La iglesia de la Unificación de Moon... ¿qué creencias la caracterizan?
ELLA es atractiva, joven y simpática. Se acerca a cierto hombre lo suficiente como para literalmente asirlo por la solapa de la chaqueta mientras le prende una flor lentamente con un alfiler. Después de ponerle la flor, que está un poco marchita, pide una donación por ésta y explica que el dinero es para ayudar a un grupo de jóvenes. La muchacha sonriente parece ser bastante sincera.
Ella es un ejemplo típico de los jóvenes que a menudo se ven en los aeropuertos y centros comerciales muy concurridos de Norteamérica. Ni el tiempo frío ni la respuesta glacial de la mayoría de la gente parece desanimar a estos jóvenes, miembros de la iglesia de la Unificación. Quizás usted los conozca por el apodo que les dan en los medios informativos, los “Moonies”.
¿Quiénes son los “Moonies”? Los informes de prensa sobre la iglesia de la Unificación han tendido a hacer resaltar las acusaciones de que celebran sesiones de lavado de cerebro los fines de semana y que a los miembros se les trata como a esclavos. Los problemas políticos y financieros de la iglesia también han estado en primera plana, especialmente desde que a Sun Myung Moon, el fundador de la iglesia, se le declaró culpable de fraude en relación con el pago de impuestos. También estuvo en la primera plana de las noticias el casamiento en masa de 2.075 parejas que celebró Moon.
Pero ¿qué sabe usted acerca de las creencias de la iglesia de la Unificación? ¿Qué mueve al pequeño ejército de la iglesia, compuesto de jóvenes aparentemente idealistas? ¿Por qué están dispuestos a renunciar a estudios universitarios y profesiones para seguir a Sun Myung Moon? ¿Qué les promete él?
¿Quién es Sun Myung Moon?
Sun Myung Moon (”Sol y Luna radiantes”) es un coreano de sesenta y tantos años de edad. Aunque se crió como presbiteriano, durante su adolescencia comenzó a tener visiones que resultaron en la formación de la iglesia de la Unificación en 1954. “Conocí personalmente a Jesús”, dice Moon en su libro Cristianismo en crisis, nueva esperanza, “y recibí una revelación mediante la cual supe que Dios está muy afligido. Tiene el corazón partido. Hoy Dios está trabajando incesantemente por la salvación final de toda la humanidad. Necesita a Su paladín para tener éxito en esta obra.”
Moon reconoce que esto tal vez suene como si le estuviera faltando al respeto a Dios. “Hasta ahora, en el cristianismo”, dijo él en un discurso hace algunos años, “situamos a Dios en una posición tan alta en los cielos, y empujamos al hombre a una posición tan baja en el infierno, que ha habido una brecha insuperable entre ellos.” Aunque el concepto que Moon tiene de Dios no es el que se halla en la Biblia, es conocido entre los estudiantes de religiones orientales. “El hombre es la forma visible de Dios, y Dios es la forma invisible del hombre”, dijo él en aquel discurso. “El hombre es Dios encarnado. [...] El hombre comparte el mismo valor que tiene Dios y es precisamente tan importante como Dios.”
Moon ve la unificación de las religiones del mundo como el primer paso hacia la salvación del mundo, de modo que no es sorprendente que interprete el cristianismo de maneras que aparenten que éste armoniza con otras religiones. Por ejemplo, en su principal libro de texto teológico, Principios divinos, dice que “el Señor de la Segunda Venida, quien viene como la figura central del cristianismo, también desempeñará el papel de Buda, quien los budistas creen que vendrá de nuevo”.
Mientras la mayoría de los cristianos cuentan con un Mesías celestial, el libro Principios divinos declara que el Cristo tiene que “nacer en la carne sobre la Tierra en la Segunda Venida”. El Mesías venidero del que habla Moon no es el Jesucristo de la Biblia, sino otra persona, un hombre nacido en algún lugar de la Tierra en nuestro siglo. ¿Dónde? “La nación del
Oriente donde Cristo vendría de nuevo sería nada menos que Corea”, dice Principios divinos. Los seguidores de Moon llegan a creer que él mismo es el Mesías prometido, o, según él lo expresa, el “Señor de la Segunda Venida”.
