiene el mismo valor nutritivo para el cuerpo, no todo el conocimiento tiene el mismo valor nutritivo para la mente. De hecho, cierto conocimiento le hace más daño a uno que bien, como sucede con algunos alimentos.
6-8. Visto desde el punto de vista de la vida eterna, (a) ¿de qué valor es el arte? (b) ¿de qué valor es la ciencia como alimento para la mente?
6 Limitándonos a la parte del conocimiento a la cual a menudo se hace referencia como cultura, puede dividirse de modo general en arte, ciencia y religión. No todo este conocimiento nos es de igual valor, porque no todo ello contribuye a la vida eterna que proviene de Dios.
7 Visto desde ese punto de vista, el conocimiento del arte definitivamente es la cosa menos valiosa en la que pudiéramos ocupar el cerebro. Es cual estímulo. Tiene su tiempo y lugar y hace grata la vida, pero no da vida y el entregarse a ello en demasía perjudicará.
8 La ciencia verdadera es más valiosa que el arte como alimento espiritual, porque siempre conduce al temor reverente para el gran Creador y vigoriza la fe, mientras que la seudociencia o ciencia falsa que no puede distinguir entre los hechos y las teorías es un medio por el cual “el dios de este sistema de cosas ha cegado la mente de los incrédulos.” Si la persona confía en tal conocimiento, sólo le es perjudicial, porque arruinará su fe.—2 Cor. 4:4; 1 Tim. 6:20.
9. ¿Qué alimento espiritual es indispensable para la vida eterna?
9 Es en el campo de la religión que hallamos el conocimiento vital sin el cual no hay vida eterna. “El hombre ha de vivir, no sólo de pan, sino de toda declaración que procede de la boca de Jehová,” dijo Jesús, limitando así la fuente del conocimiento dador de vida y de la religión verdadera a la Biblia. Aquí es donde podemos adquirir conocimiento de Jehová Dios y Cristo Jesús, y eso “significa vida eterna.”—Mat. 4:4; Juan 17:3; Isa. 8:20, Scío.
10. ¿Por qué debemos ingerir alimento espiritual?
10 El propósito de ingerir alimento es formar un cuerpo fuerte y sostenerlo. El propósito de ingerir el más importante de los alimentos espirituales, el conocimiento de Jehová Dios y de su Hijo, Cristo Jesús, por medio de la Palabra de Dios, es edificar una fe fuerte y sostenerla, porque el cristiano vive “por medio de la fe.” “Debido a esto doblo las rodillas ante el Padre,” dice Pablo, “. . . con el fin de que les conceda . . . ser hechos fuertes en el hombre que son ustedes en lo interior con poder por medio de su espíritu, . . . para que estén arraigados y establecidos sobre el cimiento.”—Rom. 1:17; Efe. 3:14-17.
HAY QUE APRENDER LA REGULARIDAD
11. ¿Por qué no son una carga las comidas regulares y frecuentes?
11 Desemejante a los animales que inviernan, las víboras y muchos insectos, que la pueden pasar sin alimento por largos períodos de tiempo, el hombre fué creado para estar ocupado todos los días y, por lo tanto, para comer regular y frecuentemente. Muchas personas precisan por lo menos tres comidas al día para mantenerse en buena salud físicamente. ¡Cuántas comidas significa eso en el transcurso de sólo una vida normal, sin mencionar una vida eterna! Casi suena como una carga, pero no lo es. La persona sana halla en cada comida una pausa, un tiempo de solaz, de satisfacción y a menudo de compañerismo gozoso, y ésa fué la manera en que el Creador se propuso que fuera. De otro modo, Jehová pudo habernos dado píldoras para comer tres veces al día con el mismo efecto en nuestro cuerpo. A algunos científicos les gusta jugar con la idea de que así tomará alimento el hombre en el futuro. Pero Jehová no lo arregló así. Él quiso que tuviéramos todo el placer y gozo que acompañan a las comidas normales cada día.
