Siga creciendo bajo el espíritu de Jehová
“Ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que lo hace crecer.”—1 Cor. 3:7.
1. ¿Qué revela el crecimiento, y qué se requiere para observar su operación?
EL CRECIMIENTO es una cosa sumamente maravillosa que observar. Es fascinante. Aumenta en interés de muchas maneras. Es un milagro continuo delante de nuestros ojos. Revela a un magistral ingeniero diseñador en su desarrollo. ¿Qué inicia el crecimiento? ¿Qué dirige al crecimiento para que alcance equilibrio en el resultado final? ¿Qué detiene el crecimiento, manteniendo el nivel consistente de tamaño y habilidad de la creación? La vegetación crece, cada parte progresando en tamaño y madurez, desarrollando flores, semilla, fruto, y no obstante se realiza gradualmente. Por supuesto, si usted está interesado, tendrá que tener paciencia para observarlo. “Reparen en los lirios, cómo crecen; no se afanan, ni hilan; pero les digo: Ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de éstos.” (Luc. 12:27) Se necesita una estación de cultivo para presenciar esta belleza: el resultado del crecimiento.
2. Describa el crecimiento y el tiempo relacionados uno con el otro, y ¿qué advertencia es oportuna respecto a impaciencia?
2 Nace un bebé; llega como otro miembro de la familia. Ya ha estado creciendo. “Tal como no estás consciente de cuál sea el camino del espíritu en los huesos en el vientre de la que está encinta, de igual manera no sabes la obra del Dios verdadero, quien hace todas las cosas.” (Ecl. 11:5) Pero ahora uno puede verlo y oírlo progresar. En unos cuantos meses habla y anda. Antes de saberlo, se va a la escuela, luego se gradúa. Un trabajo, se casa con un cónyuge, y tienen su nuevo bebé. Crecimiento, sí, pero se requiere tiempo. ¿Puede uno apresurarlo, detenerlo, o controlarlo? El crecimiento juzgado por las apariencias, es tan lento, que quizás uno llegue a impacientarse con uno mismo u otros. Esto particularmente aplica al crecimiento espiritual. Ciertamente, si uno da a un bebé alimento nutritivo con regularidad por varios años, tendrá un hombre o dama joven como resultado. “Por sí misma la tierra gradualmente fructifica, primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga.” (Mar. 4:28) Si uno le da a una persona recién interesada alimento de la Palabra de Dios, la Biblia, el libro producido por espíritu de Dios y por eso llamado alimento espiritual, con el tiempo el resultado será un ministro. Pero tenga cuidado. Si los padres simplemente no pueden comprender que su bebé está creciendo, y por eso continúan dándole alimento pulposo para bebé, dándoselo en la boca, quizás en tamaño parezca un joven, pero realmente es una persona inútil y dependiente. No ha comenzado a crecer mentalmente. Así sucede con el alimento espiritual. Si impedimos su aplicación, si llegamos a ser impacientes y no permitimos que el espíritu de Dios produzca acción desde el corazón del individuo, tendremos un bebé inútil más bien que un ministro que se está madurando.
3. ¿Cómo podemos estar seguros de crecimiento continuo y evitar el alejarse de la influencia del espíritu de Jehová?
3 Cuando uno deja de crecer, hay algo malo que perturba. Si uno deja de adquirir alimento espiritual, esto rápidamente conduce a dejar de crecer. Para evitar el vagar hacia el campo donde no opera el espíritu de Dios, debido a menos estudio, menos reuniones, adoración postergada en el ministerio, logre crecer un poco cada día aumentando el estudio, las reuniones y el servicio. Pedro escribe: “Ustedes, por lo tanto, amados, teniendo este conocimiento de antemano, guárdense para que no vayan a ser llevados con ellos por el error de gente desafiadora de ley y caigan de su propia constancia. No, sino sigan creciendo en la bondad inmerecida y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.”—2 Ped. 3:17, 18.
4. (a) ¿Qué principio bíblico arrolla las ideas faltas de perspicacia en cuanto a la fuente de fuerza para crecimiento? (b) ¿Cuál es la meta en el crecimiento?
