Habitando juntos en honor
“¡Cuán bueno y cuán agradable es que los hermanos habitan juntos en unidad!”—Sal. 133:1.
1. ¿A quién se le debe todo honor, y por qué?
A JEHOVÁ se le debe todo honor, alabanza y gloria. Se le deben en virtud de su omnipotencia y porque en tal posición él mantiene integridad perfecta. Sus principios son rectos, así como lo son sus leyes y juicios, y él los guarda celosamente, jamás desviándose un ápice en su lealtad a ellos. Él los aprecia tanto que no únicamente cumple con ellos el mismo, sino que requiere de sus huestes angelicales y sus siervos fieles en la tierra que se conformen a estos principios.
2. ¿Qué se requería de los que estaban en la región celestial, y qué les sucedió a los que se desviaron?
2 Tal como se requiere una buena reputación de los que habitan juntos en honor en presencia de Jehová en la región celestial, así, también, él coloca una responsabilidad semejante sobre sus criaturas en la tierra. Hubo una desviación de la integridad en los cielos cuando el que se hizo Satanás se rebeló contra este medio ambiente honorable en el cual habitaba toda la hueste celestial. Como resultado, fue removido al debido tiempo. Ahora lleva un nombre de mala reputación.—Rev. 12:9.
3. (a) ¿Por qué debe acariciarse una buena reputación? (b) ¿Cuáles son las cualidades del que posee una buena reputación?
3 Una buena reputación también debe ser acariciada entre los hombres y debe buscarse ya que se expone como requisito en la Palabra de Dios. En Proverbios 22:1 (margen) se declara: “Ha de escogerse una buena reputación más bien que riquezas abundantes.” Discernimos de esto que Jehová tiene en alto respeto el tener buena reputación. Tal reputación se adquiere mediante una manera de proceder ejemplar, porque una persona que es recta es honorable y se adhiere a principios correctos. Por eso es obvio que el individuo que posee una buena reputación es confiable, leal, fiel, resuelto—hecho que muestra que la persona es digna de alabanza ante Jehová.
4. (a) ¿En pos de qué normas irá el hombre respetable? (b) ¿Cuáles son las consecuencias para el violador y para el cuerpo cristiano?
4 El ministro cristiano mantiene normas honorables en toda actividad. Las practica dentro de la congregación cristiana, en la relación matrimonial, en los negocios con los socios que tenga, con otros miembros de la sociedad el nuevo mundo; sí, y en cuanto a eso, ante los del mundo también. En otras palabras, en todas sus relaciones es un hombre de reputación. Cuando no se siguen los principios honorables o se infringen, pronto se desarrollan dificultades; y si se continúan éstas, traen resultados desastrosos. Cuando suceden violaciones, tales como adulterio, perversiones, negocios practicados fraudulentamente, mentir o injuriar, las consecuencias son calamitosas. El hacer caso omiso de la ley de Jehová y el practicar cosas detestables es una violación a las normas de Dios. El que hace tales cosas trae deshonra a Jehová Dios, a la congregación cristiana con la que está asociado, a sus amigos y sobre él mismo, resultando esto en que sea removido de la congregación. Por consiguiente, el habitar juntos armoniosa, unida y honorablemente no sólo se requiere, sino que también se acaricia por los que sirven a Jehová con devoción exclusiva.
5. (a) ¿Qué relación debe existir entre los que están en una congregación? (b) ¿Cómo mantuvo unidad Cristo Jesús con su Padre?
5 Donde hay un grupo de ministros cristianos fieles reunidos en una congregación, la relación de unos con otros es un cuadro verdadero de la cooperación. Puede compararse al cuerpo, que está compuesto de muchos miembros. Cuando los miembros funcionan según los dirige la cabeza, maravillosos logros pueden esperarse, porque todos están trabajando hacia el mismo fin. Se puede mantener el esfuerzo cooperativo por parte de todos los miembros con respeto pleno y completo a la posición de unos y otros. Lo importante es seguir la dirección de la cabeza. El honrar la cabeza se ilustró bien por Cristo Jesús cuando, en Juan 5:30, declaró respecto a su posición ante Jehová Dios, a quien siempre reconoció y confesó como cabeza suya: “No puedo hacer ni una sola cosa de mi propia iniciativa; así como oigo, juzgo, y el juicio que yo dicto es justo, porque yo busco, no mi propia voluntad, sino la voluntad de aquel que me envió.” Y en Juan 8:29: “Yo siempre hago las cosas que le agradan.” Por eso en el caso de Cristo Jesús absolutamente no hubo excepciones en cuanto a estar él en completa unidad con su Padre; y, verdaderamente, puede decirse que ‘habitaban juntos en unidad y honor.’
