Hallando respuestas para sus preguntas bíblicas
ALGUNOS buscadores de tesoros buscan oro o plata; algunos, piedras preciosas, y algunos, tesoros escondidos. Una búsqueda de tesoros más recompensadora es la búsqueda en la Palabra de Dios, la Santa Biblia, de conocimiento acertado, para tener uno sabiduría verdadera. Por eso se nos dice en Proverbios 2:4, 5: “Si sigues buscándolo como a la plata, y como a tesoros escondidos sigues buscándolo, en tal caso entenderás el temor de Jehová, y encontrarás el mismo conocimiento de Dios.”
Los inapreciables tesoros del “mismo conocimiento de Dios” son para los que, como un persistente buscador de tesoros, están anuentes a buscarlos. ¿Es usted diligente para hallar respuestas a sus preguntas bíblicas? ¿Cómo puede usted mejorar su eficacia al hacerlo?
Usted siempre puede preguntar a alguna otra persona. Pero, ¿es eso en lo que el estudiante de la Biblia debe pensar primero? No, porque la Palabra de Dios dice que debemos ‘seguir buscando’ y también dice: “Haz lo sumo posible para presentarte aprobado a Dios, trabajador que no tiene de qué avergonzarse, manejando la palabra de la verdad correctamente.” (2 Tim. 2:15) ¿Qué hay de los que siempre preguntan a otros? No es muy probable que hayan hecho lo sumo posible para hallar las respuestas, por lo menos en muchos casos. Esto se indica, al parecer, por el hecho de que la Sociedad Watch Tower recibe frecuentes preguntas sobre una multitud de cosas de parte de ciertos individuos, mientras que otros rara vez preguntan. Por eso, esfuércese por hallar respuestas a sus preguntas bíblicas. Pero para asegurar el éxito en su búsqueda de tesoros de conocimiento en la Palabra de Dios, ¿qué se puede hacer?
LEA EL RELATO DE LA BIBLIA, VERIFIQUE EL CONTEXTO
Una de las maneras más importantes para hallar respuestas es la que más se pasa por alto: Esa es la de dirigirse al relato de la Biblia que posiblemente haya ocasionado la pregunta. Examínelo cabalmente, no pase por alto la lectura del contexto, el material circunstante. Aquí está una pregunta bíblica que se hace comúnmente que podría contestarse si la gente hiciera esto: ¿De dónde obtuvo su esposa Caín, el primer hijo de Adán y Eva?
Para la respuesta, ¿por qué no dirigirse al relato de la Biblia? Estúdielo, no solo examinándolo rápidamente. Lea los capítulos cuatro y cinco de Génesis. Usted observará que Génesis 4:16 dice simplemente que Caín “empezó a vivir en la tierra de Fugacidad,” no que fue allí a conseguir una esposa. El siguiente versículo dice: “Después Caín tuvo ayuntamiento con su esposa y ella llegó a estar preñada y dio a luz a Enoc.” Ahora bien, si usted continúa leyendo, usted llegará a Génesis 5:4, que dice: “Entre tanto [Adán] Llegó a ser padre de hijos e hijas.” De modo que a Adán le nacieron hijas así como también hijos por Eva. Y, puesto que el relato de la Biblia aclara que Dios creó solo a un hombre y una mujer, Caín debe haber obtenido su esposa de entre sus hermanas, quizás casándose con su hermana mayor. Por supuesto, la familia humana estaba muy cerca de la perfección en aquel tiempo y tal unión no habría tenido los mismos efectos perjudiciales entonces como los tendría ahora. De hecho, más tarde Dios prohibió a los israelitas que entraran en tales matrimonios. (Lev. 18:11) Sin embargo, como usted ve, al leer el relato de la Biblia junto con el contexto usted a menudo puede llegar a la única respuesta lógica a su pregunta bíblica.
