El fin de la testificación mundial más cerca
1. (a) ¿Qué testificación adicional se les otorgó a los discípulos judíos de Jesús desde el Pentecostés de 33 E.C. en adelante? (b) ¿Qué efecto habría de tener esto en su testificación acerca de Jehová?
YA LA testificación mundial de parte de los discípulos de Jesucristo ha estado efectuándose por más de diecinueve siglos. Cuando Jesucristo estuvo en el monte de los Olivos en la primavera de 33 E.C. y dijo a sus discípulos judíos: “Serán testigos de mí,” estaba hablando a testigos natales de Jehová. (Isa. 43:1-12; 44:8) Pero desde entonces en adelante, o desde el derramamiento del espíritu santo de Dios sobre ellos diez días después en el Pentecostés en Jerusalén, también habrían de ser testigos de Jesús. ¿Por qué este testimonio adicional? ¿Tenía esto como propósito quitar algo de que fueran testigos dedicados de Jehová o hasta reemplazar el que fueran testigos de Jehová Dios? En vez de disminuir la importancia de proclamar el nombre de Dios, Jehová, y ponerlo en último término, eclipsado, el propósito era que el dar testimonio acerca de Jesús glorificara todavía más a Jehová Dios. Habría de dar más agudeza, más precisión, a la testificación en pro de Jehová. Habría de mostrar que Jehová no había mentido, sino que, después de más de cuatro mil años, al fin había levantado a su Mesías o Cristo.
2. ¿Qué provisión, a la que se hizo referencia primero en el Jardín de Edén, había llegado a ser ahora de importancia mundial?
2 El que Jehová hubiese provisto el Mesías o Ungido que mucho tiempo atrás había sido prometido era asunto de importancia mundial. Merecía que se diera a conocer a todo el mundo de la humanidad, hasta “la parte más lejana de la tierra.” Lo que Jehová Dios mismo había hecho merecía ser imitado por sus testigos fieles en la Tierra. ¿Qué era eso? Pues, dar testimonio acerca del verdadero e histórico Mesías o Cristo, Jesús el Hijo de Dios. Alrededor del año 4026 a. de la E.C., Jehová Dios le había dicho esto a la Serpiente que había ocasionado la caída del hombre en el Jardín de Edén: “Pondré enemistad entre ti y la mujer y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón.” (Gén. 3:15) Esta fue la primera referencia de Jehová al Mesías o Cristo.
3. Por consiguiente, ¿qué tenía que hacer Jehová para mostrar que su palabra estaba vindicada tocante a esto?
3 Cuando Dios vindicara su palabra de promesa levantando a su Mesías o Ungido, sería necesario que Él identificara a su Mesías dando testimonio acerca de él de manera sobrenatural. Toda la humanidad podría repetir la petición que se le hizo en una ocasión: “Resulte Jehová testigo fiel y verdadero.” (Jer. 42:5) Jehová resultó serlo.
4. ¿Cómo llegó a ser Juan testigo respecto a Jesús para con aquellos que venían a él para ser bautizados?
4 En la segunda mitad del año 29 E.C., después del bautismo de su Hijo, Jesús, en el río Jordán, Dios suministró una manifestación visible de su espíritu santo que descendía sobre Jesús ya bautizado, y Juan el Bautista oyó estas palabras de Dios desde el cielo: “Éste es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado.” Después de eso Juan el Bautista, un testigo judío de Jehová, pudo dar testimonio acerca de Jesús, que éste es el Mesías, como Juan mismo dijo: “Yo lo he visto, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.” (Mat. 3:13-17; Juan 1:29-34) De allí en adelante Juan dio testimonio a los que venían a él para ser bautizados, deseosos de estar preparados para llegar a ser discípulos del Mesías o Cristo de Jehová.
5. Tres años después, ¿cómo y dónde volvió a dar Jehová testimonio acerca de Jesús, y cómo dio Pedro testimonio de ello por escrito?
