Ponderando las noticias
Las familias tienen que hablar
● El canciller Helmut Schmidt, de la República Federal de Alemania, declaró: “Por mucho tiempo he tenido la impresión de que no nos hablamos unos a otros suficientemente, ni los matrimonios un cónyuge a otro, ni padres a sus hijos y viceversa, ni amigos entre sí.” Añadió: “Con el tiempo nos hemos hecho cada vez menos dispuestos a hablar, y eso me asusta.” El canciller Schmidt sugirió que una vez a la semana la gente debería apagar sus televisores y comunicarse unos con otros.
Walter Washington, el alcalde de Washington, D.C., E.U.A., notó el buen efecto que puede tener la buena comunicación entre los miembros de una misma familia. Mientras visitaba una asamblea de más de 52.000 testigos de Jehová en aquella ciudad este verano, notó la presencia de grupos familiares unidos, y su disciplina y limpieza. El alcalde Washington comentó acerca de la necesidad de que exista esa “fibra moral” en las familias, y dijo que estas familias servían de excelentes ejemplos a otros grupos religiosos.
Las familias de los testigos de Jehová tienen este éxito debido a que los padres toman en serio el consejo de la Palabra de Dios de criar a sus hijos “en la disciplina y regulación mental de Jehová.” Esto inculca en los jóvenes las más altas normas morales, obediencia a la ley, respeto a personas de toda raza, y fe en Dios y sus propósitos.—Efe. 6:4; Deu. 6:4-7.
Una manera en que estos padres logran esto es por medio de tener consideraciones bíblicas regulares en el hogar. Esto les suministra la oportunidad de impartir instrucción vital a sus hijos, y también permite que los jóvenes expresen lo que está en su corazón, incluso sus preguntas y problemas.
“Mucho más eficaz”
● La “gripe española” del 1918-19 mató unos 20.000.000 de personas. En una reseña del nuevo libro “Influenza in America, 1918-1976” Bernard Dixon menciona esa pandemia y declara: “El único acontecimiento específico en la historia que puede compararse con las dos guerras mundiales como segador de vidas humanas, éste fue mucho más eficaz. Por lo menos la quinta parte de la raza humana sufrió los dolores y fiebres de la gripe.”
Escribiendo en la publicación británica “New Scientist,” Dixon también dice: “Una cosa poco usual fue que la mayoría de los millones de individuos que fueron muertos [por la “gripe española”] estaban en la flor de la vida. En la Samoa Occidental, el virus acabó con 7.500 de una población de 38.000 personas en menos de tres meses. Tres mil quinientos pacientes fueron admitidos en el Hospital de San Francisco con el pecho enfermo cuando la gripe azotó a aquella ciudad, y más de la cuarta parte de ellos murió.”
Aunque muchas personas consideran notable la epidemia de gripe de 1918-19 debido a que tuvo alcance mundial y segó tantas vidas, sucesos como éste tienen más que simplemente significado histórico. Constituyen parte de la “señal” de la presencia de Jesucristo como rey en la invisibilidad de los espíritus en el cielo. Al contestar la pregunta: “¿Qué será la señal de tu presencia y de la conclusión del sistema de cosas?” él dijo, en parte: “Habrá grandes terremotos, y en un lugar tras otro pestes y escaseces de alimento.”—Mat. 24:3; Luc. 21:7, 11.
Un mundo que se fragmenta
● Recientemente ha habido agitación en el Canadá debido al deseo del primer ministro de Quebec, René Levesque, de separar de la nación de habla inglesa su provincia de habla francesa. Presentando ante estudiantes universitarios canadienses su punto de vista, él hizo notar que en 1945 solo había 50 diferentes naciones, pero ahora la cantidad ha aumentado a unas 150. “Si esto no es una tendencia, entonces ¿qué lo es?” preguntó. “Es una tendencia mundial y nosotros somos parte de ella.”
