La sabiduría práctica en la edad sideral
“El hacer que la sabiduría tenga éxito significa ventaja.”—Ecl. 10:10.
1. A pesar de que el hombre recientemente se lanzó en la “era sideral,” ¿por qué es patente que hay algo defectuoso acerca de su sabiduría?
RECIENTEMENTE la sabiduría del hombre lo lanzó en lo que él llama “la era sideral.” Pero la sabiduría del hombre no le ha abierto el camino al cielo. El hombre, mediante sus instrumentos, ha penetrado centenares de miles de kilómetros en el espacio sideral para enterarse de algunos de sus secretos. A pesar de toda esta sabiduría, el hombre no ha logrado la entrada en los cielos, el hogar de Dios. Toda la investigación de las profundidades insondables del espacio que el hombre científico realiza no lo ha hecho siquiera interesarse en aprender mas acerca de Dios, el Creador. Entonces, ¿no hay algo defectuoso acerca de la sabiduría “sideral” del hombre? ¿Es práctica?
2, 3. (a) ¿Cómo muestra el hombre científico que sondea el espacio profundo que él es semejante a la vaca irracional? (b) ¿A qué palabras de Salomón no presta él ninguna atención?
2 Mientras más lejos alcanza a penetrar en el espacio profundo el hombre inquiridor con sus cohetes y satélites equipados con instrumentos para medir, más se confronta con la evidencia de que hay un solo Dios de toda la creación, que Dios es o existe, que el Creador inteligente de todo el universo existe. El hombre se halla obligado a ver y reconocer la sabiduría, el entendimiento, el conocimiento y el discernimiento con que todo el universo llegó a existir. Pero el que el hombre confíe en su propia sabiduría y se enorgullezca por sus propios logros lo hace irracional, igual que una bestia bruta. La vaca en el campo mira las maravillas de tierra y cielo pero no puede apreciar que hay un Creador supremo, omnipotente y omnisapiente que hizo y arregló todas estas cosas gloriosas en el orden y armonía que despliegan. Así ha llegado a ser el orgulloso hombre científico en la era sideral. Ve, pero no razona y no entiende. Quiere evitar el hecho de que hay un Dios a quien él es responsable y cuya voluntad él debería esforzarse por conocer y hacer. Por lo tanto él mismo no usa las cualidades que ve exhibidas en las obras de la creación, y prueba que es impráctica la sabiduría materialista que posee. No presta ninguna atención a las siguientes palabras escritas por un rey famoso que poseía sabiduría práctica miles de años antes de la era sideral:
3 “Jehová mismo con sabiduría fundó la tierra. Afirmó sólidamente los cielos con discernimiento. Mediante su conocimiento las aguas agitadas mismas fueron separadas, y los cielos nublados continúan goteando lluvia ligera. Hijo mío, no se escapen [la sabiduría el discernimiento y el conocimiento que se exhiben en la creación de Dios] de tus ojos. Salvaguarda la sabiduría práctica y la habilidad para pensar.”—Pro. 3:19-21.
4, 5. (a) ¿Qué razones dio el rey Salomón como motivo para aconsejarnos a mantener las citadas facultades? (b) ¿Cómo aplican especialmente al tiempo actual las razones que Salomón dio?
4 Pero, ¿por qué deberíamos mantener dicha sabiduría, discernimiento y conocimiento ante los ojos de nuestra mente como algo relacionado con Jehová Dios como Creador? ¿Por qué salvaguardar la sabiduría que es práctica, y por qué mantener asida nuestra habilidad para pensar, no dejando que la regimenten hombres imperiosos y egoístas? El rey de sabiduría práctica siguió escribiendo para explicar el motivo, diciendo: “Y resultarán ser vida para tu alma y encanto para tu garganta. En ese caso andarás en seguridad por tu camino, y ni siquiera tu pie se golpeará contra cosa alguna. Cuando sea que te acuestes no sentirás pavor, y ciertamente te acostarás y tu sueño ciertamente será placentero. No tendrás que temer ningún pavor repentino, ni de la tormenta sobre los inicuos, a causa de que viene. Porque Jehová mismo resultará ser, de hecho, tu confianza, y él ciertamente guardará tu pie de captura.”—Pro. 3:22-26.
