Demostrando que somos “hombres de buena voluntad”
1. (a) ¿Qué dijo unidamente un ejército de ángeles celestiales al acontecer el nacimiento humano de “Cristo el Señor”? (b) ¿Qué indica que debe haber pocos de esos “hombres” hoy día, y por lo tanto qué pregunta surge?
CUANDO aconteció el nacimiento humano de “Cristo el Señor,” quien había de ser Aquel que sería ungido para “proclamar el año de la buena voluntad de parte de Jehová,” un ejército de ángeles celestiales dijo unidamente: “Gloria en las supremas alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.” (Luc. 2:13, 14) Indudablemente, a través de los diecinueve siglos desde entonces hasta este día esos “hombres de buena voluntad” han resultado ser pocos. Han sido los “hombres a quienes [Dios] favorece” (Moffatt), “los hombres del divino agrado” (Bover-Cantera), los hombres que tienen la buena voluntad o favor o agrado de Jehová Dios. Ciertamente tienen que haber sido pocos, porque, particularmente desde el año 1914 E.C. hasta ahora, ha habido poca paz en la Tierra y un número cada vez mayor de personas dejan ver que no tienen la “paz de Dios que supera todo pensamiento.” (Fili. 4:7) ¿Cómo, pues, es posible para nosotros en este día tardío llegar a ser los “hombres de buena voluntad” de Dios? Queremos ser eso, ¿verdad?
2. ¿Qué clase de lección debemos tomar de los judíos del primer siglo E.C., y por qué?
2 Debemos tomar una lección amonestadora de los judíos de Palestina durante el primer siglo de nuestra era común. Su experiencia desastrosa no fue solo histórica, sino también pictórica, típica, ilustrativa. Dice el inspirado apóstol Pablo: “Ahora bien, estas cosas llegaron a ser nuestros ejemplos, . . . Pues bien, estas cosas siguieron aconteciéndoles como ejemplos, y fueron escritas para amonestación de nosotros a quienes los fines de los sistemas de cosas han llegado.” (1 Cor. 10:6-11) Ciertamente con la venida, el sacrificio humano, la resurrección y la ascensión de Jesucristo hacia el cielo en aquel tiempo llegaron los fines de sistemas de cosas que habían durado por mucho tiempo, tal como está escrito, en Hebreos 9:26: “Mas ahora se ha manifestado una vez para siempre en la conclusión de los sistemas de cosas para quitar de en medio el pecado mediante el sacrificio de sí mismo.” Hoy nosotros vivimos en una correspondiente conclusión de un sistema de cosas. Esto se manifiesta muy claramente desde 1914 E.C., tal como lo prueban sin lugar a dudas la profecía bíblica y los acontecimientos y condiciones mundiales. Para nosotros, pues, los ejemplos típicos registrados en la Biblia fueron escritos como amonestación.
3. (a) Como los judíos de los días apostólicos, hemos estado viviendo en el tiempo de ¿qué? (b) ¿Qué parte de la “señal . . . de la conclusión del sistema de cosas” ha estado llevándose a cabo mundialmente, desde cuándo y por quiénes?
3 Como los judíos durante los días apostólicos del primer siglo E.C., nosotros también hemos estado viviendo en el tiempo del favor divino, “el año de la buena voluntad de parte de Jehová.” (Isa. 61:1, 2) Como ellos, también, hemos estado viviendo en la conclusión de un sistema de cosas. Al dar su profecía acerca de la “señal . . . de la conclusión del sistema de cosas,” Jesucristo dijo a sus apóstoles: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” (Mat. 24:3, 14) ¿No se están predicando por todo el mundo hoy estas “buenas nuevas del reino”? Sí, según todos los hechos y cifras. Esto ha sido así particularmente desde 1914 E.C., cuando, tal como lo había calculado la Asociación Internacional de Estudiantes de la Biblia, caducaron los Tiempos de los Gentiles, “los tiempos señalados de las naciones,” y llegó el tiempo debido de Dios para instalar su reino mesiánico en los cielos para la liberación de la humanidad. Desde entonces, no el reino venidero de Dios, sino el reino establecido de Dios, podía ser predicado como buenas nuevas por todo el mundo. ¡Y así ha sido predicado! ¿Por quiénes? Por los testigos de Jehová.
