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  • Un yugo que es suave y una carga que es ligera

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  • Un yugo que es suave y una carga que es ligera
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
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  • EL YUGO SUAVE Y EL REFRIGERIO
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    La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1989
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    Nuestro Ministerio del Reino 1985
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    Nuestro Ministerio del Reino 2008
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1971
w71 15/3 págs. 178-184

Un yugo que es suave y una carga que es ligera

“Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos.”—Mat. 11:28, 29.

 1. ¿Cuál es la condición del mundo hoy, y qué preguntas pueden hacerse?

ADONDEQUIERA que uno vaya en la actualidad ve gente que está cansada. No solo llega cansada a casa del trabajo y se acuesta cansada, sino que se levanta cansada por la mañana y va cansada al trabajo. Tienen el rostro marcado con círculos de agotamiento y los cuerpos a menudo están encorvados según la forma de las cargas pesadas que llevan. Hasta niñitos, muchachos, muchachas y adolescentes se quejan de estar cansados. ¿Por qué está tan cansada la gente en estos días? ¿Qué pueden hacer para hallar refrigerio para su alma?

 2, 3. (a) Mencione varias razones por las cuales la gente está cansada hoy. (b) ¿Cómo describe la Biblia a “toda la creación,” y por qué?

2 Los viejos y los jóvenes están reaccionando a las presiones intolerables de nuestros tiempos. El simplemente llegar al trabajo a tiempo ha llegado a ser una hazaña agotadora en algunas localidades. El tráfico en las ciudades temprano por la mañana es un peligro en sí. Es una hora en que la cortesía de los que viajan juntos es casi urbanidad olvidada. Por lo general los trenes están atestados y los autobuses y los trenes subterráneos están apiñados de rostros desdichados. Verse ante el patrono en cuyo pensamiento domina la idea de la producción, que se muestra fuerte en eficacia y débil en “empatía,” difícilmente es verse ante una inspiración. Luego hay todo el ambiente nocivo de la competencia y la rivalidad en el trabajo, o de costumbres al hablar que han llegado a ser inmorales y degradantes, o la tensión de la asociación con los que se mienten, defraudan y hurtan unos a otros sin titubear. Ahora aúne esto a las cargas del alto costo de la vida, los impuestos que aumentan de año en año, las tensiones causadas a la persona por el temor —el temor de que le roben, o la violen o lastimen, el temor de perder uno su trabajo, su propiedad, o el temor de verse enfermo sin que a nadie le importe— y uno comienza a sentir las tremendas presiones de nuestros tiempos, la carga que está sobre la humanidad.

3 Pero eso no es todo. Añada a esto el peso que han colocado sobre la gente las prácticas inmorales, degradadas y corrompidas de los sistemas políticos, los sistemas militares y comerciales, sus guerras, evoluciones e injusticias. Aúne a esto las pesadas cargas de la religión mundial, el costo de perpetuar sistemas tradicionales deteriorados e inútiles, catedrales vacías y ministros sin fe. Eche sobre esto las cargas ocasionadas por la juventud descarriada, el crimen, la violencia y los motines de nuestra era, y se puede comenzar a entender por qué está cansada la gente. La Biblia dice que “toda la creación” está ‘gimiendo juntamente y [está] en dolor juntamente,” porque “el mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (Rom. 8:22; 1 Juan 5:19) La gente está cansada del sistema semejante a pulpo gigantesco que la ha entrampado y está apretándola lentamente hasta dejarla sin vida. (Rev. 13:16-18) Pero, ¿qué pueden hacer en cuanto a ello? ¿Cómo pueden salirse de debajo de ese sistema y hallar refrigerio para sus almas?

LA MAGNÍFICA INVITACIÓN

 4. ¿Qué solución propuso Jesús para los que se afanan y están cargados?