5 Tres años después, en el monte de la Transfiguración, de nuevo Jehová dio testimonio audible acerca de su Mesías, Jesús. Tres discípulos de Jesús, que vieron esta visión de su transfiguración con gloria sobrenatural, oyeron la voz de Dios desde el cielo decir: “Éste es mi Hijo, el amado, a quien he aprobado; escúchenle.” Después que Jesús fue resucitado de entre los muertos estos tres testigos oculares contaron la visión a los otros apóstoles de Jesucristo. (Mat. 17:1-9) Años después el apóstol cristiano Pedro escribió: “Porque él [Jesucristo] recibió de Dios el Padre honra y gloria, cuando palabras como éstas fueron dirigidas a él por la magnífica gloria: ‘Éste es mi hijo, mi amado, a quien yo mismo he aprobado.’ Sí, estas palabras las oímos dirigidas desde el cielo mientras estábamos con él en la santa montaña.”—2 Ped. 1:12-18.
6, 7. (a) ¿Cómo dio Dios testimonio acerca de Jesús durante toda la carrera pública de éste? (b) ¿Qué le dijo Pedro a Cornelio acerca del papel que Dios desempeñaba en relación con Jesús como el Cristo?
6 Durante toda la carrera pública de Jesucristo en la Tierra Jehová dio testimonio del hecho de que aquél era el Mesías predicho dándole las buenas nuevas del reino de Dios para que las predicara y otorgándole poderes milagrosos. Por consiguiente, cuando el apóstol Pedro estaba dando el testimonio a los primeros conversos gentiles al cristianismo, pudo hablar acerca del Mesías de Jehová así:
7 “Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que hizo tanto en el país de los judíos como en Jerusalén; pero ellos también le quitaron la vida colgándolo en un madero. Dios levantó a Éste al tercer día y le concedió manifestarse, no a todo el pueblo, sino a testigos nombrados de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que se levantó de entre los muertos. También, nos ordenó que predicásemos al pueblo y que diésemos testimonio cabal de que éste es El decretado por Dios para ser juez de vivos y de muertos.”—Hech. 10:38-42.
8. ¿Qué testimonio dio Dios a favor de Jesús que fue extraordinariamente poderoso, según lo menciona Pablo en Romanos 1:1-5?
8 Extraordinariamente poderoso fue el testimonio que Jehová Dios el Todopoderoso dio a favor de su Mesías al resucitarlo de entre los muertos. Llamando la atención a este irresistible testimonio divino, el apóstol Pablo pudo escribir a los cristianos romanos: “Las buenas nuevas de Dios, que él prometió en tiempo pasado por medio de sus profetas en las santas Escrituras, acerca de su Hijo, que provino de la descendencia de David según la carne, pero que con poder fue declarado Hijo de Dios según el espíritu de santidad mediante la resurrección de entre los muertos —sí, Jesucristo nuestro Señor, por medio de quien recibimos bondad inmerecida.” (Rom. 1:1-5) Solo Dios el Todopoderoso podía dar un testimonio como éste para probar quién era en realidad Cristo.
9. ¿De quién dependía principalmente Jesús para un testimonio acerca de él, y cómo explicó esto a los judíos?
9 Jesucristo mismo dependía del testimonio de Dios más bien que del testimonio de los hombres. A los judíos que no se habían convencido de que él era el Mesías, Jesús dijo: “Si yo solo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio acerca de mí, y sé que el testimonio que da acerca de mí es verdadero. Ustedes han despachado hombres a Juan [el Bautista, que entonces estaba en prisión], y él ha dado testimonio a la verdad. Sin embargo, yo no acepto el testimonio de parte de hombre, mas digo estas cosas para que ustedes sean salvos. . . . Mas yo tengo el testimonio mayor que el de Juan, porque las obras mismas que mi Padre me asignó realizar, las obras mismas que yo hago, dan testimonio acerca de mí de que el Padre me despachó. También, el Padre que me envió ha dado testimonio él mismo acerca de mí. . . . Ustedes escudriñan las Escrituras, porque piensan que por medio de ellas tendrán la vida eterna; y éstas son las mismas que dan testimonio acerca de mí.” (Juan 5:31-39) Así Jesús dependía del testimonio más poderoso e irrefutable, a saber, del de Jehová Dios y de su Palabra inspirada, la Biblia inspirada.
10, 11. (a) ¿Qué contraste hay entre aceptar el testimonio en los tribunales de derecho humanos y aceptar el de Dios? (b) Si rechazamos el testimonio de Dios, ¿qué hacemos de Él, según el argumento de Juan en 1 Juan 5:9-12?