12. ¿Por qué es aún más importante el ser regular en cuanto a las comidas espirituales?
12 ¿Son la regularidad y la repetición igual de esenciales en lo que concierne al alimento espiritual? Lo son aún más. La Palabra de Dios y la experiencia muestran que no se tuvo la intención de que el hombre adquiriera mucho alimento espiritual en una ocasión y luego la pasara sin alimento durante semanas o meses. Así como la falta de alimento debilita el cuerpo, la falta de alimento espiritual debilita la fe o “el hombre interior.” Pero aun cuando un cuerpo débil no afecta la manera en que Dios estima a la persona que le rinde servicio, una fe débil puede conducir a la pérdida de integridad para con Dios por transigir la persona o apostatar de la fe enteramente, y eso arruina a la vista de Dios el derecho a la vida eterna; por eso la alimentación espiritual deficiente es mucho más peligrosa que la alimentación literal deficiente. Por eso Jehová pronuncia felices a los que estudian su Palabra “día y noche.” ¿Una carga? De ninguna manera. No hay duda de que Jehová tuvo presente hacer de las comidas espirituales, que le son necesarias al hombre para vivir, tanto un tiempo de solaz, satisfacción y compañerismo feliz para él como lo son las comidas normales. Si tenemos un apetito espiritual normal, así es como nos parecerá a nosotros.—Heb. 10:25; Sal. 1:2; Jos. 1:8; Deu. 6:7; Pro. 6:20-22.
13. ¿Cuál es una cosa por la cual se puede conocer al cristiano maduro?
13 Por supuesto, hay que aprender la regularidad en cuanto a las comidas normales así como tenemos que aprender casi todas las cosas en la vida. Los niños a menudo están demasiado ocupados para recordar las horas de las comidas, pero los padres buenos los educan hasta que adquieren el hábito de ir a la mesa a horas regulares cada día. No es que siempre sentimos hambre a la hora de las comidas, pero no estamos pensando en eso; por hábito automáticamente nos presentamos para la comida, y, cuando estamos allí, a menudo descubrimos que el apetito crece a medida que comemos. El mismo hábito tiene que desarrollarse en lo que toca a comidas espirituales. El que realmente sintamos hambre o no en ese instante no viene al caso. El cristiano maduro es el que ha desarrollado el hábito de automáticamente dirigir sus pasos al Salón del Reino o a la habitación de estudio privado cuando es la hora de una comida espiritual. Si usted todavía es demasiado joven como cristiano para haber desarrollado plenamente ese hábito, alguien debería recordarle a usted las horas de las comidas. Si usted está demasiado ocupado para pensar apropiadamente en la necesidad de desarrollar hábitos de comer regulares, usted tiene razón para dar gracias a Dios si hay alguna persona que se interese lo suficiente en usted como para educarlo a fin de que usted sea hecho lo suficientemente fuerte para vencer y sobrevivir al mundo por la bondad inmerecida de Jehová.
INANICIÓN
14, 15. ¿Cómo trata Satanás de matar de hambre a los siervos de Dios?
14 Uno de los medios más eficaces de Satanás para alejar a las personas de la influencia de Jehová y de los efectos fortalecedores de Su espíritu es aislarlas del alimento espiritual, si es posible. Él induce a algunos a mantenerse alejados del alimento espiritual mediante el materialismo, sexo, orgullo, temor del hombre o mediante el despertar su egoísmo de otras maneras. Ellos dejan la mesa ricamente provista de Jehová por su propia cuenta y tienen que asumir la responsabilidad de morirse de hambre en frente de una mesa bien provista. Su fuerza tiene que desaparecer; su fe tiene que sufrir naufragio.—Isa. 25:6; 65:13, 14; Mat. 24:45-51; 1 Tim. 1:19.
15 A otros siervos de Dios, Satanás los priva a fuerzas del alimento espiritual con el fin de hacer que se mueran de hambre poniéndolos en prisiones y campos de esclavos, para que puedan ser abatidos espiritualmente y luego ser sujetados a presión y tentaciones para hacerlos quebrantar su lealtad a Jehová.