4. (a) Como en el primer siglo E.C., esta predicación de las buenas nuevas es una evidencia de ¿qué actitud de parte de Dios? (b) ¿Por qué debemos aprovecharnos de esto?
4 En el primer siglo la predicación del mensaje divino: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado,” fue una prueba de la buena voluntad de Dios para con la nación judía. (Mat. 3:1, 2; 4:12-17; Isa. 9:1, 2) Igualmente, hoy día, la predicación del reino establecido de Dios desde 1914 E.C. ha sido una evidencia de la buena voluntad de Dios. Esto es claramente cierto, puesto que, cuando se termine esta predicación del Reino, “entonces vendrá el fin,” y ese fin del sistema de cosas actual significa el “día de la venganza de parte de nuestro Dios.” Puesto que la predicación de “estas buenas nuevas del reino” todavía continúa, y esto en escala aumentante de parte de los testigos de Jehová, esto es prueba de que nosotros los de esta generación todavía vivimos en el “año de la buena voluntad de parte de Jehová.” Después de todo este tiempo de predicación del Reino, ese “año” tiene que estar caducando, y nosotros debemos aprovecharnos del “año de la buena voluntad” antes de que “el día de la venganza” estalle sobre este entero sistema de cosas. ¿Hemos hecho esto, o lo haremos?
5. A los que estaban en una posición similar a la nuestra hoy día Pablo escribió ¿qué? en 2 Corintios 5:21 a 6:2, y ¿cuánto tiempo antes de la destrucción de Jerusalén?
5 Vivimos en el tiempo de la oportunidad, y nuestra vida está en juego. ¿Pasaremos por alto la oportunidad y dejaremos así que la buena voluntad divina se nos extienda en vano o dejaremos de cumplir con su propósito, de ese modo no alcanzando la salvación? A los que estaban en una posición similar a la nuestra hoy día el apóstol Pablo les suplicó que no fuera así. Para hacer entender claramente a lo que se refería, citó de Isaías 49:8, donde leemos: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘En un tiempo acepto [o, en un tiempo de buena voluntad (aprobación), lectura marginal] te he respondido, y en día de salvación te he ayudado.’” (New World Translation, edición de 1958) Por eso el apóstol Pablo escribe: “Al que no conoció pecado [Jesucristo] él lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros llegásemos a ser justicia de Dios por medio de él. Trabajando junto con él, nosotros también les suplicamos que no acepten la bondad inmerecida de Dios y dejen de cumplir su propósito. Porque él dice: ‘En un tiempo acepto te oí, y en un día de salvación te ayudé.’ ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación.” (2 Corintios 5:21 a 6:2) Pablo escribió eso alrededor del año 55 E.C., o unos quince años antes de que Jerusalén fuera destruida en 70 E.C.
6. (a) ¿Por qué afrontamos hoy algo peor que lo que les sobrevino a los judíos en 70 E.C.? (b) En lo que tiene que ver con nosotros, ¿qué no deseamos que suceda respecto a la muestra de buena voluntad de parte de Dios?
6 Con no menos urgencia el argumento inspirado del apóstol Pablo aplica hoy día cuando tanto hemos avanzado en este “año de la buena voluntad.” Afrontamos algo mucho peor y más estupendo de lo que jamás fue la destrucción de Jerusalén y su templo en 70 E.C. No es algún simple sistema nacional de cosas lo que se está acercando a su calamitoso fin en el “día de la venganza de parte de nuestro Dios,” sino que es el sistema de cosas mundial, internacional, que envuelve a todos los pueblos, tribus, razas y religiones antibíblicas. Si deseamos que las oraciones que hacemos al único Dios vivo y verdadero sean oídas aceptablemente y reciban respuesta, ahora por corto tiempo más es el “tiempo de buena voluntad” para ello. Si deseamos tener ayuda divina para escapar de ser ejecutados en el “día de la venganza,” ahora es el “día de salvación” para esto. Es según la bondad inmerecida de Dios que el “año de la buena voluntad de parte de Jehová” todavía está con nosotros. Si consideramos valiosa la oportunidad de tener vida eterna en felicidad no querremos dejar de cumplir el propósito de la bondad inmerecida de Dios ni que su buena voluntad se nos extienda en vano.