6. (a) ¿Qué principio honorable se mantiene dentro de la organización teocrática? (b) ¿Qué consejo dio Pablo a los de la congregación y a los superintendentes en cuanto a esto?
6 Se reconoce el mismo principio en la organización teocrática cuando respeto y honor apropiados se rinden a la autoridad. La congregación cristiana no es de ninguna manera un arreglo democrático, sino que es completamente teocrática, con los siervos ministeriales siendo nombrados a puestos de servicio en ella por el espíritu de Jehová, por medio de su organización. El apóstol Pablo dio consejo en cuanto a cómo los que están en la congregación deben estar en plena armonía con los principios piadosos de la superintendencia. Él les pidió que “estimen a los que trabajan duro entre ustedes y presiden sobre ustedes en el Señor y les dan amonestación, y muestren aún más que consideración extraordinaria para con ellos en amor por causa de su trabajo.” No a causa del individuo que tiene el puesto, sino a causa del puesto mismo. Los ministros cristianos verdaderos consideran el puesto con el debido honor y respeto. Pablo dio consejo adicional a favor de los superintendentes cuando declaró: “Sean obedientes a aquellos que los están gobernando y sean sumisos, porque ellos están vigilando por sus almas como los que han de dar cuenta, para que hagan esto con gozo y no con suspiros, por cuanto esto sería perjudicial para ustedes.” Al cuidar apropiadamente su puesto de superintendencia el superintendente de congregación no da su propia expresión o instrucciones, sino que simplemente cumple las de la Palabra de Jehová, la Biblia, y también procede de la manera que se le dirige por medio de la organización de Dios que lo está gobernando. En todo respecto, en honor, él vigila a los individuos como una expresión de amor que él les tiene a sus hermanos. También, es una expresión altruísta de amor, dado que lo hace gozosamente, no como si le fuese algo oneroso.—1 Tes. 5:12, 13; Heb. 13:17; 1 Ped. 5:2.
HERMANDAD
7. ¿Cómo deben sentirse los ministros cristianos los unos para con los otros en la congregación?
7 Los ministros cristianos no sólo recibirán instrucciones de modo correcto de los superintendentes, sino que también tendrán amor, respeto y consideración para sus hermanos con quienes se asocian constantemente en la congregación. El salmista declaró con énfasis: “¡Mira! ¡cuán bueno y cuan agradable es que los hermanos habiten juntos en unidad!” (Sal. 133:1) Es sumamente apropiado que se rindan respeto y consideración unos a otros. La declaración: “La familiaridad engendra desprecio,” no tiene lugar en la estructura de la organización de Jehová. En realidad la familiaridad íntima debe estrechar más a los cristianos y hacerlos más tolerantes unos con otros en lo que toca a pasar por alto faltas y dispensar las cualidades inherentes menores que cada uno posee en su imperfección.—Col. 3:13.
8. (a) ¿Cómo deben zanjarse los desacuerdos entre los de una congregación? (b) ¿Qué ilustración nos pone un buen ejemplo? Explique.
8 Si surgen disensiones entre hermanos, se arreglan en el medio ambiente de la tolerancia y consideración para las personas envueltas, con lo cual evitan una situación o circunstancia más seria. En cuanto a un ejemplo de la actitud apropiada en estos asuntos, consideremos la experiencia de Abrahán y Lot. Al viajar juntos en su nuevo territorio, surgió una disputa entre los manaderos del ganado de Abrahán y los manaderos del ganado de Lot. Fue necesario que se separaran y cada uno tomara una porción diferente de la tierra. Observe el arreglo generoso que Abrahán ofreció a Lot. Él declaró: “Por favor, que no continúe riña alguna entre ti y mí y entre mis manaderos y tus manaderos, porque nosotros somos hermanos. ¿No está a tu dispocisión toda la tierra? Por favor, sepárate de mí. Si tu vas a la izquierda, entonces yo iré a la derecha; pero si tú vas a la derecha, entonces yo iré a la izquierda.” “De modo que Lot alzó los ojos y vio todo el distrito del Jordán, que todo ello era una región bien regada antes de que Jehová destruyera a Sodoma y Gomorra, como el jardín de Jehová, como la tierra de Egipto hasta Zoar. Entonces Lot escogió para sí mismo todo el distrito del Jordán, y Lot mudó su campamento al oriente. De modo que se separaron el uno del otro. Abrán habitó en la tierra de Canaán, pero Lot habitó entre las ciudades del Distrito [el Jordán inferior].” (Gén. 13:8-12) Esto muestra que Abrahán no dio atención a sus propios intereses egoístas primero, sino que quiso arreglar las cosas amigablemente. Cuando se hace necesario arreglar desacuerdos o disputas entre hermanos, bien pudieran pensar en esta ilustración. El evitar disensiones y malos sentimientos dentro de la congregación es vital para la salud y el crecimiento de la congregación.
