Referencias para la “Guía de actividades para la reunión Vida y Ministerio Cristianos”
© 2025 Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania
5-11 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 12
El trabajo duro tiene su recompensa
Una cualidad cristiana más valiosa que los diamantes
A veces, a algunos siervos de Jehová les puede resultar muy difícil ganar lo suficiente para cubrir sus necesidades. En vez de buscar una salida fácil, pero poco honrada, se esfuerzan por trabajar duro y ser diligentes. Así demuestran que valoran las maravillosas cualidades de Dios, entre ellas la honradez, más que cualquier otra cosa (Prov. 12:24; Efes. 4:28).
Cómo disfrutar del trabajo duro
Esta última pregunta es especialmente importante, ya que la respuesta puede ayudarnos a disfrutar más de lo que hacemos. Después de todo, Jesucristo dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20:35). Además de los que reciben un beneficio inmediato de nuestra labor —como nuestros clientes o nuestros jefes—, hay otros a los que también beneficiamos: nuestra familia e incluso quienes están en necesidad.
Nuestra familia. Cuando un padre o una madre se esfuerzan por atender las necesidades de su familia, la ayudan al menos de dos maneras. Para empezar, se aseguran de que tengan lo básico: comida, ropa y techo; así cumplen con la responsabilidad que Dios les ha dado de mantener a “los que son suyos” (1 Timoteo 5:8). Y en segundo lugar, les enseñan con el ejemplo la importancia de ser buenos trabajadores. Shane comenta: “Mi padre tiene una ética de trabajo ejemplar. Es honrado y ha trabajado mucho toda su vida, la mayor parte de carpintero. De él he aprendido el valor del trabajo manual, de hacer cosas que sean útiles para la gente.
Los más necesitados. El apóstol Pablo dijo que los cristianos deben realizar “trabajo duro”. ¿Para qué? “Para que [tengan] algo que distribuir a alguien que tenga necesidad”, añadió (Efesios 4:28). Si nos esforzamos por mantener a nuestra familia, tal vez hasta tengamos para ayudar a los más desfavorecidos (Proverbios 3:27). Así es, trabajar duro nos permite experimentar la felicidad de dar.
Busquemos perlas escondidas
ijwyp artículo 95 párrs. 10, 11
¿Me considero una persona resiliente?
● Intenta ver las cosas tal como son. Aprende a diferenciar entre los problemas importantes y los que no lo son. La Biblia dice que “el tonto muestra enseguida su irritación, pero el hombre prudente pasa por alto un insulto” (Proverbios 12:16). No puedes dejar que todo te afecte.
“Mis compañeros de clase hacían un drama de cualquier cosa. Luego en las redes sociales sus amigos les daban la razón. Total, que terminaban todavía peor y ya no eran capaces de ver las cosas como son” (Joanne).
12-18 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 13
Que “la lámpara de los malvados” no lo deslumbre
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Lámpara
Otros usos figurados. Aquello de lo que una persona depende para iluminar su camino está simbolizado por una lámpara. Con tal símbolo, el proverbio contrasta al justo con el inicuo, diciendo: “La mismísima luz de los justos se regocijará; pero la lámpara de los inicuos... se extinguirá”. (Pr 13:9.) La luz del justo continuamente se hace más brillante. Sin embargo, en el caso de los inicuos, por más que dé la impresión de resplandecer su lámpara y, como consecuencia, por próspero que pueda parecer su camino, Dios hará que terminen en oscuridad, donde sus pies, con toda seguridad, tropezarán. Este es el resultado que le espera a aquel que invoca el mal contra su padre y su madre. (Pr 20:20.)
El que se ‘extinga la lámpara’ de alguien también significa que no hay ningún futuro para él. Otro proverbio dice: “No resultará haber futuro para ninguno que es malo; la mismísima lámpara de los inicuos se extinguirá”. (Pr 24:20.)
Sirvamos al Dios de la libertad
3 Si Satanás consiguió que dos humanos perfectos —y un número indeterminado de ángeles— rechazaran la autoridad divina, no hay duda de que también podría engañarnos a nosotros. Su estrategia, como siempre, consiste en convencernos de que las normas de Dios son demasiado estrictas y hacen la vida aburrida (1 Juan 5:3). Si nos exponemos demasiado a este tipo de ideas, podrían empezar a afectarnos. Una hermana de 24 años que cometió inmoralidad sexual admitió: “Las malas amistades influyeron mucho en mí, sobre todo porque no me atrevía a llevarles la contraria”. ¿Verdad que muchos de nosotros también hemos sentido la presión de los amigos?
