¿Cómo apoya usted el Reino?
1 ¿Cómo muestran los súbditos del reino de Dios que verdaderamente lo apoyan? ¿No están dispuestos a hacer todo lo que puedan a favor de ese gobierno?
2 La Biblia está repleta de relatos de cristianos primitivos que demostraron su apoyo total al Reino. Si ese Reino es la cosa de más importancia en nuestra vida, ¿cómo lo demostramos?
3 El Reino era tan real para los primeros cristianos que algunos de ellos dieron su vida en apoyo de él. Muchos fueron azotados, otros encarcelados, todavía otros estuvieron a punto de morir frecuentemente. (Hech. 5:40; 7:60; 8:1-4; 2 Cor. 11:22-27) Algunos vendieron sus posesiones y propiedades y donaron el producto para el adelantamiento de los intereses del Reino. (Hech. 2:45, 46) Sin embargo, en ese entonces el “reino” solo regía sobre los ungidos. (Col. 1:13) Desde 1914 hemos estado viviendo bajo “el reino de nuestro Señor y de su Cristo,” que dentro de poco destruirá el entero sistema de cosas mundanal. ¿No deberíamos estar dispuestos a hacer tanto como, o más de, lo que hicieron los primeros cristianos en sus esfuerzos por apoyar el reino de Dios? (Rev. 11:15; Sal. 110:3) ¿Cómo apoya USTED el Reino?
CONDUCTA DIARIA
4 Quizás usted nunca tenga que morir por él, o sufrir abuso físico. Pero se requiere que todos los súbditos del Reino demuestren su apoyo por la manera en que viven. Como apoyador del Reino, cada día debe hallarlo amoldando su vida más cabalmente a las justas leyes y principios que se encuentran en la Biblia, el libro de texto del Reino. ¿Lo está haciendo así? ¿Odia usted lo que es malo y resiste las presiones a las que se le somete para actuar egoístamente o entregarse a la inmoralidad?
5 El apoyar el reino de Dios también incluye el ser motivados por amor, puesto que nuestro Rey enfatizó el hecho de que sus seguidores vivirían en armonía con este mandamiento. (Juan 13:34) ¿Está usted guiándose por él? ¿Está haciendo cosas positivas por sus hermanos... sí, por todas las personas que puede ayudar?—1 Tes. 3:12; Gál. 6:10.
LAS REUNIONES
6 Otra manera de apoyar el Reino es por medio de asistir regularmente a las reuniones provistas para sus súbditos y participar en ellas. Así demostramos nuestro deseo de aprovecharnos de las provisiones de enseñanza hechas por nuestro Magnífico Instructor y Gran Maestro. (Isa. 30:20b; 54:13; Mat. 7:28, 29) Por supuesto, el participar cabalmente en este programa educativo del Reino envuelve más que el comentar de vez en cuando en las reuniones. También envuelve el hacer con regularidad nuestra “tarea” en preparación para las reuniones y el servicio del campo. ¿Lo ha motivado el aprecio por el Reino a hacer lugar para esto en su horario?
SERVICIO DEL CAMPO
7 Una de las principales maneras en que podemos demostrar nuestro apoyo personal al reino de Dios es esforzándonos por ayudar a otros a llegar a estar bajo su dominio. Jesús dijo, “estas buenas nuevas del reino se predicarán,” pero, ¿cuál es nuestra actitud hacia esa obra? (Mat. 24:14) ¿Cuánto se gasta usted en predicar las buenas nuevas del Reino a otros?
8 La cantidad de tiempo que uno dedica a la predicación del Reino y el ejemplo que pone le deben mostrar a Jehová y a otros que le está dando todo su apoyo sincero al Reino. ¿Podría hacer más en el servicio del campo con mejores planes y mejor organización de familia? ¿Sería posible servir de precursor auxiliar de vez en cuando? ¡El servir de toda alma no es seguir el proceder más fácil, el del menor esfuerzo, el que requiere menos actividad!
9 En la parábola de Jesús del sembrador se reconoce que, en cuanto a hablar acerca del Reino, algunos pueden hacer más que otros. (Mat. 13:8) Algunos dedican muchas horas mensualmente a la obra de predicar. Otros súbditos leales del Reino no pueden hacer tanto. Sin embargo, aunque es una cantidad limitada, no es un servicio “parcial,” pues representa todo lo que ellos pueden hacer. Les da gozo saber que nuestro Señor también ve sus corazones como “tierra excelente,” que produce fruto que honra a Jehová.—Mat. 13:23.
10 Por nuestra actitud para con la obra de predicar y el tiempo y consideración que le damos a ésta, le mostramos de manera positiva a Jehová nuestro amor y aprecio por su gobierno. Cuando una persona está intensamente interesada en algo —si es algo cercano a su corazón— no puede evitar hablar de ello. De la misma manera, si consideramos nuestras bendiciones futuras bajo el gobierno del Reino como algo que debemos atesorar, de buena gana y anhelantemente nos uniremos en reconocer públicamente nuestro apoyo leal al Reino sobre una base regular.—Luc. 6:45.
EN TODO LO QUE HACEMOS
11 En verdad, en todo lo que hacemos —en todo tiempo— nuestras vidas deben mostrar que somos súbditos del reino de Jehová. Ya sea que estemos comiendo, bebiendo, disfrutando de entretenimiento o un período de vacaciones, debe ser nuestro interés el comportarnos de manera que honre a Dios.—1 Cor. 10:31.
12 Una cosa que todos querremos hacer este verano es asistir a la Asamblea de Distrito “Esperanza Viva.” ¡Como súbditos leales del reino de Dios no querremos perdernos ni una sola sesión! Aunque esto quizás signifique perder algunos días de sueldo, el asistir todos los días evidenciará aún más que sí apoyamos completamente el reino de Dios.
13 Ciertamente Jehová observa nuestros esfuerzos por servir los intereses de su Reino, y podemos confiar en que en su justo nuevo sistema nos recompensará a una medida más allá de lo que podemos imaginar.—Heb. 6:10; Mal. 3:10.