Permitamos que el discernimiento nos salvaguarde
“La capacidad de pensar misma te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará.” (PROVERBIOS 2:11.)
1. ¿De qué puede salvaguardarnos el discernimiento?
JEHOVÁ desea que mostremos discernimiento. ¿Por qué razón? Porque sabe que nos protegerá de diversos peligros. Proverbios 2:10-19 comienza diciendo: “Cuando la sabiduría entre en tu corazón y el conocimiento mismo se haga agradable a tu mismísima alma, la capacidad de pensar misma te vigilará, el discernimiento mismo te salvaguardará”. ¿Salvaguardarnos de qué? De cosas como el “mal camino”, de los que dejan las sendas rectas y de quienes son sinuosos en su derrotero general.
2. ¿Qué es discernimiento, y qué tipo desean especialmente los cristianos?
2 Seguramente recuerde que el discernimiento es la capacidad mental de distinguir una cosa de otra. La persona que posee discernimiento percibe las diferencias que existen entre varias ideas o cosas, y por lo tanto, tiene buen juicio. Los cristianos deseamos, sobre todo, el discernimiento espiritual, que se basa en el conocimiento exacto de la Palabra de Dios. Cuando estudiamos las Escrituras, es como si extrajéramos de una cantera las piedras con que se construye el discernimiento espiritual. Lo que aprendemos nos ayuda a tomar decisiones que agradan a Jehová.
3. ¿Cómo podemos conseguir discernimiento espiritual?
3 Cuando Dios preguntó a Salomón, el rey de Israel, qué bendición prefería, el joven gobernante dijo: “Tienes que dar a tu siervo un corazón obediente para juzgar a tu pueblo, para discernir entre lo bueno y lo malo”. Salomón solicitó discernimiento, y Jehová se lo otorgó a un grado fuera de lo común. (1 Reyes 3:9; 4:30.) Para adquirir discernimiento, tenemos que orar y estudiar la Palabra de Dios valiéndonos de la iluminación espiritual que nos brindan las publicaciones del “esclavo fiel y discreto”. (Mateo 24:45-47.) Esto nos permitirá cultivar el discernimiento espiritual al grado de estar “plenamente desarrollados en facultades de entendimiento” y ser capaces de ‘distinguir [discernir] lo correcto de lo incorrecto’. (1 Corintios 14:20; Hebreos 5:14.)
Necesidad especial de discernimiento
4. ¿Qué significa tener un ojo “sencillo”, y cómo puede beneficiarnos?
4 Si tenemos el debido discernimiento, actuaremos en conformidad con estas palabras de Jesucristo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas otras cosas [materiales] les serán añadidas”. (Mateo 6:33.) Jesús también dijo: “La lámpara del cuerpo es tu ojo. Cuando tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo también está brillante”. (Lucas 11:34.) El ojo es una lámpara simbólica. Un ojo “sencillo” es sincero y está bien enfocado. Tal ojo nos permite tener discernimiento y conducirnos sin tropezar espiritualmente.
5. En lo que tiene que ver con operaciones comerciales, ¿qué debemos tener presente en cuanto al propósito de la congregación cristiana?
5 Algunos no han seguido el consejo de Jesús de mantener el ojo sencillo y se han complicado la vida y han complicado la de otras personas emprendiendo negocios tentadores. Conviene recordar a este respecto que la congregación cristiana es “columna y apoyo de la verdad”. (1 Timoteo 3:15.) Como los pilares de un edificio, la congregación sostiene la verdad de Dios, no las actividades comerciales de nadie. Las congregaciones de los testigos de Jehová no se han fundado para fomentar intereses, productos ni servicios de índole comercial. En el Salón del Reino no deben tratarse asuntos comerciales. El discernimiento nos ayuda a considerar los Salones del Reino, los Estudios de Libro de Congregación y las asambleas de los testigos de Jehová como centros donde disfrutar de compañerismo cristiano y estudiar temas espirituales. ¿Qué daríamos a entender si nos valiéramos de las relaciones espirituales para fomentar algún tipo de mercantilismo? ¿No revelaría, al menos, cierto menosprecio por los valores espirituales? Nunca debemos aprovecharnos de la relación con los miembros de la congregación para fines lucrativos.
6. ¿Por qué no deben venderse ni ofrecerse servicios y productos comerciales en las reuniones de la congregación?
