El camino del éxito
Pronunciado por el presidente de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract en la ceremonia de graduación de la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower a las 3 p.m. el domingo, 30 de julio de 1950, en el estadio Yanqui, ciudad de Nueva York, como el servicio de apertura de la asamblea internacional celebrada durante ocho días por los testigos de Jehová.
“Entonces harás próspero tu camino, y entonces tendrás buen éxito.”—Jos. 1:8.
1. ¿Qué ha estado conduciendo Jehová? Y ¿cómo se mide el éxito?
JEHOVÁ está conduciendo una escuela gubernamental de éxito. No hay cosa parecida en toda la tierra. Desde que ésta graduó a un Instructor Maestro ha estado en operación por mil novecientos años. El curso maravilloso que ofrece por medio de él es una educación y un entrenamiento que dará vida por toda la eternidad venidera. Usted no se graduará en esta escuela antes de que se pruebe digno de recibir el derecho a la vida eterna. La adquisición de este derecho es cómo se mide el verdadero éxito de una persona, y es lo que da renombre a los Instructores de la Escuela y proporciona gozo y bendiciones duraderas al que se gradúa con éxito. El éxito verdaderamente tiene que medirse en términos de vida, y no por las cosas pasaderas y superficiales de este mundo. Aquel que adquirió la clase de vida más alta, la inmortalidad en los cielos, dijo: “¿Qué beneficio será para un hombre si adquiere todo el mundo pero pierde su alma? o ¿qué dará un hombre en cambio por su alma?” (Mat. 16:26, NM) ¿Qué éxito más grande podría lograr un hombre o una mujer que el de adquirir la vida sin fin en felicidad, para con ella poder servir al Dios que concede este premio? En seguida de esto, ¿qué privilegio más dulce podríamos gozar que el de ayudar a otra persona a adquirir esa vida junto con nosotros? Ninguno. Entonces, cómo lograr ese éxito es la pregunta, y la escuela teocrática de éxito de Jehová suministra la respuesta.
2. ¿Cómo ingresamos en esta escuela? ¿Cómo han fracasado las escuelas mundanas?
2 Para ingresar en esta escuela tenemos que entregarnos enteramente al gran Conductor de la escuela, Jehová Dios. Tenemos que someternos cabalmente a su curso de instrucción y estar listos para aprender conforme a su manera de enseñarnos. Esto significa que tenemos que escoger servir a Dios y entrar en pacto con él para hacer su voluntad, deseando que la voluntad de él se cumpla en todo. Deseamos que él haga de nosotros lo que él quiere, y no lo que este mundo piensa que debemos ser. Después de más de cuatro mil años de existencia este mundo ha probado que es un fracaso, manifestando que no puede ofrecer una vida de libertad, tranquilidad y gozo. De todas las escuelas que ha establecido hasta ahora ninguna ha enseñado a sus estudiantes cómo adquirir esa vida. De modo que los proyectos tan resplandecientes que este mundo ha ideado para nosotros de acuerdo con sus ideas de éxito habrán de terminar en desilusión amarga para nosotros, durante esta edad electrónica moderna igual como ha sucedido en todas las edades anteriores. Los· días de este mundo están contados, y todos los que están estudiando y buscando éxito en este mundo se marcharán junto con él en la destrucción.
3. ¿Qué quiere Jehová para los que ingresan en su escuela?
3 Pero Jehová Dios quiere que los estudiantes suyos encuentren un lugar permanente en el nuevo mundo libre que él ha creado y que nunca pasará. Esto es lo que él desea para los que ingresamos en su escuela. Su amado Hijo Jesús dijo: “No es cosa deseable a mi Padre que está en el cielo que uno de estos pequeños perezca.” (Mat. 18:14, NM) Él quiere que nosotros adquiéramos la vida eterna en el mundo por venir, y él sabe precisamente el curso de estudio, entrenamiento y actividad que necesitamos para tener éxito. Es, por lo tanto, esencial que nosotros obedezcamos su voluntad como Maestro.
4. ¿Cómo se dió énfasis a esta norma para lograr éxito en el caso de Josué?
