Daniel... libro de profecías auténtico
EL REGISTRO bíblico dice: “En el primer año de Belsasar el rey de Babilonia, Daniel mismo contempló un sueño y visiones de su cabeza sobre su cama. En aquel tiempo puso por escrito el sueño mismo. La narración completa de los asuntos informó”. (Daniel 7:1.)
Fue en la parte final del sexto siglo a.E.C. cuando Daniel escribió esto y otros sueños y visiones que nos afectan hoy día. Nosotros tenemos “la narración completa” de tales visiones en el libro profético de Daniel.
Profeta auténtico
Cristo mismo dio testimonio de que Daniel era profeta. Es interesante que Jesús lo haya hecho en su propia profecía respecto a la señal de su “presencia y de la conclusión del sistema de cosas”. De esta manera, hizo resaltar el cumplimiento completo de la profecía de Daniel para nuestro día, cuando estamos presenciando las diferentes partes de la señal, tales como las guerras internacionales, las escaseces de alimento, los terremotos y los dolores de angustia por todo el mundo. (Mateo 24:3-8, 15.)
Jesús declaró: “Muchos falsos profetas se levantarán y extraviarán a muchos; [...] estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. Por lo tanto, cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo (use discernimiento el lector), entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas. [...] En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”. (Mateo 24:11-34.)
El que Jesús advirtiera que habría falsos profetas poco antes de referir a sus discípulos a “Daniel el profeta” demuestra que Jesús consideraba a Daniel un profeta verdadero de Dios. En el artículo anterior hemos notado que algunas de las expresiones proféticas que Daniel escribió bajo inspiración, tales como las que predijeron la demencia temporal de Nabucodonosor y la caída de Babilonia, tuvieron su cumplimiento durante los días de Daniel. Pero Daniel también predijo cosas que ocurrirían siglos después. ¿Cuáles son algunas de esas profecías de largo alcance registradas en el libro de Daniel?
La venida y la muerte del Mesías
Una profecía que definitivamente muestra que Daniel es un profeta auténtico se conoce como la profecía de las 70 semanas. Parte de esta dice así: “Hay setenta semanas que han sido determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para poner fin a la transgresión, y para acabar con el pecado, y para hacer expiación por el error [...] Y debes saber y tener la perspicacia de que desde la salida de la palabra de restaurar y reedificar a Jerusalén hasta Mesías el Caudillo, habrá siete semanas, también sesenta y dos semanas [69 en total]. [...] Y después de las sesenta y dos semanas [o sea, 7 + 62, o después de la semana 69] Mesías será cortado [...] Y él tiene que mantener el pacto en vigor para los muchos por una semana [la semana 70]; y a la mitad de la semana hará que cesen el sacrificio y la ofrenda de dádiva”. (Daniel 9:24-27.)
Muchos escriturarios judíos, católicos y protestantes concuerdan con el hecho de que las “semanas” de esta profecía son semanas de años. La Sagrada Biblia (1925), de Félix Torres Amat, dice lo siguiente: “Se han fijado setenta semanas de años para tu pueblo”. Esos 490 años empezaron en 455 a.E.C., cuando el rey persa Artajerjes autorizó a Nehemías a “restaurar y reedificar a Jerusalén”. (Nehemías 2:1-8.) Sesenta y nueve semanas de años más tarde, o sea, en 29 E.C., Jesús fue bautizado y ungido, y llegó a ser el Cristo o el Ungido, el Mesías. “A la mitad de la semana [70]”, en 33 E.C., Jesús fue “cortado”. Su muerte en sacrificio hizo expiación por los pecados de la humanidad, y así hizo que ‘cesaran’ los sacrificios de animales que se ofrecían bajo la ley de Moisésa.
Debido a esta profecía confiable, el pueblo judío del primer siglo “sabía que las setenta semanas de años que Daniel había fijado estaban llegando a su fin; nadie quedó sorprendido al oír a Juan el Bautista anunciar que el reino de Dios se había acercado”. (Manuel Biblique, por Bacuez y Vigouroux.)
Potencias mundiales semejantes a bestias
Otra profecía de largo alcance y de suma importancia para toda persona hoy día predijo la sucesión de potencias mundiales que fueron simbolizadas por bestias espantosas que tendrían que dar paso al Reino de Dios.