“Todo el que es sagaz actúa con conocimiento”
La persona prudente y recta que actúa con verdadero conocimiento será bendecida. Salomón nos asegura: “El justo come hasta que su alma queda satisfecha, pero el vientre de los inicuos estará vacío” (Proverbios 13:25). Jehová sabe lo que es bueno para nosotros en todo aspecto de la vida: en la vida familiar, en las relaciones con el prójimo, en el ministerio y a la hora de recibir disciplina. Y si somos sabios y aplicamos el consejo que encontramos en su Palabra, sin duda disfrutaremos del mejor modo de vivir.
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Amor
El amor puede estar mal dirigido. Por estas razones, está claro que el amor verdadero y bien dirigido solo proviene de buscar y seguir el espíritu de Dios y el conocimiento que emana de su Palabra. Por ejemplo, un padre puede sentir afecto hacia su hijo, pero quizás permita que ese amor se deteriore o, debido al sentimentalismo, se desencamine. Tal vez le dé al niño todo, no le niegue nada, e incluso es posible que no ejerza su autoridad paternal en lo que respecta a la disciplina y, cuando es necesario, el castigo. (Pr 22:15.) Puede que tal supuesto “amor” en realidad sea orgullo de familia, pero eso es egoísmo. La Biblia dice que una persona de esa clase no actúa con amor, sino con odio, porque no está siguiendo el proceder que salvará la vida de su hijo. (Pr 13:24; 23:13, 14.)
19-25 DE MAYO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 14
Ante una situación de emergencia, mida bien sus pasos
Cuidemos la vida que Dios nos ha regalado
10 Por supuesto, no siempre podemos evitar que sucedan situaciones que pongan en peligro nuestra vida, como los desastres naturales, las epidemias y los conflictos violentos. Pero, cuando estos ocurren, podemos tratar de reducir los riesgos y aumentar nuestras posibilidades de sobrevivir obedeciendo los toques de queda, las órdenes de evacuación y otras instrucciones que nos den las autoridades (Rom. 13:1, 5-7). Por otro lado, hay emergencias que sí se pueden prever, así que hacemos bien en seguir las pautas que nos den las autoridades para ayudarnos a estar preparados. Por ejemplo, tal vez sea útil almacenar agua y alimentos no perecederos y tener un botiquín de primeros auxilios.
11 ¿Y si hay una epidemia en el lugar donde vivimos? ¿Qué debemos hacer? Obedecer las instrucciones que den las autoridades, como lavarse las manos, mantener el distanciamiento social, usar mascarilla o cubrebocas y respetar las cuarentenas. Si tomamos en serio estos asuntos, demostraremos que valoramos la vida que Dios nos ha regalado.
12 Cuando ocurren emergencias, puede que nos llegue información incorrecta o poco exacta a través de nuestros amigos, conocidos o los medios de comunicación. En vez de creernos todo lo que escuchamos, hacemos bien en prestar atención a las fuentes más confiables del Gobierno y de las autoridades médicas (lea Proverbios 14:15). Además, debemos seguir las instrucciones que nos den el Cuerpo Gobernante y las sucursales sobre las reuniones de congregación y la predicación, pues ellos hacen todo lo posible por utilizar información exacta y confiable para tomar esas decisiones (Heb. 13:17). Al cooperar con ellos, protegemos nuestra salud y la de los demás, y quizás logremos que se hable mejor de los testigos de Jehová (1 Ped. 2:12).
Sea valiente como Sadoc
11 ¿Cómo podemos ser valientes como Sadoc si nos piden que ayudemos a los hermanos en medio de circunstancias peligrosas? 1) Sigamos las instrucciones. En situaciones así es importante que seamos obedientes para poder mantener la unidad. Por eso, hagamos lo que nos diga la sucursal (Heb. 13:17). Los ancianos deben repasar con regularidad las instrucciones sobre cómo prepararse para un desastre y qué hacer si ocurre uno (1 Cor. 14:33, 40). 2) Actuemos con valor, pero seamos prudentes (Prov. 22:3). Usemos el sentido común. No corramos riesgos innecesarios. 3) Confiemos en Jehová. Él se preocupa por todos y quiere que estemos a salvo. Puede ayudarnos para que atendamos las necesidades de los hermanos de manera segura.
