¡Adelante al nuevo orden bajo la Teocracia!
“Digan entre las naciones: ‘Jehová mismo ha llegado a ser rey.’”—Sal. 96:10.
1. Para la preservación del hombre en una Tierra paradisíaca, ¿qué clase de gobierno se necesita?
PARA la preservación eterna de la raza humana en una Tierra paradisíaca saludable se necesita un gobierno estable. Eso significa que se necesita un gobierno permanente de justicia. ¡Es seguro que vendrá esa clase de gobierno! Hasta se ha predicho que vendrá... basado esto en la mejor autoridad.
2. (a) Si se ofreciera una democracia como el gobierno que se necesita, ¿qué seguridad habría de su estabilidad? (b) ¿Qué hay de los federalistas mundiales y el gobierno mundial de un solo hombre?
2 ¿Qué clase de gobierno será éste? Eso depende enteramente del poder, individual o colectivo, que lo establezca. ¿Será el pueblo obrando colectivamente el que lo establecerá y determinará su forma? Si las cosas se llevaran a cabo así, entonces se produciría una democracia. ¿Haría dicha perspectiva que el futuro pareciera brillante para nosotros? No de acuerdo con lo que han demostrado las democracias en la historia hasta la fecha. Hoy, a pesar del poderío militar de algunas de estas democracias o de las repúblicas del pueblo, hasta su estabilidad se halla en gran incertidumbre. La supervivencia de ellas en el futuro que se ensombrece no está más asegurada que la de otras clases de gobierno. Las personas que se llaman federalistas mundiales tienen sus teorías pero no pueden producir un gobierno mundial satisfactorio. Y nadie quiere un gobierno mundial de un solo hombre, una dictadura mundial con un individuo humano imperfecto como gobernante absoluto.
3, 4. (a) ¿En quién reside el derecho de decidir y ordenar como será gobernada la Tierra? (b) El argumento de los evolucionistas nos hace recordar ¿qué dos preguntas que hizo Isaías, y cuál es la respuesta a ellas?
3 Bueno, pues, ¿qué hay de un gobierno establecido por el Hacedor de la Tierra? Sí, ¿por el Mismo Creador del hombre? ¿Hay alguien que tenga mejor derecho para decidir y ordenar cómo serán gobernados esta Tierra y sus habitantes que Él? La respuesta a esta pregunta es patente.
4 Oh sí, quizás los evolucionistas digan sarcásticamente que no hay Hacedor inteligente personal de la Tierra y del hombre; pero esos evolucionistas no han podido producir un gobierno satisfactorio, aun después de los millones de años que según ellos el hombre ha estado evolucionando en la Tierra antes de llegar a esta tan elogiada Edad del Cerebro del hombre. Estos evolucionistas están hechos de simple barro común como el resto de nosotros, y nos hacen recordar un par de preguntas que se hicieron dos mil setecientos años antes que aparecieran estos sesudos evolucionistas: “¿Debe decir la cosa hecha respecto a su hacedor: ‘Él no me hizo’? Y realmente dice la mismísima cosa formada respecto a su formador: ‘Él no mostró entendimiento’?” (Isa. 29:16) Nadie puede negar con éxito que el Hacedor de la Tierra y el Formador del hombre mostró entendimiento. Y el gobierno que Él entiende cómo establecer sobre el hombre sería una teocracia.
5, 6. (a) ¿Qué fue primero en la Tierra, la democracia o la teocracia, y qué muestra la Biblia sobre esto? (b) ¿Hasta qué etapa en el cumplimiento del mandato que Dios le dio pudiera haber vivido la primera pareja humana?
5 Los registros históricos confiables prueban que la teocracia se adelantó a la democracia en la Tierra. Hasta los científicos se ven obligados a reconocer que nuestra raza humana descendió de un primer matrimonio humano. Ese primer hombre y primera mujer tuvieron que estar bajo una teocracia o régimen de Dios, porque Dios era su Hacedor e igualmente su Gobernante, su Legislador, su Comandante. No eran un hombre y una mujer de las cavernas. Fueron personas del Paraíso, porque Dios los creó en un Paraíso terrestre. (Gén. 2:7-25) Lo mismo que había hecho con los peces, las aves y los animales terrestres, Dios había implantado en esta pareja humana perfecta la virtud y facultad de tener prole; y, ¿qué propósito más excelente en la vida podía colocar él delante de ellos que aquel que se manifestó en este mandato teocrático: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra”?—Gén. 1:26-28.