4 Cuando el Hijo de Dios, Jesucristo, anduvo sobre la faz de la Tierra hace más de diecinueve siglos, había gente oprimida en la Tierra entonces como la hay ahora. Jesús reconoció su situación y propuso una solución. La solución que Jesús dio constituye la magnífica invitación de venir a él para refrigerio para sus almas. Jesús dijo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” (Mat. 11:28-30) En estas palabras bellamente fraseadas estriba la solución. Pero, ¿a quiénes fue extendida esta magnífica invitación? ¿Y qué significan estas palabras para nosotros los que vivimos en este siglo veinte?

 5. (a) ¿A quiénes se extendió la invitación de Jesús en su día? (b) ¿Era la ley mosaica en sí una carga?

5 La invitación se extiende a todos los que se afanan y están cargados. En el día de Jesús la referencia se hizo específicamente a los que estaban bajo obligación a la ley mosaica. En Hechos 15:10 el apóstol cristiano Pedro, hablando a los hombres de mayor edad de Jerusalén, dijo: “¿Por qué están ustedes poniendo a Dios a una prueba, imponiendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros antepasados ni nosotros fuimos capaces de cargar?” Pedro se refirió a la ley mosaica como un yugo que los obligaba a una carga insoportable. No porque la ley en sí fuera gravosa; no lo era. La ley era ‘santa y justa y buena.’ (Rom. 7:12) Pero el hombre imperfecto la encontraba gravosa porque no podía cumplir con su norma perfecta. Cristo libró de esta obligación a todos los que estaban uncidos de esta manera.—Gál. 3:13.

 6-8. ¿A quiénes más se extendió la invitación de Jesús?

6 La magnífica invitación de “vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados,” también se extendió a los que estaban abrumados por los sistemas tradicionales vanos de aquel día. Hablando de los escribas y fariseos que fomentaban estas tradiciones, Jesús dijo: “Atan cargas pesadas y las ponen sobre los hombros de los hombres, pero ellos mismos ni con el dedo quieren moverlas.” (Mat. 23:4; Mar. 7:2-5) Al ser tan exigentes acerca de los detalles menores, los fariseos pasaban por alto completamente los asuntos más importantes de la justicia, la misericordia y la fidelidad. Jesús libró a la gente de aquella tradición esclavizadora, que era adoración vana.—Mat. 15:1-9.

7 La invitación también se dirigió a los que sentían el peso triturador de la dominación de César y su imposición de impuestos; y a las personas que se sentían “desolladas y desparramadas como ovejas sin pastor.” (Mat. 9:36; 22:17-21) La aplicación de la solución de Jesús traería refrigerio para éstos también.

8 Jesús también se dirigió a los que sentían el peso de sus pecados por una conciencia afligida. La práctica del pecado conduce a un envilecimiento y corrupción de la clase más baja, y hunde a los hombres en la más grande pobreza. (Mat. 6:23) Estos podrían ser libertados de su carga respondiendo a la invitación de Jesús “vengan a mí.”

EL YUGO SUAVE Y EL REFRIGERIO

 9. ¿Cómo consiguió Jesús que la gente respondiera a su invitación de manera que hallara refrigerio para su alma?

9 ¿Cómo consiguió Cristo que la gente respondiera a su invitación de manera que hallara refrigerio para su alma? Lo hizo revelándoles que el refrigerio no viene por escaparse de las cargas o trabajo de la vida, como quieren hacer muchos “hippies” del día moderno, sino llegando a estar uncidos a Cristo y haciéndose discípulos de él. Dijo: “Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, . . . y hallarán refrigerio para sus almas.” (Mat. 11:29) En la nota al pie de la página de la edición en inglés de 1950 de la Traducción del Nuevo Mundo, este texto dice: “Pónganse debajo de mi yugo conmigo.” Por lo tanto, a la gente se le invita a despojarse de sus yugos o vínculos mundanos y ponerse bajo el yugo de Cristo con él a fin de hallar refrigerio para su alma. El nuevo yugo sería el asumir la responsabilidad que los haría discípulos de Jesucristo.

