Cultiven intenso amor unos a otros
“Ámense unos a otros intensamente desde el corazón.”—1 Ped. 1:22.
1, 2. (a) ¿Qué importancia tiene el amor? (b) ¿Por qué hasta científicos ateos reconocen que el amor es vital?
EL AMOR es vital para disfrutar de paz, felicidad y contentamiento. Verdaderamente, no vale la pena vivir la vida sin amor... un hecho que hasta científicos materialistas reconocen. “Quiero afirmar la singular importancia del amor . . . El amor es indispensable,” escribió el bien conocido científico sir Julian Huxley.
2 ¿Por qué hasta los que rehúsan reconocer la existencia de un Creador recalcan la importancia del amor? Entre otras razones, los estudios científicos han documentado nuestra necesidad de amor. Estos estudios indican que, tal como hay que satisfacer el hambre de una persona si se quiere que sobreviva, así también las criaturas humanas necesitan amar y ser amadas. El científico Ashley Montagu escribió: “Sabemos ahora, por las observaciones de varios médicos e investigadores, que el amor es una parte esencial de la nutrición de todo bebé y que a menos que el bebé sea amado no se desarrolla como organismo saludable . . . Aunque físicamente esté bien alimentado, con todo puede consumirse y morir.”
POR QUÉ EL HOMBRE POSEE AMOR
3. (a) ¿A qué se debe que por lo general los niños reciban el amor que necesitan? (b) ¿De dónde recibieron los hombres esta capacidad y aptitud para amar?
3 Sin embargo, felizmente hay poco peligro de que un niño no reciba la atención tierna y altruista que necesita. Esto se debe a que instintivamente, como dice la Biblia, “una madre que cría acaricia a sus propios hijos.” (1 Tes. 2:7) ¿De dónde les vino a las madres este amor a su prole? No se desarrolló por casualidad. ¿No es evidente que fue implantado en ellas por un Creador amoroso? En todos nosotros está la aptitud y capacidad para amar y, con cultivo, esta cualidad se puede expresar de las maneras más hermosas, más agradablemente conmovedoras.
4. (a) ¿Por qué sabemos que en la creación Adán fue dotado con la cualidad de amor? (b) ¿Qué evidencia hay de que Adán amó a Eva, y de que esta capacidad para amar a alguien de sexo diferente fue transmitida a su prole?
4 Jehová Dios otorgó este don del amor al crear a la primera pareja humana. Sabemos esto porque Adán fue creado “a la imagen de Dios.” Y puesto que “Dios es amor” —pues el amor es su cualidad dominante— la criatura hecha a su imagen también poseería amor. (Gén. 1:26, 27; 1 Juan 4:8) El hecho de que el primer hombre, Adán, fue dotado de amor a su hermosa nueva esposa queda patente por su gozosa expresión al verla: “Esto por fin es hueso de mis huesos y carne de mi carne.” (Gén. 2:23) Aunque Adán pecó y perdió la perfección, transmitió a su prole la facultad de amar, incluso la capacidad que tienen las criaturas humanas para hallar deleite intrigante con una persona de sexo diferente. Sí, un sabio de la antigüedad dijo que una de las cuatro cosas demasiado maravillosas para que él las entendiera era “el camino de un hombre físicamente capacitado con una doncella.”—Pro. 30:19; Gén. 24:67; 26:8.
EL AMOR TIENDE A EXPANDIRSE
5. Además del amor romántico entre hombre y mujer, ¿qué evidencia hay del amor que existe entre parientes carnales?
5 Pero además de este amor romántico que puede existir entre hombre y mujer, las criaturas humanas comúnmente tienen un sentimiento natural y profundo de cariño a sus parientes carnales. Por consiguiente, cuando José, después de muchos años de separación, vio a Benjamín, ‘se le excitaron sus emociones internas para con su hermano.’ Más tarde, “cayó sobre el cuello de Benjamín su hermano y cedió al llanto, y Benjamín lloró sobre su cuello.” (Gén. 43:30; 45:14) Este amor de familia también movió a Andrés, cuando hubo hallado al Mesías, a buscar a su hermano Pedro para darle esta magnífica noticia.—Juan 1:40-42.
