¿De qué Dios es testigo usted?
“‘De modo que ustedes son mis testigos,’ es la declaración de Jehová, ‘y yo soy Dios.’”—Isa. 43:12.
1. (a) ¿Qué debería poder hacer un Dios real? (b) ¿Qué actitud tiene el ateo para con Dios, según se manifiesta en un despacho noticioso de la Prensa Asociada?
CUALQUIER Dios que sea un Dios real debería mostrar evidencia de que es un Dios. Al menos, debería tener dos o tres testigos de que es un Dios, o hasta el único Dios que existe. Hoy en día, el ateo rechaza la misma idea de que exista un dios y exclama con orgullo: “¡Yo no soy testigo de ningún dios!” Un despacho de la Prensa Asociada procedente de Seattle y fechado el día 6 de mayo del año pasado informó: “El astronauta soviético comandante Gherman S. Titov hoy ha declarado que no cree en Dios. Dijo que no vio ‘a ningún Dios o a ángeles’ durante las diecisiete órbitas que describió alrededor de la Tierra. ‘Hasta nuestro primer vuelo en órbita por Yuri Gagarin ningún Dios nos ayudó a construir nuestro cohete,’ dijo. ‘El cohete fue construido por nuestro pueblo. Yo no creo en Dios. Yo creo en el hombre, su fuerza, sus posibilidades y su razón.’ El comandante Titov se expresó sobre su fe materialista después que él y su esposa estuvieron visitando por cerca de dos horas la exhibición científica de los Estados Unidos en la Feria Mundial de Seattle.”—Times de Nueva York, 7 de mayo de 1962.
2, 3. (a) ¿Qué se puede decir de la creencia en Dios en tiempos antiguos? (b) ¿Qué se nos dice de los dioses de la filosofía hindú?
2 El ateo de hoy, sea comunista o de cualquier otra fe política, piensa que el creer en un dios invisible en esta era nuclear moderna del espacio es algo pasado de moda. En tiempos antiguos el creer en un Dios o en muchos dioses era parte de la vida cotidiana de la gente en general. Hasta quizás haya habido un intercambio de dioses. Un escritor muy leído del siglo séptimo antes de nuestra era común dice: “¿Ha intercambiado alguna nación sus dioses, aun por los que no son dioses?” “¿Pero dónde están tus dioses que has hecho para ti? Que se levanten si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad. Porque como la cantidad de tus ciudades han llegado a ser tus dioses, oh Judá.” (Jer. 2:11, 28) Más tarde, en el primer siglo de nuestra era común, existió un prominente ciudadano romano llamado Petronio Arbiter, que era favorito del emperador Nerón y autoridad absoluta en asuntos de buen gusto en conexión con la ciencia del vivir lujoso. En su obra intitulada “Satiricón,” en el capítulo 17, Petronio aludió a la religión estatal romana y dijo: “Nuestro país está tan lleno de divinidades que es más fácil hallar a un dios que a un hombre.” Naturalmente, al emperador romano se le hablaba como a una divinidad.
3 Fue diciendo lo correcto que otro escritor del mismo siglo primero, extensamente leído hoy en día, dijo: “Hay aquellos que son llamados ‘dioses,’ sea en el cielo o en la tierra, así como hay muchos ‘dioses’ y muchos ‘señores.’” (1 Cor. 8:5) Desde el tiempo de ese escritor los dioses de los pueblos han aumentado en número. La Encyclopedia Americana, tomo 14 (edición de 1929), página 196b, dice sobre el desarrollo de la filosofía hindú en la India:
El resultado fue la creación de un completo panteón de dioses. A la imaginación se le dio rienda suelta y así desempeñó un papel de orgía. Dioses y diosas en cantidades enormes poblaron el firmamento, aunque sin embargo solo un puñado fueron deificados en el sentido de que llegaran a ser objetos de adoración. Se crearon nuevos mundos, y a Indra se le hizo el gobernante de 330,000,000 de divinidades. La trinidad del hinduismo llegó a existir en forma de Brahma, el creador, Vichnú, el preservador, y Siva, el destructor.
