Vida y luz conciertan
“Porque contigo está la fuente de la vida; por luz de ti podemos ver luz.”—Sal. 36:9.
1, 2. Por contrastes, ¿cómo podemos aumentar nuestro aprecio de la luz, tanto como necesidad y como fuente de deleite?
EL CONTRASTE entre la luz y la oscuridad es uno de los mayores contrastes que hay. Si en pleno día usted estuviera andando por una campiña abierta que le fuera nueva, se sentiría bastante confiado. No solo vería los objetos cercanos, o daría unos cuantos pasos y extendería el brazo y los tocaría, sino que también tendría una vista clara del paisaje lejano y distinguiría varios detalles, hasta un objeto que se viera moviéndose entre el conjunto de objetos distantes contra el fondo del cielo. Sin embargo, en la oscuridad total sería imprudente el dar un solo paso sin una antorcha o lámpara. Sus movimientos se caracterizarían por cuidado y precaución extremados.
2 La luz no es solo una necesidad vital para toda forma de vida y movimiento, sino que también aumenta mucho la belleza y el placer de la vida. Imagínese que, después de caminar bajo el brillo deslumbrante del sol del mediodía, uno entrara en un bosque sombreado. ¡Qué deleitable contraste! ¿Qué lo hace tan atractivo? La luz ahora llega atenuada y como con apacibilidad a los ojos, y se refleja en un sin fin de tonos y colores variados mientras uno, de pie allí, dirige la vista a los diferentes árboles y su follaje, y quizás a unas flores en las matas abajo. Al alzar la vista, en vez de quedar deslumbrado por el sol, uno ve que las ramas y las hojas han desmenuzado el cielo en miríadas de diminutos puntos y salpicaduras de luz. Uno quisiera sencillamente quedarse allí y disfrutar de la tranquila belleza de todo ello, especialmente si uno está acompañado de alguien que también sabe disfrutar tranquilamente de las cosas.
3. ¿Qué asociación natural se puede ver entre la luz y la vida?
3 Por supuesto, uno no apreciaría el tremendo valor de la luz, ni por su utilidad ni como fuente de interminable deleite, a menos que estuviera vivo y pudiera ver con los ojos. De hecho, mientras mejor sea la salud de uno y mejor sea su visión, de la misma manera mejor aprecia uno la luz. Ciertamente vida y luz conciertan.
4. (a) ¿Por qué y cómo dan por sentadas estas cosas muchas personas? (b) Ante una actitud de complacencia, ¿qué experiencia se puede citar?
4 Triste es relatarlo, pero muchas personas dan por sentadas estas cosas. Disfrutan ellas mismas con gozo de todos los beneficios de la vida y la luz, pero no meditan en su verdadera fuente. Piensan que la vida se produjo en gran parte por casualidad, un proceso de evolución sin que nadie fuera responsable de iniciarlo o controlar su funcionamiento. En cuanto a la luz, dicen que nosotros los que habitamos en la Tierra no tenemos que buscar su fuente más allá del Sol. ¡Qué sorpresa, por no decir qué susto, se llevarían estas personas si tuvieran la experiencia que tuvo cierto hombre en una ocasión! Él la relató al rey Agripa II como sigue: “Vi al mediodía en el camino, oh rey, una luz fulgurar desde el cielo en derredor de mí y de los que conmigo iban, cuyo resplandor sobrepasaba el del sol.” ¿Quién fue este hombre? ¿En qué ocasión sucedió aquello, y qué significado encerraba?—Hech. 26:13.
5. ¿Qué razones hay para aceptar como auténtica la experiencia de Saulo, que resultó en su conversión?