6. ¿Qué ejemplos bíblicos muestran que el amor de una persona puede comprender dentro de su alcance a otros además de los parientes carnales?
6 Sin embargo esta cualidad del amor puede extenderse fuera de ese límite y comprender dentro de su alcance a personas que no sean nuestros parientes carnales. Jonatán, el hijo benjamita del rey Saúl de Israel, se sintió de tal manera conmovido por las buenas cualidades de David, un descendiente de Judá, que la “misma alma de Jonatán se ligó con el alma de David, y Jonatán empezó a amarlo como a su propia alma.” Más tarde, cuando Jonatán fue muerto, David se sintió movido a llamarlo “hermano,” y a decir: “Hermano mío Jonatán, muy agradable me fuiste. Más maravilloso me fue tu amor que el amor procedente de mujeres.” El amor de Rut la moabita a su suegra Noemí es otro ejemplo de cómo el amor puede abarcar a personas que no son parientes carnales naturales.—1 Sam. 18:1; 2 Sam. 1:26; Rut 1:16, 17.
7. ¿Cuán abarcador tiene que ser el amor del cristiano?
7 Es necesario que los que llegan a ser cristianos verdaderos también se tengan afectuoso amor fraternal unos a otros, prescindiendo de la raza, nacionalidad, posición social o condición económica de sus hermanos y hermanas cristianos. Jesús mostró eso, al decir: “En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre ustedes mismos.” (Juan 13:35) Y sin embargo, el amor de un cristiano verdadero no se puede circunscribir a solo consiervos de Dios. Tiene que extenderse y abarcar a otras personas. De hecho, Jesús mandó: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos.”—Mat. 5:44, 45.
EL AMOR QUE TENEMOS QUE CULTIVAR
8. Explique cómo se puede expresar el amor en varios grados y sentidos.
8 Claramente, esta cualidad de amor con la cual Dios dotó a las criaturas humanas se puede expresar a grados y en sentidos diversos. ¿Por qué es así? Porque obviamente el amor que un cristiano le tiene a un enemigo que lo está persiguiendo no es el mismo cariño tierno que una madre que cría le tiene a su bebé, que José le tuvo a Benjamín, que Jonatán sintió para con David, o el que un cristiano siente para con un compañero de creencia. Dios no espera que nos encariñemos con un enemigo, ni siquiera que necesariamente nos agrade. Sin embargo estamos bajo obligación de amarlo. ¿Es contradictorio esto?
9, 10. (a) ¿Cómo nos ayuda el conocer el significado de agape, y el hecho de que Jehová lo ejerce, a comprender que se puede amar a ciertas personas sin que necesariamente sean del agrado de uno? (b) ¿Cómo podemos mostrar amor a personas malas, inmorales?
9 No, no lo es, una vez que entendemos el significado de la principal palabra griega que se traduce “amor” en las Escrituras Griegas Cristianas, o el llamado Nuevo Testamento. La forma sustantiva de esa palabra es agape. Tocante al agape de Dios para con la humanidad, An Expository Dictionary of New Testament Words, por W. E. Vine, dice: “Este no es el amor de la complacencia, o cariño, es decir, no lo atrae y saca ninguna excelencia que haya en sus objetos.” Y es un hecho: La humanidad en conjunto no es un agregado que se atraiga mucho afecto. Pero realmente esto no es culpa de ella.—Efe. 4:17-19; Tito 3:3.
