Matrimonio en el Paraíso
“Tomó, pues, el Señor Dios al hombre, y púsole en el paraíso de delicias, para que le cultivase y guardase. Y de la costilla aquella que había sacado de Adán, formó el Señor Dios una mujer: la cual puso delante de Adán.”—Gén. 2:15, 22, TA.
1. ¿Dónde comenzó el matrimonio humano, y dónde se cumplirá su propósito?
EL MATRIMONIO del hombre y la mujer empezó en el Paraíso. Cuando el Paraíso sea restaurado a esta Tierra bajo el reino del Señor Dios, habrá matrimonio de hombre y mujer, hasta que se cumpla el propósito divino en tal unión.
2. (a) ¿Cómo debe tratarse el matrimonio, y por qué? (b) Al declarar Dios su decisión de crear al hombre, ¿qué pregunta surgió, y por qué?
2 Correctamente, el matrimonio debe tratarse con honor y respeto. El matrimonio fue un privilegio paradisíaco para el hombre y la mujer. Añadió una pincelada de belleza y gozo al paraíso terrenal. El matrimonio humano provino de la fuente más honorable y respetable. Su originador fue celestial, el Altísimo Dios, que nunca hace nada malo, que nunca peca. Él fue el mismísimo Creador del hombre. Hacia el fin del sexto “día” creativo este Creador santo y excelsísimo dio pasos para traer a la existencia a su más elevada criatura terrestre. “Y [en el cielo] Dios prosiguió y dijo: ‘Hagamos al hombre a nuestra imagen, de acuerdo con nuestra semejanza, y que tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y los animales domésticos y toda la Tierra y todo animal reptante que se arrastra sobre la tierra.’” (Gén. 1:26) Al decirle a su agente creativo, su Hijo celestial: “Que TENGAN en sujeción,” Dios le indicó a su Hijo creativo que iba a haber dos o más, o muchos, hombres en la Tierra y que tendrían a las criaturas animales inferiores en sujeción. ¿Cómo se producirían estos hombres? Dios le mostró cómo a su Hijo creativo.
3. Para crear al hombre, ¿a dónde se dirigió Dios para su material de construcción, y cómo verifica Pablo el registro de Génesis en cuanto a esto?
3 ¿Cuál fue la fuente a que recurrió Dios para su material de construcción? Él nos lo dice en Su Libro, la Santa Biblia: “Entonces Jehová Dios procedió a formar al hombre del polvo de la tierra y a soplar en sus narices el aliento de vida, y el hombre vino a ser alma viviente. Además, Jehová Dios plantó un jardín [un parque, un paraíso] en Edén, hacia el este, y allí puso al hombre que había formado.” (Gén. 2:7, 8, y la lectura marginal) El apóstol cristiano Pablo verifica la autoridad inspirada de ese registro bíblico en el segundo capítulo de Génesis, diciendo: “Así también está escrito: ‘El primer hombre Adán vino a ser alma viviente.’ . . . El primer hombre es de la Tierra y hecho de polvo.”—1 Cor. 15:45-47.
4. ¿Por qué tiene el hombre cualidades mentales, morales y emocionales que no tienen los monos, y por qué fue correcto que el varón humano tuviera la jefatura sobre su compañera terrestre?
4 Para empezar, Jehová Dios hizo únicamente una criatura humana, pero no como experimento. ¿A la imagen de quién hizo al hombre—a la imagen de un mono? No; sino, como Dios le dijo a su Hijo creativo, “a nuestra imagen, de acuerdo con nuestra semejanza.” (Gén. 1:26) “Y Dios procedió a crear al hombre a su imagen, a la imagen de Dios lo creó.” (Gén. 1:27) Por eso es que el primer hombre, que fue un hombre perfecto y un “hijo de Dios,” tenía cualidades mentales, morales y emocionales que no tiene ni el más elevado de los animales inferiores. (Luc. 3:38) El mismo apóstol Pablo confirmó la inspirada autoridad de Génesis, capítulo uno, del cual citamos, al decir: “El hombre no debe cubrirse la cabeza, puesto que es la imagen y gloria de Dios.” (1 Cor. 11:7) El primer hombre, Adán, encabezó la familia humana. Por lo tanto tenía prioridad, o precedencia en el orden, sobre la siguiente criatura humana que apareciera sobre la Tierra. Dios, su Creador y Padre celestial, estaba interesado en que su hijo Adán tuviera una compañera terrestre que le fuera idónea. ¿Cómo proveyó Dios tal compañera?