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Capacidad de pensar
Sin embargo, aquel que verdaderamente ejerce la capacidad de pensar también puede llegar a ser objeto de odio. Es posible que esta sea la idea expresada en Proverbios 14:17: “El hombre de capacidades de pensar es odiado”. A menudo las personas que no son reflexivas ven con desaprobación a quienes utilizan sus facultades mentales. Además, los que ocupan sus facultades mentales en hacer la voluntad de Dios pueden esperar que se les odie. Jesús dijo a este respecto: “Porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia”. (Jn 15:19.) Por supuesto, el término utilizado en el lenguaje original para “capacidades de pensar” en Proverbios 14:17 puede implicar también pensamiento maligno. Por lo tanto, otro significado de ese texto pudiera ser que se odia al hombre que trama el mal, y así es como lo vierten muchas traducciones: “El hombre de inicuas intrigas será odiado” (DK, Mod; véase BAS, BJ, MK y otras).
26 DE MAYO A 1 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 15
Ayude a los demás a tener un corazón alegre
Decididos a andar en integridad
16 Además, Job era hospitalario (Job 31:31, 32). Aunque nosotros no seamos ricos como él, también podemos seguir “la senda de la hospitalidad” (Rom. 12:13). Si invitamos a alguien a comer a casa, no tenemos por qué preparar algo muy complicado. Recordemos que “mejor es un plato de legumbres donde hay amor que un toro cebado en pesebre y, junto con él, odio” (Pro. 15:17). Incluso con la comida más sencilla, podemos disfrutar de un rato agradable y edificante con nuestros queridos hermanos.
Animémonos unos a otros ahora más que nunca
16 Si somos tímidos o de pocas palabras, no debemos pensar que no podemos animar a otros. En realidad, no es tan difícil hacerlo. Por ejemplo, cuando saludamos a un hermano, podemos intentar sonreírle. Si no nos devuelve la sonrisa, quizás sea porque tiene algún problema y necesita hablar con alguien. Puede que con tan solo escucharlo lo ayudemos a sentirse mejor (Sant. 1:19).
17 Veamos el caso de un hermano joven llamado Henri. Estaba muy desanimado porque varios parientes cercanos habían dejado la verdad, entre ellos su padre, que había sido un anciano respetado. Para animar a Henri, un superintendente de circuito lo llevó a una cafetería y lo escuchó mientras este le contaba cómo se sentía. Henri comprendió que la única forma de ayudar a su familia a regresar a Jehová era manteniéndose fiel. También lo consoló mucho leer el Salmo 46, Sofonías 3:17 y Marcos 10:29, 30.
18 ¿Qué aprendemos de los ejemplos de Henri y de Marthe, mencionada en el párrafo 11? Que todos podemos ayudar a quienes necesitan ánimo. El rey Salomón escribió: “Una palabra a su tiempo apropiado, ¡oh, cuán buena es!”. Y también dijo que “el brillo de los ojos regocija el corazón” y que “un informe que es bueno engorda los huesos” (Prov. 15:23, 30). Si vemos que alguien está decaído, ¿qué podemos hacer? Tal vez podamos leerle La Atalaya o información de nuestra página de Internet. Por otro lado, Pablo escribió: “Sigan enseñándose y amonestándose [o animándose] unos a otros con salmos, alabanzas a Dios, canciones espirituales con gracia, cantando en sus corazones a Jehová” (Col. 3:16; Hech. 16:25). Como vemos, cantar juntos canciones del Reino también puede hacernos sentir mejor.
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¿Pueden los cristianos aceptar atención médica?
2. ¿Debería obtener la opinión de otros doctores? Contar con una “multitud de consejeros” podría ser ventajoso, en especial si se trata de una enfermedad grave (Proverbios 15:22).
2-8 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 16
Tres preguntas que lo ayudarán a tomar buenas decisiones
Toma buenas decisiones en tu juventud
11 Nuestra mayor felicidad proviene de servir a Jehová (Prov. 16:20). Parece que Baruc, el secretario de Jeremías, lo olvidó. Llegó un momento en que ya no disfrutaba de su servicio sagrado, así que Jehová le dijo: “Tú sigues buscando cosas grandes para ti. No sigas buscando. Porque, mira, voy a traer una calamidad sobre toda carne [...], y ciertamente te daré tu alma como despojo en todos los lugares adonde vayas” (Jer. 45:3, 5). ¿Qué opinas? ¿Qué iba a hacer más feliz a Baruc? ¿Buscar cosas grandes para él mismo, o sobrevivir a la destrucción de Jerusalén por ser un fiel siervo de Dios? (Sant. 1:12.)