4 Él hace mucho dió énfasis a esta norma para lograr el éxito. El profeta Moisés pronto había de subir al monte Nebo para ver la Tierra Prometida que manaba leche y miel y luego morir y, antes de partir, él guió a los israelitas a que entraran en un pacto de fidelidad con Jehová Dios y dijo: “Guardad pues las palabras de este pacto y cumplidlas, para que prosperéis en todo lo que hiciereis.” (Deu. 29:1-9) Por medio de Moisés, Jehová Dios dió el Libro de la Ley a los israelitas. Nombró al fiel siervo de Moisés, Josué, como su sucesor para guiar a la nación de Israel a la Tierra Prometida. El éxito de Josué como el que reemplazaba a Moisés habría de medirse por el hecho de guiar al pueblo pactado de Dios triunfantemente a través del río Jordán, y sojuzgando y echando fuera a los enemigos que entonces ocupaban la tierra. Cuando Josué vuelva en la resurrección de los muertos y usted le pregunte a qué atribuye su éxito, él le dirá que fué su obediencia a estas palabras de Jehová Dios, dirigidas a él: “Con tal que tengas fortaleza y seas muy animoso para cuidar de hacer conforme a la ley que te prescribió mi siervo Moisés: no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que tengas buen éxito dondequiera que vayas. No se aparte de tu boca este Libro de la Ley; antes medita en ella de día y de noche, para que cuides de obrar de acuerdo con todo aquello que está en él escrito: porque entonces harás próspero tu camino, y entonces tendrás buen éxito.”—Jos. 1:7, 8.
5. De acuerdo con esas palabras a Josué, ¿en qué consiste el camino del éxito?
5 Eso determina el asunto para nosotros: El camino que guía al buen éxito consiste en obedecer lealmente a nuestro Maestro divino, Jehová. Pero para obedecer tenemos que familiarizarnos con su voluntad. Él nos ha dado su Palabra escrita, pero tenemos que meditar en ella día y noche para determinar qué es su voluntad tocante a nosotros, qué trabajo quiere él que hagamos. No podemos dejar que esa Palabra se aparte de nuestra boca, sino que tenemos que retenerla en nuestra lengua y discutirla con otros y tenemos que declararla a otros para que sean guiados al éxito. Nuestro Maestro amoroso siempre está listo para ayudarnos a aprender su voluntad y a conocer la verdad. Él vigila nuestro curso de acción cuando nos esforzamos por hacer su voluntad y siempre está presto para guiarnos. Para darnos confianza él nos dice: “Yo te haré saber y te enseñaré el camino que debes seguir; seré tu consejero, y están mis ojos sobre ti. No seas sin entendimiento, como el caballo y el mulo, a los que pones brida y freno, porque si no, no se acercan a ti.” (Sal. 32:8, 9, NC) Si nosotros tenemos más entendimiento que un caballo o un mulo nos acercaremos voluntariamente a nuestro gran Amo Jehová Dios y esperaremos en él por instrucción y enseñanza, y siempre trataremos de llevar a cabo estas cosas, sabiendo que sus ojos siempre están sobre nosotros para vigilar cómo obramos y para corregirnos cuando nos equivocamos. De modo que él nos protege del camino erróneo, el cual termina en fracaso. No podríamos tener un maestro más dedicado que él, uno que se interesa tan sincera y amorosamente por el bien duradero de todos sus estudiantes y por su éxito duradero.
6. ¿Copiando el ejemplo de qué estudiante nos guía al buen éxito? ¿Por qué es así?