De acuerdo con The Americana Annual para 1963, página 321, la India de hoy tiene una población de 439,235,082 habitantes, de los cuales el 84.99 por ciento son hindúes. Esto significaría que había un dios por cada hindú y medio.
4. ¿Qué datos tenemos acerca de dioses en el Japón, Rusia y la cristiandad?
4 Hasta 1946 al emperador japonés se le consideró divino, basándose esto en la enseñanza religiosa de que la línea imperial descendía sin interrupción desde el tiempo en que Jimmu, biznieto de Amaterasu, la diosa del Sol, estableció el trono japonés en el año 660 a. de J.C. No fue sino razonable que el día 31 de diciembre de 1945 el emperador Hirohito honradamente proclamara que él no era un dios. Fue solo desde 1953, el año en que, murió el dictador ruso Stalin, que el culto de Stalin fue parcialmente destruido a través del mundo comunista. Pero, ¿qué hay acerca de la cristiandad? La cristiandad, por supuesto, adora su propia Santa Trinidad compuesta de Padre, Hijo y Espíritu Santo. Pero, ¿qué más?
5, 6. (a) ¿Cómo se considera al papa de la Iglesia Católica Romana, según se describe en el Ecclesiastical Dictionary? (b) ¿Qué otros comentarios se hacen acerca de este líder eclesiástico?
5 De una aceptada autoridad católica romana, el Ecclesiastical Dictionarya por Lucio Ferraris, un canónigo de la monástica Orden de los Franciscanos que vivió en el siglo dieciocho, citamos parte de lo que dice bajo la palabra papa:
“El papa es de tal dignidad y elevación que no es simplemente un hombre sino, por decirlo así, Dios, y el vicario de Dios. . . . Por esto se corona al papa con una triple corona, como rey del cielo, de la Tierra y del infierno. . . . El papa es, por decirlo así, Dios en la Tierra, el único príncipe de los fieles de Cristo, el rey más grande de todos los reyes, poseyendo la plenitud del poder, y a quien se le ha confiado el gobierno del reino terrenal y el celestial. . . . El papa tiene tan gran autoridad y poder que puede modificar, declarar o interpretar la ley divina. . . . El papa, en ocasiones, puede contrarrestar la ley divina por medio de limitar, explicar,” etcétera.
6 El papa Nicolás I, de 858-867 d. de J.C. y a quien se le dio el sobrenombre de El Grande “por el estupendo trabajo que realizó a favor del establecimiento del papado de Roma como poder seglar y soberano, supremo a todos los demás,”b dijo lo siguiente: “El emperador Constantino confirió el título de Dios al papa; quien, por lo tanto, siendo Dios, no puede ser juzgado por el hombre.” Posteriormente, el papa Inocencio III, entre los años 1198 y 1216 d. de J.C., dijo: “El papa ocupa el lugar del verdadero Dios.” La ley canónica católica romana, en su glosa, denomina al papa “nuestro Señor Dios.” No es, pues, sin significado que al tiempo de instalar en oficio a un nuevo papa, en la parte de la ceremonia llamada La Adoración, se cante el cántico llamado el Te Deum (que significa: Te Alabamos, oh Dios).c
DESAFÍO A LOS “DIOSES”
7. ¿A qué desafío, entonces, nos encaramos ahora, y qué preguntas sobre el asunto piden una respuesta?
7 Hoy, a todo adorador que afirma tener un dios se le desafía a actuar como testigo a favor de su dios. De hecho, a todos los dioses, es decir, a todos aquellos a quienes se llama “dioses” y a quienes se adora como dioses, se les desafía a que produzcan sus testigos a fin de probar que son dioses o el único Dios viviente y verdadero. Hoy, por lo tanto, todo adorador o persona religiosa se enfrenta a la pregunta: ¿De qué Dios es testigo usted? Como testigo, ¿qué puede usted decir y qué evidencia puede usted presentar para probar que su dios, el dios a quien usted describe como el objeto de su adoración, es una realidad, de que es un dios verdadero, viviente, histórico y activo que merece adoración? ¿Qué sabe usted acerca de su dios? ¿Puede usted probar satisfactoriamente, aun a usted mismo, que él es Dios o un dios? ¿O se siente usted avergonzado de ser testigo de su Dios?