5 Muchos individuos, incluso algunos que afirman ser cristianos, creen que ciertas partes de la Biblia, que están registradas como realidades, pueden ponerse en una misma clase con el mito y la leyenda. Pero hasta los que adoptan ese punto de vista no niegan que un hombre llamado Pablo, anteriormente conocido como Saulo de Tarso, realmente vivió y escribió muchas cartas que forman parte de las Escrituras Griegas Cristianas. Tampoco hay razón para dudar de los detalles respecto a la conversión de Saulo según los registró aquel historiador confiable, Lucas, en Hechos 9:1-30. El registro entero lleva el sello de la verdad, incluso las palabras que Jesús le dijo a Saulo en aquella ocasión. Fue enteramente contrario a todo lo que Saulo posiblemente se pudiera haber imaginado, en vista del propósito resuelto con que iba a Damasco en aquella ocasión. Él describió el odio intenso que entonces les tenía a los cristianos, y le dijo al rey Agripa que “castigándolos muchas veces en todas las sinagogas trataba de forzarlos a hacer una retractación; y estando sumamente enojado contra ellos, fui hasta el extremo de perseguirlos aun en las ciudades de afuera,” es decir, lejos de Jerusalén. Fue cuando iba en camino a la ciudad de Damasco que se llevó el gran susto y sorpresa de su vida, como se mencionó antes. Aquélla fue la ocasión del suceso. ¿Qué significado encerraba?—Hech. 26:8-11.
DAR TESTIMONIO SOBRE LA LUZ SIGNIFICA VIDA
6. ¿Qué comisión le dio Jesús a Saulo, y por qué debe interesarnos esto?
6 Será de gran interés y beneficio el prestar atención cuidadosa a lo que Jesús le dijo a Saulo en aquella ocasión. Aprenderemos mucho tocante a la estrecha relación que hay entre la vida y la luz, lo cual mostrará lo mucho que esto nos afecta a todos, sea cual sea la manera en que respondamos. Hablando de la comisión que estaba por darle a Saulo, Jesús dijo: “Porque con este fin me he hecho visible a ti, para escogerte como servidor y testigo tanto de cosas que has visto como de cosas que haré que veas respecto de mí; mientras te libro de este pueblo y de las naciones, a quienes te envío, para abrirles los ojos, para volverlos de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios, a fin de que reciban perdón de pecados y una herencia entre los santificados por su fe en mí.”—Hech. 26:16-18.
7. ¿Cómo dio evidencia Saulo, más tarde conocido como Pablo, de haber aceptado su comisión?
7 Lo que Saulo pasó a decirle al rey Agripa muestra que él aceptó inmediatamente su comisión de ser testigo: “No me hice desobediente a la vista celestial. . . . Continúo hasta este día dando testimonio tanto a pequeño como a grande . . . [de] que el Cristo había de sufrir y, como el primero en ser resucitado de entre los muertos, iba a publicar luz tanto a este pueblo [los judíos] como a las naciones.” (Hech. 26:19-23) Saulo entendió y captó correctamente la intención de lo que Jesús le había dicho. La cuestión es: ¿Capta usted también la intención de las palabras de Jesús y cómo deben afectarlo? Considere.
8. (a) Explique cómo algunas expresiones pueden tener tanto un significado literal como figurativo. (b) ¿Qué muestra si la Biblia usa lenguaje figurativo o no?
8 Obviamente Jesús estaba utilizando lenguaje figurativo cuando le habló a Saulo acerca de ver ciertas cosas y abrir los ojos de otros para volverlos de la oscuridad a la luz. No había nada nuevo o raro en esto. La vista física y la mente están estrechamente enlazadas, y con frecuencia usamos expresiones que pueden tener un significado literal, físico, o un significado figurativo y a veces espiritual, con relación a la mente y el corazón. ¿No dice usted a menudo: “¡Oh! sí, ya veo,” dando a entender que entiende y aprecia lo que se ha dicho? Tenemos un buen ejemplo de esto cuando, en cierta carta, Pablo oró para que Dios “les dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento exacto de él; habiendo sido iluminados los ojos de su corazón.”—Efe. 1:17, 18.