10 Debido a herencia de Adán, toda criatura humana fue concebida en pecado y dada a luz con inclinación hacia la maldad. (Sal. 51:5) Dios sabe esto. De modo que lo que lo mueve a amar a la humanidad no es ningún mérito o excelencia por parte de la humanidad, sino particularmente el darse cuenta de que, con el tiempo, muchas criaturas humanas responderán a su amor y pondrán su vida en armonía con su voluntad. (Rom. 5:8-11) Agape, por lo tanto, lleva el significado de amor que se distingue por el respeto a los principios. Por eso, pues, si copiamos el ejemplo de nuestro Padre celestial amaremos hasta a los que no suministran evidencia alguna de merecer nuestro amor. Quizás sean cínicos, egoístas y hasta inmorales o criminales. Odiaremos lo que hagan y digan, y sin embargo, al mismo tiempo, estaremos interesados en su bienestar personal. Haremos cuanto podamos por estimularlos a responder al amor de Dios. ¿Está usted cultivando esa clase de amor para la humanidad en general, un amor que es guiado por principios?
11, 12. (a) ¿Debe ser solo guiado por principios el amor del cristiano a sus hermanos? (b) ¿Cómo indican el amor marital y el amor de Jehová a su Hijo que agape comprende más que solo amor guiado por principios?
11 Pero no es amor solo guiado por principios, y sin cariño ni cálido afecto, lo que el apóstol Pedro tenía presente cuando escribió a compañeros cristianos: “Ámense unos a otros intensamente desde el corazón.” (1 Ped. 1:22) Aunque el respeto a los principios es un rasgo característico de agape, este amor también puede comprender cariño y afectuosidad. Así, pues, leemos: “Los esposos deben estar amando [forma verbal agapao] a sus esposas.” (Efe. 5:28) ¡Obviamente esto no significa que los esposos cristianos deben amar a sus esposas simplemente como aman a sus enemigos! No; más bien, la exhortación a “estar amando a sus esposas” significa que los esposos también deben abrigar sentimientos de cálido afecto, ternura y cariño para con sus esposas, como se propuso el Creador.
12 El hecho de que la palabra griega agape puede abarcar sentimientos muy profundos de cariño y afectuosidad también se indica en otros ejemplos bíblicos. Por ejemplo, se nos dice: “El Padre ama al Hijo.” (Juan 3:35) El amor de Dios a su Hijo, Jesucristo, no está gobernado simplemente por respeto a los principios. Jehová le tiene tierno cariño y compasión a Jesús, como dice la Biblia: “El Padre le tiene cariño al Hijo y le muestra todas las cosas que él mismo hace.” Jehová Dios dijo: “Este es mi hijo, mi amado, a quien yo mismo he aprobado.”—Juan 5:20; 2 Ped. 1:17.
13. (a) ¿Qué grado de amor deben tener los cristianos unos a otros? (b) ¿Cómo indica el significado básico de la palabra griega para “intensamente” el grado apropiado de nuestro amor?
13 Por eso, pues, éste es el grado de amor que es necesario que los cristianos cultiven unos para con otros. No es un amor a medias, o amor que simplemente muestren por deber a personas que quizás ni siquiera les agraden. Más bien, es un cariño afectuoso y tierno a otros, comparable al amor tierno que uno le tiene a un pariente apreciado, y el cual Jehová le tiene a su Hijo cariñosamente amado. El apóstol Pedro recalcó que nuestro amor de unos a otros debe ser de esta clase o grado cuando dio este estímulo: “Ámense unos a otros intensamente,” o, como otras traducciones lo expresan, “férvidamente,” “con todas sus fuerzas.” (1 Ped. 1:22; Sagrada Biblia, de Franquesa y Solé; Versión Popular) La palabra griega original que se vierte “intensamente” significa, literalmente: “extensivamente.” (Kingdom Interlinear Translation) Nuestro amor, por lo tanto, tiene que estar esforzándose hasta el límite con intensidad. ¿Está usted cultivando esta clase de amor?
14. (a) ¿Por qué tenemos que trabajar en cultivar el amor? (b) ¿Cómo podemos aprender a amarnos unos a otros?
