La Biblia—¿es “libro de los blancos”?
¿Por qué creen muchos que la Biblia es un “libro de los blancos”? ¿De quién es el libro? ¿Para quién es?
“UNA religión organizada y apoyada por los diablos con el propósito de hacer esclavos de la humanidad negra.” Así describió al cristianismo el caudillo de una organización militante de personas de color. ¿La Biblia? La llamó un “libro venenoso.”
Aunque quizás muchas de las personas en el dominio de la cristiandad consideren que éste es un punto de vista extremando, subsiste la sencilla verdad de que un número grande de pueblos de color a través de todo el África y Asia, así como pueblos de color de otras partes del mundo, creen de manera semejante. Consideran al cristianismo una “religión de los blancos” y a la Biblia un “libro de los blancos.”
Algunos quisieran despedir rápidamente estas conclusiones de tales pueblos de color como predispuestas y sin base alguna. Pero, ¿es cierto que carecen de base tales puntos de vista? ¿Por qué han llegado a tal conclusión muchos de los pueblos de color del mundo? Y, de vital importancia, ¿es verdad que la Biblia, y por eso el cristianismo, es principalmente para los blancos?
BASE PARA RENCOR
Para apreciar adecuadamente los sentimientos de los pueblos de color que creen de esta manera, tenemos que hacer como uno dijo: “Póngase en mi lugar primero.” Si las personas blancas se pusieran en la posición de estos pueblos de color, no sería demasiado difícil comprender por qué muchos de ellos han concluido que la Biblia es un “libro de los blancos” y que el cristianismo que ésta enseña es principalmente para los blancos.
Por décadas, a veces por siglos, casi todos los pueblos de color de Asia y África han sido dominados por poderes coloniales, generalmente europeos. Estos poderes coloniales constituyen el corazón de la cristiandad, porque todos son naciones llamadas cristianas, y blancas. Los que estuvieron dominados por ellas naturalmente creerían que estas naciones de la cristiandad representaban al cristianismo, creyendo que la cristiandad y el cristianismo son la misma cosa.
En muchos casos este dominio colonial ha sido opresivo. Ha mantenido en ignorancia a los pueblos subyugados por medio de educación deficiente. Las economías locales han sufrido para que el poder en el control pudiera sacar provecho. Las condiciones sociales para los pueblos de color se han mantenido muy por debajo del nivel de la nación “cristiana” colonial en autoridad. En algunos casos hombres, mujeres y niños de color eran atrapados como animales y vendidos como esclavos a otras naciones “cristianas.”
Aun donde esta dominación colonial ha tenido sus buenos rasgos, los pueblos subyugados de color han sentido su orgullo herido por ser controlados y dominados por poderes extranjeros contra su voluntad. También, la actitud de superioridad desplegada frecuentemente por los poderes blancos hacía a las personas de color sentirse constantemente como ciudadanos de segunda clase, a menudo en su propio país.
Agregando a esto ha estado la expresión de algunos de que los de color son una “raza inferior.” Un joven de color observó esto cuando notó un diagrama grande pintado en la pared de un museo, un encabezamiento del cual le informó que era una explicación de las razas de la humanidad. En el cuadro se habían afanado por mostrar la “rama” de color en alguna parte solo ligeramente arriba de los monos y debajo del espécimen que coronaba al árbol, el cual espécimen tenía piel notablemente clara.
A través de los años el resentimiento ha estado aumentando. Una persona de color que asistía a un estudio superior sobre relaciones raciales en los Estados Unidos dijo: “Por generaciones nuestros mayores nos habían educado y aconsejado en cuanto a ocultar nuestros resentimientos y el odio—porque habría sido poco aconsejable hacerlo de otra manera. Pero en los últimos dos años este odio ha llegado a ser explosivo y se está manifestando de muchas maneras diferentes.” Cuando un estudiante blanco alegó que muchos blancos de la parte meridional de los Estados Unidos habían considerado anteriormente a sus criados negros con atención paternal y amigable, una muchacha joven de color contestó: “Sí, siempre nos consideraron como perrillos falderos y no pueden entender por qué rehusamos ser perrillos falderos.” (El Times de Nueva York, 10 de febrero de 1964, pág. 16) Este sentimiento está intensificado en otros países donde los poderes coloniales blancos han dominado a una mayoría de color por largo período de tiempo.
Puesto que mucha gente de color, correcta o incorrectamente, cree que la mayor parte de su falta de educación, posición social desigual, norma inferior de vida y humillación brota de sus señores coloniales blancos, su desagrado se esparce hasta abarcar todo lo que esos poderes representan. La consecuencia es que la religión de los poderes coloniales ha llegado a estar bajo sospecha.