¿En qué cree el que es miembro de la iglesia de la Unificación cuando la doctrina de la iglesia parece contradecir la Biblia? “Tenemos que comprender que las palabras bíblicas son un medio de expresar la verdad y no son la verdad misma”, dice Principios divinos. “El Nuevo Testamento se dio como libro de texto para la enseñanza de la verdad a la gente de hace 2.000 años, gente cuyo nivel espiritual e intelectual era muy limitado, en comparación con el de hoy día. [...] Hoy la verdad tiene que aparecer en un nivel más alto y mediante un método científico de expresión a fin de que el hombre inteligente moderno pueda entenderla.” Según Moon, “los discípulos de Jesús [...] siguieron lo que sentían espiritualmente en el corazón”. A los seguidores de Moon se les insta a hacer lo mismo. “No debemos estar atados a ideas tradicionales, sino que debemos hallar a toda costa la nueva verdad”, dice Principios divinos.
El reino del cielo en la Tierra
“Soy Jim”, dijo el elegantemente vestido analista de Bolsa. “Vine en busca de soluciones a mis problemas y los del mundo.” Jim estaba asistiendo a un “seminario de fin de semana” patrocinado por la iglesia de la Unificación. Muchos jóvenes son como Jim. Quieren saber por qué el mundo está lleno de sufrimiento y maldad. Quieren saber si la vida realmente tiene propósito. Quieren averiguar qué será de nuestra Tierra contaminada y amenazada por la guerra. Con relación a esas preguntas, Sun Myung Moon ofrece respuestas que suenan convincentes.
¿Por qué está lleno de maldad y sufrimiento el mundo? Porque Adán y Eva pecaron en el jardín de Edén. “Se sentaron las bases de la nefasta historia del hombre”, dice Moon, “y Satanás fue instalado como el gobernante de este mundo. [...] y ahora en nuestro mundo están difundidos el asesinato, la mentira y el robo.”
¿Qué encierra el futuro para nuestra Tierra? La respuesta de Moon es atrayente. Dios no va a quemar la Tierra, como afirman algunos religiosos. “No es el universo, sino el hombre el que ha cometido pecado”, observa él. “Por eso la Biblia dice: ‘Una generación se va, y una generación viene, pero la tierra permanece para siempre’.”
Puesto que estamos viviendo en los “últimos días”, pronto “todos los hombres serán hechos nuevos mediante sus Padres Verdaderos. A todos se les capacitará para traer al mundo hijos libres de pecado. [...] Entonces el reino del cielo comenzará a regir en la Tierra”. ¡Qué alentador! La Tierra llena de personas perfectas, sin pecado, ‘el reino celestial en la Tierra’. ¡No es de extrañar que el mensaje de la iglesia de la Unificación les interese a jóvenes idealistas como Jim! Pero ¿cómo se hará realidad un mundo como ése?
Sun Myung Moon tiene una respuesta única a la pregunta que surge a menudo: ¿Cómo se establecerá el reino de Dios? “El matrimonio”, dice él, “es el medio más importante de establecer el reino de Dios en la Tierra.” De hecho, Moon pasa a decir que si a Jesús se le hubiera permitido casarse, “el estado inmaculado del reino de Dios pudiera haber sido una realidad durante los pasados 2.000 años”. Moon es bastante categórico en cuanto al asunto. “A Jesús se le negó la oportunidad de escoger una novia que estuviera en la posición de una Eva restablecida, y de establecer la primera familia celestial en torno a Dios. En vez de eso, la gente de Israel lo clavó a la cruz.”
¿Fracasó Jesús?
Según Moon, cuando Jesús oró en el jardín de Getsemaní y dijo: “Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa” (Mateo 26:39), fue porque “Jesús quería vivir y cumplir su misión” de casarse y criar una familia. Puesto que la misión de Jesús no se cumplió, otro Mesías tiene que venir en nuestro tiempo para casarse, criar la familia perfecta y ayudar a la humanidad a alcanzar la perfección.