4 Pero la declaración de que es “Dios que lo hace crecer” elimina ideas infundadas en cuanto a la fuente de fuerza para que uno siga creciendo. Después de un breve estudio de la Biblia el que uno se dirija a Dios en dedicación, siguiendo a ésta el bautismo en agua, en sí no va a enderezar toda su vida ni asegurar fidelidad. El emprender de manera entusiástica el ministerio de tiempo cabal sin alimento espiritual no producirá crecimiento continuo. El asistir a asambleas o reuniones de los testigos de Jehová será muy edificante, pero no bastará para que uno siga creciendo. El asociarse con ministros celosos de Dios no suministra toda la nutrición que uno necesita para llegar a la madurez. Esta asociación con siervos de Dios que trabajan duro sería edificante para cualquiera, pero tenga presente que la vida no se le pega a uno, no es contagiosa, no pasa de una persona a otra. La vida proviene de Dios por medio de su Hijo Cristo Jesús. O se pierde o se gana. No hay atajos, no hay maneras fáciles para comer y digerir alimento espiritual. El servir a Jehová no es para personas perezosas. No es una caminata de la noche a la mañana ni excursión de fin de semana para recibir algún provecho egoísta. El efectuar un cambio y vestirse de la “nueva personalidad” proviene por medio de “conocimiento exacto.” (Col. 3:10) Pablo estuvo muy feliz porque los hermanos de la congregación tesalonicense estaban creciendo; él les escribió: “Estamos obligados a siempre dar gracias a Dios por ustedes, hermanos, como es apropiado, porque su fe está creciendo en gran manera y el amor de cada uno y de todos ustedes está aumentando de parte del uno para con el otro.” (2 Tes. 1:3) De modo que estrechamente enlazado con el crecimiento de estos hermanos estaba el amor en aumento, y la fe. La fe se desarrolla mediante conocimiento exacto, según Efesios 4:13, “hasta que todos logremos alcanzar la unidad en la fe y en el conocimiento exacto del Hijo de Dios.” Esta manera para crecer fue hecha accesible por Jehová Dios por medio de Cristo Jesús. “Aunque ustedes nunca lo vieron, lo aman. Aunque ahora no están mirándolo, sin embargo ejercen fe en él y están regocijándose en gran manera con gozo inefable y glorificado, al recibir el fin de su fe, la salvación de sus almas.” (1 Ped. 1:8, 9) Ahora bien, tenga presente claramente este cuadro al abarcar 1 Pedro 2:2 su entera vida de crecimiento como siervo de Dios en una sola oración: “Como criaturas recién nacidas, desarrollen el anhelo por la leche no adulterada que pertenece a la palabra, para que por medio de ella crezcan a la salvación.”
UN MODO SATISFACTORIO DE VIVIR
5. ¿Qué punto de vista nos impulsaría a servir a Jehová en toda clase de circunstancias, y particularmente cuando las cosas no son difíciles?
5 Otra cosa que hay que entender: ¿Qué es lo que atrae a hombres y mujeres mansos a fin de animarlos a servir a Jehová? ¿Temor? Bueno, algunos quizás comiencen a servir a Dios debido a temor, pero pronto cesan de crecer a la vida a menos que cultiven suficiente amor para echar fuera este temor. (1 Juan 4:18) Las proscripciones por gobiernos o la persecución por organizaciones religiosas quizás hagan que algunos se hagan activos en el servicio de Dios. Aun un desafío debido a tiempo inclemente o una conmoción sin precedente en algún país despertará a algunos a un esfuerzo supremo temporal en el ministerio. Pero si uno quita todo impedimento y obstáculos, ¿servirá el hombre a Jehová Dios entonces, día tras día, año tras año, por generaciones, sí, por la vida sin fin? ¿Será satisfactoria la adoración del Dios verdadero Jehová, será un modo de vivir? Será mejor que lo consideremos así porque, después del Armagedón, habrá desaparecido la oposición a la voluntad de Jehová.—Vea Mateo 5:5; Salmo 37:10, 11; Isaías 65:21-23; Revelación 21:3, 4.
