Creen lo que quieren creer
¿POR QUE cree la gente en lo que cree? ¿Se debe a que tenga buenas razones para ello? ¿No observamos a menudo que la gente cree lo que quiere creer? Tal vez crea algo porque es popular. Muchas veces esto es cierto con relación a la creencia en Dios, cuál es el propósito de la vida y qué encierra el futuro.
En la historia antigua, nadie tuvo mejor base para creer la verdad que los israelitas. Ellos recibieron sus leyes directamente de Jehová Dios, el Creador de todas las cosas. Mediante las leyes y los tratos de Dios con ellos, debían haber creído en él. Debían haberle obedecido y haber procurado Su aprobación. Pero ¿qué llegaron a creer?
A pesar de recibir advertencias claras procedentes de su Dios en cuanto a las consecuencias desastrosas de la adoración de ídolos y la inmoralidad, los israelitas comenzaron a practicar la adoración fálica, aunque querían dar la apariencia de que adoraban a Jehová. En 2 Crónicas 33:17 leemos: “No obstante, el pueblo todavía estaba sacrificando sobre los lugares altos; solo que era a Jehová su Dios”. Hurtaban, asesinaban, cometían adulterio, juraban en vano, andaban tras otros dioses, y, sin embargo, creían que serían librados.—Jeremías 7:8-11.
Ellos creyeron lo que querían creer y aparentaron adorar a Jehová, el Dios verdadero. Puesto que habían cambiado sus propios pensamientos, Jehová podía decir mediante su profeta: “Los pensamientos de ustedes no son mis pensamientos, ni son mis caminos los caminos de ustedes”. (Isaías 55:6-8) Ellos glorificaban a Dios con los labios, pero habían alejado de él su corazón. (Isaías 29:13) Y cuando Jehová les envió advertencias mediante sus profetas, ellos respondieron: ‘No deben ver, y no deben ver en visiones para nosotros cosas derechas. Háblennos cosas melosas; vean en visiones cosas engañosas’. (Isaías 30:9-11) Oían solo lo que querían oír.
Cuando Jesús llegó y les predicó, dijo que ellos creían en vano debido a su tradición. (Mateo 15:7-9) Más tarde el apóstol Pablo escribió acerca de los judíos y dijo que ‘tenían celo por Dios, mas no conforme a conocimiento exacto, y procuraban establecer su propia justicia’. (Romanos 10:2, 3) ¿Por qué? Porque lo querían así.
Algunos creyeron a Jesús, otros no
La gente oyó a Jesús predicar el mismo mensaje y efectuar las mismas obras poderosas; sin embargo, algunas personas creyeron y otras no. ¿Por qué? Después de oír el testimonio de Juan el Bautizante y las palabras de Jesús, Andrés fue a su hermano, Simón, y pudo decirle: “Hemos hallado al Mesías”. Felipe fue a Natanael y le dijo: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, a Jesús, hijo de José, de Nazaret”. (Juan 1:35-45) ¿Por qué creyeron éstos? ¿Fue sencillamente porque quisieron creer? Creyeron debido a lo que habían visto y oído, de acuerdo con lo que se había profetizado en las Santas Escrituras.
Cuando los samaritanos oyeron las palabras de Jesús, dijeron a la mujer que les habló por primera vez de él: “Ya no creemos a causa de tu habla; porque hemos oído por nosotros mismos y sabemos que este hombre es verdaderamente el salvador del mundo”. (Juan 4:39-42) Muchas personas que vieron cuando Jesús resucitó a Lázaro de entre los muertos creyeron en El. Otras personas que vieron el mismo milagro fueron a los fariseos y les informaron del asunto. ¿Acaso creyeron éstos? No, tramaron dar muerte a Jesús y a Lázaro para que la gente no creyera. (Juan 11:45, 46, 53; 12:10, 11) Aquellos fariseos no querían creer en Jesús. Prefirieron no creer en él. ¿Por qué?
Por qué no creyeron
Hubo varias razones. Los líderes religiosos tenían miedo de que los romanos ‘vinieran y les quitaran su lugar así como su nación’. (Juan 11:48) Jesús les había dicho anteriormente que ellos no creían porque preferían aceptar gloria y honra unos de otros. (Juan 5:44) Y a algunos oficiales que quedaron impresionados con Jesús, los líderes religiosos les dijeron: “Ni uno de los gobernantes o de los fariseos ha puesto fe en él, ¿verdad? Mas esta muchedumbre que no conoce la Ley son unos malditos”. (Juan 7:46-49) Así que tenían sus razones.
Lo mismo ocurrió en el caso de muchos que más tarde abandonaron la verdadera creencia cristiana. El apóstol Pablo escribió que vendría un tiempo en que los hombres no soportarían la enseñanza sana, sino que de acuerdo con sus propios deseos acumularían para sí mismos maestros para que les regalaran los oídos; y se apartarían de la verdad. (2 Timoteo 4:3, 4) Pedro escribió que algunas personas inconstantes estaban torciendo las Escrituras, para su propia destrucción. (2 Pedro 3:16) Y también escribió que en los últimos días muchos no creerían en la prometida presencia del Señor, diciendo: “Desde el día en que nuestros antepasados se durmieron en la muerte, todas las cosas continúan exactamente como desde el principio de la creación”. ¿Por qué? Pedro declaró que, “conforme al deseo de ellos”, se les escapaba el hecho de que Dios había ejecutado juicio contra un mundo inicuo en los días de Noé. (2 Pedro 3:3-7) Sí, creían conforme al deseo de ellos.
Fundamento sólido para creer
Pero ¿es la creencia en Dios como Creador y en que su Reino vendrá y su voluntad se efectuará sobre la Tierra como en el cielo simplemente una fantasía en la que la gente quiere creer? De ninguna manera. La creencia verdadera tiene fundamento. Con relación a esa creencia, o fe, el apóstol Pablo escribió: “Fe es la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan”. (Hebreos 11:1) Luego él habla acerca de muchos hombres y mujeres que no creyeron simplemente lo que querían creer, sino que creyeron lo que Dios reveló acerca de sí mismo y sus propósitos. La creencia de ellos requirió abnegación y les acarreó el odio de este mundo. Lo mismo les sucede hoy a los que creen en el propósito de Dios.
Pero ¿prueba que una religión proviene de Dios el hecho de que ésta impela a algunas personas a la devoción y la abnegación? ¿O pudiera ser que los devotos de tal religión también estén creyendo simplemente lo que quieren creer? Un ejemplo sobresaliente de un movimiento religioso que ha atraído a muchísimos jóvenes es la iglesia de la Unificación, formada por Moon. ¿Cómo ha podido esta iglesia atraer el servicio dedicado de tantos jóvenes en nuestro tiempo? ¿Por qué se habla en contra de ella tan a menudo? Estas preguntas se considerarán en el siguiente artículo: “La iglesia de la Unificación de Moon... ¿qué creencias la caracterizan?”.