6 Con la bendición de Dios esta pareja humana hecha sin defecto alguno podría vivir y ver este mandato divino cumplido plenamente... toda la Tierra sojuzgada y hecha un paraíso global, llena cómodamente de sus hijos y los hijos de sus hijos en perfección.
7. (a) ¿Por qué y cómo pudieran haber vivido y visto la Tierra llena de sus descendientes? (b) ¿Por qué nacimos nosotros, sus descendientes, bajo condenación a la muerte?
7 Aun si se necesitaran mil años de vivir, ese primer matrimonio pudiera haber sobrevivido y visto el número completo de su prole que hubiera nacido a propósito para habitar para siempre el paraíso global, pues no era necesario que muriera. Al vivir leales a la Teocracia, el régimen invisible de Dios, y al enseñar a toda su prole a vivir leales a ésta, pudieron haber estado vivos hoy y con la perspectiva ante ellos de vivir felizmente en el Paraíso con toda su prole por tiempo sin fin. Fue cuando nuestros primeros padres rechazaron la Teocracia y escogieron el régimen del pueblo, o la democracia, que llegaron a estar bajo la condena de muerte. Puesto que nosotros nacimos de ellos después que habían escogido eso y de ser echados del Paraíso de Edén para morir, heredamos de ellos el pecado y la condenación a la muerte. (Gén. 2:16, 17; 3:1 a 4:2; Rom. 5:12) De esto se desprende que la democracia no ofrece promesa de vida eterna. La Teocracia sí.
8. (a) ¿Cuándo y dónde llegó a existir la democracia, y cómo? (b) ¿Qué hay de la teocracia en aquel tiempo?
8 Todo vestigio de ese Paraíso perdido fue borrado por el diluvio global en los días de Noé, el décimo hombre en la línea de descendencia del primer hombre, Adán. Unos dieciséis siglos después de eso, o en el octavo siglo antes de nuestra era común, se informa de la existencia de Grecia. Se dice que ésta fue la cuna de la democracia. Por primera vez alrededor del año 700 a. de la E.C. hubo una tendencia hacia el gobierno democrático en los estados-ciudades griegos. Esto resultó en formas de gobierno del pueblo a medida que pasaba el tiempo y el pueblo conseguía poder, especialmente con la eliminación de la caballería de alto rango de los nobles y la formación de la falange de los soldados de infantería comunes.a Pero más de ochocientos años antes de eso, el Teócrata celestial ha establecido en la Tierra una teocracia. ¿Dónde?
9, 10. (a) ¿Dónde se estableció esta teocracia, y con qué forma de adoración? (b) ¿Cómo indicó Moisés, en su discurso de despedida, que Israel tenía un gobierno teocrático real?
9 En la península de Sinaí. Allí, en el monte Horeb, Él enunció los Diez Mandamientos. En el primero de esos Diez Mandamientos él dijo: “Yo soy Jehová tu Dios, que te he sacado de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos. No debes tener otros dioses contra mi rostro.” (Éxo. 20:1-3) Ese primer mandamiento mostró que él estaba hablando y procediendo como Teócrata o Gobernante Divino y que se dirigía al pueblo que había libertado y sobre el cual estaba estableciendo una Teocracia. Eso fue allá en la primavera del año 1513 a. de la E.C. Usando al profeta Moisés como su mediador, Jehová no solo estableció la forma de gobierno sino también la forma de adoración religiosa para su pueblo libertado como nación organizada. De modo que tuvo un gobierno teocrático y una adoración teocrática. Unos cuarenta años después el anciano Moisés pronunció su discurso de despedida a la nación teocrática. Refiriéndose a ella como Jesurún, que significa “El Recto,” Moisés dijo:
10 “Jehová... desde Sinaí vino, . . . Y vino a ser rey en Jesurún, cuando los cabezas del pueblo se reunieron, el número entero de las tribus de Israel.”—Deu. 33:1-5.