Daniel relató lo siguiente: “Sucedió que estuve contemplando en mis visiones durante la noche [...] Y cuatro enormes bestias estaban saliendo del mar, y cada una era diferente de las otras. La primera era como un león [...] Y, ¡pues vea!, otra bestia, una segunda, y ésta era como un oso. [...] Y, ¡pues vea!, otra bestia, una como un leopardo [...] Después de esto seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, una cuarta bestia, espantosa y terrible y extraordinariamente fuerte. [...] En cuanto a estas enormes bestias, porque son cuatro, hay cuatro reyes que se pondrán de pie desde la tierra. Pero los santos del Supremo recibirán el reino, y ellos tomarán posesión del reino para tiempo indefinido”. (Daniel 7:2-18.)
Cuando consideramos otra visión que Daniel tuvo, queda claro que estas bestias representan potencias mundiales. Al explicar esta visión, él dijo: “El carnero que tú viste que poseía los dos cuernos representa a los reyes de Media y Persia. Y el macho cabrío peludo representa al rey de Grecia”. (Daniel 8:20, 21.)
De manera similar, las cuatro bestias mencionadas en el capítulo 7 de Daniel simbolizan cuatro potencias mundiales desde el día de Daniel hasta el tiempo del establecimiento del Reino de Dios. Daniel vivió hasta después de la caída de la Potencia Mundial Babilónica (el león) y vio entrar en poder a su sucesora, Medopersia (el oso). La profecía de largo alcance de Daniel predijo que Medopersia caería ante Grecia (el leopardo), que en cambio sería reemplazada por “una cuarta bestia”, el Imperio Romano y lo que resultó de este, el Imperio Mundial Angloamericanob.
Daniel predijo con exactitud la sucesión de las potencias mundiales, las cuales han derramado sangre como bestias salvajes debido a su deseo vehemente por la supremacía mundial. De igual manera, el justo Reino que él predijo reemplazará a las potencias políticas modernas dentro de poco. En una visión Daniel vio “al Anciano de Días”, Jehová Dios, dar al “hijo del hombre”, Jesús el Mesías, la “gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos sirvieran aun a él”. ¿Proveerá esto una solución duradera a los problemas de la humanidad? Sí, pues la gobernación de Jesús se describe aquí como “una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas”. (Daniel 7:13, 14; compárese con Mateo 16:27, 28; 25:31.)
Las profecías de corto y de largo alcance que han sido consideradas brevemente en estos dos artículos son sencillamente una muestra de los sueños, las visiones y las profecías registradas en el libro de Daniel. Estos ejemplos prueban que Daniel es un libro de profecías auténtico... historia escrita de antemano. Estas profecías continúan cumpliéndose en el siglo XX y proveen una maravillosa esperanza, como se explicará en los siguientes números de esta revista.
[Notas a pie de página]
a Para más detalles sobre esta profecía, véase el capítulo 7 del libro “Venga tu reino”, publicado por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
b Para una explicación detallada sobre esta profecía, véanse los capítulos 6 y 7 del libro Nuestro gobierno mundial entrante... el reino de Dios, publicado por la Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
[Diagrama en la página 5]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
70 semanas (490 años)
69 semanas (483 años) 1 semana (7 años)
455 a.E.C. 29 E.C. 33 E.C. 36 E.C.
“Desde la “hasta Mesías Mesías “Y él tiene
salida de el Caudillo será que mantener
la palabra [...]” cortado el pacto en
de restaurar [...]” vigor [...]
y reedificar por una semana”
a Jerusalén Daniel 9:24-27
[...]”
[Ilustraciones en la página 7]
Babilonia
Medopersia
Grecia
Roma— Gran Bretaña y Estados Unidos
[Recuadro en la página 6]
LA TEORÍA DE LA “FECHA TARDÍA”
LA Biblia atribuye el libro de Daniel al profeta que lleva este nombre, lo cual establece que este libro se escribió en el sexto siglo a.E.C. (Daniel 7:1.) Pero las profecías que contiene este son tan asombrosas que muchas personas han dudado de que hayan sido escritas antes de los acontecimientos predichos. Algunas personas no cristianas, y hasta muchos comentaristas bíblicos que afirman ser cristianos, han expresado dudas respecto a la autenticidad del libro de Daniel. Estos prefieren la supuesta teoría de la fecha tardía, o fecha macabea, que originalmente fue propuesta por un filósofo anticristiano del tercer siglo E.C. llamado Porfirio. ¿Qué alegaciones hay en apoyo de esta teoría, y qué valor tienen?