8. (a) ¿Por qué es inútil adorar y servir a un dios falso? (b) ¿De qué dos maneras debería ser posible probar quién es el Dios verdadero?
8 Toda persona razonable reconocerá que es una inutilidad el adorar y servir a un dios falso. Ningún bien duradero se obtiene de adorar a un dios que no existe. El adorador solamente se engaña a sí mismo o se deja engañar por otros religiosos, y al final lo único que halla es desengaño. No deberíamos dejarnos llevar por la emoción y el sentimentalismo religioso. Deberíamos actuar como personas sensatas en asuntos de religión así como también en los asuntos seglares. No nos hace ningún bien el ocultar de nosotros mismos la evidencia concerniente a un Dios que es una realidad verdadera, viviente y poderosa. Si los dioses, el nuestro o los de otras personas, son falsos, entonces deberíamos querer saberlo. Si, entre los innumerables dioses que hoy se adoran, existe el único Dios vivo y verdadero, entonces deberíamos pedir la evidencia y considerarla seriamente. Por su mismísima evidencia y por la evidencia producida por medio de sus testigos en la Tierra, el verdadero Dios debe poder probar delante del tribunal del universo que él es el Dios, el Ser divino, merecedor de ser adorado por todos.
9. ¿Por qué es apropiado el tiempo en que vivimos para que el Dios verdadero demuestre que es Dios?
9 El tiempo en que vivimos proporciona al Dios verdadero la más grandiosa oportunidad para demostrar que es Dios. A pesar de los adelantos científicos, el mundo de la humanidad se encuentra en su más deplorable estado, no solamente afligido con enfermedades físicas y mentales y con hambre aumentante debido al aumento de la población mundial, sino también con cada vez más disturbios políticos, raciales y religiosos, culminando con lo que matemáticamente parece seguro, a saber, una tercera guerra mundial, en una era nuclear del espacio. La solución a la situación mundial está más allá del mero poder e ingenuidad humanos; pide acción por un poder inteligente sobrehumano. Por lo tanto, ahora más que nunca antes es el tiempo para que los adoradores religiosos acudan a sus dioses. Si el profeta Jeremías de hace veintiséis siglos estuviera aquí, repetiría su desafío a la gente afligida: “¿Dónde están tus dioses que has hecho para ti? Que se levanten si pueden salvarte en el tiempo de tu calamidad. Porque como la cantidad de tus ciudades han llegado a ser tus dioses.”—Jer. 2:28.
10. ¿Qué se puede preguntar en cuanto a todos los que afirman ser Dios?
10 No, cuando todas las religiones populares se combinan juntas no hay escasez de dioses, pero ¿qué pueden hacer todos esos dioses, ya sea por sí solos o en combinación, acerca de la situación mundial, que se hace cada vez peor? ¿Cómo explican ellos esta situación? ¿Qué pronóstico, qué predicción, qué profecía hacen ellos con respecto a lo que resultará del asunto? ¿Qué profecía hacen con respecto al futuro de la humanidad? ¿Qué prueba pueden darnos, por lo que hicieron en el pasado, de que pueden hacer que su profecía acerca del futuro se cumpla, para que podamos entonces creer que son verdaderos y confiables, capaces de cumplir sus promesas? Que digan con anticipación lo que sucederá y entonces hagan que se cumpla, o que admitan que son dioses falsos y que su adoración no trae ningún bien.
11. (a) ¿Hay algún Dios que tenga el derecho de desafiar a todos los otros dioses, y por qué? (b) ¿Tiene él muchos adherentes en la Tierra?