14 Todos tenemos que trabajar en obrar así. Esto se debe a que la desobediencia de Adán hace unos 6.000 años ha hundido a la familia humana profundamente en el pecado y la imperfección, y ha afectado adversamente en nosotros la capacidad para reflejar la cualidad dominante de Jehová, el amor. Hasta los sentimientos instintivos de amor que los parientes allegados se tienen naturalmente unos a otros a veces se tuercen y pervierten, como en los casos antiguos de Caín, Esaú y los medio hermanos de José. La Biblia predijo que esto también sería manifiesto “en los últimos días” cuando la gente no tendría “cariño natural.” (2 Tim. 3:1-3) ¡Qué vital es, por lo tanto, que cultivemos amor a fin de mantenerlo vivo en nuestro corazón! Pero ¿cómo podemos nosotros que vivimos en este período crítico de los “últimos días” aprender a amarnos los unos a los otros? El apóstol Pablo explica: “Con respecto al amor fraternal, ustedes no tienen necesidad de que les estemos escribiendo, porque ustedes mismos son enseñados por Dios a amarse los unos a los otros.” (1 Tes. 4:9) ¿Cómo nos enseña esto Dios?
CÓMO DIOS NOS ENSEÑA A AMAR
15. (a) ¿De qué manera se pudiera decir que Jehová nos enseña a amarnos unos a otros? (b) ¿Cuánto están obligados a amarse unos a otros los cristianos?
15 Él lo hace de varias maneras. Pudiéramos decir que al crear al hombre a su imagen y dotar a la humanidad de la capacidad y aptitud para amar, Dios, de hecho, nos ha inclinado, aunque ahora somos pecaminosos, a ser amorosos. Por otra parte, también, Dios nos ha enseñado a amarnos unos a otros por medio de repetidas veces hacer del ejercer amor un mandato. Según Jesucristo, uno de los dos mandamientos principales de la ley de Dios a Israel fue: “Tienes que amar a tu prójimo como a ti mismo.” El discípulo Santiago llamó a esta ley “la ley real.” (Mat. 22:39; Lev. 19:18; Sant. 2:8) Sin embargo, hablando como representante de Dios, Jesús reveló que los cristianos deben tener amor aun superior, y amarse unos a otros tal como él había amado a sus discípulos. (Juan 13:34; 1 Juan 3:16) Pero de otra manera especialmente atrayente Jehová Dios ha enseñado a la humanidad a amarse unos a otros.
16. (a) ¿De qué manera particularmente excelente nos enseña Jehová a amarnos unos a otros? (b) ¿Cuál es la mayor manifestación del amor de Dios?
16 Esto ha sido por el ejemplo. El apóstol Pablo habló a una muchedumbre en la antigua provincia romana de Galacia, Asia Menor, y dijo en cuanto a Dios: “Hizo bien, dándoles lluvias desde el cielo y épocas fructíferas, llenando sus corazones por completo de alimento y de alegría.” (Hech. 14:17) Por consiguiente Dios no solo nos manda que nos amemos unos a otros, sino que muestra por medio de ejemplo cómo debemos hacerlo. (Mat. 5:44, 45) Su más excelente ejemplo de mostrar amor es la provisión de su más preciosa posesión para provecho nuestro. La Biblia explica: “Dios envió a su Hijo unigénito al mundo para que nosotros consiguiésemos la vida por medio de él. . . . Amados, si Dios nos amó así a nosotros, entonces nosotros mismos estamos obligados a amarnos los unos a los otros.”—1 Juan 4:9-11.
17. ¿Cuál debe ser el resultado de que aprendamos la verdad acerca de Jehová y sus magníficas provisiones para nosotros?
17 Por eso, al considerar las cosas maravillosas que Jehová ha hecho —al suministrarnos copiosas bendiciones materiales, pero especialmente el don de su Hijo que hace posible la vida eterna en un nuevo sistema de justicia— aprendemos la verdad en cuanto a qué excelente Dios y Creador es Jehová. ¿Cuál debería ser el resultado de que aceptáramos esta magnífica verdad tocante a las provisiones de Jehová y luego viviésemos en armonía con ella? El apóstol Pedro habló del “amor fraternal sin hipocresía como resultado,” ¡sí, una hermosa relación familiar de hermandad y amor! Y por eso, en nuestro aprecio, ¿qué es vital que hagamos? Pedro agrega: “Ámense unos a otros intensamente desde el corazón.”—1 Ped. 1:22.