6 Jesucristo, el Hijo amado de Jehová, fué su estudiante más grande, y si copiamos su ejemplo tendremos la seguridad de tener buen éxito así como él lo tuvo. Jesús se sometió cabalmente a llevar a cabo lo que su Padre y Maestro le enseñó ser su voluntad y a hablar las cosas que Él le enseñó hablar en este mundo. Por haber llevado a cabo la voluntad de su Padre hasta el límite, fué alzado con las manos y pies clavados a una estaca de tormento. No alcanzó buen éxito a los ojos de este mundo, por supuesto. Pero se probó que el Diablo es mentiroso al decir que ningún hombre podía ser completamente fiel a Dios en este mundo, y demostró la integridad y obediencia perfectas de Jesús para con Dios el Gobernante Soberano de todo. Por eso Jesús dijo a los judíos: “Cuando hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces conocerán que yo soy, y que no hago nada de mi propia iniciativa, sino que hablo estas cosas según el Padre me las enseñó.” (Juan 8:28, NM) Jesús reconoció que fué instruído por su Dios y Padre, y para que nosotros podamos seguir en sus pisadas tenemos que tener el mismo Maestro que él tuvo. Personas de este mundo se jactan de haber asistido a cierta escuela o colegio y de haber tenido a ciertos renombrados como instructores. Pero nosotros no podríamos tener un maestro más grande y más competente que Jehová Dios, ni una educación más alta que la que él da, por cuanto ésta conduce al éxito seguro.
7. ¿Mediante quién tenemos que entrar en esta escuela, y por qué? Después de ser instruídos, ¿qué tenemos que hacer?
7 Debido a la fidelidad de Jesús, Jehová lo envió a este mundo para que nos enseñara. Por eso tenemos que llegar a ser discípulos o estudiantes de Jesús. No podemos ser admitidos a la escuela de éxito de Jehová a no ser mediante Jesús, porque él dijo: “Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.” (Juan 14:6, NM) De manera que todo el sistema escolar de Jehová se ha organizado con Jesucristo como el Maestro principal bajo Jehová Dios mismo. Y así como Jehová instruyó a Jesús para que él pudiera instruir a otros, asimismo nosotros, después de ser instruídos, tenemos que instruir a otros. Dios nos ha traído a su escuela con un propósito altruísta. No es una escuela donde se enseña simplemente la teoría, sino que es una escuela sumamente práctica. El propósito de nuestra asistencia allí es aprender a hacer lo que está en armonía con nuestro Creador y para que podamos instruir a otros para que ellos también adquieran vida de Dios por medio de Jesucristo.
PERMANECIENDO EN ESTAS COSAS
8. ¿Por qué tenemos que quedarnos todos, incluyendo a los graduados de Galaad, en esta escuela y seguir con nuestros estudios?
8 Este mundo y su gobernante invisible, el Diablo, están opuestos a la voluntad de Dios. Es en medio de este mundo que nosotros tenemos que vivir ahora, pero, gracias a Dios, ahora falta sólo un “corto período de tiempo” antes de que el Diablo y sus gobernantes mundanos de esta obscuridad sean atados y quitados de por medio. Pero durante el “corto período de tiempo” que queda en el cual este mundo permanece en pie nosotros tenemos que vivir en él, y por esta razón especial tenemos que continuar nuestros estudios y recibir instrucción en la escuela divina. No nos conviene retirarnos o hacer novillos. No nos conviene ser expulsados de ella por conducta impropia, por rebeldía contra nuestros Maestros, o por infidelidad. Para ser coronados con éxito tenemos que continuar nuestros estudios en la Palabra de Dios y nuestros esfuerzos para instruir a otros también. Algunos de nosotros como ministros de Dios de tiempo cabal quizás tuvimos el privilegio de asistir a la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower y de ser graduados en ella y de recibir un diploma de mérito. Eso ha sido una gran bendición para dichos graduados, y los ha colocado muy al frente en cuanto a su conocimiento de la voluntad de Dios y en su capacidad para estudiar la Palabra y para instruir a otros. Pero eso no constituye el fin de los estudios y de la enseñanza ni siquiera para dichos graduados. No; es el principio de una vida bajo mayor responsabilidad delante de Dios. Los graduados de Galaad así como todos los demás de nosotros tenemos que continuar en la escuela mayor de Jehová mediante Cristo Jesús, la cual permanece abierta para todos nosotros. En esta institución divina tenemos que seguir nuestros estudios durante todo el tiempo que estemos en este inicuo mundo enemigo, para no ser destruídos junto con él.
