Siga confiando en Jehová para recibir el galardón
“Feliz es el que está confiando en Jehová.”—Pro. 16:20.
1, 2. ¿Por qué debemos confiar en que Jehová remediará los problemas de la humanidad?
MILES de años de historia han demostrado que los seres humanos, sin importar lo bien intencionados y científicamente adelantados que estén, no pueden remediar los enormes problemas de la humanidad. Solo se puede confiar en el Creador del universo, y de la vida en esta Tierra, para que haga eso. Solo él tiene la sabiduría, el poder y la voluntad que se requieren. Comprendiendo esto, el salmista declaró: “Tú eres mi esperanza, oh Señor Soberano Jehová, mi confianza desde mi juventud.” (Sal. 71:5) Esa esperanza está cifrada en lo sólido, puesto que la Palabra de Dios promete: “La esperanza no conduce a la desilusión.” (Rom. 5:5) Correctamente, pues, da la Biblia este consejo: “Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propio entendimiento.”—Pro. 3:5.
2 Una razón muy apremiante por la cual debemos confiar en Jehová es que él decidirá el futuro de la humanidad, no los seres humanos. Tampoco lo determinará ninguna idea mítica como la de la “evolución,” ni ninguna fuerza ciega designada “progreso.” En realidad, Jehová ya ha determinado el futuro. Y podemos confiar en que él cumpla lo que se ha propuesto para el futuro en vista de que “es imposible que Dios mienta.” (Heb. 6:18) Además, él nos dice, para fortalecimiento nuestro: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.” (Isa. 55:11) Ningún ser humano puede ser tan digno de confianza.
3. ¿Qué consoladora seguridad suministra Jehová a sus siervos?
3 Además, Jehová muestra su interés amoroso en sus siervos al mantenerlos informados acerca de sus propósitos: “El Señor Soberano Jehová no hará ni una cosa a no ser que haya revelado su asunto confidencial a sus siervos los profetas.” (Amós 3:7) Dice Jehová: “Nuevas cosas estoy anunciando. Antes que empiecen a brotar, hago que ustedes las oigan.” (Isa. 42:9) ¡Qué tranquilizador es el que Dios les diga a sus siervos con anticipación lo que él va a efectuar en el futuro! Y a medida que se van cumpliendo sus promesas, se edifica una confianza todavía mayor en él. Jesús dijo: “Se lo he dicho a ustedes antes que suceda, para que, cuando suceda, crean.”—Juan 14:29.
DIGNO DE CONFIANZA A TODO TIEMPO
4, 5. (a) ¿Cómo resultaron ciertas las palabras de Jehová a nuestros primeros padres? (b) ¿De qué maneras han sufrido otras partes de la creación terrestre de Dios?
4 Desde el mismísimo principio de la historia de la humanidad, Jehová ha demostrado que sus promesas son confiables y que sus advertencias deben ser escuchadas. Un ejemplo de esto es lo que les sucedió a nuestros primeros padres, Adán y Eva. Ellos abusaron del excelente don del libre albedrío que Dios les había dado. De hecho, Eva creyó que el independizarse de la gobernación de Dios en realidad mejoraría las cosas, y ella podría “ser como Dios.” (Gén. 3:5) Pero ¿sucedió tal cosa? No, pues Jehová ya había advertido que el apartarse de Su gobernación ciertamente resultaría en desdicha y muerte. Jehová sabía que los seres humanos no habían sido creados de modo que pudieran tener buen éxito en independencia de su Creador.—Gén. 2:17; 3:17-19.
