La Palabra de Dios es viva
¿Se puede hablar con los muertos?
Puesto que tantas personas dicen que han hablado con los muertos, es evidente que por lo menos algunas de ellas han hablado con alguien del mundo de los espíritus. Hace más de 3.000 años Saúl, el rey de Israel, tuvo tal experiencia. Veamos lo que podemos aprender de ésta.
Los filisteos fueron con una fuerza militar poderosa contra el ejército israelita de Saúl, y Saúl tuvo mucho miedo. Este sabía lo que la ley de Dios decía: “No se vuelvan a los mediums espiritistas, y no consulten a pronosticadores profesionales de acontecimientos.” (Levítico 19:31) Pero Saúl se había alejado de Jehová Dios. Y entonces, en aquel tiempo de dificultad, él se desesperó tanto por saber lo que le esperaba, que se fue a consultar con una médium espiritista de En-dor.
La médium espiritista hizo aparecer la figura de alguien que ella podía ver. Según la descripción que la médium dio de la figura, Saúl la identificó como que era la de “Samuel.” Samuel, quien había muerto, había sido profeta de Dios.
“¿Por qué me has perturbado, haciendo que me hagan subir?” preguntó la persona de espíritu con quien se habían comunicado.
“Estoy en grave aprieto, puesto que los filisteos están peleando contra mí,” contestó Saúl.
“¿Por qué, pues, inquieres de mí, cuando Jehová mismo se ha apartado de ti?” el espíritu contestó.
Después de esta experiencia mala, Saúl tuvo muchísimo miedo y cayó a tierra descorazonado.—1 Samuel 28:3-20.
Esta persona de la región de los espíritus no pudo haber sido realmente Samuel. Este había muerto, y la Biblia dice “en cuanto a los muertos, ellos no están conscientes de nada en absoluto.” (Eclesiastés 9:5) Además, cuando estaba vivo, Samuel había rehusado ver al infiel Saúl. (1 Samuel 15:35) Ciertamente entonces, aun si hubiera vivido después de la muerte, Samuel no hubiera permitido que una médium espiritista hiciera los arreglos para que él viera a Saúl. Así, podemos estar seguros de que una médium espiritista no podía obligar a Jehová a dar un mensaje a Saúl por medio del difunto Samuel.
Pero supongamos que los vivos realmente pudieran hablar con seres queridos ya muertos, como procura hacer este grupo de personas reunidas en esta sesión de espiritismo. Si eso fuera posible, ciertamente el Dios de amor no diría en la Biblia: “No debería hallarse en ti... nadie que pregunte a los muertos. Porque todo el que hace [eso] es algo detestable a Jehová.”—Deuteronomio 18:10-12.
Entonces, ¿quién se hizo pasar por Samuel? Fue un espíritu inicuo. Los espíritus inicuos, o demonios, son aquellos ángeles que se unieron a Satanás en su rebelión contra Dios. Para promover la mentira de que la muerte es solo una transformación a otra clase de vida, ellos fingen ser personas que han muerto. Pero la verdad es que los muertos están completamente inconscientes, en espera del tiempo en que Dios tal vez los recuerde en la resurrección. (Hechos 24:15) De modo que ni usted ni ninguna otra persona puede hablar con los muertos.