10 En los tribunales de derecho de hoy los jueces y el jurado se inclinan a aceptar el testimonio que dan simples hombres y mujeres imperfectos. ¿Por qué no deberíamos aceptar más bien el testimonio del perfecto e infalible Dios Todopoderoso, Jehová? Existe toda razón legal para que aceptemos su testimonio infalible. Si no lo hacemos, significa que estamos rechazando su testimonio y estamos haciendo de él un mentiroso. Éste es el argumento que presenta el apóstol Juan, en 1 Juan 5:9-12:
11 “Si recibimos el testimonio que los hombres dan, el testimonio que Dios da es mayor, porque éste es el testimonio que Dios da: el hecho de que él ha dado testimonio respecto a su Hijo. La persona que pone su fe en el Hijo de Dios tiene el testimonio dado en su propio caso. La persona que no tiene fe en Dios lo ha hecho mentiroso, porque no ha puesto su fe en el testimonio dado, el cual Dios como testigo ha dado respecto a su Hijo. Y éste es el testimonio dado: que Dios nos dio vida eterna, y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo tiene esta vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene esta vida.”
12. (a) ¿Por qué es irrazonable asumir la actitud de que se nos hace imposible aceptar el testimonio de Dios? (b) ¿Qué futuro de la humanidad depende del nacimiento de Jesús por parto virginal?
12 ¿Qué hay si el testimonio que Dios da sobrepasa por mucho al testimonio que pudiera dar el hombre? Eso no indica que Dios sea mentiroso y que su testimonio sea imposible. Es de esperarse que Dios hiciera algo que fuera imposible que el simple hombre hiciera; como el ángel Gabriel le dijo a la virgen judía María respecto al nacimiento de su Hijo, Jesús, por parto virginal (cosa que cada vez más clérigos de la cristiandad alegan que es imposible creer): “Con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.” (Luc. 1:26-37) Y no resultó ser una imposibilidad. La vida eterna futura de toda la humanidad en una Tierra paradisíaca en felicidad perfecta dependía de aquel nacimiento del Hijo de Dios por parto virginal. De modo que se trata de vida eterna o muerte eterna para nosotros según aceptemos o rechacemos el testimonio dado por Dios.
13. Según Juan 8:17, 18, ¿cuál es la base más poderosa que tenemos para creer el testimonio que se ha dado?
13 Jesucristo el Hijo de Dios señaló la ley de Dios que el profeta Moisés dio a los judíos y dijo: “En la propia Ley de ustedes está escrito: ‘El testimonio de dos hombres es verdadero.’ Yo soy quien doy testimonio acerca de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio acerca de mí.” (Juan 8:17, 18) Aquí tenemos la base más poderosa para creer, a saber, el testimonio concordante de los dos Personajes más grandes de toda la existencia, Jehová Dios y Jesucristo.
14. A fin de imitar a Jehová Dios y a Jesucristo, y hacer lo que Jesús dijo a sus discípulos judíos, ¿qué tenemos que hacer como cristianos verdaderos?
14 Ciertamente puesto que Jesucristo aceptó el testimonio dado por su Padre celestial, el Dios Todopoderoso, y dependió de él, todos los que quieren ser cristianos verdaderos también deben aceptar el propio testimonio de Dios, a fin de imitar a Jesucristo. Además, Jesucristo dio testimonio acerca de la verdad porque Dios su Padre lo hizo: de tal Padre tal Hijo. (Juan 18:37) Y puesto que Jehová Dios mismo ha dado testimonio fiel tocante a Jesucristo, entonces todos los que quieren imitar a Dios, todos los que alegan ser testigos de Jehová, todos los que alegan ser seguidores del Hijo unigénito de Jehová, también deben y tienen que hacer lo que Jesucristo dijo a sus discípulos judíos en el monte de los Olivos que hicieran: Ser “testigos de mí.”
15. (a) Por el testimonio que da acerca de Jesús, ¿qué hace Jehová tocante a su propio nombre? (b) ¿Cómo puede decirse que los cristianos verdaderos son más privilegiados como testigos que los testigos precristianos de Jehová?