6, 7. (a) Contraste la actitud impaciente con la actitud desarrollada mediante entrenamiento bíblico. (b) ¿Cómo obra la Palabra de Dios?
6 Bueno, hay varias cosas que considerar aquí. Al hombre le gusta la vida, y por eso se interesará en asuntos que tienen que ver con vida más larga y, por supuesto, la Biblia ofrece la esperanza de vida sin fin para la humanidad obediente. El entender la Biblia como aplica hoy día estimula a muchos a crecer más, de modo que se asocian con los bien conocidos estudiantes de la Biblia, los testigos de Jehová. Otros, con perspicacia, disciernen el gran privilegio de llevar el nombre de Dios como Sus testigos y participar en anunciarlo en toda la Tierra, participando así en sostener el nombre de Jehová en vindicación. Sin embargo, en todo esto la verdad atrae y obra de manera callada, así como dijo Moisés en cuanto a la Palabra de Dios: “Mi instrucción destilará como la lluvia, mi dicho goteará como el rocío, como suaves lluvias sobre la hierba y como aguaceros copiosos sobre la vegetación.” (Deu. 32:2) Después de tal aplicación benévola de conocimiento de parte de Jehová, el Salmo 72:7 dice: “El justo brotará.” De modo que algo se ha iniciado de esta suavizadora y benévola Palabra de Dios que produce crecimiento.
7 Alguna persona impaciente quizás desee que Dios asuste a la gente para que entre en Su organización mediante terremotos, maremotos, grandes catástrofes, sacudiendo literalmente la Tierra. Es necio desear que Dios abra los cielos y los haga vibrar con el rugido más aterrador para atemorizar a la humanidad para que entre en su organización. Cuando venga el ruido, será el Armagedón. Demasiado tarde, entonces, para brotar y comenzar a crecer hasta ser un siervo de Dios. No fue una espectacular trompeta celestial la que curó a Naamán de su lepra; más bien, fue el bañarse siete veces en el río Jordán. (2 Rey. 5:1, 14) ¿Cómo fue erigido el templo en el día de Salomón? Calladamente. (1 Rey. 6:7) ¿Cómo escogió Jesús a sus doce apóstoles? Reunió a éstos calladamente. (Mar. 3:13-15) Verdaderamente es un privilegio meditar en lo pasado y ver el crecimiento de los siervos fieles de Dios. Es una bendición indescriptible el ver a individuos mansos crecer hasta ser ministros hoy. Pero, según Isaías 55:10, 11, todavía hay algo que se requiere en este asunto de crecimiento. Ese texto dice: “Porque así como desciende la lluvia copiosa, y la nieve, de los cielos y no regresa a ese lugar, a menos que realmente empape la tierra y la haga producir y brotar, y realmente se dé semilla al sembrador y pan al que come, así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado.”
RECONOCIENDO EL PODER DEL ESPÍRITU DE DIOS
8. (a) ¿Cómo da énfasis Isaías 55:10, 11 a la operación de la Palabra de Jehová? (b) Entonces, ¿cómo enseñaría un ministro cristiano a otros lo que Dios requiere de ellos y con qué actitud?
