Capítulo 7
Determinando la línea humana que va hasta la “descendencia”
1. ¿Por qué habían hecho más desesperado a Satanás el Diablo en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia” prometida los casos de Abel, Enoc y Noé?
EN EL centro del “propósito eterno” de Dios está la “descendencia” que sería producida por la “mujer” de Dios. La contienda que empezó en el jardín de Edén entre Satanás y Dios llegó a tener como centro esta misteriosa “descendencia.” Tenía que ser así, porque esa “descendencia” había de ser producida al debido tiempo para magullar la cabeza de la Gran Serpiente, y Satanás el Diablo sabía que la “cabeza” del caso era la suya. (Génesis 3:15) Satanás estaba resuelto a quebrantar la integridad de la “descendencia” venidera y así hacer que no pudiera servir para el propósito de Dios. En el Diluvio había terminado el primer encuentro de la contienda entre Satanás y Dios, pero con una manifestación en contra de Satanás. Él no había podido quebrantar la integridad de por lo menos tres hombres que habían descendido del primer hombre y la primera mujer cuya integridad él había proyectado arruinar. Abel, Enoc y Noé habían debilitando la posición confiada de Satanás y habían hecho que él se desesperara más en su objetivo de causar la ruina de la “descendencia.”
2. Hoy la humanidad debe estar agradecida de que Noé le diera ¿qué clase de comienzo en la vida después del diluvio? ¿De qué manera fue eso?
2 Los seiscientos cincuenta y ocho años que transcurrirían después del fin del Diluvio resultarían muy reveladores en cuanto a detalles sobre la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Después del diluvio toda la humanidad hasta hoy mismo podía verse como descendiente de Noé el constructor del arca que resistió el diluvio. De modo que ahora al mundo de la humanidad se le había dado un comienzo justo, porque Noé “andaba con el Dios verdadero.” (Génesis 6:9) Él era imperfecto por herencia, pero, moralmente, era sin tacha, inmaculado, delante de Dios. ¡Cuán agradecidos deberíamos estar por eso nosotros sus descendientes! Inmediatamente después de salir del arca y poner pie sobre el monte Ararat, Noé condujo a la humanidad en la adoración del Preservador de la humanidad, Jehová Dios.
“Noé empezó a edificar un altar a Jehová y a tomar algunas de todas las bestias limpias y de todas las criaturas volátiles limpias y a ofrecer ofrendas quemadas sobre el altar. Y empezó Jehová a oler un olor conducente a descanso, de modo que dijo Jehová en su corazón: ‘Nunca más invocaré el mal sobre el suelo a causa del hombre, porque la inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud; y nunca más asestaré un golpe a toda cosa viviente tal como lo he hecho. Durante todos los días que continúe la tierra, siembra y cosecha y frío y calor, y verano e invierno, y día y noche, nunca cesarán.’”—Génesis 8:20-22; compare con Isaías 54:9.
3. ¿Cómo resultó verídica la profecía que pronunció Lamec cuando Noé nació, y de qué llegó a ser símbolo el arco iris?
3 La profecía que Lamec el padre de Noé pronunció en cuanto a él cuando éste nació resultó tener razón válida. (Génesis 5:29) La maldición divina que se había pronunciado sobre el suelo que estaba fuera del jardín de Edén después de la transgresión de Adán fue quitada, y Noé (cuyo nombre significa “Reposo”) hizo que desde sus ofrendas quemadas ascendiera a Dios un olor conducente a reposo o descanso e indujo a Dios a dar reposo a la humanidad del duro trabajo de cultivar un suelo maldito. Dios también hizo que en la luz del Sol que ahora brillaba directamente sobre la Tierra debido a la remoción del dosel acuoso apareciera el primer arco iris de que hay informe. Aludiendo a aquel arco iris como una señal de garantía, Jehová prometió que “nunca más llegarán a ser las aguas un diluvio para arruinar toda carne.” Nunca más habrá un diluvio acuoso.—Génesis 9:8-15.
