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  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
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La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1988
w88 1/5 págs. 10-15

El desafío de seguir Sus pasos

“Ya que Cristo sufrió por ustedes, dándoles un ejemplo para que sigan sus pasos.” (1 PEDRO 2:21, Versión Popular.)

 1, 2. a) ¿Qué puede ser un verdadero desafío, y por qué interesa esto a los cristianos? b) ¿Qué preguntas se plantean aquí?

¿HA ANDADO usted alguna vez por la arena de una playa o por un campo cubierto de nieve y se ha detenido, fascinado, ante las huellas de alguien que anduvo por allí antes? ¿Llegó quizás a escoger ciertas pisadas y tratar de seguirlas, imitando aquellos pasos con los suyos tan exactamente como le fuera posible? Si así fue, tiene que haber descubierto que no es tarea fácil. La verdad es que, sea literal o figurativamente, es un verdadero desafío el seguir con cuidado los pasos de otra persona. Y sin embargo, por habernos llamado cristianos hemos indicado que deseamos hacer precisamente eso: seguir con sumo cuidado y atención los pasos de Cristo.

2 ¿Está dispuesto a hacer el esfuerzo necesario para enfrentarse con éxito a ese desafío? Más que eso, ¿está resuelto a hacerlo, venga lo que venga? Si así es, el que usted comprenda bien las dificultades de seguir literalmente unas pisadas contribuirá a que tenga más éxito en seguir figurativamente los pasos de Cristo.

Aprenda a conformar su paso

 3. ¿Por qué no parece natural al principio seguir las pisadas de otra persona?

3 Toda persona tiene una manera distintiva de andar. Por ejemplo, la longitud del paso de una persona varía de la de otra, así como también el ángulo a que coloca los pies en el suelo. Puede que los dedos del pie de una persona señalen directamente adelante, o quizás se vuelvan hacia dentro o hacia fuera a cierto ángulo, a un ángulo que probablemente sea más pronunciado en el caso de un pie que en el del otro. ¿Reconoce usted el desafío? Para seguir los pasos de otra persona cuidadosamente, usted tiene que conformar la longitud de su paso y la posición de su pie a las de la otra persona. Al principio esto no parecerá natural, pero hay que hacerlo. No hay otra solución.

 4. ¿Por qué es un desafío especial seguir los pasos de Jesús?

4 Hablando figurativamente, la manera de andar de Cristo fue singular, porque solamente él entre sus contemporáneos fue hombre perfecto, “que no conoció pecado”. (2 Corintios 5:21.) Puesto que por naturaleza los humanos son pecadores imperfectos, el seguir los pasos de Jesús no es su manera normal de andar. Pablo recordó esto a los cristianos de Corinto al decir: “Porque ustedes todavía son carnales. Porque mientras haya entre ustedes celos y contiendas, ¿no son ustedes carnales, y no están andando como andan los hombres?”. Las tendencias a los celos y las contiendas, “obras de la carne”, son normales para personas imperfectas, pero Jesús anduvo en el camino del amor, y el “amor no es celoso, [...] no se siente provocado”. De modo que el seguir los pasos de Cristo presenta un desafío mayor que si simplemente se nos pidiera que siguiéramos las pisadas de una persona imperfecta. (1 Corintios 3:3; 13:4, 5; Gálatas 5:19, 20; véase también Efesios 5:2, 8.)

 5, 6. a) ¿A qué se debe que muchas personas no hayan seguido los pasos de Cristo, y, por eso, qué consejo da Pablo? b) ¿Cómo se estimula a la gente a seguir los pasos de Cristo hoy, y con qué resultado para los que lo hacen?

5 Aparte de la imperfección, la falta de conocimiento de la voluntad de Dios también puede impedir que uno siga los pasos de Cristo. Por eso Pablo aconsejó a los cristianos de Éfeso que no ‘siguieran andando como las naciones también andan en la inutilidad de su mente, mientras mentalmente se hallan en oscuridad, y alejadas de la vida que pertenece a Dios, a causa de la ignorancia que hay en ellas, a causa de la insensibilidad de su corazón’. (Efesios 4:17, 18.)

6 Mediante la obra de predicar el Reino, hoy se insta a la gente a dejar de andar como normalmente anda, en desconocimiento de los propósitos de Dios, en oscuridad mental, movida por un corazón insensible que va tras metas que no son provechosas. Se estimula a las personas a conformarse al ejemplo perfecto de Cristo, “andando en unión con él”, así ‘poniendo bajo cautiverio todo pensamiento para hacerlo obediente al Cristo’. (Colosenses 2:6, 7; 2 Corintios 10:5.) Los que están dispuestos a aceptar ese desafío se estabilizan en la fe. Al irse acostumbrando a andar como Cristo anduvo, se les va haciendo más fácil.