9. ¿Qué consejo dio Pablo cuando encontró disensiones en Corinto? ¿en Roma?
9 En una ocasión el apóstol Pablo llegó a Corinto y halló una situación desagradable donde había división entre algunos en la congregación. Algunos declaraban que eran de Pablo, otros decían que eran de Apolos, y otros de Cefas, y algunos de Cristo. Pablo dijo: “Se me hizo saber acerca de ustedes, mis hermanos, por los de la casa de Cloe, que existen disensiones entre ustedes.” “Ahora los exhorto, hermanos, por medio del nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos ustedes deben hablar de acuerdo, y que no debe haber divisiones entre ustedes, sino que estén aptamente unidos con la misma mente y con la misma forma de pensar.” (1 Cor. 1:10, 11) Cuando surja diferencia de opinión, debe buscarse la fuente de la dificultad para poder eliminarla; y Pablo aconsejó a los romanos: “No devuelvan mal por mal a nadie. Provean las cosas correctas a la vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres.” Y como amonestación adicional Pablo declaró: “Vigilen a los que crean divisiones y motivos para hacer tropezar contrario a la enseñanza que ustedes han aprendido, y evítenlos. Porque hombres de esa clase son esclavos, no de nuestro Señor Cristo, sino de su propio vientre, y con palabras melosas y habla lisonjera seducen el corazón de los cándidos.” Este es buen consejo preventivo. Vigile y elimine la dificultad, para mantener la unidad de la congregación.—Rom. 12:17, 18; 16:17, 18.
ZANJANDO DESACUERDOS
10. Si un ministro cristiano tiene un motivo de queja contra su hermano, ¿qué debe hacer en cuanto a ello?
10 Si hay algún desacuerdo de opinión entre hermanos, o si uno ha ofendido a otro, o si un hermano observa que su compañero cristiano peca, o si tiene un motivo de queja, debe dirigirse al individuo envuelto personalmente y considerar el asunto con él. Esto es enteramente bíblico, puesto que se nos aconseja: “Si su hermano comete un pecado, vaya y descubra su falta entre usted y él a solas. Si él le escucha, usted ha ganado a su hermano.” ¡Qué manera sana y lógica es ésta de zanjar disputas! Con demasiada frecuencia sucede que donde posiblemente hay motivo de queja entre dos personas, una se pone a considerarlo con muchas otras. Esta no es la cosa cristiana que hacer. Aun si se dirige a la persona y ésta no le escucha, todavía sería incorrecto que se pusiera a considerar el asunto con aquellos a quienes no les atañe. Lo correcto en tales circunstancias sería ‘llevar consigo a uno o dos más [hermanos maduros] para que por boca de dos o tres testigos todo asunto pueda establecerse.’ Si fracasa este método, preséntelo a la congregación.—Mat. 18:15-17.
11. Cuando se busca el perdón, ¿cómo debe tratar el ofendido al ofensor, y aun si hay una repetición?
11 El cristiano verdadero discernirá que tiene la culpa y pedirá perdón a la persona ofendida. ¿Qué debe hacer el miembro de congregación en caso de que otra vez sea ofendido por la misma persona? Entonces lo correcto es repetir el mismo proceder, y otra vez el ofensor podría pedir perdón. ¿Puede continuar pidiendo perdón después de cometer más daño, quizás sin haberlo hecho adrede? ¿Puede perdonar a un hermano en más de una ocasión su compañero cristiano? ¡Sí, certísimamente! Reconociendo que usted también es un pecador y comete muchos errores, pregúntese usted mismo: ¿Quisiera yo que me perdonaran sólo una vez? Ante este punto de vista el ofendido aceptará la disculpa del transgresor. Sobre este mismo punto Pedro preguntó: “Señor, ¿cuántas veces ha de pecar mi hermano contra mí y debo yo perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” “Jesús le dijo: ‘Yo te digo, no, Hasta siete veces, sino, Hasta setenta y siete veces.’”—Mat. 18:21, 22.