5 Beneficios como éstos que provienen de la sabiduría práctica, del discernimiento, del conocimiento y de la habilidad para pensar relacionados con Jehová Dios realmente hacen falta en este tiempo en que existe temor de asaltos por sorpresa, de una lluvia de muerte procedente de los cielos, de una muerte violenta para nuestra alma desde el espacio sideral o desde los profundos niveles submarinos de los grandes océanos. Aparte de cosas como las citadas que el hombre puede causar, hay la guerra universal del Armagedón que viene cual tormenta contra todos los que son inicuos a la vista de Dios. Los hombres de ciencia militares libremente admiten que no tienen defensa alguna contra el guerrear con proyectiles. Mucho menos la tienen contra el Armagedón.
6, 7. (a) El que es inútil acudir al hombre en espera de que enseñe sabiduría práctica lo demostró recientemente ¿qué estudiante de la Universidad Columbia? (b) Al declarar sin lugar la demanda ¿cómo falló el juez del Tribunal Superior contra el acudir a cosas humanas en busca de sabiduría?
6 Ante tan patente falta de discernimiento y entendimiento como ésta de parte de los hombres de ciencia de esta era sideral, es inútil acudir al hombre mismo en busca de la sabiduría práctica que signifique una vida segura para nosotros en felicidad y paz. Aquí tenemos ahora algo que más o menos ilustra esto. Un joven del Estado de Nueva Jersey asistió a la Universidad Columbia de la ciudad de Nueva York. Más tarde entabló juicio contra la universidad por el precio de la enseñanza y daños y perjuicio por el tiempo que había invertido como estudiante en la Universidad Columbia. ¿Por qué? El World Telegram and Sun de Nueva York informa: “Dijo que Columbia lo detuvo al afirmar falsamente que enseñaba sabiduría.”
7 El juez de Tribunal Superior Gerald Foley declaró sin lugar la demanda el 13 de junio de 1958. Dijo él: “Si hay cosa alguna que la persona de inteligencia común sabe, es que la sabiduría no puede enseñarse, si en realidad, siquiera puede definirse.” Entonces el juez hizo una referencia vigorosa a la inhabilidad humana al concluir con estas palabras: “Ninguna persona racional aceptaría la aseveración de cualquier hombre o institución de que la sabiduría puede enseñarse y ninguna persona racional derivaría de la materia [presentada en esta causa jurídica] que Columbia daba la impresión de que podía enseñar sabiduría o la enseñaría.” No obstante, el World Telegram and Sun de Nueva York informó que el ex estudiante de la Universidad Columbia no quedó satisfecho y dice que “apelará de la denegación de su demanda en que acusa a la institución de no haberle enseñado sabiduría.”—14 de junio de 1958.
8, 9. (a) El juez del Tribunal Superior no estaba en la debida posición para citar ¿qué lugar como el único de donde el hombre consigue sabiduría? (b) ¿De dónde confesó Salomón que él recibió su sabiduría, y qué dijo él respecto a sus beneficios?
8 Tenemos todo motivo para creer que el Tribunal de Apelaciones confirmará el fallo cuerdo del juez del Tribunal Superior, de que ninguna institución mundana del hombre puede enseñar sabiduría.a No estaba dentro de la jurisdicción de este juez de un tribunal no religioso decir que la sabiduría viene únicamente de la fuente celestial, es decir, de Jehová Dios, cuyas cuatro principales cualidades personales son sabiduría, justicia, poder y amor. Fue Dios quien, en primer lugar, implantó en el hombre lo que éste tiene de sabiduría y así el hombre fue creado en nivel humano a la imagen y semejanza de Dios su Hacedor. De modo que el hombre debería exhibir más sentido común que una vaca, especialmente ahora en esta “era sideral.” El hombre debería conseguir algo del entendimiento y discernimiento que el sabio rey Salomón tenía, que está escrito y ha sido conservado para nosotros en el libro de la Biblia que se llama Proverbios. El rey Salomón sabía de donde él había conseguido su sabiduría, y fue lo suficientemente humilde y agradecido como para confesarlo. En Proverbios 2:6-22 escribió:
9 “Jehová mismo da la sabiduría; procedentes de su boca hay conocimiento y discernimiento. Y para los rectos atesorará sabiduría práctica; para los que andan en integridad él es un escudo, por medio de observar las sendas de juicio, y él guardará el mismo camino de sus hombres de bondad amorosa. En ese caso entenderás la justicia y el juicio y la rectitud, el curso entero de lo que es bueno. Cuando entre la sabiduría en tu corazón y el conocimiento mismo se haga grato a tu misma alma, la misma habilidad para pensar te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará, para librarte del camino malo, del hombre que habla cosas perversas, de los que dejan las sendas de rectitud para andar en los caminos de las tinieblas, de los que están regocijándose en hacer el mal, que están alegres en las cosas perversas de la maldad; aquellos cuyos caminos son torcidos y que son tortuosos en su curso general; para librarte de la mujer extraña, de la mujer extranjera que ha hecho suaves sus propios dichos, que está dejando al amigo confidente de su juventud y que se ha olvidado del mismo pacto de su Dios. . . . En cuanto a los inicuos, ellos serán cortados de la tierra misma, y en cuanto a los traicioneros, ellos serán arrancados de ella.”