 7. ¿Por qué podemos estar seguros de que, aunque suele ser un desafío, es posible seguir los pasos de Jesús?

7 Sin embargo, muchas veces esto es un desafío. La disparidad entre la criatura perfecta y la imperfecta es grande. Eso obliga a las criaturas imperfectas a efectuar grandes cambios para tratar de seguir el ejemplo perfecto. A algunas personas, quizás por la influencia de la herencia o el ambiente, se les hace más difícil conformarse a un modo de vivir cristiano que a otras. Pero Jehová nos asegura que cualquiera que realmente esté dispuesto a hacer el esfuerzo puede lograrlo. “Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder”, dijo el apóstol Pablo. (Filipenses 4:13; véase también 2 Corintios 4:7; 12:9.) Lo mismo es cierto respecto a todo cristiano.

Preste atención

 8, 9. a) ¿Por qué se necesitan atención indivisa y concentración intensa para seguir las pisadas de alguien? b) ¿Qué consejo bíblico tenemos que seguir para no desviarnos de los pasos de Jesús?

8 En cuanto a pisadas literales, no podemos seguirlas sin notar cuidadosamente dónde ponemos los pies. Si los ojos vagan —si los enfocamos en lo que está pasando alrededor, o en otras cosas—, tarde o temprano vamos a dar un paso en falso. A menos que prestemos atención indivisa y nos concentremos intensamente en lo que hacemos, nos desviaremos de las pisadas que deberíamos seguir. Por eso, siempre es necesario estar alerta, especialmente cuando ruidos súbitos u otras distracciones inesperadas pudieran desviar nuestro pensamiento de lo que queremos lograr. (Compárese con Job 18:10, 11.)

9 En sentido figurado, eso es cierto también de los que siguen los pasos de Jesús. Jesús advirtió a sus seguidores que prestaran cuidadosa atención a sí mismos, para que sus corazones ‘no llegaran a estar cargados por comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida’. (Lucas 21:34.) Satanás se vale de esas distracciones diarias para que apartemos los ojos de las pisadas de Jesús. Se apresura a pescarnos desprevenidos aprovechando circunstancias inesperadas, tales como oposición, enfermedad o reveses financieros. Para asegurarnos de “que nunca se nos lleve a la deriva”, tenemos que ‘prestar más de la acostumbrada atención a las cosas oídas’; en otras palabras: mantener la vista enfocada en las pisadas de Cristo con mayor cuidado que en todo tiempo anterior. (Hebreos 2:1; véase también 1 Juan 2:15-17.)

No se desvíe

10. a) ¿Qué peligro existe cuando diferentes conjuntos de pisadas se cruzan? b) En sentido espiritual, ¿por qué son graves las consecuencias de equivocarnos en cuanto a las pisadas que seguimos?

10 En una playa llena de gente puede haber varios conjuntos de pisadas en la arena húmeda, y puede que algunos rastros de pasos crucen el que estamos siguiendo. Puede que muchos conjuntos de pisadas se parezcan, por lo menos superficialmente. ¡Cuán vital es estar seguros de que seguimos los que debemos seguir! De otro modo, quizás nos engañemos y tomemos una dirección equivocada. En sentido espiritual, esto pudiera tener consecuencias graves. El peligro de seguir pisadas que parezcan las debidas, pero que en realidad no lo sean, lo muestra el proverbio que advierte: “Existe un camino que es recto delante del hombre, pero los caminos de la muerte son el fin de él después”. (Proverbios 16:25.)

11. ¿Qué advertencia dio Pablo a los cristianos primitivos, y quiénes ven en esto un ejemplo hoy?

11 Debido a ese peligro tan real, Pablo sintió la obligación de advertir a sus hermanos de la congregación cristiana primitiva: “Me maravillo de que tan pronto se les remueva de Aquel que los llamó con la bondad inmerecida de Cristo y se les pase a otra clase de buenas nuevas. [...] Hay algunos que les están causando dificultades y que quieren pervertir las buenas nuevas acerca del Cristo. [...] Sea quien sea que les esté declarando como buenas nuevas algo más allá de lo que aceptaron, sea maldito”. (Gálatas 1:6-9.) En armonía con el ejemplo de Pablo, el Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová hoy nos advierte sobre apóstatas y falsos hermanos que, por decirlo así, dejan tras de sí pisadas o huellas falsas. Los verdaderos cristianos no desean desviarse de la senda que Cristo ha puesto ante ellos por dirección de Dios. (Salmo 44:18.)

12. a) ¿Cómo puede ayudarnos 2 Timoteo 1:13 a evitar el engaño que nos lleve a seguir pisadas falsas? b) ¿Qué caracteriza a otras supuestas buenas nuevas?

