Siervos de Dios de tiempo cabal
1. (a) ¿Cuántos testigos de Jehová son ministros de tiempo cabal? (b) ¿Cuál es la voluntad de Dios para los cristianos verdaderos según la mostró Jesús, y cómo respondieron a ella los cristianos primitivos?
TODOS los testigos de Jehová, que son cristianos bautizados, son ministros de tiempo cabal. Han dedicado su vida a Dios para hacer Su voluntad, y, habiendo estudiado la Biblia, saben lo que es esa voluntad. Jesucristo, como Testigo Principal de Jehová, les puso el ejemplo. (Rev. 3:14) Fue predicador de las buenas nuevas del reino de Dios, y llevó ese mensaje a la gente dondequiera que estuviera. (Mar. 1:14, 15; Luc. 8:1; 4:15, 16; 5:27) Entrenó a sus discípulos a participar en esa obra. Antes de dejarlos los comisionó para que fueran testigos de él “hasta la parte más lejana de la tierra.” (Hech. 1:8) No concluyeron que solo unos cuantos escogidos habrían de hacer esta obra, mientras que los otros serían espectadores. Aun historiadores seglares que se mofaban del cristianismo dan testimonio de que los cristianos primitivos que se proveían el sostén como “obreros, zapateros, agricultores” eran, no obstante, predicadores celosos del evangelio.a El libro A History of Civilization (por C. Brinton, J. Christopher y R. Wolff) informa: “El cristiano de ninguna manera estaba contento con las perspectivas de su propia salvación. Su aceptación de la voluntad de Dios no era pasiva. Desde el principio era un misionero ardiente, ansioso de convertir y salvar a otros.”
2. ¿Qué evidencia hay de que ese espíritu todavía está vivo?
2 Ese espíritu no se ha apagado; todavía está vivo entre los testigos cristianos de Jehová del día moderno. Ellos notan la declaración profética de Jesús para nuestro día, a saber: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) En casi doscientos países los testigos de Jehová dedican más de 14.000.000 de horas cada mes a esta mismísima obra que predijo Jesús. Y, además de su predicación, también asisten y participan regularmente en reuniones de congregación.
3. ¿Cómo es cierto que cada testigo bautizado de Jehová es ministro de tiempo cabal?
3 No obstante, la predicación de las “buenas nuevas” y el asistir a las reuniones, aun junto con todo el estudio y lectura personales que uno lleve a cabo en casa, no llenan el día de cada uno de los testigos de Jehová, ¿no es verdad? Por eso, ¿cómo se puede decir que todos ellos son ministros de tiempo cabal? Porque su ministerio afecta todo aspecto de su vida. Quizás estén empleados en lo seglar como obreros, agricultores, oficinistas o en algún otro negocio, pero, ante todo, son ministros de Dios. Lo que creen y enseñan como ministros es lo que influye en su selección de trabajo seglar, y esto es lo que los hace trabajadores concienzudos. (Col. 3:22, 23) Quizás cambie su trabajo seglar, pero no el ministerio. Cualquier cosa que hacen es con el conocimiento de que son ministros de Dios. Esto influye en el entrenamiento de sus hijos, en su conducta cuando hacen compras en el mercado, cuando asisten a la escuela, cuando participan de esparcimiento o se sientan a comer. “Sea que estén comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa, hagan todas las cosas para la gloria de Dios.” (1 Cor. 10:31) No solo en palabra, sino también en conducta, se esfuerzan por ‘dejar que resplandezca su luz,’ para que otros, como resultado de lo que observan, glorifiquen a Dios. (Mat. 5:14-16; 1 Ped. 2:12; 2 Cor. 6:3, 4) De modo que el ser ministros de tiempo cabal significa que son ministros de Dios las veinticuatro horas del día, cada día. ¿Es así como usted piensa de sí mismo... como ministro de tiempo cabal de Dios?
4. (a) ¿Podemos todos hacer las mismas cosas, y al mismo grado, para adelantar los intereses de la adoración pura? (b) ¿Qué motivo le agrada a Dios que mostremos en el servicio?