5. ¿Por qué no apareó Dios al hombre con una mona, y por eso cómo se han puesto en ridículo los científico sin fe?
5 Dios no escogió alguna mona grande como cónyuge para el hombre perfecto Adán. Eso hubiera sido hacer que su hijo se volviera bestial y cometiera bestialidad. El Biólogo supremo, Jehová Dios, sabía que Adán no podía cruzarse con una mona, ni siquiera para producir una prole mixta para llenar la Tierra con descendientes. Por eso los científicos sin fe se han puesto en ridículo y han fracasado en sus esfuerzos experimentales de aparear a un hombre o una mujer con un mono para producir prole y para probar su teoría de que el hombre está emparentado con la familia de los simios o con los monos antropoides.—Éxo. 22:19; Lev. 18:23-25.
6. ¿Cuál fue el resultado del estudio biológico de Adán en Edén, y por eso cómo fue puesta a prueba la habilidad de Dios como Padre creador?
6 Como Padre, Dios deseaba agradar a su hijo terrestre Adán. Él familiarizó a Adán con las bestias y las aves y dejó a su capacitado hijo Adán la tarea de nombrar a todas las bestias y a las aves. Sin embargo, Adán no sintió el menor deseo de aparearse con una bestia salvaje ni con un animal doméstico y ni siquiera con un mono y cometer bestialidad con tal criatura subhumana. Ninguno de ellos era como el hombre perfecto Adán, “el hijo de Dios.” El resultado del estudio biológico que Adán hizo de los animales y aves se resumió en esta declaración, en Génesis 2:20: “Pero para el hombre no se halló un ayudante como complemento de él.” ¿Qué haría Dios ahora, puesto que había dicho: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacer un ayudante para él, como complemento de él”? ¿Podría Dios producir una criatura que agradara a Adán y le fuera deseable a él como hombre, aunque nunca antes hubiera visto a esta criatura? Cual Padre sabio, Dios sabía cómo podía satisfacer a su hijo con una compañera verdadera.—Gén. 2:18.
7, 8. (a) ¿Cómo satisfizo Jehová Dios a su hijo terrestre con una cónyuge verdadera? (b) ¿Cuáles fueron las reacciones de Adán cuando Dios le presentó su futura compañera edénica? ¿Por qué?
7 ¡Imagínese usted mismo como un hombre normal siendo despertado de dormir profundamente y sin soñar y siendo presentado a una hembra virgen perfectamente bella de la misma familia humana que usted, la primera que usted haya visto jamás! Esa fue la experiencia de Adán. “Por lo tanto Jehová Dios hizo que cayera un sueño profundo sobre el hombre y, mientras dormía, tomó una de sus costillas y luego cerró la carne sobre su lugar. Y Jehová Dios procedió a construir de la costilla que él había tomado del hombre una mujer y a traerla al hombre.”—Gén. 2:21, 22.
8 Jehová Dios no comete errores. En calidad de Científico exacto no comete errores de juicio. Él no es un casamentero deficiente. Entonces, ¿cuáles fueron las reacciones de su hijo humano ante esta presentación? Dios le explicó a Adán quién era esta criatura femenina y cómo había llegado a existir. Así Adán supo que ella no tenía conexión o relación alguna con los animales y aves que él había inspeccionado y nombrado previamente. Apreció que era la voluntad de su Padre celestial que él aceptara en matrimonio a esta criatura femenina. No podía rechazar ni rechazaría a alguien de su propia carne y hueso. Estuvo sumamente complacido en aceptarla como su esposa y llevarla a casa para que fuera su ayudante y compañera complementaria. Estuvo completamente satisfecho con ella, lo cual hizo feliz a su Padre celestial. “Entonces el hombre [ish] dijo: ‘Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada Varona [ish·shah ‘], porque del varón [ish] fue tomada ésta.’”—Gén. 2:23.
9. ¿Por qué clase de grupos de familia había de ser habitado Edén, y cómo confirmó Jesucristo el acuerdo inspirado entre el primero y el segundo capítulos de Génesis?