12 Si prestamos atención cuidadosa a las marcas que identifican las pisadas de Cristo, evitamos que se nos engañe. El conocimiento exacto acerca de Jesús y sus enseñanzas y de cómo funciona la congregación cristiana nos ayuda a identificar “el modelo de palabras saludables” que nos protege de los que ‘pervierten las buenas nuevas acerca del Cristo’. (2 Timoteo 1:13.) Otras supuestas buenas nuevas —en realidad huellas falsas— no encajan en ese modelo de la verdad. Lo pervierten, y desenfocan el cuadro. En vez de aclarar verdades y principios bíblicos fundamentales, los contradicen. En lugar de animarnos a mayor actividad en el servicio de Jehová, arguyen a favor de disminuirla. Su mensaje no es positivo ni glorifica el nombre o la organización de Jehová; es negativo, tiende a buscar faltas y a criticar. Está muy claro que esas no son las pisadas que queremos seguir.

Lleve el paso debido

13. Al seguir las pisadas de alguien, ¿qué tiene que ver con ello la velocidad a que andemos?

13 Cuando caminamos, la velocidad a que lo hacemos determina, en parte, la longitud de nuestro paso. Por lo general, mientras más rápidamente caminamos más largo es nuestro paso; mientras más lentamente, más corto es. Así, en sentido literal se nos hace más fácil seguir los pasos de alguien si ajustamos la velocidad a que andamos a la de la otra persona. De igual manera, en sentido figurado, si queremos seguir con éxito las pisadas de nuestro Caudillo, Jesucristo, tenemos que ajustar nuestra velocidad a la de él, ir a su mismo paso.

14. a) ¿De qué maneras puede que no vayamos al paso de Jesús? b) ¿Por qué es insensato tratar de ir a paso más rápido que “el esclavo fiel y discreto”?

14 No ir al mismo paso que Cristo pudiera significar una de dos cosas. O tratamos de andar con mayor rapidez, y nos adelantamos al “esclavo fiel y discreto” que Jesús emplea para llevar a cabo el propósito de Jehová, o nos rezagamos respecto a seguir la dirección de ese “esclavo”. (Mateo 24:45-47.) Como ejemplo de lo primero, en el pasado algunos cristianos se han impacientado en cuanto a cambios o refinaciones doctrinales o de organización que a ellos les han parecido necesarios y que, según ellos, se debieron haber realizado desde mucho tiempo atrás. Descontentos porque pensaban que no se estaba marchando con la rapidez debida, se apartaron del pueblo de Jehová. ¡Qué proceder tonto y falto de previsión! Muchas veces ha sucedido que lo mismo que les perturbaba fue cambiado después... al debido tiempo de Jehová. (Proverbios 19:2; Eclesiastés 7:8, 9.)

15. ¿Cómo fueron buenos ejemplos de mantener el paso debido el rey David y Jesús?

15 El proceder sabio es esperar a que Jehová actúe, más bien que tratar de imponer el paso a que deben desenvolverse los acontecimientos. El rey David de la antigüedad dio un buen ejemplo. Rehusó conspirar contra el rey Saúl para apoderarse del reinado antes de que fuera el debido tiempo de Jehová para dárselo. (1 Samuel 24:1-15.) De igual manera, el “Hijo de David”, Jesús, se dio cuenta de que tendría que esperar para entrar de lleno en su reinado celestial. Sabía que a él aplicaba la expresión profética que decía: “Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies”. Por eso, cuando un grupo de judíos quiso “prenderlo para hacerlo rey”, Jesús se retiró rápidamente. (Mateo 21:9; Salmo 110:1; Juan 6:15.) Unos 30 años después, según Hebreos 10:12, 13, Jesús todavía esperaba su reinado. De hecho, esperó casi 19 siglos antes de su instalación como Rey por derecho del Reino de Dios cuando este fue establecido en 1914.

16. a) Ilustre cómo pudiera ser que nos moviéramos más despacio de lo apropiado. b) ¿Qué propósito tiene la paciencia de Jehová, y cómo debemos evitar el abusar de esa paciencia?

16 Sin embargo, el no ir al paso debido pudiera también significar que uno va más despacio, que se rezaga. Por eso, cuando la Palabra de Dios indica que tenemos que hacer cambios en la vida, ¿obramos sin dilación, o alegamos que, puesto que Dios es paciente, podemos aplazar para más tarde esos cambios con la esperanza de que después sea más fácil hacerlos? Es verdad que Jehová es paciente. Pero eso no es para que nos dilatemos en hacer los ajustes necesarios. Más bien, él “es paciente para con ustedes porque no desea que ninguno sea destruido; más bien, desea que todos alcancen el arrepentimiento”. (2 Pedro 3:9; 2 Pe 3:15.) Entonces, es mucho mejor imitar al salmista que dijo: “Me apresuré, y no me dilaté en guardar tus mandamientos”. (Salmo 119:60.)