11 Hoy existe un Dios que lanza ese desafío a todos los que son llamados dioses y son adorados como dioses. ¿Qué derecho tiene él de desafiar a todos los demás? Él tiene ese derecho porque en el primer siglo de nuestra era común y aun anteriormente predijo la mismísima situación mundial de hoy día y explicó su significado y sus causas, y también predijo en qué resultaría y el maravilloso futuro que para la humanidad vendría después. De todos aquellos a quienes se adora como dioses hoy, él es el Único que ha hecho tan sobresaliente cosa. Naturalmente, debido a su desafío, causaría resentimiento y antagonismo de parte de los que adoran a los otros llamados dioses. Por lo tanto, resulta que hoy, igual que en el pasado, él es el Dios de una minoría perseguida, verdaderamente de un grupo pequeño de personas en comparación con el número total de adoradores religiosos. No, esta minoría no son los judíos naturales, cuyo número asciende a 12,792,800 en toda la Tierra en la actualidad. Se trata de un grupo aun más pequeño, que ahora lleva el nombre de su Dios. Estos han heredado la fe del verdadero y escogido pueblo de Dios de hace diecinueve siglos o del siglo primero E.C. Por esta razón se les llama por los mismos nombres que aplicaban allá en aquel tiempo.
12, 13. ¿Cómo consuela este Dios a los que lo adoran, y qué nombre tiene?
12 Antes de lanzar su desafío a los dioses de todos los demás grupos religiosos, el Dios de esta minoría habla proféticamente por medio de su profeta Isaías y consuela a la minoría perseguida, y al hacer esto su Dios revela su propio nombre. En Isaías 43:1-4 leemos sus palabras:
13 “Y ahora esto es lo que Jehová ha dicho, tu Creador, oh Jacob, y tu Formador, oh Israel: ‘No temas, porque te he vuelto a comprar. Te he llamado por tu nombre. Eres mío. En caso de que pasaras a través de las aguas, yo estaré contigo; y por los ríos, no se desbordarán sobre ti. En caso de que anduvieras a través del fuego, no te chamuscarás, tampoco la llama te achicharrará. Porque yo soy Jehová tu Dios, el Santo de Israel tu Salvador. He dado a Egipto como rescate por ti, a Etiopía y Sabá en tu lugar. Debido al hecho de que has sido precioso a mis ojos, se te ha considerado honorable, y yo mismo te he amado. Y daré hombres en lugar de ti, y grupos nacionales en lugar de tu alma.’”
14. ¿A quiénes aplicó primero Isaías 43:1-4, y cómo fue esto?
14 Esta declaración no tiene ninguna aplicación hoy en día a la República de Israel que fue establecida en la llamada Tierra Santa en 1948, aun cuando los de ésta tracen su descendencia natural desde el patriarca hebreo Jacob, que vivió hace treinta y siete siglos. En los días del profeta Isaías esas palabras de Jehová Dios sí aplicaron en sentido literal a los descendientes naturales de Jacob, y estas palabras se cumplieron en ellos en el siglo subsiguiente, el sexto antes de nuestra era común. ¿Cómo? Bueno, un resto sobreviviente de aquellos descendientes naturales de Jacob, o israelitas, fue libertado de su largo cautiverio en la tierra de Babilonia. Jehová su Dios los había vuelto a comprar, y la manera en que lo hizo tuvo repercusiones políticas en Egipto, Etiopía y Sabá en las manos del nuevo Imperio Persa establecido por Ciro el Grande. Entonces Jehová como su Salvador hizo que el fiel resto de su pueblo regresara a su patria en la tierra de Palestina, aunque tuvo que llevarlos a través de fuego y agua, por decirlo así, o a través de ríos y de desierto ardiente.
15. (a) ¿Qué cambio mostró Jesús que se había efectuado en su día, y cómo se expresó éste poderosamente? (b) ¿A quiénes, después de eso, aplicaron las palabras proféticas de Isaías, y por qué a ellos?
