Quebrando el yugo del opresor
“Él librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.”—Sal. 72:12-14.
1. ¿Qué busca hoy la gente, pero qué no sabe?
DE TODO rincón de la Tierra hoy, el clamor que se oye es por libertad. En todas partes la gente quiere ser libre. Quiere libertad para escoger su propio gobierno y su propio modo de vivir. Quiere libertad para adorar de la manera que quiera, y si quiere. Quiere estar libre de los horarios estrictos de la vida moderna, libre de las demandas esclavizadoras de la industria, libre de las cargas de la imposición de contribuciones y del alto costo de la vida. Quiere estar libre de dominación y mando militar arbitrario. Quiere estar libre de la ciencia y la tecnología que la ha deshumanizado convirtiéndola en tarjetas que son horadadas al pasar por computadoras. Quiere estar libre de supersticiones religiosas y control jerárquico. La gente en todas partes desesperadamente quiere estar libre de este sistema que la ha esclavizado, pero no sabe qué tiene que hacer para librarse de sus opresores. ¿Qué puede hacer?
2. ¿Cuáles son algunas cosas que pueden hacer ahora los que desean libertad?
2 La gente que desea libertad puede comenzar reconociendo la causa de su esclavitud. Cuando vean la causa, el remedio verdadero también se hará obvio. También deben tratar de adquirir el punto de vista de Dios acerca de este asunto de la opresión investigando su Palabra, la Biblia, y ordenando su vida en armonía con la voluntad de él. (Pro. 3:5-7) También, deben esforzarse por ver que no puede haber ninguna libertad verdadera sin contar con Dios, que cualquier proceder contrario a la ley de Dios solo puede conducir a opresión y esclavitud. Es bueno que también observen que el hacer cualquier cosa y todo sin restricciones o limitaciones no resulta en libertad, sino en caos. Pues ésa es la lección que se aprende de la historia.
3. (a) ¿Dónde se introdujo primeramente la opresión, por quién y cómo? (b) ¿Cuál fue el resultado del sueño de la humanidad de una tierra sin restricciones?
3 En el jardín de Edén el hombre llegó a conocer por primera vez lo que era la opresión y la esclavitud por la acción de aquel a quien la Biblia llama Satanás el Diablo. (Rev. 12:9) En vez de estar uncidos a Dios por medio de permanecer obedientes a sus leyes y mandamientos, Adán y Eva optaron por escuchar al Diablo y servirse a sí mismos, y debido a ello llegaron a estar uncidos al Diablo por medio de la desobediencia. Llegaron a ser esclavos del egoísmo, siervos del pecado. (Rom. 6:16-18) En vez de continuar dentro de los límites del jardín de Edén, se les soltó en la tierra ancha e ilimitada fuera de él, con bastante lugar para que obraran su voluntad. Pero aunque recibieron la extensión de la Tierra como su esfera de acción, ¿estuvieron libres? No; no hay libertad fuera de la casa de Dios. Ahora la ley del pecado y la muerte operaba dentro de sus miembros. Las obras de la carne se manifestaron de manera espantosa cuando Caín asesinó a su hermano Abel. Pronto el crimen y la violencia llenaron la Tierra. (Gén. 4:8; 6:5; Gál. 5:19-21) El sueño juvenil de ellos de un mundo nuevo, mejor y no restringido sin contar con Dios no se materializó. En realidad se convirtió en un mundo opresivo, un mundo corrompido y muerto, un mundo condenado a la destrucción.—Gén. 6:7.
4. (a) ¿Qué se han esforzado por hacer los hombres desde el Diluvio, y por qué han fracasado? (b) Para abolir la opresión, ¿qué hay que tomar en cuenta? ¿Qué han logrado los esfuerzos humanos?