11, 12. (a) ¿En qué tierra se estableció finalmente la Teocracia, y cómo? (b) ¿Cómo demostró el juez Gedeón que era leal a la Teocracia? En su día ¿qué cuerpo gobernante local tenía Sucot?
11 En la primavera después de la muerte de Moisés, en 1473 a. de la E.C., Jehová el Rey de éstos hizo que Su nación teocrática cruzara el río Jordán y la introdujo en la Tierra Prometida. Después de años de conquistar a los habitantes paganos, no teocráticos, del país, se estableció la Teocracia sobre la mayor parte de la Tierra Prometida. Hubo muchas tentaciones para que los israelitas se apartaran del régimen teocrático.
12 En cierta ocasión, a fin de restaurar a Su pueblo descarriado al orden teocrático, Jehová levantó al juez Gedeón como libertador. Después de la expulsión de los enemigos opresivos, los israelitas querían hacer a Gedeón su rey visible, el cabeza de una dinastía de reyes. Pero Gedeón fue leal a la Teocracia. De modo que dijo a los seudohacedores de reyes: “Yo mismo no gobernaré sobre ustedes, ni gobernará sobre ustedes mi hijo. Jehová es el que gobernará sobre ustedes.” (Jue. 8:22, 23) Bajo ese régimen teocrático las ciudades continuaron teniendo a varios ancianos como cuerpo gobernante local. En el día de Gedeón la ciudad de Sucot tenía setenta y siete ancianos, incluso los príncipes locales. (Jue. 8:6, 14-16) Como hombres de mayor edad oficiales éstos representaban a Sucot.
DE LA TEOCRACIA JUDÍA A LA TEOCRACIA MESIÁNICA
13, 14. (a) ¿Qué alteración en el gobierno ocurrió en los días del profeta Samuel, y cómo? (b) ¿Cómo llegó a ser David rey de todo Israel, y en el trono de quién se dijo que se sentó?
13 En el año 1117 a. de la E.C. la Teocracia en la Tierra Prometida pasó por una alteración; asumió un rasgo adicional. Los hombres de mayor edad oficiales del pueblo le pidieron al profeta de Jehová, Samuel, que instalara un rey humano visible sobre la nación. A Jehová le desagradó eso y le dijo a Samuel: “Es a mí a quien han rechazado de ser rey sobre ellos.” (1 Sam. 8:4-7) Sin embargo, Jehová autorizó a Samuel para que ungiera a Saúl, el hijo de Cis, de la tribu de Benjamín para que fuera rey sobre todo Israel. Por ser ungido como rey por el profeta de Jehová, Saúl llegó a ser “el ungido de Jehová.”—1 Sam. 12:3, 5; 24:6, 10.
14 Debido a la desobediencia repetida del rey Saúl, Jehová hizo que Samuel ungiera al muchacho pastor David de Belén para que llegara a ser el futuro rey de Israel. De modo que después de la muerte de Saúl y la muerte de su hijo y sucesor, ¿qué sucedió? Leemos: “Así es que todos los hombres de más edad de Israel vinieron al rey, a Hebrón, y el rey David celebró un pacto con ellos en Hebrón delante de Jehová; después de lo cual ungieron a David por rey sobre Israel.” (2 Sam. 5:1-3) Así David llegó a ser “el ungido [Mesías] de Jehová,” y se dijo que se sentó en el “trono de Jehová” como representante visible del gran Teócrata.—1 Cró. 29:23.
15. ¿La gobernación real de quién sobre Israel reconoció David? Tocante a esto, ¿qué dijo cuando el Arca fue trasladada a Jerusalén?