16, 17. ¿Cómo afecta a la persona la inanición espiritual, y qué deberíamos aprender de eso?
16 Un testigo de Jehová que pasó años en completo encierro incomunicado en la Alemania de Hitler describe lo que sucede cuando se hace morir de hambre espiritualmente a un siervo de Dios: “En tal condición el cerebro es el único órgano que trabaja, y qué bueno fué para mí que había estudiado bien las revistas de La Atalaya durante los años anteriores, pues así estuve bien preparado para el tiempo de la persecución por medio del estudio de los artículos acerca de Ester y Mardoqueo, intrepidez, Daniel en el foso de los leones, los tres hombres en el crisol, etc. Cuando estaba en esa condición preparé discursos enteros, que, en realidad, he pronunciado en parte muchos años después de mi liberación. Sin embargo, cuando uno está aislado del alimento espiritual y no tiene la oportunidad de hacer un intercambio de ideas con otros, entonces gradualmente ciertos cuadros e ideas desaparecen. Después de algún tiempo textos e importantes verdades de la Biblia, que sólo se pueden mantener frescos mediante uso constante, desaparecen enteramente de la memoria. En esta condición el depósito va disminuyendo constantemente. La persona que tiene sólo un pequeño abastecimiento y que se halla en una situación como ésa lo ha agotado mucho más rápidamente. Esto también lo ha demostrado la experiencia. ¿Cuántos en esa condición no han hecho todo lo posible por conseguir su libertad? y éstos no estuvieron listos a ir a la cárcel por segunda vez, cosa que podían lograr sólo transigiendo.”
17 Todo esto nos enseña claramente que, igual que en el caso del alimento normal, hay que tomar el alimento espiritual regular y frecuentemente para que la persona pueda mantenerse en la actitud de la mente llamada fe, sin la cual es imposible lograr el buen agrado de Jehová. El cristiano tiene su propia clase de alimento; él es “nutrido con las palabras de la fe.”—Heb. 11:6; 1 Tim. 4:6.
PÉRDIDA DEL APETITO
18. ¿Cuáles son algunas causas de la falta de apetito, y cuál debería ser nuestra reacción?
18 Aunque el deseo de alimentarse es normal en el hombre, puede desarrollarse una condición de enfermedad del cuerpo que dé por resultado que el hombre no sienta el deseo de comer. Le falta apetito. Considerando lo que el alimento significa para nosotros, es evidente que la falta de apetito es una amenaza para la buena salud y un peligro directo para nuestra vida, si no se remedia pronto. Puede haber varias causas para la falta de apetito: Intoxicación del sistema, tensión nerviosa, falta de compañerismo, así como de ejercicio o aire fresco. Sea cual fuere la causa, hay que hacer algo acerca de ello. La persona afectada tiene que tomar los asuntos en sus propias manos, o, si no puede hacer eso, algún otro tendrá que hacerlo. El dejar que las cosas sigan así pudiera ser fatal.
19. ¿Cuáles son algunas causas de la falta de apetito espiritual, y qué puede hacerse acerca de ello?
19 ¿Cómo está su apetito espiritual? ¿Está usted espiritualmente sano y saludable, y gozando al comer, dando gozo también al corazón del gran Proveedor del alimento espiritual? ¿Está su buen ejemplo estimulando el apetito espiritual de todos los demás y acrecentando un medio ambiente de contentamiento y bienestar? ¿O comió usted algo que lo intoxicó? En tal caso, pruebe los efectos limpiadores de hacer que grandes porciones de la Palabra de Dios pasen a través de su mente. ¿O está usted todo tenso con nerviosidad por estar muy ansioso acerca de los cuidados de esta vida? ¿Por qué no dejar que el gran Maestro, Cristo Jesús, corrija su mente? Cuando desaparezca la tensión, usted tendrá hambre. ¿O carece usted de compañerismo, y pierde su apetito a causa de no estar con otros? ¿Por qué no va usted y come regularmente con el resto de la familia de hermanos cristianos en el Salón del Reino? Eso le estimulará su apetito. ¿O es ejercicio y aire fresco lo que le falta a usted? ¿No hizo esfuerzo alguno en el servicio durante los últimos meses? Sea cual fuere la causa de su falta de apetito espiritual, hay un remedio para ello. Sin embargo, hay una cosa que a usted no le conviene hacer y eso es dejar las cosas de la manera que están. Usted definitivamente debe tomar cartas en el asunto. El dejar las cosas como están será desastroso. Es un asunto de vida o muerte.—Mat. 6:25-34.
