Ponderando las noticias
En tela de juicio el fechar radiactivo
● ¿Cuán precisas son las escalas de miles de millones de años que con tanta autoridad se ofrecen en los libros de ciencia para medir el tiempo en que ha habido vida en la Tierra? Quizás no estén tan sólidamente fundadas como se ha hecho que el público crea. La revista Popular Science, en su número de noviembre de 1979, informa que el físico Robert Gentry, del colegio universitario Columbia Union, de Maryland, E.U.A., “cree que todas las fechas determinadas por la desintegración radiactiva quizás sean inexactas... no solo por unos cuantos años, sino por cantidades de magnitud.” De hecho, Gentry afirma que “las épocas que se aceptan actualmente pueden ser demasiado altas por un factor de miles.”
Este físico basa sus conclusiones en la evidencia de descomposición radiactiva en madera que casi se ha convertido en carbón. En depósitos “supuestamente de por lo menos decenas de millones de años,” dice él, “la proporción entre el uranio-238 y el plomo-206 debería ser baja.” Pero no lo es. En cuanto a lo que da a entender su investigación, él dice: “Me doy cuenta de que es difícil de creer. Esto invalidaría todos los principios fundamentales del fechar radiactivo: que la proporción de desintegración no varía nunca... una suposición que no está sujeta a pruebas.”
La revista Popular Science señaló el obvio efecto que esto tendría respecto a la edad del hombre: “El hombre, en vez de haber caminado sobre la Tierra por 3,6 millones de años, quizás solo haya existido por unos cuantos miles.” Esto está en armonía con la cronología de la Biblia, que señala que el hombre ha existido por unos 6.000 años.
¿Monos que hablan?
● ¿Han aprendido un lenguaje en el sentido humano de la palabra los famosos chimpancés comunicantes Washoe, Lana y otros? Tres expertos que escribieron en el número de noviembre de 1979 de Psychology Today dicen: No. El profesor H. S. Terrace, profesor de la Universidad de Columbia, por ejemplo, dijo que cuando él comenzó a someter a estudio a uno de los chimpancés tenía la “esperanza de demostrar que los monos en realidad pueden formar oraciones,” puesto que el “lenguaje humano se distingue sobre todo debido a su uso de la oración.” En vez de eso, dice, “descubrí que las secuencias de palabras que parecían oraciones eran imitaciones sutiles de las secuencias de [entrenamiento] de los maestros. No pude encontrar evidencia . . . que no se pudiera explicar por procesos más sencillos.”
Los antropólogos Thomas A. Sebeok y Jean Umiker-Sebeok están de acuerdo con esto, y explican que los que llevan a cabo estos experimentos suelen “inconscientemente” convencerse “a sí mismos, sobre la base de sus propias reglas de interpretación humanas, de que la respuesta de los monos son más parecidas a las humanas de lo que la evidencia directa certifica. Verdaderos adelantos espectaculares en la comunicación del hombre con el mono son todavía cosas de la ficción.”
El profesor Terrace llegó a la conclusión de que el “lenguaje todavía sigue siendo algo que define, de manera importante, a la especie humana.” Y en un artículo de fondo en Psychology Today se hicieron las siguientes declaraciones sagaces: “Sin importar la cantidad de relaciones entre palabras que puedan aprender los chimpancés, sin importar cuántos usos originales puedan producir, ninguno de ellos se puede comparar con la habilidad y espontaneidad lingüística del niño promedio de tres años de edad.” De nuevo la ciencia se encara a la cuestión que mucho tiempo atrás se puso ante Moisés: “¿Quién da al hombre el habla?”—Éxo. 4:11, The New English Bible.
El embrión no apoya la evolución
● Hubo un tiempo en que prevalecía como idea de los evolucionistas la ‘teoría de la recapitulación.’ En ésta se sostenía que la criatura que iba desarrollándose en la matriz de su madre experimentaba toda la historia evolutiva de la humanidad. La mayoría de los evolucionistas han desechado esa teoría, pero si acaso persiste alguna duda en cuanto a su validez, ciertamente debe acabar con ella lo que se ha descubierto en la investigación prenatal por el uso de nuevos dispositivos como los exploradores por ultrasonido y diminutos microscópica que se introducen en la matriz para ir registrando el desarrollo del infante. La Prensa Unida Internacional informa que estos hallazgos han “disipado muchos mitos acerca del desarrollo humano.”
Ese servicio de prensa declaró: “Los métodos de vigilancia y registro, como, por ejemplo, la fetoscopia y la exploración por ultrasonido, que reproducen la forma del feto no nacido, han mostrado que el hombre no pasa por la completa evolución de la vida... desde un organismo unicelular primitivo a una criatura acuática parecida al pez, hasta el hombre. . . . Cada paso en el proceso del desarrollo fetal es específicamente humano.”