BIBLIOTECA EN LÍNEA Watchtower
Watchtower
BIBLIOTECA EN LÍNEA
español
  • BIBLIA
  • PUBLICACIONES
  • REUNIONES
  • w90 1/3 págs. 26-29
  • Se publica en Japón la caída de Babilonia

No hay ningún video disponible para este elemento seleccionado.

Lo sentimos, hubo un error al cargar el video.

  • Se publica en Japón la caída de Babilonia
  • La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1990
  • Subtítulos
  • Japón se prepara para mayor actividad
  • Servicio de precursor auxiliar
  • Día especial de actividad
  • Testificación en las calles
  • Distribución de revistas
  • Poder más allá de lo normal
La Atalaya. Anunciando el Reino de Jehová 1990
w90 1/3 págs. 26-29

Se publica en Japón la caída de Babilonia

¡“HA CAÍDO! ¡Babilonia la Grande ha caído, la que hizo que todas las naciones bebieran del vino de la cólera de su fornicación!” Ese electrizante anuncio angelical lo oyó por primera vez el apóstol Juan allá en el primer siglo de nuestra era común. Sin embargo, en nuestros tiempos, en “el día del Señor”, los testigos cristianos de Jehová han llevado ese anuncio a toda la Tierra. (Revelación 1:10; 14:8.)

Babilonia la Grande es el sistema mundial de la religión falsa, del cual la cristiandad es la parte más reprensible. Durante “el tiempo del fin”, con denuedo los testigos de Jehová han publicado por todo el mundo los juicios de Jehová contra ese sistema. (Daniel 12:4.) Por ejemplo: el año pasado, en los números de La Atalaya de abril y mayo se publicaron artículos vigorosos que denunciaron la culpa de la religión falsa y anunciaron su destrucción venidera. Se distribuyeron más de 50.000.000 de ejemplares de esos números por toda la Tierra... ¡una impresionante declaración de la caída de Babilonia la Grande!

Japón se prepara para mayor actividad

Un país donde se evidenció el entusiasmo de los testigos de Jehová por aquellos números especiales fue Japón, baluarte de otro sector de Babilonia la Grande, el sector que abarca el sintoísmo y el budismo. En el número de diciembre de 1988 de la edición japonesa de Nuestro Ministerio del Reino se informó a las congregaciones sobre una campaña especial para el servicio del campo en abril y mayo de 1989. En números subsiguientes de Nuestro Ministerio del Reino, así como mediante cartas a las congregaciones y a los grupos de ancianos de congregación locales, se pidió apoyo a esta actividad especial con las revistas.

La respuesta a esta llamada fue sobresaliente. Con la ayuda de Jehová se dio un testimonio excepcional en Japón durante aquellos dos meses del año pasado.

Servicio de precursor auxiliar

En el anuncio de diciembre de 1988 se dijo lo siguiente: “Los animamos a fijarse la meta de servir como precursores auxiliares en abril y mayo, pero especialmente en abril”. Esto se publicó de nuevo en Nuestro Ministerio del Reino de febrero de 1989, y se instó a los hermanos a ‘ajustar su horario de cada día para que tantos ministros dedicados como fuera posible sirvieran como precursores auxiliares en abril’.

Los Testigos tomaron a pecho estos recordatorios. ¿Qué resultado tuvo esto? Hubo un máximo sin precedente en la cantidad de los precursores auxiliares. En marzo de 1989 ya se había alcanzado un nuevo máximo, de 24.115, en aquella cantidad. Pero en abril la cifra casi se duplicó; llegó a 41.055. ¡En verdad un esfuerzo asombroso!

En muchas congregaciones todos los publicadores, o la mayoría de ellos, participaron en algún rasgo del servicio de tiempo completo durante los dos meses de la actividad especial. Con frecuencia esto requirió mucha organización. Cierta ama de casa no estaba segura de que podría ser precursora, pues vive en las montañas, a una altura de casi 900 metros (3.000 pies), donde los servicios de transportación son limitados. Con todo, anhelaba ser precursora auxiliar. Los ancianos, viendo esto, tomaron medidas para proveerle transportación; así, pudo ser precursora por un mes junto con los demás publicadores de la congregación.

Un ejemplo de la excelente guía que dieron los ancianos se vio en la congregación Otsuka, de 77 publicadores, en la prefectura de Osaka, en la ciudad de Takatsuki, donde todos los ancianos y siervos ministeriales estuvieron entre los 73 que participaron en alguna forma del servicio de precursor. Entre aquellos precursores también estuvieron todos los publicadores bautizados de edad escolar. El espíritu de precursor de aquellos Testigos jóvenes fue típico de lo que se vio en muchas congregaciones. Por ejemplo, de los 23 adolescentes bautizados de la congregación Heiwadai, en la prefectura de Tokio, 11 son precursores regulares y 11 sirvieron de precursores auxiliares en abril. En aquella congregación 93 publicadores sirvieron de precursores aquel mismo mes.