CÓMO HACER LA PRUEBA
7. (a) Por lo tanto, ¿qué pregunta surge para todos los que aman la vida eterna, y con qué puede ser contestada? (b) ¿A adoptar qué proceder de acción instaron Juan el Bautista, Jesucristo y sus discípulos a los judíos?
7 Para todos los que aman la vida eterna en un justo nuevo sistema de cosas, surge esta pregunta en este tiempo crítico: ¿Cómo puedo yo llegar a ser uno de los “hombres de buena voluntad” de Dios? o: ¿Cómo puedo demostrar que soy uno de ellos? Cualquiera de estas dos preguntas puede ser contestada definidamente con la Palabra escrita del gran Dador de vida, el Dios de la buena voluntad. En el primer siglo salió este llamamiento dado por Juan el Bautista y después por Jesucristo y por sus apóstoles: “Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos se ha acercado.” Después de la resurrección de Jesús de entre los muertos y poco antes de que ascendiera al cielo, él dijo a sus discípulos: “De esta manera está escrito que el Cristo sufriría y se levantaría de entre los muertos al tercer día, y sobre la base de su nombre se predicaría arrepentimiento para perdón de pecados en todas las naciones.” (Luc. 24:45-47) El siguiente día del Pentecostés, cuando muchos judíos preguntaron: “¿Qué haremos?” el apóstol Pedro dijo: “Arrepiéntanse, y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados.”—Hech. 2:37, 38.
8. Cuando Dios admitió a personas incircuncisas no judías en la congregación cristiana, ¿qué dijeron los judíos cristianos que Él estaba concediendo a las naciones?
8 Más de tres años después, cuando judíos cristianos en Jerusalén oyeron que personas incircuncisas no judías de las naciones habían sido admitidas en la congregación cristiana, dijeron: “¡Conque Dios ha concedido también a la gente de las naciones arrepentimiento con la vida como objeto!”—Hech. 10:1—11:18.
9. ¿Qué paso debe seguir al arrepentimiento, y cómo dio énfasis Pedro a este paso al hablar a una muchedumbre judía en el templo de Jerusalén?
9 Sin embargo, el simple arrepentimiento, en el sentido de desconsuelo y tristeza de corazón por ser pecador y haber cometido pecado, no basta. Esto tiene que ser seguido por acción, por conversión o un volverse del pecado e ir en el camino de la justicia, por medio de la producción de frutos que sean propios del arrepentimiento. El apóstol Pedro dio énfasis a este paso adicional al decir a una muchedumbre de judíos en el templo de Jerusalén: “Dios ha cumplido de esta manera las cosas que él anunció de antemano por boca de todos los profetas, que su Cristo sufriría. Arrepiéntanse, por lo tanto, y vuélvanse para que sean borrados sus pecados, para que vengan tiempos de refrigerio de parte de la persona de Jehová y para que envíe al Cristo nombrado para ustedes, Jesús, a quien el cielo, en verdad, tiene que retener dentro de sí hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de sus santos profetas de tiempo antiguo.” (Hech. 3:18-21) El volverse de los pecados de los cuales había arrepentimiento aseguraría el perdón de tales pecados por Jehová Dios.
10. ¿De qué manera, después de arrepentirse y convertirse, llega uno a ser uno de los “hombres de buena voluntad” de Dios?
10 A esta conversión o volverse del pecado tiene que seguir el bautismo en agua, ya sea en el caso de un judío natural o en el caso de un gentil incircunciso. Cuando el resucitado Jesús dijo a sus discípulos que fueran e hicieran discípulos de gente de todas las naciones, añadió: “bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo.” (Mat. 28:19) El bautismo en agua es símbolo de que el arrepentimiento y la conversión ya han acontecido y que ahora el candidato para el bautismo se ha presentado plenamente o se ha dedicado sin reservas al Padre, Dios, por medio del Hijo, Jesucristo. De esta manera la persona creyente llega a ser discípulo de Cristo, y por esta razón a la misma vez llega a ser uno de los “hombres de buena voluntad” de Dios, u, “hombres a quienes él favorece,” u, “hombres sobre los cuales descansa su favor,” y a los cuales extiende su paz.—Luc. 2:14, Moffatt; New English Bible.
