NAÍN
Ciudad de Galilea donde Jesucristo resucitó al único hijo de una viuda. (Lu 7:11-17.) Se la identifica con la aldea de Nein (Naʽim), en la parte noroccidental de Jebel Dahi (Givʽat Ha-More; la colina de Moré), situada a unos 10 Km. al SSE. de Nazaret. Se encuentra en la zona donde Jerónimo y Eusebio ubican la antigua ciudad, un atractivo paraje natural de la llanura de Jezreel (Esdrelón). Hay allí un manantial cuyas aguas riegan esta región de excelentes olivares y muchas higueras. Aunque hoy en día la aldea es bastante pequeña, las ruinas muestran que en los primeros siglos fue mucho mayor. (GRABADO, vol. 2, pág. 738.)
En el año 31 E.C., durante la primera gira de predicación por Galilea, Cristo Jesús llegó a Naín procedente de las inmediaciones de Capernaum, que quedaba a unos 35 Km. de distancia. (Lu 7:1-11.) Es posible que la “puerta” mencionada simplemente fuese una separación entre las casas por la que entraba a Naín un camino, puesto que no hay prueba de que alguna vez la ciudad haya estado amurallada. Probablemente fue en la entrada oriental de Naín donde Jesús y sus discípulos se encontraron con el cortejo fúnebre que quizás se dirigía a las tumbas de la ladera de la colina que queda al SE. de la moderna Nein. Compadecido de la viuda que había perdido a su hijo, Jesús se acercó al féretro y resucitó al muchacho. Las noticias de este milagro se esparcieron por toda la región y llegaron incluso a Judea. Puede que las palabras: “Los muertos son levantados” —que formaron parte de la respuesta que Jesús dio a los mensajeros que Juan el Bautista envió después desde la prisión—, hagan alusión también a este suceso. (Lu 7:11-22.)