Martes 16 de abril
Cada uno fue juzgado por sus acciones (Apoc. 20:13).
¿Por qué “acciones” se juzgará a los resucitados? ¿Será por lo que hicieron antes de morir? No. Recordemos que quedaron absueltos de sus pecados cuando murieron. De modo que aquí “sus acciones” no pueden ser las cosas que hicieron antes de morir. Más bien, estas acciones deben referirse a cómo respondan a la enseñanza que recibirán en el nuevo mundo. Incluso hombres fieles como Noé, Samuel, David y Daniel tendrán que aprender sobre Jesucristo y demostrar fe en su sacrificio. ¡Cuánto más tendrán que hacerlo los injustos! ¿Cómo terminarán los que rechacen esta magnífica oportunidad? Apocalipsis 20:15 nos dice: “Los que no aparecían inscritos en el libro de la vida fueron arrojados al lago de fuego”. Así es, serán completamente destruidos para siempre. ¡Qué importante es que nos aseguremos de que nuestro nombre esté escrito en el libro de la vida y de que permanezca allí! w22.09 19 párrs. 17-19
Miércoles 17 de abril
Mantengan la conciencia limpia ante Dios y ante los hombres (Hech. 24:16).
Muchas de nuestras decisiones en temas de salud dependen de nuestra conciencia educada por la Biblia (1 Tim. 3:9). Por eso, al tomar decisiones y hablar de ellas con otros, hacemos bien en recordar lo que dice Filipenses 4:5: “Que todos sepan que ustedes son personas razonables”. Podemos demostrar que somos razonables al no obsesionarnos con nuestra salud. Además, amamos y respetamos a nuestros hermanos aunque no tomen las mismas decisiones que nosotros (Rom. 14:10-12). Jehová es la fuente de la vida. Podemos demostrarle que le estamos muy agradecidos cuidando la vida que nos ha regalado y dándole lo mejor de nosotros (Apoc. 4:11). Por ahora, nos toca enfrentarnos a enfermedades y problemas, pero esa no es la vida que Jehová quería para nosotros. De hecho, gracias a él, muy pronto viviremos en un mundo donde no habrá ni sufrimiento ni muerte (Apoc. 21:4). Mientras tanto, valoremos la vida que tenemos y usémosla para servir a nuestro amoroso Padre celestial, Jehová. w23.02 25 párrs. 17, 18
Jueves 18 de abril
Tu reino ha sido dividido y entregado a los medos y los persas (Dan. 5:28).
Jehová ha demostrado sin lugar a dudas que está muy por encima de “las autoridades superiores” (Rom. 13:1). Veamos tres ejemplos. El faraón de Egipto esclavizó al pueblo de Jehová, y una y otra vez se negó a ponerlos en libertad. Pero Dios los liberó y ahogó al faraón en el mar Rojo (Éx. 14:26-28; Sal. 136:15). El rey Belsasar, de Babilonia, celebró un banquete y desafió “al Señor de los cielos” y alabó “a dioses de plata y oro” en vez de a Jehová (Dan. 5:22, 23). Pero Dios humilló a ese hombre tan arrogante. “Esa misma noche” Belsasar fue asesinado, y se les dio su reino a los medos y los persas (Dan. 5:30, 31). El rey Herodes Agripa I, de Palestina, mató al apóstol Santiago y después metió en prisión al apóstol Pedro con la intención de eliminarlo. Pero Dios le impidió llevar a cabo su plan. “El ángel de Jehová hizo que se enfermara”, y Herodes murió (Hech. 12:1-5, 21-23). w22.10 15 párr. 12