CAPÍTULO 5
El poder para crear: Jehová hizo el cielo y la Tierra
1, 2. ¿Cómo demuestra el Sol el poder que tiene Jehová para crear?
¿QUÉ hace usted cuando está junto a una fogata en una noche fría? Quizás acerque las manos a una distancia que le permita disfrutar del calorcito de las llamas. Si se acerca demasiado, puede acabar quemándose; pero, si se queda muy lejos, el frío de la noche lo puede dejar helado.
2 Existe un “fuego” que nos calienta de día: el Sol, situado a 150 millones de kilómetros (93 millones de millas) de nosotros.a ¡Qué potente tiene que ser para que nos llegue su calor desde tan lejos! No obstante, la Tierra gira en torno a este colosal horno termonuclear a la distancia adecuada. Si estuviera más cerca, el agua que hay en la Tierra se evaporaría, y, si estuviera más lejos, el agua se congelaría. En cualquiera de los dos casos, no habría vida en el planeta. La luz solar resulta esencial para los seres vivos, y además es limpia, eficiente y muy agradable (Eclesiastés 11:7).
3. ¿Qué nos enseña el Sol?
3 La mayoría de la gente da por sentado el Sol, y eso que su vida depende de él. Por eso, no se dan cuenta de lo que este nos enseña. La Biblia dice: “Tú [Jehová] hiciste la luz y el sol” (Salmo 74:16). Y es que el Sol le da honra a Jehová, “el que hizo el cielo, la tierra, [...] y todo lo que hay en ellos” (Salmo 19:1; 146:6). Pero el Sol es solo una de tantas y tantas estrellas que nos enseñan cuánto poder tiene Jehová para crear. Analicemos algunas de las cosas que Jehová ha creado y veamos lo que pueden enseñarnos.
Jehová hizo “la luz y el sol”.
“Levanten la vista al cielo y vean”
4, 5. a) ¿Qué potencia tiene el Sol y cuál es su tamaño? b) En comparación con otras estrellas, ¿cómo es el Sol?
4 Como ya se mencionó, el Sol es una estrella. Parece más grande que las que vemos de noche porque, comparado con ellas, está cerca de nosotros. ¿Cuánta potencia tiene? Pues bien, en su núcleo registra temperaturas de unos 15.000.000 °C (27.000.000 °F). Si sacáramos de allí un pedacito del tamaño de la cabeza de un alfiler y lo trajéramos a la Tierra, tendríamos que alejarnos de él 140 kilómetros (90 millas) para estar a salvo. El Sol emite cada segundo una energía equivalente a la explosión de cientos de millones de bombas atómicas.
5 El Sol es enorme; es 1.300.000 veces más grande que la Tierra. ¿Pero es una de las estrellas más grandes? No. De hecho, los astrónomos la llaman enana amarilla. El apóstol Pablo dijo: “La gloria de cada estrella es diferente” (1 Corintios 15:41). Pero él no podía saber lo ciertas que eran estas palabras inspiradas. Piense en esto: hay una estrella tan grande que, si estuviera donde está el Sol, la Tierra quedaría en su interior. Si pasara lo mismo con otra de esas estrellas tan grandes, absorbería todos los planetas hasta Saturno, que está muy lejos de la Tierra. Está tan lejos que una nave espacial tardó 4 años en llegar allí aunque iba 40 veces más rápido que la bala de una pistola muy potente.
6. ¿Cómo muestra la Biblia que la cantidad de estrellas es muy superior a la que puede ver el ojo humano?
6 Pero algo más impresionante que el tamaño de las estrellas es su cantidad. La Biblia dice que ningún ser humano puede contar las estrellas, como tampoco se puede contar “la arena del mar” (Jeremías 33:22). Esto significa que hay muchas más de las que vemos a simple vista. Si un escritor bíblico, como Jeremías, hubiera tratado de contarlas, solo habría llegado a unas 3.000, pues son las únicas que el ojo humano alcanza a ver en una noche despejada. Podríamos comparar esa cantidad al número de granos de un simple puñado de arena. Pues bien, la cantidad real de estrellas es tan inmensa como la cantidad de granos de arena que hay en el mar.b ¿Quién podría contarlas?
7. ¿Qué opinan los científicos sobre la cantidad de estrellas que hay en nuestra galaxia y de la cantidad de galaxias que hay en el universo?