12 Un hermano que es feliz sirviendo a los demás es Ramiro, quien dice: “Vengo de una familia pobre de un pueblito de la cordillera de los Andes. Así que cuando mi hermano mayor se ofreció a pagarme la universidad, se me presentó una gran oportunidad. Pero yo me había bautizado hacía poco y había recibido otra oferta: un precursor me había invitado a predicar con él en una pequeña localidad. Fui allá, aprendí a cortar el cabello y abrí una barbería para mantenerme. Muchas personas aceptaban agradecidas nuestra invitación a estudiar la Biblia. Más tarde me uní a una congregación recién formada en la que se hablaba un idioma indígena. Después de diez años en el servicio de tiempo completo, sé que ninguna otra actividad podría darme la alegría que me produce ayudar a la gente a comprender las buenas nuevas en su propio idioma”.
¿Nos hemos transformado?
NUESTRA crianza y nuestro entorno influyen profundamente en todos nosotros. Nos vestimos de cierta forma, nos gustan ciertas comidas y nos comportamos de cierta manera. Esto se debe en parte a la influencia de quienes nos rodean y de las circunstancias.
2 Ahora bien, hay aspectos de la vida mucho más importantes que los alimentos que nos gustan o nuestro modo de vestir. Por ejemplo, desde pequeños se nos enseña que algunas cosas están bien y que otras hay que rechazarlas porque son malas o inaceptables. En muchos casos, las opiniones varían de persona a persona. Nuestras preferencias pueden incluso deberse a los dictados de nuestra conciencia. La Biblia reconoce que, con frecuencia, “los de las naciones que no tienen ley hacen por naturaleza las cosas de la ley” (Rom. 2:14). Pero ¿significa eso que, mientras no haya una ley divina específica que lo prohíba, podemos seguir las costumbres y normas que aprendimos de pequeños y que son comunes en el lugar donde vivimos?
3 En la Biblia hallamos por lo menos dos razones importantes por las que eso no es así para los cristianos. La primera es esta: “Existe un camino que es recto delante del hombre, pero los caminos de la muerte son el fin de él después” (Prov. 16:25). Debido a nuestra imperfección, no tenemos la capacidad de guiar nuestros pasos sin cometer ningún error (Prov. 28:26; Jer. 10:23). La segunda es que Satanás, “el dios de este sistema de cosas”, es quien establece las normas del mundo, es decir, lo que el mundo considera bueno o malo y lo que es popular o no (2 Cor. 4:4; 1 Juan 5:19). Por consiguiente, si deseamos la bendición y la aprobación de Dios, tenemos que seguir el consejo de Romanos 12:2 (léalo).
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Disciplina
Prestar atención o no hacer caso. Los inicuos, los necios y aquellos cuya moralidad es despreciable manifiestan su odio por la disciplina de Jehová al no hacer caso de ella. (Sl 50:16, 17; Pr 1:7.) Sin embargo, las malas consecuencias de ese necio proceder se convierten a su vez en una medida disciplinaria que suele resultar en un duro castigo. Con razón dice el proverbio: “La disciplina de los tontos es la tontedad”. (Pr 16:22.) Puede que caigan en pobreza, ignominia, enfermedad y hasta les sobrevenga muerte prematura. La historia de los israelitas es un ejemplo de la gran pérdida que ese proceder conlleva. No prestaron atención a la disciplina que, bien por censura o corrección, Dios les dio a través de los profetas. Tampoco hicieron caso de la disciplina que Jehová les impuso al retirarles su protección y bendición. Por fin experimentaron la dura disciplina que se les había venido anunciando: desolación y exilio. (Jer 2:30; 5:3; 7:28; 17:23; 32:33; Os 7:12-16; 10:10; Sof 3:2.)
9-15 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 17
Cómo tener paz en su matrimonio
Cómo superar el resentimiento
Hágase un examen sincero. La Biblia dice que algunas personas estallan con facilidad (Proverbios 29:22). ¿Podría ser ese su caso? Pregúntese: “¿Soy rencorosa? ¿Me ofendo con facilidad? ¿Tiendo a exagerar las cosas?”. La Biblia advierte que insistir en un asunto puede separar a los amigos (Proverbios 17:9; Eclesiastés 7:9). También en el matrimonio puede pasar eso. Si descubre que es rencorosa, trate de ser más paciente con su esposo. (Principio bíblico: 1 Pedro 4:8.)