9 Así es como surgió la declaración de Génesis 1:27: “Varón y hembra los creó.” Entonces, para declarar la regla teocrática que iba a dominar allí en el Paraíso de Edén, Dios reforzó el arranque poético de Adán diciendo, en Génesis 2:24: “Por eso es que el hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que venir a ser una carne.” Más de cuatro mil años después, Jesucristo, el Hijo celestial de Dios, confirmó la autenticidad inspirada del primero y el segundo capítulos de Génesis. Por lo que dijo a los hombres religiosos que invalidaban la Palabra de Dios debido a sus tradiciones demostró que tales capítulos no eran contradictorios sino que estaban de acuerdo el uno con el otro. Jesús citó de ambos capítulos y dijo: “¿No han leído que el que los creó en el principio los hizo varón y hembra y dijo: ‘Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se adherirá a su esposa, y los dos serán una carne’? ... Por lo tanto, lo que Dios ha unido que ningún hombre lo separe.” (Mat. 19:4-6) De consiguiente, en el paraíso de Edén iba a haber grupos de familia independientes, aunque relacionados.
EL PRIMER COSTO DEL MATRIMONIO
10. (a) ¿Cómo explica Pablo la relación entre el hombre y la mujer en su gloria relativa? (b) ¿Por qué fue la mujer perfecta una cosa buena para el hombre perfecto?
10 El obtener una esposa le costó a Adán una de sus costillas. Debido a que esta primera mujer fue creada del primer hombre, Adán, quien fue creado a la imagen de Dios, de acuerdo con la semejanza de Dios, esa mujer vino a ser la gloria del hombre. El inspirado apóstol Pablo le da este sentido a la relación del hombre y la mujer, diciendo: “[Él] es la imagen y gloria de Dios; pero la mujer es la gloria del hombre. Porque el hombre no procede de la mujer, sino la mujer procede del hombre; y, más aún, el hombre no fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del hombre.” (1 Cor. 11:7-9) Debido a que el hombre era la imagen y semejanza terrestres de Dios, la esposa tenía razón para mostrar profundo respeto a su esposo, el hombre. Esta le sería la mejor manera de reflejar la gloria del hombre, la gloria de su esposo. Así ella sería una cosa buena para el hombre Adán. “¿Ha encontrado uno una buena esposa? Uno ha encontrado una cosa buena y uno obtiene buena voluntad de Jehová,” dice Proverbios 18:22. La mujer fue una cosa buena de parte del Padre celestial; porque está escrito: “Todo don bueno y toda dádiva perfecta es de arriba, porque desciende del Padre de las luces celestiales.”—Sant. 1:17.
11. Edén fue el lugar de ¿qué clase de matrimonio, y por qué es santo el matrimonio?
11 Por esta razón el paraíso de Edén fue el lugar del matrimonio perfecto, entre el hombre perfecto creado a la imagen y semejanza de Dios y la mujer perfecta quien podía reflejar fielmente la perfecta gloria del hombre, para la alabanza de Dios. Por venir del Dios de la santidad, el matrimonio es santo. No es pecaminoso en sí mismo pero se puede pecar contra él.
12, 13. ¿Por qué pudo Dios bendecir a la pareja humana casada, y por qué fue el matrimonio una de todas las cosas que Dios vio que eran buenas?
12 Dios el Creador se propuso que el matrimonio fuera una bendición para el hombre y la mujer, que vivieran juntos en paz, uniéndose los dos en cumplir el propósito perfecto de Jehová Dios. Por eso fue que, después que el hombre Adán aceptó a la mujer como su esposa, su Creador y Padre celestial pudo bendecirlos.
13 Su bendición y su voluntad para ellos se declara en estas palabras: “Varón y hembra los creó. Además, Dios los bendijo y Dios les dijo: ‘Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la Tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se arrastra sobre la tierra.’” (Gén. 1:27, 28) Dios no podía bendecir una cosa mala así como tampoco podía crear una cosa pecaminosa, impropia. El que él creara una mujer perfecta fue una cosa buena, porque no era bueno que el único hombre en la Tierra estuviera solo como el único de su clase o género; y por sí mismo no podía reproducir su propio género. De la misma manera, el matrimonio del hombre y la mujer perfectos en el Paraíso era una cosa buena porque serviría para el propósito bendito del Padre celestial de llenar la Tierra cómodamente de criaturas humanas perfectas y hacer de toda la Tierra un paraíso que fuera el hogar eterno de una raza humana perfecta. El registro bíblico incluye al matrimonio perfecto en el Paraíso en el sexto “día” creativo cuando dice: “Después de eso Dios vio todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno. Y llegó a haber tarde y llegó a haber mañana, un día sexto.”—Gén. 1:31.