Por supuesto, los estudiantes serios de la Biblia objetarán que tales ideas no se encuentran en ninguna parte de la Palabra de Dios, pero esto no plantea ningún problema a Sun Myung Moon. “Usted quizás quiera preguntarme de nuevo: ‘¿Con qué autoridad dice usted estas cosas?’”, dice él. “Yo hablé con Jesucristo en el mundo de los espíritus.”
‘Aunque un ángel del cielo [...]’
La mayoría de los jóvenes que se unen a la iglesia de la Unificación solo tienen un conocimiento superficial del cristianismo. El hecho de que estos jóvenes acepten tan fácilmente las ideas no bíblicas de Moon recomienda pobremente la instrucción religiosa que éstos recibieron en el hogar.
Pero allá en el primer siglo, a personas a quienes se había instruido en el cristianismo verdadero, el apóstol Pablo escribió: “Aunque nosotros o un ángel del cielo les declarara como buenas nuevas algo más allá de lo que nosotros les declaramos como buenas nuevas, sea maldito”. (Gálatas 1:8) A pesar de que la iglesia de la Unificación habla de doctrinas cristianas fundamentales, como la del papel de Jesús como Mesías y la segunda venida, ¿entiende esas doctrinas del modo que el apóstol Pablo las entendió y según se exponen en la Biblia? ¿Enseña esta iglesia las mismas “buenas nuevas” que se hallan en la Biblia? Considere lo que Moon enseña sobre una de las doctrinas centrales del cristianismo.
Muerte de Jesucristo profetizada
“El Hijo del hombre no vino para que se le sirviera, sino para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos.” (Mateo 20:28) He aquí, en las propias palabras de Jesús, una parte clave de su misión... dar su vida perfecta como sacrificio de rescate por los descendientes pecaminosos de Adán. Jesús nunca habló de criar una familia perfecta y gradualmente asumir la dirección del mundo. ¿Acepta Moon esto?
“Ahora mismo voy a hacer una declaración audaz”, dijo Sun Myung Moon a una muchedumbre reunida en Nueva Orleáns, Luisiana. “Jesús no vino para morir. [...] Si Dios hubiera querido que Su hijo fuera crucificado, no hubiera necesitado 4.000 años para preparar al pueblo escogido. Hubiera sido mejor que Dios hubiera enviado a Jesús a una tribu de bárbaros, que lo hubieran matado aún más rápido. [...] Jesús murió en la cruz, no por su propia voluntad ni por la voluntad de Dios, sino por la voluntad de los hombres.”
Tal vez usted ya esté considerando la pregunta: Si Dios no se propuso que Jesús sufriera una muerte sacrificatoria, ¿por qué contiene la Biblia profecías bien conocidas acerca de su muerte, como la del capítulo 53 de Isaías? “Estoy consciente de esas profecías”, dijo Moon. “Debemos comprender que en la Biblia hay dos grupos de profecías. Un grupo profetiza el rechazamiento y la muerte de Jesús; las demás, como las de los capítulos 9, 11 y 60 de Isaías, profetizan el glorioso ministerio de Jesús cuando la gente lo hubiera aceptado como el Hijo de Dios. [...] Puesto que Dios no sabía cómo el hombre respondería a Su providencia tocante al Mesías, no tuvo otro remedio que predecir dos resultados contrarios... profecías dobles, cada una posible, según el proceder del hombre.”
¿Cómo es eso? ¿Era el Dios Todopoderoso incapaz de predecir cómo reaccionarían los hombres para con el Mesías? Por el contrario, Dios dice: “Así resultará ser mi palabra que sale de mi boca. No volverá a mí sin resultados, sino que ciertamente hará aquello en que me he deleitado, y tendrá éxito seguro en aquello para lo cual la he enviado”.—Isaías 55:11.
Está claro que para que todas las profecías de Dios se cumplieran, el Mesías tenía que ser rechazado en su primera aparición, y volvería gloriosamente como triunfador. Según dice de manera clara Daniel 7:13, 14, él no vuelve triunfante como hombre en la Tierra, sino como poderosa criatura de espíritu que puede acercar se directamente a Jehová Dios, el Anciano de Días, en su tribunal celestial.