10. ¿Cómo se muestra que es impráctica la sabiduría del hombre, pero cómo se muestra que es práctica la sabiduría que recibimos y usamos de Dios?
10 La sabiduría del hombre en esta “era sideral” ha aumentado los peligros, los riesgos para él y las amenazas a su mismísima existencia en medio de todas las ventajas materiales de que disfruta. Por lo tanto es sabiduría impráctica. Este no es el caso con la sabiduría que Jehová Dios da, junto con el conocimiento, discernimiento y entendimiento que él también da. Estas cosas que recibimos de él nos ayudan a ser rectos y a andar en integridad de acuerdo con una norma más alta que la del hombre, de acuerdo con la norma de Dios. Piense en lo que significa tener al Todopoderoso Jehová Dios como nuestro escudo porque andamos en esta integridad. Y si somos rectos, piense en este Dios atesorando algo para nosotros, “sabiduría práctica,” o, realmente, el fruto de la sabiduría práctica, es decir, un éxito duradero, un funcionamiento eficaz, los buenos efectos del trabajo que hacemos. De este modo nunca llegamos a una pérdida verdadera; nunca estamos desperdiciando nuestros esfuerzos o haciendo mal uso de ellos; estamos allegando tesoro con Dios. Y este tesoro tiene que ver con la eternidad, porque Jehová Dios es eterno. “Aun desde tiempo indefinido hasta tiempo indefinido tú eres Dios,” le dijo el profeta Moisés a Él al rendirle adoración. (Sal. 90:2) Así se nos asegura que nuestro tesoro será eterno, hasta tiempo indefinido tan lejos en el futuro como Jehová fue Dios hasta tiempo indefinido en el pasado, lo que significa eternamente. La sabiduría que trae un éxito tan duradero verdaderamente es “sabiduría práctica,” sabiduría sana y eficaz. Así que la sabiduría práctica es más que simplemente sabiduría como la que el hombre posee actualmente.
11. ¿Qué escribió a los efesios acerca de la sabiduría otro nombre, hace mil novecientos años?
11 Mil años después del sabio rey Salomón, otro hombre escribió acerca de la sabiduría, un hombre cuyos escritos tienen hoy día mayor circulación que la de cualquier escritor viviente sobre la tierra. En su carta a los efesios, que se circula en las páginas de la Biblia, este hombre, el apóstol Pablo de hace mil novecientos años, escribió estas palabras a sus compañeros cristianos: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en unión con Cristo, . . . su amado. Por medio de él tenemos la liberación mediante rescate por la sangre de ese, sí, el perdón de nuestras transgresiones, conforme a las riquezas de su bondad inmerecida. Esta él hizo abundar para con nosotros en toda sabiduría [sofía, griego] y buen sentido [frónesis], en que él nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad. Está de acuerdo con su buen placer que él se propuso en sí mismo.”—Efe. 1:3-9.
“EL SECRETO SAGRADO DE SU VOLUNTAD”
12. ¿A qué se debe que los científicos de la “era sideral” no hayan conseguido las bendiciones que han de hallarse en aquellos “lugares celestiales”?