9. ¿Qué simbolizan la luz y la oscuridad, cada una en contraste con la otra?
9 De lo susodicho se puede ver que la luz se usa como símbolo apropiado de la verdad y de cosas relacionadas con la verdad que se ofrecen a la inspección, como la justicia. En contraste, la oscuridad se usa como símbolo del error y la ignorancia, y también de cosas relacionadas con éstas que rehúyen la inspección, como la conducta vergonzosa y los hechos malos.
10. (a) ¿Fue de la verdad en general que dio testimonio Pablo? (b) ¿En qué beneficios progresivos resulta la aceptación de la verdad de la Biblia?
10 Pablo evidentemente se dio cuenta de que, bajo la dirección del Señor Jesús resucitado, habría de dar testimonio de la luz por medio de ‘poner de manifiesto la verdad’ a otros. (2 Cor. 4:2) Es decir, no la verdad en general, sino la verdad que contiene la Palabra de Dios, la Biblia. (Juan 17:17; 1 Tim. 2:4; 2 Tim. 2:15) A los que respondieran se les abrirían los ojos mentales y verían los pasos que tendrían que dar, no solo para entrar en la luz, sino para conseguir la vida. Y esta vida, semejante a la luz, es algo más, mucho más, que la vida física y temporal actual que tiene nuestro cuerpo carnal. Ese significado más profundo tocante a la vida se hace patente en las palabras que en seguida Pablo dice a los efesios: “Además, es a ustedes que Dios vivificó aunque estaban [anteriormente] muertos en sus ofensas y pecados.” Esta explicación es solo el primer paso hacia un entendimiento cabal de la vida desde el punto de vista de Dios.—Efe. 2:1.
11. (a) ¿Cómo podemos dar testimonio acerca de la luz, y cómo se relaciona ésta con la vida? (b) ¿Qué actitud tenemos que evitar con relación a esto?
11 Por consiguiente, podemos decir que vida y luz conciertan, hablando tanto figurativa y espiritualmente como literalmente. El dar testimonio acerca de la luz, la verdad, no solo significaba vida para Pablo, sino que también significa vida para nosotros... primero como recibidores de la luz, entonces como portadores de la luz a otros. ¿Ve usted, comprende usted, dónde y cómo lo envuelve esto a usted? Como ayuda para ver esto, prestemos un poco más de atención a lo que Jesús le dijo a aquel hombre que se dirigía a Damasco. Extraño como parezca, aunque físicamente cegado por un tiempo, éste ahora empezó a ver las cosas mentalmente, todo, de hecho, desde un punto de vista totalmente nuevo. Su corazón también estuvo envuelto en este proceso. Él no fue rebelde ni desobediente. Confiamos en que lo mismo se pueda decir de nosotros, teniendo presente la advertencia que Jehová le dio a Ezequiel: “Hijo del hombre, en medio de una casa rebelde es donde moras, que tienen ojos para ver pero realmente no ven, que tienen oídos para oír pero realmente no oyen, porque son casa rebelde.”—Eze. 12:2.
¿BAJO LA AUTORIDAD DE QUIÉN ESTÁ USTED?
12. ¿Qué objeto o fin se manifestó en la comisión de Saulo, y a qué pregunta lleva esto?
12 Cuando le habló a Saulo, Jesús dijo que el objeto o fin de abrir los ojos de la gente era “volverlos de la oscuridad a la luz y de la autoridad de Satanás a Dios.” (Hech. 26:18) Estas palabras mencionan así una fuente fundamental y una autoridad gobernante tanto en lo que toca a la oscuridad como a la luz, o, pudiéramos decir, tanto en lo que toca a la muerte como a la vida. Ciertamente queremos saber bajo la autoridad de quién estamos, y cómo pudiéramos efectuar un traslado, si se deseara, de uno a otro.
13. ¿Cómo muestra la Palabra de Dios que Jehová es la Fuente de (a) luz y (b) vida?
