Histórica dedicación
“APENAS sin vestigio de publicidad, el sábado se inaugura el nuevo edificio que servirá de oficina central a los testigos de Jehová de Australia, probablemente el edificio funcional más impresionante que se haya construido para un cuerpo religioso australiano [...] Los testigos de Jehová —arquitectos, ingenieros, plomeros, albañiles— hicieron por sí mismos todo el trabajo voluntariamente.” Eso fue lo que comentó The Sydney Morning Herald del 16 de marzo de 1983.
Construido en una pendiente, el complejo principal consiste en tres edificios, parcialmente climatizados, unidos por corredores a varias oficinas anexas. Además hay talleres y edificios para uso agrícola. En el edificio de entrada, estructura de un solo piso, hay oficinas administrativas y un Salón del Reino, con capacidad para 200 personas.
La fábrica, de dos pisos, tiene una superficie de 5.400 metros cuadrados de piso, suficiente para una futura expansión. La residencia, que tiene de dos a cuatro pisos, puede alojar a 135 personas. En ella también se encuentran el comedor, la enfermería, la lavandería, la oficina dental, la peluquería y las instalaciones para la conservación de alimento. ¡Todo eso se construyó por la mitad del costo comercial que se requeriría normalmente, debido a los esfuerzos incansables de miles de voluntarios dedicados!
La expansión causó la necesidad
Cuando la sucursal australiana se mudó de Melbourne a Sydney en 1929, solo había 11 miembros en la familia de la sucursal y unos 340 Testigos activos por toda Australia. Para 1971 la cantidad de Testigos había aumentado a más de 23.000, y se tomó la decisión de empezar a imprimir en Australia las revistas La Atalaya y ¡Despertad! Para facilitar eso, en la misma propiedad de Sydney se construyó un edificio grande de tres pisos para una imprenta y varias oficinas.
Apenas cinco años después, un nuevo aumento en la cantidad de publicadores del Reino significó que era necesario seguir construyendo. No obstante, el concejo local rechazó los planos que se sometieron para construir un edificio de cuatro pisos en la propiedad ubicada en Sydney. Por lo tanto, el lugar más adecuado para la expansión pareció ser la propiedad de la cual la sucursal había sido propietaria por 40 años, una granja de 40 hectáreas a solo 48 kilómetros del centro de la ciudad. ¿Se daría permiso para construir un complejo fabril en aquella zona semirrural? Se hizo una presentación ante el concejo local, y la respuesta que se recibió fue: “¡Sí!”.
En diciembre de 1978 el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová ratificó el proyecto, y rápidamente se puso en marcha la preparación de los planos y del terreno. Mientras tanto, se hizo un llamamiento solicitando voluntarios que vinieran a vivir por un año o más en el solar de la construcción para prestar ayuda. Para comprender la decisión a que se encararon aquellas personas, uno necesita conocer algunos datos acerca de Australia.
El desafío de la distancia
Australia es el sexto país más grande del mundo. Su extensión territorial es similar a la de los Estados Unidos (sin Alaska ni Hawai). No obstante, solo tiene 15.000.000 de habitantes, y 90 por 100 de ellos viven en las zonas costaneras, a solo 120 kilómetros del mar. Al interior, que es vasto, semiárido y escasamente poblado, se le llama la llanura desértica. La mayor parte de los australianos viven en las seis ciudades principales del país, a las que las separan distancias enormes. Por ejemplo, desde Perth, en Australia Occidental, hasta Sydney hay una distancia de más de 4.000 kilómetros.
Sin embargo, centenares de Testigos viajaron distancias como ésas para prestar ayuda. Durante todo el período de construcción, unos 3.000 Testigos respondieron al llamado, la mayoría de los cuales tuvieron que viajar por lo menos 1.600 kilómetros. Pagaron por sus propios gastos de viaje y se quedaron trabajando por espacio de varias semanas, meses y hasta años. Algunos vendieron su hogar, cerraron su negocio, tomaron vacaciones e hicieron otros sacrificios. Fue un verdadero ejemplo de cómo ‘se ofrece de buena gana’ el pueblo de Dios. (Salmo 110:3.)
Algunos trabajadores eran artesanos especializados, mientras que otros venían a trabajar donde hicieran falta. Uno de ellos, un camarero experimentado, vino a ayudar por dos períodos en el comedor, dejando así libre a un hermano más joven para que trabajara en la obra de construcción. En una ocasión se compró una niveladora grande, pero no había nadie que la condujera. Apenas había llegado la máquina al lugar de construcción, cuando de la isla de Tasmania (que constituye un estado) telefoneó un conductor de niveladoras para decir que estaba disponible por tres semanas, y preguntar si podía ayudar en algo.
También se recibió ayuda de grupos de artesanos experimentados que viajaron grandes distancias, a menudo en más de una ocasión, cuando hacían falta sus servicios. Hubo obreros que trabajaban en hormigón que viajaron 1.000 kilómetros de distancia para ayudar en una serie de ocasiones en que se vertieron grandes cantidades de hormigón; trabajadores diestros en montar cielos rasos que viajaron 1.100 kilómetros de distancia; y cercadores que viajaron 1.500 kilómetros. Además, los Testigos de la localidad que vivían dentro de un radio de 200 kilómetros fueron a ayudar los sábados, lo cual a menudo aumentó a más de 300 trabajadores la mano de obra regular de unos 200 trabajadores.