8 Es esencial reconocer el poder, habilidad y propósito de la Palabra de Dios. Esta Palabra está cargada de espíritu de Dios. En vista de esto la persona sabia esperará pacientemente la Palabra y espíritu de Dios para producir resultados. No intervendrá ni será hallada estorbando la operación del espíritu. Es por eso que no llevamos las vidas de otras personas por ellas. Es verdad, se dan consejo y ayuda bíblicos, pero cuando la idea, la semilla, ha sido plantada, que el espíritu de Dios se ponga a trabajar y produzca los resultados deseados. “Porque cada uno cargará con su propia responsabilidad.” (Gál. 6:5) Plante la semilla de verdad con confianza en Jehová, recordando el principio que ha de tenerse presente siempre, en el Salmo 118:8: “Mejor es refugiarse en Jehová que confiar en el hombre terrestre.” Esto puede surgir muchas veces a medida que conducimos estudios bíblicos con las personas interesadas. Estamos ansiosos de verlas participar de las bendiciones que Dios ha prometido, y las instamos a que sean bautizadas. Si lo hacen para agradarle a usted, éste no es el espíritu en acción. El espíritu de Dios obra en el corazón. El corazón debe mover a los pies. “Con el corazón se ejerce fe.” (Rom. 10:10) “Que tu corazón se adhiera firmemente a mis palabras. Guarda mis mandamientos y continúa viviendo.” (Pro. 4:4) Asegúrese de hacer su parte, la de plantar la idea bíblica. Poco a poco muéstreles lo que la Palabra de Dios dice sobre doctrinas, cómo opera su organización, la necesidad de conducta limpia, y los privilegios del ministerio. Quizás esto no siempre sea fácil, debido a las barreras del idioma y los estorbos físicos como sordera o ceguera. Es difícil alcanzar a muchos debido a los muros erigidos por prejuicio religioso, orgullo racial, nacionalismo político, o distinción de clases. Sin embargo, si uno está satisfecho con plantar una idea clara de la Biblia a la vez, el espíritu hará que brote. El espíritu de Dios ha estado estimulando el crecimiento por siglos; no hay necesidad de dudar de su habilidad ahora. Cuando Pedro dio un informe en Jerusalén sobre cómo gente de las naciones estaba recibiendo la Palabra de Dios, algunos “se pusieron a contender con él.” (Hech. 11:2) De modo que Pedro replicó con este principio indiscutible: “Por lo tanto, si Dios dio el mismo don gratuito a ellos que también dio a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para poder estorbar a Dios?”—Hech. 11:17.
9. ¿Por qué decimos que el espíritu de Dios opera sobre sus ministros de manera que tiene que ver con organización?
9 Según Revelación 14:6, los ángeles de Jehová supervisan la predicación de las buenas nuevas en toda la Tierra. (Mat. 24:14) Entonces, el espíritu de Dios va a apoyar tal actividad. Un trabajo ha de hacerse, y el entrenamiento que se da a hombres en la Tierra tiene que ser para efectuar este trabajo. Se asemeja a un trabajo de cosechar. (Mat. 9:37) Entonces, lo que hay que hacer es crecer con esta organización de ministros diligentes, trabajar juntos, cooperar y ser obedientes a la operación del espíritu. Sea como el que se describe en el Salmo 26:12: “Mi propio pie ciertamente estará plantado en lugar llano; entre las multitudes congregadas bendeciré a Jehová.” Trabaje con sus hermanos en la organización, y usted estará bajo la dirección de los ángeles de Jehová así como bajo la dirección de Su espíritu.
EL ESPÍRITU DE JEHOVÁ PRODUCE RESULTADOS, PASADOS Y PRESENTES
10. (a) Describa cómo la organización resolvía problemas en los días de los cristianos primitivos, y ¿qué tuvo que ver con ello el espíritu de Dios? (b) ¿Podemos hallar una organización que esté haciendo este mismo trabajo hoy día con el apoyo del mismo espíritu?