Cómo solucionar problemas en el matrimonio
1. Fije un momento para hablar del tema. “Para todo hay un tiempo señalado [...]; tiempo de callar y tiempo de hablar.” (Eclesiastés 3:1, 7.) Como vimos en la disputa reproducida arriba, algunos desacuerdos suscitan sentimientos muy intensos. Si eso ocurre, domínese y no discuta. Antes de que las emociones se desborden, deténgase y propóngale a su pareja hablar del asunto después. Evitará causarle mucho daño a su relación si toma en serio el siguiente consejo bíblico: “Comenzar una discusión es abrir una represa, antes que la pelea estalle, retírate” (Proverbios 17:14, Biblia de América).
No obstante, también hay un “tiempo de hablar”. Como la mala hierba, los problemas crecen si no se les presta atención. Por consiguiente, no pase por alto la cuestión esperando a que desaparezca por sí sola. Si usted interrumpe una discusión, muéstrele respeto a su cónyuge fijando un momento no muy lejano para volver a hablar del asunto. Dar este paso les ayudará a ambos a actuar en armonía con el espíritu de esta exhortación bíblica: “Que no se ponga el sol estando ustedes en estado provocado” (Efesios 4:26). Por supuesto, entonces usted debe cumplir con su palabra.
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Ojo
Las expresiones de los ojos demuestran claramente los sentimientos de la persona. Pueden reflejar compasión o falta de ella (Dt 19:13); también pueden ‘guiñar’ o ‘parpadear’ para expresar desprecio o confabulación. (Sl 35:19; Pr 6:13; 16:30.) Del que no quiere ver o hacer algo por otra persona se dice que cierra o esconde sus ojos. (Mt 13:15; Pr 28:27.) Y se dice que el estúpido tiene sus ojos “en la extremidad de la tierra”, errantes de acá para allá, sin objeto definido, con sus pensamientos en cualquier parte menos donde deberían estar. (Pr 17:24.) Incluso la salud, el vigor de una persona o su felicidad se manifiestan por la apariencia de sus ojos. (1Sa 14:27-29; Dt 34:7; Job 17:7; Sl 6:7; 88:9.) Cuando Jehosafat oró a Jehová, dijo: “Nuestros ojos están hacia ti”. (2Cr 20:12.)
16-22 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 18
Anime con sus palabras a quienes tienen problemas de salud
“La verdadera sabiduría grita por las calles”
17 Pensemos antes de hablar. Si no tenemos cuidado, podemos hacer mucho daño con lo que decimos. La Biblia señala: “Las palabras dichas sin pensar son como los golpes de una espada, pero la lengua de los sabios cura las heridas” (Prov. 12:18). Si evitamos chismorrear sobre las faltas de otros, mantendremos buenas relaciones con los demás (Prov. 20:19). Para que lo que decimos cure en vez de lastimar, debemos llenar nuestro corazón con el conocimiento de la Palabra de Dios (Luc. 6:45). Cuando meditamos en los consejos de la Biblia, nuestras palabras pueden llegar a ser como una fuente de sabiduría refrescante para los demás (Prov. 18:4).
mrt artículo 19, recuadro
Qué hacer ante un problema de salud inesperado
Escúchelo con atención. Una de las mejores formas de ayudar a un amigo es escuchándolo cuando necesite hablar. No tiene que responder a todo lo que le diga. A veces, su amigo solo necesitará desahogarse. No se asuste por lo que le diga y no lo juzgue. No dé por sentado que sabe cómo se siente su amigo, sobre todo si tiene una enfermedad que a simple vista no se nota (Proverbios 11:2).
Diga cosas positivas. A veces no sabrá bien qué decir. Pero al menos puede decirle a su amigo que sabe que él está pasando por una situación difícil. Decir eso seguramente será mejor que no decir nada. Si no se le ocurre nada, puede decir algo sencillo pero sincero, como “No sé qué decir, pero quiero que sepas que te quiero”. Evite expresiones como “Te podría haber ido peor” o “Al menos no tienes tal o cual enfermedad”.
¿Por qué no investiga sobre la enfermedad de su amigo? Seguro que él agradecerá mucho los esfuerzos que usted haga por entender por lo que está pasando, y sus comentarios serán mucho más acertados (Proverbios 18:13). Pero cuidado, no dé consejos que no le han pedido.