12. (a) ¿Por qué sería incorrecto que el ofendido continuara arengando a un hermano que pidió disculpas o hizo retribución apropiada? (b) ¿Por qué hay que considerar terminado tal asunto?
12 Obviamente, entonces, es obligatorio que el ofendido acepte la disculpa del violador y deje que eso concluya el asunto. Si no lo hace así, entonces, no estaría viviendo en unidad con su hermano. En caso de que continuara arengando a su hermano o no aceptara la disculpa o una situación corregida, y continuara diciendo a otros en cuanto a cómo había sido ofendido, entonces él mismo llegaría a ser un violador de los principios justos de Dios. Se nos dice: “Donde no hay leña se apaga el fuego, y donde no hay calumniador la contienda se acalla.” (Pro. 26:20) Esto indica que cuando un asunto ha sido zanjado apropiadamente, eso debe terminarlo. Si la llama del fuego es soplada continuamente, eso resultará en más contiendas y perturbación, violando los principios de Dios de unidad y de habitar juntos en honor, porque “como carbón para las ascuas y leña para el fuego, así es un hombre contencioso para enardecer la disputa.” (Pro. 26:21) Tal persona, aunque originalmente había sido ofendida, sería clasificada como calumniadora; y la Biblia claramente expresa: “Las palabras del calumniador son como cosas que han de engullirse vorazmente, las cuales ciertamente descienden hasta las partes más recónditas del vientre. Como el vidriado de plata sobre un fragmento de loza de barro son los labios fervientes junto con un corazón malo.” (Pro. 26:22, 23) Puesto que la apariencia exterior del hombre quizás no revele lo que está dentro de él, podría haber un corazón malo debajo de la superficie de apariencia inocente. Es una cosa honorable dejar que mueran las contiendas, cuando se busca el perdón apropiado, cuando se hace justicia al ofendido y cuando se deja descansar el asunto. Entonces es posible vivir juntos honorablemente.
EL ENTREMETERSE
13. ¿Por qué es una virtud el ocuparse uno de sus propios asuntos?
13 El ocuparse de los propios asuntos de uno es una virtud entre los ministros cristianos. Muéstrense respeto y amor los unos a los otros y promuevan unidad dentro de la organización. “Le es un honor al hombre cesar de contender: pero todo insensato se estará entremetiendo.” Unos mil años después que se hizo esta declaración se dio consejo semejante a los cristianos de Tesalónica: “Porque oímos que algunos andan desordenadamente entre ustedes, no haciendo ningún trabajo pero entremetiéndose en lo que no les atañe.” El entremeterse en los asuntos de otros es muy molesto. Sí, generalmente no para en este punto; y cuando no para, causa contienda.—Pro. 20:3, VA; 2 Tes. 3:11.
14. ¿Qué puede suceder si los ministros no están utilizando su tiempo para cuidar apropiadamente de sus deberes ministeriales, y qué consejo ofrecieron Pablo y Pedro?
14 Frecuentemente sucede esto cuando las personas no tienen bastante que hacer o no se ocupan en el trabajo ministerial a tal grado que su tiempo se utilice plenamente con provecho. Cuando sucede que la gente dispone de tiempo excesivo, pueden surgir dificultades. Debido a este mismo peligro en la congregación cristiana primitiva, Pablo escribió: “Al mismo tiempo [las viudas jóvenes] también aprenden a estar desocupadas, vagando por las casas, sí, no sólo desocupadas, sino también chismosas y entremetidas en asuntos ajenos, hablando de cosas que no deben.” De nuevo podemos ver que la desunión puede entrar en una congregación y la contienda puede surgir entre los miembros de ella cuando algunos hablan de cosas de que no se debería tratar, se entremeten en los asuntos de otras personas, y chismean. En vista de esto todos por lo tanto tomemos a pecho el consejo sano de Pedro: “Que ninguno de ustedes sufra. . .como entremetido en los asuntos de otras personas.” Tenemos una abundancia de consejo que ilustra la prudencia de estar diligentemente ocupados en nuestro trabajo ministerial; de otro modo, existe la posibilidad de que nos ocupemos en las mismas cosas contra las que hemos sido amonestados, y así estaríamos perjudicando la armonía y la unidad de la organización de Jehová.—1 Tim. 5:13; 1 Ped. 4:15; 2 Tes. 3:11.