4 Por supuesto, quizás algunos puedan lograr más que otros de ciertas maneras para adelantar los intereses de la adoración pura. No todos llenan los requisitos para ser superintendentes, ni todos sobresalen como oradores públicos, pero cada uno efectúa una contribución valiosa al bienestar espiritual de la congregación si hace con verdadero ahínco lo que puede hacer. (Rom. 12:6-8) Por eso, también, no todos pueden dedicar la misma cantidad de tiempo al ministerio del campo, pero si alabamos públicamente el nombre de Dios, no de mala gana ni como obligados ni a causa de que estamos tratando de agradar a los hombres, sino a causa de que nuestro corazón rebosa de gratitud hacia nuestro Padre amoroso en el cielo, esto le es muy agradable a Dios.—2 Cor. 9:7; Heb. 13:20, 21.
¿ES PARA USTED EL SERVICIO DE PRECURSOR?
5. (a) ¿Sobre qué base pueden estar inclinados algunos a juzgar si le agradan a Dios o no, y por qué? (b) ¿Qué debería considerarse al determinar cuánto tiempo puede uno dedicar al ministerio del campo?
5 Puesto que la predicación del mensaje del Reino es una parte prominente de la vida del ministro cristiano, y una de la cual guarda un registro para hacer un informe a la congregación, quizás algunos se inclinen a juzgar si están agradando, a Dios o no simplemente por las horas que dedican al ministerio del campo. Es bueno que disciernan la importancia de ese trabajo; todos deberíamos hacerlo. Necesitamos ‘comprar’ tiempo de otras búsquedas para dedicarlo a esta obra vital. El apóstol Pablo escribió a la congregación de Éfeso: “Vigilen estrechamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.” Pero, ¿de qué debemos ‘comprar’ el tiempo? ¿Hemos de sacrificar nuestra propia espiritualidad, suprimiendo el estudio bíblico personal y el asistir a las reuniones con el fin de predicar? ¿Han de desatender los padres a sus familias? ¿Han de desatender las madres sus responsabilidades para con sus esposos y sus hijos con el fin de predicar más? No; ése no es el caso. Puede ser que estas cosas necesarias se puedan organizar mejor para dar más lugar al ministerio del campo, pero no olvide que todas estas otras responsabilidades son parte de la vida de uno como ministro cristiano. Pablo sigue diciendo: “Por este motivo dejen de estar haciéndose irrazonables, sino sigan percibiendo cuál es la voluntad de Jehová.” (Efe. 5:15-17) Y luego en los siguientes versículos muestra que la “voluntad de Jehová” incluye la atención apropiada a las necesidades físicas, emocionales y espirituales de los miembros de la familia de uno. (Efe. 5:21–6:4) Por eso, al determinar lo que uno puede hacer en el ministerio del campo, uno necesita considerar toda su vida como cristiano y preguntarse qué derrotero resultará verdaderamente en la mejor condición espiritual para todos los de la casa y así traer mayor gloria a Dios.
6. (a) ¿Por qué es correcto que la mayor parte de los jóvenes que han terminado su educación seglar entren en el servicio de precursor? (b) ¿Cómo respondió recientemente un hermano joven a las ofertas de becas para una educación universitaria, y por qué?
6 Algunos, al examinar su situación, comprenden que el derrotero que verdaderamente es consistente con su dedicación a Dios es que estén participando en el ministerio del campo de tiempo cabal, como ministros precursores, dedicando cien horas a predicar las “buenas nuevas” cada mes. Han terminado su educación seglar, son jóvenes, gozan de buena salud y no tienen obligaciones de familia ni otras responsabilidades que tengan prioridad. (Ecl. 12:1, 13) No escogen el establecerse en una carrera en el mundo de los negocios, porque no pueden discernir cómo pueden apoyar un sistema que la Palabra de Dios dice claramente que ‘va a ser clausurado’ en el futuro cercano. De modo que, ¿cómo responden a las “ofertas atractivas” del mundo? Durante su último año de secundaria a un hermano joven, hace poco tiempo, se le ofrecieron becas que le habrían pagado completamente una educación universitaria. Pero sabía que el éxito de que pudiera disfrutar en el mundo sería, a lo más, pasajero. Recordó el consejo de la Biblia: “No estén amando ni al mundo ni las cosas que están en el mundo. . .el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” (1 Juan 2:15-17) El amor a Jehová y la fe en Su palabra de promesa lo impulsaron a matricularse como precursor.
7. (a) ¿Por qué vendió su casa para entrar en el precursorado un hermano de la costa occidental de los Estados Unidos? (b) ¿De qué bendiciones han disfrutado él y su esposa desde entonces?