6 Algunos se han valido de las relaciones teocráticas para negociar con productos de salud o belleza, vitaminas, servicios de telecomunicaciones, materiales de construcción, ofertas de viajes, programas y aparatos informáticos, etc. Pero las reuniones de la congregación no son el marco adecuado para vender u ofrecer artículos o servicios comerciales. Podemos percibir el principio subyacente si recordamos que Jesús “expulsó del templo a todos aquellos junto con las ovejas y el ganado vacuno, y desparramó las monedas de los cambistas y volcó sus mesas. Y dijo a los que vendían las palomas: ‘¡Quiten estas cosas de aquí! ¡Dejen de hacer de la casa de mi Padre una casa de mercancías!’”. (Juan 2:15, 16.)
Qué puede decirse de las inversiones
7. ¿Por qué se necesita discernimiento y cautela con relación a las inversiones?
7 Es preciso tener discernimiento y cautela cuando pensamos invertir en operaciones comerciales. Supongamos que alguien nos pide un préstamo y nos hace promesas como estas: “Le garantizo que va a ganar dinero”. “No tiene nada que perder.” “Esta inversión es segura.” Extreme la cautela cuando alguien le dé tales garantías. Esa persona o no es realista, o no es honrada, pues las inversiones rara vez son seguras. De hecho, ha habido individuos melosos y sin escrúpulos que han defraudado a algunos miembros de la congregación. Nos recuerdan a los “hombres impíos” que se introdujeron con disimulo en la congregación cristiana del siglo primero y ‘tornaron la bondad inmerecida de nuestro Dios en una excusa para conducta relajada’. Eran como rocas submarinas dentadas que podían herir y causar la muerte a los nadadores. (Judas 4, 12.) Es cierto que los motivos de los defraudadores son diferentes, pero también se aprovechan de los miembros de la congregación.
8. ¿Qué ha sucedido en el caso de algunas operaciones comerciales que parecían rentables?
8 También ha habido cristianos que, con buenas intenciones, han propuesto a otros negocios aparentemente rentables, y tanto ellos como los que han seguido su ejemplo han acabado perdiendo el dinero invertido. Como consecuencia, varios cristianos han perdido sus privilegios en la congregación. Cuando se descubre que las operaciones para enriquecerse de la noche a la mañana son un engaño, el único beneficiado es el defraudador, quien no tarda en desaparecer. ¿Cómo nos ayuda el discernimiento a evitar estas trampas?
9. ¿Por qué se necesita discernimiento para evaluar las afirmaciones que se hacen sobre ciertas inversiones?
9 El discernimiento implica tener criterio para conocer la consecuencia o inconveniencia de las cosas. Lo necesitamos a fin de evaluar cualquier afirmación tocante a inversiones. Los cristianos se tienen confianza mutua, y por ello algunos quizá razonen que los hermanos espirituales no participarían en un negocio arriesgado que pusiera en peligro los recursos de sus compañeros de creencia. Pero el que un negociante sea cristiano no significa que sea un comerciante consumado ni garantiza el éxito de su empresa.
10. ¿Por qué piden algunos cristianos préstamos a compañeros de creencia, y qué podría suceder con esas inversiones?
10 Algunos cristianos piden préstamos a sus hermanos porque ninguna entidad crediticia fiable les adelantaría el dinero para sus arriesgadas operaciones. Muchos han caído en el engaño de creer que con solo invertir el dinero que poseen, amasarán rápidamente una fortuna sin tener que trabajar o trabajando muy poco. A algunos les atraen las inversiones por la emoción que conllevan, pero a veces han perdido los ahorros de toda una vida. Un cristiano invirtió una gran suma de dinero esperando un rendimiento del 25% en solo dos semanas. Perdió todo el dinero, pues el empresario se declaró en bancarrota. En otra operación, un agente inmobiliario pidió grandes préstamos a varios miembros de la congregación. Prometió unos intereses exorbitantes, pero dio en quiebra y perdió todos los fondos prestados.
Cuando fracasan las operaciones comerciales
11. ¿Qué consejo dio Pablo con respecto a la avidez y el amor al dinero?
11 Algunos cristianos se han desilusionado o hasta han perdido su espiritualidad por el fracaso de sus arriesgadas operaciones comerciales. Al no permitir que el discernimiento los salvaguardara, han sufrido dolor y amargura. La avidez ha entrampado a muchos. ‘Que la avidez ni siquiera se mencione entre ustedes, tal como es propio de personas santas’, escribió Pablo. (Efesios 5:3.) Y advirtió: “Los que están resueltos a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y perjudiciales, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y, procurando realizar este amor, algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores”. (1 Timoteo 6:9, 10.)