4 Desde el diluvio del día de Noé, que destruyó a aquel mundo, los hombres se han esforzado por medio de gobiernos y por otros medios que no han contado con Jehová Dios por recobrar las libertades que se perdieron en Edén. (2 Ped. 2:5) Han orado, guerreado y muerto para libertarse, pero los hechos de la historia dan testimonio de que hasta la fecha la familia humana no se ha escapado del fruto amargo de la rebelión de Adán contra la ley de Dios, y que este mundo no ha salido de debajo del control de Satanás. Jesucristo llamó a Satanás “el gobernante de este mundo.” (Juan 12:31; 14:30) El apóstol Pablo se refirió a él con la expresión “el dios de este sistema de cosas [que] ha cegado las mentes de los incrédulos.” (2 Cor. 4:4) El apóstol Juan advierte: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (1 Juan 5:19) Todas las naciones están bajo el control de Satanás, hecho que Jesucristo no negó cuando Satanás le ofreció todos los reinos del mundo y su gloria si Jesús le hacía un acto de adoración. (Mat. 4:8-10) Por lo tanto, ninguna acción de parte de las naciones puede considerarse como que está aboliendo la opresión mientras estén bajo la influencia del dios de la opresión, Satanás el Diablo. El abolir la opresión significa llegar a la mismísima raíz del problema, a saber, deshacerse de Satanás mismo. Significa también rescatar a la humanidad de la esclavitud del pecado heredado. Puesto que los hombres y las naciones no pueden alcanzar a Satanás, la humanidad forzosamente tiene que buscar ayuda de otra fuente para quebrar el yugo de su opresor. Y puesto que todos somos descendientes del pecador Adán, todos hemos heredado su incapacidad, el pecado, y el salario de éste, la muerte. (Rom. 5:12; 6:23) Por lo tanto, el hombre tiene que acudir a otra fuente para salvarse del cautiverio del pecado. (Job 14:4; Sal. 49:7) Es por eso que las naciones han fracasado. No pueden llegar a las causas fundamentales. Por lo tanto, sus esfuerzos, en su mayor parte, nunca han llevado a nada salvo a reemplazar un sistema opresivo con otro.
SISTEMAS OPRESIVOS DEL PASADO
5. (a) ¿Qué prueba que Egipto era un sistema opresivo? (b) ¿Quién rescató a los israelitas del cautiverio egipcio?
5 La primera potencia mundial, Egipto, se tornó en un sistema opresivo. Los hijos de Israel por generaciones sirvieron a los faraones despiadados de aquel país. El relato bíblico describe fielmente cómo se les oprimió, con estas palabras: “De modo que [los egipcios] pusieron sobre ellos [los israelitas] jefes de trabajos forzados con el propósito de oprimirlos al llevar ellos sus cargas; y estuvieron edificando ciudades como lugares de depósito para Faraón, a saber, Pitom y Ramesés. Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y tanto más seguían extendiéndose, de modo que ellos sintieron un pavor mórbido como resultado de los hijos de Israel. Por consiguiente, los egipcios hicieron trabajar a los hijos de Israel como esclavos bajo tiranía. Y siguieron amargándoles la vida con dura esclavitud en trabajos de argamasa de barro y ladrillos y con toda forma de esclavitud en el campo, sí, toda forma de esclavitud de ellos en la cual los usaron como esclavos bajo tiranía.” (Éxo. 1:11-14) El yugo de los opresores egipcios no fue roto por ingeniosidad israelita, sino por el Dios Todopoderoso mismo. Él les recordó este hecho con estas palabras: “Yo soy Jehová su Dios, quien los sacó de la tierra de Egipto, de servirles a ellos de esclavos, y procedí a romper las varas de su yugo y hacer que andaran erguidos.” (Lev. 26:13) Fue Jehová quien destrozó el yugo del opresor de sobre los israelitas, hecho que él quería que ellos recordaran; un hecho que es bueno que tampoco olvidemos nosotros.
6. ¿Qué significaban la libertad y la esclavitud para los israelitas?
6 La obediencia a Dios quería decir libertad. El desobedecer a Dios quería decir llegar a estar esclavizados en el yugo del cautiverio. Jehová advirtió a los israelitas: “Si ustedes no me escuchan ni ponen por obra todos estos mandamientos, y si rechazan mis estatutos, y si sus almas aborrecen mis decisiones judiciales de modo que no pongan por obra todos mis mandamientos, al grado de violar mi pacto, entonces yo, por mi parte, . . . verdaderamente fijaré mi rostro contra ustedes.” (Lev. 26:14-17) Por no escuchar a su Dios, por deliberadamente andar en oposición a él, por rehusar dejar que él los corrigiera, finalmente su proceder desobediente resultaría en su aniquilación. “Tendrás que servir a tus enemigos . . . y ciertamente pondrá un yugo de hierro sobre tu cuello hasta que te haya aniquilado.”—Deu. 28:15, 48; Lev. 26:18-41.
7. ¿Cuales son los diversos significados conectados con el yugo como símbolo y metáfora, y por qué podemos decir que los israelitas entendieron lo que Dios quiso decir cuando dijo que pondría un yugo de hierro sobre su cuello?