10 El espíritu de Dios obró sobre la organización de congregación en los días de los cristianos primitivos. Los puntos en cuestión y problemas se llevaban a la junta administrativa en Jerusalén. Entonces la decisión se les hacía saber a las congregaciones de esta manera: “Entonces les pareció bien a los apóstoles y a los hombres de mayor edad junto con toda la congregación enviar a varones escogidos de entre ellos a Antioquía junto con Pablo y Bernabé, a saber, a Judas que se llamaba Barsabás y a Silas, varones prominentes entre los hermanos.” (Hech. 15:22) De modo que en un corto tiempo se informó a las congregaciones sobre el derrotero bíblico que adoptar sobre la circuncisión, la fornicación y el tomar sangre. Luego se ve el crecimiento producido por el espíritu de Dios, al leerse después en Hechos 16:4, 5: “Ahora bien, según iban viajando por las ciudades entregaban a los de allí para que los observasen los decretos sobre los cuales habían hecho decisión los apóstoles y hombres de mayor edad que estaban en Jerusalén. Por lo tanto, en verdad, las congregaciones continuaron haciéndose firmes en la fe y aumentando en número de día en día.” Hoy en día, la organización de Jehová da instrucción bíblica sobre problemas a los que se enfrentan los hermanos. Hace que ministros visitantes maduros vayan a las congregaciones para ayudar a los hermanos. Tiene más de un millón de testigos de Jehová que van de casa en casa y en unas cuantas semanas puede informar a millones de personas alrededor de toda la Tierra acerca de asuntos importantes, como cuál es el nombre de Dios, la guerra del Armagedón y qué es Babilonia la Grande. ¿Qué se efectúa? Miles responden favorablemente y comienzan a crecer hacia la vida. Solo el año pasado, 1965, 64.393 de tales personas fueron bautizadas e iniciadas en su camino a una vida gozosa en el servicio de Jehová. (Vea el Anuario de los testigos de Jehová para 1966.) Los testigos de Jehová no pudieron efectuar lo que se ha hecho durante los últimos cincuenta años por fuerza o sabiduría humana. Pero el espíritu de Dios los ha impulsado y han acatado anuentemente la dirección de Jehová. Han orado por instrucción, y sus peticiones son contestadas como fue contestada la de David en el Salmo 143:10: “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; guíeme éste en la tierra de rectitud.” La sociedad del nuevo mundo de los testigos de Jehová es una organización feliz, espiritualmente próspera hoy día, y Jehová la bendice con su apoyo.
11. ¿Qué punto esencial debemos tener presente cuando ayudamos a otros a crecer, y exactamente qué implica el crecimiento?
11 No obstante otro lugar para reconocer la habilidad del espíritu de Jehová es cuando produce efecto en el corazón de los hermanos de uno. Cuando una persona dedica su vida al servicio de Jehová Dios, desea crecer. Está anuente a asumir la responsabilidad de ayudar a otras personas y de atender algunos de los muchos deberes conectados con el funcionamiento de una congregación. Algunos no aprenden tan rápidamente como otros y, por supuesto, el espíritu de Jehová no va a abrumar a una persona hasta que quede frustrada. De modo que los superintendentes de las congregaciones necesitan usar de gran paciencia. Llegará a ser mucho más fácil y hasta una delicia el observar si uno discierne el crecimiento de sus hermanos en asuntos que tienen que ver con cuidar de responsabilidad. El entrenar a otros a hacer algo quizás lo atrase a uno y quizás las cosas no se hagan tan bien, pero al debido tiempo el espíritu producirá un verdadero ayudante. El preocuparse no apresurará el espíritu de Dios. Enséñeles, muéstreles qué hacer, y luego déjelos crecer y desarrollarse. Cuando hagan las cosas mal o sean deficientes, repáselas otra vez y busque un poquito de mejoramiento en comparación con la última vez. Si uno fuese a un árbol cada día, ¿cuánto crecimiento vería? Tenga presente que el crecimiento es en más de una sola dirección en el caso de su hermano. Usted como el ministro maduro quizás lo esté entrenando en el ministerio de casa en casa, preparando sermones y luego realmente acompañándolo por la calle para hacer visitas de casa en casa. Usted lo insta a arreglar su horario para que pueda emplear más tiempo en este ministerio para que se haga maduro para presentar las buenas nuevas de la Palabra de Dios. Entonces quizás usted se desaliente cuando le parezca que él solo ha ensanchado su servicio un poco. Pero más allá de su visión también está llegando a ser un mejor padre para sus hijos, pasando más tiempo con ellos, enseñándoles de la Palabra de Dios diariamente y celebrando un estudio bíblico de familia con regularidad por lo menos cada semana. Está mejorando su trabajo en su empleo seglar, dando aun más que una medida plena ahora de modo que su patrón no pueda criticarlo. Está creciendo en virilidad. Ahora se interesa en la exhortación de Romanos 13:8: “No deban a nadie ni una sola cosa, salvo el amarse los unos a los otros.”
ESTÍMULO
12. ¿Qué seguridad animadora hay para nosotros cuando parece que no podemos discernir que está sucediendo crecimiento en nosotros mismos o en otros?