12. Si los cristianos son socios comerciales, ¿qué deberían recordar especialmente?
12 Si un cristiano abriga amor al dinero, puede salir muy perjudicado en sentido espiritual. Los fariseos amaban el dinero, como lo hace la gente en estos últimos días. (Lucas 16:14; 2 Timoteo 3:1, 2.) Por otro lado, el modo de vivir del cristiano debe estar “exento del amor al dinero”. (Hebreos 13:5.) Por supuesto, los cristianos pueden negociar entre sí o ser socios comerciales. Pero si lo hacen, deben mantener separados sus tratos y negociaciones de los asuntos de la congregación. Y recuerde: aunque se trate de hermanos espirituales, siempre hay que poner por escrito los acuerdos comerciales. Se ofrecen sugerencias muy útiles en el artículo “¡Póngalo por escrito!”, publicado en ¡Despertad! del 22 de agosto de 1983, páginas 20 a 22.
13. ¿Cómo puede aplicarse Proverbios 22:7 a las operaciones comerciales?
13 Proverbios 22:7 nos dice: “El que toma prestado es siervo del hombre que hace el préstamo”. En muchos casos no es prudente ni que nos pongamos nosotros ni que pongamos a nuestros hermanos en la posición de siervos. Si alguien nos pidiera un préstamo comercial, sería recomendable analizar si podrá reintegrarlo. ¿Tiene fama de ser cumplidor y fiable? Por supuesto, hemos de tener presente que al prestar dinero nos arriesgamos a perderlo, pues muchos negocios salen mal. El contrato no garantiza por sí mismo el éxito del negocio. Y, por supuesto, no es prudente arriesgar en una operación comercial más de lo que uno puede permitirse el lujo de perder.
14. ¿Por qué debemos tener discernimiento si prestamos dinero a un compañero cristiano y su negocio fracasa?
14 Debemos demostrar discernimiento cuando, sin mediar fraude alguno, un cristiano pierde el dinero que le prestamos para una operación comercial. Si no fue culpa del compañero de creencia que nos pidió el préstamo, ¿podemos decir que nos engañó? No, pues le facilitamos el dinero por voluntad propia, probablemente recibimos intereses y no hubo fraude. Dado que no existió engaño, no hay razón para demandar al prestatario. De hecho, ¿qué se sacaría demandando a un compañero cristiano honrado que tuvo que declararse en bancarrota porque le salió mal un negocio que emprendió con buena intención? (1 Corintios 6:1.)
15. ¿Qué factores deben considerarse si alguien se declara en quiebra?
15 Los que sufren fracasos comerciales a veces tratan de remediar la situación declarándose en bancarrota. Como los cristianos no son negligentes en saldar sus deudas, algunos sienten que, si bien la ley los declara libres de ciertas deudas, su conciencia les impone la obligación moral de procurar pagarlas, si los acreedores lo aceptan. Ahora bien, ¿qué puede decirse si uno pierde el dinero que le prestó un hermano, pero luego se entrega a una vida lujosa? ¿O qué ocurre si el prestatario recupera suficientes fondos para devolver el préstamo, pero no cumple con la obligación moral que tiene con su hermano en sentido económico? En tales circunstancias quedaría en entredicho su aptitud para ocupar un puesto de responsabilidad en la congregación. (1 Timoteo 3:3, 8; véase La Atalaya del 15 de septiembre de 1994, páginas 30 y 31.)
Cuando hay fraude
16. ¿Qué pasos debemos dar si creemos que se nos ha estafado?
16 El discernimiento nos ayuda a comprender que no todas las inversiones son rentables. Pero ¿y si hay fraude? Fraude es “engaño deliberado, artificio o perversión de la verdad para inducir a otra persona a deshacerse de algo valioso que le pertenece o a renunciar a un derecho legal”. Jesucristo estipuló los pasos que puede dar quien crea que un compañero cristiano lo ha estafado. Según Mateo 18:15-17, dijo: “Si tu hermano comete un pecado, ve y pon al descubierto su falta entre tú y él a solas. Si te escucha, has ganado a tu hermano. Pero si no escucha, toma contigo a uno o dos más, para que por boca de dos o tres testigos se establezca todo asunto. Si no les escucha a ellos, habla a la congregación. Si no escucha ni siquiera a la congregación, sea para ti exactamente como hombre de las naciones y como recaudador de impuestos”. La parábola que Jesús enseñó a continuación indica que tenía presentes pecados tales como los de carácter económico, entre ellos el fraude. (Mateo 18:23-35.)
17, 18. Si alguien que dice ser cristiano nos defrauda, ¿cómo puede salvaguardarnos el discernimiento?