9. ¿Cuándo se nos concederá el éxito, según lo manifestó Pablo?
9 El éxito, que conduce a la vida eterna en el nuevo mundo, no se nos concederá sino hasta que hayamos terminado nuestra carrera en este mundo viejo, habiendo retenido la aprobación divina aun hasta el fin. Fué sólo al fin que el apóstol Pablo pudo decir acerca de sí mismo: “El tiempo debido para mi liberación está inminente. He peleado la pelea correcta, he corrido la carrera hasta el fin, he observado la fe. En cuanto a lo demás, está reservada para mí la corona de justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día.”—2 Tim. 4:6-8, NM.
10. ¿Por qué, también, tienen que continuar con sus estudios los graduados de Galaad que tienen diplomas? Además de estudiar privadamente, ¿cómo hemos de estudiar?
10 De modo que los graduados de Galaad tienen que continuar sus estudios, y por esto tienen que poner en uso práctico el entrenamiento que tan bondadosamente han recibido por medio de la organización de Jehová. Ahora tienen que avanzar con su estudio personal, ya no bajo la premura del programa de la Escuela de Galaad o porque tienen por delante un examen o con el fin de recibir calificaciones aprobatorias; no, sino con el fin de hacer frente a las demandas hechas por la gran obra de instruir que ellos tienen que desempeñar después de salir de la escuela. El graduarse en dicha escuela y el poder mostrar un diploma no es la meta final. Su éxito en salvar finalmente su propia alma y en ayudar en la salvación de otros es el gran objetivo de toda la enseñanza que Jehová da por medio de Jesucristo. Todo esto desempeña una parte en vindicar a Jehová como el Padre que da vida a sus hijos obedientes que están unidos a él con devoción y que son un encomio para él. A éstos él dice: “¡Sé sabio, hijo mío, y alegra mi corazón; así tendré qué responder al que me vitupere!” (Pro. 27:11) No es solamente estudiando privadamente la Biblia y las publicaciones de la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract en nuestros hogares que nosotros estamos adelantando en nuestro estudio de la Palabra del Padre celestial, sino también “no dejando de congregarnos” sino “exhortándonos, y tanto más al ver que el día se acerca”. (Heb. 10:25, NM) El asistir a una escuela pública o particular con otros estudiantes tiene sus beneficios instructivos. Así nuestra congregación con compañeros cristianos para el estudio, la oración y para recibir instrucciones tocantes al servicio del campo también tiene sus beneficios inestimables. Si nosotros adquirimos el espíritu generoso de nuestros grandes Maestros, nos da mucho gusto juntarnos con otras personas que están estudiando y entrenándose junto con nosotros en la misma escuela divina.
11. ¿Qué es necesario hacer después de nuestras horas de estudio?
11 Pero, igual que los graduados de Galaad, nosotros no podemos simplemente dejar nuestros estudios tan pronto como salimos de la escuela o sala de instrucción. Cuando cerramos nuestras Biblias y libros de estudio bíblico después de un estudio personal, o cuando dejamos el lugar de reunión y nos separamos de nuestros compañeros cristianos, no podemos olvidar las cosas que hemos aprendido. Eso sería una pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo mental. Tenemos que meditar sobre esas cosas y luego ponerlas en práctica al enfrentarnos con los problemas de la vida diaria y también tenemos que hablar estas cosas a las demás personas. Tenemos que poner en uso el conocimiento que hemos adquirido, así como está escrito: “Lleguen a ser hacedores de la palabra, y no solamente oidores, engañándose a ustedes mismos con razonamiento falso.” (Sant. 1:22, NM) Tengan presente a todo tiempo el propósito sublime de su instrucción bajo la tutela de Jehová Dios y Jesucristo. Ese propósito es que después de nuestras horas de estudio, hagamos el trabajo de Dios para gloria de él y para la salvación de nosotros mismos y de otros. Y estamos obligados a hacer esto en medio de un mundo hostil. Acuérdense, una gran parte de nuestra misma enseñanza viene como resultado de los esfuerzos que hacemos para instruir a otros.