10. (a) ¿Por qué podemos decir que el yugo de Jesús es suave, y de qué manera difiere de un yugo de bueyes? (b) ¿A qué invitación de los Salmos es semejante la invitación de Jesús? (c) ¿Cómo trae refrigerio el estar uncido a Jesús?

10 Los israelitas de la antigüedad eran un pueblo agrícola que conocía los yugos. Por lo tanto, sabían de lo que hablaba Jesús. Nosotros, también, tenemos que recordar que como carpintero Jesús sin duda hizo yugos para bueyes y collares para la gente. A menudo aquellos collares se hacían a la medida para que cuadraran alrededor del cuello y los hombros de la gente, pues con ellos llevaban agua y otros abastecimientos. Sin embargo, el yugo de los bueyes es involuntario, pero el yugo que Jesús proponía era voluntario. Invitaba a las personas a tomar el yugo de él sobre ellas y hacerse discípulos de él. Para el judío esto quería decir el salirse voluntariamente de debajo de la ley mosaica para hacerse discípulo de Jesucristo, para estar uncido con Cristo en el servicio de Dios con todo su corazón, alma, mente y fuerza, en virtud de su fe. (Mat. 22:36-40; Rom. 1:17) El consejo es semejante a la invitación que se hace en el Salmo 55:22: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará. Nunca permitirá que tambalee el justo.” Tan firmemente como podamos depender de Jehová por ayuda, también podemos confiar en las palabras de Aquel a quien él envió para efectuar su obra en la Tierra, a saber, Jesucristo. Jesús reveló que el refrigerio verdadero viene por medio de ejercer fe en él como la provisión de Jehová para la salvación. Pues, “no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos.” (Hech. 4:12) El conocimiento de eso alimenta la esperanza. Lo refresca a uno con pensamientos de vida eterna en un justo nuevo sistema de cosas.—2 Ped. 3:13; 1 Juan 1:9; 2:17.

11. ¿Cuál es el refrigerio que se recibe? ¿Y cómo sabemos que los cristianos del primer siglo lo recibieron?

11 El refrigerio principalmente es una experiencia interior, una de gozo y conocimiento de que el discípulo de Cristo es un niño de la familia de Dios en virtud de la fe y no por las obras de la ley mosaica. El refrigerio es participar de la propia experiencia de Jesús de perfecta obediencia amorosa a Jehová por fe y recibir la aprobación de Dios por tal asociación. Con cada vuelta hacia Cristo, con cada acercamiento a él, el cansado halla refrigerio, una causa de regocijo. El refrigerio que se recibe es la tranquilidad de ánimo de que uno disfruta, la calma profunda del corazón, un contentamiento en la vida que sobrepuja todo entendimiento. Los cristianos del primer siglo experimentaron este refrigerio y escribieron acerca de él en las Santas Escrituras.—Juan 14:27; Fili. 4:7.

EL YUGO SUAVE HOY EN DÍA

12. ¿Qué es el yugo de Cristo hoy?

12 Pero, ¿qué es el yugo de Cristo hoy? No es un yugo de ociosidad, ni es una exención de trabajo ni de ninguna exigencia honorable, sino un modo de vivir con remuneraciones eternas en mira. Es una vida que requiere sacrificio y ejemplo. (Mat. 16:24-26; 19:16-29) Por lo tanto, no es una vida desenfrenada, una vida de irresponsabilidad, una vida de “libertades irregulares,” vida que pronto irrita y cansa, debido a su falta de responsabilidad, logro y consecución. Por lo tanto, hoy el yugo es lo mismo que fue en el día de Jesús; es un yugo de dedicación completa a Dios como discípulo de Jesucristo. Es un modo de vivir, que uno vive por fe como siervo verdadero de Jehová con vida eterna en mira.—Heb. 10:7-10; Sal. 40:6-8.