5 Las palabras de Jehová a nuestros primeros padres ciertamente resultaron ciertas. Cuando ellos se alejaron de estar bajo la dirección de Dios también perdieron el contacto con la sustentadora Fuente de la vida. Con el tiempo, envejecieron y murieron, tal como Dios les había advertido. También transmitieron la imperfección a su prole. Así toda la humanidad ha sufrido la calamidad del pecado y la muerte que nos acarrearon nuestros primeros padres, que confiaron en la gobernación humana en vez de en la gobernación de Dios. (Rom. 5:12) Y ha sido una calamidad también para el reino animal. El hombre ya no ejerce dominio amoroso sobre los animales como lo ejerció al principio. (Gén. 1:26) En vez de eso, el hombre ha explotado a los animales y ha causado la extinción de muchas variedades, especialmente en los últimos años. El hombre también ha explotado, saqueado y contaminado la Tierra de modo que en muchos lugares ésta también está en desorden. “Toda la creación sigue gimiendo juntamente y estando en dolor juntamente hasta ahora” como consecuencia de que el hombre no haya confiado en Jehová.—Rom. 8:22.
6. ¿Qué resultó de confiar, o no confiar, en Jehová durante los días de Noé?
6 Para el día de Noé, siglos después de la rebelión en Edén, el mundo de la humanidad se había hecho sumamente corrupto y violento. Dios le dijo a Noé que el mundo antiguo sería destruido por medio de un diluvio por toda la Tierra. Noé y su familia confiaron en Jehová, de modo que empezaron a prepararse para ello: “Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Dios. Hizo precisamente así.” (Gén. 6:22) Pero Noé tuvo que seguir confiando en Jehová por muchos años, puesto que se le habló del diluvio décadas antes de que aconteciera. ¿Qué hay de las otras personas en aquel mundo antiguo? “No hicieron caso,” dijo Jesús. Sin embargo, exactamente al tiempo señalado “vino el diluvio y los barrió a todos.” (Mat. 24:39) El que estemos vivos hoy demuestra que las palabras de Jehová son dignas de confianza. También demuestra que el mejor derrotero para los seres humanos es seguir confiando en Jehová. ¿Por qué? Porque todos nosotros somos descendientes de Noé. Los que no confiaron en Jehová en el día de Noé no tuvieron más hijos. Todos perecieron bajo las aguas del diluvio, lo cual cortó sus linajes.—Gén. 7:22, 23.
7. ¿Cómo demostró ser digna de confianza la promesa de Jehová en el tiempo de Abrahán?
7 La confiabilidad de Jehová se demostró nuevamente en los días de Abrahán. Jehová le había informado a Abrahán y a su esposa Sara que tendrían un hijo. Sin embargo, Sara ya había pasado, por mucho, de la edad de tener hijos. Cuando ella oyó la noticia, se rió. Notando esto, Jehová le dijo a Abrahán: “¿Hay cosa alguna demasiado extraordinaria para Jehová? Al tiempo señalado volveré a ti, el año próximo a este tiempo, y Sara tendrá un hijo.” Exactamente al tiempo señalado de Jehová, Sara tuvo su hijo, Isaac. Jehová había reavivado milagrosamente las facultades procreativas de Sara en armonía con su propósito de producir al Mesías por el linaje de Abrahán.—Gén. 18:9-14; 21:2.
8. ¿Cómo se cumplieron las promesas de Jehová para una nación entera?
8 En los días de Moisés, los siervos de Dios estaban bajo la severa opresión de la potencia mundial brutal de aquel tiempo, Egipto. Pero Jehová dijo: “Indisputablemente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el clamor de ellos a causa de los que los obligan a trabajar; porque conozco bien los dolores que sufren. Y estoy procediendo a bajar para librarlos de la mano de los egipcios y para hacerlos subir de aquella tierra a una tierra buena y espaciosa, a una tierra que mana leche y miel.” (Éxo. 3:7, 8) Se cumplieron estas promesas, a medida que Dios causó la liberación de sus siervos de Egipto, además de eliminar también a otras naciones enemigas fuertes. Sus siervos, varios millones de ellos, finalmente llegaron a “una tierra buena y espaciosa,” “que mana leche y miel.” De modo que las promesas de Jehová a aquella nación entera resultaron dignas de confianza, se cumplieron en todo detalle.—Jos. 21:43-45.
9. ¿Qué le sucedió a Israel y Judá por no confiar en Jehová?