15 Sin embargo, en el primer siglo de la E.C., el gran profeta de Jehová, Jesucristo, señaló que Jehová, quien hasta entonces había sido el Dios de ellos, estaba rechazando a los descendientes naturales de Jacob, los israelitas, por haberle desobedecido a Él y por haber rechazado a sus profetas. Este rechazamiento de aquellos israelitas naturales se expresó poderosamente cuando se dejó que su ciudad sagrada de Jerusalén fuera destruida en el año 70 y que los sobrevivientes fueran esparcidos hasta los fines de la Tierra. Al mismo tiempo Jesucristo aclaró que la aplicación de las palabras proféticas de Isaías se había transferido a sus propios fieles seguidores a fin de que tuviese un cumplimiento más alto, completo y espiritual. En una expresión de esta transferencia, Jesucristo dijo a los israelitas o judíos desobedientes y carentes de fe: “El reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca sus frutos.” (Mat. 21:43) Los fieles y dedicados seguidores de Jesucristo son los que forman esa nueva nación a la cual se le entrega el reino de Dios. Ellos producen su fruto por la clase de vida espiritual que viven y por su predicación mundial de las buenas nuevas del reino de Dios con sus bendiciones para todas las familias de la Tierra.
16. En la relación de Dios con su pueblo, ¿quién creó a quién, lo cual prueba qué?
16 Tal como fue con la antigua nación de Jacob o Israel antes de que Jehová Dios la rechazara, así es con esta nueva nación a la cual él entrega el reino de Dios, para que ellos reinen con Jesucristo en los cielos como bendecidores de toda la humanidad que quede en la Tierra. Ellos no crearon a Jehová en sus mentes como su Dios, sino que él los creó a ellos como una nación espiritual, un Israel o Jacob espiritual. Ellos no lo formaron a él, ni formaron estatuas imaginarias de él, sino que Jehová Dios los formó a ellos como nación espiritual con Jesucristo como el Rey de reyes. Por consiguiente, Jehová no es un dios falso, o un dios hecho por el hombre, sino que como Dios y Creador, él los creó a ellos.
NECESARIO VOLVER A RECOGERLOS
17. ¿Por qué era necesario volver a recoger a los que creían en el Dios verdadero, pero qué interrupción evitó esto por algún tiempo?
17 Después de la muerte de Jesucristo y de sus doce apóstoles, sus seguidores fieles fueron esparcidos debido a persecución y opresores religiosos. En la segunda mitad del siglo diecinueve, un resto fiel de seguidores dedicados y bautizados de Cristo hizo un esfuerzo para unirse desde todas partes de la Tierra. Pero en 1914 vino la I Guerra Mundial, y el clero religioso de la cristiandad se aprovechó de las pasiones patrióticas y nacionalistas, las ambiciones y arreglos de emergencia de tiempo de guerra, para oprimir y esparcir, si no exterminar, a aquellos cristianos que adoraban a Jehová como el único Dios vivo y verdadero. Pero miles de años antes él había prometido volver a recoger a sus adoradores y usarlos de manera especial para su gloria. En el mismo capítulo de Isaías siguió diciendo:
18. ¿Había hecho este Dios verdadero alguna declaración en cuanto a volver a recoger a los suyos que estaban esparcidos?
18 “No temas, porque estoy contigo. Desde el levantamiento del sol traeré tu descendencia, y desde el poniente te recogeré. Diré al norte: ‘¡Da acá!’ y al sur: ‘No retengas. Trae a mis hijos desde lejos, y a mis hijas desde los extremos de la tierra, cada uno a quien se llama por mi nombre y a quien he creado para mi propia gloria, a quien he formado, sí, a quien he hecho.’”—Isa. 43:5-7.
19. ¿Cómo mostró Jesucristo que él sabía de este recogimiento de ellos de nuevo que habría de acontecer?
19 Jesucristo predijo este mismo recogimiento de ellos de nuevo en su profecía relativa al fin de este sistema de cosas mundano. Él no la aplicó al recogimiento de nuevo de los judíos sionistas a Palestina y el establecimiento de la República de Israel, sino al fiel resto de sus propios seguidores dedicados. Dijo: “Los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces todas las tribus de la tierra se golpearán en lamento, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con un gran sonido de trompeta, y juntarán a sus escogidos desde los cuatro vientos, desde un extremo de los cielos hasta su otro extremo.”—Mat. 24:3,29-31.