12 Los científicos de la “era sideral” han hecho estallar explosiones nucleares unos quinientos kilómetros arriba en el espacio y han enviado satélites hechos por el hombre en órbita alrededor del sol y han hecho saltar señales de radar del planeta Venus. Pero no han penetrado en los “lugares celestiales en unión con Cristo.” Por eso es que no han llegado a conocer “toda bendición espiritual” que ha de hallarse en aquellos cielos. Esto prueba que no es por medio de la ciencia materialista que conseguimos las bendiciones espirituales que hay en aquellos cielos. Es únicamente por medio del camino que Dios ha arreglado; es únicamente por medio de su amado, Jesucristo. El camino de Dios tiene que ver con la sangre de su Hijo, es decir, con el derrame de la vida humana perfecta de Jesucristo como sacrificio de rescate para nosotros. Los científicos que no reconocen el sacrificio de rescate de Jesucristo, el Hijo de Dios, no pueden apreciar la bondad inmerecida de Dios ni pueden conseguir los beneficios vitales del sacrificio de Jesús. No pueden disfrutar de la bendición de ser librados de la condenación de su innata condición pecaminosa. No pueden disfrutar de la bendición de ser perdonados de sus transgresiones por Dios, contra quien cometen transgresiones de continuo. Sólo en las riquezas de la bondad inmerecida de Dios para con los pecadores arrepentidos nos concede él tal bendición salvavidas por medio de Jesucristo.
13. ¿Cómo es “en toda sabiduría y buen sentido” que Dios ha hecho abundar para con nosotros los creyentes su bondad inmerecida?
13 Esta bondad inmerecida Dios la ha hecho abundar para con nosotros los creyentes “en toda sabiduría y buen sentido, en que él nos dio a conocer el secreto sagrado de su voluntad.” No que él haya hecho esto en toda la sabiduría y buen sentido de parte de él mismo, sino que lo ha hecho por medio de impartir “toda sabiduría y buen sentido” a nosotros los creyentes. Por esta declaración que el apóstol Pablo hizo él da énfasis al hecho de que Dios el Padre de Jesucristo es la fuente de toda la sabiduría y buen sentido y por consiguiente cualquier medida que tengamos de esas cualidades la recibimos de Dios. Junto con la sabiduría que recibimos de él tenemos buen sentido, prudencia, perspicacia. Al estar unida con el buen sentido, esa sabiduría es sabiduría práctica, porque es una sabiduría que obra en armonía con la voluntad revelada de Dios.
14. (a) ¿Cómo explicó Pablo que Dios no había impartido Su ‘sabiduría en un secreto sagrado’ a sus enemigos? (b) Por eso, ¿qué expresa el que él nos revele su secreto sagrado?
14 A pesar de toda la sabiduría que los científicos mundanos han estado acumulando de siglo en siglo no han podido resolver o desenredar el “secreto sagrado” de la voluntad de Dios, sin decir nada del secreto de lo que es la vida y cómo ésta se produce o consigue. La voluntad de Dios es un secreto que él ha considerado sagrado para sí mismo hasta que sea su tiempo para revelar su voluntad o cierta parte de su voluntad. Aun cuando lo reveló, Dios no escogió revelárselo a todo el mundo, a amigos y enemigos igualmente. Dice el apóstol Pablo: “Hablamos la sabiduría de Dios en un secreto sagrado, la sabiduría escondida, que Dios preordenó antes de los sistemas de cosas para nuestra gloria. Esta sabiduría ni uno de los gobernantes de este sistema de cosas llegó a conocer, porque si la hubieran conocido ellos no habrían empalado al glorioso Señor. Porque así como está escrito: ‘El ojo no ha visto y el oído no ha oído, ni se han concebido en el corazón del hombre las cosas que Dios ha preparado para los que lo aman.’ Pues es a nosotros que Dios las ha revelado por medio de su espíritu, porque el espíritu escudriña todas las cosas, hasta las cosas profundas de Dios.” (1 Cor. 2:7-10) En armonía con eso, David, el padre del rey Salomón, dijo: “La intimidad con Jehová pertenece a los que le temen, también su pacto, para hacer que lo conozcan.” (Sal. 25:14) Por esta razón el que Jehová nos revele el secreto sagrado de su voluntad expresa las riquezas de su bondad inmerecida para con nosotros. Por eso, ¡cuán favorecidos somos!
15. ¿Qué es ese secreto sagrado de la voluntad de Dios según se lo explicó brevemente Pablo a los efesios?