POR QUÉ ERA VITAL EL AMOR INTENSO ENTONCES
18. ¿Cuándo escribió Pedro su primera carta, y qué estaba cerca entonces?
18 Para apreciar por qué el amor intenso era vital en el día de Pedro, tenemos que examinar las circunstancias de entonces. Pedro explica: “El fin de todas las cosas se ha acercado. Sean de juicio sano, por lo tanto, y sean vigilantes en cuanto a oraciones. Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros.” (1 Ped. 4:7, 8) Es cierto, el fin estaba cerca entonces. Pedro escribió en algún tiempo entre 62 y 64 E.C., y fue poco después de eso, en el año 70, que finalmente le llegó el fin al sistema de cosas judío. Los ejércitos romanos devastaron toda la zona de Judea, y especialmente a Jerusalén. Una profecía de Jesús nos ayuda a comprender por qué en aquel tiempo los cristianos necesitaban “intenso” amor de unos a otros.
19. (a) ¿Qué señal dio Jesús para que los cristianos supieran que el fin se acercaba, y cómo se cumplió esta señal? (b) ¿Cómo pudieron los cristianos prestar atención al mandato de Jesús de huir? ¿Fue prudente que obedecieran?
19 Jesús predijo: “Cuando vean a Jerusalén cercada de ejércitos acampados, entonces sepan que la desolación de ella se ha acercado.” (Luc. 21:20; Mat. 24:15) Fue en noviembre de 66 E.C. que los ejércitos romanos bajo Cestio Galo ciertamente cercaron a Jerusalén. Avanzaron hasta dentro de la ciudad, un lugar considerado “santo” para los judíos, y atacaron el muro del templo y lo socavaron. Fácilmente los romanos pudieron haber capturado toda la ciudad, pero súbitamente, sin ninguna razón patente para hacerlo, el general Galo se apartó y se batió en retirada. Esto dio a los cristianos la oportunidad de prestar atención a la siguiente amonestación de Jesús: “Entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas.” (Luc. 21:21-24) Más tarde los ejércitos romanos bajo el general Tito regresaron y asolaron la tierra, ¡y como resultado se informaron 1.100.000 muertes tan solo en Jerusalén de veras una “grande tribulación”!
20. ¿Qué evidencia hay de que los cristianos hayan prestado atención al mandato de Jesús?
20 Pero ¿qué les pasó a los cristianos? El historiador Eusebio Pánfilo, del tercer siglo, hace notar lo siguiente: “Sin embargo, el cuerpo entero de la iglesia de Jerusalén, habiéndosele mandado mediante una revelación divina, dada allí antes de la guerra a hombres de piedad aprobada, se mudaron de la ciudad, y moraron en cierta población más allá del Jordán, llamada Pela.”a Sí, los cristianos evidentemente prestaron atención a las instrucciones de Cristo y, después que Cestio Galo y sus ejércitos se retiraron, huyeron a la región montañosa en torno de Pela y salvaron así su vida. Pero no les fue fácil.
21. (a) ¿Por qué recalcó Jesús la urgencia de la huida inmediata? (b) ¿Qué circunstancias pueden haber experimentado los cristianos que huyeron?
21 Sabiendo que los desenvolvimientos que tendrían que ver con el regreso de los soldados romanos —bajo el general Tito— pronto harían casi imposible salir de la ciudad destinada a la destrucción, Jesús, mucho tiempo antes, había instado a hacer esto: “El que esté sobre la azotea no baje para sacar los efectos de su casa; y el que esté en el campo no vuelva a la casa a tomar su prenda exterior de vestir.” (Mat. 24:17, 18) Como resultado, centenares de cristianos obedientes, y quizás miles, salieron de prisa tan pronto como Galo y sus ejércitos se retiraron, llevando consigo pocas posesiones. Era bueno que no llevaran mucha carga, porque el viaje era largo, el terreno escabroso y las condiciones del tiempo sin duda opresivas en aquel tiempo del año. En medio de aquellas circunstancias, fácilmente pudo haber disputas y otras dificultades entre los fugitivos. Además, había la cuestión de dónde vivirían todos.