El mundo ha estado dividiéndose en fragmentos cada vez más pequeños por cuestiones que han puesto en perplejidad a la humanidad por siglos: Religión, raza, idioma y muchas otras. A menudo las divisiones son el resultado de problemas aparentemente insolubles que separan a los pueblos. ¡Qué bueno sería el que estas diferencias pudieran resolverse sin que ocurriera división!
Por esta razón, mucho tiempo atrás el Creador de la humanidad se propuso un “designio que en él se propuso de antemano, para realizarlo en la plenitud de los tiempos: hacer que todo tenga a Cristo por Cabeza, lo que está en los cielos y lo que está en la tierra.” Sí, la sociedad humana fragmentada, bajo la administración de Jesucristo, el sabio Hijo de Dios, finalmente será juntada de nuevo como una sola familia unida.—Efe. 1:9, 10, “Biblia de Jerusalén.”
¿‘Maldecir y gritar’ para calmar la ira?
● ¿Cómo podemos tratar eficazmente con la irritación que sentimos por los males que vemos en el mundo? Según el famoso siquiatra y criminólogo californiano Joel Fort, “la ira es una respuesta perfectamente normal —no anormal”— a las frustraciones que causa la injusticia. “El maldecir y gritar pueden ser una ayuda,” dice él. “Amplíe su vocabulario. Use más imaginación cuando maldiga. Trate de aprender a maldecir en dos idiomas. Use palabras de maldición de connotación sexual más creativamente. Golpee o rompa objetos más bien que golpear a la gente o los animales. Dé patadas contra la pared, rompa platos.”
Puede ser que el desahogarse de la ira sea la única manera en que a muchas personas les parezca que pueden tratar con sus emociones. Sin embargo, hay otra manera que realmente surte efecto para los que siguen el consejo de la Biblia. Esta es: “Depón la cólera y deja la furia; no te muestres acalorado solo para hacer mal.” (Sal. 37:8) Pero ¿cómo es posible esto en el mundo real?
Bueno, los “enojos” están entre las “obras de la carne” que se mencionan en la Biblia, que también dice que “si ustedes viven de acuerdo con la carne de seguro morirán; mas si por el espíritu hacen morir las prácticas del cuerpo, vivirán.” Así que el espíritu santo de Dios ayuda a los cristianos verdaderos a evitar los enojos pueriles. El “gobierno de uno mismo” está entre los frutos de ese espíritu.—Gál. 5:19, 20, 22, 23; Rom. 8:13.
¿Ovejas falsas?
● La revista en inglés “Human Behavior” informa que todo quizás no sea lo que parece ser en las famosas cruzadas de Billy Graham. El escritor alega que muchas de las personas de entre las muchedumbres que responden a las usuales “llamadas al altar” son colocadas de antemano entre la gente “para crear la impresión de un movimiento en masa espontáneo.”
“Hombres que son enviados de antemano se presentan en la comunidad de cuatro a seis semanas antes del comienzo de la cruzada para aconsejar y avisar a la gente de la localidad,” según el informe de un grupo de la Universidad del Estado de Arizona que dijo que ellos habían penetrado en la organización de Graham en 1974 con propósitos de investigación cuando ésta visitó la ciudad de Phoenix. “Para cuando Graham llega al pueblo y hace su llamada al altar, un ejército de 6.000 personas espera con instrucciones en cuanto a cuándo pasar adelante,” dijeron.
El artículo pasa a mencionar que “la ‘aceptación de Cristo,’ que en el pasado se consideraba una experiencia profundamente personal, ha sido burocratizada y convertida en rutina como lo demás de la cultura de las masas hoy día.” Aunque esto quizás sea cierto de muchas personas que afirman hablar por Cristo, ¡qué refrescante es leer las palabras de un verdadero discípulo de Jesús que dijo: “Hemos renunciado a tapujos vergonzosos, dejándonos de intrigas y no falseando el mensaje de Dios, en vez de eso, manifestando la verdad, nos recomendamos a la íntima conciencia que tiene todo hombre ante Dios”!—2 Cor. 4:2, Nueva Biblia Española.