13 La Palabra de Dios aclara que Jehová es Fuente tanto de la vida como de la luz. Es “el Creador de los cielos, . . . el Formador de la tierra y el Hacedor de ella, . . . que la formó aun para ser habitada” con criaturas vivientes. El relato de la creación dado en el libro de Génesis confirma esto, al decir: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” Luego, como cosa que afectaba a la Tierra, “procedió Dios a decir: ‘Llegue a haber luz.’” Más tarde menciona la “lumbrera mayor para dominar el día,” es decir, el Sol, la principal fuente de luz, y también de energía, para la Tierra, sin el cual la vida en la Tierra sería imposible. El acto coronador de la creación terrestre vino cuando “procedió Jehová Dios a formar al hombre del polvo del suelo y a soplar en sus narices el aliento de vida y el hombre vino a ser alma viviente,” “a la imagen de Dios.” Adán, y luego Eva, fueron creados perfectos, con todos los sentidos y facultades, físicos y mentales, para que usaran plenamente y disfrutaran cabalmente tanto de la vida como de la luz.—Isa. 45:18; Gén. 1:1, 3, 16, 27; 2:7.
14. ¿Qué fundamento hay para ver en Jehová la Autoridad Suprema, y qué pregunta hace surgir esto?
14 De esto se hace patente que, no solo es Jehová Dios la Fuente y el Autor de la vida y la luz, el Creador y Dador de Vida, sino que en virtud de ello es correctamente la Autoridad Suprema, el Regidor Supremo en gobernación. (Sal. 103:19; Dan. 4:17, 35; Rev. 4:11) Al aceptar esto, naturalmente queremos saber cómo sería posible que hubiera una autoridad en oposición a Jehová. ¿Qué es la “autoridad de Satanás” que mencionó Jesús? ¿Cómo llegó a existir? Y ¿cómo podemos salir de debajo de su dominación?
15. (a) ¿Cómo trató sutilmente Satanás de socavar la autoridad de Dios? (b) ¿Cómo estuvo envuelta en esto la palabra de Dios? (c) ¿Qué movió a Adán y Eva en su proceder?
15 Como lo muestra el relato inspirado, Satanás intentó usar su influencia de manera sutil, y en esto tuvo buen éxito. ¿De qué manera? Por insinuación y falsedad. Presentó el error, al abrigo de una mentira, como sustituto de la verdad. En otras palabras, puso la oscuridad en sustitución de la luz. Es interesante el hecho de que esto fue con relación a la vida, cuando dijo que Eva no moriría sino que continuaría viviendo en la carne en la Tierra si obraba como él sugería. Le prometió iluminación o esclarecimiento aumentado cuando dijo, por medio de la serpiente: “En el mismo día que coman de él [el fruto prohibido] tendrán que abrírseles los ojos.” Luego, dando a entender que ella adquiriría libertad para ejercer autoridad sin depender de Dios, agregó: “Tendrán que ser como Dios, conociendo [por ustedes mismos] lo bueno y lo malo.” (Gén. 3:1-5) Satanás afirmó así que no se podía confiar en que la palabra y mandato que Dios había dado a Adán fuera una luz verdadera que hubiera de guiar y mantener a él y a su esposa en la vereda correcta que lleva a la vida. Primero Eva y luego Adán decidieron desobedecer el mandato sencillo y directo de Dios, y lanzarse en la vereda de la independencia egoísta, una vereda que alejaba de la vida y la luz en el favor de Dios y llevaba a la oscuridad y la muerte.—Sal. 119:105; vea también 2 Corintios 11:14.
16. (a) ¿Por qué es provechoso considerar la manera en que Satanás nos presenta las cosas? (b) ¿Cómo nos suministran esclarecimiento respecto a esto las Escrituras?
