El limpiabotas predicador japonés
EL Mainichi Shimbun de Osaka, Japón, del 18 de diciembre de 1958 contenía el siguiente informe de la actividad predicadora de un testigo de Jehová de esa ciudad, junto con una foto de él con su Biblia:
“LIMPIABOTAS PRONUNCIA SERMONES EN LA CALLE AL FIN DEL AÑO. CONVERSA CON SUS CLIENTES SOBRE LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA Y EL MATERIALISMO.
“Falta una semana para la Navidad. Habrá mucho júbilo otra vez este año. Pero hay un limpiabotas que no participará en toda esta jarana y que está predicando: ‘Lo que la Biblia enseña es esto.’ Diez años han sido para él como un día.
“Esta persona es el Sr. Yoshitaka Isobe, de 55 años de edad, . . . que antes era trompeta de jazz en el restaurante teatral Minato. Se disgustó mucho con el mundo de ‘vino y mujeres,’ y cuando un misionero que vivía en el mismo edificio que él le predicó empezó a estudiar la Biblia con él. Tanto le interesó su estudio que se puso a pensar: ‘Yo quiero comunicar esta enseñanza a otros.’ Por esto escogió trabajar de limpiabotas, para que los clientes pudieran escucharle durante los cuantos minutos que les daba bola a sus zapatos.
“El Sr. Isobe inmediatamente estableció su lugar de negocio frente al tren subterráneo de Umeda. Ocho años han pasado. . . . Con la excepción de los domingos, miércoles y sábados por la mañana, cuando sale a predicar de casa en casa, se le ve todos los días en su puesto en la calle. Ahora se sienta en una esquina en frente de la estación Naniwa, y se dice que otros también se han hecho predicadores como resultado de oir sus sermones en la calle.
“Su familia coopera con él de todo corazón en su actividad de predicar en la calle. De hecho, sus hijas Mariko (16) y Miyoko (12) . . . tienen tanto celo que salen a predicar con él. Él espera que en el futuro los cuatro miembros de su familia vayan de precursores con él a Hokkaido [donde hay gran necesidad] para hacer su obra de predicar. Hoy, como de costumbre, sacó su Biblia muy usada y preguntó: ‘¿Qué le parece a usted el materialismo del mundo?,’ a un joven que se sentó en frente de él.
“El Sr. Isobe dijo: ‘La Biblia no dice en ningún lugar que está bien comer y beber en exceso. Son muy pocos los que entienden el espíritu de la Biblia. Mi deseo es comunicar esta preciosa enseñanza a cuantos pueda.’”