Ofrézcase para ayudar. Pregunte qué puede hacer en vez de dar por sentado que sabe lo que su amigo necesita. Puede que su amigo no reconozca que le hace falta ayuda porque no quiere ser una carga para nadie. Por eso, ¿por qué no le propone ayudarlo en algo en concreto, como hacerle las compras, limpiar o alguna otra tarea? (Gálatas 6:2).
No se rinda. A veces, su amigo cancelará los planes que haya hecho con usted o no tendrá ganas de hablar. Sea paciente y comprensivo, y siga pendiente de lo que él necesita (Proverbios 18:24).
¿Cómo podemos ayudar a quienes sufren un problema de salud mental?
“Consuelen a los deprimidos” (1 TESALONICENSES 5:14).
Puede que su amigo esté angustiado o que esté luchando con sentimientos de inferioridad. Por eso hágale saber cuánto se preocupa por él. Así, aunque no sepa exactamente qué decir, podrá consolar y animar a su amigo.
“El verdadero amigo ama en todo momento” (PROVERBIOS 17:17).
Ofrézcale su ayuda. En vez de dar por sentado lo que su amigo necesita, pregúntele qué puede hacer por él. A lo mejor su amigo no sabe cómo expresar lo que necesita. En ese caso, dele ideas de algo que puedan hacer juntos, como ir a caminar. También podría ofrecerse para ir al supermercado, ayudarle con la limpieza o hacer otras tareas (Gálatas 6:2).
“Sean pacientes” (1 TESALONICENSES 5:14).
Quizás su amigo no siempre tenga ganas de hablar. Pero recuérdele que usted estará allí para escucharlo cuando él quiera conversar un rato. Debido a su enfermedad, puede que su amigo haga o diga algo que a usted le haga daño, o que le cancele algún plan o se ponga de mal humor. Cuando ayude a su amigo, sea muy paciente y comprensivo (Proverbios 18:24).
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Suerte
Echar suertes es una costumbre antigua para decidir sobre diferentes cuestiones. El método que se utilizaba era el de echar guijarros o pedacitos de madera o piedra dentro de los pliegues recogidos de una prenda de vestir, es decir, “el regazo”, o dentro de una vasija, y luego, agitarlos. El escogido era aquel cuya suerte se salía o se sacaba. Al igual que el juramento, el echar suertes iba acompañado de una oración. Esa oración se expresaba en voz alta o simplemente estaba implícita en el acto, y así pedían y contaban con la intervención de Jehová. La palabra “suerte” (heb. goh·rál) se utiliza tanto de forma literal como figurada con la idea de “parte” o “porción”. (Jos 15:1; Sl 16:5; 125:3; Isa 57:6; Jer 13:25.)
Usos. Proverbios 16:33 dice: “En el regazo se echa la suerte, pero de Jehová procede toda decisión por ella”. El motivo apropiado para echar suertes en Israel era poner fin a una controversia: “La suerte echada hace cesar hasta las contiendas, y separa, uno de otro, hasta a los poderosos”. (Pr 18:18.) No se usaba con relación al deporte, el entretenimiento o los juegos de azar. No había apuestas ni pérdidas ni ganancias. No tenían el propósito de enriquecer el templo o a los sacerdotes ni recaudar fondos para obras de caridad. Sin embargo, los soldados romanos sí pensaron en el aspecto meramente lucrativo cuando, como se había predicho en el Salmo 22:18, echaron suertes sobre las prendas de vestir de Jesús. (Mt 27:35.)
23-29 DE JUNIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 19
Sea un auténtico amigo para los hermanos
Cómo mantener fuerte el amor que nos tenemos
16 Concéntrese en las cosas buenas de los demás, no en las malas. Digamos que usted está pasando un rato agradable con un grupo de hermanos y al final deciden tomarse una foto grupal. Para asegurarse de tener un buen recuerdo, toma tres fotos. Pero ve que en una de ellas un hermano no salió bien. ¿Qué hará usted con la foto? Borrarla y quedarse con las otras dos, porque en ellas todos están sonriendo.