15 ¿Qué es ese secreto sagrado de la voluntad de Dios? Es el propósito de Dios de tener cierta administración de las cosas. De acuerdo con esta administración él hace a su Hijo Jesucristo la cabeza, jefe o principal de su organización universal, de modo que todas las cosas en el cielo y en la tierra tienen que ser juntadas bajo su Hijo glorificado como cabeza de ellas. Esta es la administración que Dios establece para su organización universal por medio de su ensalzado Hijo fiel, Jesucristo. Es un arreglo teocrático de cosas, porque es un arreglo hecho por Dios y también Dios domina el arreglo, haciéndolo por medio de aquel a quien Él hizo cabeza, su Hijo glorificado. Por eso su propósito ya revelado es “para una administración al límite cumplido de los tiempos señalados, a saber, juntar todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas sobre la tierra. Sí, en él, en unión con quien a nosotros también se nos asignó como herederos, en que fuimos preordenados conforme al propósito de aquel que opera todas las cosas conforme a la manera que su voluntad aconseja.”—Efe. 1:10-12.
16. Debido a que tenemos conocimiento de este secreto sagrado, ¿cómo podemos obrar con sabiduría y buen sentido?
16 Ya que tenemos este conocimiento seguro de su propósito y dado que gira alrededor de Jesucristo su Hijo, podemos obrar con toda sabiduría y buen sentido. Puesto que sabemos que Dios “opera todas las cosas conforme a la manera que su voluntad aconseja,” sabiamente podemos mantenernos en armonía con su voluntad, y no sufrir desilusión o sentirnos frustrados al ver desbaratados nuestros planes y arreglos egoístas por ser éstos contrarios a la voluntad de Dios. No nos dejaremos engañar de modo que creamos que estamos logrando algo, que estamos haciendo algo grande, que estamos progresando bien, cuando, en realidad, estamos pasando por alto a Dios y no estamos obrando en armonía con su irresistible propósito y con su arreglo para que consigamos la vida eterna y disfrutemos del desempeño de un papel bajo su administración teocrática en la cual Jesucristo es cabeza.
17, 18. (a) En vista del secreto sagrado respecto a Cristo, ¿cómo demostramos que tenemos sabiduría práctica? (b) En lo que concierne al puesto más elevado de la criatura, ¿cómo muestra Pablo quién tiene el respaldo todopoderoso de Dios?
17 Sin embargo, puesto que se nos ha informado acerca del secreto sagrado de la voluntad de Dios respecto a Cristo, podemos obrar con la sabiduría y buen sentido que Dios da junto con esa información. Podemos evitar lo que no es sabio o prudente, lo que no tiene buen sentido o lo que no muestra prudencia y perspicacia cuando se le mide con la voluntad de Dios en Cristo. Por lo tanto, demostramos que tenemos sabiduría práctica cuando nos sometemos a Jesucristo como el sumamente ensalzado de Dios y lo seguimos de acuerdo con sus enseñanzas e instrucciones. Lancen los científicos a un hombre en cohete al espacio sideral si pueden, no obstante ningún hombre, ninguna criatura en el cielo o en la tierra, puede subir más alto que Jesucristo, el Hijo de Dios. No hay hombre que pueda subyugar a todas las naciones y gobiernos bajo él mismo y retener para siempre su puesto supremo. Esta no es la voluntad de Dios para el hombre pecaminoso. No hay otra criatura que cuadre en el secreto sagrado de la voluntad de Dios de modo que sea el gobernante ungido en el reino de Dios. Solamente Jesucristo cuadra en ese lugar. Por lo tanto sólo él tiene el respaldo todopoderoso del Dios omnipotente. Por eso Pablo dijo a los creyentes:
18 “Continuo mencionándolos en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento acertado de él, habiendo sido iluminados los ojos de su corazón, para que ustedes sepan . . . cuál es la sobrepujante grandeza de su poder para con nosotros los creyentes. Es de acuerdo con la operación de la potencia de su fuerza, con la cual ha operado en el caso del Cristo cuando lo levantó de entre los muertos y lo sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo gobierno y autoridad y potestad y señorío y todo nombre que se nombra, no solamente en este sistema de cosas, sino también en el que ha de venir. Él también sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y le hizo cabeza sobre todas las cosas de la congregación, la cual es su cuerpo.”—Efe. 1:16-23.
19. (a) ¿Cómo se nos ha revelado el conocimiento acertado respecto a quién tendrá y ejercerá la dominación del mundo? (b) ¿Por qué no decidirá este asunto ninguna reunión política mundana ni ninguna nación de la “era sideral”?
