Preguntas de los lectores
● En Mateo 19:24 y Lucas 18:25 Jesucristo compara la dificultad de que un rico logre entrar en el reino de Dios a la dificultad que tendría un camello al tratar de pasar por el ojo de una aguja. Algunos diccionarios bíblicos hablan del “ojo de la aguja” como siendo posiblemente una puerta pequeña de una ciudad oriental murada, y tales libros a veces muestran cuadros de puertas pequeñas. ¿Se estaba refiriendo Jesús a alguna de tales puertas?—F. M., EE. UU.
Se ha pretendido explicar Mateo 19:24, Marcos 10:25 y Lucas 18:25 como refiriéndose a una puerta pequeña en una de las puertas grandes de Jerusalén. La explicación ha incluido la idea de que, si en la noche estaba cerrada la puerta grande, se podía abrir esta puerta pequeña, y, con dificultad, un camello podía pasar por ella. Sin embargo, en Lucas 18:25 se usa una palabra griega que específicamente se refiere a una aguja de coser, y por eso la Traducción del Nuevo Mundo vierte el texto: “Más fácil es, de hecho, que un camello pase por el ojo de una aguja de coser que el que un rico entre en el reino de Dios.”
Varias autoridades sobre el griego bíblico, como An Expository Dictionary of New Testament Words por W. E. Vine, convienen con la manera de verter de la Traducción del Nuevo Mundo. En el tomo 3, páginas 106, 107, esta obra explica que la palabra griega que se encuentra en Lucas 18:25 es belone, que es “análoga a belos, un dardo, denota un punto agudo, por consiguiente, una aguja.” Esta obra pasa a indicar: “La idea de aplicar el ‘ojo de la aguja’ a puertas pequeñas parece ser moderna; no hay indicio antiguo de ello. Mackie indica (Dic. Bib. de Hastings) que ‘a veces se pretende explicar las palabras como una referencia a la puerta pequeña, de un poco más de 2 pies cuadrados, en la puerta pesada grande de una ciudad murada. Esto desfigura el cuadro sin alterar materialmente el significado, y no recibe justificación de parte del idioma y tradiciones de Palestina.”
Es razonable que Jesucristo quiso decir una aguja de coser literal y un camello literal y usó éstos para ilustrar la imposibilidad de la cosa mencionada. La Traducción del Nuevo Mundo se basa en el idioma verdadero de Jesucristo y su discípulo Lucas más bien que en tradición. En lo que toca a agujas de coser, tanto agujas de hueso como de metal de origen antiguo se han descubierto en la Tierra Santa, mostrando que eran objetos caseros comunes.
● ¿Habría de cumplirse en toda la Tierra la profecía que hizo el profeta cristiano Agabo acerca de un hambre? ¿Registra la historia seglar dicha hambre?—J. E., EE. UU.
Agabo, junto con otros profetas, descendió de Jerusalén a Antioquía de Siria durante el año en que estuvo allí el apóstol Pablo. Agabo predijo por medio del espíritu santo “que una grande hambre estaba para venir sobre toda la tierra habitada [griego: oikouimene].” (Hech. 11:27, 28) Concerniente al uso de la palabra oikoumene en este texto, Barnes’ Notes on the New Testament dice: “La palabra que se usa aquí . . . por lo general denota al mundo habitado, las partes de la Tierra que están cultivadas y ocupadas. Sin embargo, a veces se circunscribe para denotar una tierra o país entero, en contraste con las partes de él; por eso, para denotar toda la tierra de Palestina a distinción de sus partes, o para denotar que un acontecimiento se referiría a toda la tierra, y no se circunscribiría una o más partes, como Galilea, Samaria, etc.” Un ejemplo del uso de esta palabra en su alcance limitado, para denotar una región o reino entero, es Lucas 2:1: “Ahora bien, en aquellos días salió un decreto de César Augusto de que se inscribiera toda la tierra habitada.”
Parece que los cristianos de Antioquía entendieron que la profecía de Agabo aplicaría a la tierra de Palestina, puesto que el siguiente versículo (29) dice que se determinaron “enviar una ministración de socorro a los hermanos que moraban en Judea.” Como dice el relato, el hambre “tuvo lugar,” cumpliéndose la profecía durante el reinado del emperador Claudio (41-54 E.C.). (Hech. 11:28) El historiador judío Josefo (Antiquities of the Jews, XX, 2, 5; 5, 2) se refiere a esta “grande hambre” e indica que duró tres o más años.
● ¿Cuál es el punto de vista bíblico en cuanto al usar piedras de nacimiento?—M. O., EE. UU.
Sea que un cristiano lleve un anillo con cierta gema es asunto de decisión personal. Los principios bíblicos pueden ayudarlo a uno a hacer una decisión sabia. La Biblia nos exhorta: “Más que todo lo demás que ha de guardarse, salvaguarda tu corazón, porque procedentes de él son las fuentes de la vida.” (Pro. 4:23) Por eso, al hacer esta decisión, el cristiano debe examinar su corazón para ver cuál es su motivo. ¿Es simplemente que la gema que lo atrae a uno sucede ser también una llamada piedra de nacimiento? ¿O es uno, de alguna manera, afectado por el punto de vista supersticioso que ciertas personas les han atribuido?
Muchas personas de tiempos antiguos creían que una piedra de nacimiento traería “buena suerte” a quien la llevaba. ¿Cree esto el cristiano? No, él sabe que Jehová condena a los que confían en “el dios de la Buena Suerte.” (Isa. 65:11) También creían algunos que la piedra de nacimiento influía en la personalidad de uno para lo bueno. ¿Cree eso el cristiano? No, él sabe que “la nueva personalidad” se obtiene por medio de aplicar los principios bíblicos. (Efe. 4:22-24) Durante la edad media los adivinos escogían una gema para cada mes, y fue este grupo el que animaba a la gente a llevar la gema de su mes de nacimiento para evitarle daño. Pero la Biblia condena a los que buscan agüeros y a los pronosticadores profesionales de sucesos, de modo que no sería apropiado el que los cristianos siguieran su guía. (Deu. 18:9-12) Tampoco sería apropiado el que un cristiano atribuyera significado especial al hecho de que un anillo tuviera una “piedra de nacimiento,” puesto que los testigos cristianos de Jehová no celebran cumpleaños, pues los únicos que celebraban cumpleaños según se menciona en la Biblia eran paganos.—Gén. 40:20; Mat. 14:6-10.
Teniendo presentes estos puntos, cada uno puede examinar su propio motivo, considerar los efectos de su derrotero tanto sobre él mismo como sobre otras personas, y luego hacer una decisión personal.