15 Por el maravilloso testimonio que Él da acerca de su Hijo Jesucristo, Jehová Dios se engrandece más que nunca. Se glorifica tanto más como el Dios Todopoderoso y verdadero que prometió y también produjo al Mesías. Da tanta más razón para que su nombre como Padre celestial sea santificado. (Mat. 6:9) Su nombre, Jehová, todavía ocupa un lugar superior al de su Hijo, Jesús. Los que llegan a ser testigos de Jesucristo todavía siguen siendo testigos de Jehová. Son primero testigos de Jehová Dios antes que testigos de su Hijo Jesucristo. Son los testigos cristianos de Jehová con un mensaje más maravilloso y en una posición más privilegiada que aquellos que fueron testigos fieles de Jehová antes de la venida de su Hijo Jesucristo.—Heb. 11:1 a 12:2.
EL CONTENIDO DE SU TESTIMONIO, ENTONCES Y AHORA
16. ¿Por qué fue necesario que los discípulos judíos de Jesús esperaran en Jerusalén antes de emprender su trabajo de dar testimonio acerca de Jesús?
16 Aquellos discípulos de Jesucristo que oyeron su mandato final en el monte de los Olivos y que lo vieron ascender hacia el cielo obedecieron fielmente lo que les dijo que hicieran. Esperaron en Jerusalén hasta recibir el espíritu santo de Dios por medio de Cristo con el cual dar testimonio acerca de Jesús, exaltando a Jehová Dios todavía más con este testimonio sobre su Hijo Mesiánico Jesús. No confiaron en sus propias fuerzas, sino en la ayuda del espíritu de Jehová a fin de presentar su testimonio, obrando como profetas cristianos. Tal como el ángel le dijo al apóstol Juan, en Revelación 19:10: “Yo simplemente soy coesclavo tuyo y de tus hermanos que tienen la obra de dar testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el dar testimonio de Jesús es lo que inspira el profetizar.” Por eso, cuando surgió oposición violenta contra su testificación, fue ese espíritu el que los impelió poderosamente; tal como leemos, en Hechos 4:31: “Y cuando hubieron hecho ruego, fue sacudido el lugar en que estaban reunidos; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo y hablaban la palabra de Dios con denuedo.”
17, 18. (a) ¿Desde dónde habían de empezar a dar testimonio acerca de Jesucristo y Jehová aquellos discípulos del primer siglo, y después de recibir qué? (b) ¿Qué testimonio dio Pedro acerca de Jesús en el Pentecostés?
17 Todos los que llegaron a ser discípulos de Cristo allá en los tiempos apostólicos durante el primer siglo E.C. pudieron dar testimonio acerca de Jesucristo junto con su Padre celestial, Jehová Dios. ¿Testimonio de qué? El registro escrito que tiene precisamente la cosa que “inspira el profetizar” nos dice de qué dieron testimonio, lo que contenía su testimonio. Nos dice que el resucitado Jesús dijo a sus apóstoles: “Comenzando desde Jerusalén, ustedes han de ser testigos de estas cosas. Y, ¡miren! envío sobre ustedes lo que está prometido por mi Padre [en Joel 2:28, 29]. Ustedes, sin embargo, permanezcan en la ciudad [de Jerusalén] hasta que lleguen a estar revestidos de poder desde lo alto.” (Luc. 24:47-49) En cumplimiento de esas instrucciones, en Jerusalén, después del derramamiento del espíritu santo sobre los discípulos, el apóstol Pedro dijo a más de tres mil celebrantes judíos en la fiesta del Pentecostés:
18 “De hecho David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 2:1-36.
19. A la vez que Pedro daba testimonio de Jesús en el Pentecostés, continuó obrando como ¿qué, y con mayor gloria para quién?
19 El registro tocante a ese día continúa diciendo: “Y con muchas otras palabras dio testimonio cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ‘Sálvense de esta generación perversa.’” (Hech. 2:40) Nótese aquí que el apóstol Pedro, aunque fielmente daba testimonio de Jesucristo, al mismo tiempo continuaba obrando como testigo de Jehová, dando la mayor gloria a Jehová Dios por lo que había hecho en relación con su Mesías.
20. ¿Cómo se inició en Samaria el dar testimonio de Jesús? ¿Se introdujo sin hacer referencia a Dios?