Las naciones de la cristiandad afirman ser cristianas, piensa la persona de color; no obstante, a menudo estas naciones oprimen y humillan a los pueblos de color. Sus sacerdotes y misioneros se envían para convertir a la población local a la marca de religión de la cristiandad. Pero debido a lo que muchas personas de color ven que se hace en el nombre del cristianismo raciocinan que el cristianismo no es para ellas. Este no las levanta a un nivel igual ni acepto a sus amos blancos. Entonces es un asunto sencillo para ellas el concluir que la religión del blanco solo es un instrumento para pacificar a la población local para que pueda continuar su subyugación. Así, se cree que la cristiandad y el cristianismo son puntas de lanza para el colonialismo. La siguiente conclusión que se saca es que el libro que usa la cristiandad también debe ser un libro de los blancos, otro instrumento que ha de usarse contra personas de color.
Con esto no se quiere decir que todas las pretensiones de opresión tienen razón ni que todas están equivocadas. Tampoco pasa esto por alto el hecho de que muchas personas blancas que han sido cabezas de administraciones coloniales han hecho bien. Pero subsiste la lamentable verdad de que se ha hecho bastante mal como para hacer surgir el sentimiento de resentimiento.
¿ES CORRECTA LA ACTITUD PARA CON LA BIBLIA?
Cualquiera que estudie la situación imparcialmente podrá ver por qué muchos pueblos de color creen así, y por qué han llegado a considerar al cristianismo como una religión de los blancos y a la Biblia como un libro de los blancos. Pero subsiste la pregunta: ¿Es verdad que el cristianismo y la Biblia son culpables y son principalmente para el blanco?
La Biblia misma nos encara a un hecho notable, uno que todas las personas, blancas o de color, harían bien en apreciar. Enérgicamente ésta trae a nuestra atención que ¡el cristianismo de la Biblia positivamente no es el cristianismo que practican las naciones de la cristiandad!
La Biblia muestra que lo que la cristiandad practica es religión apóstata. Es una religión que ha tomado el nombre de cristianismo pero que no lo practica en ningún sentido verdadero de la palabra. Es una religión tan ajena al cristianismo de la Biblia que estas palabras de Jesucristo le aplican: “Hipócritas, aptamente profetizó de ustedes Isaías, cuando dijo: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. Es en vano que siguen adorándome, porque enseñan mandatos de hombres como doctrinas.’”—Mat. 15:7-9.
Estas palabras son muy claras. Cualquiera que afirme ser cristiano y no obstante no viva en conformidad con las normas del cristianismo como se encuentran en la Biblia no es cristiano de hecho. Las religiones de la cristiandad no son cristianas. Se han alejado mucho del cristianismo que se encuentra en la Biblia. Sus raíces se encuentran en las enseñanzas y prácticas pervertidas que se hallaban en la antigua Babilonia, que data de siglos antes del tiempo de Cristo.
Por eso, cualquiera que sienta resentimiento para con la cristiandad y permita que ese resentimiento recaiga en la Biblia y el cristianismo debería saber que la Biblia y el cristianismo verdadero no apoyan lo que la cristiandad ha hecho. La Biblia condena plenamente sus guerras, sus odios, su inmoralidad, sus rivalidades religiosas e hipocresía, sus actitudes de superior, su humillación de otros pueblos. Pero sepa esto también: ¡La Biblia condena estas mismas cosas cuando se practican por gente de cualquier color!
LA BIBLIA—¿PARA QUIÉN?
Esto trae a nuestra atención un hecho fundamental acerca de la Biblia: No es solo un “libro de los blancos,” ni es solo un “libro de los de color.” Es para pueblos de todo color de piel. No la escribieron europeos, sino asiáticos, orientales. No obstante, no había de permanecer como propiedad privada de los orientales. Dijo un hombre temeroso de Dios cuyas palabras se conservan en la Biblia: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que en toda nación el que le teme y obra justicia le es acepto.”—Hech. 10:34, 35.
Dios es un Dios de amor. Él no creó al hombre y luego favoreció a uno más que a otro a causa del color de su piel. Todos tenemos el mismo antepasado si nos remontamos atrás lo bastante. Como Hechos 17:26 dice: “[Dios] hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para morar sobre la entera superficie de la tierra.” Toda la gente ha descendido de la primera pareja humana. Génesis 3:20 declara: “Después de esto Adán llamó el nombre de su esposa Eva, porque ella habría de llegar a ser la madre de todo viviente.”
No, las razas de color no están “maldecidas,” como algunos afirman. Esta afirmación es una tergiversación del relato de Génesis 9:25, donde se pronuncia una maldición sobre Canaán poco después del diluvio global del día de Noé. Pero la prole de Canaán no fue los pueblos de color de África. Los descendientes de Canaán fueron blancos. Por eso, si ha de sostenerse el argumento, entonces, ¡fue una “raza blanca” la que fue maldecida! Pero no es así, porque la Biblia claramente muestra que ningún pueblo está bajo una maldición especial relacionada con el color de su piel.