7 En la costa occidental de los Estados Unidos un hombre casado estaba ocupado pagando su casa. Esto requería trabajo seglar regular, de tiempo cabal, pero empleaba algo de tiempo en el ministerio del campo. No obstante, siendo honrado consigo mismo, comprendió que estaba más interesado en su trabajo seglar y en su casa que en el servicio de Jehová. Sabía que, para agradar a Jehová, tenía que mejorar su espiritualidad. (Mat. 19:21; 5:3) Después de cuidadosa consideración, vendió su casa y él y su esposa se hicieron precursores. Comenzaron a disfrutar del servicio como nunca antes. Poco después fueron invitados a participar en el servicio de precursor especial en un lugar donde la necesidad era más grande, luego a la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower para entrenamiento misional, y ahora están sirviendo en Colombia. Jehová los ha bendecido ricamente por la fe que mostraron al aumentar su participación en la obra de predicación.
8. (a) Mencione algunos de los factores que pudieran influir en la decisión de una madre en cuanto a si podría ser precursora y no obstante atender apropiadamente a sus hijos. (b) ¿Cuál fue el efecto sobre sus familias en el caso de dos madres que trabajaron de precursoras?
8 Otros que se han matriculado como precursores tienen hijos a quienes tienen que tomar en cuenta. En algunos casos no sería posible que asumieran responsabilidades de ministros precursores de tiempo cabal y al mismo tiempo atendieran apropiadamente a los hijos. Hay una variedad de factores envueltos, entre éstos organización personal, la salud de uno, y la edad e inclinaciones de los hijos. Pero, al examinar sus propias circunstancias junto con su esposo, una madre creyó que el ser precursora, aun por un tiempo, sería bueno para la espiritualidad de toda su familia, e informó que así resultó ser. Su hijo de edad preescolar iba con ella en el servicio y disfrutaba cabalmente de él, y su hijo de siete años comenzó a preguntar cuándo podría ser precursor. Otra madre que también ha sido precursora dijo: “El saber que el precursorado no lo excusa a uno de otras obligaciones me ha hecho una esposa y madre más consciente así como una mejor ama de casa. Con el fin de ser fructífera en el ministerio, el precursorado me ha enseñado que uno tiene que apoyarse fuertemente en Jehová a todo tiempo.” El que la madre haya sido ministra precursora resultó en una rica bendición para estas familias. ¿Aplicaría esto también en su caso?
9. ¿Cómo fue que una madre con cuatro hijos que criar ella sola asumió apropiadamente esa responsabilidad y al mismo tiempo mostró cómo consideraba el servicio de precursor?
9 En el caso de una Testigo que vive en Ohio la situación fue diferente. Tenía el deseo de ser precursora, es cierto. Pero había llegado a ser Testigo dos años después que su esposo la había abandonado, dejándola con cuatro hijos que mantener. No evadió esa responsabilidad, sino que diligentemente educó a los cuatro hijos y les inculcó el deseo de amar y servir a Jehová Dios. Aunque no podía ser precursora, inculcó el deseo de participar en la predicación de tiempo cabal en cada uno de sus hijos. Cada uno de ellos dedicó entre cinco y siete vacaciones de verano en ese servicio de tiempo cabal y, al graduarse de la escuela, cada uno se hizo ministro precursor. Habiendo atendido cuidadosamente esas responsabilidades de familia, la madre también se regocijó de tener la oportunidad de ingresar en las filas de precursores.
10. Después de tratar por dos años de arreglar trabajo seglar conveniente para poder ser precursor, ¿qué hizo un hermano, y cuál ha sido su experiencia desde entonces?
10 El problema a que se enfrentó otro publicador del Reino fue diferente. Creyó que podía ser precursor si solo pudiera arreglar adecuado trabajo seglar de tiempo parcial. Por dos años trató en vano de hacer tales arreglos con su patrón. Finalmente, comprendió que nunca sería precursor si no confiaba plenamente en Jehová. Presentó su renuncia; pero casi inmediatamente su jefe lo llamó a su oficina y le dijo que él pensaba que merecía un buen aumento de sueldo. Determinado a no permitir que las presiones materialistas restringieran su servicio a Jehová, permaneció firme. Después de cuatro años todavía sigue en el precursorado, todavía tiene el ‘sustento y con qué cubrirse’ que son necesarios, y ha tenido el gozo de ver crecer una nueva congregación con cincuenta publicadores en el territorio donde sirve.—1 Tim. 6:8.