HONOR DENTRO DEL CÍRCULO DE LA FAMILIA
15, 16. (a) ¿Qué posición ocupa el esposo y padre en el hogar cristiano? (b) ¿Cuál es la posición apropiada de la esposa en la unidad de familia?
15 El gobierno patriarcal fue dirigido por Jehová en tiempos pasados. Bajo este arreglo el esposo (y padre) estaba obligado a instruir a su entera familia en conformidad con la ley de Dios. Mientras todos los miembros de la familia observaban las instrucciones y las seguían obedientemente, existía una armoniosa unidad de familia. Se puede comparar la familia a una organización pequeña en este respecto.—Heb. 7:4, margen; Hech. 7:8; 2:29.
16 Dentro del arreglo de la familia la esposa también ocupa una posición muy respetada. Mujeres santas de la antigüedad ilustraron esto, y esta información se nos llama a la atención en 1 Pedro 3:5, 6: “Porque así, también, anteriormente las mujeres santas que esperaban en Dios solían adornarse, sometiéndose a sus propios esposos, como Sara solía obedecer a Abrahán, llamándolo ‘señor.’ Y ustedes han llegado a ser hijas de ella, siempre que sigan haciendo el bien.” El lugar de la mujer como ayudante es un lugar honorable también, como lo confirmó el escritor de Proverbios: “En ella el corazón de su dueño ha depositado confianza, y no falta ninguna ganancia. Ella le ha recompensado con bien, y no mal, todos los días de su vida. Su boca la ha abierto con sabiduría, y la ley de bondad amorosa está en su lengua. Ella está vigilando los sucesos de su casa.”—Pro. 31:11, 12, 26, 27.
17. ¿Qué circunstancias deben existir en la unidad de familia?
17 Cuando se ejerce apropiadamente la autoridad paternal y maternal y los hijos responden, reconociéndola y amoldándose a ella, uno ve a un grupo de familia como Jehová se lo propuso. La conducta honorable también se practicará para con los que están fuera de la organización de Jehová. Todos vigilarán cuidadosamente para no acarrear oprobio a las normas y principios elevados de la Palabra de Jehová.—Efe. 6:1-3.
18. (a) ¿Cómo perjudicaría a una unidad de familia el no corregir a los hijos? (b) ¿A qué grado deben vigilar los padres las actividades de sus hijos?
18 Si no se toman medidas disciplinarias cuando los hijos las requieren, los padres serían negligentes en sus deberes teocráticos así como finalmente serían perjudiciales al bienestar cristiano del hijo o de la hija. “La vara y la reprensión son lo que da sabiduría; pero el muchacho a quien se le da rienda suelta estará causando vergüenza a su madre.” (Pro. 29:15) El no disciplinar cuando se necesita podría perjudicar a la unidad de la familia. Los padres deben ver que sus hijos cuiden apropiadamente sus deberes ministeriales, concurran a reuniones para obtener instrucción apropiada, tengan un estudio bíblico en la casa para el progreso de la familia espiritualmente, así como superentender su diversión. Cuando los niños están ocupados probablemente no se meten en dificultades. El tiempo de solaz igualmente requiere de los padres superintendencia tan cuidadosa como otras actividades. También hay que vigilar las asociaciones de los hijos. Cualquiera, viejo o joven, puede ser afectado grandemente por las personas y cosas con las que se asocia. Hay un adagio entre los hombres: “Dime con quién andas, te diré quién eres.” Si los hijos tienen compañerismo con personas cuyos hábitos no son compatibles con las altas normas de la sociedad del nuevo mundo, ellos pronto adoptarán practicas e ideas malas. Escuchemos este consejo fuerte: “No sean engañados. Las malas asociaciones corrompen las costumbres provechosas.” A la inversa, podemos decir que las costumbres provechosas conducen a la salvación de la familia de uno. Si un individuo ha sido debilitado por las malas asociaciones, debe obrarse inmediatamente para recobrar al descarriado, como se muestra por estas palabras: “Despierten de manera justa al estado sobrio y no practiquen el pecado, porque algunos no tienen conocimiento de Dios. Hablo para moverlos a vergüenza.” Puesto que es verdaderamente profético lo que sucederá si se toleran las malas asociaciones, los padres deben quitar tales piedras de tropiezo de la senda de la vida de sus hijos. Este proceder apropiado acrecentará las bendiciones de la familia.—1 Cor. 15:33, 34.