Sobre la base de que toda profecía es imposible, Porfirio afirmó que el libro que lleva el nombre de Daniel fue realmente escrito por un judío desconocido durante el período de los macabeos en el segundo siglo a.E.C., o sea, después que muchos de los sucesos predichos en el libro de Daniel ya habían tenido lugar. Porfirio especuló que el impostor que escribió en nombre de Daniel lo hizo para fortalecer la moral de los judíos durante el tiempo en que los macabeos se rebelaron contra los seleúcidas en el segundo siglo a.E.C. Pero ¿puede la conducta respetuosa y pacífica de Daniel y sus tres compañeros hebreos en Babilonia ser considerada de alguna manera como incitación a una rebelión armada? De ningún modo. (Daniel 1:8; 2:49; 3:16-18, 30.) La aparición del “Mesías el Caudillo” exactamente en la fecha predicha, en 29 E.C., al concluir las 69 “semanas” de años mencionadas en Daniel 9:25, también hace que las alegaciones de Porfirio sobre el segundo siglo a.E.C. parezcan ridículas.
De acuerdo con el historiador judío Josefo, el canon de las Escrituras Hebreas, que incluye el libro de Daniel, fue sellado durante el tiempo de Esdras, en el quinto siglo a.E.C. Entonces, ¿cómo puede alguien decir que el libro de Daniel se escribió en la “fecha tardía” del segundo siglo a.E.C.? Además, los Rollos del Mar Muerto indican que el libro de Daniel fue ampliamente aceptado como parte de las Escrituras en los círculos judíos del segundo siglo a.E.C. ¿Hubiera sido esto posible si el libro fuera una obra contemporánea?
Otro argumento que Porfirio y muchos otros críticos prominentes han usado es que el libro de Daniel contiene muchas equivocaciones históricas. Su teoría es que el libro de Daniel fue escrito en el segundo siglo a.E.C. Pero en ese tiempo los judíos perspicaces rechazaban el Primer Libro de los Macabeos como inadecuado para ser incluido en el canon de las Escrituras, a pesar de que consideraban que su relato histórico era exacto. Los judíos educados que tenían acceso a los escritos de historiadores seglares como Herodoto, ciertamente habrían rechazado el libro de Daniel si este hubiera contenido errores históricos. Además, descubrimientos arqueológicos han confirmado la existencia de Belsasar y otros detalles que se registran en el libro de Daniel, los cuales Porfirio y muchos otros críticos prominentes habían considerado inexactos.
Respecto a la acusación de Porfirio de que las profecías de Daniel fueron escritas después de los acontecimientos predichos, Philip R. Davies, del Departamento de Estudios Bíblicos de la Universidad de Sheffield, Inglaterra, escribió lo siguiente: “Este es un juicio lamentable sobre el libro de Daniel, así como un fraude deliberado que ha sido perpetrado contra el público (supuestamente) crédulo para servir, por decirlo así, un propósito meritorio por medios falsos [...] Encuentro difícil atribuir tal credulidad a los lectores originales del libro. Si hay credulidad alguna en este caso, lo más probable es que sea de parte de los críticos racionalistas”. (Journal for the Study of the Old Testament, número 17, 1980.)
No causa sorpresa el que un filósofo neoplatónico niegue que algún escritor bíblico haya sido inspirado por Dios para profetizar acontecimientos futuros. Pero es lamentable que comentaristas bíblicos que alegan ser cristianos traten de socavar la confianza de la gente en un importante libro profético de las Escrituras. Demuestra falta de fe en Aquel que dijo: “De antemano yo anuncio el futuro; por adelantado, lo que aún no ha sucedido”. (Isaías 46:10, Nueva Biblia Española.)