9 Si Israel de la antigüedad hubiese seguido confiando en Jehová, habrían continuado prosperando en su nueva tierra. Pero en vez de eso, empezaron a confiar en su propia sabiduría humana. Con el tiempo la apostasía y la corrupción crasas se hicieron habituales a pesar de la bondad inmerecida de Jehová. El vocero de Dios, Ahías, profetizó en cuanto al reino septentrional de diez tribus de Israel: “Jehová verdaderamente derribará a Israel . . . y ciertamente desarraigará a Israel de este buen suelo que él dio a sus antepasados.” (1 Rey. 14:15) De nuevo se cumplieron las palabras de Jehová: “El rey de Asiria tomó a Samaria y entonces condujo a Israel al destierro a Asiria.” “Jehová quitó a Israel de su vista, tal como había hablado por medio de todos sus siervos los profetas. De manera que Israel se fue de su propio terreno al destierro en Asiria.” (2 Rey. 17:6, 23) Más tarde, otra vez resultaron ciertas las palabras de Jehová, cuando los babilonios se llevaron al exilio al reino meridional de Judá.—2 Cró. 36:15-21.
CONFIANDO EN JEHOVÁ EN NUESTRO DÍA
10. En nuestro día, ¿qué clase de confianza es necesario que muestren los siervos de Jehová?
10 Hoy los siervos de Dios están rodeados de un mundo crasamente corrupto y violento, similar al del día de Noé. Para que no se nos absorba en la iniquidad, el desaliento, o la incredulidad, es muy necesario que sigamos confiando plenamente en Jehová. Es necesario que tengamos la misma actitud mental que tuvo hace mucho tiempo Josué, un fiel siervo de Jehová. Él dijo: “Ustedes bien saben con todo su corazón y con toda su alma que ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes. Ni una sola palabra de ellas ha fallado.” “No falló ni una promesa de toda la buena promesa que le había hecho Jehová a la casa de Israel; todo se realizó.”—Jos. 23:14; 21:45.
11. ¿Cómo se han cumplido las palabras de Jehová para nuestra generación?
11 Sin embargo, no ha sido solo en tiempos antiguos que los siervos de Dios han visto los cumplimientos de sus palabras y promesas. Cumplimientos similares han acontecido en nuestro día. Un ejemplo de esto es lo que le ha sucedido al mundo en esta generación. Contrario a las predicciones de muchos líderes humanos que dijeron que este siglo marcaría una gloriosa nueva era científica en la cual se resolverían los problemas de la humanidad, la Palabra de Dios hizo esta exacta predicción: “Sabe esto, que en los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar.” Todo: la codicia, el odio, el desafuero, las guerras mundiales, la delincuencia juvenil, el derrumbe en la familia, la hipocresía religiosa y el no creer en Dios que, según se predijo, sucederían en nuestro tiempo, se ha cumplido. Esto ha sucedido según el horario exacto de Jehová, principiando en el año 1914, el punto de viraje de la historia moderna.—Mat. 24:3-14; 2 Tim. 3:1-5, 13.
12. ¿De qué maneras ha prosperado Jehová a sus siervos hoy día?
12 Sin embargo, en medio de este período tan difícil, estos “últimos días” del sistema actual, Jehová ha protegido y hecho prosperar maravillosamente a sus siervos, que han desplegado confianza. A pesar de que los perseguidores han amontonado sobre ellos crueldades inmensas, sus adoradores han aumentado hasta ascender a millones. Como había predicho la Palabra de Jehová: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.” (Isa. 60:22) Además, sus siervos están aprendiendo a producir el fruto del espíritu guiador de Dios, pues están cultivando “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, gobierno de uno mismo.” (Gál. 5:22, 23) Se han cumplido en los siervos de Dios las palabras de Salmo 29:11: “Jehová mismo realmente dará fuerza a su pueblo. Jehová mismo bendecirá a su pueblo con paz.” Y todo esto está sucediendo mientras el mundo, en contraste, desciende más profundamente en la “fornicación, inmundicia, conducta relajada, idolatría, práctica de espiritismo, enemistades, contiendas, celos, enojos, altercaciones, divisiones, sectas, envidias, borracheras, diversiones estrepitosas y cosas semejantes a éstas.”—Gál. 5:19-21.