13. ¿Cómo puede el cristiano hoy hallar refrigerio para su alma, y qué tienen que hacer los que no han experimentado este refrigerio?

13 El cristiano voluntariamente asume ese yugo, porque refresca. Uno experimenta una libertad piadosa por él. Porque “si permanecen en mi palabra,” dijo Jesús, “verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los libertará.” “Por eso si el Hijo los liberta, serán realmente libres.” (Juan 8:31, 32, 36) Por lo tanto, para ser libre y experimentar refrigerio uno tiene que hacerse discípulo de Jesucristo. No hay otra manera de conseguir esta experiencia. (Rom. 7:4; Gál. 5:1) Hoy la gente que dice que es cristiana y que no experimenta libertad o refrigerio debe examinar su relación con Dios, porque él es un Dios que cumple su promesa.—1 Rey. 8:56.

14. ¿De qué manera es suave el yugo de Cristo?

14 Cuando Jesús invitó a los cansados a hacerse sus discípulos, les dijo que ‘su yugo es suave y su carga ligera.’ ¿De qué manera es suave su yugo? Hoy como en el día de Jesús algunos yugos están forrados con paño suave de modo que el yugo no irrite el cuello de los bueyes. Se les pudiera llamar “yugos suaves” porque muestran consideración y amor. El yugo cristiano es suave porque el yugo de la dedicación es voluntario y porque está forrado con el amor de Dios y de Cristo. Puesto que todos sin excepción, el rico y el pobre, el educado y el no educado, el que tiene habilidad y el que no la tiene, el viejo y el joven, el que tiene fuerza y el que no la tiene, pueden aprovecharse de este privilegio de la dedicación, esto prueba que es un yugo suave. “Dios no es parcial,” dijo el apóstol Pedro, “sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.”—Hech. 10:34, 35.

15. (a) ¿Cómo podemos tomar sobre nosotros mismos el yugo de Cristo, y por qué es una experiencia agradable? (b) ¿Por qué no satisfacen los yugos mundanos, mientras que el de Cristo sí?

15 El yugo es de Cristo. “Tomen mi yugo sobre ustedes,” dice él. Por lo tanto, a nosotros se nos insta a seguir el ejemplo de Cristo. Esto es un placer, porque él se describe como “de genio apacible y humilde de corazón.” (Mat. 11:29; 1 Ped. 2:21) Estas cualidades se ponen en contraste con el espíritu severo, exigente, de las autoridades mundanas. Debido a que Cristo es de genio apacible y humilde de corazón ciertamente disfrutamos de trabajar con él. Su yugo está forrado de verdadero amor. No nos raspa ni nos irrita como los yugos mundanos. Los yugos mundanos son severos, cortantes y exigentes. Irritan y cansan, no solo porque son severos, sino porque uno no siente ningún beneficio duradero, ningún logro verdadero, ninguna satisfacción verdadera al obrar para satisfacer los anhelos egoístas de los hombres inicuos de la Tierra. Pero cuando estamos uncidos a Cristo como uno de sus discípulos, cada uno tiene el gozo y contentamiento que viene del servir a Jehová, y esto es lo que satisface. Esta condición de estar consciente de ser siervo de Dios es lo que trae verdadero refrigerio al alma.—Pro. 10:22.

LA CARGA LIGERA

16. ¿Cuál es la ‘carga ligera’ que mencionó Cristo?