7 Isaías 40:26 nos da la respuesta: “Levanten la vista al cielo y vean. ¿Quién ha creado estas cosas? Es aquel que las hace salir como un ejército, contándolas una por una; a todas las llama por su nombre”. Y Salmo 147:4 dice que Jehová “cuenta el número de las estrellas”. ¿Cuántas son? No es tan fácil contestar esta pregunta. Los astrónomos creen que tan solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, hay más de 100.000 millones,c aunque algunos opinan que hay muchas más. Pero hay muchas galaxias más, y muchas de estas tienen más estrellas que la Vía Láctea. ¿Cuántas galaxias hay? Según los cálculos científicos, hay cientos de miles de millones, o incluso billones. Hasta ahora, parece que no se ha podido determinar el número exacto de galaxias, y mucho menos de los miles de millones de estrellas que contienen. En cambio, Jehová sí lo sabe y, lo que es más, les da nombre a cada una de ellas.
8. a) ¿Qué nos puede ayudar a entender las dimensiones de la Vía Láctea? b) ¿Qué utiliza Jehová para controlar los movimientos de las estrellas y galaxias?
8 Cuando pensamos en las dimensiones de las galaxias, nos asombramos todavía más. Por ejemplo, se calcula que la Vía Láctea mide unos 100.000 años luz de extremo a extremo. Piense en un haz de luz, que viaja a la altísima velocidad de 300.000 kilómetros (186.000 millas) por segundo. Este tardaría 100.000 años en atravesarla. Y hay galaxias muchísimo mayores. La Biblia dice que Jehová extiende “los cielos” como si fueran una simple tela (Salmo 104:2). Él también controla los movimientos de estas creaciones. Todo lo que hay en el universo, desde la más diminuta partícula hasta la galaxia más grande, se mueve conforme a leyes físicas que Dios estableció y aplicó (Job 38:31-33). Por eso los científicos comparan los movimientos tan precisos de las estrellas y galaxias a la compleja coreografía de un ballet. Pensemos ahora en el que creó todo esto. ¿No sentimos una gran admiración por el Dios que tiene tanto poder para crear?
“El que hizo la tierra, el que la hizo con su poder”
9, 10. ¿Cómo sabemos que Jehová puso la Tierra en el lugar ideal, y qué nos enseña esto sobre él?
9 Vemos el poder que Jehová tiene para crear por la forma en que hizo la Tierra. Él la puso en el mejor lugar del universo. Algunos científicos creen que la vida que hay en nuestro planeta sería imposible en muchas otras galaxias. De hecho, en la mayor parte de la Vía Láctea tampoco podría haber vida. El centro de la galaxia es peligroso: la radiación es muy alta y las estrellas que hay allí son tantas que pasan rozándose y casi chocan. Por otro lado, en los bordes faltan muchos elementos esenciales para la vida. El sistema solar está puesto en el lugar ideal.
10 Hay un enorme planeta lejano que protege a la Tierra: Júpiter. Este planeta es más de mil veces mayor que el nuestro y tiene una fuerza de gravedad tremenda. Por eso, absorbe o desvía los objetos que viajan por el espacio a alta velocidad. Los científicos creen que, si no fuera por Júpiter, la cantidad de objetos que chocarían contra la Tierra sería 10.000 veces mayor. Otro aliado de la Tierra es la Luna. Este satélite, mucho más cercano que Júpiter, no es solo una hermosa fuente de luz. Gracias a que mantiene a nuestro planeta en la inclinación adecuada, tenemos estaciones estables y predecibles, que nos hacen la vida más fácil y agradable.
11. ¿Cómo nos protege la atmósfera?
11 En todos los detalles del diseño de la Tierra vemos el poder de Jehová para crear. Por ejemplo, él hizo un escudo para protegernos: la atmósfera. El Sol emite rayos que nos benefician y rayos que nos perjudican. Cuando los rayos dañinos llegan a la atmósfera, convierten el oxígeno en un gas llamado ozono. Este gas forma una capa que absorbe la mayor parte de la radiación. ¡Qué bueno que Jehová nos puso una sombrilla!
12. ¿Cómo demuestra el ciclo del agua el poder de Jehová para crear?