22. (a) ¿Qué condiciones existían entonces por toda aquella zona? (b) ¿Por qué fue vital que los cristianos aplicaran entonces la amonestación de Pedro?
22 Finalmente quizás erigieron refugios provisionales alrededor de Pela; posiblemente establecieron alguna clase de campamento para refugiados en las montañas allí. No lo sabemos. Pero sea cual haya sido el caso, la situación era difícil para ellos. Era un tiempo de escaseces y penalidad por toda aquella zona. ¡El fin de todo aquel sistema judío estaba cerca! Por lo tanto, ¡qué apropiado este estímulo inspirado de Pedro a los lectores de su carta, que eran “residentes temporales”: “El fin de todas las cosas se ha acercado. . . . Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros”! (1 Ped. 1:1; 4:7, 8) Con ese amor, los cristianos no serían egoístas ni estarían exasperándose unos a otros, sino que compartirían las cosas unos con otros y se edificarían y fortalecerían para aguantar las circunstancias penosas a las que se enfrentaran.
POR QUÉ ES VITAL AHORA EL AMOR INTENSO
23. ¿Tienen significado para nosotros hoy día las advertencias bíblicas en cuanto a la proximidad del fin?
23 Sin embargo, no queremos solo mirar atrás a aquel tiempo. Pues la profecía de Jesús tocante a “la conclusión del sistema de cosas” tiene aplicación hoy día; de hecho, es ahora que tiene aplicación principal. Y también la tiene la advertencia similar de Pedro de que “el fin de todas las cosas se ha acercado.” ¡El propósito de Dios es exterminar a todo este sistema inicuo e introducir sus ‘nuevos cielos y nueva tierra’ en el futuro inmediato! (Mat. 24:3-22; 2 Ped. 3:13) ¡De modo que vivimos en un tiempo en que la horrible destrucción de Jerusalén y sus inmediaciones será insignificante en comparación con la “grande tribulación” que tan cerca está ahora! Las pruebas a que la mayor parte de los cristianos tendrán que enfrentarse durante la venidera “grande tribulación” quizás sean similares a las que se aguantaron en dos ocasiones recientes.
24, 25. (a) ¿Qué experiencia aguantaron los Testigos de Malawi, y por qué fue importante para ellos la obediencia a la amonestación de Pedro? (b) ¿Qué autoexamen sería prudente que hiciéramos?
24 La primera de éstas tuvo que ver con los testigos de Jehová de Malawi. Bajo los titulares “Testigos de Jehová... huyendo por sus vidas,” el Times de Nueva York del 22 de octubre de 1972 informó: “La semana pasada, del diminuto país de Malawi, en África Oriental, llegaron informes de hostigamiento en masa . . . la violación de miembros femeninos del grupo, la quema de hogares de los Testigos y lo que equivalió a la expulsión por la fuerza de la mayoría de los 23.000 adherentes que vivían en el país.” Debido a su fidelidad a la ley de Dios, los Testigos de Malawi se vieron echados al otro lado de la frontera y obligados a entrar en un enorme campamento para refugiados donde, al principio, hubo graves escaseces de las cosas necesarias de la vida. Muchos murieron debido a las penalidades. ¡Qué importante, en medio de esas circunstancias penosas, prestar atención al consejo inspirado: “Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros”!
