Preguntas de los lectores
● ¿Cómo debe entenderse Isaías 7:14, que el apóstol Mateo aplicó a Jesús? Jesús no se llamó “Emmanuel,” ¿verdad?—J. G., EE. UU.
Al aplicar Isaías 7:14 a Jesús el apóstol Mateo escribió: “Todo esto realmente pasó para que se cumpliera lo que habló Jehová por su profeta que dijo: ‘¡Miren! La virgen llegará a estar encinta y dará a luz un hijo, y le pondrán por nombre Emmanuel,’ que, traducido, significa: ‘Con nosotros está Dios.’”—Mat. 1:22, 23.
Es cierto que a Jesús no se le llamó “Emmanuel.” Pero ese hecho no significa que no cumplió este texto. Éste tenía como propósito declarar un hecho acerca de su misión más bien que darle un nombre literal. Esto puede ilustrarse con otra profecía de Isaías, que se encuentra en el Isa. capítulo nueve, versículos seis y siete: “Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el gobierno principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. De la abundancia del gobierno principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia.”
No puede haber duda de que esta profecía aplica a Jesucristo, el Hijo de Dios así como de David. No obstante, en ninguna parte leemos que alguno de los apóstoles o discípulos de Jesús lo haya identificado con estos nombres. Sin embargo, cuando estuvo en la Tierra fue el “Maravilloso Consejero,” y lo será aun más en el venidero sistema de cosas a medida que aconseje a toda la humanidad en cuanto a cómo conseguir vida eterna. Desde su creación le ha aplicado la designación “Dios Poderoso”; y desde su resurrección, cuando recibió toda autoridad en el cielo y en la Tierra, y especialmente desde su ascensión al cielo, cuando llegó a ser el “reflejo de su gloria [es decir, la de Dios]” y la “representación exacta de su mismo ser,” esa designación ha sido sumamente apropiada para él. (Heb. 1:3; Mat. 28:18) Además, dado que él proporcionará vida eterna a la humanidad obediente por medio de su sacrificio de rescate, muy apropiadamente se le llama “Padre Eterno.” Y, puesto que por medio de su reino traerá paz eterna a la humanidad, así como a todo el universo, ¡cuán apropiado que se le llame “Príncipe de Paz”!
Así, también, sucede con Isaías 7:14, que dice que una “doncella misma realmente llegará a estar encinta, y ella está dando a luz un hijo, y ciertamente le pondrá por nombre Emmanuel.” Se ve que lo que recibe énfasis es el papel que Jesús desempeñará por el hecho de que Mateo nos da además el significado de Emmanuel, a saber: “Con nosotros está Dios.”
Es sumamente apropiado que Jesucristo por ser el principal representante de Jehová Dios que jamás ha estado en la Tierra tenga el título “Con nosotros está Dios.” Y esto es especialmente cierto cuando recordamos la respuesta de Jesús a la petición de Felipe: “Señor, muéstranos al Padre, y nos basta.” Jesús le dijo a Felipe: “¿He estado con ustedes tanto tiempo, y aun así, Felipe, no has llegado a conocerme? El que me ha visto a mí ha visto al Padre también. ¿Cómo es que dices: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que yo estoy en unión con el Padre y el Padre está en unión conmigo?”—Juan 14:8-10.
Ciertamente, tomando en cuenta estos hechos podemos ver cuán apropiado fue y es que en la profecía Jesús fuera identificado no solo como “Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz,” sino también como “Emmanuel,” que significa, “Con nosotros está Dios.” Y todo esto, sírvase notar, sin que realmente se le haya llamado por estos nombres cuando estuvo en la Tierra.
● ¿Cómo se usaba el “estiércol de paloma” que se menciona en 2 Reyes 6:25?—H. F., EE. UU.
Este versículo describe las condiciones en que se halló la ciudad de Samaria cuando fue sitiada por los sirios durante los días de Eliseo. Leemos: “Con el tiempo surgió una gran hambre en Samaria, y, ¡mire! estuvieron sitiándola hasta que la cabeza de un asno llegó a valer ochenta piezas de plata, y el cuarto de una medida de cab de estiércol de paloma valía cinco piezas de plata.”—2 Rey. 6:25.
Según esto, aproximadamente 0,3 de litro de estiércol de paloma valía aproximadamente $2,38 (dólares). Pero la pregunta en cuanto a cómo usaría el comprador el estiércol ha recibido consideración muy extensa.
Algunas personas han pensado que el “estiércol de paloma” pudo haberse referido a una planta, el cual punto de vista se basa en el hecho de que los árabes usan el nombre “estiércol de gorrión” para una planta que la gente de pocos recursos come y el hecho de que en la zona de Samaria crece una planta cuyo nombre latino significa “leche de ave.” Sin embargo, no hay evidencia de que a cualquiera de estas plantas jamás se les haya conocido como “estiércol de paloma” o que hubieran estado disponibles a las personas que quedaron embotelladas en Samaria cuando ésta fue sitiada.
Si ha de tomarse literalmente la expresión, ¿qué uso recibiría el estiércol de paloma? Se ha ofrecido la sugerencia de que en el Cercano Oriente la gente ha usado este material por mucho tiempo como abono. Pero es improbable que personas que estuvieran a punto de morirse de hambre se interesaran en abonar cosechas que no estarían disponibles por meses.
Hay la posibilidad de que el estiércol de paloma se haya usado como alimento. Tratando de aterrorizar a los habitantes de Jerusalén, Rabsaces advirtió en una ocasión que un sitio por los asirios los obligaría a ‘comer su propio excremento y beber sus propios orines.’ (2 Rey. 18:27) Repugna la idea de consumir estiércol, pero el hecho de que el hambre se puso tan fuerte que las mujeres cocían y se comían a sus propios hijos indica que consumirían todo cuanto estuviera disponible. (2 Rey. 6:26-29) Aunque el estiércol sería de limitado valor nutritivo, las personas que están en condición de inanición con frecuencia comen cualquier cosa para amortiguar los dolores del hambre. Según Josefo, los judíos sitiados por los romanos en 70 E.C. comieron estiércol de “viejos estercoleros de ganado.” Y hay un informe de que durante un hambre en Inglaterra en 1316 E.C. la gente se comió “a sus propios hijos, perros, ratones y estiércol de pichón.”
Quizás la sugerencia con mayor probabilidad de ser la correcta sea que el estiércol se haya usado como combustible. Al profeta Ezequiel se le mandó que representara las condiciones igualmente deplorables que le sobrevendrían a Jerusalén usando estiércol como combustible para cocer su alimento. (Eze. 4:12-17) Hasta el día actual estiércol seco de ganado, que algunos llaman “hojuelas de vaca,” sirve de combustible en ciertas partes de la Tierra. Si este punto de vista acerca del estiércol de paloma es correcto, entonces el relato simplemente expresa el costo del alimento (en este caso una cabeza de asno) y el costo del combustible para cocerlo. Los versículos subsiguientes indican que la gente todavía no comía carne cruda.