20 En cuanto a la provincia de Samaria, que colindaba con la provincia de Judea, leemos: “Sin embargo, los que habían sido esparcidos [por la persecución bajo el fariseo Saulo] fueron por la tierra declarando las buenas nuevas de la palabra. Felipe, uno de éstos, bajó a la ciudad de Samaria y se puso a predicarles al Cristo. . . . cuando creyeron a Felipe, que estaba declarando las buenas nuevas del reino de Dios y del nombre de Jesucristo, procedieron a bautizarse, tanto varones como mujeres. . . . Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén oyeron que Samaria había aceptado la palabra de Dios, les despacharon a Pedro y a Juan; y bajaron éstos y oraron para que recibiesen espíritu santo. . . . Por lo tanto, habiendo dado el testimonio cabalmente y hablado la palabra de Jehová, se volvieron a Jerusalén, e iban declarando las buenas nuevas a muchas aldeas de los samaritanos.” (Hech. 8:4-25) Los samaritanos creyentes y bautizados recibieron el espíritu santo cuando Pedro y Juan les impusieron las manos. Recibieron el testimonio acerca de Jesús, pero esto era parte de la predicación del “reino de Dios.” Fue el espíritu de Dios lo que recibieron.
21, 22. ¿Qué resultado dio con referencia a Dios la introducción del testimonio de Jesús entre los primeros conversos gentiles?
21 Algún tiempo después de haberse dado aquel testimonio de Jesús a aquellos samaritanos circuncisos, el apóstol Pedro fue enviado a Cesarea que estaba en la punta del noroeste de Judea para dar el testimonio de Jesús al centurión italiano Cornelio y a sus parientes y amigos.
22 Más tarde, al explicar a los discípulos que estaban en Jerusalén por qué había bautizado a aquellos gentiles creyentes, el apóstol Pedro dijo: “Por lo tanto, si Dios dio el mismo don gratuito [de espíritu santo] a ellos que también dio a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?” ¿Cómo respondieron aquellos discípulos a este informe de la conversión de los gentiles incircuncisos? Dice el registro: “Ahora bien, cuando oyeron estas cosas, asintieron, y glorificaron a Dios, diciendo: ‘¡Conque Dios ha concedido también a la gente de las naciones arrepentimiento con la vida como objeto!’” (Hech. 10:1 a 11:18) Así que el dar testimonio de Jesús a los gentiles incircuncisos resultó en que los discípulos dieran gloria a Jehová Dios, el Padre del Señor Jesús el Mesías.
23, 24. (a) Según el registro, ¿acerca de quién dio testimonio el apóstol Pablo en Corinto y en Roma? (b) Al tiempo de su encarcelamiento en Roma, ¿hasta qué grado se habían predicado las buenas nuevas?
23 Después de eso el apóstol Pablo fue enviado como “apóstol a las naciones.” (Rom. 11:13; Hech. 13:1-4; 16:6-12) Sobre su obra en Corinto, Grecia, leemos: “Pablo empezó a estar intensamente ocupado con la palabra, dando testimonio a los judíos para probar que Jesús es el Cristo [o, Mesías].” (Hech. 18:5) Más tarde, cuando Pablo fue hecho prisionero en Jerusalén, el Señor Jesús le dijo: “¡Ten buen ánimo! Porque como has estado dando testimonio cabal de las cosas acerca de mí en Jerusalén, así también tienes que dar testimonio en Roma.” (Hech. 23:11) Dos años después, cuando Pablo estuvo bajo custodia en Roma, ¿qué hizo? El registro nos dice: “Les explicó el asunto [a los visitantes] dando testimonio cabal respecto al reino de Dios y tratando de persuadirlos respecto a Jesús tanto por la ley de Moisés como por los Profetas, desde la mañana hasta la tarde.” (Hech. 28:23) Desde allá en Roma Pablo pudo escribir lo siguiente, aun alrededor del año 61 E.C., a la congregación cristiana de Colosas, Asia Menor:
24 “La esperanza de esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se predicaron en toda la creación que está bajo el cielo.”—Col. 1:23.
25. (a) ¿Qué resultado dio tocante a la conversión del mundo el cumplimiento allá en aquel tiempo de las palabras de Jesús en Hechos 1:8? (b) ¿Qué resultado tuvo dicha testificación mundial de entonces en cuanto a los historiadores seglares?