11. ¿Cómo demuestran muchos su devoción de todo corazón a Jehová Dios aunque no pueden ser precursores?
11 Hay muchos que, después de justipreciar honradamente sus circunstancias personales, no hallan la manera de ser ministros precursores regulares, dedicando cien horas cada mes al ministerio del campo. Pero esto no necesariamente significa que amen menos a Dios. Si el ser ministros de Dios afecta verdaderamente todas sus actividades en la vida, ellos, también, son ministros de tiempo cabal. Cuando se enfrentan a las presiones del mundo incrédulo, son tan firmes a favor de lo que es correcto como lo son sus hermanos y hermanas que pueden dedicar más tiempo al ministerio del campo. Su corazón está en el servicio de Jehová, y participan celosamente en él cada mes. Ellos, también, están agradecidos a Dios de que los ha considerado dignos al permitirles participar en el ministerio, y ellos ‘compran el tiempo oportuno que queda’ de otras búsquedas para buscar primero el reino de Dios.
12. (a) ¿Para qué servicio especial se matriculan periódicamente muchos testigos de Jehová, y por qué? (b) ¿Cuándo puede participar una persona en el servicio de precursor de vacaciones?
12 Periódicamente, grandes números de estos ministros celosos de las buenas nuevas se matriculan como precursores de vacaciones por un período de dos semanas o un mes o más. Esto requiere que planeen cuidadosamente y que hagan un esfuerzo adicional. Aprecian el mes en el cual pueden dedicar cien horas al ministerio del campo, o setenta y cinco horas en el mes si son precursores de dos semanas. Quizás no puedan mantener ese paso todo el tiempo, pero su amor a Jehová los impulsa a hacerlo cuando pueden. Muchos participan en esta actividad durante el mes de abril cada año, cuando hay mucha actividad especial en la congregación. Otros pueden hacerlo durante sus vacaciones o a intervalos regulares durante el año. ¡De qué bendiciones disfrutan como resultado!
ACEPTANDO EL DESAFÍO DEL SERVICIO MISIONAL
13. (a) En la congregación cristiana del primer siglo, ¿quiénes fueron algunos que participaron en el trabajo misional extranjero? (b) ¿Qué experiencias tuvieron, y cómo consideraron su ministerio?
13 En el primer siglo de nuestra era común hubo algunos en la congregación cristiana que pudieron arreglar sus asuntos para participar en la obra misional extranjera. Entre éstos figuraron el apóstol Pablo, y sus compañeros Bernabé, Marcos, Silas, Lucas y Timoteo. No era trabajo fácil, pero había ricos galardones espirituales. En Filipos dos de ellos fueron echados a la cárcel, pero pudieron ayudar tanto al carcelero como a su familia a hacerse creyentes. (Hech. 16:25-34) El viajar en el territorio de ellos era peligroso las más de las veces, y Pablo estuvo en peligro a causa de salteadores, ríos crecidos y naufragio. Pero agradeció la bondad inmerecida de Dios para con él, y amó intensamente a aquellos a quienes pudo instruir en El Camino. (1 Tes. 2:8, 19, 20; 4:1) Su actitud fue como se registra en Hechos 20:24: “No hago mi alma de valor alguno como preciada para mí, con tal que termine mi carrera y el ministerio que recibí del Señor Jesús, de dar testimonio cabal de las buenas nuevas de la bondad inmerecida de Dios.”
14. (a) En tiempos modernos, ¿de qué privilegio disfrutó un matrimonio misionero en África occidental? (b) ¿Por qué no escogieron campos más fáciles en los cuales servir a Jehová los que ahora son misioneros?