NO ABANDONANDO LA LEY DE LA MADRE
12, 13. ¿Por qué tenemos que ser denodados, como Josué? ¿El apoyo de quién se nos ha prometido, y bajo qué condiciones?
12 Cuando Josué marchó a través del río Jordán y entró al territorio enemigo él necesitaba mucho denuedo y una devoción inmovible al propósito de Jehová. Así es con nosotros ahora. Hoy estamos marchando adelante al trabajo para el cual nuestro gran Maestro nos ha instruído bajo Jesucristo, y lo hacemos en medio de un mundo enemigo. Sabemos lo que se nos ha instruído hacer, pero no lo podemos hacer con éxito en nuestra propia fuerza ni según el entendimiento natural que tenemos de las cosas. Necesitamos la guía, la ayuda y el apoyo de Aquel que nos envía de su escuela teocrática. Él no nos envía para luego olvidarse de nosotros. Se interesa intensamente en la manera que sus estudiantes usan el conocimiento precioso que les ha dado por medio de su organización teocrática bajo Cristo. Él ha prometido estar con ellos, pero únicamente si cumplen sus mandamientos y obran de la manera que se les ha instruído. Por supuesto que él no estaría con los que llegan a ser desobedientes y que no son hacedores de su Palabra. El mundo enemigo trata de forzarnos a actuar y vivir contrario a la enseñanza divina, para que toda nuestra enseñanza resulte en nada, desperdiciando la bondad de Dios. Por esa razón necesitamos ser aun más denodados y adherirnos estrictamente a lo que Dios nos ha mandado e instruído. Él no nos garantiza prosperidad y buen éxito en su servicio si hacemos de otro modo.
13 Pero tengan la seguridad de esta cosa en particular: Él no nos ha enviado en una misión vana, sino que nos concederá prosperidad y buen éxito si es que cumplimos su Palabra; porque su palabra nunca vuelve a él vacía y sin cumplirse.—Isa. 55:11.
14. ¿Por medio de qué cosa nos da instrucción Dios? Así como lo hace él, ¿por qué irá ella con nosotros al seguir adelante, y bajo qué condiciones?
14 Para tener éxito y conseguir la vida eterna tenemos que escuchar la instrucción de Dios por medio de su organización teocrática y tenemos que sujetarnos a ella hasta en circunstancias de gran aprieto. Hablando a sus estudiantes como si fuesen hijos, Jehová Dios dice: “¡Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no deseches la ley [o instrucción] de tu madre!” El Padre celestial aquí compara a su organización para instruir a sus hijos con una mujer, con una madre que es muy devota a su esposo y a sus hijos. (Pro. 1:8) El Padre celestial desea que tengamos respeto para su organización educativa, y por esto él dice: “¡Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la ley de tu madre! Porque el mandamiento es una lámpara, y la ley es una luz, y las reprensiones de la corrección son camino de la vida.” (Pro. 6:20, 23) Si guardamos la instrucción y el mandamiento de nuestro Padre, no sólo estará él con nosotros, sino que su “mujer”, nuestra “madre”, también estará con nosotros. Toda mujer normal tiene amor para sus hijos. Jehová, que hizo a la mujer, pregunta: “¿Se olvida acaso la mujer de su niño mamante, de modo que no tenga compasión del hijo de sus entrañas? ¡Aun las tales le pueden olvidar; mas no me olvidaré yo de ti!” (Isa. 49:15) La mujer de Dios, u organización teocrática, es parecida a él. Ella nunca olvida a sus hijos, a aquellos que ella instruye y produce como testigos y representantes de su esposo, el Dios Altísimo. Debemos mostrar nuestro amor por ella no abandonando la ley de nuestra madre. Sería insensatez desatender su ley y tratarla con desprecio. “El hijo sabio alegra al padre; pero el hombre insensato desprecia a su madre.”—Pro. 15:20.
15. ¿Por qué es insensato el que cree que puede pasarlas bien sin la organización? ¿De qué falta de respeto y transgresión es cupable?