11. Al venir así a Dios, ¿el ejemplo de quién seguimos, cuando se produjo el cumplimiento de qué profecía?
11 Al venir así para hacer el buen placer de Dios no solo están obedeciendo el mandato de Cristo, sino también imitando su digno ejemplo. Cuando Jesús se presentó a Dios al tiempo de su bautismo en el río Jordán a manos de Juan el Bautista, las palabras proféticas del Salmo 40:7, 8 se cumplieron, siendo aquellas palabras la expresión del corazón de Jesús: “En vista de eso, dije: ‘Aquí he venido, en el rollo del libro está escrito de mí. En hacer tu voluntad [placer, margen; Young; buen placer, Rotherham], oh Dios mío, me he deleitado, y tu ley está dentro de mis entrañas.’”—New World Translation, edición de 1957.
12. (a) ¿Dónde se aplican a Jesús esas palabras proféticas del salmista en cierta ocasión? (b) Igualmente, en el bautismo, ¿qué venimos a hacer, para ganarnos la buena voluntad de Dios?
12 El escritor inspirado, en Hebreos 10:5-9, aplica esas palabras del salmista al tiempo del bautismo de Jesús, diciendo: “Por eso cuando viene al mundo dice: ‘“Sacrificio y ofrenda no quisiste, pero me preparaste un cuerpo. No aprobaste holocaustos y ofrenda por los pecados.” Entonces dije yo: “¡Mira! He venido (en el rollo del libro está escrito de mí) para hacer tu voluntad, oh Dios.”’ Después de primero decir: ‘No quisiste ni aprobaste sacrificios y ofrendas y holocaustos y ofrenda por los pecados’ —sacrificios que se ofrecen según la Ley— entonces realmente dice: ‘¡Mira! He venido para hacer tu voluntad.’” Esa voluntad de Dios era una buena “voluntad”; era su buen placer, o lo que le placía. Así, al venir al tiempo del bautismo para hacer aquella voluntad divina, Jesús vino para hacer el buen placer de Dios y Dios quedó bien complacido con él. Igualmente, cuando nosotros nos comprometemos a hacer la voluntad o el buen placer de Dios, nos ganamos Su buena voluntad, Su favor o gracia.
13. (a) Como “hombres de buena voluntad” llegamos a estar asociados con un pueblo bajo un rey que pertenece ¿a quién? (b) ¿Cómo participan alegremente juntos en el “gozoso gritar”?
13 Como “hombres de buena voluntad” de Dios, llegamos a estar asociados con su pueblo sobre el cual su Hijo entronizado, Jesucristo, rige ahora en los cielos como Rey. Proféticamente está escrito acerca de este pueblo, en Salmo 89:15-18: “Feliz es el pueblo que conoce el gozoso gritar. Oh Jehová, en la luz de tu rostro sigue andando. En tu nombre están gozosos todo el día y en tu justicia son ensalzados. Porque tú eres la hermosura de su fuerza; y por tu buena voluntad nuestro cuerno es ensalzado. [¿Por qué?] Porque nuestro escudo pertenece a Jehová, y nuestro rey pertenece al Santo de Israel.” Porque su Rey no pertenece a ninguna de las naciones terrestres no pacíficas, sino que pertenece a Jehová Dios, alegremente gritan con gozo juntos. Con entusiasmo predican juntos “estas buenas nuevas del reino” en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones, de modo que a estas naciones se les notifique en cuanto al único gobierno legítimo antes de que venga el fin de ellas en el “día de la venganza de parte de nuestro Dios.”
14. ¿Qué prefieren estos “hombres de buena voluntad” en vez de que el Rey se endurezca contra ellos, y de qué lado de él están deseosos de estar en este tiempo de separar a las personas?
14 Desean permanecer en el favor de este Rey que pertenece a Jehová. No quieren oír su gruñido y su furia en el “día de la venganza” de parte de su Dios. No quieren sentir el calor de su ira, sino que prefieren el refrigerio de su favor. Se acuerdan de Proverbios 19:12: “La furia de un rey es un gruñido como el de un leoncillo crinado, pero su buena voluntad es como el rocío sobre la vegetación.” Los discípulos que son como ovejas están deseosos de estar a su diestra en este “tiempo del fin” cuando él está separando a las personas de las naciones mundanas tal como un pastor se para las ovejas de las cabras.—Mat. 25:31-46.