17 Las fotos que guardamos son como los recuerdos. Por lo general, tenemos bonitos recuerdos de los agradables momentos que pasamos con nuestros hermanos. Pero supongamos que en una de esas ocasiones un hermano dijo o hizo algo que no estuvo bien. ¿Qué hará con ese recuerdo? ¿Por qué no lo borra como si de una foto se tratara? (Prov. 19:11; Efes. 4:32). Como tenemos tantos buenos recuerdos de los momentos que hemos vivido con ese hermano, podemos borrar el recuerdo de su pequeño error sin problema. Lo mejor es guardar con cariño “las fotos bonitas”.
Que siga creciendo nuestro amor
10 Nosotros también buscamos formas de ayudar a los hermanos (Heb. 13:16). ¿Recuerdan a Anna, de quien hablamos en el artículo anterior? Después de una terrible tormenta, fue con su esposo a visitar a una familia de Testigos. Vieron que se les había caído el techo de la casa. Por eso la familia no tenía ropa limpia que ponerse. Anna explica lo que hicieron: “Nos llevamos la ropa, la lavamos y se la devolvimos planchada y doblada. Lo que hicimos no era nada del otro mundo, pero, gracias a este gesto, hoy disfrutamos de una hermosa amistad”. Fue el amor lo que movió a Anna y su esposo a dar ayuda práctica a sus hermanos (1 Juan 3:17, 18).
11 Cuando tratamos con cariño y bondad a los demás, estamos imitando la forma de pensar y actuar de Jehová. Y nuestros esfuerzos no suelen pasar desapercibidos. Es posible que nunca sepamos cuánto aprecian otros nuestros actos de bondad. Khanh, la hermana de la que hablamos en el párrafo 8, recuerda con mucho cariño a todas las personas que la ayudaron: “Estoy muy agradecida a todas las hermanas que me llevaron a predicar. Eran un amor. Venían a buscarme, me invitaban a comer algo sencillo o incluso a almorzar, y luego me dejaban sana y salva en casa. Ahora comprendo que fue un gran sacrificio, pero lo hicieron con mucho cariño”. Claro está, no todos van a darnos las gracias por los favores que les hagamos. Hablando de quienes la ayudaron, Khanh añade: “Ojalá pudiera devolverles los favores a todas, pero en algunos casos no sé dónde viven ahora. Sin embargo, Jehová sí lo sabe y le pido que las recompense por mí”. Así es, Jehová se fija hasta en las muestras de bondad más pequeñas. Las ve como un valioso sacrificio y como una deuda que quiere saldar (lea Proverbios 19:17).
Sigamos mostrándonos amor leal unos a otros
6 Podríamos decir que alguien que ha trabajado durante muchos años para la misma empresa es un empleado leal. Pero puede que en todos esos años nunca haya conocido a ninguno de los dueños. Quizás no siempre esté de acuerdo con las políticas de la empresa. No está ahí por amor, sino porque necesita un trabajo para ganarse la vida. Seguirá trabajando en la empresa hasta que se jubile, a no ser que encuentre un puesto mejor en otro sitio.
7 La diferencia entre la lealtad del empleado que mencionamos en el párrafo 6 y el amor leal es la razón por la que se muestran. ¿Por qué mostraron amor leal los siervos de Dios de tiempos bíblicos? No lo hicieron por obligación, sino porque su corazón los impulsó a hacerlo. Veamos el ejemplo de David. Su corazón lo motivó a mostrarle amor leal a su querido amigo Jonatán aunque el padre de Jonatán quería matar a David. Años después de la muerte de Jonatán, David siguió mostrándole amor leal a Mefibóset, el hijo de Jonatán (1 Sam. 20:9, 14, 15; 2 Sam. 4:4; 8:15; 9:1, 6, 7).
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Consejo, consejero
Jehová es el poseedor de la sabiduría en sentido absoluto. Es el único que no necesita a nadie que le aconseje. (Isa 40:13; Ro 11:34.) Su Hijo puede proveer dirección como “Maravilloso Consejero” porque recibió y siguió el consejo de su Padre y tiene Su espíritu. (Isa 9:6; 11:2; Jn 5:19, 30.) Esto pone de relieve que para que el consejo sea provechoso, debe tomar en cuenta a Jehová. Cualquier consejo que se oponga al Altísimo carece por completo de valor, y ni siquiera puede llamarse consejo. (Pr 19:21; 21:30.)