4. Habiendo pasado vivos a través del diluvio con Noé los tres hijos de Noé y sus esposas, ¿qué pregunta surgió ahora en cuanto a la “descendencia” prometida?
4 Los tres hijos de Noé, Sem, Cam y Jafet, junto con las esposas de éstos, sobrevivieron con él y su esposa. Ahora, ¿cuál de estos tres hijos sería aquel por el cual bajaría la línea que llevaría al aparecimiento terrestre de la “descendencia” de la “mujer” de Dios? La selección que tenía que hacerse afectaría de manera diferente a las tres razas que descenderían de los tres patriarcas, Sem, Cam y Jafet. La profecía que Dios hizo que Noé por inspiración pronunciara en cuanto a sus tres hijos en una ocasión crítica indicó la dirección en que iría el favor y la bendición divinos. ¿Qué base hubo para esto?
5. ¿Qué hizo que Noé pronunciara una maldición sobre Canaán el hijo de Cam?
5 En obediencia al mandato de Dios a los hijos de Noé de que se hicieran fructíferos en la Tierra, Sem llegó a ser padre de Arpaksad dos años después del principio del diluvio. (Génesis 11:10) Con el tiempo Cam llegó a ser padre de Canaán. (Génesis 9:18; 10:6) Algún tiempo después del nacimiento de Canaán hubo una ocasión en la cual Noé, por alguna razón que no se declara, se emborrachó con vino de su viña. Cam entró en la tienda de Noé y lo vio tendido sin cobertura, desnudo, pero no hizo nada para ocultar la desnudez de su padre. Más bien, lo pregonó a Sem y Jafet. Con debido respeto a su padre, Sem y Jafet rehusaron mirar la desnudez de Noé, y moviéndose con las espaldas vueltas a su padre, extendieron una tela sobre él. No abusaron del hecho de que su padre estuviera desnudo, sino que mostraron y mantuvieron su alto respeto a él como padre de ellos y como profeta de Jehová.
“Por fin despertó Noé de su vino y llegó a saber lo que le había hecho su hijo menor. Por lo cual dijo: ‘Maldito sea Canaán. Llegue a ser él el esclavo más bajo para sus hermanos.’ Y añadió: ‘Bendito sea Jehová, el Dios de Sem, y llegue a ser Canaán esclavo para él. Conceda Dios amplio espacio a Jafet, y resida él en las tiendas de Sem. Llegue a ser Canaán esclavo para él también.’”—Génesis 9:20-27.
6. Según la profecía de Noé, ¿por medio de qué hijo correría la línea que llegaría al Mesías?
6 Noé estaba sobrio cuando pronunció esas palabras. Él no maldijo a toda la raza que descendió de Cam, debido a la falta de respeto de Cam, especialmente para el profeta de Dios. De modo que Dios inspiró a Noé para que maldijera a un solo hijo de Cam, a saber, a Canaán, cuyos descendientes se establecieron en el país de Canaán en Palestina. Los cananeos sí llegaron a ser esclavos de los descendientes de Sem, cuando Dios hizo que los israelitas entraran en la tierra de Canaán de acuerdo con Su promesa a Abrahán el hebreo. Sem vivió quinientos dos años después del principio del Diluvio, de manera que su vida y la de Abrahán se traslaparon por ciento cincuenta años. (Génesis 11:10, 11) Noé declaró que Jehová era el Dios de Sem. Jehová había de ser bendecido, porque fue el temor de Él lo que movió a Sem a mostrar el debido respeto a Noé como profeta de Dios. Jafet sería tratado como huésped en las tiendas de Sem, y no como esclavo como lo sería Canaán. Así, por medio de ser anfitrión para su hermano Jafet, a Sem se le puso en categoría superior a la de él en la fraseología de la profecía. En armonía con esto, la línea de Sem llevaría hasta el Mesías.
LA FUNDACIÓN DE BABILONIA
7. ¿Qué nieto de Cam estableció el primer Imperio Babilónico, y cómo?