14 De manera semejante, en estos días modernos hay personas que, poniendo el ministerio en primer lugar en la vida, han llegado a ser misioneros. Uno de tales matrimonios misioneros se mudó de las islas del Caribe a África occidental en un tiempo cuando no había ningún testigo de Jehová allí, y se quedó veintisiete años, hasta que había más de diez mil personas alabando activamente el nombre de Jehová. Muchos otros han servido fielmente diez, quince o veinte años en asignaciones misionales. Los que han emprendido el servicio misional pudieran haber escogido campos más fáciles en los cuales servir a Jehová, pero su gratitud sincera a Dios por su bondad inmerecida para con ellos los impulsó a decir, como dijo el fiel profeta Isaías: “¡Aquí estoy yo! Envíame a mí.” (Isa. 6:8) Sabían que las buenas nuevas del Reino todavía se tenían que predicar en otros países, y que la gente en esos lugares jamás podría cifrar la fe en Jehová y su reino si nadie les predicara. (Rom. 10:13-15) Al examinar sus circunstancias en la vida, comprendieron que podían hacer los ajustes necesarios para emprender ese servicio. La falta de fe no los disuadió; sabían que Jehová cumpliría su buena promesa de proveer las cosas que necesitaran. La indiferencia no los hizo raciocinar que, después de todo, Dios podría usar a otros para hacer el trabajo; estuvieron agradecidos a Dios por el privilegio de ser usados por él. El amor a Jehová disipó cualquier temor, y respondieron. Dijo un hermano, muchos años después de graduarse de la escuela misional de la Sociedad Watchtower y después de haber estado en una asignación extranjera: “Cuando hay que tomar una decisión, es apropiado considerar el coste, pero el que decide a favor del Reino y sus intereses jamás será desilusionado.”
SIRVIENDO EN BETEL
15. ¿Cómo es que parte del trabajo que llevan a cabo los que están sirviendo en Betel es semejante al que hicieron Tercio y Silvano en el primer siglo?
15 Algunos que han hecho esa decisión de poner en primer lugar los intereses del reino de Dios han sido invitados para servir en una de las casas Betel, oficinas de sucursal o imprentas de la Sociedad Watch Tower. Aquí, también, llevan a cabo trabajo como el de sus hermanos cristianos del primer siglo. Tercio tuvo el privilegio de efectuar trabajo de escriba, escribiendo la carta inspirada a los romanos que le dictó el apóstol Pablo. (Rom. 16:22) Silvano también registró parte de la Biblia, bajo la dirección del apóstol Pedro. (1 Ped. 5:12) Hoy, en vez de hacer solo una copia a la vez, los hermanos que están sirviendo en Betel imprimen y encuadernan millones de ejemplares de la Biblia en muchos idiomas; y algunos tienen el privilegio de hacer funcionar rotativas en las cuales el consejo bíblico que se provee por medio del “esclavo fiel y discreto” se produce por decenas de miles de ejemplares por hora.—Mat. 24:45-47.
16. (a) ¿De qué maneras es parte del servicio de Betel semejante al del fiel Esteban? (b) ¿Cómo resulta ser el servicio de Betel una bendición maravillosa para los que lo emprenden?
16 Otros que sirven en las casas Betel hacen trabajo como el de Esteban, que, como mesero, ‘distribuía alimento a las mesas’ de los cristianos primitivos que servían estrechamente juntos. Esa no fue una asignación de poca importancia, que se daba a alguien que no podía hacer otra cosa. No, la Biblia nos dice que Esteban fue nombrado a ese trabajo necesario porque estaba “lleno de fe y de espíritu santo.” Fue un hombre digno de confianza en quien se podía confiar para hacer bien el trabajo. Pero al mismo tiempo, Esteban era celoso en el ministerio del campo y era un defensor poderoso de la Palabra de Dios. Cuando opositores trataron de disputar con él, “no podían mantenerse firmes contra la sabiduría y el espíritu con que hablaba.” (Hech. 6:1-10) Miembros de familias Betel alrededor del mundo aprecian ese ejemplo excelente que puso Esteban. Ellos, también, se complacen en llevar a cabo cualquier trabajo que se les asigne, y comprenden que es un gran privilegio servir a Jehová y a sus hermanos así. Al mismo tiempo, se esfuerzan por participar plenamente del ministerio del campo, predicando de casa en casa y conduciendo estudios bíblicos. Muchos de ellos son siervos nombrados en las congregaciones y oradores públicos. En un ambiente tan teocrático como el que existe en las casas Betel hay maravillosa oportunidad para crecimiento espiritual. Se hacen accesibles magníficos privilegios de servicio para los siervos anuentes. ¡Qué excelente privilegio es el estar sirviendo en tal lugar durante los años que quedan de este viejo sistema de cosas!
ESTIMULE A OTROS
17. ¿Por qué debemos animar a otros a participar en el servicio de Jehová, y qué oportunidades hay para que todos nosotros lo hagamos?