MANTENIÉNDONOS EN LA BUENA VOLUNTAD DE JEHOVÁ
15. Después de llegar a ser el pueblo a quien Dios favorece, ¿qué debemos persistir en hacer, según Proverbios 11:20, 27?
15 Una vez que hayamos llegado a ser hombres a quienes Dios favorece, tenemos que continuar probando que somos sus “hombres de buena voluntad.” Esto exige que persistamos en buscar su buena voluntad, siendo rectos de corazón. Los Proverbios nos declaran francamente el asunto, diciendo: “Los torcidos de corazón son cosa detestable a Jehová, pero los que son exentos de culpa en su camino le son un placer. El que anda procurando el bien, seguirá buscando la buena voluntad; pero en cuanto al que anda en busca de lo malo, le sobrevendrá.” (Pro. 11:20, 27) En la rectitud de nuestro corazón seguimos buscando en la Palabra de Dios para saber disfrutar de su buena voluntad ahora y para siempre. Tememos llegar a ser cosa detestable a Jehová y que el mal nos sobrevenga en el “día de la venganza” que rápidamente se acerca.
16. Para asegurarse de continuar teniendo la buena voluntad de Jehová, ¿qué deben esperar, y dónde, y qué deben hacer, según Proverbios 8:34, 35 y Salmo 143:10?
16 Si continuamos buscando la sabiduría celestial y actuamos según ella, estando siempre a la espera en cualquier lugar en que se pueda obtener, nos aseguraremos de tener la buena voluntad de Jehová. Esto resultará en felicidad sin fin para nosotros. En Proverbios 8:34, 35 la Sabiduría personificada nos habla, diciendo: “Feliz es el hombre que me está escuchando por medio de mantenerse despierto a mis puertas día tras día, por medio de vigilar a los postes de mis entradas. Porque el que me halla ciertamente hallará la vida, y consigue buena voluntad de Jehová.” Por lo tanto significa felicidad y vida y buena voluntad divina para con nosotros el que vayamos a los lugares donde los “hombres de buena voluntad” de Jehová se reúnen y esperan con regularidad a los postes de las entradas allí para pasar adentro y escuchar la consideración de la Palabra de sabiduría escrita de Dios, lejos de la sabiduría de este mundo. Junto con el salmista ellos oran a Jehová así: “Enséñame a hacer tu voluntad [placer, margen; buen placer, Young; Rotherham], porque tú eres mi Dios. Tu espíritu es bueno; que me guíe en la tierra de rectitud.” (Sal. 143:10, New World Translation, edición de 1957) Saben que si hacen Su buen placer, disfrutarán de su buena voluntad.
17. Es necesario que nos reunamos con ¿quiénes, y para ser incitados a hacer qué, para que así consigamos qué de Jehová, según Proverbios 12:2, 22?
17 A medida que se acerca el “día de la venganza,” va haciéndose cada vez más aconsejable el que los “hombres de buena voluntad” de Jehová se reúnan, con el motivo de hacerse el bien unos a otros. Tal como se nos recomienda en Hebreos 10:24, 25: “Considerémonos unos a otros para incitarnos al amor y a las obras excelentes, . . . animándonos unos a otros, y tanto más al contemplar ustedes que el día va acercándose.” Este proceder nos fortalecerá de modo que persistamos en hacer las cosas que son buenas a los ojos de Jehová y en ser fieles al proclamar las verdades de su Palabra. Nunca olvidemos estas palabras proverbiales de sabiduría: “El que es bueno consigue aprobación [favor, Moderna; Valera] de parte de Jehová, pero al hombre de ideas inicuas él lo pronuncia inicuo. Los labios falsos son cosa detestable a Jehová, pero los que actúan en fidelidad le son un placer.”—Pro. 12:2, 22.
18. ¿Junto con qué clase de sacrificios serán aceptables nuestras oraciones a Jehová?
