Salmos
La supervivencia depende de Dios
EN COMPARACIÓN con la población mundial, los que han compuesto el pueblo de Dios siempre han sido pocos. Sin embargo, una y otra vez han sido objeto de intensa hostilidad. Por lo tanto, sin la protección divina nunca hubieran podido sobrevivir.
El salmista David estaba convencido de esto. En uno de sus salmos, declaró: “‘De no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros,’ diga ahora Israel: ‘de no haber sido porque Jehová resultó estar por nosotros cuando hombres se levantaron contra nosotros, entonces nos habrían tragado aun vivos, cuando ardía su cólera contra nosotros. Entonces las mismísimas aguas nos habrían arrollado, el torrente mismo habría pasado sobre nuestra alma. Entonces habrían pasado sobre nuestra alma las aguas de la presunción.’” (Sal. 124:1-5) Si Jehová no hubiera acudido al rescate de su pueblo, la destrucción que el enemigo hubiera traído sobre ellos habría sido comparable al terreno que se agrieta durante un terremoto y que se traga viva a toda la gente que se halla en la zona afectada. También habría sido semejante a los efectos de un diluvio arrollador que barriera con todo lo que encontrara a su paso. Las orgullosas y agitadas olas habrían sumergido a los israelitas completamente.
En vista del peligro, ciertamente había buena razón para agradecer la ayuda del Altísimo. Apropiadamente, el salmista continuó con una expresión de agradecimiento a favor de Israel: “‘Bendito sea Jehová, que no nos ha dado como presa a los dientes de ellos. Nuestra alma es como un pájaro que ha escapado de la trampa de los que usan señuelo. La trampa está quebrada, y nosotros mismos hemos escapado. Nuestra ayuda está en el nombre de Jehová, el Hacedor del cielo y de la tierra.’”—Sal. 124:6-8.
El enemigo, como un animal en busca de presa, deseaba devorar a los israelitas. Pero Jehová no permitió que aquello sucediera. Los israelitas se hallaban como un pájaro que hubiera sido atrapado en la trampa. Luego, de súbito, Jehová proveyó escape. El pueblo de Dios ciertamente tenía razón sólida para acudir por ayuda al nombre de Jehová, es decir, a la persona representada por ese nombre. Él nunca le fallará a su pueblo, porque es el Creador Todopoderoso.
Hoy los siervos de Dios pueden derivar consuelo de las palabras de este salmo al experimentar graves dificultades. Pudiera parecer que todos ellos hubieran de perecer de sobre la Tierra. Pero Jehová Dios nunca permitirá que el enemigo extermine a Su pueblo. De seguro vendrá alivio.
“Ninguno que cifre su fe en él será desilusionado.”—Rom. 10:11.