17 Cada cristiano dedicado debe tener el deseo fervoroso de ver que el nombre de Jehová sea alabado al grado más plenamente posible en toda la Tierra. Individualmente podemos participar, y podemos lograr mucho para animar a otros a ser alabadores de Jehová. El mundo jamás va a ofrecer tal estímulo, porque carece del amor a Dios. (Sant. 4:4; 2 Tim. 3:4; Mat. 24:12) Pero, con fidelidad a Dios, debemos tal estímulo a otros. Por lo tanto, el apóstol Pablo escribió a los cristianos de Tesalónica: “Sigan consolándose los unos a los otros y edificándose los unos a los otros, así como de hecho lo están haciendo.” (1 Tes. 5:11) Mientras estudiamos la Biblia con otros, los animamos a que lleguen a ser alabadores activos de Jehová. Dentro de la congregación, también, hay quienes pudieran participar más plenamente en el servicio si recibieran estímulo amoroso, quizás en forma de una invitación para que lo acompañen a usted.
18. Si alguien de entre nosotros expresa el deseo de ser precursor, o de emprender el servicio de Betel o el servicio misional, ¿qué deberíamos hacer, y por qué?
18 De manera semejante, cuando hay oportunidad de animar a alguien de entre nosotros a que ensanche sus privilegios de servicio, mostramos fidelidad a Dios al ofrecer tal estímulo. ¿Está pensando alguien acerca del servicio de precursor? Sin falta déle encomio. ¿Está hablando acerca de hacer una solicitud para ingresar en Betel o para emprender el trabajo misional? Edifíquelo. No sea como aquellos hermanos de Cesarea a quienes Pablo dijo: “¿Qué están haciendo llorando y haciéndome débil de corazón?” (Hech. 21:13) Tampoco sea como Pedro en aquella ocasión cuando Jesús se dirigió a él y le dijo: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque tú no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres.” (Mat. 16:23) Más bien, regocíjese de que el corazón de sus hermanos está tan lleno de amor a Jehová que están anuentes a ser usados más plenamente por él. Estimúlelos a avanzar, con plena fe en Jehová.
“SIGAN DANDO PRUEBA DE LO QUE USTEDES MISMOS SON”
19. (a) ¿Hasta qué grado debe influir en nuestra vida nuestra dedicación a Jehová? (b) ¿Qué evidencias del progreso a la madurez debemos buscar en nosotros mismos?
19 Si usted es cristiano bautizado, nunca pierda de vista el hecho de que su vida entera ha sido dedicada a Dios. No simplemente son unas cuantas horas a la semana las que usted ha prometido dedicar a hacer la voluntad de Dios. Su entera vida debe reflejar el hecho de que usted es ministro de Dios. Cambios en su modo de pensar y hacer las cosas se requirieron cuando usted llegó a ser cristiano, y fue el amor a Jehová lo que lo impulsó a hacer esos cambios. Pero eso solo fue el principio. Mientras uno continúa estudiando la Palabra de Dios y experimenta personalmente su benignidad, el propio amor de uno crece y se expresa más plenamente. A no ser que llegue a estar ‘embotado en su oír’ de la Palabra de Dios, uno va a pasar adelante a la madurez. (Heb. 5:11, 12) Los principios bíblicos influirán más profundamente en todas sus decisiones, y su deseo de participar plenamente en la predicación de estas buenas nuevas del Reino se hará más fuerte. ¿Le está sucediendo esto a usted? Para permanecer en la fe uno tiene que seguir creciendo espiritualmente. “Sigan poniéndose a prueba para ver si están en la fe, sigan dando prueba de lo que ustedes mismos son.”—2 Cor. 13:5.
20. ¿Qué actitud de nuestra parte hará posible el efectuar el mayor bien en el servicio de Jehová?
20 Recuerde, el progreso que usted pueda efectuar espiritualmente, y lo que usted pueda lograr en el servicio del Padre celestial, no dependen únicamente de su habilidad. (2 Cor. 4:7) Están enlazados mucho más directamente con la anuencia de usted a ser usado por Jehová. ¿Ha aprendido usted a acudir a él para guía en todo lo que hace? ¿Tiene plena fe en la habilidad de él para sustentarlo como siervo de él? ¿Aprecia usted plenamente que, aunque es privilegio de usted el plantar y regar en el ministerio, es Dios quien lo hace crecer? (1 Cor. 3:6-9) Si ése es el caso, usted continuará respondiendo a su dirección. Usted mismo resultará ser siervo de Dios de tiempo cabal.
[Nota]
a Celso, cuyos escritos se mencionan en The History of the Christian Religion and Church, During the Three First Centuries (Nueva York; 1848), por el Dr. Augusto Neander, traducido por H. Rose.