También tenemos la pregunta acerca de Génesis 18:22, concerniente a los tres visitantes angelicales que se aparecieron como hombres y visitaron a Abrahán para decirle que su esposa Sara daría a luz un hijo. “En este punto los hombres se volvieron de allí y se pusieron en camino a Sodoma; pero en cuanto a Jehová, todavía estaba de pie delante de Abrahán.” Alguien pudiera preguntar: ¿Cómo fue que Jehová estaba de pie delante de Abrahán, siendo que los hombres, los ángeles, se habían ido? Por medio de leer cuidadosamente el contexto usted se entera de que éste no dice que los tres ángeles que se aparecieron como hombres se fueron. Más bien, usted observa al principio del siguiente capítulo Gé 19:1 que se dice: “Ahora bien, los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer.” De modo que solo dos ángeles dejaron la presencia de Abrahán y se fueron a Sodoma, no los tres. La respuesta lógica, entonces, debe ser que un ángel se quedó atrás, permaneciendo de pie delante de Abrahán, y este ángel representaba a Jehová. El representante angelical de Jehová todavía no se había retirado ni desaparecido de la presencia de Abrahán sino que todavía estaba delante de él y Abrahán lo podía ver.
Todavía otro ejemplo que ilustra la necesidad de leer el contexto cuidadosamente es la pregunta: ¿Quién vendió a José a Egipto? Algunos han leído rápidamente Génesis 37:28: “Ahora bien, hombres, comerciantes madianitas, iban pasando. Por consiguiente, sacaron a José del pozo de agua y luego vendieron a José a los ismaelitas por veinte piezas de plata. Con el tiempo éstos trajeron a José a Egipto.” Algunos han llegado a la conclusión por este texto de que realmente fueron los comerciantes madianitas los que sacaron del pozo a José y que estos comerciantes, a su vez, vendieron a José a los ismaelitas, que lo trajeron a Egipto. Pero, ¿es eso correcto?
Al leer el contexto cuidadosamente, usted observará que el Gé 37 versículo 27 de ese capítulo dice que los hermanos de José fueron los que determinaron vender a José a los ismaelitas. Ahora cuando usted lee el último versículo del capítulo Gé 37:36, “Los madianitas lo vendieron a Egipto,” ¿a qué conclusión llega usted? O los madianitas también se llamaban ismaelitas o los comerciantes madianitas eran hombres que viajaban en la caravana ismaelita; y los hermanos de José lo vendieron a éstos. Si usted lee más adelante obtiene más confirmación en Génesis 45:4, 5, donde José mismo dice: “Yo soy José su hermano, a quien ustedes vendieron a Egipto.” De modo que al leer el entero relato usted consigue el correcto punto de vista—a saber, que los comerciantes madianitas no se llevaron a José y luego lo vendieron a los ismaelitas sino que los hermanos mismos de José lo vendieron a los comerciantes. Los ismaelitas y madianitas estaban relacionados unos con otros por medio de Abrahán.
DICCIONARIOS BÍBLICOS
Si usted tiene un diccionario bíblico en su biblioteca, usted podría usarlo para confirmar la respuesta a la pregunta susodicha en cuanto a José. Por ejemplo, muchos diccionarios bíblicos le dirán bajo “madianitas” o “ismaelitas” que los dos nombres a veces se usan intercambiablemente. O si usted busca, por ejemplo, ‘José’ en The New Bible Dictionary de Douglas, usted encontrará esto:
“¿Quién vendió a José a Egipto? . . . La caravana era ismaelita, incluyendo bajo esta designación a los madianitas o medanitas; los términos se traslapan. Este intercambio de términos se exhibe muy claramente por Jue. viii. 24 [Jueces 8:24] que explícitamente declara que los madianitas derrotados por Gedeón ‘tenían aretes de oro, porque eran ismaelitas.’”
De modo que los diccionarios bíblicos pueden ser útiles, especialmente en lo que toca a información sobre personajes, historia, nombres, geografía, vida cotidiana de los pueblos, ocupaciones, etc., de la Biblia. Sin embargo, deben usarse prudentemente, especialmente cuando tratan ligeramente sobre asuntos de doctrina bíblica.