17. ¿Qué tiene que ver con llevar el paso debido la predicación del Reino, y, por eso, qué pregunta nos hacemos?

17 El rezagarse pudiera también implicar la predicación del Reino. Según Mateo 25, en la actualidad Jesús está juzgando a la humanidad y efectuando una separación entre “las ovejas” y “las cabras”. Esto se logra principalmente mediante la predicación de “estas buenas nuevas del reino”. (Mateo 24:14; 25:31-33; Revelación 14:6, 7.) Como las circunstancias lo indican, queda poco tiempo para efectuar esta obra de separación. (Mateo 24:34.) Al acercarse el fin del tiempo que queda, podemos esperar que Jesús acelere la obra. Al hacerlo, obra como instrumento de Dios, quien, en cuanto a la recolección, promete: “Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo”. (Isaías 60:22.) Como colaboradores de Dios que seguimos con sumo cuidado y atención los pasos de su Hijo, ¿estamos acelerando nuestro paso en la predicación del Reino hasta el grado que lo permiten nuestra situación física y nuestras responsabilidades bíblicas? ¡Los informes del servicio ministerial en el campo indican que millones de testigos de Jehová lo están haciendo!

Evite el exceso de confianza; luche contra el desaliento

18. ¿Cómo pudiéramos llegar a estar demasiado confiados, y qué advertencia bíblica tenemos al respecto?

18 Mientras más perseveremos en seguir los pasos de alguien, más nos habituaremos a su modo de andar. No obstante, si llegamos al punto de estar satisfechos de nosotros mismos, tarde o temprano daremos un paso en falso. Por eso, al seguir los pasos de Jesús en sentido figurado tenemos que reconocer el peligro de llegar a estar demasiado confiados e irreflexivamente apoyarnos en nuestra propia fortaleza y nuestras aptitudes, pensando que hemos dominado su manera perfecta de andar. La experiencia de Pedro registrada en Lucas 22:54-62 sirve de advertencia oportuna. También da énfasis a la veracidad de 1 Corintios 10:12, que dice: “El que piensa que está en pie, cuídese de no caer”.

19. a) De vez en cuando, ¿qué le ocurre a todo cristiano? (Santiago 3:2.) b) ¿Cómo debemos ver las palabras de Pablo en Romanos 7:19, 24?

19 Debido a la imperfección, todo cristiano da un paso en falso alguna vez. La divergencia puede ser pequeña, de tal modo que apenas se note. O el errar el blanco pudiera ser tan obvio que todos lo vieran. En cualquiera de los dos casos, es muy consolador recordar la confesión honrada de Pablo: “Porque lo bueno que deseo no lo hago, pero lo malo que no deseo es lo que practico. ¡Hombre desdichado que soy!”. (Romanos 7:19, 24.) Por supuesto, estas palabras no deben tomarse como excusa para cometer un mal. Más bien, son un estímulo a los cristianos devotos que luchan contra las imperfecciones, y los ayudan a persistir en su esfuerzo por hacer frente al desafío de seguir los pasos perfectos de Jesús.

20. a) ¿Cómo nos ayuda Proverbios 24:16 en nuestra carrera por la vida? b) ¿Qué debemos estar resueltos a hacer?

20 “Puede que el justo caiga hasta siete veces, y ciertamente se levantará”, dice Proverbios 24:16. En nuestra carrera por la vida, nadie debe sentirse impulsado a renunciar. Esta carrera es como un maratón, una carrera de aguante, no una carrera veloz de corta distancia. El más leve paso en falso por parte de un corredor de velocidad pudiera costarle la carrera. Pero el corredor de maratón, hasta si tropieza, tiene tiempo para recobrarse y terminar la carrera. Por eso, cuando algún paso en falso personal que dé le lleve a exclamar: “¡Hombre desdichado que soy!”, recuerde que todavía tiene tiempo para recobrarse. Todavía tiene la oportunidad de volver a ponerse al paso con su Caudillo, Jesucristo. ¡No hay razón para perder toda esperanza! ¡No hay razón para darse por vencido! Con la ayuda divina, esté resuelto a enfrentarse con éxito al desafío de ‘seguir con sumo cuidado y atención los pasos de Jesús’. (1 Pedro 2:21.)

¿Por qué tienen los cristianos que...

◻ aprender conformidad?

◻ prestar atención indivisa?

◻ tener presente el modelo de la verdad?

◻ mantener el paso debido?

◻ evitar el exceso de confianza?

◻ combatir el desaliento?

[Ilustración en la página 15]

Al mantener la vista fija en su meta, el justo ciertamente se levantará

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