7 Los judíos sabían muy bien de lo que hablaba Jehová, porque eran un pueblo agrícola y por lo tanto estaban familiarizados con yugos de toda clase. Un yugo de hierro era símbolo de esclavitud severa. (Jer. 28:14) También era símbolo de calamidad o sufrimiento. Los judíos se referían a la humillación y la opresión de una nación por otra como el yugo de la esclavitud. (Jer. 27:8; 28:4) El salirse de la esclavitud o la sujeción se describía como ‘quebrar el yugo.’ (Isa. 9:4; 14:25; Jer. 28:2) Por eso cuando Jehová dijo que ‘ciertamente pondría un yugo de hierro’ sobre el cuello de ellos si rehusaban escucharle, sabían que eso quería decir esclavitud y aniquilación.
8. ¿Cuándo y cómo aumentó Israel sus cargas?
8 Sin embargo, como nación el Israel de la antigüedad aprendía con lentitud. Vez tras vez rehusó escuchar la voz de Jehová y se le hizo sufrir las consecuencias. En el año 1117 a. de la E.C., la nación le suplicó al profeta Samuel que le ungiera un rey. Samuel advirtió que un rey terrestre significaría añadir a sus cargas, porque los reyes serían opresivos y exigentes como gobernantes. “Sin embargo, el pueblo rehusó escuchar la voz de Samuel y dijo: ‘No, sino que un rey es lo que llegará a haber sobre nosotros.’” (1 Sam. 8:18, 19) Saúl fue ungido rey. Y poco después la nación comenzó a sufrir la consecuencia de tener un rey humano sobre ella. Aquella carga aumentó con el tiempo.
9. (a) ¿Cuándo llegó a ser la opresión una cuestión nacional, y con qué resultado? (b) ¿Qué hecho vale la pena recordar?
9 Ciento veinte años después que Saúl llegó a ser rey sobre Israel, la opresión llegó a ser una cuestión nacional. En los años de conclusión de su vida, el rey Salomón se hizo un gobernante duro. Cuando Roboam, su hijo, lo sucedió en el trono, el pueblo de Israel recurrió a él para que aligerara su carga, diciendo: “Tu padre, por su parte, hizo duro nuestro yugo, y, en cuanto a ti, ahora haz más ligero el duro servicio de tu padre y su yugo pesado que puso sobre nosotros, y te serviremos.” La respuesta del rey Roboam fue: “Ahora bien, mi padre, por su parte, cargó sobre ustedes un yugo pesado; pero yo, por mi parte, añadiré al yugo de ustedes.” (1 Rey. 12:1-11) Este acto resultó en rebelión y en una división del reino de Israel que duró por unos 390 años, hasta que el reino de Judá fue destruido por los babilonios en 607 a. de la E.C. Los judíos que quedaron vivos fueron llevados cautivos a Babilonia para trabajar como esclavos. Después de sesenta y ocho años de aquel cautiverio, fue nuevamente Jehová Dios quien acudió a ellos y destrozó el yugo de su opresor y dos años después les dio libertad para regresar a casa. Esto, también, vale la pena recordarlo.—Esd. 1:1, 2.
10. ¿Qué enseñan estos hechos de la historia?
10 Hoy ningún miembro de la familia humana, sin importar su nacionalidad, puede negar o evitar estos hechos. La lección todavía es la misma. No hay libertad aparte de Dios. No hay nadie que pueda librar a la humanidad de debajo del control satánico salvo Dios mismo. Los que niegan lo que dice la Palabra de Dios acerca de esto están cegados por el dios de este sistema de cosas. Pronto descubren que sus esfuerzos por quebrar el yugo son sumamente débiles, o quedan frustrados, o resultan contraproducentes. A lo más simplemente logran reemplazar un sistema opresivo con otro.
SISTEMAS OPRESIVOS MODERNOS
11. ¿Qué se esforzó por hacer Carlos Marx? ¿Qué prueba que su idea es un fracaso abismal?