30 DE JUNIO A 6 DE JULIO
TESOROS DE LA BIBLIA PROVERBIOS 20
Claves para que el noviazgo cumpla su objetivo
Cómo tener un noviazgo de éxito
3 Empezar un noviazgo es algo muy bonito, pero también es un paso muy serio porque puede llevar al matrimonio. El día de su boda, los novios hacen un voto ante Jehová en el que prometen amarse y respetarse mientras vivan. Antes de hacer este y cualquier otro voto hay que pensar las cosas muy muy bien (lee Proverbios 20:25). El noviazgo sirve para que los dos se conozcan mejor y puedan tomar una buena decisión. Esa decisión a veces es la de casarse, o a veces es la de terminar la relación. Si deciden romper, eso no significa que el noviazgo fracasó. Por el contrario, cumplió su propósito: los ayudó a tomar una buena decisión.
4 ¿Por qué es importante entender cuál es el propósito del noviazgo? Porque, si un soltero lo tiene claro, nunca saldrá con alguien con quien no tiene ninguna intención de casarse. Ahora bien, los solteros no son los únicos que deben entender cuál es el propósito del noviazgo, sino que todos debemos entenderlo. Por ejemplo, algunos piensan que, si dos personas están saliendo, están obligadas a casarse. Y ese punto de vista puede tener un efecto negativo en los solteros. Melissa, una hermana soltera de Estados Unidos, dice: “Algunos hermanos les ponen mucha presión a los novios. Por eso algunas parejas siguen juntas aunque la cosa entre ellos no funcione. Y hay quienes prefieren no salir con nadie y así ahorrarse todo ese estrés”.
Cómo buscar una persona adecuada para casarte
8 A lo mejor te preguntas: “¿Y cómo hago para observar discretamente a la otra persona?”. Por ejemplo, en el Salón del Reino o en alguna reunión social tal vez percibas detalles sobre su forma de ser y de actuar o sobre su espiritualidad. ¿Quiénes son sus amigos? ¿De qué cosas habla? (Luc. 6:45). ¿Sus metas son parecidas a las tuyas? Quizás puedas hablar con los ancianos de su congregación o con otros cristianos maduros que la conozcan bien para pedirles referencias (Prov. 20:18). Podrías preguntarles cómo es su reputación y qué cualidades tiene (Rut 2:11). Eso sí, al observar a la persona, asegúrate de no hacerla sentir incómoda. Respeta sus sentimientos, su privacidad y su espacio personal.
Cómo tener un noviazgo de éxito
7 ¿Qué te ayudará a conocer bien a la otra persona? Hablar abiertamente y con franqueza, hacer preguntas y saber escuchar (Prov. 20:5; Sant. 1:19). Quizás pueden hacer cosas en las que sea fácil conversar, como comer juntos, dar un paseo en zonas públicas y salir a predicar. También pueden conocerse mejor compartiendo momentos juntos con los amigos y la familia. Además, planea actividades en las que puedas ver cómo se comporta la otra persona en situaciones distintas y con una gran variedad de personas. Eso fue lo que hizo Albert, de los Países Bajos, cuando estaba saliendo con Alicia: “Organizábamos actividades que nos permitieran descubrir cosas el uno del otro. Por lo general, eran cosas sencillas, como cocinar y hacer las tareas del hogar juntos. De esa forma fuimos viendo cuáles eran nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles”.
8 Algo más que te ayudará a conocer mejor a la otra persona es estudiar con ella temas bíblicos. Si finalmente los dos deciden casarse, tendrán que dedicar tiempo a la adoración en familia para que Dios sea una parte esencial de su matrimonio (Ecl. 4:12). Por eso, ¿no te parece buena idea empezar a programar tiempo para estudiar juntos desde ahora? Es cierto que una pareja de novios no son una familia todavía y que él aún no se ha convertido en la cabeza de ella. Sin embargo, si adquieren la costumbre de estudiar juntos, podrán ver cómo es la espiritualidad de la otra persona. Max y Laysa, un matrimonio de Estados Unidos, dicen que estudiar juntos también los ayudó de otra manera. Él explica: “Desde que empezamos a salir, estudiamos publicaciones que hablan sobre el noviazgo, el matrimonio y la vida en familia. Gracias a eso pudimos hablar de muchos temas importantes que no hubieran surgido de manera natural”.
Busquemos perlas escondidas
Lámpara
Según Proverbios 20:27, “el aliento del hombre terrestre es la lámpara de Jehová, y escudriña cuidadosamente todas las partes más recónditas del vientre”. Lo que una persona “exhala” o expresa en público, sea bueno o malo, revela o arroja luz sobre su personalidad o lo más recóndito de ella. (Compárese con Hch 9:1.)