25 La mayoría de los Testigos de Malawi salieron de su experiencia fieles a Dios y espiritualmente fuertes, y lo que ciertamente ayudó fue que obedecieron el consejo bíblico que ya hemos mencionado. Pero ¿qué hay de nosotros mismos? ¿Estamos preparándonos para las pruebas que nos esperan? ¿Estamos cultivando un sentimiento intenso de tierno cariño unos a otros, como el que José sintió para con su hermano, como el que Jonatán sintió para con David, y como el que Jehová Dios siente para con su Hijo amado Jesucristo? El ejercer esa clase de amor es verdaderamente vital en estos “últimos días.”
26, 27. (a) ¿Qué aconteció en diciembre de 1972 en Managua, Nicaragua, y de qué podría ser esto un precedente en pequeña escala? (b) ¿Cómo se mostraron los testigos de Jehová amor unos a otros durante aquel desastre de Managua?
26 Las dificultades del porvenir quizás también hayan tenido precedente en un desastre que se informó en ¡Despertad! del 8 de mayo de 1973, que decía: “El cartel todavía está en pie. En testimonio mudo declara: MANAGUA, 404.700 HABITANTES. Y en el centro de la ciudad otro centinela silente da testimonio. El reloj de la puerta principal del Palacio Nacional permanece parado a las 12:35. En esa hora temprana de la mañana del sábado, 23 de diciembre de 1972, mientras todavía estaba oscuro, la capital de Nicaragua pereció en un aterrorizador terremoto.” Sí, la ciudad simplemente cesó de funcionar... las cañerías no funcionaban, la electricidad se fue, casi todo se detuvo. Pronto esto sucederá, pero no solo a una ciudad, pues ciudad tras ciudad tras ciudad se vendrá abajo... ¡el entero sistema de cosas morirá! En medio de esas circunstancias, ¿qué es vital que ejerzamos?
27 Muchos centenares de testigos de Jehová de Nicaragua y países cercanos demostraron su amor intenso, como informó Despertad!: “Inmediatamente comenzaron a hacerse esfuerzos para cuidar de estos Testigos [afectados por el terremoto] y sus familias. El genuino amor que existe entre el pueblo de Dios ciertamente se puso de manifiesto. Para la tarde del sábado un Testigo llegó con un camión y más de 1.000 litros de agua procedente de una congregación a 26 kilómetros de distancia. . . . Entonces a las 10 de la noche los primeros dos camiones cargados de suministros llegaron, procedentes de los testigos de Jehová en Liberia, Costa Rica. Poco después, otros dos camiones llegaron procedentes de Testigos en Tegucigalpa, Honduras. ¡Así es que más o menos veinticuatro horas después del desastre había alimento, ropa, medicina, agua y gasolina a la mano!”
28. (a) ¿Qué podemos aprender de esa experiencia de Managua? (b) ¿De qué otras maneras han estado recibiendo entrenamiento los testigos de Jehová en mostrarse amor unos a otros?
28 Esa experiencia puede enseñarnos algo. Cuando en todas partes están aconteciendo grandes dificultades y desastres, lo que más necesitamos, ante todo, es amor intenso de unos a otros. Y cuando pensamos en ello, ¿no hemos estado recibiendo, como testigos de Jehová, entrenamiento para enfrentarnos a esas circunstancias? Con regularidad nos reunimos en asambleas, grandes y pequeñas, donde recibimos excelente instrucción y estímulo para amarnos unos a otros. También, hemos tenido cafeterías para alimentarnos unos a otros, y hemos suministrado hospitalariamente alojamiento para compañeros cristianos en nuestros hogares. Realmente, ¡qué excelente entrenamiento en amor y cuidado de unos a otros! Pero tenemos que continuar expresando esta maravillosas cualidad de amor con la cual Dios dotó a las criaturas humanas, pero que ha sido tan deformada y pervertida por aproximadamente 6.000 años de pecado e imperfección. Es importante que continuemos cultivando amor intenso de unos a otros ahora, porque el fin de todas las cosas se ha acercado.
[Nota]
a The Ecclesiastical History of Eusebius Pamphilus, traducida del griego, por C. F. Crusé (1894), página 75.
[Ilustración de la página 625]
Amor genuino a David movió a Jonatán a darle regalos como muestra de su cariño