12 ¿Se dará usted por vencido y concluirá: Oh, esa persona con la que conduzco un estudio bíblico simplemente no progresa? ¿Renunciará usted a enseñar a su hermano porque usted cree que es demasiado lento? ¿Se desanima usted mismo y piensa: Jehová seguramente no tiene lugar para mí, simplemente parece que no puedo crecer en absoluto y hacer las cosas tan bien como otros? Pero deténgase ahora: Jehová envió su fuerza activa, su espíritu, y con el tiempo tuvimos un hermoso planeta, una esmeralda en el universo, fértil y rico, poblado por animales, pájaros, peces y el hombre. ¿No es una cosa fácil que el espíritu produzca cambios y crecimiento en una criatura humana? Por supuesto, pero recuerde el tomar en consideración unas cuantas cosas. Primero, se requiere tiempo. Eclesiastés 3:11 dice: “Todo lo ha hecho bonito a su tiempo. Aun el tiempo indefinido lo ha puesto en el corazón de ellos, para que la humanidad jamás sepa la obra que ha hecho el Dios verdadero desde el principio hasta el fin.” Segundo, sucede en el corazón. Jeremías 31:33 dice: “‘Porque éste es el pacto que concluiré con la casa de Israel después de aquellos días,’ es la declaración de Jehová. ‘Pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.’” Segunda de 2 Corintios 3:3 dice: “Porque queda mostrado que ustedes son carta de Cristo escrita por nosotros como ministros, no inscrita con tinta, sino con espíritu de un Dios vivo, no en tablas de piedra, sino en tablas de carne, en corazones.” Tercero, no proviene por fuerza, sino que proviene por anuencia bajo la aplicación del espíritu. “Como hijos obedientes, dejen de amoldarse según los deseos que tuvieron en otro tiempo en su ignorancia.” (1 Ped. 1:14) “Sí trae tu corazón a la disciplina y tu oído a los dichos de conocimiento.”—Pro. 23:12.
13. ¿Tiene la tierra alguna relación con el crecimiento, y qué tipo de terreno se recomienda?
13 De modo que a la luz de este asunto de crecimiento considere el terreno, al leer una ilustración que dio Jesús en un discurso registrado en Lucas 8:5-15: “Al ir sembrando, parte de ella cayó a lo largo del camino y fue pisoteada . . . Otra parte cayó sobre la masa de roca, y, después de brotar, se secó por no tener humedad. Otra parte cayó entre los espinos, y los espinos que crecieron con ella la ahogaron. Otra parte cayó sobre la tierra buena, y, después de brotar, produjo fruto de a ciento por uno.” Ahora bien, ¿cuál era la condición de la tierra, del terreno para sembrar? Aquí vemos terreno duro, apretado, del camino, terreno rocoso, terreno lleno de espinos, y luego el terreno bueno. Para descripción adicional del terreno bueno lea el versículo quince: “En cuanto a lo que está en la tierra excelente, éstos son los que, después de oír la palabra con un corazón excelente y bueno, la retienen y llevan fruto con perseverancia.” ¿Tenemos que concluir que una persona está destinada a tener un corazón duro, rocoso o espinoso o uno que sea bueno? ¡No! El terreno apretado duramente puede ser cultivado, las rocas pueden ser reemplazadas con terreno fértil, los espinos pueden ser desarraigados y quemados; todo depende del deseo del dueño.