7 Otro descendiente de Cam que no resultó bueno fue su nieto Nemrod. Noé, que continuó vivo por trescientos cincuenta años después del principio del diluvio, vivió hasta ver la subida e indudablemente la caída de este bisnieto suyo. (Génesis 9:28, 29) Nemrod fundó una organización que obró como parte de la “descendencia” visible de la Gran Serpiente, Satanás el Diablo. Dice Génesis 10:8-12: “Y Cus llegó a ser padre de Nemrod. Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra. Él se exhibió poderoso cazador en oposición a Jehová. Es por eso que hay un dicho: ‘Como Nemrod poderoso cazador en oposición a Jehová.’ Y el principio de su reino llegó a ser Babel y Erec y Acad y Calne, en la tierra de Sinar. De esa tierra salió para Asiria y se puso a edificar a Nínive y a Rehobot-Ir y a Cala y a Resén entre Nínive y Cala: ésta es la gran ciudad.” Según esto, Nemrod estableció el primer Imperio Babilónico.
8, 9. (a) ¿Por qué no escogió Jehová a Babel como la ciudad sobre la cual colocar su nombre? (b) ¿El lenguaje de quiénes no fue cambiado en Babel?
8 Fue en Babel (llamada Babilonia por los judíos de habla griega) que se produjo la confusión del lenguaje de la humanidad, cuando Jehová Dios exhibió su desaprobación en cuanto a la construcción de la ciudad y de una torre vinculada con religión falsa dentro de ella, porque los edificadores se proponían hacerse un nombre célebre y evitar que se les ‘dispersara por toda la superficie de la tierra.’ No previeron la decadencia de las ciudades que está aconteciendo hoy día. (Génesis 11:1-9) Aunque este Imperio Babilónico de Nemrod fue el primer imperio de la Tierra, no llegó a ser la Primera Potencia Mundial del registro bíblico. El antiguo Egipto llegó a ser eso. El poder político de Babel fue debilitado, porque sus edificadores, ahora desunidos por lenguajes que diferían, fueron obligados así por Jehová a dispersarse por toda la Tierra.
9 Jehová Dios no escogió a Babilonia como la ciudad sobre la cual colocar su nombre. Noé y su hijo bendito Sem no participaron en la construcción de Babel ni su torre de religión falsa, y el lenguaje de ellos no fue confundido.
10, 11. (a) En los días de Sem, ¿en cuál de sus descendientes fue fijada la línea por la cual vendría la “descendencia” prometida? (b) Esto se indicó por ¿qué revelación, a quién?
10 Dos años después de la muerte de Noé en 2020 a. de la E.C., nació Abrahán en la línea de Sem, que todavía vivía. Este descendiente resultó ser un adorador del Dios de Sem, Jehová. Es posible que Sem haya sentido gran satisfacción al enterarse de la emocionante revelación que Jehová le hizo a Abrahán. Esto probó que Jehová se estaba apegando a su “propósito eterno” que había formado en el jardín de Edén después que Eva y Adán transgredieron. Fijó la venida de la “descendencia” de la “mujer” de Dios en la línea de Abrahán, de entre todos los descendientes de Sem. Pero, ¿qué fue la revelación divina que se le dio a Abrahán, a quien en aquel tiempo se llamaba Abrán?
11 Abrán (Abrahán) estaba en Mesopotamia, en la ciudad de Ur de los caldeos no lejos de Babilonia (Babel) cuando se le hizo la revelación. Génesis 12:1-3 nos dice: “Y procedió Jehová a decirle a Abrán: ‘Vete de tu país y de tus parientes y de la casa de tu padre al país que yo te mostraré; y haré de ti una nación grande y te bendeciré y de veras que haré grande tu nombre; y resulta ser una bendición. Y ciertamente bendeciré a los que te bendigan, y al que invoque mal sobre ti lo maldeciré, y ciertamente se bendecirán por medio de ti todas las familias del suelo.’”