12 Además de lo anterior, nuestra atmósfera nos da el aire que necesitamos y cumple otras funciones que hacen posible la vida en la Tierra. Por ejemplo, ¿qué podemos decir del impresionante ciclo del agua? Cada año, el Sol evapora de nuestros mares y océanos más de 400.000 kilómetros cúbicos (100.000 millas cúbicas) de agua, que se eleva formando nubes. Estas circulan por todo el planeta gracias al viento. Entonces el agua, ya filtrada y depurada, cae en forma de lluvia, nieve y hielo. Gracias a eso, se reabastecen los suministros de agua. Es tal como dice Eclesiastés 1:7: “Todos los ríos van a dar al mar, pero el mar no se llena. Los ríos vuelven al lugar donde nacieron para volver a correr de nuevo”. Solo Jehová pudo haber puesto en marcha este ciclo.
13. ¿Qué nos enseñan las plantas y el suelo sobre el poder del Creador?
13 Dondequiera que hay vida vemos claramente el poder de Jehová para crear. Lo podemos ver en todo: desde las plantas microscópicas que llenan el mar y nos regalan oxígeno hasta las enormes secuoyas de más de 30 pisos de alto. El suelo también rebosa de vida: hay lombrices, hongos y microbios que cooperan en el crecimiento de las plantas. Con razón, la Biblia dice que el suelo tiene fuerza, o poder (Génesis 4:12, nota).
14. ¿Cuánto poder contiene el diminuto átomo?
14 Sin duda, Jehová es “el que hizo la tierra, el que la hizo con su poder” (Jeremías 10:12). Este poder se ve incluso en sus creaciones más diminutas. Para hacernos una idea, si formáramos una hilera de un millón de átomos, sería más fina que un cabello humano. Y, aunque ampliáramos un átomo al tamaño de un edificio de 14 pisos, el núcleo sería tan pequeño como un grano de sal situado en el séptimo piso. Sin embargo, este pequeñísimo núcleo es tan potente que se usa para generar explosiones atómicas.
“Todo lo que respira”
15. ¿Qué quería enseñarle Jehová a Job cuando le habló de algunos animales?
15 La gran variedad de animales también demuestra el poder de Jehová para crear. El Salmo 148 enumera muchas cosas que lo alaban, y el versículo 10 incluye a los “animales salvajes y todos los animales domésticos”. En cierta ocasión en que Dios conversó con Job, le habló del león, la cebra, el toro salvaje, Behemot (el hipopótamo) y Leviatán (al parecer, el cocodrilo). ¿Qué quería enseñarle? La razón por la que el ser humano debe sentir admiración y profundo respeto por el Creador. Si al hombre le imponen respeto estos animales tan poderosos, temibles e indomables, ¿qué debería sentir por aquel que los creó? (Job, capítulos 38-41).
16. ¿Qué le impresiona más de algunas de las aves que Jehová creó?
16 Salmo 148:10 también habla de las aves. ¡Cuánta variedad hay! Jehová le habló a Job del avestruz, que “se ríe del caballo y de su jinete”. Aunque no vuela, esta ave de 2,5 metros (8 pies) de altura corre a una velocidad de hasta 65 kilómetros (40 millas) por hora y puede abarcar 4,5 metros (15 pies) en una sola zancada (Job 39:13, 18). Por otra parte, el albatros pasa la mayor parte del tiempo sobrevolando el océano. Sus alas miden unos 3 metros (11 pies) de punta a punta y se desplaza durante horas por el aire sin dar un solo aleteo. En contraste, el colibrí abeja —que es el pájaro más pequeño del planeta— mide tan solo 5 centímetros (2 pulgadas) de largo y mueve las alas 80 veces por segundo. Los colibríes son capaces de quedarse suspendidos en el aire como un helicóptero e incluso de volar hacia atrás. Son como pequeñas joyas que brillan en el aire.
17. ¿Cuáles son las dimensiones de la ballena azul, y qué siente usted al pensar en los animales que Jehová creó?