25 Se ve, pues, que aun allá en los días apostólicos del primer siglo de nuestra era común las palabras proféticas de Jesucristo, a saber: “Serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea y en Samaria y hasta la parte más lejana de la tierra,” no habían resultado falsas. Pero eso no resultó en conversión mundial hace mil novecientos años. Nunca hubo el propósito de que las palabras de Jesús significaran eso. Pero tan poderoso fue el testimonio que se dio acerca de él que los registros de la existencia y las primeras actividades de la congregación cristiana no fueron pasadas por alto por los historiadores seglares, sino que estos historiadores no bíblicos han dado testimonio de la realidad del cristianismo hace diecinueve siglos.
TESTIFICACIÓN MUNDIAL DEL SIGLO VEINTE
26. ¿Qué ha hecho la cristiandad acerca de diseminar el mensaje de la Biblia? ¿Ha dado al mismo tiempo un testimonio verdadero de Jesús?
26 ¿Hasta qué punto, pues, han resultado ciertas ahora las palabras de Jesús, tanto tiempo después de haberlas dicho por vez primera? Es verdad y es preciso reconocer que la cristiandad ha diseminado la Santa Biblia en centenares de idiomas en más de dos mil millones de ejemplares de toda la Biblia o partes de ella. Pero al explicar esas sagradas Escrituras, ¿ha dado la cristiandad un testimonio verdadero acerca de Jesucristo? El estado de la cristiandad hoy, así como el estado del mundo del cual la cristiandad es una parte sumamente poderosa, obliga a los examinadores honrados a contestar: ¡No!
27. ¿Qué, pues, tiene que decirse acerca de llevar a cabo las palabras de Jesús en Hechos 1:8 en nuestro tiempo?
27 El cristianismo verdadero es radicalmente diferente de la mezcla desorientadora de los centenares de religiones sectarias que practica ahora la cristiandad. No obstante, las palabras de Jesús están siendo cumplidas hoy por la misma clase de discípulos que aquellos a quienes dirigió sus palabras allá en el monte de los Olivos en 33 E.C. Todos los discípulos de aquel tiempo eran testigos de Jehová Dios, y eso es lo que son hoy los que están dando testimonio bíblico de Jesús, sean judíos naturales o no judíos gentiles.—Isa. 43:10-12.
28. ¿Qué período de tiempo terminó en 1914 E.C. y por eso qué incluye el dar testimonio de Jesucristo hoy día?
28 El que uno hoy día dé testimonio de Jesucristo significa mucho más de lo que abarcaba hace diecinueve siglos. La historia no ha permanecido estancada. El cumplimiento de la profecía bíblica no ha permanecido estancado. Hoy, según el horario de la Biblia, el mundo de la humanidad está viviendo en “el tiempo del fin.” (Dan. 12:4; 11:40) Por consiguiente, los testigos verdaderos de Jesucristo tienen que dar testimonio de lo que ha llegado a ser cierto en cuanto a Jesucristo durante este “tiempo del fin” que principió allá en 1914, al fin de los Tiempos de los Gentiles, o “los tiempos señalados de las naciones,” en aquel año. (Luc. 21:24; Dan. 4:16, 23, 25, 32) Allí llegó el tiempo para que Jehová Dios pusiera fin al pisoteo del derecho del Reino de su Mesías, Jesucristo, por parte de las naciones gentiles. Esto lo hizo entronizando a su Hijo Jesucristo y mandándole que fuera sojuzgando entre sus enemigos hasta que finalmente quedaran hechos pedazos en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón. (Rev. 16:14; Sal. 110:1-5; Heb. 12:12, 13) Después de su entronización en el cielo, la I Guerra Mundial en la Tierra fue eclipsada por el hecho de que “estalló guerra en el cielo” y Satanás fue arrojado a la Tierra.—Rev. 12:1-13.
29, 30. ¿Quiénes están dando testimonio hoy día acerca de esos acontecimientos de este “tiempo del fin,” y cómo verifica esto una fuente de información seglar?
29 ¿Quiénes son los que hoy están dando testimonio en todo el mundo acerca de ese nacimiento del reino mesiánico de Dios y de la victoria que el Rey recién entronizado, Jesucristo, ganó sobre Satanás el Diablo y sus demonios? Son los testigos cristianos de Jehová desde 1914 E.C. En vez de consultar el Anuario de los testigos de Jehová para 1970, dirijámonos a una fuente seglar para obtener información acerca de ellos. En la página 448, columna dos, de The New York Times Encyclopædic Almanac de 1970, leemos bajo “Testigos de Jehová” estas palabras:
30 “Los testigos de Jehová creen que se adhieren a la religión más antigua de la Tierra, la adoración del Dios Todopoderoso revelado en la Biblia como Jehová. . . . A todos los testigos de Jehová se les considera ministros del evangelio. . . . los cuales ministros predican, enseñan a la gente de todas las naciones que la palabra de Dios es verdadera y que su única esperanza está en el Reino de Jehová bajo Cristo Jesús, que ha sido establecido para regir sobre la Tierra y reemplazar a todos los gobiernos.”