20. ¿De qué manera probó Jehová que era un Dios que cumplía su promesa en cuanto a volver a recoger a los de su nación?
20 De modo que, en el siglo octavo a. de la E.C., por medio de su profeta Isaías Jehová Dios predijo que volvería a recoger a sus adoradores cristianos y le dio énfasis a esto por medio de la profecía de su propio Hijo Jesucristo hace mil novecientos años. ¿Cumplió Jehová Dios la profecía? ¿Probó él que es un Dios de profecía verdadera? ¿Ha probado él que sea el Dios fiel y todopoderoso que se apega a su promesa y que puede hacer que se cumpla? ¡Sí! Contrario a lo que el clero religioso de la cristiandad esperaba, y para su vejación e irritación, Jehová libertó del cautiverio babilónico a su resto fiel de adoradores y los recogió de nuevo en unidad mundial, más fuerte y extensa que nunca antes. Hasta los miembros más prominentes del resto que habían sido encarcelados durante la I Guerra Mundial fueron libertados de la prisión y exonerados de todas las falsas acusaciones que se habían usado para hacer que fueran llevados a la prisión.
21. ¿Qué reconocimiento en cuanto a Jehová les vino ahora a los que habían sido recogidos de nuevo, y de qué cosa llegaron a darse cuenta?
21 Por medio de su Palabra escrita, sobre la cual brillaba la luz de la profecía cumplida, Jehová hizo que el resto llegara a reconocer mejor la importancia y lo precioso de su nombre. Ellos reconocieron que eran un pueblo, no para el nombre de Jesús, sino para el nombre de Jehová, tal como el discípulo cristiano Santiago señaló hace mucho tiempo cuando aplicó la profecía de Jehová registrada en Amós 9:11, 12. (Hech. 15:13-19)d Debido al significado de las Santas Escrituras que se iba revelando ellos llegaron a estar cada vez más impresionados por el hecho de que tenían que servir como testigos cristianos de Jehová. Por medio de su espíritu santo Dios los había creado para Su gloria, pues él los había engendrado para que fueran sus hijos espirituales y los había ungido con su espíritu para predicar y para ser coherederos de Jesucristo en su reino celestial. Jehová los había formado como nación espiritual al introducirlos en Su nuevo pacto por medio del Mediador Jesucristo. Jehová los había constituido su organización visible en la Tierra, una organización teocrática. Ahora, por medio de libertarlos en 1919 y reorganizarlos para más servicio a él, él ha probado que es un Dios vivo para ellos.
22, 23. (a) ¿Qué falla de parte de ellos les llamó a la atención Jehová? (b) ¿Cuáles fueron algunas de las acusaciones que se levantaron contra ellos, y a qué tendrían que encararse?
22 Antes de esto ellos no habían apreciado tan cabal y claramente que él era su Dios. Con respecto a este hecho habían estado ciegos y sordos espiritualmente, tal como la cristiandad, que adora a lo que llama un “Dios trino,” una trinidad de tres personas coiguales y coeternas contenidas, según dicen, en un solo Dios. El que fueran lentos en cuanto a ver y oír se debió, en gran manera, a la influencia de la cristiandad, con la cual habían estado asociados por tanto tiempo y la cual los había oprimido y mantenido cautivos. Ellos no habían actuado como el “siervo de Jehová.” En el capítulo anterior de Isaías (42:18-25) Jehová había llamado atención a esto y a sus penosas consecuencias, diciéndoles:
23 “Oigan ustedes, sordos; y miren adelante para ver ustedes, ciegos. ¿Quién es ciego, sino mi siervo, y quién es sordo como mi mensajero a quien yo envío? ¿Quién es ciego como el recompensado, o ciego como el siervo de Jehová? Era caso de ver muchas cosas, pero no seguiste vigilando. Era caso de abrir los oídos, pero no seguiste escuchando. Jehová mismo por causa de su justicia ha tenido deleite en magnificar la ley y hacerla majestuosa. Pero es un pueblo robado y saqueado, todos ellos entrampados en los hoyos, y en las casas de detención se les ha mantenido escondidos. Han venido a ser para saqueo sin libertador, para botín sin nadie que diga: ‘¡Devuelve!’ ¿Quién de entre ustedes dará oído a esto? ¿Quién prestará atención y escuchará para tiempos más tardíos? ¿Quién ha entregado a Jacob para mero botín, y a Israel a los saqueadores? ¿No es Jehová, contra Quien hemos pecado, en cuyos caminos no quisieron andar y a cuya ley no escucharon? Por lo tanto [Jehová] siguió derramando sobre [Jacob] furor, su ira, y la fortaleza de la guerra. Y esto siguió consumiéndolo [a Jacob] todo en derredor, pero él no hizo caso; y siguió ardiendo contra él, pero él no ponía nada en su corazón.”