16 Pausamos aquí para considerar una de las principales tácticas de Satanás y cómo funciona. Por medios sutiles, por engaño, nos tienta a ver las cosas desde un punto de vista egoísta, como lo hizo en el caso de Eva. Si en el corazón estamos gobernados por el egoísmo, o llegamos a estarlo, entonces fácilmente caemos en el lazo de Satanás y fácilmente se nos ciega y engaña. Tratamos de justificarnos, y sacar de nuestra mente el temor a Dios. Vea lo clara y enérgicamente que se expresa esto en Salmo 36:1-3: “Hay la expresión de transgresión al inicuo en medio de su corazón; no hay pavor de Dios enfrente de sus ojos. Porque ha sido demasiado meloso para consigo mismo a sus propios ojos para descubrir su error para odiarlo. Las palabras de su boca son nocividad y engaño; ha cesado de tener perspicacia para hacer el bien.” El profeta Isaías expresa bien cómo Dios juzga a tales personas: “¡Ay de los que están diciendo que lo bueno es malo y lo malo es bueno, los que están poniendo oscuridad por luz y luz por oscuridad . . .! ¡Ay de los que son sabios a sus propios ojos y discretos aun enfrente de sus propios rostros!” Ciertamente debemos temer, de modo que no nos dejemos “endurecer [y por consiguiente cegar] por el poder engañoso del pecado.”—Isa. 5:20, 21; Heb. 3:13.
17. ¿A qué grado fue el hombre mismo responsable de llegar a estar cada vez en mayor medida bajo la influencia de Satanás?
17 Desde el tiempo de la rebelión en Edén, la influencia y control de Satanás sobre la humanidad en general se hizo cada vez mayor. Aunque Satanás llevaba la responsabilidad principal, sin embargo el hombre mismo también llevaba un gran grado de culpa. Tenga presente que Dios no se dejó sin testimonio al mundo de la humanidad. Aunque él es invisible, sin embargo “sus cualidades invisibles se ven claramente desde la creación del mundo en adelante, porque se perciben por medio de las cosas hechas, hasta su poder sempiterno y Divinidad, de modo que son inexcusables.” En estrecha armonía con Salmo 36:1-3, Pablo pasó a decir que “aunque [los hombres] conocieron a Dios, no lo glorificaron como Dios ni le dieron gracias, sino que se hicieron tontos en sus razonamientos y se les oscureció su corazón fatuo.” (Rom. 1:19-23) Es verdad que Satanás puso la oscuridad en sustitución de la luz, pero se tiene que admitir que los hombres en general prefirieron la oscuridad y la impiedad a la luz. La profecía inspirada de Enoc confirma esto, dando énfasis cuádruple a la impiedad. (Jud. 14, 15) Las tres excepciones de las cuales se informa hasta el tiempo del diluvio, a saber: Abel, Enoc y Noé, solo sirvieron para demostrar a las claras lo inexcusable del proceder de la mayoría. Aquellos hombres ‘anduvieron con Dios.’ De Noé se dijo que ‘mostró temor piadoso y condenó al mundo.’—Gén. 5:22; 6:9; Heb. 11:4-7.
AUTORIDAD DE REINO
18. ¿Qué desenvolvimiento se produjo después del Diluvio respecto a la autoridad de Satanás?
18 Después del Diluvio, vino el tiempo en que Satanás empezó a ejercer autoridad por vía de gobernación visible específica. Por primera vez leemos acerca de un reino. En Nemrod Satanás encontró un instrumento presto que podía usar en su ambicioso propósito, y concerniente a Nemrod leemos: “Él dio comienzo a lo de hacerse un poderoso en la tierra. Él se exhibió poderoso cazador en oposición a Jehová. . . . Y el principio de su reino llegó a ser Babel . . . en la tierra de Sinar. De esa tierra salió [en conquista] para Asiria y se puso a edificar a Nínive.”—Gén. 10:8-12.
19. (a) ¿Cómo se manifestó oposición a Jehová, y cómo respondió Jehová? (b) Aunque fue detenida, ¿cómo continuó desarrollándose esta oposición?