16 Jesús asegura a las almas cargadas de hoy: “Mi carga [es] ligera.” (Mat. 11:30) ¿Qué es esta carga ligera? Es vivir en conformidad con los requisitos de Dios para la vida. El apóstol Juan escribió: “Esto es lo que el amor de Dios significa: que observemos sus mandamientos; y, sin embargo, sus mandamientos no son gravosos.” (1 Juan 5:3) “¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?” (Miq. 6:8) ¿Requiere Dios demasiado de nosotros cuando pide que seamos justos, amorosos, bondadosos y modestos cuando andamos con él? ¿No son éstas las cualidades de las cuales disfrutamos al verlas en otros? A los cristianos se les manda que prediquen las buenas nuevas del reino de Dios “en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones”; que “hagan discípulos de gente de todas las naciones”; que les enseñen a vivir en armonía con los principios bíblicos. (Mat. 24:14; 28:19, 20) ¿Es ésta una carga excepcionalmente pesada, demasiado que llevar? Veamos.

17. ¿Por qué podemos decir que esta carga es ligera?

17 Tenga presente que esta carga significa que tenemos que hablar a la gente acerca del reino de Dios y enseñar a la gente a llegar a hacerse discípulos de Jesucristo. ¿Es esto pedir demasiado de nosotros? Casi toda persona tiene la habilidad de hablar en algún idioma, y la gente por lo general disfruta de hablar de cosas que les son afines. De hecho, esa clase de conversación inspira y vigoriza. Bueno, entonces, si el amor de Dios es cosa atín para nosotros, ¿no querremos hablar acerca de nuestro Dios? Si apreciamos lo que su Hijo Jesucristo ha hecho por nosotros al proporcionarnos un ejemplo perfecto y el rescate, ¿no querremos hablar acerca de ello? Si entendemos plenamente lo que el reino de Dios hará para toda la humanidad obediente, transformando esta Tierra en un paraíso y levantando a la humanidad a la perfección y a la vida eterna, ¿no querremos que otros oigan acerca de las buenas nuevas del reino de Dios? ¡Por supuesto que sí! ¡Las cosas en que tenemos fijado el afecto de nuestro corazón no representan una carga, sino un refrigerio para el alma! Y esto especialmente aplica a las cosas que tienen que ver con Dios, Cristo y su reino. De hecho, “con el corazón se ejerce fe para justicia, pero con la boca se hace declaración pública para salvación.”—Rom. 10:10.

LA OBRA QUE REFRESCA

18. (a) ¿Qué pueden hacer los que creen que la carga del ministerio cristiano es pesada? (b) ¿Qué presenciarán?

18 Sin embargo, quizás algunos no estén de acuerdo. Quizás aleguen que la carga del discípulo no es ligera, que no es refrescante. ¿Cómo se les puede probar que sí lo es? El cristiano puede invitar a estos escépticos o dudosos a que lo acompañen en el servicio de Dios. Que observen éstos y vean si él verdaderamente se refresca en el ministerio. Estos verán que, cuando se encuentra un oído que oye y se comparten palabras acerca del Reino, el ministro de Dios se aviva. ¡Su corazón realmente salta de gozo! ¡Cuánto se emociona al hallar un oído que oye a la puerta! ¡Cuánto se alegra cuando se coloca una pieza individual de literatura que habla del reino de Dios en manos de una persona que muestra interés! El ministro de veras queda vivificado. Cobra nueva fuerza. Sube y baja escaleras con vigor renovado. Ministros viejos y jóvenes son afectados del mismo modo. ¿Por qué están tan vigorizados? Porque el compartir la palabra de vida de Dios trae refrigerio, por eso es.

19. ¿Es una carga pesada el asistir a un estudio bíblico de congregación? ¿Por qué contesta usted así?

19 Al cristiano se le estimula a asistir a un estudio bíblico de congregación cada semana. ¿Es ésta una carga demasiado pesada? La gente viene a estos estudios bíblicos cansada después de trabajar todo el día en su trabajo seglar, pero cuando pasa una hora estudiando la Palabra de Dios en estas reuniones, su sensación de cansancio por lo general ha desaparecido. Se siente refrescada, y no se avergüenza de decirlo. ¡Cuánto se emocionan cuando aprenden nuevas verdades! Su cuerpo cobra vida. ¿Por qué se sienten así? Porque el participar de la Palabra de Dios en aquella asociación significa refrescar el alma, ¡por eso es!