REFERENCIAS RELACIONADAS POR LOS TÉRMINOS
Una ayuda que es de valor especial.es la de las referencias relacionadas por los términos. Varias Biblias tienen referencias como éstas, pero la que es más útil es la edición de letra grande de la New World Translation of the Holy Scriptures. En el margen hay textos, y se hace referencia a ellos por símbolos, como *, ▫, *, *, *, *, x, #, k hasta n, r hasta z. El prefacio de esta Biblia, en la página 24, dice que estos símbolos “lo conducirán a usted a información útil, tales como pasajes paralelos, puntos geográficos y biográficos, pasajes de los que se cita, etc.”
De modo que usando estas referencias en esa edición de la New World Translation, a menudo usted hallará información útil. De hecho, con esa mismísima pregunta acerca de José, usted hallaría una referencia relacionada por los términos después de las palabras “comerciantes madianitas” que refiere al lector a Génesis 25:2. Allí uno se entera de que Madián fue uno de los hijos de Abrahán por Cetura. Esto es útil porque usted puede aprender que los ismaelitas y madianitas tuvieron un antepasado común, a saber, Abrahán; así se comprende mejor que estarían asociados estrechamente y que los nombres hasta podrían usarse intercambiablemente.
Usando tales referencias se puede obtener una inmensa cantidad de información. Una persona quizás pregunte por qué Jesús precisamente antes de morir dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?” (Mat. 27:46) Si el inquiridor usa la Biblia de referencias, observará una referencia al Salmo 22:1, y al leerla observará que esto se predijo en el salmo; y Jesús, en cumplimiento de la profecía, expresó esas palabras al tiempo cuando pareció exteriormente que Dios lo había desamparado.
CONCORDANCIAS
Otra ayuda para hallar respuestas a sus preguntas bíblicas es una concordancia bíblica, la cual es un índice alfabético de palabras, que muestra los lugares en el texto de la Biblia donde pueden hallarse determinadas palabras. Algunas son grandes y completas, otras son pequeñas, usando solo palabras principales. Una ayuda mayor en este respecto es la sección intitulada “Importantes palabras bíblicas para pronta consulta,” que se encuentra en la parte de atrás de la edición de 1961 de la New World Translation of the Holy Scriptures. También se encuentra en la parte de atrás de la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas.
Esta sección de la Biblia se puede usar de muchas maneras. Por ejemplo, pongamos por caso que usted deseara información sobre el tema “Fe.” Para hallar algunos de los textos más importantes sobre el tema, todo lo que usted necesita hacer es dirigirse a la parte de atrás de la Biblia y ver la palabra clave “fe.” Allí encontrará usted varios textos útiles, como Hebreos 11:6: “Sin fe es imposible agradarle” bien a Dios, y Santiago 2:26: “La fe sin obras está muerta.”
Quizás usted recuerde las palabras de Jesucristo: “Todos los que toman la espada, perecerán por la espada.” Pero, ¿dónde se encuentran en la Biblia? La concordancia le ayuda oportunamente. Buscando bajo la palabra clave “espada,” por ejemplo, usted puede hallar la referencia bíblica. Es Mateo 26:52. Usted la encontró usando la sección “Importantes palabras bíblicas para pronta consulta” en la parte de atrás en la edición de 1961 de la New World Translation of the Holy Scriptures. De modo que use las concordancias bíblicas, y usted se beneficiará, verdaderamente.
“WATCH TOWER PUBLICATIONS INDEX”
Una de las ayudas más valiosas de todas para hallar respuestas a las preguntas bíblicas es el Watch Tower Publications Index (Índice de publicaciones en inglés de la Sociedad Watch Tower), 1930-1960, junto con sus suplementos anuales. Usando el Index, que tiene tanto índice de temas como índice de textos, o los índices que se publican en el último número del año de La Atalaya y ¡Despertad! y en los otros libros de la Sociedad Watch Tower, usted tiene el mapa de un tesoro para dirigirlo a una riqueza de información para contestar preguntas.