31. (a) ¿Qué indica si el trabajo de ellos es una “testificación mundial” o no? (b) ¿Cómo muestra Revelación 12:17 si al Diablo le agrada la obra de testificar que hacen?
31 El dar testimonio de Jehová Dios y de su Hijo Jesucristo en 206 países alrededor del globo terráqueo merece que se llame “testificación mundial,” ¿verdad? ¡Sin duda! ¿Le agrada al envilecido Satanás el Diablo esta testificación acerca del reino mesiánico de Dios? Revelación 12:13-17 indica que no, al decir: “Ahora bien, cuando el dragón [Satanás] vio que fue arrojado abajo a la tierra, persiguió a la mujer [la organización celestial de Dios] que dio a luz al hijo varón [el reino mesiánico]. . . . Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los que quedan de su descendencia, los cuales [1] observan los mandamientos de Dios y [2] tienen la obra de dar el testimonio de Jesús.”
32. (a) ¿Qué indica si esta persecución de estos testigos del Reino continuará por mucho tiempo más o no? (b) ¿Qué propósito, entonces, había de lograr la testificación mundial sobre Jesús?
32 Desde la I Guerra Mundial esta persecución de estos testigos del Reino ha continuado. ¿Cuánto más durará? Difícilmente mucho más tiempo, pues en cuanto al Dragón degradado, Satanás el Diablo, los cielos triunfantes han anunciado: “Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Rev. 12:12) Después de la cercana “guerra de gran día de Dios el Todopoderoso” en Har-Magedón, donde toda su organización terrestre visible será destruida, el Diablo y sus espíritus demoníacos llegan al fin de su “corto período de tiempo.” Entonces serán atados y quitados de la vecindad de la Tierra al ser arrojados en el “abismo,” sin poder engañar y seducir a las naciones durante el reinado de mil años de Jesucristo sobre la Tierra y sus habitantes. Por eso el dar testimonio de Jesucristo en todo el mundo no tiene ni jamás ha tenido como propósito convertir el mundo de la humanidad al cristianismo. Como testimonio, simplemente da notificación a las naciones políticas antes de que les llegue su fin en Har-Magedón. ¡De ese modo han recibido su advertencia!
33. (a) ¿Qué indicó la profecía de Jesús en cuanto a si esta testificación mundial tendrá o no tendrá fin? (b) ¿Qué decisión nos toca a nosotros tomar ahora antes de que la testificación mundial termine?
33 Cuando la guerra de Dios en Har-Magedón proceda a destruir a todas esas naciones enemigas, la testificación mundial habrá cumplido su propósito. Terminará, tal como predijo Jesucristo, al declarar: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:14) “En todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas.” (Mar. 13:10) Si mañana viniera el “fin,” las naciones nunca podrían decir que esta profecía no se ha cumplido. Sin embargo, es patente que el punto culminante de esta testificación mundial todavía no se ha alcanzado. Pero toda la evidencia indica persuasivamente que el fin culminante está cerca. Cuando venga, en breve, ¿dónde nos encontrará? ¿De parte de las naciones no convertidas, o de parte del reino invencible de Jehová Dios en las manos de su Hijo Jesucristo? Queda con cada uno de nosotros tomar la decisión ahora, antes de que acontezca el fin de la testificación mundial de acuerdo con la voluntad de Dios.
34. ¿Quiénes serán los felices cuando termine el tiempo de la testificación mundial?
34 Felices serán todos los que entonces se encuentren de parte del Reino, sí, todos los que habrán participado activamente en dar este testimonio mundial, que jamás se repetirá, acerca del reino mesiánico de Dios, a quienes él pueda decir entonces: ‘Ustedes son mis testigos y los testigos de mi Hijo Jesucristo, el Rey, y yo soy su Dios Jehová.’—Isa. 43:12; Hech. 1:8.