Acérquese a Dios
Es posible hallar “el mismísimo conocimiento de Dios”
JEHOVÁ DIOS ha puesto a nuestro alcance un valioso tesoro y desea de todo corazón que lo encontremos. Este tesoro no nos hará ricos en bienes materiales, pero sí nos proporcionará algo que ni todo el oro del mundo puede comprar: paz interior y una vida plena y con sentido. ¿Cuál es ese tesoro? El sabio rey Salomón lo explica en Proverbios 2:1-6.
Él lo llama “el mismísimo conocimiento de Dios”, es decir, la verdad acerca de Dios y sus propósitos tal como se revela en la Biblia (versículo 5). Este tesoro tiene varias facetas.
Respuestas importantes. La Biblia contesta preguntas como cuál es el nombre de Dios (Salmo 83:18), qué nos ocurre al morir (Salmo 146:3, 4) y por qué estamos aquí (Génesis 1:26-28; Salmo 115:16). Siendo sinceros, ¿cuánto cree usted que vale la respuesta a estas cuestiones?
Consejos prácticos. La Biblia nos enseña el mejor modo de vivir. Nos dice, por ejemplo, cómo lograr que el matrimonio perdure (Efesios 5:28, 29, 33), qué hacer para criar hijos responsables (Deuteronomio 6:5-7; Efesios 6:4) o cómo vivir felices (Mateo 5:3; Lucas 11:28). Nuevamente, ¿cuánto valor considera usted que tienen estos consejos de eficacia probada?
Una descripción exacta de Dios y su personalidad. La Biblia es la principal fuente de información exacta sobre Dios. En ella se revela su naturaleza (Juan 1:18; 4:24), el interés que siente por nosotros (1 Pedro 5:6, 7) y sus maravillosas cualidades (Éxodo 34:6, 7; 1 Juan 4:8). Pues bien, ¿no le parece muy valioso tener información verídica acerca de Dios?
Sin duda, “el mismísimo conocimiento de Dios” es un tesoro espiritual. ¿Y cómo podemos encontrarlo? En el versículo 4 del capítulo 2 de Proverbios, Salomón nos da una pista al compararlo a “tesoros escondidos”. Claro está, un tesoro escondido no se descubre así como así. A menos que nos esforcemos, no lo encontraremos. Pues lo mismo pasa con el conocimiento de Dios: es un tesoro que también está oculto, en este caso en la Biblia. Así que tenemos que esforzarnos por encontrarlo.
Entonces, ¿cómo lo encontraremos? El mismo Salomón lo explica. Al decir “si recibes mis dichos” o “para que inclines tu corazón”, indica que necesitamos un corazón obediente (versículos 1 y 2). Además, habla de clamar y de seguir buscando, es decir, debemos demostrar que de veras queremos encontrar ese tesoro (versículos 3 y 4). En otras palabras, si queremos encontrar “el mismísimo conocimiento de Dios”, tenemos que estudiar la Biblia con empeño y con un corazón sincero (Lucas 8:15).
Si damos ese primer paso, Jehová se encargará del resto. El versículo 6 garantiza que “Jehová mismo da la sabiduría”, de modo que solo con su ayuda podemos captar las verdades que se encuentran en la Biblia (Juan 6:44; Hechos 16:14). Usted puede estar seguro de que si busca en la Palabra de Dios, encontrará “el mismísimo conocimiento de Dios”: un tesoro que enriquecerá su vida más de lo que se pueda imaginar (Proverbios 2:10-21).a
Lectura bíblica recomendada para este mes:
[Nota]
a Los testigos de Jehová de todo el mundo dan clases bíblicas gratuitas a quienes desean comprender la Biblia. Puede comunicarse con ellos en su localidad o escribir a la dirección de la página 4 que corresponda.