14. ¿Dispuso Dios para el divorcio de esta pareja en algún tiempo futuro, y cuál fue la actitud de Adán hacia el divorcio en Edén?
14 Esa fue la forma más primitiva del matrimonio en la Tierra, y los principales etnólogos de este siglo veinte que carecen de fe buscan en vano algo más primitivo o diferente. Cuando Jehová Dios casó al hombre perfecto y a la mujer perfecta en el Paraíso, ¿dispuso Dios para el divorcio de esta pareja joven en algún tiempo futuro? No; ¿por qué habría de hacerlo? Él puso delante de ellos la perspectiva de unión eterna en paz y armonía, con una familia de descendientes perfectos y felices que llenara un paraíso que abarcaría toda la Tierra. En el día feliz de su matrimonio ningún pensamiento de divorcio entró en la mente de Adán; no tenía idea de tal cosa. ¿Por qué iba a querer divorciar de sí mismo hueso de sus huesos y carne de su carne, alguien que era “una carne” con él, alguien a quien Dios había unido a él? Él lo mismo que su esposa estaba determinado a cumplir el bello propósito de este matrimonio perfecto.
15. ¿De qué era este matrimonio humano una ilustración, y por eso qué ilustró el tomar una costilla de Adán para hacer su esposa?
15 Su matrimonio indisoluble fue una ilustración humana del matrimonio mayor, el de su Padre celestial con su compañera celestial semejante a esposa, a saber, su organización celestial invisible de santos hijos espirituales. Mucho antes de crear al hombre y a la mujer Dios había creado una organización celestial de hijos. Estos, desde su punto de vista celestial invisible, habían observado la creación de la Tierra. Jehová Dios se refirió a estos hijos organizados cuando le dijo al Job temeroso de Dios de la tierra de Uz: “¿Dónde sucedía que estabas cuando yo fundé la Tierra . . . cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso?” (Job 38:4, 7) La realidad es que Jehová Dios estaba hablando al principal de esta organización celestial de hijos cuando dijo: “Hagamos al hombre a nuestra imagen, de acuerdo con nuestra semejanza.” (Gén. 1:26) Esta entera organización de hijos angelicales provino de Jehová Dios en el sentido de que son creación suya por medio de su fuerza activa o espíritu. Esto es lo que se ilustró al tomarse una costilla del costado de Adán y darle forma de una esposa para Adán.
16. (a) ¿Cómo se refirió Dios a su organización celestial en Edén, y por qué? (b) ¿Por qué se le comparó a Sara, en Isaías 54:1-6?
16 Esta organización angelical celestial la unió Dios a sí mismo con vínculos indisolubles como los del matrimonio, de modo que Él se refiere a esta organización celestial universal de santos ángeles como su esposa. Se refirió a esta mujer celestial simbólica cuando dijo a la gran Serpiente que indujo el pecado en el paraíso de Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu simiente y la simiente de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:15) Después de esta promesa la organización angelical celestial se tardó mucho tiempo en producir esta Simiente prometida, el Cristo o Mesías. Por lo tanto se le comparó a la esposa del patriarca Abrahán, Sara, que estuvo estéril por mucho tiempo y que a los noventa años de edad dio a Abrahán el primero y único hijo que tuvieron, Isaac. Hablándole a su organización celestial bajo la figura de Sara, Jehová Dios aseguró proféticamente a su “mujer” o “esposa” que a su debido tiempo ella daría a luz la Simiente prometida o el Cristo. Dios dijo: “‘¡Grita gozosamente, tú mujer estéril que no dabas a luz! ... Porque tu gran Hacedor es tu dueño marital, siendo su nombre Jehová de los ejércitos; y el Santo de Israel es tu Recomprador. El Dios de toda la Tierra será llamado él. Porque Jehová te ha llamado cual si fueras una esposa abandonada y lastimada en espíritu, cual esposa del tiempo de la juventud que fue entonces rechazada,’ tu Dios ha dicho.”—Isa. 54:1, 5, 6.
17. ¿Qué representa el hecho de que Abrahán nunca se divorció de Sara, y para qué es esto un modelo?
17 Abrahán nunca se divorció de su esposa Sara. Ella murió, aún siendo su esposa, treinta y siete años después que nació Isaac, el único hijo que tuvieron. (Gén. 23:1, 2) Jehová Dios nunca se divorciará de su organización celestial fiel, su “esposa” o “mujer” representada en la Tierra por Sara. Este es el modelo celestial correcto para todos los matrimonios humanos, empezando con el de Adán y Eva en el paraíso terrestre.—Gál. 4:26-28.