Día especial de actividad

En el número de marzo de la edición japonesa de Nuestro Ministerio del Reino se animó a los hermanos así: “La obra con las revistas no solo ha recibido apoyo el segundo y el cuarto sábados del mes, sino todos los sábados. Es digno de encomio el celo de los hermanos. Para abril también se recomienda que trabajemos con las revistas todos los sábados, pero sírvanse hacer esfuerzos especiales por apartar el 8 de abril como el día de revistas, para que todos participemos en esa obra durante el mismo día. Para advertir a todos los que quieran escuchar, tenemos que dar extensa distribución a estos oportunos números”. (Isaías 61:2; Revelación 18:4, 5.)

En febrero la edición japonesa de Nuestro Ministerio del Reino había recalcado esta obra vital. Dijo: “Que todos los testigos de Jehová de Japón —ahora más de 130.000— participemos en la obra con las revistas el 8 de abril, el segundo sábado del mes”. Se animó a los ancianos a programar diferentes actividades con las revistas durante el día, para que la mayor cantidad posible de publicadores participara en la obra. Gracias a la buena respuesta de los ancianos a aquella exhortación, y al apoyo entusiástico de los demás publicadores, la obra fue un éxito. Podemos decir que aquel día se intensificó la proclamación de los juicios de Jehová contra Babilonia la Grande en Japón.

Por ejemplo, en la congregación Ushioda, de la ciudad de Yokohama, los ancianos organizaron la predicación para que continuara por 13 horas, desde las siete de la mañana hasta las ocho de la noche. Se programaron dos períodos de testificación en las calles, así como períodos para regresar a los hogares donde no se hubiera encontrado a nadie y para la obra regular de casa en casa. La mayoría de los publicadores participaron en por lo menos uno de los rasgos del servicio programados, y algunos participaron en casi todo rasgo de la actividad planeada.

En la congregación Jonan, de la ciudad de Fukuoka, también se hicieron planes para predicar todo el día. Se predicó desde las ocho de la mañana hasta las nueve de la noche, con un breve receso al mediodía. Se fijó tiempo para testificar de casa en casa, visitar los negocios y las tiendas, y regresar a los hogares donde no se hubiera encontrado a nadie. ¡Algunos Testigos de aquella congregación predicaron hasta ocho horas aquel día!

La acogida entusiástica de los hermanos a las instrucciones se vio en la prefectura de Wakayama, donde los 55 publicadores de la congregación Kainan participaron en el día especial de actividad. Una precursora regular de aquella congregación dio a luz el 7 de abril. ¿Le impidió eso que testificara el 8 de abril? No; ¡ofreció las revistas allí mismo en el hospital! Un hermano de la prefectura de Osaka que se vio obligado a atender ciertos asuntos de su empleo el 8 de abril manifestó un espíritu similar. ¿Cómo podría participar en la actividad especial? Hizo de su lugar de empleo su territorio, y obtuvo cinco suscripciones.

Una hermana de la prefectura de Saitama quería participar en la actividad especial aquel día, pero tenía que viajar casi 1300 kilómetros (800 millas) a la ciudad de Asahigawa con su esposo incrédulo. Pero no se dio por vencida. En Asahigawa, ella y sus dos hijitos fueron a la estación del ferrocarril, y allí, afuera, halló lo que buscaba: un grupo de publicadores de la congregación local que participaban en el servicio del campo. Predicó con ellos aquel día.

Testificación en las calles

Nuestro Ministerio del Reino animó especialmente a los ancianos a programar testificación en las calles para el 8 de abril, y este fue uno de los rasgos sobresalientes del día especial. Sucedió que llovió mucho aquel día por todo el país, pero los hermanos no se desanimaron. La mayoría mostró el mismo espíritu que desplegaron tres hermanas minusválidas de la congregación Minamata, de la prefectura de Kumamoto. A pesar de su edad —65, 80 y 85 años respectivamente— le hicieron frente al mal tiempo y fueron una fuente de estímulo para los demás publicadores; también se atrajeron la atención de muchos transeúntes.

Durante la testificación en las calles, una hermana de la congregación Oeste de la ciudad de Kashiwa le preguntó a un hombre: “¿Ha oído usted alguna vez de Babilonia la Grande?”. Cuando le ofreció los números de abril, él dijo: “No me interesa eso”, y siguió caminando. Pero cuando llegó al cruce del ferrocarril y se detuvo, estaba murmurando: “¿Qué será Babilonia la Grande?”. Un hermano que testificaba en la calle le oyó, y empezó a caminar a su lado y a explicarle qué era Babilonia la Grande. Aquel hombre aceptó las revistas.