15 El rey David reconoció al gran Teócrata, pues dijo: “Tuyo es el reino, oh Jehová, El que también te alzas como cabeza sobre todo.” (1 Cró. 29:10, 11) Cuando David hizo que el Arca sagrada del Pacto fuera trasladada a una tienda cerca de su palacio en Jerusalén, David compuso un salmo conmemorativo en el cual dijo: “Digan entre las naciones: ‘¡Jehová mismo ha llegado a ser rey!’” (1 Cró. 16:31; Sal. 96:10) Eso fue aproximadamente en 1070 a. de la E.C.
16. (a) Cuando Jerusalén y su templo fueron destruidos y la tierra quedó desolada por 70 años, ¿qué le sucedió a la Teocracia? (b) ¿Qué sería introducido por la restauración del reino mesiánico? Hasta entonces ¿en qué condición habría de continuar el pueblo de Jehová?
16 Cuatrocientos sesenta y tres años después el templo de adoración de Jehová en Jerusalén fue destruido por los babilonios, y Jerusalén y la tierra de Judá quedaron desoladas por setenta años mientras los habitantes deportados eran exiliados en la tierra de Babilonia. ¿Significó eso que la teocracia de Jehová sobre su pueblo escogido había dejado de existir? ¡No! Porque él es El que más tarde efectuó la restauración de ellos a la tierra que Dios les había dado. Lo que había dejado de existir fue el reino en la línea real de David, y así el reino mesiánico de Dios en miniatura o escala pequeña había dejado de operar. Al debido tiempo el reino mesiánico de Dios habría de ser restaurado. La restauración de éste resultaría en la introducción de un justo nuevo orden. (Eze. 21:25-27; Hech. 3:20, 21; 2 Ped. 3:13) En el ínterin el pueblo de Jehová para Su nombre continuaría en sujeción relativa a las naciones gentiles y sus reinos.—Neh. 9:36, 37; Luc. 21:24; Rom. 13:1.
17. (a) Según Isaías 52:7, cuando Jehová restauró su pueblo a su tierra, ¿qué estaba reanudando Jehová evidentemente? (b) ¿Cómo declaró Jehová su gobernación real por medio de Malaquías?
17 Por consiguiente, cuando Jehová hizo que su pueblo volviera a su tierra natal en 537 a. de la E.C., fue como si Jehová estuviese reanudando su reinado sobre ellos. Por decirlo así, Jehová envió por delante a su mensajero a su desolada organización terrestre, en cumplimiento de Isaías 52:7, que dice: “Cuán hermosos sobre las montañas son los pies del que trae buenas nuevas, del que publica paz, del que trae buenas nuevas de algo mejor, del que publica salvación, del que dice a Sion: ‘¡Tu Dios ha llegado a ser rey!’” En evidencia de esto se reedificó el templo en Jerusalén. Algunas décadas después, cuando Jehová levantó a su profeta Malaquías y explicó por qué los israelitas deberían rendirle adoración correcta en su templo, dijo: “‘Porque yo soy un gran Rey,’ ha dicho Jehová de los ejércitos, ‘y mi nombre será inspirador de temor entre las naciones.’”—Mal. 1:14.
18. (a) En su Sermón del Monte, ¿cómo reconoció Jesús la gobernación real de Jehová sobre Israel? (b) ¿Cómo indicó que ésta iba a cesar?
18 Aun en el primer siglo de nuestra era común, cuando el Mesías verdadero, Jesucristo, estuvo en nuestra Tierra, reconoció la gobernación real de Jehová sobre Israel, porque, en su Sermón del Monte, él les dijo a sus discípulos: “No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.” (Mat. 5:34, 35) Sin embargo, en el año 33 E.C., indicó que la teocracia de Jehová sobre Israel estaba por cesar. Esto fue en Jerusalén, cuando dijo a aquella ciudad respecto a su templo: “¡Miren! Su casa se les deja abandonada a ustedes.” Entonces, poco tiempo después, predijo la destrucción de esa casa de adoración.—Mateo 23:37 a 24:22.
19. ¿Estaban los judíos todavía bajo la Ley Teocrática en ese tiempo, y qué muestra si lo estaban o no?