13, 14. Aunque las autoridades seglares reconocen los problemas críticos de la humanidad, ¿qué remedios ofrecen todavía?
13 Las autoridades seglares reconocen la condición crítica del mundo. Pero no acuden a Jehová para los remedios. Todavía están acudiendo a la sabiduría humana para hallar la salida. Se nota un ejemplo de esto en el libro Environmental Ethics, que dice: “Cualquier examen realista del hombre en la Tierra hoy día muestra que él va encaminado hacia los desastres cataclísmicos del hambre, la peste y la guerra.” Pero ¿qué remedio se sugiere? Los autores declaran:
“Se tiene que establecer alguna forma de gobierno mundial como unas Naciones Unidas universales a fin de que la humanidad se pueda considerar como especie y administrar como un todo.
“Se necesita un programa educativo mundial para convencer a la gente del mundo de la necesidad de que haya programas para poner en equilibrio ecológico a la población y los recursos, y esto solo se puede efectuar con cooperación internacional. . . .
“La esperanza de uno puede ser que la flor y nata en el poder en el mundo —los líderes del gobierno, los negocios, la industria, y lo militar— vean la necesidad de que haya cooperación mundial planeada para el bien de la especie humana, y así formen un gobierno mundial.”
Después de haber señalado así la necesidad de un gobierno mundial, sin embargo, expresaron el temor “de que no se obre en armonía con la necesidad . . . hasta que el hambre, la peste y la guerra derriben a una proporción grande de la gente del mundo.”
14 De modo similar, en el libro intitulado Ark II, los científicos D. Pirages y P. Ehrlich señalan lo siguiente:
“Noé recibió suficiente advertencia de una autoridad respetada para edificar su Arca, y utilizó su tiempo provechosamente. Los escépticos se rieron, se mofaron, y se ahogaron... pero Noé . . . sobrevivió.
“A nosotros también se nos ha advertido que un diluvio de problemas amenaza ahora la persistencia de la sociedad industrial, pero esta vez no se puede construir el arca con madera y calafateo.
“Tenemos que asegurarnos la supervivencia volviendo a diseñar las instituciones políticas, económicas y sociales de la sociedad industrial. Si no se puede hacer a tiempo una nueva arca institucional impermeable, la sociedad industrial se hundirá.”
15. (a) ¿Por qué no hay razón para confiar en los remedios humanos en esta fecha tardía? (b) ¿Quiénes están cooperando verdaderamente con el único remedio que hay para los problemas de la humanidad?
15 ¿Da la historia humana alguna razón sólida para creer que se pueda “volver a diseñar” este sistema corrupto? ¿Hay base alguna para confiar en que súbitamente las naciones cooperen por todo el mundo, altruistamente, en toda esfera de la actividad humana? ¿Están conduciendo ellas un programa educativo mundial que haya de unir a toda la humanidad bajo un solo gobierno, y motivar a toda la gente hacia un propósito común? No están haciendo ninguna de estas cosas. En todas las naciones solo los siervos de Jehová están cooperando pacífica y unidamente para impartir enseñanza a la gente acerca del un solo gobierno entrante que Jehová se ha propuesto para toda la humanidad, su reino celestial bajo Cristo. Ellos no promueven el volver a diseñar o hacer nuevos diseños para este presente sistema de cosas que no funciona, puesto que ése no es el propósito de Dios. Él no lo volverá a diseñar, sino que lo demolerá. Podemos confiar en esa promesa.—Dan. 2:44; Mat. 6:9, 10.
16. ¿En qué promesas debemos tener plena confianza?
16 Los siervos de Jehová no deben dejarse desviar por proyectos para perpetuar este presente sistema de cosas corrupto. En vez de eso, deben seguir confiando en Jehová con plena confianza en que él le pondrá fin a este sistema inicuo y lo reemplazará con su nuevo orden de justicia. (2 Ped. 3:10-13) Tenemos que confiar en que solo Jehová, para sus siervos que despliegan confianza, puede limpiar y “limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor.” (Rev. 21:4) Exactamente a su tiempo señalado Jehová cumplirá esas promesas, pues “estas palabras son fieles y verdaderas.”—Rev. 21:5.