11 Por ejemplo, Carlos Marx, socialista alemán, pensó que podía demostrar científicamente que las cosas eran diferentes en nuestro día. Se puso a desarrollar un sistema de gobierno que él pensó que conduciría a la libertad verdadera, no a una nueva opresión. Este fue el principio del comunismo, el sistema más opresivo de todos hasta la fecha. Las comunas del pueblo de la China Roja son suficiente prueba del yugo severo que lleva esa gente, pues aproximadamente el 98 por ciento de los campesinos de la China han sido metidos como ganado en un sistema de colectivización forzada. Todos sus derechos, libertades y pertenencias personales han sido entregadas al Estado. Este es el fruto de un sistema que Marx creía que eliminaría la opresión y traería libertad verdadera a toda la humanidad. ¿No embaucó Satanás a Marx haciéndole creer que la libertad se encuentra en una sociedad atea, materialista? ¡Ciertamente que sí! Centenares de millones de personas han seguido las enseñanzas de Marx. Se hicieron ateos y materialistas, pero no libres. (2 Cor. 11:14, 15) Porque no hay libertad sin contar con Dios.
12, 13. ¿De qué maneras se experimenta opresión bajo el capitalismo?
12 Pero, ¿qué hay del mundo capitalista? ¿Le ha ido mejor a la gente?, quizás pregunte alguien. De muchas maneras, sí. Sin embargo, también se pueden ver los yugos de la opresión en casi todo lugar del dominio capitalista. Enormes sistemas industriales tienen a centenares de miles de hombres atados a trabajos más o menos abyectos, gobiernan sus horas e, indirectamente, su norma de vida. El que los obreros insistan en mejores condiciones de trabajo y en salarios más altos para hacer frente al alto costo de la vida a menudo les acarrea más opresión. Cuando a los patronos se les obliga por huelgas o por arbitraje a pagar mejores salarios, con frecuencia suben el precio de sus productos para compensar los gastos generales adicionales, se suben los precios para absorber los costos más altos, y el trabajador, que tiene que comprar el producto, acaba pagando por su propio aumento. Las huelgas y los contratos colectivos no han quebrado el yugo del opresor en la tierra del capitalismo.
13 La opresión en forma de la imposición de impuestos se ha hecho especialmente severa en años recientes. Tan solo para gastos de defensa, los Estados Unidos, de 1959 a 1969, gastaron más de 630.000.000.000 de dólares. ¡Esta gigantesca suma de dinero representa miles de dólares por cada contribuyente trabajador en ese país! ¡Según el informe anual de la Agencia de Desarme y Control de Armas de los Estados Unidos, todas las naciones gastaron un total de más de 1.000.000.000.000 de dólares en equipo militar durante los pasados seis años! ¡Qué carga llevan!
14. ¿Qué preguntas pudiéramos hacernos?
14 ¿Han efectuado estos grandes gastos de dinero alguna disminución de la carga de la humanidad o por lo menos han introducido una semejanza de seguridad en el mundo? ¿Han hecho estas cargas que los hombres se dirijan a Dios y busquen que él los libre? ¿Le han dado a la humanidad los sistemas modernos por lo menos una sola razón por la cual regocijarse? Considere brevemente algunos de los pavorosos cataclismos producidos por los sistemas de nuestro tiempo antes de proponer una solución.
FRUTOS DE LA OPRESIÓN MODERNA
15, 16. (a) ¿Cuál es el fruto de estos sistemas opresivos? (b) ¿Qué profecías cumplen?
15 En el transcurso de unos cuantos años los hombres han visto la subida de dictadores inicuos, como Adolfo Hitler y Benito Mussolini, que lanzaron al mundo en caos sangriento. Han presenciado las purgas despiadadas de José Stalin y de los Guardias Rojos de la China. Han contemplado la guerra fría de 1948, el bloqueo ruso de Berlín, el primer apoderamiento de Checoslovaquia y la construcción de una Cortina de Hierro a través de Europa. En años recientes han visto casi constante lucha entre Israel y los árabes, la China roja hizo estallar su primera bomba de hidrógeno, los bolivianos mataron a Che Guevara, se peleó la guerra civil de Nigeria, y se vio la sangre fluir sin reserva en una escala creciente en Vietnam y Camboya. El mundo también observó el desenfreno de alborotadores en Detroit, Chicago, Los Ángeles, Newark, Nueva York y otros lugares. Vio la devaluación de la libra británica y el franco francés y los fundamentos económicos del mundo agitados por la crisis del oro. Se les hizo saber de su primer trasplante de corazón humano y contempló a unos hombres circundando la Luna en un satélite y alunizando en ella.