Pongamos por caso que usted esté leyendo la Biblia y llegue a 2 Crónicas 36:20, 21, en cuanto a la desolación de setenta años que Judá había de experimentar “para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus sábados.” Una persona pudiera preguntar: ¿Por qué requirió Jehová setenta años? ¿Fue que los israelitas no guardaron exactamente esos años sabáticos o es figurado el número? Dirigiéndose al suplemento del Index para 1963, usted hallará bajo el índice de textos en 2 Crónicas 36:21 una referencia al libro “Babylon the Great Has Fallen!” God’s Kingdom Rules! Este indica en la página 164 que el número setenta es figurado. Además, al examinar en el Index para 1930-1960 su atención se le llama al libro “El reino se ha acercado,” donde usted aprende:
“Durante los tiempos que los israelitas fueron fieles a su pacto, ellos observaron estos sábados de la tierra según se cumplieron. Cuántos fueron por todos no se revela. Pero el número setenta representa lo completo, siendo un múltipl[o] de 10 x 7; 10 simbolizando lo completo terrenal, y 7 lo completo espiritual. Por consiguiente Jehová Dios dejó que el número 70 permaneciera como una cifra para representar comprensivamente todos los años sabáticos de la tierra que ellos dejaron de observar. Entonces él permitió 70 años de forzada desolación sobre la tierra para compensar todos aquellos años sabáticos que no guardaron.”—Págs. 169, 170.
Pero el rasgo del “índice de textos” del Watch Tower Publications Index no es todo; también hay el rasgo del “índice de temas.” Para muchas de sus preguntas es posible que sea mejor buscar aquí. Supongamos, por ejemplo, que usted tuviese una pregunta: ¿Fue fijado en un madero Jesús según la costumbre judía o la costumbre romana? Simplemente buscando bajo la palabra “Impalement [fijar en un madero],” usted encontrará un subtítulo “Jewish procedure [procedimiento judío],” y será dirigido a The Watchtower del 1 de abril de 1952, página 223 (La Atalaya del 1 de agosto de 1952, página 479), donde usted se entera de los hechos en cuanto al procedimiento judío y el procedimiento romano de fijar en un madero. El método judío era fijar en un madero a un criminal después de que se le había dado muerte; el procedimiento romano era colgar viva a la víctima en el madero. Así Jesús fue fijado en el madero según la costumbre romana.
De modo que el Watch Tower Publications Index puede dirigirlo a usted a respuestas para muchas de sus preguntas bíblicas. ¿Tiene usted uno? Si es así, ¿lo usa usted, junto con sus suplementos? Usted puede hacer especialmente fructífero al Index guardando sus copias de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! o mediante el obtener los volúmenes encuadernados al fin del año. Aun si usted no tiene una variedad de publicaciones de la Watch Tower, el Index le ayudará muchísimo, porque la mayor parte de las publicaciones probablemente estará disponible en la biblioteca del Salón del Reino de los testigos de Jehová más cerca de usted.
Por eso, haga buen uso de las muchas maneras de hallar “el mismo conocimiento de Dios.” No olvide leer el contexto cuando una pregunta gira en torno de determinado texto. Los diccionarios bíblicos pueden ayudarle a usted. Use las referencias relacionadas por los términos y una concordancia de la Biblia; y, si le es posible, nunca deje de examinar el Watch Tower Publications Index. Si usted usa estas ayudas, rara vez tendrá que preguntar a otros. Además, no solo tendrá la respuesta sino también la satisfacción de que usted sabe cómo hallar las respuestas a sus preguntas bíblicas. Entonces, también, su madurez espiritual será acrecentada. ¡Abundantes tesoros le aguardan! ¡Sea un investigador perito y sea enriquecido!