19 Enardecidos con ese mismo espíritu ambicioso y desafiador, ciertos hombres se resolvieron así a establecer autoridad y retenerla en sus propias manos. Dijeron: “¡Vamos! Edifiquémonos una ciudad y también una torre con su cúspide en los cielos, y hagámonos un nombre célebre, por temor de que seamos dispersados por toda la superficie de la tierra.” Esto era conveniente para el propósito de Satanás, pero estaba en oposición directa a Jehová, el Señor Soberano, y su propósito declarado. Él no cerró los ojos a la situación. Dios “procedió . . . a . . . ver la ciudad y la torre que habían edificado los hijos de los hombres.” Entonces hizo esta observación: “Pues, ahora no hay nada que tengan pensado hacer que no les sea posible lograr.” De modo que Jehová desbarató el propósito que tenían en unión por medio de confundirles el lenguaje y hacer que fueran dispersados por toda la Tierra. (Gén. 9:1; 11:1-8; Hech. 4:24) Sin embargo, la mayoría de los hombres todavía prefirió la gobernación humana, y siempre hubo individuos que tuvieron el espíritu de ambición de poder y autoridad que Satanás ha desplegado. Esto resultó en reinos hechos por el hombre, los cuales a veces fueron solo una ciudad-reino, y luego se ensancharon hasta abarcar una región entera, como los reinos de Moab y Amón, y finalmente hubo los grandes imperios y potencias mundiales.
20. (a) ¿Qué papel ha desempeñado la religión en los reinos hechos por el hombre? (b) ¿Qué excepción a esto registra la Biblia? (c) ¿Cómo y a qué grado ha tenido gobernación Satanás sobre la mayor parte de la humanidad?
20 La religión desempeñó un papel prominente en todos estos reinos, pero los gobernantes y sus súbditos no reconocían a Jehová como el Gobernante Supremo a quien le correspondiera adoración y sujeción. (Jer. 10:10; Dan. 6:26) La Biblia menciona una sola excepción, a saber, a Melquisedec, rey de Salem. Él también sirvió de “sacerdote del Dios Altísimo,” y, cuando bendijo a Abrán, dijo: “¡Bendito sea Abrán del Dios Altísimo, Productor de cielo y tierra!” Abrán mismo se refirió a Dios en términos similares cuando se dirigió al rey de Sodoma. (Gén. 14:18-23) Aparte de esto, por medio de religión falsa y engaño, Satanás ejerció gobernación sobre todos los reinos, junto con los ángeles desobedientes que se unieron a él. Por lo general no se está al tanto de esto porque Satanás y sus huestes demoníacas son invisibles a los ojos humanos. Invisibles, sí, pero de todos modos eficaces. En tres ocasiones Jesús llamó a Satanás el Diablo “el gobernante de este mundo.” Y, hablando de la lucha del cristiano contra el Diablo, Pablo dice que es una lucha “contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.”—Juan 12:31; 14:30; 16:11; Efe. 6:11, 12; vea también 2 Corintios 4:4.
21. (a) ¿Qué está envuelto en el ser librado de la autoridad de Satanás? (b) ¿Cómo han llegado hoy las cosas a una culminación en ambos lados?
21 De esto queda claro que cuando Jesús le habló a Saulo acerca de volver a la gente “de la autoridad de Satanás a Dios,” esto es un traslado de una gobernación a otra. Como Pablo escribió: “Él [Jehová] nos libró de la autoridad de la oscuridad y nos transfirió al reino del Hijo de su amor.” (Col. 1:13) Hoy, la situación ha llegado a una grande y tensa culminación en los dos lados contrarios, el de Jehová Dios y el de Satanás el Diablo. La predicha “enemistad” entre los dos lados ha llegado realmente a una culminación. (Gén. 3:15) Bajo el régimen de Satanás, la oscuridad es de mayor densidad que nunca. Los gobernantes y los gobernados no saben adónde dirigirse para resolver sus muchos exasperantes problemas. Es una ‘oscuridad tenebrosa que puede palparse.’ (Éxo. 10:21, 22) Pero bajo el régimen de Jehová por su Rey Mesiánico, Cristo Jesús, la luz de la verdad y la justicia está brillando con mayor intensidad que nunca, suministrando dirección y confianza claras a sus súbditos, además de muchos placeres y deleites espirituales. Así, la cuestión ante la humanidad gira en torno del tema de gobernación y autoridad conectada con reino.