17. ¿Qué sirve de fuente de estímulo para nosotros?
17 Además, como estímulo para seguir confiando en él, Jehová pide a sus siervos que mantengan enfocada su vista en los galardones que él tiene para ellos. “El que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente.” (Heb. 11:6) La esperanza del galardón fue un estímulo para los cristianos del primer siglo. El apóstol Pablo dijo: “Amados hermanos míos, háganse constantes, inmovibles, siempre teniendo mucho que hacer en la obra del Señor, sabiendo que su labor no es en vano en lo relacionado con el Señor.” “Dios no es injusto para olvidar la obra de ustedes y el amor que mostraron para con su nombre.”—1 Cor. 15:58; Heb. 6:10.
18. ¿Debe disminuir la confianza que depositamos en Jehová aunque tengamos que enfrentarnos a la muerte?
18 La confianza que depositamos en Jehová no debe disminuir aunque tengamos que enfrentarnos a la muerte antes de que se haga realidad el nuevo orden de Dios. Podemos tener la misma confianza que tuvo Abrahán cuando se le pidió que sacrificara a Isaac. “Estimó que Dios podía levantarlo aun de entre los muertos.” Cuando intervino Jehová, Isaac podía tenerse ya por muerto, por lo cual la Biblia dice que, de entre los muertos, Abrahán “recibió [a Isaac] también a manera de ilustración.” (Heb. 11:19) ¿Puede alguna agencia humana hacer volver a los muertos? Por supuesto que no. Solo Jehová puede hacerlo, por medio de los arreglos que él suministra.—Hech. 24:15.
19. ¿Cuáles son algunos de los galardones que recibirán en el Nueva Orden los siervos que confían en Jehová?
19 En el nuevo orden de Dios, sus siervos que confían recibirán el pleno galardón por su fidelidad a él. Para siempre estarán libres del sistema de cosas corrupto que ahora los oprime. Para siempre estarán libres de las maldiciones del pecado y la muerte. Y la excelente educación que los siervos de Jehová están obteniendo ahora al trabajar y vivir juntos según las normas de Dios será puesta en uso inmediato a medida que cooperen bajo la dirección del reino de Dios para comenzar a edificar una nueva tierra paradisíaca. ¡Qué felicidad experimentarán entonces todos los que sigan confiando en Jehová! ¡Cuán agradecidos le estarán a Jehová al ver bendición tras bendición derramada sobre ellos! Verdaderamente, “los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.”—Sal. 37:11.
20. ¿Qué confianza podemos tener en cuanto a cómo se utilizarán los recursos de la Tierra bajo el reino de Dios?
20 En el nuevo orden de Dios, la gente ya no tendrá que preocuparse en cuanto a que los inventos y las máquinas de la ciencia funcionen contra ellos. Jehová, que creó todas las cosas materiales, incluso la energía, sabe lo que sus siervos deben usar para hacer de la Tierra un paraíso. Los adelantos en el conocimiento o en las normas de vida ya no tendrán como resultado daño ni contaminación para la Tierra. El Creador y Regulador de los miles de millones de galaxias del universo sabe dirigir a su pueblo de modo que éste dé el uso más provechoso y duradero a las cosas que él ha hecho para que ellos disfruten de ellas. Así, por el registro del pasado y el presente, tenemos toda razón para seguir confiando en Jehová, como aconseja su Palabra: “Confía en Jehová y haz el bien; reside en la tierra, y en todo trata con fidelidad. También deléitate exquisitamente en Jehová, y él te dará las peticiones de tu corazón. Haz rodar sobre Jehová tu camino, y fíate de él, y él mismo obrará.”—Sal. 37:3-5.
[Ilustración de la página 721]
Solo los siervos de Jehová están enseñando a la gente en unión, en todo el mundo, en cuanto al un solo gobierno que Dios se ha propuesto para toda la humanidad