19 ¡Qué cosa más maravillosa y conmovedora es para nosotros saber, pues, quien es aquel a quien el Dios supremo y todopoderoso ha nombrado para tener y ejercer la dominación mundial! Tenemos conocimiento acertado sobre este punto, y se nos ha revelado, no por los conductos diplomáticos de este mundo, no por las reuniones de los que son cabezas de los gobiernos o de los ministros de relaciones exteriores de los gobiernos de este mundo, sino por la Palabra de Dios bajo la fuerza iluminadora de su espíritu. Jesucristo nuestro Señor es aquel a quien el Padre de la gloria ha sentado en el reino de su nuevo mundo prometido desde hace mucho, para gobernar en el cielo y sobre la tierra y sobre todos aquellos a quienes se les permita habitar la tierra. Ninguna reunión de cumbre decidirá esto, ninguna sesión del Consejo de Seguridad o de la Asamblea General de las Naciones Unidas decidirá esto. Tampoco decidirá esto la nación o el bloc militar de naciones que tenga el mayor almacenamiento de proyectiles o que haya logrado los mayores progresos en el dominio del espacio sideral. Ya se ha decidido, hace mucho, hace mil novecientos años. Y desde 1914 d. de J.C. el reino que se predijo repetidas veces, cuyo Rey ungido cumple el secreto sagrado de Dios, ha estado ejerciendo el poder y el dominio en los cielos mucho más allá del alcance de los cohetes siderales y satélites del hombre.
20. ¿El logro de qué otro detalle del secreto sagrado de Dios no podrá imposibilitar ninguna junta de políticos?
20 Tiene otro detalle el secreto sagrado de Dios, a saber, el tener asociada con su Rey Jesucristo en su reino celestial a una congregación de 144,000 fieles seguidores escogidos de entre los hombres por Dios durante esta era cristiana. Ninguna junta de políticos poderosos reunidos para decidir cómo dividir entre ellos el dominio de esta tierra podrá imposibilitar este detalle tampoco.
21, 22. (a) ¿Qué visión de Daniel se cumplió en 1914? (b) ¿Qué otra parte de esa visión relacionada con el dominio del mundo pronto se cumplirá?
21 Todo el testimonio recogido de las profecías de la Biblia y de los sucesos terrestres que cumplen las profecías da a saber esto: Que en el año de 1914, que resultó en grandes cambios para el mundo, se cumplió la visión que tuvo el profeta Daniel: “Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido a un hijo de hombre; y vino al Anciano de días, y le trajeron delante de el. Y fuéle dado el dominio, y la gloria, y el reino, para que todos los pueblos, naciones y lenguas le sirviesen: su dominio es un dominio eterno, que jamás pasará, y su reino el que nunca será destruído.”
22 Y pronto ya la otra parte de la visión que tiene que ver con la congregación de los seguidores santos de Jesucristo se cumplirá: “Vino el Anciano de días, y el juicio fué dado a favor de los santos del Altísimo, y llegó el tiempo en que los santos habían de tomar posesión del reino.” El ángel de Dios le explicó esto a Daniel, diciendo: “El reino, y el dominio, y el señorío de los reinos por debajo de todos los cielos, será dado al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es un reino eterno; y todos los dominios le servirán y le obedecerán a él.”—Dan. 7:13, 14, 22, 27, Mod.
23. Al luchar contra la decisión y arreglo de Dios, ¿por qué estarán obrando las naciones con sabiduría impráctica?
23 Peleen las naciones equipadas con proyectiles e investigadoras del espacio una guerra caliente o fría sobre esta cuestión de la dominación del mundo. No habría absolutamente ninguna necesidad de pelear si sólo reconocieran la decisión y acción de Jehová Dios en el asunto. Al pasar por alto la decisión y arreglo de Dios en el asunto y por eso luchar contra ello sin saberlo, tal vez obren con toda la sabiduría militar acumulada de las edades; pero de todos modos obrarán con sabiduría impráctica. La guerra de las naciones realmente será una de mal cálculo, porque cometen el error de juzgar a Jehová Dios por la apariencia aparentemente débil e indefensa de sus testigos en la tierra, los verdaderos seguidores del Cordero Jesucristo. Por eso está escrito acerca de las naciones que ellas carecen de sabiduría práctica y que no manifiestan más entendimiento que el que tiene una bestia bruta: “Estos guerrearán contra el Cordero, pero, porque es el Señor de los señores, y el Rey de los reyes, el Cordero los vencerá. También lo harán aquellos llamados y escogidos y fieles que con él están.”—Apo. 17:12-14.