12. ¿Para quiénes era “buenas nuevas” aquella revelación, y qué era o edad se puede decir que empezó al hacerse aquella revelación?
12 “Todas las familia del suelo”... ¡eso incluye a nuestras familias de hoy en este siglo veinte! ¡Los miembros de nuestras familias pueden procurarse una bendición por medio de este antiguo Abrán (Abrahán)! ¡Eso ciertamente es buenas nuevas! Y se dieron en el mundo posdiluviano de la humanidad allá en aquel tiempo remoto del siglo veinte antes de nuestra era común. Del significado de esto se comenta más tarde en estas palabras inspiradas: “Seguramente ustedes saben que los que se adhieren a la fe, éstos son hijos de Abrahán. Ahora bien, la Escritura, viendo anticipadamente que Dios declararía justa a gente de las naciones debido a fe, declaró las buenas nuevas de antemano a Abrahán, a saber: ‘Por medio de ti todas las naciones serán bendecidas.’” (Gálatas 3:7, 8) En vista de eso, puede decirse correctamente que la Época o Era de las Buenas Nuevas (la Época del Evangelio o Edad del Evangelio, como algunos quisieran llamarla) empezó allá poco antes de que Abrahán obedeciera el mandato divino.
13. (a) ¿Cuál era el estado de la carne de Abrahán cuando le vino el mandato de Dios, y por eso, qué fue lo que contó ante Dios? (b) ¿Cuándo cruzó Abrahán el río Éufrates?
13 También debe notarse aquí el hecho de que, cuando Dios escogió a Abrahán para que fuera el conducto de bendición para todas las familias y naciones, Abrahán no estaba circuncidado en la carne. El mandato que Dios le dio de que él y los varones de su casa se circuncidaran no vino sino por lo menos veinticuatro años después, el año antes del nacimiento de su hijo Isaac (1918 a. de la E.C.). Si no fue la condición carnal de Abrahán, entonces, ¿qué fue lo que contó ante Dios? Fue la fe de Abrahán. Jehová Dios sabía que Abrahán tenía fe en Él. No fue en vano que le expidió a Abrahán el mandato de salir de su tierra. Abrahán prontamente salió y se mudó con su casa hacia el noroeste a Harán, y desde allí, después de la muerte de su padre Taré en Harán, cruzó el río Éufrates y fue moviéndose hacia la tierra que Dios estaba procediendo a mostrarle. Su cruce del río Éufrates aconteció el 14 de Nisán en la primavera del año 1943 a. de la E.C., ó 430 años antes de la celebración de la primera Pascua por los descendientes de Abrahán abajo en Egipto.—Éxodo 12:40-42; Gálatas 3:17.
14. ¿Qué le dijo Jehová a Abrahán en la tierra de Canaán, y después de eso qué hizo Abrahán?
14 El profeta Moisés llevó un registro de esto; escribió: “Ante eso Abrán se fue tal como le había hablado Jehová, y lo acompañó Lot. Y Abrán tenía setenta y cinco años de edad cuando salió de Harán. Así es que tomó Abrán a Sarai su esposa y a Lot el hijo de su hermano y todos los bienes que habían acumulado y las almas que habían adquirido en Harán, y procedieron a salir para ir a la tierra de Canaán. Por fin llegaron a la tierra de Canaán. Y Abrán siguió atravesando la tierra hasta el sitio de Siquem, cerca de los árboles grandes de Moré; y en aquel tiempo el cananeo estaba en la tierra. Jehová ahora se le apareció a Abrán y dijo: ‘A tu descendencia voy a dar esta tierra.’ Después de eso él edificó allí un altar a Jehová, que se le había aparecido.”—Génesis 12:4-7; Hechos 7:4, 5.
15. ¿Por qué exigiría un milagro la promesa de Dios de darle una “descendencia” a Abrahán, y esto envolvía qué milagro mayor todavía?