Algunas congregaciones nunca habían testificado en las calles. Pero desde el 8 de abril este rasgo de la obra es parte regular de su actividad. ¡Y con buena razón! La testificación en las calles es muy buena manera de llegar a personas a quienes no podríamos encontrar de otro modo. Una hermana de la ciudad de Naha, Okinawa, participó en testificar enfrente de un edificio de oficinas al cual no se permite la entrada a los testigos de Jehová. Hablando a los que entraban y salían del edificio, dejó con ellos 12 revistas en una hora.

Otra hermana, de la ciudad de Muroran, Hokkaido, testificó frente a las tiendas del centro del pueblo. Dijo a un joven que aceptó las revistas: “Si quiere aprender más, podemos visitarlo en su hogar”. Él le dio su dirección, su número telefónico, un mapa que mostraba cómo llegar a su casa, y le indicó cuándo estaría allí. La semana siguiente ella y un hermano fueron a visitarlo y descubrieron que el sitio donde vivía el joven había estado vedado hasta entonces a las visitas ministeriales de los Testigos. Por su lectura personal de la Biblia este joven se había convencido de que la cristiandad no tenía el favor de Dios. Buscaba el cristianismo verdadero, y con gusto aceptó un estudio bíblico en su hogar.

Una publicadora de la ciudad de Kawasaki participó en testificar en las calles el 8 de abril por la tarde. Cuando estaba por terminar su servicio, habló con una joven que antes había estudiado la Biblia con los testigos de Jehová. Pero sus padres se habían opuesto, y después ella se matriculó en una universidad y empezó a vivir en la residencia de los universitarios. De modo que dejó de estudiar con los Testigos. Pero esta vez, gracias a la testificación que se hacía en las calles, gustosamente reanudó su estudio bíblico, y ahora asiste a las reuniones.

Distribución de revistas

Por el apoyo de tantos publicadores a la actividad especial, fue extraordinaria la cantidad de revistas distribuida, en especial de los números que tenían los mensajes de juicio contra Babilonia la Grande. Un publicador de la prefectura de Osaka colocó 205 revistas en manos de la gente en abril. En la congregación Este de la ciudad de Kagoshima 14 publicadores colocaron más de 100 revistas cada uno, mientras que el grupo aislado de 12 publicadores del pueblo de Ogawa, en la prefectura de Ibaraki, distribuyó un total de 1.388 revistas en abril.

En conjunto, los publicadores japoneses distribuyeron 3.293.266 revistas en abril del año pasado... ¡92% más que en abril de 1988! ¡Cuán dinámica fue la proclamación del mensaje del juicio de Jehová contra Babilonia la Grande!

Poder más allá de lo normal

Ciertamente, como en los demás países del mundo, en Japón los testigos de Jehová fueron optimistas y celosos durante la primavera de 1989. Sus experiencias dieron prueba clara de que Jehová bendijo su celo y apoyó sus esfuerzos por publicar Sus juicios contra la religión falsa. Para algunos no fue fácil participar en aquella actividad; pero estaban resueltos, y Jehová bendijo su celo. Muchos viven en territorio donde se predica con frecuencia, pero manifestaron el mismo espíritu de urgencia y entusiasmo que los hermanos de otras áreas. En todo caso resultaron ciertas estas palabras de Isaías: “Está dando poder al cansado; y hace que abunde en plena potencia el que se halla sin energía dinámica”. (Isaías 40:29.)

No hay que dudar que las experiencias de los hermanos les recordaron estas palabras del apóstol Pablo: “Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo normal sea de Dios y no el que procede de nosotros”. (2 Corintios 4:7.) Sí, cuando uno pone en primer lugar en la vida el ministerio cristiano, “este tesoro”, experimenta “el poder [dado por Dios] que es más allá de lo normal”. ¡Que Jehová siga utilizando a sus siervos en Japón y en los demás países para que den un testimonio cabal antes de que venga el fin! (Mateo 24:14.)

Este año los números de La Atalaya de abril y mayo presentarán artículos sobre asuntos como: “¿Quién guiará a la humanidad a la paz?”, “La paz mundial... ¿qué significará en verdad?”, “Millones que ahora están muertos volverán a vivir” y “El Armagedón... ¿cuándo?”. ¿Por qué no hace planes para compartir esta información con sus vecinos? Asegúrese de que la mayor cantidad posible de personas se entere de las maravillosas buenas nuevas que Dios ha conservado en la Biblia para nuestros días.

    Publicaciones en español (1950-2025)
    Cerrar sesión
    Iniciar sesión
    • español
    • Compartir
    • Configuración
    • Copyright © 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
    • Condiciones de uso
    • Política de privacidad
    • Configuración de privacidad
    • JW.ORG
    • Iniciar sesión
    Compartir