15 La persona que cree que puede pasarlas bien sin la organización de Dios y que puede estudiar la Biblia por su propia cuenta y que puede hacer la obra de Dios independientemente y de la manera que él cree mejor y por separado de toda organización es muy insensato. Le falta por completo el entendimiento de cómo ha tratado Dios con sus siervos en tiempos pasados. No debemos olvidar que Dios nos instruye por medio de su organización, su mujer, nuestra madre. Él respeta a su mujer y reconoce el trabajo que ella hace a favor de Sus hijos e hijas. De modo que a él no le gusta cuando un cristiano profeso muestra falta de respeto por la organización “madre”. Falta de respeto para con ella significa falta de respeto para con Jesucristo, por cuanto Dios ha hecho a este Hijo amado la cabeza de la organización teocrática. El que roba de la organización el respeto que merece esta madre simbólica está esforzándose por destruir a la organización, no por edificarla. Es culpable de una transgresión en contra de su esposo divino, Jehová, nuestro Padre celestial. Lo que hace uno en contra de ella lo hace en contra de él. “El que roba a su padre o a su madre, y dice, No es transgresión; ese mismo es compañero de un destructor.” Y el gran destructor es Satanás el Diablo. (Pro. 28:24, VA) Que nosotros, entonces, no robemos ni destruyamos, sino que mostremos amor y respeto por nuestra madre por medio de nunca abandonar su ley y enseñanza como lo hizo el Diablo. Seamos siempre obedientes a ella, haciéndolo como a Jehová, su Esposo y Cabeza.
16. ¿De qué manera es ella una mujer digna de ser nuestra madre?
16 Ella es una mujer digna. Ella no es una adúltera o fornicadora con el Diablo, y nosotros no somos hijos ilegítimos cuando confesamos que ella es nuestra madre. Ella está sujeta teocráticamente a su Esposo, el Dios Altísimo. Por esto podemos estar seguros de que ella nos guiará por caminos que agraden a Jehová el Dador de la vida eterna. Ella tiene interés amoroso en los hijos de Él, y los atiende muy bien, usando todos sus medios y poderes de organización para provecho de ellos. El capítulo treinta y uno de Proverbios la compara con una mujer virtuosa. La descripción que nos da de dicha mujer inspira confianza en la organización y nos ayuda a amarla y apreciarla.
17. ¿A quién se dió la descripción de ella? En general ¿qué es lo que manifiesta?
17 La descripción fué dada al rey Lemuel, cuyo nombre significa “perteneciendo a Dios” o “sagrado para Dios”. La mujer virtuosa fué descrita a él por su propia madre. Como la madre de un rey, ella ocupa la relación de una reina para con su gran Esposo, Jehová, el Rey de la eternidad, el Padre de los “reyes de la tierra”. De manera que ella puede criar e instruir reyes sagrados para Dios. Mediante su descripción ella nos enseña qué debemos buscar en la mujer u organización teocrática de Él. “De Jehová viene la mujer prudente,” y la mujer u organización teocrática es creación de Él y fué formada para ser nuestra madre.—Pro. 19:14.
18. ¿En contra de qué los amonesta ella? Y ¿cómo los alimenta?
18 Manifestando lealtad a su Esposo, ella amonesta a sus hijos contra el entregarse a bebidas alcohólicas que entorpecen o paralizan nuestros poderes y facultades. ¿Por qué? No sea que sus hijos sean vencidos y privados de una mente sana y así olviden la ley de Dios. (Lev. 10:8-11) Ella hace que sus hijos e hijas crezcan en estatura y fuerza dándoles alimentos de comer. No importa que ella a veces tenga que importar el alimento desde lejos, como buques mercantes que llegan de puertos muy distantes. Por esto, para alimentar a los hijos de ella que están en territorios o países distantes, la Sociedad Watch Tówer la imita trayendo a trabajadores de lugares distantes a la Escuela Bíblica de Galaad para luego hacer que estos misioneros regresen o enviarlos a otros lugares distantes para que por medio de éstos ella pueda dar alimento espiritual a todos sus hijos. A todos los que le sirven, ella alimenta y fortalece para el servicio, no importa que éstos sean sus hijos directamente o no, porque está escrito que ella da una “ración a sus criadas”. (Pro. 31:15, Va) Se levanta temprano mientras todavía es noche para tener el alimento listo a la hora para su familia.