18. ¿Por qué, y cómo, habrían sido monógamos los matrimonios en el jardín de Edén por medio de fidelidad continua?
18 El matrimonio de Adán fue monógamo, porque Dios le dio solamente una esposa. Si Adán y Eva hubieran permanecido fieles en el Paraíso y hubieran producido hijos e hijas perfectos en ese parque edénico, hubieran seguido el modelo divino. Le hubieran dado a cada uno de sus hijos solamente una de sus hijas como esposa, cada hija una virgen. Estos matrimonios hubieran sido indisolubles. Al continuar fieles a su Dios todas esas personas casadas, ninguna de ellas hubiera sufrido la pena por el pecado, la cual es muerte. Ninguna hubiera muerto, y el matrimonio de ninguna de ellas hubiera sido disuelto por la muerte. No habría habido matrimonios de viudos y viudas.
19. ¿Qué clase de experiencia habría sido el parto en Edén, y a qué grado hubiera proseguido?
19 Todos los matrimonios hubieran sido fructíferos, resultando en producir muchos hijos en perfección. El parto por las esposas hubiera sido una experiencia maravillosa, gozosa, esperada con placer y sin miedo alguno. Todo esto hubiera sido con la mira de cumplir el propósito divino de tener esta Tierra llena de habitantes humanos perfectos, cultivando y cuidando el paraíso global, su hogar eterno. Cuando este propósito hubiera sido cumplido, los cónyuges perfectos ejercerían perfecto gobierno de ellos mismos y se abstendrían de producir más hijos. De acuerdo con la voluntad y arreglo de Dios la facultad que tenían de reproducirse alcanzaría también su límite y dejaría de funcionar. En el Paraíso, el matrimonio no hubiera resultado en “tribulación en su carne” para los cónyuges, como predijo el apóstol Pablo que resultaría para los cónyuges del tiempo actual.—1 Cor. 7:28.
20. Prescindiendo del estado del matrimonio humano y su prole muerta, ¿cuál todavía es el propósito de Dios, y qué dice al archienemigo de este propósito?
20 El propósito de Dios de tener una Tierra paradisíaca llena de hombres y mujeres perfectos, piadosos, alabando al gran Creador todavía se logrará, en su tiempo señalado, sin importar el estado presente del matrimonio humano. Sí, a pesar del hecho de que miles de millones de los hijos de matrimonios anteriores pero ya disueltos yacen muertos en el polvo o lodo de la tierra. El bello propósito concerniente a esta Tierra que Dios reveló a Adán y Eva en el Paraíso todavía es su propósito hoy día y no le es imposible de lograr. Al archienemigo de este propósito Él le declara: “Jehová de los ejércitos ha jurado, diciendo: ‘Seguramente tal como he calculado, así debe suceder; y tal como he aconsejado, eso es lo que resultará cierto.’ ... Porque Jehová de los ejércitos mismo ha aconsejado, y ¿quién puede desbaratarlo? Y su mano es la que está extendida, y ¿quién puede volverla atrás?”—Isa. 14:24-27.
21. ¿Cuántos casamientos se realizaron en el Paraíso, y de qué se habría escapado la familia humana si todos los casamientos se hubieran verificado allí?
21 Sin embargo, ¡de cuánta infelicidad y fracaso maritales, de cuánto sufrimiento humano, de cuánta difamación del santo nombre y palabra de Dios se hubiera escapado la familia humana si todos los casamientos de hombres y mujeres se hubieran realizado en el Paraíso, no solamente aquel paraíso local allá en el Medio Oriente sino en un paraíso extendido en toda la Tierra, sojuzgada por cónyuges perfectos, obedientes y justos y sus hijos santos! Dios había hecho posible que todos los casamientos humanos se verificaran en el jardín de Edén ensanchado. Según resultó, solo hubo un casamiento en el paraíso terrestre de hace casi seis mil años.
22. (a) ¿Por qué resultó ese matrimonio en el Paraíso en tal discordia e infelicidad domésticas? (b) ¿Para qué cosas había estado mostrando debido aprecio Eva, y por qué era correcto?