15 Así, aunque en aquel tiempo Abrán, de setenta y cinco años de edad, no tenía hijos, ningún hijo por su esposa Sarai, de sesenta y cinco años de edad, sin embargo Jehová prometió que Abrán tendría descendencia o prole, a la cual Jehová daría la tierra de Canaán. Abrahán aceptó con fe aquella promesa divina. Porque, según las facultades de reproducción femeninas para aquel tiempo allá, esto era casi como si Dios estuviera prometiendo un milagro. Veinticuatro años más tarde, cuando Abrahán oyó que iba a tener un hijo por su esposa Sara, se rió y dijo en su corazón: “¿A un hombre de cien años de edad le nacerá un hijo, y Sara, sí, una mujer de noventa años de edad dará a luz?” (Génesis 17:17; 18:12-14) Si eso era ‘extraordinario,’ mucho más maravilloso sería el milagro que cumpliría la profecía de Dios que se da en Génesis 3:15. Esto se debía a que la “mujer” de Dios era celestial y la “descendencia” prometida de ella sería celestial y sin embargo esa “descendencia” estaría vinculada con la línea terrestre de descendientes de Abrahán. De esta manera esta “descendencia” de la “mujer” de Dios pudiera ser llamada “la descendencia de Abrahán,” sí, “hijo de Abrahán.”
16. La promesa de Dios de sacar naciones y reyes de Abrahán y Sara hizo que surgieran ¿qué preguntas, acerca de la “descendencia”?
16 Cuando Dios, por su ángel, le aseguró a Abrahán que tendría un hijo por su esposa Sara, al cual se llamaría Isaac, Dios le dijo a Abrahán: “Ciertamente te haré fructífero en sumo grado y de veras haré que llegues a ser naciones, y reyes saldrán de ti. . . . [a Sara] la bendeciré y también te daré de ella un hijo; y ciertamente la bendeciré y ella de veras llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella.” (Génesis 17:6, 16) Por eso, ¿cuál de esas “naciones” sería la nación favorecida de Jehová? ¿Tendría sobre sí un rey? ¿Llegaría a ser ese rey la “descendencia” de la “mujer” de Dios? Es solo lo natural hacer esas preguntas.
MELQUISEDEC
17. ¿Cuál fue el más sobresaliente trato con reyes de la tierra de Canaán en la carrera de Abrahán, y por qué le pagó Abrahán un diezmo?
17 Antes de esto, Abrahán había tenido que tratar con reyes terrestres. El más significativo de aquellos tratos fue cuando se encontró con el rey sobresaliente de la tierra de Canaán. Abrahán acababa de haberse visto obligado a rescatar a su sobrino Lot de las manos de cuatro reyes que habían invadido la tierra de Canaán y derrotado a cinco de los reyes de aquella tierra y se habían llevado cautivos, entre los cuales estuvo Lot. Mientras regresaba de haber derrotado a aquellos cuatro reyes merodeadores, Abrahán se acercó a la ciudad de Salem, en las montañas al oeste del mar Muerto. “Y Melquisedec rey de Salem sacó pan y vino, y él era sacerdote del Dios Altísimo. Entonces lo bendijo y dijo: ‘¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que ha entregado a tus opresores en tu mano!’ Con eso le dio Abrán el décimo de todo.” (Génesis 14:18-20) Puesto que, como Melquisedec le dijo a Abrahán, el Dios Altísimo había entregado a los opresores de Abrahán en su mano, era solo lo apropiado que Abrahán le diera el décimo de todos los despojos al sacerdote del Dios Altísimo, Melquisedec.
18. ¿Por qué no fue una expresión vana la bendición de Melquisedec a Abrahán, y cómo mostró David la importancia de aquél en el propósito de Dios?