14. Explique por qué es vital el deseo o meta de cada persona para crecer bajo el espíritu de Jehová.
14 ¿Cuál es su deseo? Usted ha recibido una generación de vida, que para ahora ya ha usado en parte. ¿Cómo quiere invertirla? Si usted trata encarecidamente de servir a Dios y adorarlo, entonces lo que hay que hacer es crecer. Crezca bajo la influencia saludable de Su espíritu. Dondequiera que la Palabra de Dios sigue creciendo, hay aumento. (Hech. 6:7) Su deseo, su meta, tiene que ver con ello, porque si usted va a crecer tendrá que cultivar el terreno, regarlo y cuidarlo pacientemente mientras sirva a Dios. Ansiosamente tendrá que aprovecharse de la estación de cultivo. Para restringir cualquier crecimiento de espinos clandestinamente hasta arraigarse en el terreno para sembrar, usted querría poner en primer lugar en su vida a Dios. El Salmo 92:12-15 describe esta vida de crecimiento bajo cuidado: “El justo mismo brotará como palmera; como cedro en el Líbano, se hará grande. Los que son plantados en la casa de Jehová, en los patios de nuestro Dios, florecerán. Aun seguirán medrando durante la vejez, gordos y frescos continuarán siendo para decir que Jehová es recto. Él es mi Roca, en quien no hay injusticia.”
SIGA CRECIENDO
15. Una vez que se ha iniciado el crecimiento, ¿estamos a salvo, y por qué contesta usted así?
15 Ilustrando bien la necesidad de seguir creciendo se hallan los reinados de Joás, Amasías y Uzías, reyes de Judá de 903 a. de la E.C. a 774 a. de la E.C. Comienzan bien, pero pronto se detiene el crecimiento y, en contrario, crecen las dificultades. Joás hace que un profeta de Dios sea asesinado y sus propios siervos se levantan para matarlo. Jehová no interviene, porque ha “dejado a Jehová.” (2 Cró. 24:24) Amasías abandona a Jehová y se dirige a adorar los ídolos de los edomitas. Uzías se hace arrogante y presuntuoso y termina con lepra. (2 Cró. 24:1–26:23) ¿Es el deseo que tenemos de adorar a Jehová algo que brota de un motivo egoísta al comenzar, o es ésta la manera de vida continua que queremos, con cultivo y cuidado constantes para crecer bajo la instrucción que se da en Proverbios 4:4, 22: “Guarda mis mandamientos y continúa viviendo. Porque son vida a los que los hallan y salud a toda su carne”?
16. ¿Cómo ha afectado el crecimiento a los siervos de Jehová, y qué futuro hay en ello?
16 Reflexione en el principio, cuando usted bebió por primera vez las aguas de la verdad y empezó a brotar. Progresó poco a poco. De oyente llegó a ser orador, de adquirir a dar, de una semillita a un árbol productor de fruto. Usted efectuó cambios con determinación firme. La moderación en la comida y en la bebida produjo disfrute genuino más bien que sentimiento de restricción. Usted aceptó las elevadas normas de moralidad de la Biblia y consiguió muchísimos amigos que llevan vidas limpias. Reemplazó aquella búsqueda de placer fatigosa y desilusionadora con un programa equilibrado de estudio satisfactorio de la Palabra de Dios, asistiendo a reuniones con otros ministros que crecen, participando en la predicación pública de las buenas nuevas del reino de Dios, y en alguna diversión agradable verdaderamente edificante. ¿Se detiene todo allí? ¡No! Porque todo esto se puede efectuar en un año o dos. Las raíces se hacen más profundas, el tronco más grande, las ramas más fuertes, el fruto más rico. Años venideros, generaciones, tiempo sin fin. Sí, todo ese tiempo, tiempo eterno para crecer. Cada vez que usted lee la Biblia de nuevo se aumenta su visión, se ensancha su punto de vista, y se profundiza su aprecio. Mientras uno permanece bajo la dirección del espíritu de Dios, Pablo dice, “el espíritu escudriña todas las cosas, aun las cosas profundas de Dios.” (1 Cor. 2:10) Por eso, que el Salmo 1:1 cuadre con su vida donde comenzó, que lo conduzca adonde está usted ahora y luego que ande con usted en el futuro: “Feliz es el hombre que no ha andado en el consejo de los inicuos, y en el camino de los pecadores no se ha parado y en el asiento de los escarnecedores no se ha sentado. Sino que su deleite está en la ley de Jehová, y en su ley lee en un tono de voz bajo día y noche. Y ciertamente llegará a ser cual árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su propio fruto en su estación y el follaje del cual no se marchita, y todo lo que hace tendrá buen éxito. Porque Jehová está tomando conocimiento del camino de los justos.”—Sal. 1:1-3, 6.