Sin embargo, la iglesia de la Unificación no acepta el testimonio claro de la Biblia sobre este asunto, porque sus miembros prefieren creer en un Mesías carnal que criará una familia en la Tierra. Para justificar tales doctrinas, Moon niega que Dios tenga la capacidad de predecir el futuro. Predica acerca de un Dios débil, uno que ‘no vale más que el hombre’. Incluso llega a decir: “En cierto modo, Dios teme al hombre, y Satanás también teme al hombre... debido a que el hombre puede traicionar”. ¡Este “Dios” de quien habla Moon ciertamente no es Jehová, el Dios Todopoderoso, cuyas promesas magníficas están registradas en la Biblia!
“Reintegración mediante indemnización”
Algunas declaraciones de la iglesia de la Unificación parecen mostrar aprecio por la muerte sacrificatoria de Jesús. “¿Fue en balde entonces el sacrificio en la cruz?”, pregunta Principios divinos. “De ninguna manera (Juan 3:16). Si lo hubiera sido, la historia cristiana no hubiera existido.” No obstante, “la redención mediante la cruz no ha podido eliminar nuestro pecado original [...] la salvación mediante [...] la cruz es solamente espiritual”. ¿Qué significa eso? “Si Jesús no hubiera sido crucificado [...] hubiera efectuado la providencia de la salvación, tanto en sentido espiritual como físico. Hubiera establecido el reino celestial en la Tierra.”
Si el sacrificio de Jesús no basta para salvar por completo a los hombres, entonces, ¿cómo ha de salvarse uno? La iglesia de la Unificación ha producido una elaborada doctrina de expiación, llamada “reintegración mediante indemnización”. “El hombre, quien perdió la posición o condición original con la cual se le dotó al ser creado, tiene que restablecer ciertas circunstancias necesarias a fin de reintegrarse a sí mismo”, dice Principios divinos. (Las bastardillas son nuestras.)
La idea de que los hombres tienen que expiar sus propios pecados es muy popular en el Oriente, donde comenzó la iglesia de la Unificación. Pero ¿está esa idea de acuerdo con la Biblia? “Todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios”, escribió el apóstol Pablo, “y es como don gratuito que por su bondad inmerecida se les está declarando justos mediante la liberación por el rescate pagado por Cristo Jesús. Porque estimamos que el hombre es declarado justo por fe aparte de obras de ley.” (Romanos 3:23, 24, 28) Los miembros de la iglesia de la Unificación quizás crean que están expiando sus pecados mediante su celosa recaudación de fondos, pero sus “obras” no pueden salvarlos. Los judíos pensaban que podían probarse a sí mismos justos efectuando obras en armonía con la ley mosaica, pero Jesús dijo que ellos todavía eran ‘esclavos del pecado’. ¿Cómo podían librarse? “Si permanecen en mi palabra”, dijo Jesús, “verdaderamente son mis discípulos, y conocerán la verdad, y la verdad los libertará.” (Juan 8:31-34) La iglesia de la Unificación claramente ha ido más allá de las palabras de Jesús. Sus miembros siguen siendo esclavos del pecado, a pesar de todas sus obras.
Influencia de “hombres espíritus”
La doctrina de Moon sobre la indemnización aplica tanto a los difuntos como a los vivos. El enseña que “hombres espíritus” muertos desean participar en las buenas obras de los que le siguen. ¿Cómo hacen esto los “muertos”? Principios divinos contesta: “Los hombres espíritus derraman fuego espiritual sobre hombres terrestres, les dan el poder de sanar enfermedades, y les ayudan a hacer muchas obras poderosas. Más que eso, capacitan a hombres terrestres para que puedan ver en un estado de trance muchos hechos del mundo de los espíritus, les dan el don de profecía, y los inspiran espiritualmente. Mediante tales actividades, en sustitución del Espíritu Santo, ellos cooperan con hombres terrestres para cumplir la voluntad de Dios”.