20. ¿Qué vemos en cuanto a los que asisten con regularidad a las reuniones de congregación en el Salón del Reino, a las asambleas de circuito, a las asambleas de distrito y a las internacionales?

20 La Palabra de Dios estimula a los cristianos a reunirse con regularidad en la congregación. (Heb. 10:24, 25) Ellos hacen esto varias veces a la semana. ¿Es esto una carga sumamente gravosa? Personas con cuerpos golpeados, estropeados y magullados por haber llevado la carga de este mundo vienen fielmente al Salón del Reino semana tras semana tras semana. ¿Por qué hacen esto? A fin de hallar refrigerio para su alma en compañía de sus hermanos, ¡por eso es! No es una tarea fácil el que madres y padres que tienen familias traigan consigo a sus hijos a las reuniones de congregación con regularidad, y no obstante lo hacen. No les es fácil viajar a asambleas de circuito, de distrito e internacionales, a menudo a gran costo para ellos mismos, y no obstante lo hacen. ¿Por qué lo hacen? Porque encuentran refrigerio para sus almas en estas reuniones, ¡por eso es! “¡Miren! ¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos moren juntos en unidad! . . . Porque allí ordenó Jehová que estuviese la bendición, aun vida hasta tiempo indefinido.” (Sal. 133:1, 3) En estas reuniones experimentan las bendiciones de Jehová que enriquecen.

CANSADOS PERO SATISFECHOS

21. (a) ¿Significa esto que los cristianos no se cansan? ¿Por qué responde usted así? (b) ¿Qué prueba que los cristianos del día moderno están recibiendo refrigerio de Dios?

21 Esto no quiere decir que los cristianos no se cansen físicamente, porque sí se cansan. Jesús dijo a sus apóstoles: “Descansen un poco.” (Mar. 6:31) El espíritu está dispuesto, pero es el cuerpo el que a menudo se rinde. (Mat. 26:41) Pero en medio de esas circunstancias ese cansancio le deja a uno una dulce sensación de contentamiento por haber hecho la voluntad de Jehová. No hay desistimiento voluntario. (Gál. 6:9, 10) Pregunte a los ministros de tiempo cabal, a los que trabajan más tiempo y más duro en el ministerio, si no es así. No es posible hallar a un grupo de gente más feliz y más contenta sobre la faz de la Tierra hoy día que los precursores, los misioneros, los siervos de Betel... ¡los trabajadores de tiempo cabal de Dios! Su felicidad es evidencia del refrigerio de parte de Dios.

22. (a) ¿Cómo se han expresado diferentes ministros de tiempo cabal en cuanto al ministerio de Cristo? (b) ¿Qué recomendación es ésta?

22 Un superintendente de congregación de Brooklyn, Nueva York, habló con los ministros precursores de su congregación para saber qué opinaban en cuanto al ministerio de tiempo cabal. Sus respuestas fueron por este estilo: “Después de trabajar un día entero en el servicio tengo una sensación de gozo y alegría por poder dirigir la atención a la Palabra de Dios.” “Es una experiencia maravillosa y nunca me ha pesado el haber emprendido el servicio de precursor.” “Me parece que no pudiera hacer otra cosa más remuneradora que el ser precursor. Quisiera que todos se sintieran como yo.” Y el mensaje es el mismo de todas partes de la Tierra. Obviamente es una vida remuneradora y refrescante. ¿Ha estado pensando usted en ser precursor?

TOMANDO DECISIONES SABIAS Y COMBATIENDO EL DESALIENTO

23. (a) ¿Qué pueden hacer los que insisten en que el ministerio cristiano es gravoso? (b) ¿Qué descubrirán?