19. ¿Cómo los viste?
19 Aparte de los alimentos, ella también se encarga de la ropa de sus hijos. Ella prepara materiales con qué vestirlos para que puedan presentarse con una identidad cristiana piadosa de la cual nunca tienen que avergonzarse. Ella los viste con la identidad de los testigos de su Esposo, Jehová. Por esto ella “no teme por su casa a causa de la nieve”, porque sabe que los hijos de Dios por medio de ella están bien vestidos para soportar el odio frío de este mundo. Ella siempre está proveyendo para el bienestar futuro de ellos, mirando hacia adelante para ver qué necesitarán en el porvenir, y así ella “se ríe de los días venideros” por haber suministrado las necesidades.
20. ¿Cómo vigila la conducta de su familia?
20 Ella “vigila sobre la conducta de su familia”. Por esto es una familia ordenada, bien portada, industriosa y piadosa, y el ser un miembro de ella es una bendición. En este sentido quizás sea necesario que ella algunas veces use la vara y administre una corrección a uno o a todos sus hijos. Pero si nos permitiera seguir nuestro propio camino eso no resultaría finalmente en un éxito ni traería honra a sus métodos de organización. Ella sabe que “la vara y la reprensión dan sabiduría; pero el muchacho dejado al gobierno de sí mismo, avergüenza a su madre”. (Pro. 29:15) Ella no quiere tener vergüenza de cómo crió a los hijos de Dios y no quiere que nosotros seamos un pesar y reproche para él. Al mismo tiempo ella “abre su boca con sabiduría, y la ley de bondad está en su lengua”. (Pro. 31:26) De modo que por medio de la reprensión y el consejo bondadoso ella imparte sabia instrucción y sostiene la ley de Dios.
21. ¿Por qué es ella sabia y digna de alabanza? ¿Cómo enseña el amo·?
21 En lo que toca a la operación y estructura de su organización el mundo quizás no la considere decorosa ni hermosa de semblante y hasta se burle de su simplicidad primitiva, la cual es característica de los días apostólicos. Ah, pero ella teme a Jehová, y eso es lo que la hace sabia y virtuosa y gana para ella Su alabanza duradera. Ella tiene un amor muy grande, y extiende su mano a los pobres y necesitados; y así ella infunde en sus hijos la generosidad y el amor para el prójimo. Ella quiere que ellos compartan con otros las bendiciones de su Padre celestial, impartiendo el alimento o la verdad de su Reino a los pobres y necesitados y cubriéndolos con vestidos que los identifiquen a favor de su Rey.—Pro. 31:30, 20.
REPRESENTANTES VISIBLES COMO ELLA
22. ¿Quién es nuestra madre espiritual, Galaad? ¿la Sociedad Watch Tówer? ¿Por qué? Y ¿en qué hijos se interesa ella?
22 En este mundo es costumbre referirse a la escuela superior, colegio o universidad en donde se gradúa una persona con la expresión pagana “alma mater” (madre adoptiva). Pero la Escuela Bíblica de Galaad de la Wátchtower no es la gran organización madre de los graduados de Galaad. La Sociedad Watch Tówer Bible & Tract no es la gran organización madre de los testigos de Jehová que han recibido la verdad del Reino por medio de ella y que cooperan con ella en todo el mundo, usándola como su siervo en asuntos de negocio y legales y como su cuerpo gubernamental consejero. No; como testigos de Jehová nosotros representamos algo más grande que estas organizaciones visibles menores. La gran “madre” es la organización universal de Jehová, la cual él creó y de la cual él es el fiel Esposo. (Isa. 54:5; Gál. 4:26) Por medio de ella él produce sus hijos amados para su propósito. Por medio de ella él nos da su ley e instrucciones, hace provisión para nosotros, nos guía y se encarga de nuestro bienestar para que consigamos la vida eterna. En ella encontramos todos los atributos de una mujer virtuosa que tan hermosamente se describieron al rey Lemuel. Al tiempo presente, cuando el reino de Dios es la cuestión de suprema importancia, su “mujer” se ocupa principalmente en llevar con éxito al trono de Rey con Jesucristo en el cielo al resto de su “manada pequeña” real. No obstante, ella también está interesada en muchísimas “otras ovejas” que por fin llegarán a ser sus hijos terrenales en la imagen y semejanza de Dios. Su corazón es bastante grande para amar a todos éstos y para juntar a todas las “otras ovejas” con cariño a su seno amoroso.—Luc. 12:32; Juan 10:16.