18 La bendición de Melquisedec a Abrahán no fue una expresión vana. Contaba para algo, y armonizaba con la propia promesa de Jehová de que Abrahán debería ser una bendición para todas las familias del suelo... todas las familias deberían procurarse una bendición por medio de él. (Génesis 12:3) Este misterioso rey-sacerdote Melquisedec, aunque recibe tan escasa mención en la historia, no se perdió de vista. Novecientos años más tarde el Dios Altísimo inspiró a otro rey de Salem, el rey David de Jerusalén, para que profetizara y mostrara precisamente lo significativo que había sido Melquisedec dentro del propósito del Dios Altísimo. Según esto, Melquisedec era el tipo o prefiguración de un rey todavía mayor, uno hasta mayor que David, uno a quien hasta David se vería obligado a llamar “mi Señor.” Este rey prefigurado no podía ser otro sino el Mesías, la “descendencia” de la “mujer” de Dios. Por eso, bajo el poder del espíritu santo de Dios, David escribió, en Salmo 110:1-4:
“La expresión de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi diestra hasta que coloque a tus enemigos como banquillos para tus pies.’ La vara de tu fuerza Jehová enviará desde Sión, diciendo: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’ Tu pueblo se ofrecerá de buena gana en el día de tu fuerza militar. En los esplendores de la santidad, desde la matriz del alba, tienes tu compañía de hombres jóvenes justamente como gotas de rocío. Jehová ha jurado (y no sentirá pesar): ‘¡Tú eres sacerdote hasta tiempo indefinido a la manera de Melquisedec!’”
19. Aquel del cual se profetizó que empuñaría la vara de fuerza sobre el monte Sión tenía que ser descendiente de ¿quién? ¿Y por qué no estuvo David profetizando acerca de reyes desde Salomón hasta Sedequías?
19 Note lo que significan esas palabras inspiradas. El hecho de que el rey David dijera que Jehová enviaría la vara de fuerza del Rey desde Sión indica que el Rey sería un descendiente carnal de David. Según el pacto de Jehová con David para un reino eterno, nadie se sentaría como rey sobre el monte Sión y empuñaría el cetro de fuerza parecido a vara excepto un descendiente carnal de David. (2 Samuel 7:8-16) Por lo tanto, este individuo cuya vara de fuerza sería enviada desde Sión sería llamado un “hijo de David.” Pero en este caso David no se estaba refiriendo proféticamente a su hijo, el rey Salomón, quien fue el más glorioso rey de la línea de David que se sentó en el trono en el monte Sión y reinó sobre las doce tribus de su pueblo. David nunca se dirigió a su hijo Salomón llamándolo “Mi Señor,” ni a ningún otro de los reyes que vinieron después de Salomón en Sión hasta el mismo rey Sedequías. Además, ni Salomón ni ninguno de los reyes subsiguientes en el monte Sión fueron sacerdotes así como reyes, como lo fue Melquisedec.—2 Crónicas 26:16-23.
20. ¿Cómo, aunque hijo de David, sería este individuo profético sin embargo el “Señor” de David?
20 Sin embargo, puesto que este gobernante prometido había de ser un “hijo” del rey David, ¿por qué aludiría David a él llamándolo “Mi Señor”? Esto se debió al hecho de que este sobresaliente “hijo de David” sería un rey mucho más encumbrado que David. Aunque David se sentó en el “trono de Jehová” sobre el terrestre monte de Sión, él nunca, ni en su muerte, ascendió al cielo y se sentó a la “diestra” de Jehová. Pero el que llegaría a ser “Señor” de David lo haría. Pudiera aludirse a su posición real a la diestra de Jehová en el cielo llamándola un monte Sión celestial, porque fue representada por el monte Sión terrestre, que antes estaba encerrado dentro de los muros de Jerusalén pero hoy no lo está. Como Jehová mismo dijo, en Salmo 89:27, en cuanto al Mesías: “También, yo mismo lo pondré como primogénito, el altísimo de los reyes de la tierra.” No solo sería él un Rey de señorío más alto que el de David, sino que también sería para siempre un “sacerdote” del Dios Altísimo, como Melquisedec el rey de la antigua Salem.—Salmo 76:2; 110:4.