MORALIDAD
19. (a) ¿Cómo podría ser manchada la virtuosa hoja de servicios de un cristiano? (b) ¿Qué requisitos aplican a una persona soltera prescindiendo de la cantidad de tiempo que dedique al ministerio?
19 El cristiano puede seguir un derrotero limpio y honorable por muchos, muchos años, habiendo vivido enteramente en conformidad con los principios elevados y eminentes de Jehová. Luego, por un solo acto de inmoralidad, puede destrozar su excelente hoja de servicios y perjudicar su lugar en la sociedad del nuevo mundo y aun su misma vida. No seamos engañados a emprender este derrotero sumamente insensato. Un acto de fornicación o adulterio viola la integridad del cristiano y sus votos de dedicación a su Dios. Vivamos vidas limpias, intachables, libres de los enredos de la excesiva complacencia para con nosotros mismos y del vivir desenfrenado que se practica tan libremente en este siglo veinte. En este respecto, la Biblia tiene en muy buen concepto la soltería y se considera el derrotero mejor, porque la persona que vive en la soltería no está dividida en su servidumbre a Jehová. Esto, sin embargo, no garantiza que no emprenderá un derrotero que resulte en inmoralidad. Tiene que vigilar estrechamente la manera en que anda para no entregarse a comportamiento relajado. “Si [los individuos solteros] no tienen gobierno de sí mismos, que se casen, porque es mejor casarse que estar encendido con pasión.” No obstante, no todos pueden hacer lugar para este don de la soltería en su vida. Es verdad que la persona soltera quizás pueda dedicar más de su tiempo y energía al ministerio, pero prescindiendo de cuanto de su tiempo ofrezca, no es de ningún valor si no puede abstenerse del derrotero incasto. La fornicación por parte de una persona soltera no puede ser sancionada sea cual fuere su puesto o la cantidad de tiempo que dedique al ministerio, como se muestra claramente en la Palabra de Dios. “A causa del predominio de la fornicación, que cada hombre tenga su propia esposa y cada mujer tenga su propio esposo.”—1 Cor. 7:2, 9.
20. ¿Cuál es la norma que han de alcanzar los que están casados?
20 El contrato matrimonial entre el hombre y la mujer es un contrato que Jehová estableció. Él estableció la norma de que el contrato matrimonial no debe ser contaminado. Corroborando esto, se declara en Hebreos 13:4: “Que el matrimonio sea honorable entre todos, y el lecho conyugal sea sin contaminación, porque Dios juzgará a los fornicadores y adúlteros.”—1 Tes. 4:3; 1 Cor. 6:15-18.
21. ¿Qué constituye elegibilidad para el matrimonio entre los cristianos dedicados?
21 El habitar juntos en honor también incluiría estipulaciones que Jehová ha establecido que constituyen elegibilidad para el matrimonio para el cristiano dedicado. Así como se nos amonesta fuertemente a estar separados del mundo, lo mismo es cierto en la relación matrimonial, pues debemos casarnos “sólo . . . en el Señor.” Eso establece un requisito para el testigo cristiano que espera casarse. Si un hombre va a casarse con cierta mujer, ella por lo tanto debe llenar los requisitos de una esposa dedicada. La mujer dedicada debe estar segura de que su futuro cónyuge es elegible por la misma norma. Esto es mostrar respeto apropiado a Jehová, que es el autor del matrimonio. Para que el matrimonio sea completamente honorable, ambos participantes deben ser dedicados. No se termina el asunto allí, sin embargo, ya que el buen comportamiento en el consorcio matrimonial tiene que continuar para traer honor a su autor, Jehová.
RELACIONES COMERCIALES
22, 23. ¿Cuál debe ser la actitud del empleado para con el patrón? ¿la actitud del patrón para con el empleado?
22 Otra circunstancia en que el comportamiento tiene que ser honorable es entre patrón y empleado, y especialmente entre los que son siervos dedicados de Jehová. Esta relación ha de ser recta, con el comportamiento de cada uno siendo propio de cristianos fieles. La honradez en las relaciones comerciales es una virtud. Sin embargo, se puede desvirtuar o dañar esta relación, y frecuentemente sucede así, cuando uno se aprovecha del otro simplemente porque ambos están relacionados en la fe. A veces un cristiano dirá: ‘Trabajo para un testigo de Jehová y por lo tanto puedo aflojar el paso. No es necesario que trabaje duro en lo absoluto, y a cualquier hora que quiera, puedo salir.’ ¿Debería ser éste el pensamiento correcto por parte de un empleado? Sin duda no, porque el patrón tiene derecho a un día de trabajo completo y justo, y con mucha más razón si el empleado está en relación de pacto con Jehová. En realidad, el empleado dedicado que trabaja para tal patrón debe cuidar de dar a su hermano cristiano el día de trabajo completo por el cual se le paga.