22 Esa unión bendita de Adán y Eva en su perfección comenzó en su hogar perfecto bajo la bendición de Dios. ¿Por qué resultó en tal discordia e infelicidad domésticas? Fue debido a que el hombre y la esposa, aunque perfectos, no cumplieron sus responsabilidades matrimoniales y no se adhirieron tenazmente a su apropiada relación de uno hacia el otro cuando les vino su primera prueba. Un entrometido en sus asuntos privados, un perturbador de matrimonios, un destrozador de hogares, apareció, una persona que concibió la idea de transformar todo este arreglo divino en algo para su propio provecho egoísta. Este fue un hijo espíritu de Dios ambicioso, egoísta y rebelde, que ganó para sí mismo el nombre de Satanás el Diablo. Él no discutió los asuntos con los cónyuges juntos. No; él empezó a hablar por medio de una serpiente cuando Eva estaba sola, lejos de su cabeza matrimonial, su esposo Adán. Muy apropiadamente Eva le dijo a la serpiente lo que su esposo le había dicho: que Dios les prohibía comer del árbol del conocimiento del bien y del mal. Ella estaba siguiendo la palabra y ejemplo de su esposo al no comer de ese árbol. Su esposo se hallaba en la relación de profeta de Jehová Dios para con ella, y en ese entonces era un profeta verdadero. De modo que ella estaba mostrando aprecio por la palabra de Dios así como por la jefatura de su esposo por medio de quien la palabra de Dios le fue transmitida.
PASANDO POR ALTO LA JEFATURA DEL MATRIMONIO
23. ¿Qué dijo ahora la serpiente? Y por decirlo acusó a Adán y a Dios de ser ¿qué?
23 Ahora, sin embargo, la serpiente (o el que estaba invisiblemente detrás de ella) le dijo a Eva que su esposo era un profeta falso. Dijo calumniosamente que Jehová Dios era un mentiroso, que no era todopoderoso y que no podía poner en vigor la pena por la violación de su ley. “Contestando a esto la serpiente dijo a la mujer: ‘Positivamente ustedes [tanto tú como tu esposo] no morirán. Porque Dios sabe que en el mismísimo día que ustedes coman de él [el árbol prohibido] sus ojos no podrán menos que ser abiertos y ustedes no podrán menos que ser semejantes a Dios, conociendo el bien y el mal.’”—Gén. 3:4, 5.
24. ¿Qué violación de su relación matrimonial perpetró ahora Eva, y cómo se propuso usar su supuesta sabiduría?
24 Eva se sintió atraída por la idea de ser como su Padre celestial, de modo que tomó de la fruta prohibida. ¡Pero qué manera de llegar a ser como su Padre, mediante el desobedecerlo! Con esto perpetró una violación en su relación matrimonial teocrática; no consultó a su esposo en su capacidad de profeta de Dios. Sucedió con ella lo mismo que con sus descendientes, los israelitas en su crisis mucho tiempo después: “Han rechazado la mismísima palabra de Jehová, y ¿qué sabiduría tienen?” (Jer. 8:9) Peor—¡ahora ella ejercería su influencia sobre su esposo para que éste siguiera la sabiduría que ella creía tener!
25. (a) ¿Cómo llegó a encararse Adán a su primer problema matrimonial? (b) ¿Podía divorciarse Adán de Eva, y qué determinaba ese asunto?
25 Más tarde Adán se reunió con Eva. No se encaró a la misma mujer a quien había conocido antes. Se encaró a una mujer que pensaba más altamente de sí misma que lo debido. Se encaró a una transgresora, una mujer desobediente al Dios y Padre de ellos. Ella le ofreció el fruto prohibido, verificando así su propio pecado. ¡Entonces Adán se encaró a su primer problema matrimonial! Dios no estaba allí para preguntarle. No obstante, Adán sabía que su esposa había pecado seriamente y que había venido a estar bajo la pena de muerte anunciada por Dios: “En el día que comas de él positivamente morirás.” (Gén. 2:17) Esta pena de muerte podía disolver el matrimonio de Adán con la hermosa Eva. Adán no tenía autoridad para divorciarse de Eva; ella era hueso de sus huesos y carne de su carne. Era “una carne” con él, unida a él por Jehová Dios mismo.
26, 27. (a) ¿Cómo pudo haberse divorciado Adán de la transgresión de Eva, y qué responsabilidad habría ejercido así? (b) ¿Cómo se manifestó la jefatura del esposo con su poder en la ley de Israel, y cómo pudo haber continuado siendo Adán el profeta de Dios?