19 En aquel tiempo los israelitas a quienes Jesucristo predicó el reino de Dios todavía se hallaban bajo el Pacto Teocrático de la Ley del cual el profeta Moisés había sido mediador a favor de sus antepasados en el monte Sinaí. Al siguiente día de la Pascua, que se celebró en Jerusalén bajo esa Ley Teocrática, Jesucristo fue muerto como el antitípico Cordero Pascual y fue enterrado. Pero, debido a que no fue un Cristo falso en sentido alguno, sino el Mesías verdadero, fue levantado de entre los muertos al tercer día a la vida celestial. En el cuadragésimo día a partir de entonces, cuando Jesucristo se materializó y se apareció a sus discípulos por última vez, ellos le preguntaron: “Señor, ¿estás restaurando el reino a Israel en este tiempo?” (Hech. 1:1-6) Dado que Jesucristo no se había presentado entonces ante la presencia celestial de Dios a favor de un nuevo pacto, los israelitas circuncisos naturales todavía estaban bajo el Pacto Teocrático de la Ley que se había inaugurado en el monte Sinaí. Esto fue cierto aunque aquellos israelitas no estaban entonces bajo el reino mesiánico en la línea real de David. Sin embargo, la teocracia de Jehová sobre ellos estaba por cesar.
20. ¿Cuándo llegó la prueba de que se había establecido un nuevo pacto, y cómo, y para con quiénes?
20 Diez días después los israelitas se reunieron en Jerusalén para celebrar la fiesta del Pentecostés según el Pacto Teocrático de la Ley del monte Sinaí. Entonces, poco antes de dar las nueve de aquella mañana del 6 de Siván, calendario judío, vino la prueba visible y audible de que Jesucristo había aparecido ante la presencia de Jehová Dios en los cielos y había aplicado el valor de su perfecto sacrificio humano a favor de un nuevo pacto. Este era el “nuevo pacto” que se prometió en Jeremías 31:31-34 y que Jesucristo había mencionado cuando inició la celebración de la Cena del Señor en la noche de la Pascua anterior. (1 Cor. 11:23-26; Luc. 22:14-20) La prueba de esto fue el derramamiento del espíritu santo de Dios desde el cielo. ¿Sobre quiénes? No sobre los israelitas que estaban celebrando la fiesta del Pentecostés en el templo de Jerusalén, sino sobre los fieles discípulos del Mesías, Jesucristo, unos ciento veinte de ellos, que estaban reunidos en una habitación superior en Jerusalén. Así se cumplió sobre estos discípulos la profecía de Joel 2:28, 29.
21, 22. (a) ¿Con qué nación se estableció el nuevo pacto? (b) ¿Qué significó esto en cuanto a la Teocracia de Jehová? En armonía con este hecho ¿qué dijo Pedro a miles de judíos en el día del Pentecostés?
21 Esto quiso decir que estos discípulos ahora estaban en el “nuevo pacto” por medio de un Mediador mayor que Moisés, a saber, Jesucristo. Al ser engendrados por el espíritu de Dios para ser sus hijos espirituales, habían llegado a ser israelitas espirituales. Esto quiso decir, también, que la Teocracia de Jehová había sido trasladada de la nación del Israel circunciso natural a esta nueva “nación santa” del Israel espiritual, “el Israel de Dios.” (1 Ped. 2:9; Rom. 2:28, 29; 8:15-17; Gál. 6:16) De modo que el antiguo Pacto de la Ley con el Israel natural quedó abolido, dejó de estar en vigencia. (Efe. 2:15, 16; Col. 2:13, 14; Rom. 7:4-6) En armonía con la Teocracia de Jehová que ahora estaba sobre los discípulos de Jesucristo, el apóstol Pedro dijo a los miles de judíos que fueron atraídos por el milagroso derramamiento del espíritu santo de Dios por medio de Jesucristo:
22 “David no ascendió a los cielos, sino que él mismo dice: ‘Jehová dijo a mi Señor: “Siéntate a mi diestra, hasta que coloque a tus enemigos como banquillo para tus pies.”’ Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.”—Hech. 2:34-36.