23 Lo inverso de esto también es cierto, donde el patrón no debe aprovecharse del empleado simplemente porque el empleado es un siervo de Jehová y un cotestigo de Jehová. Pablo habló de la relación apropiada. “Amos, sigan administrando lo que es justo y lo que es equitativo a sus esclavos . . . ustedes, también, tienen Amo.” Esto también se subraya en la ley de Moisés donde se declara: “No debes defraudar al trabajador asalariado . . . , sea de tus hermanos o de tus residentes temporarios. . . En su día debes darle su sueldo.” Por lo tanto los cristianos verdaderos siguen la norma de equidad y justicia por la cual tienen que regirse en la relación entre patrón y empleado.—Col. 4:1; Deu. 24:14, 15.
24, 25. (a) ¿Cuáles principios tienen que guiar al cristiano en los tratos comerciales? (b) ¿Qué debe evitarse, y por qué?
24 En otras relaciones comerciales donde un patrón o empleado no está envuelto necesariamente, hay ciertas normas correctas que los cristianos siguen a todo tiempo con el fin de evitar el perjudicar la reputación honorable que tienen ante Dios y los hombres. Esto sería cierto en los negocios, al vender diferentes mercancías, o en otros tratos. Al vender, se requiere medida completa y ésta tiene que darse, así como la ley dirigió a los israelitas que lo hicieran: “No debes llegar a tener en tu bolsa dos clases de pesas, una grande y una pequeña. No debes llegar a tener en tu casa dos clases de efas, uno grande y uno pequeño. Un peso exacto y justo deberías continuar teniendo. Un efa exacto y justo deberías continuar teniendo, a fin de que tus días lleguen a ser largos en el suelo que Jehová tu Dios te está dando. Porque el que hace estas cosas, todo obrador de injusticia, es algo detestable a Jehová tu Dios.” (Deu. 25:13-16) Las prácticas del cristiano de modo comercial, por lo tanto, tienen que ser honorables, no sólo entre los de la misma fe preciosa, sino en toda asociación. El punto se aclara en Miqueas 6:11, 13, 16 (Mof): “¿Puedo perdonar yo las balanzas incorrectas y los pesos escasos en la bolsa del comerciante? No, de ningún modo; te azotaré con ruina por tus pecados.” “Hago de ti un horror, y de tu pueblo un escarnio, para que lleve el oprobio de los paganos.”
25 Las prácticas que no se apegan a las normas justas y equitativas son aborrecidas por Jehová; y si algunos dentro de la estructura de la organización teocrática llegasen a ser culpables de estas prácticas, se requerirían medidas correctivas, con la esperanza de que el castigo llamara a la atención del malhechor su derrotero descarriado y que tal corrección salvara al que practica el fraude. Por otra parte, si no se mostrara arrepentimiento y la maldad fuese alentada, el culpable sería removido de la sociedad del nuevo mundo. La reputación de los cristianos en las relaciones comerciales por lo tanto tiene que ser completamente confiable, para que nunca haya razón para dudar de la integridad de los adherentes leales a la Palabra de Dios.
26. ¿Cómo considera la sociedad del nuevo mundo los principios de Jehová en sus tratos, y por qué razón?
26 La sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová en todas sus relaciones comerciales cumple con las normas de Jehová y las guarda celosamente, para que nada la desprestigie y resulte en traer deshonra. Comportamiento ejemplar para con todos se demuestra continuamente por la Sociedad Watch Tower Bible and Tract, lo cual resulta en una reputación muy buena en los tratos comerciales en este mundo. La misma norma elevada debe practicarse por parte de los individuos que componen la sociedad del nuevo mundo de testigos de Jehová para que no se le acarree oprobio a la organización limpia de Jehová ni a ellos mismos individualmente. Las infracciones le traerían deshonra al cristiano individual y a la sociedad del nuevo mundo en conjunto.
27. ¿Qué concepto se tenía de Ananías en Damasco, y por qué era eso tan loable?