22. ¿Dónde y cómo se recalcan autoridad y gobernación respecto (a) al reino mesiánico, y (b) respecto al esfuerzo de Satanás por obtener supremacía?
22 Note cómo se enfatiza este tema en el libro de Revelación. En una visión dada a Juan, éste oye voces fuertes en el cielo que dicen: “El reino del mundo sí llegó a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.” Esto se cumplió en 1914 E.C., al fin de la gobernación ininterrumpida del mundo por potencias gentiles, que Dios permitió por 2.520 años desde 607 a. de la E.C. Entonces, después de ver que el reino mesiánico nace, que hay guerra en el cielo y que del cielo se arroja al dragón, Satanás el Diablo, Juan escucha esta proclamación: “¡Ahora han acontecido la salvación y el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo!” En contraste, la siguiente visión dice que el dragón le da a la “bestia salvaje” (un símbolo de la organización política mundial de Satanás) “su poder y su trono y grande autoridad,” para que todos los pueblos de la Tierra le den su adoración. Autoridad y adoración similares se mencionan además respecto a la “imagen de la bestia salvaje,” un símbolo de la Organización de las Naciones Unidas de la actualidad. De hecho, la organización de Satanás “hace que les sea obligatorio a todas las personas” recibir su marca de identificación, sin la cual la vida se les hace poco menos que imposible.—Rev. 11:15; 12:10; 13:2, 15-17.
23. (a) En vista de esto, ¿qué preguntas deberíamos hacernos? (b) ¿Cómo ha de entenderse la última parte de Salmo 36:9, y a qué excelente conclusión lleva esto?
23 ¿Bajo la autoridad de quién está usted? ¿Está contento con que se le identifique como apoyador del orden mundial de Satanás? ¿O sinceramente desea escapar de debajo de su autoridad pero no está seguro en cuanto a qué pasos dar y teme lo que pudiera estar envuelto en ello? Como fuente de estímulo, vuelva a dirigirse al Salmo 36. Después de describir la mala actitud de los que siempre están en lo correcto ante sus propios ojos y, por consiguiente, no pueden ver sus errores o aprender a odiarlos, el salmista entonces se vuelve a Jehová. Ensalza Su bondad amorosa, fidelidad y justicia, y las bendiciones que reciben los que se refugian bajo Sus alas. Después de decir que Jehová es “la fuente de la vida,” agrega: “Por luz de ti podemos ver luz.” En otras palabras, es solo por medio de aprender a mirar las cosas, incluso a nosotros mismos, desde el punto de vista de él, que se nos puede volver de la oscuridad a la luz y podemos llegar a ver y comprender los pasos que tenemos que dar para conseguir vida eterna bajo la autoridad de Dios. Felices somos si andamos de concierto con esa luz, con la verdad y la justicia, porque “la senda de los justos es como la luz brillante que va haciéndose más y más clara hasta que el día queda firmemente establecido.” Entonces podemos unirnos a David en su oración: “Continúa tu bondad amorosa a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.”—Sal. 36:5-10; Pro. 4:18.
[Ilustración de la página 592]
El proceder independiente y egoísta de Adán y Eva los alejó de la luz y la vida y los llevó a la oscuridad y la muerte
[Ilustración de la página 593]
Dios frustró el propósito desafiante de los edificadores de la torre de Babel al confundir su lenguaje