21. Entonces, ¿por qué llegaría a ser grande el nombre de Abrahán?
21 Poca cuenta se dio el patriarca Abrahán, allá en el siglo veinte a. de la E.C., de que entre los “reyes” de quienes él y su esposa Sara habían de llegar a ser antepasados estaría el rey mesiánico que fue prefigurado por Melquisedec, a quien Abrahán pagó diezmos de todos sus despojos de conquista. ¡No extraña que el nombre de Abrahán hubiera de hacerse grande debido a su asociación con ese Rey-Sacerdote! ¡No extraña que, por este Sacerdote-Rey como Melquisedec, todas las familias de la Tierra hubieran de bendecirse o procurar una bendición por medio de Abrahán!—Génesis 12:3.
EL “AMIGO” DE DIOS
22. ¿Cómo ilustró Dios que Su nación escogida vendría por medio del hijo por consanguinidad y heredero de Abrahán?
22 Después del victorioso encuentro bélico de Abrahán con los cuatro reyes invasores, Dios le prometió a Abrahán la protección necesaria y también que su “heredero” sería un hijo de él por consanguinidad. Por medio de una ilustración Dios le aseguró a Abrahán que la nación escojida de Dios vendría por medio de este hijo y heredero: “Entonces lo sacó fuera y dijo: ‘Mira hacia arriba, por favor, a los cielos y cuenta las estrellas, si de alguna manera puedes contarlas.’ Y pasó a decirle: ‘Así llegará a ser tu descendencia.’ Y él puso fe en Jehová; y él procedió a contárselo por justicia.”—Génesis 15:1-6.
23. ¿Con qué como base se le contó justicia a Abrahán, y se le justificó hasta qué condición?
23 No olvidemos que, en este tiempo, Abrahán todavía era un hebreo incircunciso. Por lo tanto, no se le podía contar justicia a Abrahán debido a que estuviera circuncidado en la carne; le fue contada debido a su fe en Jehová, quien estaba revelando parte de su propósito a Abrahán. De modo que Abrahán fue contado justo delante de Dios; así fue justificado hasta el nivel de amistad con Jehová Dios. Siglos después el rey Josafat de Jerusalén llamó a Abrahán el amigo o “amador” de Jehová. Todavía más tarde, por medio del profeta Isaías, Jehová lo llamó “Abrahán mi amigo.” (2 Crónicas 20:7; Isaías 41:8) Esto prueba cuán valiosa, cuán vital, es realmente la fe en Jehová con relación a su “descendencia.”
24. ¿Cómo llegó a ser padre de Ismael Abrahán, y entonces cómo lo llegó a ser para Isaac?
24 En el año 1932 a. de la E.C. Abrahán, por sugerencia de su esposa Sara que era estéril y de edad avanzada, tuvo un hijo por medio de la esclava egipcia de ella llamada Hagar y le dio a éste el nombre de Ismael. (Génesis 16:1-16) Trece años después de eso, en 1919 a. de la E.C., Jehová le dijo a Abrahán que Ismael no había de servir de la verdadera “descendencia,” sino que un hijo por su verdadera esposa Sara sería la “descendencia” escogida. Sería un hijo por una mujer que disfrutaba de libertad. Y así, en el año que siguió, Isaac nació cuando Sara tenía noventa años de edad. “Y Abrahán tenía cien años de edad cuando le nació Isaac su hijo.” Al octavo día de vida Isaac fue circuncidado, tal como su padre Abrahán lo había sido precisamente el año antes.—Génesis 21:1-5.
25. ¿Qué muestra el relato en cuanto a si Jehová hizo una nación que abarcara a todos los hijos por consanguinidad de Abrahán?