27 Algunos ejemplos muy excelentes de cristianos individuales que poseyeron reputación excelente se hallan en la Biblia y se manifiestan para que tomemos nota. Se nos dice de un cristiano fiel, Ananías, “cierto hombre reverente según la Ley, acerca de quien daban buen informe todos los judíos que habitaban allí.” Esto es tanto más loable cuando se considera que él era cristiano y los judíos hablaban así de él.—Hech. 22:12.
28. ¿Qué clase de reputación tenía Cornelio no únicamente en Cesarea sino en toda la nación?
28 Cornelio, cuando buscaba la verdad de la Palabra de Dios, era también un hombre sumamente respetado en la comunidad donde vivía. “Cornelio, un oficial del ejército [margen, un centurión; al mando de 100 soldados], un hombre justo y que teme a Dios y acerca de quien da buen informe toda la nación de los judíos.” Ciertamente parecería que su reputación era irreprochable ya que, a pesar de ser soldado romano, hablaban de él de esta manera laudable los judíos mismos.—Hech. 10:22.
29. ¿Cómo sabemos que Daniel era un hombre honorable?
29 La conducta del profeta Daniel fue un ejemplo ético. De él los hombres declararon que era imposible hallar alguna causa contra Daniel mediante la cual una ley justa pudiera ponerse en vigor para encarcelarlo. “No hallaremos contra este Daniel ningún pretexto, si no lo halláremos contra él en lo que toca a la ley de su Dios.” Con el fin de “atraparlo” fue necesario que estos hombres malos hicieran agravio en forma de ley e hicieran que el rey Darío firmara un edicto escrito donde el rendir oración y súplica Daniel a Jehová constituiría una violación a la ley de los medos y de los persas.—Dan. 6:5-9, Mod.
30. Según Pedro, ¿cómo tiene que portarse el cristiano mismo entre los del mundo, y por qué se prohibe la desviación?
30 Igualmente, los cristianos mantendrán un informe honorable, aun entre las naciones, a tal grado que no se pueda hablar contra ellos en este respecto. “Mantengan recta su conducta entre las naciones, para que, en la cosa en que ellos están hablando contra ustedes como malhechores, ellos, como resultado de las obras rectas de ustedes de las cuales ellos son testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la inspección por él.” Si se nos pide que suframos por causa de la justicia y de las obras rectas, aguantaremos esto y no transigiremos con el fin de ganar los aplausos de los hombres. El hacer eso sería comportamiento deshonroso y traería el disfavor de Jehová, y haría que nos perdieran respeto las personas que contemplaran esa manera de proceder.—1 Ped. 2:12.
VIVIENDO VIDAS HONRADAS
31. Puesto que los testigos de Jehová están bajo escrutinio tan estrecho, ¿qué cuidado tienen que ejercer en cuanto a su comportamiento?
31 Seguramente es un derrotero honorable cuando se mantiene a una persona en buen concepto dentro de la congregación de Dios. Sin embargo, aún más que esto se desea, porque al cristiano le deben tener en buen concepto los de afuera también. Esto se muestra en las palabras de Pablo a Timoteo, en 1 Timoteo 3:7, donde se declara que el superintendente debe tener también un testimonio favorable de personas de afuera para que no caiga en vituperio y en una trampa del Diablo. Esto ciertamente sería evidente a la gente de afuera que constantemente está escudriñando el comportamiento de los testigos de Jehová. Verían que ellos son hombres y mujeres de integridad y que genuinamente viven en conformidad con los principios divinos. Pablo reconoció prestamente esta cualidad importante, como se muestra en sus palabras a los hebreos: “Oren por nosotros, porque confiamos tener una conciencia honrada, pues deseamos comportarnos honradamente en todo.”—Heb. 13:18.
32. ¿Qué consejo fuerte dio Pablo en cuanto al comportamiento de los cristianos?
32 Entonces, ¿no sería prudente el que todos nosotros probáramos el haber cauterizado profundamente en nuestro corazón y mente las palabras de Pablo según se registran en Filipenses 4:8, 9? “Finalmente, hermanos, cuantas cosas sean verdaderas, cuantas sean de importancia, cuantas sean justas, cuantas sean puras, cuantas sean amables, cuantas sean de buena reputación, cualquier virtud que haya y cualquier cosa que haya digna de alabanza, sigan considerando estas cosas. Las cosas que aprendieron así como también aceptaron y oyeron y vieron en conexión conmigo, practíquenlas; y el Dios de paz será con ustedes.” Todo miembro de la sociedad del nuevo mundo por lo tanto hágalo así, y de esta manera todos habiten juntos en honor.