ES SABIO DELIBERAR
24, 25. (a) ¿Cuál es la actitud de los que desean estar de parte de los victoriosos en la lucha universal? (b) ¿Qué consejo del Cordero seguimos nosotros?
24 Las personas que desean estar de parte de los victoriosos en la lucha universal para la dominación del mundo no siguen a las naciones en la ignorancia del secreto sagrado de Dios. Ellas no quieren que se les arrastre a una guerra de mal cálculo contra Dios y su Cordero Jesucristo. En armonía con la “sabiduría de Dios en un secreto sagrado, la sabiduría escondida,” estos amantes de la vida y la felicidad siguen el consejo del Cordero Jesucristo que él dio cuando una muchedumbre notablemente grande le seguía. El asunto era: ¿Continuarían todos ellos siguiéndole hasta el fin? ¿Conocían cabalmente lo que esto requería? Así que leemos concerniente a esto:
25 “Ahora bien, grandes muchedumbres estaban viajando con él, y él se volvió y les dijo: ‘Si alguno viene a mí y no odia a su padre y madre y esposa e hijos y hermanos y hermanas, sí, y hasta su propia alma, no puede ser mi discípulo. Cualquiera que no esté cargando su madero de tormento y viniendo en pos de mí no puede ser mi discípulo. Por ejemplo, ¿quién de ustedes que quiera construir una torre no se sienta primero y calcula el gasto, para ver si tiene suficiente para completarla? De otro modo, pudiera colocar los cimientos pero no tener los fondos para terminarla, y todos los espectadores pudieran empezar a ridiculizarlo, diciendo: “Este hombre comenzó a edificar pero no tenía los fondos para terminar.” O ¿qué rey, que marcha para encontrar a otro rey en guerra no se sienta primero y consulta si puede con diez mil soldados hacer frente al que viene contra él con veinte mil? Si, en realidad, no puede hacerlo, entonces mientras aquél todavía está muy lejos él envía a un cuerpo de embajadores y pide paz. Por consiguiente, puedes estar seguro, ninguno de ustedes que no le diga adiós a todas sus posesiones puede ser mi discípulo. La sal, a buen seguro, es excelente. Pero si aun la sal pierde su fuerza, ¿con qué se mezclará? No sirve ni para terreno ni para abono. La gente la echa afuera. Escuche el que tenga oídos para escuchar.’”—Luc. 14:25-35.
26. ¿Qué sería sabiduría práctica en lo que concierne a construir una atalaya o hacer la guerra a un enemigo superior?
26 Para conseguir la seguridad o la protección de la propiedad que una atalaya hace posible, hay que tener los fondos con que completarla a la debida altura. Para evitar ridículo o el hacerse objeto de burla, hay que ser práctico en sabiduría y calcular primero para determinar si se tiene suficiente dinero para completar la torre propuesta, antes de empezar a edificar y desperdiciar el tiempo, material, energía y dinero y mostrar falta de sabiduría. En la guerra, para evitar el tener que sufrir una derrota calamitosa o aun el exterminio de su ejército y de él mismo, un rey tiene que mostrar buen sentido y hacer ciertos cálculos. ¿Le será posible vencer al rey que viene contra él con un ejército dos veces más grande que el suyo y posiblemente mejor equipado? ¿O sería más seguro pedir paz y no arriesgarse a una pelea? Si lo último es aconsejable, entonces sería ejercer sabiduría práctica el que el rey más débil pidiera paz.
27. ¿Cómo se mostró sabiduría mundana por la manera en que se trató la crisis de Berlín de 1959, pero cómo no obran con sabiduría práctica las naciones en lo que concierne a la inminente guerra universal?
27 No es diferente la situación en esta era sideral. Hasta en la crisis de Berlín de 1959 se vio que era aconsejable negociar más bien que arriesgarse a una guerra nuclear con todas las consecuencias desastrosas que ésta les acarrearía a ambas partes en conflicto. Pero, ¿qué hay de la inminente guerra universal entre el Dios Todopoderoso y todo este inicuo sistema de cosas? Ah, en este caso más serio las naciones no ven ninguna necesidad de negociar, ninguna necesidad de enviar ahora antes que el Armagedón venga como ataque por sorpresa y pedir paz al Dios Todopoderoso. No obstante, les es absolutamente imposible triunfar contra él. El seguir pasando por alto las advertencias que Jehová les envía mediante sus testigos hasta que se libre batalla en el Armagedón significa aniquilación para todas las naciones de este mundo. De modo que no muestran ninguna sabiduría práctica.