17 Salmo 148:7 dice que hasta los “animales marinos” alaban a Jehová. Pensemos, por ejemplo, en la ballena azul, el animal más grande del planeta. Este animal, que vive en “las aguas profundas”, puede medir más de 30 metros (100 pies) de largo y alcanzar el peso de 30 elefantes adultos. De hecho, su lengua pesa lo mismo que un elefante. Su corazón, del tamaño de un automóvil pequeño, solo late 9 veces por minuto, en contraste con las 1.200 veces que late el corazón del colibrí. Al menos uno de sus vasos sanguíneos es tan ancho que un niño podría gatear por su interior. Sin duda, estamos de acuerdo con lo que dice el último versículo del libro de los Salmos: “Que todo lo que respira alabe a Jah” (Salmo 150:6).
Qué nos enseña de Jehová el poder que tiene para crear
18, 19. ¿Cuánta variedad de seres vivos ha creado Jehová, y qué nos enseña la creación sobre su derecho a gobernar?
18 ¿Qué aprendemos de Jehová al ver su poder para crear? La gran variedad de seres vivos que Jehová creó nos llena de asombro. Un salmista exclamó: “¡Cuántas son tus obras, oh, Jehová! [...] La tierra está llena de tus creaciones” (Salmo 104:24). ¡Qué gran verdad! La ciencia ha descubierto más de un millón de especies, pero se cree que podría haber varios millones más. La capacidad artística e imaginativa del ser humano a veces se agota. En cambio, la creatividad de Jehová es inagotable. Su poder para inventar y crear cosas nuevas y distintas no tiene límites.
19 La forma en que Jehová usa su poder para crear nos enseña que él tiene el derecho a gobernar. Jehová es el único al que se le puede llamar Creador, porque él hizo todas las cosas. Ni siquiera el Hijo unigénito de Jehová, que fue “un obrero experto” durante la creación, recibe el título Creador o Cocreador en la Biblia (Proverbios 8:30; Mateo 19:4). Más bien, es “el primogénito de toda la creación” (Colosenses 1:15). Como Jehová creó todas las cosas, solo él tiene el derecho de gobernar en todo el universo (Romanos 1:20; Apocalipsis 4:11).
20. ¿En qué sentido ha descansado Jehová desde que terminó su creación en la Tierra?
20 ¿Ha dejado Jehová de usar su poder para crear? Pues bien, la Biblia dice lo que pasó cuando terminó el sexto día de la creación: “El séptimo día, Dios se puso a descansar de toda la obra que había estado haciendo” (Génesis 2:2). El apóstol Pablo indicó que el séptimo “día” abarca miles de años y que en su época aún no había terminado (Hebreos 4:3-6). Pero, cuando leemos que Jehová descansó, ¿quiere decir que dejó de trabajar por completo? No, pues él nunca deja de trabajar (Salmo 92:4; Juan 5:17). Este descanso debe referirse más bien a que Jehová dejó de crear cosas nuevas en la Tierra. Él ha seguido trabajando para que se cumplan sus propósitos. Por ejemplo, inspiró las Santas Escrituras y hasta produjo “una nueva creación”, de la que hablaremos en el capítulo 19 (2 Corintios 5:17).
21. Cuando vivamos para siempre, ¿qué sentimientos producirá en nosotros el poder de Jehová para crear?
21 Cuando Jehová termine su día de descanso, podrá decir lo mismo que dijo al final de los seis días creativos, que todo su trabajo en la Tierra es “muy bueno” (Génesis 1:31). No sabemos cómo usará Jehová su infinito poder para crear, pero estamos seguros de que su forma de usarlo nos seguirá sorprendiendo. La creación continuará enseñándonos lecciones sobre él por toda la eternidad (Eclesiastés 3:11). Y, mientras más aprendamos acerca de Jehová, más respeto y admiración sentiremos por él. Como resultado, estaremos cada vez más cerca de nuestro Gran Creador.
a Para darnos una idea de la magnitud de esta distancia, pensemos en lo que tardaría un automóvil en recorrerla. Si viajara las 24 horas del día a 160 kilómetros (100 millas) por hora sin detenerse, tardaría más de 100 años.
b Hay quienes creen que en tiempos bíblicos existía algún tipo de telescopio muy rudimentario. Según ellos, si no hubiera sido por eso, la gente de aquel tiempo no habría podido saber que la cantidad de estrellas es incalculable. Esas teorías infundadas no toman en cuenta a Jehová, el autor de la Biblia (2 Timoteo 3:16).
c Piense en cuánto tiempo le llevaría tan solo contar 100.000 millones de estrellas: si durante las 24 horas del día contara una por segundo, tardaría 3.171 años.