16 El mundo también vio un aumento sin precedente en el crimen y la violencia. Contempló a hombres desconocidos que buscaban fama por el asesinato de algún líder prometedor del mundo. En abril de 1968 el asesinato de Martin Luther King encendió en 125 ciudades de los Estados Unidos motines de personas de color que mataron a 46 personas, hirieron a 2.600 y que hicieron necesario usar 55.000 guardias nacionales para restaurar el orden. En junio de 1968 se produjo el asesinato del segundo Kennedy, un dramático líder joven cuya vida fue segada mientras estaba al umbral de sus poderes. Diferentes protestas estudiantiles han enturbiado a Alemania Occidental, Bélgica, Egipto, España, Indonesia, Inglaterra, Italia, Japón, México, Polonia y terrenos escolares en los Estados Unidos. En fiel cumplimiento de las profecías bíblicas, éstos son “tiempos críticos, difíciles de manejar,” cuando los corazones de los hombres “desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada.” (2 Tim. 3:1; Luc. 21:26) Pero éstos son los frutos de sistemas que los hombres luchan por perpetuar, sin conocer salida para su dilema.
CAUSA Y EFECTO DEL CAOS MUNDIAL
17. ¿Cuál ha sido la razón evidente detrás del apresuramiento de los acontecimientos, y con qué resultado?
17 El horrendo apresuramiento y acción de nuestros tiempos parecen casi irreflexivos y al azar; sin embargo, parece que hay un objetivo detrás de todo. El Time del 30 de agosto de 1968 declaró: “En todas partes, un vasto anhelo de nuevas libertades y realizaciones está recorriendo a las naciones comunistas, capitalistas y ex-coloniales por igual.” Millones de personas quieren más cosas. Quedan frustrados cuando la afluencia, la igualdad y la educación se logran con demasiada lentitud, dijo el Time. “El resultado global es una impaciencia cada vez mayor con los antiguos procesos políticos; un deseo de acción directa está encendiendo las mentes y causando choques casi diarios que desafían ley y lógica.” El resultado ha sido un desacato a toda forma de autoridad. Los jóvenes han visto que programas de muchos millones de dólares no han curado la pobreza; que la legislación sobre derechos civiles ha dejado a las personas de color más frustradas que nunca; que la erudición superior y el “éxito” financiero no traen verdadera realización; que muchos jóvenes se han apartado de las antiguas normas de moralidad; que las promesas políticas solo han resultado en más crisis y convulsiones, a tal grado que muchos jóvenes hasta quieren renunciar a la vida totalmente.
18. (a) ¿Qué sucesos del día demuestran que los jóvenes ven a este mundo sin esperanza? (b) ¿Qué están haciendo, en cumplimiento de la profecía?
18 Ya no es un placer el ser joven. Hoy los jóvenes se encaran a un mundo precario, frustratorio y caótico. A menudo reaccionan a él violenta, destructiva y criminalmente. Estruendos de pandillas, motines estudiantiles y orgías de beber y promiscuidad sexual son manifestaciones de revuelta ciega contra las inhumanidades del mundo, contra sus valores morales desorientadores y su yugo opresivo. Muchos jóvenes, atrapados en esta violenta e inútil competición intelectual, recurren a los sedantes, píldoras estimulantes y otras drogas. Una reciente encuesta en la Universidad de Toronto reveló que el 37 por ciento de los hombres y el 36 por ciento de las mujeres usaban drogas como ayuda para satisfacer las demandas de sus horarios. Algunos se suicidan. El 30 por ciento de los hombres y 17 por ciento de las mujeres de la universidad dijeron que habían pensado en suicidarse. En la Universidad de Yale el suicidio ocupa el segundo lugar como causa de muertes estudiantiles, superado solo por los accidentes. En Ljubljana, Yugoslavia, la policía descubrió lo que creía que era un club de suicidas entre los jóvenes. Estos jóvenes echan suertes para decidir quién es el siguiente que se ha de quitar la vida. Esta es la triste condición opresiva a que finalmente ha llegado este mundo. El proverbio inspirado dice: “Cuando alguien inicuo gobierna, el pueblo suspira.” (Pro. 29:2) Y los oprimidos están ‘suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables que se están haciendo en medio de ellos.’ (Eze. 9:4) Pero, ¿qué puede hacer la gente?
19. (a) ¿A quiénes están propensos los jóvenes a culpar por la situación, pero quién es responsable? (b) ¿Qué demuestra que esto es verdad? (c) ¿Qué hecho acerca de la fuente de ayuda pone de relieve esto?