CONGREGACIÓN TEOCRÁTICA
23, 24. (a) ¿A quiénes reconoció Jesús, mientras estuvo en la Tierra, como la congregación de Jehová? ¿y cómo mostró esto? (b) ¿Cuándo estableció Jesús la congregación mesiánica, y qué dice de ella Hechos 5:11?
23 Lo mismo que el rey David de la antigüedad, Jesucristo mientras estuvo en la Tierra reconoció a la nación de los israelitas circuncisos naturales como la congregación de Jehová Dios. (Sal. 22:22, 23; Heb. 2:12; Mat. 18:17) Por lo tanto, mientras Jesús estuvo en la Tierra y bajo el Pacto Teocrático de la Ley, no estableció una congregación o iglesia rival. Pero sí tuvo presente el establecimiento de una congregación mesiánica después que se pusiera en vigencia el predicho “nuevo pacto” por la presentación del mérito de su sacrificio a Jehová Dios en el cielo. Es por eso que Jesús, menos de un año antes de su muerte sacrificial y resurrección, dijo en respuesta a lo que confesó el apóstol Pedro, “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios vivo,” estas palabras: “Tú eres Pedro, y sobre esta masa de roca edificaré mi congregación, y las puertas del Hades no la subyugarán.”—Mat. 16:16-18.
24 El año siguiente Jesucristo sí estableció esta congregación en el día del Pentecostés (6 de Siván de 33 E.C.), pues procedió como Agente Principal de Jehová al derramar el espíritu santo sobre sus discípulos. (Hech. 2:32, 33) Después de eso leemos acerca de la congregación mesiánica o cristiana. Por ejemplo, en Hechos 5:11, leemos acerca de la congregación de Jerusalén: “Gran temor vino sobre toda la congregación y sobre todos los que oían de estas cosas.”—Hech. 8:1.
25. (a) ¿Qué clase de organización tenía que ser la congregación cristiana? (b) ¿A quién pertenecía el Israel de la antigüedad, y por qué? y ¿a quién la congregación cristiana, y por qué?
25 Tal como la antigua congregación del Israel natural fue una organización teocrática, así la congregación del Israel espiritual debería ser y tiene que ser una organización teocrática. Eso significa que Dios, cuyo nombre es Jehová, es el Gobernante Supremo de ella. Este hecho explica por qué puede decirse que las cosas que le sucedieron a la antigua congregación de Israel le sucedieron típicamente o “como ejemplos” para la congregación cristiana de Jehová. (1 Cor. 10:6, 11) Jehová libró al Israel de la antigüedad de la esclavitud y muerte en Egipto sobre la base de la sangre del cordero pascual y luego de la muerte en el mar Rojo durante su escapatoria de los ejércitos egipcios que los perseguían. Él podía decir al Israel de la antigüedad: “Eres mío.” (Isa. 43:1) De igual manera, la congregación cristiana llegó a ser de Él por la sangre derramada del antitípico Cordero Pascual, Jesucristo, “Cristo nuestra pascua.” (Juan 1:29, 36; 1 Cor. 5:7) Correctamente el apóstol cristiano Pablo habló de ella como “la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo.”—Hech. 20:28.
26. (a) La “nación santa” es posesión ¿de quién? Por eso, ¿qué clase de gobernante tiene sobre ella, y cómo indicó esto proféticamente Isaías? (b) ¿Qué clase de pacto fue el nuevo pacto, y por qué?