¡Esta es una doctrina peligrosa! ¿Por qué? Porque los muertos están inconscientes y por eso no pueden trabajar con hombres vivos. La Biblia dice claramente: “No hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol [el sepulcro], el lugar adonde estás yendo”. (Eclesiastés 9:10) ¿Quiénes son, entonces, los responsables de que los discípulos de Moon profeticen y hagan “muchas obras poderosas”?
“Sea que haya dones de profetizar, serán eliminados; sea que haya lenguas, cesarán”, dice la Biblia. (1 Corintios 13:8) Los dones espirituales milagrosos cesaron al morir los apóstoles y los que recibieron esos dones mediante la imposición de las manos de los apóstoles. Dios no contradiría su Palabra por medio de inspirar tales dones ahora. Respecto a los tiempos en que vivimos, Jesús advirtió claramente: “Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre ejecutamos muchas obras poderosas?’ Y sin embargo, entonces les confesaré: ¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obreros del desafuero”.—Mateo 7:22, 23.
Esas son palabras fuertes, y los miembros de la iglesia de la Unificación deben tomarlas a pecho. Los “hombres espíritus” con quienes ellos tratan no pueden ser los muertos, ni tampoco pueden venir de Dios. Puesto que tales “hombres espíritus” están inspirando precisamente la actividad contra la cual Jesús advirtió, tales fuerzas espirituales solamente pueden venir del enemigo de Dios, el engañador original, Satanás el Diablo. Ellos solo pueden ser demonios, espíritus inicuos que han estado engañando a hombres crédulos y abusando de ellos por miles de años. El exponerse a la influencia de los demonios, creyendo ingenuamente que así está cooperando con “hombres espíritus”, es un error grave.
En efecto, Principios divinos admite francamente que algunos de estos “hombres espíritus” son malvados y pueden atormentar a los seguidores de Moon, cuando dice que si un discípulo “aguanta gustosamente el tormento que le inflige el hombre espíritu malvado, [...] puede restablecer una condición de indemnización por su propio pecado y el de sus antepasados”. En otras palabras, ¡a los seguidores de Moon se les enseña que el estar bajo influencia de espíritus y el ser atormentados por ellos puede expiar los pecados que hayan cometido en el pasado!
En vista de tales doctrinas y prácticas de la iglesia de la Unificación, no es de extrañar que sus miembros a veces parezcan tener los ojos vidriosos, como a menudo han comentado varios observadores. Sin duda, en algunos casos el cansancio o la mala alimentación quizás sea la causa, pero es muy probable que muchos de estos jóvenes estén experimentando hostigamiento demoníaco. ¡Qué tragedia! Tampoco es sorprendente que ex miembros informen con frecuencia haber sufrido severos trastornos mentales y emocionales durante varios meses después de haber dejado la iglesia. Un estudio que se publicó en Science Digest informa: “Ex miembros del culto se quejaron de la falta de orientación y de ‘flotar’ de un estado de ánimo a otro; de pesadillas, alucinaciones e ilusiones recurrentes; de casos de fenómenos ‘síquicos’ desconcertantes o perturbadores”.
¿Qué clase de profeta?
No se está poniendo en tela de juicio la sinceridad de los discípulos de Moon, pero el hecho es que están en grave peligro. Al permitir que Sun Myung Moon los convenza de que no necesitan basar sus creencias en la Biblia, se les ha engañado gravemente. Es lamentable que se les haya puesto a merced de fuerzas demoníacas despiadadas.
La iglesia de la Unificación tiene razón cuando dice que estamos en los “últimos días” y que el reino de Dios pronto gobernará sobre una Tierra llena de personas felices y obedientes. Esta es una esperanza maravillosa. Pero otra parte de la señal de los “últimos días” es que “se levantarán falsos Cristos y falsos profetas y darán grandes señales y prodigios para extraviar, si fuera posible, aun a los escogidos”. (Mateo 24:24) ¿Qué clase de ‘Cristo’ y ‘profeta’ es Sun Myung Moon? Los hechos hablan por sí mismos.