19 Consciente o inconscientemente, la mayoría de los jóvenes culpan a los adultos por las experiencias inhumanas que se han visto obligados a encarar. En esto están equivocados estos jóvenes. Los adultos de hoy son víctimas de los mismos sistemas sociales y económicos y al mismo grado que lo son los jóvenes del mundo. Llevan las mismas cargas y anhelan un cambio. La verdadera causa de la opresión, dice la Biblia, es Satanás, que “está extraviando a toda la tierra habitada. . . . Ay de la tierra y del mar, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto período de tiempo.” (Rev. 12:9, 12) Puesto que la opresión está arraigada en la región de los espíritus, en Satanás, y en los sistemas que él ha diseñado, está más allá del alcance del hombre y éste no puede librarse a sí mismo. Necesita la ayuda de Dios para lograrlo. Los oprimidos obran prudentemente, por lo tanto, al fiarse en Dios y esperar que él desmenuce el yugo del opresor, lo cual él ha prometido hacer.—Sal. 37:34.
EL YUGO DEL OPRESOR DESTROZADO
20. (a) ¿Por qué podemos abrigar una esperanza brillante para el futuro? (b) ¿Cómo logrará Dios quitar del universo la opresión?
20 En la Biblia tenemos la promesa de Dios de que el futuro, que ahora se levanta ominosamente sobre toda la gente, cambiará. Este hermoso planeta Tierra será reclamado para la humanidad justa. El orden reemplazará al caos; la paz reemplazará a la guerra, y todos disfrutarán de seguridad y abundancia en libertad. (Sal. 46:8, 9; Rev. 21:1-4) ¿Cómo logrará esto Dios? Exterminando a Satanás y sus hordas demoníacas en la región invisible y aniquilando todo vestigio de su organización visible también. Considerando los problemas que causan perplejidad en nuestro día, dijo el Time: “La única solución es desarraigar la sociedad y empezar de nuevo.” Eso es precisamente lo que Dios se propone hacer. Por medio de su profeta Daniel, declaró: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos [opresivos], y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”—Dan. 2:44.
21. ¿Cuándo será quitada la opresión, y cómo será libertado el hombre?
21 Ese reino ya está funcionando en los cielos con Cristo como su rey. (Rev. 11:15) En el Armagedón, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” Jesucristo, obrando como ejecutor de Dios, librará a la Tierra de todos los enemigos de Dios y establecerá la justicia. Es por eso que oramos: “Venga tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.” (Rev. 16:14, 16; Mat. 6:10; 2 Ped. 3:13) Cristo también se encargará de Satanás y sus demonios, triturándolos hasta que queden impotentes. (Rom. 16:20) Bajo el régimen del Reino, la opresión desaparecerá completamente de la Tierra. Entonces el Cristo reinante aplicará los beneficios de su sacrificio de rescate de manera sumamente dinámica y los efectos del pecado heredado cesarán de existir. (Mat. 20:28; Rom. 5:17, 21) “La muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor.” (Rev. 21:4) La humanidad adelantará a la perfección, para gloria de Dios.
22, 23. (a) Abrigando una fuerte esperanza en las promesas de Dios, ¿qué oración hacen los siervos de Dios? (b) ¿En qué confianza podemos regocijarnos, y cómo responderán los justos? (c) ¿Qué hay de los que buscan una liberación de la sujeción a este mundo ahora, y qué pueden hacer?
22 Los que creen en estas promesas de Dios ahora oran como el salmista: “¡Da al rey tu justicia, oh Dios, y tu rectitud al hijo regio! ¡Juzgue él a tu pueblo con rectitud, y a tus pobres con justicia! . . . ¡Defienda él la causa de los pobres del pueblo, dé liberación a los necesitados y triture al opresor!” (Sal. 72:1-4, 11-14, Revised Standard Version) Por lo tanto, todos los oprimidos de la Tierra en esta hora de cataclismo y crisis pueden esperar en Jehová. ¿Confiará usted en su liberación y libertad? Todos los que aman la rectitud lo harán.—1 Rey. 8:56.
23 Pero aun ahora antes de que llegue a su magnífica consumación la liberación que Dios dará eliminando a todos los opresores, hay una liberación de sujeción a este presente mundo malo de la cual a los hombres les es posible disfrutar. El siguiente artículo nos dice cómo puede obtenerse este refrigerio en nuestro tiempo. Por eso sírvase leerlo, si usted está cansado y desea refrigerio para su alma.