28. ¿Dónde nos ha enseñado el espíritu de revelación que se están juntando los reyes de la tierra, y por qué no nos conviene ser como ellos?
28 A nosotros para con quienes la bondad amorosa de Dios ha abundado en toda sabiduría y buen sentido no nos conviene hacer como hacen los gobernantes del mundo. Nosotros tenemos que obrar con el “espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento acertado de él, habiendo sido iluminados los ojos de [nuestro] corazón.” Teniendo los ojos iluminados vemos lo que la Revelación profética ha dicho concerniente a las “expresiones inspiradas por los demonios” que salen de la boca de oradores impresionantes: “Salen a los reyes de toda la tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso. Y los juntaron al lugar que se llama en hebreo Armagedón.” (Apo. 16:13, 14, 16, nota al pie de la página) Tenemos el conocimiento acertado de que los reyes están siendo juntados para destrucción a manos del Dios Todopoderoso y su Rey de los reyes. Personalmente, nosotros los testigos de Jehová hemos obrado con sabiduría práctica y hemos rehusado acompañarlos.
29. ¿Cómo hemos obrado nosotros de manera distinta a la de aquellos reyes, y cómo hemos mostrado odio para con los que amamos según la carne?
29 Nosotros hemos pedido paz a Dios mediante su Cordero Jesucristo, por medio de cuya sangre recibimos la liberación de la condenación y el perdón de nuestras transgresiones contra Dios. Hemos contado el costo, calculado el costo de una empresa cabal y completa. Resueltos a pagar todos los gastos personales envueltos en ello y estando seguros de que con la ayuda de Dios podemos pagar lo que cueste, les hemos dicho adiós a todas nuestras posesiones egoístas y nos hemos dedicado a Dios para ser discípulos de su Hijo Jesucristo que ya reina. Esto ha significado odiar o tenerles menos amor a nuestros parientes carnales personales, padre, madre, esposa, hijos, hermanos y hermanas. Ni siquiera nos conviene estimar demasiado nuestra presente vida terrestre.
30, 31. (a) ¿Por qué tenemos que ser la “sal de la tierra” constantemente? (b) Después que hemos emprendido el discipulado, ¿por qué demostramos sabiduría impráctica si nos retiramos?
30 Ahora que hemos estado por algún tiempo en el camino siguiendo a Cristo como discípulos de él, no nos atrevemos a debilitarnos en nuestra determinación. No nos atrevemos a hacernos como la sal que pierde su fuerza y ya no es excelente. El que alguien se hiciera así significaría hacerse inútil, objeto del cual el mundo se mofaría e indigno de ser usado por Dios, de hecho, un oprobio para Dios, por lo tanto igual que la sal contaminada y sin fuerza que solo sirve para ser echada fuera y pisoteada. Sí, significa la destrucción.
31 Tenemos que seguir siendo la “sal de la tierra” constantemente. (Mat. 5:13) Demuestra sabiduría práctica el primero sentarse y calcular el costo de emprender el discipulado. Es sabiduría impráctica, por lo tanto, después que lo hayamos emprendido, rehusar pagar el costo adicional y seguir el discipulado hasta el fin. Tal vez la sabiduría mundana haga parecer que lo mejor que uno pudiera hacer es retirarse, pero esa sabiduría no es práctica. No es buen sentido, porque dicta lo que tal vez sea egoístamente ventajoso por el momento pero que resultará en deshonra y destrucción al fin. ¡La sabiduría práctica nunca vacila en cuanto a pagar los gastos corrientes hasta que todo el costo queda pagado y sea nuestra la gloriosa recompensa del discipulado! ¡Tenemos que seguir al Cordero de Dios sin importar adónde vaya!—Apo. 14:4.
[Nota]
a Posterior a la publicación de este artículo en inglés, el fallo del juez del Tribunal Superior fue confirmado por el Tribunal Supremo del Estado de Nueva Jersey, el cual votó unánimemente, el 7 de diciembre de 1959, a favor de declarar sin lugar la acción entablada por el ex estudiante universitario de la Universidad Columbia.