26 Sin embargo, Adán pudo haberse divorciado de la transgresión de Eva allí mismo mediante el rehusar el fruto prohibido de su mano, bajo su persuasión. Es verdad, su Dios y Padre celestial había dicho: “Por eso es que el hombre dejará a su padre y a su madre y tiene que adherirse a su esposa.” Pero él no habría de dejar a su Dios. ¿A quién amaba Adán más, a su esposa o a su Dios y Dador de vida? Para actuar de la manera correcta hacia su esposa, no era necesario que Adán esperara que en nueva ocasión oyera “la voz de Jehová Dios andando en el jardín [Paraíso] durante la parte airosa del día.” Él podía mostrar jefatura teocrática en el vínculo matrimonial, lo mismo que un esposo israelita en la nación escogida de Dios mucho después. Los israelitas vinieron a estar en relación con Dios mediante un pacto formal por medio del medianero Moisés el profeta, mientras que Adán y Eva estaban en relación directa con Dios como sus propios hijos perfectos, sin que necesitaran un medianero.—Gén. 2:24; 3:8.
27 En el caso de una mujer israelita la ley de Dios mediante Moisés declaraba: “En el caso del voto de una viuda o divorciada, todo aquello con que ha obligado su alma [sin esposo como cabeza] subsistirá contra ella. Sin embargo, si es en casa de su esposo que ella ha votado o ha obligado con voto de abstinencia su alma por medio de un juramento, y su esposo lo ha oído y ha guardado silencio para con ella, él no la ha prohibido y todos sus votos deben subsistir o cualquier voto de abstinencia con que ella haya obligado su alma subsistirá. Pero si su esposo los ha anulado totalmente en el día que oyó cualquier expresión de sus labios como votos de ella o como voto de abstinencia de su alma, no subsistirán. Su esposo los ha anulado y Jehová la perdonará. Cualquier voto o cualquier juramento de un voto de abstinencia para afligir el alma, su esposo lo debería establecer o su esposo lo debería anular. Y si él los anula totalmente después de oírlos, entonces él tendrá que responder por la iniquidad de ella.” (Núm. 30:9-13, 15) Si Adán hubiera desaprobado la transgresión de su esposa rehusando la fruta de su hermosa mano, hubiera continuado como profeta de Jehová para la familia humana. No hubiera tenido que sentir una conciencia culpable y esconderse cubriéndose los lomos cuando Jehová se les acercó durante la parte airosa del día.
28. ¿Por qué no podía Adán comer con buena conciencia el fruto que Eva le ofreció?
28 En este asunto no se trataba de una esposa que prepara una comida y del esposo que come lo que se le pone delante sin hacer ninguna pregunta por causa de conciencia. En Adán la conciencia comenzó a funcionar, porque sabía qué fruto era el que se le instaba a comer—el fruto prohibido por el Dios y Hacedor de ellos, el Dueño del Paraíso.
29. (a) ¿Cómo fracasó Adán tocante a su jefatura? (b) ¿Cómo mostró Pablo quién era el más responsable en la transgresión?
29 Esta era ocasión para que Adán ejerciera jefatura teocrática en la unión matrimonial. En vez de eso se dejó entrampar por miedo al pensar en perder a su esposa cuando Dios pusiera en vigor la pena de muerte. Permitió que su esposa le enseñara a desobedecer la ley suprema de Dios. Siguió la dirección de su esposa pecaminosa, desviada por el argumento ladino y falso de la serpiente. Él confirmó el pecado de ella por medio de comer él mismo del fruto prohibido. No cumplió con su obligación matrimonial como cabeza de la casa para la protección de la familia con la cual se le había autorizado llenar la Tierra. En consecuencia, de los ahora pecaminosos cónyuges, él, como cabeza de la casa, era el más responsable. En conformidad con esto el apóstol Pablo escribió: “Yo no permito que la mujer enseñe, ni que ejerza autoridad sobre el hombre, sino que esté en silencio. Porque Adán fue formado primero, luego Eva. Además Adán no fue engañado, sino la mujer fue cabalmente engañada y vino a estar en transgresión.”—1 Tim. 2:12-14.
30. ¿Sobre quién puso Dios la principal responsabilidad por arruinar este matrimonio, y con qué pena?