25 Es interesante notar que Dios no hizo ahora una nación de sus dos hijos, Ismael el primogénito e Isaac, una nación de dos tribus. No, sino que cinco años después, por la solicitud urgente de su esposa Sara, Abrahán despidió de su casa a Hagar y a Ismael el hijo de ella, para que se las arreglaran solos, para que fueran donde quisieran ir. (Génesis 21:8-21) Tampoco después, tras la muerte de Sara en 1881 a. de la E.C., hizo Dios una nación de Isaac y los otros hijos que Abrahán tuvo por medio de una concubina, Cetura, una nación de siete tribus. “Más tarde Abrahán dio todo cuanto tenía a Isaac, pero a los hijos de las concubinas que Abrahán tuvo, Abrahán les dio dádivas. Entonces los envió de donde estaba Isaac su hijo, mientras todavía estaba vivo, hacia el este, a la tierra del Oriente.”—Génesis 25:1-6.
26. ¿Debido a qué admirable demostración de fe recibió Abrahán una bendición especial en la tierra de Moría, y qué declaró esta bendición?
26 Una muy admirable demostración de fe por parte de Abrahán llevó a una gran bendición para este “amigo” de Jehová. Vino después de una prueba penetrante de la fe y obediencia de Abrahán para con el Dios Altísimo. La bendición de la aprobación divina fue pronunciada en la cumbre de una montaña en la tierra de Moría, que muchos piensan que fue el lugar donde el rey Salomón construyó el magnífico templo de Jehová siglos después. (2 Crónicas 3:1) Allí, en el lugar designado por Jehová, y sobre la madera esparcida encima de un altar de piedras acabado de hacer, estaba tendida la forma de un muchacho que crecía. Era Isaac. Al lado del altar estaba su padre Abrahán con un cuchillo de degüello en la mano. Estaba a punto de llevar a cabo el mandato de Dios de matar a Isaac en sacrificio y ofrecerlo como ofrenda quemada al Dios que le había dado a él milagrosamente aquel muchacho. Entonces:
“El ángel de Jehová se puso a llamarlo desde los cielos y a decir: ‘¡Abrahán, Abrahán! . . . No extiendas tu mano contra el muchacho y no le hagas nada, porque ahora sé de veras que eres temeroso de Dios puesto que nos has retenido de mí a tu hijo, tu único.’ . . . Y procedió el ángel de Jehová a llamar a Abrahán por segunda vez desde los cielos y a decir: ‘Por mí mismo de veras que juro,’ es la expresión de Jehová, ‘que por motivo de que has hecho esta cosa y no has retenido a tu hijo, tu único, yo seguramente te bendeciré y seguramente multiplicaré tu descendencia como las estrellas de los cielos y como los granos de arena que hay en la orilla del mar; y tu descendencia tomará posesión de la puerta de sus enemigos. Y por medio de tu descendencia ciertamente se bendecirán todas las naciones de la tierra debido a que has escuchado mi voz.’”—Génesis 22:1-18.
27. ¿Qué mostró esta declaración divina en cuanto a la selección de la “descendencia” y en cuanto a procurar la bendición por medio de ella?
27 Esto significaba que la prometida “descendencia” por medio de la cual todas las naciones se procurarían una bendición vendría por medio de la línea de Isaac. Así Jehová Dios mostró que él era quien estaba seleccionando la línea, y que ninguno de los medio hermanos de Isaac tendría parte en suministrar aquella “descendencia.” No obstante, las naciones que descendieran de los medio hermanos de Isaac podrían procurarse una bendición por medio de aquella “descendencia.” Todas las naciones de hoy, es decir, gente de todas las nacionalidades de hoy, igualmente pueden procurarse una bendición por medio de la “descendencia” de Abrahán.
28. Sem vivió suficiente tiempo como para enterarse de ¿qué acontecimientos vinculados con su línea de descendencia?
28 El patriarca Sem, sobreviviente del diluvio global, seguía viviendo y ha de haberse enterado de aquella bendición divina que se le pronunció a Abrahán; de hecho, Sem siguió viviendo y ha de haberse enterado del casamiento de Isaac con la hermosa Rebeca de Harán en Mesopotamia. Sem continuó viviendo hasta 1868 a. de la E.C., diez años después de aquel matrimonio, pero no vivió para ver la prole de aquel matrimonio. Pero Abrahán sí.—Génesis 11:11; 25:7.