18 Si nos mantenemos dentro de la buena voluntad de Dios podemos confiar en que él oirá nuestras oraciones. Esto es especialmente cierto si ofrecemos nuestras oraciones junto con el ofrecimiento del “sacrificio de alabanza” y los sacrificios de “hacer bien y el compartir cosas con otros,” los sacrificios que se describen en Hebreos 13:15, 16. Entonces Jehová se complacerá con nuestras oraciones, tal como se nos asegura en Proverbios 15:8: “El sacrificio de los inicuos es cosa detestable a Jehová, pero la oración de los rectos le es un placer.”—Jer. 6:20.
19. ¿Desde cuándo recientemente se ha mostrado que el templo espiritual de Jehová es una “casa de oración para todos los pueblos,” y con qué palabras se predijo esto?
19 Durante este “año de la buena voluntad de parte de Jehová” que todavía continúa su templo espiritual ha sido hecho una casa de oración para todos los pueblos. Esto ha sido así particularmente desde el año 1935 E.C., cuando él empezó a traer a su templo espiritual una “grande muchedumbre” de adoradores “de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas” para rendirle servicio sagrado junto al resto de discípulos ungidos del Cordero Jesucristo. (Rev. 7:9-15) Por mantenerse espiritualmente limpios y permanecer leales a su reino mesiánico tienen el gozo de saber que Él acepta sus sacrificios de alabanza y de hacer el bien y de altruistamente compartir cosas con otros. Para su estímulo, hace mucho tiempo se escribió proféticamente lo siguiente: “Yo también ciertamente los traeré a mi santa montaña y los haré regocijarse dentro de mi casa de oración. Sus holocaustos y sus sacrificios serán para aceptación sobre mi altar. Porque mi propia casa será llamada hasta casa de oración para todos los pueblos.”—Isa. 56:7.
20. Nuestra oración hacia el cielo es que se nos recuerde con ¿qué? y por lo tanto nos mantenemos en la compañía de los que tienen ¿qué clase de habla?
20 Es un gran gozo hoy el estar uno asociado con los “hombres de buena voluntad” de Jehová. Deseamos mantenernos lo suficientemente limpios y lo suficientemente fieles para que se nos considere dignos de ser contados entre ellos. Por lo tanto nuestra oración constante hacia el cielo es: “Acuérdate de mí, oh Jehová, con la buena voluntad hacia tu pueblo. Cuídame con tu salvación.” (Sal. 106:4) Cuando estamos en la compañía de éstos, oímos habla que le place a Jehová. “Los labios del justo... éstos llegan a conocer buena voluntad, pero la boca de los inicuos es perversidad.”—Pro. 10:32.
21, 22. (a) ¿Qué contraste existe entre el estar bajo la buena voluntad de Jehová y el tiempo en que estuvimos bajo su cólera? (b) ¿Qué duración queremos que tenga nuestro estar bajo Su buena voluntad, y acompañado con qué clase de clamor?
21 Hubo un tiempo en que estuvimos bajo cólera divina debido a que no hacíamos la voluntad o el buen placer de Jehová Dios. Pero ahora que nos hemos aprovechado de su “año de la buena voluntad,” esta experiencia pasada parece haber sido por un momento, como un lúgubre u oscurecedor atardecer que ha pasado. Esto nos recuerda la expresión del salmista David después que había sido recobrado del desagrado divino: “Porque estar bajo su cólera es por un momento, estar bajo su buena voluntad es por toda la vida. Al atardecer puede alojarse [con nosotros] el llanto, pero a la mañana hay un clamor gozoso.” (Sal. 30:5) Al aprovecharnos finalmente del “año de la buena voluntad” de Jehová hemos sido librados del atardecer momentáneo de llorar bajo la cólera divina y hemos entrado en la mañana de su buena voluntad con “un clamor gozoso.”
22 Que hagamos el estar bajo la buena voluntad de Jehová, no algo de una simple mañana, sino de “toda la vida.” Tenemos la oportunidad de hacer que eso sea por “toda la vida” de una eternidad. Entonces siempre estaremos dando con aprecio un “clamor gozoso” por estar bajo la buena voluntad de Jehová, y nuestro grito será un grito de acción de gracias y de alabanza a Él por medio de Jesucristo.