30 Cuando Dios rindió el fallo contra la pareja pecaminosa, puso la principal responsabilidad por arruinar este matrimonio en el Paraíso sobre el invisible rebelde espiritual que estaba detrás de la serpiente. Dios le dijo a la serpiente: “Has hecho esta cosa.” Entonces Dios procedió a sentenciar a Satanás el Diablo a la futura destrucción bajo el talón de la Simiente de la “mujer” o “esposa” celestial de Dios.—Gén. 3:14, 15.
31, 32. (a) ¿Cómo se muestra sobre quién puso Dios la responsabilidad más pesada en lo que concierne a la pareja casada? (b) ¿De qué manera no había brillado Eva como “gloria del hombre,” y qué pena declarada le impuso Dios a ella?
31 Sin embargo, en lo que concierne a los cónyuges humanos, Jehová Dios puso la responsabilidad más pesada sobre el esposo. Fue al esposo, Adán, a quien Dios sentenció a comer del fruto de la tierra maldecida fuera del Paraíso hasta que muriera y se descompusiera en polvo de la tierra maldecida.
32 El fallo de Dios contra la esposa, Eva, sencillamente predijo sus dolores de parto y también su subordinación. Ella no había brillado como la “gloria del hombre,” la gloria de su esposo perfecto. Había menospreciado la jefatura de su esposo-profeta y había pasado por alto su amonestación procedente de Dios y había tomado la delantera en el pecar bajo la inducción falsa de un extraño, de un calumniador tanto de Dios como de Su profeta. Por lo tanto ahora se le tenía que hacer conocer la jefatura de su esposo. En Su fallo Dios le dijo a la esposa, Eva: “Y tu deseo vehemente será por tu esposo, y él te dominará.” (Gén. 3:16) Desde entonces ella sufrió la dominación de un esposo imperfecto y deliberadamente pecaminoso que estaba fuera de relación con Dios, hasta morir ella, esto es, si Adán la sobrevivió a ella al morir a la edad de 930 años.
33. ¿Por medio de tomar Dios entonces qué medidas terminó la vida conyugal en el Paraíso? y todo fue debido a ¿qué?
33 De modo que terminó la vida conyugal en ese Paraíso pacífico de Edén. Todo fue debido al pecado, lo cual es traspasar la ley sagrada de Dios. Ahora Dios no quiso que se comiera más de los frutos edénicos a los que no tenían derecho los ahora pecaminosos Adán y Eva y los cuales frutos Adán, posiblemente bajo la influencia y sugestión de su esposa, quizás tratara de comer. “Y Jehová Dios prosiguió y dijo: ‘Aquí el hombre ha llegado a ser semejante a uno de nosotros en conocer el bien y el mal, y ahora, para que no extienda la mano y de hecho tome fruto también del árbol de la vida y coma y viva para siempre,—’ Con eso Jehová Dios lo echó del jardín [Paraíso] de Edén para que cultivara el suelo de donde había sido tomado. Y así arrojó al hombre y estacionó al oriente del jardín de Edén los querubines y la hoja llameante de una espada que daba vueltas ella misma continuamente para guardar el camino al árbol de la vida.”—Gén. 3:22-24.
34. ¿Cómo se realizará en breve el matrimonio en el Paraíso, y qué privilegio tendrán entonces los cónyuges para con el Originador del matrimonio?
34 Así la vida conyugal en el Paraíso cesó de manera tan calamitosa debido a que el esposo y la esposa no mantuvieron la relación entre ellos ordenada por Dios. No obstante, muy pronto se disfrutará maravillosamente del ideal del matrimonio en el Paraíso, para la alabanza del gran Originador del matrimonio. No, esto no se efectuará por medio de morir los que se aman e ir al cielo para estar juntos en un matrimonio celestial. Será por medio de sobrevivir a la guerra del Armagedón que no está muy lejos. Después que esa guerra universal haya destruido a todos los que hoy están arruinando la Tierra, el reino de Dios por medio de Cristo la Simiente de Su “mujer” restaurará el Paraíso a esta Tierra y lo extenderá a todo el planeta. Los matrimonios fieles que sobrevivan continuarán su vida conyugal después del Armagedón e igualmente en el Paraíso restaurado. Los sobrevivientes solteros gozarán del privilegio de emprender la vida conyugal con compañeros teocráticos y tendrán la felicidad de criar hijos bajo condiciones paradisíacas, con Satanás el Diablo atado. Todos éstos tendrán el privilegio de vindicar a Jehová Dios al probar que la vida conyugal en el Paraíso puede tener éxito bendito.