17 Por supuesto, no habría base bíblica para dar los pasos expuestos en Mateo 18:15-17 a menos que existieran pruebas, o siquiera indicios, de que se ha cometido fraude. Ahora bien, ¿qué podemos hacer si alguien que dice ser cristiano de hecho nos defrauda? El discernimiento puede salvaguardarnos de tomar medidas que desacrediten a la congregación. El apóstol Pablo aconsejó a sus hermanos cristianos que en vez de llevar a los hermanos a los tribunales, dejaran que les hicieran injusticias o incluso que los defraudaran. (1 Corintios 6:7.)
18 Nuestros hermanos verdaderos no están ‘llenos de fraude y villanía’, como el hechicero Bar-Jesús. (Hechos 13:6-12.) Es preciso, pues, ser discernidores si perdemos dinero en algún negocio con hermanos de creencia. En caso de que pensemos tomar medidas legales, examinemos qué efectos pudieran tener en nosotros, en el implicado o implicados, en la congregación y en las personas que no son Testigos. Tratar de conseguir una compensación pudiera consumir mucho tiempo y fuerzas, entre otros recursos. Es posible que solo logremos enriquecer a los abogados y otros profesionales. Lamentablemente, algunos cristianos han sacrificado los privilegios teocráticos al preocuparse demasiado por estos asuntos. Cuando nos desviamos de esta manera, satisfacemos a Satanás, pero nuestro interés debe ser regocijar el corazón de Jehová. (Proverbios 27:11.) Por otro lado, si aceptamos las pérdidas, es posible que nos evitemos disgustos y nos ahorremos mucho tiempo, tanto nosotros como los ancianos. De este modo, contribuiremos a mantener la paz en la congregación y podremos seguir poniendo los intereses del Reino en primer lugar.
El discernimiento y la toma de decisiones
19. ¿Qué puede reportarnos el discernimiento y la oración cuando tenemos que tomar decisiones difíciles?
19 Tomar decisiones sobre cuestiones económicas o comerciales puede ser muy complicado. Pero el discernimiento espiritual puede ayudarnos a evaluar los factores y tomar decisiones sensatas. Es más, orar a Jehová y confiar en él nos reportará “la paz de Dios”. (Filipenses 4:6, 7.) Esta es la calma, la tranquilidad que brota de nuestra estrecha relación personal con Jehová. Sin duda, tal paz nos ayuda a mantener el equilibrio cuando nos enfrentamos a decisiones difíciles.
20. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer con relación a los asuntos económicos y la congregación?
20 Decidámonos a no permitir que las disputas comerciales perturben nuestra paz ni la de la congregación. Recordemos que la congregación cristiana no se ha fundado para ser un centro mercantil, sino para ayudarnos espiritualmente. En todo momento deben mantenerse separados los negocios y las labores de la congregación. Actuemos con discernimiento y cautela al iniciar una operación comercial. Conservemos siempre un punto de vista equilibrado de los negocios y busquemos primero los intereses del Reino. Si fracasa una operación comercial en la que han participado nuestros compañeros de creencia, hagamos lo que sea mejor para todos los implicados.
21. ¿Cómo podemos demostrar discernimiento y actuar en armonía con Filipenses 1:9-11?
21 En vez de preocuparnos demasiado por los temas económicos y otros asuntos de menor importancia, inclinemos todos nosotros el corazón al discernimiento, roguemos a Dios que nos guíe y mantengamos en primer lugar los intereses del Reino. En armonía con la oración de Pablo, que ‘el amor nuestro abunde con conocimiento exacto y pleno discernimiento; para que nos aseguremos de las cosas más importantes y no hagamos tropezar a otros’, ni tropecemos nosotros mismos. Ahora que Cristo, el Rey, ocupa su trono celestial, demostremos discernimiento espiritual en todo aspecto de la vida. Y que ‘estemos llenos de fruto justo, mediante Jesucristo, para la gloria y alabanza de nuestro Dios’, el Señor Soberano Jehová. (Filipenses 1:9-11.)
¿Qué respondería usted?
◻ ¿Qué es discernimiento?
◻ ¿Por qué es necesario especialmente tener discernimiento en el caso de las operaciones comerciales entre hermanos?
◻ ¿Cómo puede ayudarnos el discernimiento si pensamos que un compañero de creencia nos ha defraudado?
◻ ¿Qué papel debe desempeñar el discernimiento en la toma de decisiones?
[Ilustración de la página 18]
El discernimiento nos ayudará a aplicar el consejo de Jesús de buscar primero el Reino
[Ilustraciones de la página 20]
Siempre ponga por escrito los acuerdos comerciales