23 Sin embargo no podemos pasar por alto el hecho de que algunos afirman que la carga del ministerio cristiano es pesada, sí, hasta gravosa. ¿Por qué piensan así? Si esto es lo que usted opina, entonces preguntamos: “¿Qué hace que usted piense así? ¿Es el ministerio cristiano lo que es gravoso, o las demandas de su trabajo seglar? ¿Pudiera ser su actitud para con el ministerio? ¿Están cansándolo sus obligaciones y vínculos mundanos de modo que usted no pueda obtener del ministerio el disfrute que debería obtener?” Investigue el problema. Sea honrado en su investigación y luego diligentemente comience a corregir las cosas necesarias. Invariablemente usted encontrará que el problema estriba en alguna parte de su modo de vivir y no en la carga del ministerio cristiano. Después de todo, Cristo dijo que era ligera.

24. ¿Cuáles son algunas cosas que podemos hacer para aligerar la carga personal de la vida a fin de que el ministerio pueda ser un mayor gozo para nosotros?

24 Hay algunas cosas que podemos hacer que harán más ligeras nuestras cargas personales en la vida para que podamos obtener mayor disfrute del ministerio. Marta evidentemente disfrutaba de preparar agasajos complicados. Quizás éste sea su problema. Jesús no quiso animar a hacer esto, porque puede ser muy consumidor del tiempo y agotador. (Luc. 10:38-42) Algunos están cargados de muchas posesiones y no saben qué hacer con ellas. El consejo de Jesús fue vender estas cosas, si uno halla que son una carga. (Mat. 19:21) Otros imprudentemente ceden a las obras de la carne y caen en la trampa de practicar el pecado. (Sal. 38:3-5) Esas cargas son insoportables para la mente. ¡Deténgase! Arrepiéntase y lleve una vida en armonía con la voluntad de Dios, pues de otra manera no solo llevará una vida infeliz, sino que también perderá la vida eterna.

25. (a) ¿Cómo podemos combatir el desaliento? (b) ¿Dónde hallaremos refrigerio para nuestra alma?

25 Resuelva rápidamente su problema, sea cual sea. No permita que las cargas que usted lleva apaguen su celo o lo desanimen de servir a Jehová. Esté consciente de que éstos son tiempos difíciles para todos. (Rev. 12:12) También esté consciente de que el puesto más feliz en la vida en esta hora de crisis es estar uncido a Cristo. Al tomar el yugo de Cristo y hacerse discípulo de él, a pesar de los muchos problemas, todavía podemos hallar refrigerio para nuestra alma. Hallaremos refrigerio al asociarnos con Jehová y Cristo en oración, por nuestra asociación con hermanos y hermanas limpios en la congregación cristiana y al participar en el ministerio del Reino. Fuera de la familia de discípulos de Cristo, no hay descanso y no puede haber refrigerio.

26. (a) ¿Qué debemos hacer ahora si deseamos refrigerio para nuestra alma? (b) ¿Con qué expectativa en mira?

26 Por lo tanto, preste atención al Rey Jesucristo, que llama a sí diciendo: “Vengan a mí, todos los que se afanan y están cargados, y yo los refrescaré. Tomen mi yugo sobre ustedes y háganse mis discípulos, porque soy de genio apacible y humilde de corazón, y hallarán refrigerio para sus almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.” ¡Crea esto! Responda a la invitación. Tome el yugo haciéndose discípulo verdadero de Cristo. Lleve su carga ligera del ministerio cristiano con aprecio para que disfrute de la vida ahora durante este tiempo de presión intensa a medida que nos acercamos al fin de este moribundo sistema de cosas. Pues ‘este viejo mundo cansado está pasando y también su deseo, pero los que hacen la voluntad de Dios no solo disfrutarán de refrigerio ahora, sino que permanecerán para disfrutar de una vida refrescante por toda la eternidad.’ (1 Juan 2:17) Si usted responde a la invitación de Cristo de ‘venir a él,’ ¡eso puede ser lo que felizmente le toque!—Mat. 11:28-30.

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