20. ¿Por qué no es demasiado tener cinco reuniones a la semana?
20 Algunos hermanos piensan que son maduros, pero aparentemente no pueden desarrollar bastante apetito espiritual o no pueden disciplinarse para estar en todas las reuniones regulares. Son melindrosos en cuanto a cuáles reuniones concurrir. ¿Será posible que tengamos demasiadas reuniones? ¿No nos basta con sólo escoger algunas de ellas para concurrir regularmente? No se olvide de que por lo menos ocho horas al día usted está expuesto a la propaganda falsa del mundo de Satanás, destinada a eliminar de su cerebro hasta la última pizca de alimento que es para la vida espiritual. Por eso, ¿cómo podrían ser cinco horas a la semana en las reuniones demasiado para vigorizar y sostener esa actitud de la mente llamada fe? Hay grados de fe. Algunas personas tienen mucha fe, algunas tienen poca fe. La misma persona puede tener más fe o menos en diferentes ocasiones, pero todo depende ante todo del alimento espiritual adquirido, y luego también de los actos de fe ejecutados por esa persona. La fe se compara a un escudo capaz de “apagar todos los dardos encendidos del inicuo.” En esta época de proyectiles a ningún cristiano le conviene bajar su escudo por un instante dejando de concurrir a algunas reuniones y concurriendo a otras de acuerdo con su propia selección. Por eso tenemos que ser regulares al concurrir a todas las reuniones arregladas para los cristianos verdaderos y también tenemos que estudiar privadamente. Es para nuestra protección y educación, para que podamos enseñar a otros y hacerlos de fe fuerte también.—Efe. 6:16.
21. ¿Por qué debe preocuparnos el que no podamos interesarnos profundamente en los temas que estudiamos privadamente o en las reuniones?
21 Recuerde: es posible venir a la mesa y sin embargo no comer debido a la falta de apetito. Usted también puede venir a las reuniones o estar estudiando privadamente sin verdaderamente ingerir algo. Algunos así lo hacen. Sí, están en las reuniones, pero su mente no está activa en adquirir conocimiento con el fin de alimentarse. Están en Babia. No estudian con anticipación para profundizar en el tema que se considera con el fin de participar en la consideración. No se está efectuando ninguna edificación. Si eso le sucediera a usted con su apetito natural usted estaría preocupado. ¿Por qué? ¿Duele? No, no es que duela. No se siente ninguna hambre o impulso para comer. Eso es todo—al principio por lo menos. ¿Por qué preocuparse acerca de ello entonces? ¡Reduce la cuenta de alimentos que hay que pagar, de cualquier modo! Oh, no. Usted no lo ve desde ese punto de vista. Sus facultades de pensar le dicen a usted que si esto continúa será desastroso. De modo que por raciocinio sano usted se obliga a comer algo, o a hacer algo acerca de ello; o va a consultar a un doctor, pero usted no deja que el asunto se quede así. ¿No debería usted pensar de igual manera en su salud espiritual?
EL REMEDIO
22. ¿Qué debe hacerse para vencer la falta de apetito espiritual?