SE LLAMA A LOS TESTIGOS
24. (a) ¿Cómo pudieran algunos considerar el que se robara o saqueara al pueblo de Jehová? (b) ¿Qué, entonces, era necesario?
24 Por permitir que a su pueblo se le robara y saqueara por no ver ni oír ni obedecer a su Dios, Jehová dejó que pareciera que su Dios no era en realidad ningún Dios, o que era un Dios débil y que por lo tanto los dioses de sus perseguidores, robadores y saqueadores eran más fuertes que Jehová. Ahora había llegado el tiempo para cambiar la mala impresión que se había permitido que se desarrollara. Ahora había llegado el tiempo para que la disputa en cuanto al Dios verdadero se resolviera y se silenciara a todo dios falso. ¡Que se celebre un juicio legal! ¡Llamen testigos, y que todo el universo asista a la audiencia, particularmente todas las naciones de la Tierra! Más bien que pedir una unificación de todos los dioses y una combinación de su adoración en una religión ampliamente abarcadora, Jehová desafía a todos los que son adorados como dioses por las naciones a que prueben que son dioses.
25, 26. ¿Qué hizo entonces Jehová para su pueblo, y cómo habló de esto proféticamente?
25 Para que su pueblo dedicado pueda servir como sus representantes en este tribunal universal, Jehová abre los ojos y oídos de ellos de manera espiritual haciendo que salgan de su cautiverio en la organización religiosa babilónica en el año 1919, en cuyo año celebraron la histórica primera asamblea general de los estudiantes cristianos internacionales de la Biblia después de la I Guerra Mundial. Teniendo ahora sus propios representantes libres, Jehová Dios llama a todas las naciones de la Tierra para que aparezcan ante el tribunal. Su pueblo, que una vez era ciego y sordo, tiene que hacer frente a todas las naciones mundanas en la controversia sobre quién es el Dios verdadero.
26 Emitiendo proféticamente la orden para la convocación de este tribunal en este siglo veinte, Jehová pasó a decir por medio de su profeta Isaías de hace dos mil setecientos años: “Saca a un pueblo ciego aunque los ojos mismos existen, y a los sordos aunque tienen oídos. Que todas las naciones se junten en un solo lugar, y que los grupos nacionales se reúnan. ¿Quién hay entre ellos que pueda decir esto? ¿O pueden ellos hacer que oigamos siquiera las cosas primeras? Que suministren sus testigos, para que sean declarados justos, o que oigan y digan: ‘¡Es la verdad!’”—Isa. 43:8, 9.
[Notas]
a Lucio Ferraris es el autor de lo que se llama “Prompta Bibliotheca canonica, juridica, moralis, theologica, necnon ascetica, polemica, rubricistica, historica,” una verdadera enciclopedia de conocimiento religioso.
b Vea la Cyclopædia de M’Clintock y Strong, tomo 7, página 63b.
c Vea las páginas 310, 311, 316 del libro The Time Is at Hand, por C. T. Russell, con derechos de 1889.
d Vea The Watch Tower del 15 de enero de 1928, páginas 19-25.
[Ilustración de la página 425]
Indra, uno de “aquellos que son llamados ‘dioses’”