26 Puesto que la congregación es una “nación santa, un pueblo para posesión especial,” es propiedad de Jehová y él es el Gobernante indisputable sobre ella. Él es el Gobernante Dios, el Teócrata. (1 Ped. 2:9; Éxo. 19:5, 6) La posición teocrática de Jehová Dios para con la congregación se predice en las palabras del profeta Isaías respecto al Israel de la antigüedad: “Jehová es nuestro Juez, Jehová es nuestro Dador de Estatutos, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos salvará.” (Isa. 33:22) Desempeñando todos estos oficios, él estableció el Pacto de la Ley con el Israel de la antigüedad por medio del profeta Moisés como mediador. Por medio de un Mediador mayor que Moisés, a saber, por medio de Jesucristo, Jehová ha establecido el nuevo pacto con la congregación cristiana de israelitas espirituales. (1 Tim. 2:5, 6) Como Gobernante Teocrático, Jehová declara en ese nuevo pacto: “Ciertamente pondré mi ley dentro de ellos, y en su corazón la escribiré. Y ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo.” (Jer. 31:33; Heb. 8:7-10) De modo que fue un nuevo pacto teocrático.
27. ¿Cómo mostró Jehová su poder y derecho teocráticos para con la congregación cristiana, y qué responsabilidad llevó consigo la jefatura de ella?
27 Llamando la atención al poder y derecho teocráticos de Jehová de hacer todos los nombramientos de los individuos dentro de su organización, el apóstol Pablo escribe: “Él [es decir, Jehová] también sujetó todas las cosas debajo de sus pies [es decir, los pies de Cristo], y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación, la cual es su cuerpo.” “Cristo también es cabeza de la congregación, siendo él salvador de este cuerpo.” “La congregación está en sujeción al Cristo.” (Efe. 1:22, 23; 5:23, 24) Por consiguiente, Jesucristo tiene la responsabilidad bajo Dios de hacer selecciones y nombramientos en la congregación.
28. ¿Cómo desempeñó Jesús esa responsabilidad tocante a la fundación de la congregación, y cómo aumentó ésta milagrosamente el día de su fundación?
28 Pensando en el futuro, sí, en la fundación de la congregación de israelitas espirituales, Jesús pasó una noche en oración a Dios y entonces escogió doce apóstoles. (Luc. 6:12-16; Mar. 3:13-19) Dijo a sus apóstoles fieles: “Ustedes no me escogieron a mí, sino que yo los escogí a ustedes, y los nombré para que vayan adelante y sigan llevando fruto y que su fruto permanezca.” (Juan 15:16) Jesús sabía que el Israel de la antigüedad, compuesto de doce tribus, se había formado de los descendientes de los doce hijos de Jacob, que tenía por apellido Israel. (Gén. 49:28, 33; Hech. 7:8) Correspondiendo con ese cuadro profético, después de la muerte de Jesucristo y su resurrección y su ascensión al cielo, la congregación del Israel espiritual empezó en el día del Pentecostés con doce fundamentos visibles, tangibles, a saber, los doce apóstoles. (Hech. 1:13, 24-26; 2:1, 37) Ese día la congregación comenzó con aproximadamente ciento veinte miembros y milagrosamente aumentó a unos tres mil.—Hech. 1:15; 2:37-41.
29. (a) ¿Cómo mostró la congregación que reconocía a los doce apóstoles como miembros de fundamento? (b) ¿Qué visión vio Juan de la relación de los apóstoles con la entera congregación?
29 Todos aquellos miembros de la congregación, los originales y los recién añadidos, reconocieron a los doce apóstoles como miembros de fundamento del Israel espiritual. Esto lo manifiesta lo que leemos, en Hechos 2:42, 43: “Y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y . . . En realidad, le sobrevenía temor a toda alma, y muchos portentos y señales ocurrían por medio de los apóstoles.” La relación de estos apóstoles con la entera congregación de israelitas espirituales se representa en la visión que el apóstol Juan tuvo de la “novia” de Cristo, la Nueva Jerusalén, acerca de la cual leemos: “Tenía un muro grande y encumbrado y tenía doce puertas, y a las puertas doce ángeles, y nombres estaban inscritos que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. . . . El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento, y sobre ellas los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”—Rev. 21:1, 2, 12-14.
[Nota]
a Vea las páginas 90, 91 de On the Road to Civilization por Heckel y Sigman, publicado en 1937.
[Ilustración de la página 103]
Cuando los hombres de Israel quisieron hacer rey a Gedeón, él permaneció leal a la Teocracia, diciendo: “Jehová es el que gobernará sobre ustedes”