Unos Testigos del norte de Queensland que dirigían un aserradero a 3.200 kilómetros de distancia enviaron un camión tras otro de excelente madera local, la cual, después de pasar por algunas transformaciones y ser pulida hermosamente en el lugar de construcción, se convirtió en un rasgo del complejo que provocó muchos comentarios de elogio. Entre los raros tipos de madera hubo palo de rosa, calófilo y tarrietia.
Y de toda Australia se recibió un apoyo maravilloso en términos de contribuciones para cubrir los costos de construcción. Una niña de seis años de edad escribió cuidadosamente con su propio puño y letra lo siguiente: “Quiero darles el dinero que tenía en el banco de mi escuela. Lo ahorré por un año”. ¡Envió adjunto $41,00! Desde Queensland se recibió un cheque con una nota que explicaba que éste provenía de “una de sus hermanas en la fe que desea conservar el anónimo. Ella es viuda, y tal como la viuda de la Biblia, eso es todo lo que tiene. Pone su esperanza en Jehová”. ¡La cantidad adjunta fue de $6.283,94! Fue evidente que Jehová estaba moviendo a su pueblo a dar ‘ofrendas voluntarias con corazón completo’. (1 Crónicas 29:9.)
Preparados para la futura obra del Reino
El nuevo complejo de la sucursal provee un fundamento excelente para atender la actividad de predicar de los 36.000 testigos de Jehová que están activos en 571 congregaciones por todo el vasto continente australiano. Un alto porcentaje de la población de Australia se compone, o de personas que han venido de otros países o de sus propios hijos. Para atender a esos grupos étnicos, se conserva un suministro de literatura en 52 idiomas. Además, se imprime literatura en 14 idiomas para muchas de las islas del Pacífico, como Papuasia Nueva Guinea, las Islas Salomón y Fidji.
La nueva rotativa offset que llegó en abril de 1983, desde las oficinas centrales de Brooklyn, se ha ocupado de la producción de más de 750.000 ejemplares al mes de las revistas en inglés. Para facilitar el cambio a la impresión mediante el procedimiento offset, se instalaron cuartos oscuros equipados con una moderna máquina fotográfica automatizada y equipo de revelar, y un departamento de artes gráficas.
En los últimos 18 meses ha habido un aumento de más de 4.000 personas, o 13 por 100, en la cantidad de Testigos activos. Por estarse conduciendo actualmente más de 16.200 estudios bíblicos en las casas, y por haber asistido 72.457 personas a la Conmemoración de la muerte de Cristo que se celebró en 1983, hay mucho potencial para un rápido crecimiento futuro en Australia.
El día de la dedicación
El sábado 19 de marzo de 1983, un día benigno puso fin a una semana de tiempo lluvioso, y más de 2.000 invitados, quienes en su mayoría habían sido Testigos activos antes de 1945, se reunieron en los nuevos edificios para el Día de Dedicación. Como señaló el hermano que presidió la reunión, ellos representaban en conjunto más de 65.000 años de servicio fiel. ¡Qué magnífica reunión resultó ser aquélla! Algunos visitantes de los Estados Unidos, Fidji, Nueva Zelanda y Papuasia Nueva Guinea transmitieron los saludos de que eran portadores, y contaron experiencias.
La sucursal australiana fue la tercera que estableció fuera de los Estados Unidos la Sociedad Watch Tower Bible and Tract. En un tiempo tuvo a su cargo la superintendencia de casi una cuarta parte de la superficie de la Tierra, incluso casi todas las islas del Pacífico sur, así como la zona que ahora se compone de Tailandia, Vietnam, Laos, Camboya, Malaysia, Indonesia, Hong Kong, Singapur y toda la China. Actualmente hay 13 diferentes sucursales superentendiendo la obra de predicar el Reino en esos países. Pero, en su mayor parte, precursores de Australia, allá para los años treinta, empezaron la obra en esos países. Muchos de ellos estuvieron presentes en la dedicación, ¡y los 88 miembros de la familia de Betel australiana tuvieron mucho gusto en mostrar hospitalidad a esos abuelos espirituales!
Por la tarde, Lloyd Barry, miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová y quien había pertenecido a la familia de Betel australiana durante los años cuarenta, dedicó oficialmente el complejo, no a ninguna organización humana, sino a Jehová Dios.
Al siguiente día, el domingo 20 de marzo, empezó a llover torrencialmente. Sin embargo, 10.468 personas se reunieron en el cercano hipódromo Warwick Farm para oír un programa en el cual se animó a seguir adelante con la expansión de la obra de Jehová durante estos “últimos días”. A otros diez lugares se les conectó directamente al acontecimiento por medio de hilo telefónico, ¡alcanzándose el domingo un gran total de 36.757 asistentes!
Se relataron muchas experiencias excelentes, y el programa dejó a todos más resueltos a ‘esforzarse vigorosamente’ en la predicación de las “buenas nuevas del reino” en todo rincón del vasto continente australiano. Ésa es la obra que ha dado origen al nuevo complejo de la sucursal australiana y que asegurará el valor continuo de él. (Lucas 13:24; Mateo 24:14.)
[Ilustración en las páginas 12 y 13]
La nueva sucursal australiana, la dedicación de la cual se llevó a cabo el 19 de marzo de 1983
[Ilustración en la página 15]
JOVENCITA APOYA LA OBRA DE CONSTRUCCIÓN (Remedo de la carta)