22 Sucede que algunas personas pierden el apetito cuando llegan a un clima cálido. Como cualquier doctor aconsejará, todo lo que ellas pueden hacer entonces es obligarse a comer gústeles o no. Obliguen al sistema a trabajar con el alimento, a asimilarlo y adquirir la fuerza normal de él. Hay que ejercer fuerza de voluntad mientras dura el tratamiento, pero después pueden descansar y gozar de un buen apetito. Ya no hay necesidad de obligarse a comer. En muchos casos esto es lo que se requiere para que usted restaure su apetito espiritual. Un poco de fuerza de voluntad, un poco de disciplina, obligando a su sistema a adquirir el conocimiento, a asimilarlo, a usarlo y después de haber hecho eso por algún tiempo usted puede descansar y simplemente gozar de un apetito excelente. Ya no tendrá que obligarse.
23. ¿Por qué no obtienen algunas personas el valor completo del estudio de La Atalaya?
23 Algunas personas no demuestran mucho apetito espiritual en los estudios de La Atalaya porque no han desarrollado un sentido de detalles. Esperan que más o menos cada Atalaya haga ver claramente una nueva verdad importante, como fué el caso al principio cuando entraron en la verdad. Entonces era fácil el alimentarse de la Palabra de Dios. Cada idea, casi todo texto, era nuevo entonces, mientras que ahora tienden a pensar que siempre es una repetición de la misma cosa. Jesús nos dijo por qué no iba a suministrarnos cosas e ideas nuevas todo el tiempo, y la razón era que no podríamos asimilarlas tan aprisa. Por eso es bueno que no toda Atalaya traiga nueva luz del templo de Jehová. No podríamos digerirla así de rápido, pero de todos modos hay bastante alimento en cada Atalaya para mantenernos bien alimentados y vivos espiritualmente. Todo depende de la manera en que usted vea el asunto. Si usted se entrena a buscar detalles, usted se sorprenderá de lo que puede hallar en cada Atalaya. ¿Sabe usted las respuestas a tales preguntas como, ¿Por qué decimos que la sociedad del nuevo mundo fué fundada en 1919? ¿Cuándo exactamente fué colocada la piedra de fundamento del nuevo mundo? Exactamente, ¿quién quitó el viejo pacto y lo clavó al madero? Estas son algunas de las cosas que usted debería estar buscando, y si usted sabe profundizar, usted las sacará de cada artículo de La Atalaya. Lo que necesitamos es disciplinarnos constantemente hasta que podamos excitar nuestro apetito por tales detalles. Si usted puede seguir preguntando los porqués y las razones puede mantener vivo su apetito espiritual.
24. ¿Por qué no debemos desesperanzarnos si sufrimos falta de apetito espiritual, y qué provisiones ha hecho Jehová para hacer in vencibles a sus siervos?
24 Por eso anímese si cree que ha perdido su apetito espiritual. Jamás está tan malo que no pueda ser sanado si usted tiene el deseo de recuperarse. El mejor tiempo para que usted aprenda a tener apetito es ahora mismo en este tiempo de la historia del hombre cuando Jehová ha provisto una mesa tan rica de alimento espiritual por medio de dar a entender su Palabra a tal grado como nunca se dió el caso antes. Hoy él está dejando que su “esclavo fiel y discreto” sirva a los domésticos de la casa de Dios y a los compañeros de buena voluntad de ellos, “para darles el alimento al debido tiempo.” ¡No considere de modo pasivo la incapacidad personal suya para ingerir o adquirir ese alimento vital especialmente provisto para el tiempo del fin y convertirlo en fuerza invencible, sino haga algo acerca de ello! Ejerza disciplina para que viva.—Isa. 25:6; 55:1-3; 65:13, 14; Juan 6:35; Apo. 7:16; Mat. 24:45.
25. ¿Cómo debe usarse la energía acumulada?
25 El propósito de formar un cuerpo fuerte es para que trabaje y gaste su energía. El propósito del cristiano al hacerse poderoso en el “hombre interior” es trabajar en el servicio de su Dios. “La fe, si no tiene obras, está muerta en sí misma.” (Sant. 2:17) Encárguese usted de tener un buen apetito espiritual y satisfágalo.