23. No obstante, ¿qué organizaciones en la tierra manifiestan los atributos de ella? ¿Por qué?
23 Sin embargo, lo que vemos ejemplificado en la mujer de Dios, su organización celestial universal, debemos ver también en su organización visible. ¿Por qué? Porque su organización universal, la cual es más alta y más grande, la usa como su instrumento terrenal. Por esa razón vemos esos atributos maternos, esos atributos de una mujer virtuosa, en la Escuela Bíblica de Galaad y en la Sociedad Watch Tówer Bible & Tract, porque éstas profesan representar y servir a la mujer de Dios. Le damos gracias a Dios por haberlas suministrado y por usarlas. De modo que nos ponemos de pie y respetuosamente bendecimos a su fiel organización, a su regia “mujer” en los cielos que amorosamente provee todo esto para nosotros como hijos de Dios.—Pro. 31:28.
24. Entonces, ¿cuál es el camino del éxito? Por eso ¿con quién debemos mantenernos en contacto?
24 Si apreciamos todas estas verdades, ¿cuál diremos que es el camino del éxito? Todos los ejemplos y las enseñanzas de la Palabra de Dios concuerdan en que es el camino marcado por la obediencia fiel y amorosa a Dios y a los mandamientos que él nos da por medio de su organización teocrática. Por esto manténganse en contacto con la organización central, la “mujer” teocrática de Dios. Manténganse en armonía con ella aceptando las reglas e instrucciones de la organización teocrática que Dios nos da por medio de ella. Nunca abandonen éstas, sino sean enseñables, como hijos confiados. Retengan firmemente la Biblia.
25. ¿Dónde debemos servir a Dios? ¿Por cuánto tiempo, y de qué manera?
25 Sirva usted a Dios donde él lo ponga. Acuérdese que el gran Director de la organización conoce sus herramientas o instrumentos. Él sabe cuál usar y dónde y cómo usarlo. Por esto préstese para su uso cuando él lo escoja. El escogimiento que él hace de usted nunca es accidental o impremeditado. Vaya al territorio o al puesto que él ha designado. Muestre que usted es apto para el lugar a que se le ha asignado. Trabaje en unidad con la organización entera. Saque todo el provecho de cualquier reprensión que usted reciba para que su conducta sea apropiada. Lleve a cabo las instrucciones con el debido respeto para la gran organización “madre”. Y nunca abandone por su propia cuenta el trabajo que se le ha asignado. Ensanche su habilidad y aptitud para el trabajo permaneciendo con él y familiarizándose con él más y más. Tome a pecho la instrucción de organización dada por el apóstol al joven superintendente Timoteo: “Reflexiona acerca de estas cosas, absórbete en ellas, para que tu progreso sea manifiesto a toda persona. Cuídate a ti mismo y a tu enseñanza. Persiste en estas cosas, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.”—1 Tim. 4:15, 16, NM.
26. De este modo ¿qué se probará que es usted, y en qué tendrá parte?
26 De este modo usted probará que es un hijo de Dios digno por medio de su “mujer”. Mostrará lo que él puede hacer de usted con la instrucción que él da por medio de su “mujer”. De este modo usted tendrá parte con Jesucristo en vindicar la justa soberanía de Jehová sobre todas las criaturas inteligentes que viven en el universo. Eso es lo que constituye el éxito más alto para usted durante toda la vida venidera.
[Ilustración de la página 232]
Edificio principal de Galaad
[Ilustración de la página 233]
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