Sería bueno que nadie se hiciera arrogante en cuanto a su abolengo. Todos provenimos del primer hombre Adán. Él se rebeló contra Dios. ¿De qué se puede alardear con eso? Su proceder acarreó gran dificultad a toda su prole, la entera familia humana. “Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo y la muerte por medio del pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres.” (Rom. 5:12) Por esta razón todos necesitamos la redención provista por Jesucristo. Él dio su vida para que los que sirven a Jehová Dios de todas las naciones obtengan vida eterna en el nuevo sistema de cosas de Dios. Como la Biblia lo expresa: “Porque así como por la desobediencia de un solo hombre [Adán] muchos fueron constituidos pecadores, así mismo también por la obediencia de uno solo [Jesucristo] muchos serán constituidos justos.”—Rom. 5:19.
El hecho de que Dios bendice a los que humildemente le sirven, prescindiendo del color de la piel, la Biblia lo aclara: “Porque no hay distinción entre judío y griego, puesto que hay el mismo Señor sobre todos, que es rico para con todos los que lo invocan.” (Rom. 10:12) Como Dios dijo a un hombre oriental fiel de tiempos antiguos: “Por medio de tu descendencia todas las naciones de la tierra ciertamente se bendecirán debido a que has escuchado mi voz.” (Gén. 22:18) Posteriores escritores de la Biblia confirmaron esto al agregar: “Cuya voluntad [de Dios] es que hombres de toda clase sean salvos y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.” “Vi, y, ¡miren! una grande muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, . . . clamando con voz fuerte, diciendo: ‘La salvación se la debemos a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero.’” Sí, las bendiciones de Dios en su nuevo orden se extenderán en toda la Tierra y abarcarán a personas que le han sido fieles sin importar cuál sea su origen nacional o color de la piel.—1 Tim. 2:4; Rev. 7:9, 10.
LA BIBLIA HABRÁ DE DURAR
La Biblia durará. ¿Cómo podemos estar tan seguros? Porque su autor es el Dios Todopoderoso mismo. “Toda Escritura es inspirada de Dios.” (2 Tim. 3:16) ¿Cuánto durará ésta? “La hierba verde se ha secado, la flor se ha marchitado; pero en cuanto a la palabra de nuestro Dios, durará hasta tiempo indefinido.” (Isa. 40:8) Toda la oposición, el prejuicio y la información errónea dirigida contra la Palabra de Dios no prevalecerá, porque él es su autor y conservador. El hecho de que ésta haya durado millares de años a pesar de esfuerzos repetidos y frenéticos para destruirla es testimonio elocuente de que Dios ha conservado su Palabra en el pasado y la conservará en el futuro.
No se deje extraviar por la propaganda que se lanza contra la Biblia. Esta se origina de Satanás el Diablo y sus demonios. Es éste “llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada.” (Rev. 12:9) Él quiere desacreditar la Biblia con el fin de alejar de Dios a la gente. Él hace esto por medio de elementos que están contra Dios, como muestra este artículo en el número del 2 de junio de 1963 del Times de Nueva York: “El principal órgano del partido comunista chino, Jenmin Jih Pao de Peking, se publicó con un largo editorial el 9 de mayo condenando a la Biblia y al cristianismo como instrumentos usados por la ‘clase explotadora’ para socavar al marxismo.”
La Biblia no es un libro para explotar a nadie. Exactamente lo contrario es verdad. Es un libro de libertad, diseñado para libertar de la esclavitud. No está diseñado para servir a gente de solo un color de piel en particular. No es libro del hombre. Es libro de Dios.
Uno debería tener cuidado de no tratar de justificar su propio derrotero egoísta por medio de degradar la Biblia. Sus normas son elevadas, y ésta pone de manifiesto la hipocresía y la iniquidad sea que ésta provenga de uno cuya piel sea blanca o de uno cuya piel sea de color. Comprenda que el mal que cualquiera haga lo está observando Dios, porque él ve todo: “Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando a los malos y a los buenos.” (Pro. 15:3) Él llamará a cuentas a los malos por sus actos de injusticia y él bendecirá a los que aman la justicia. Su promesa es: “Espera en Jehová y guarda su camino, y él te ensalzará para que tomes posesión de la tierra. Cuando los inicuos sean arrasados, tú lo verás.”—Sal. 37:34.
No, la Biblia no es “libro de los blancos.” No permita que las falsas acusaciones contra la Biblia lo aparten a usted de ella, porque eso lo excluirá a usted de los beneficios que habría de recibir de ella. La Biblia puede enseñarle a usted el camino a la libertad; puede libertarlo a usted de esclavitud a este viejo sistema de cosas; puede colocarlo a usted en la senda que conduce a la vida eterna. Pero para obtener estos beneficios usted tiene que prestar atención a lo que ésta dice. Es el libro de Dios. Es para su provecho, sin importar de qué color sea la piel de usted.