Jehová conduce a su pueblo
“Tú en tu bondad amorosa has guiado al pueblo que has recobrado; tú en tu fuerza seguramente lo conducirás a tu santa morada.”—Éxo. 15:13, NM.
1, 2. (a) ¿Qué ejemplos notables revelan las Escrituras de casos en que Jehová actuó como caudillo? (b) ¿Por qué dos razones es oportuno el considerarlos?
EN TIEMPO antiguo Jehová demostró que él es un caudillo poderoso, pero benigno, para su pueblo. En una ocasión memorable los sacó de la servidumbre en que estaban en Egipto y los condujo a su herencia prometida, y en otra gran ocasión los sacó del cautiverio en que estaban en Babilonia y los condujo a su tierra natal. Hoy, al fin, Jehová de nuevo conduce a su pueblo, sacándolo del presente sistema inicuo de cosas y llevándolo al reino de su amado Hijo. Jehová mismo hizo que se registraran muchos detalles de aquellos ejemplos previos de su obra como guía, de los cuales podemos y debemos aprender mucho, “porque todas las cosas que fueron escritas de antemano fueron escritas para nuestra instrucción.” Sí, podemos esperar conseguir un discernimiento más íntimo y una apreciación más perspicaz de las diferentes cualidades que nuestro gran Dios manifiesta cuando actúa en esta capacidad. Pero, además de esto, tenemos otro objetivo. Es importante y oportuno el que hoy consideremos la responsabilidad que descansa sobre nosotros, quienes somos favorecidos con ser parte de aquellos a quienes Jehová conduce. Hablando de manera general, esa responsabilidad cae bajo dos encabezamientos. Primero, todos tenemos que aprender a ser seguidores verdaderos, siguiendo fielmente la dirección prescrita para nosotros. Al mismo tiempo, sin embargo, a muchos de los siervos de Jehová se les pide que actúen como caudillos en diversos grados y puestos, y ninguno de nosotros quisiera ‘aceptar la bondad inmerecida de Dios y pasar por alto su propósito.’—Rom. 15:4; 2 Cor. 6:1, NM.
2 Antes de llegar al asunto de nuestro puesto y responsabilidad individuales, y con el fin de que lo abordemos con un entendimiento adecuado y con el debido espíritu, en primer lugar consideremos nuestro puesto en conjunto. Observaremos algunas de las cosas sobresalientes que se llaman a nuestra atención respecto a cómo Jehová ha guiado a su pueblo en tiempos pasados, y luego veremos cómo esas cosas arrojan luz sobre la manera y propósito de sus obras de guía en la actualidad y la parte que tenemos que desempeñar en ello. Comenzaremos con ese ejemplo grandioso que ya hemos mencionado de los viajes de Israel desde el tiempo que éste salió de Egipto.
COMO CONDUJO JEHOVÁ A ISRAEL
3. ¿Qué estaba detrás de todos los tratos de Jehová con Israel?
3 No se deja a nosotros mismos el estudiar la historia registrada de los israelitas desde el tiempo que salieron de Egipto y su jornada de cuarenta años a través del desierto para sacar nuestras propias conclusiones en cuanto a cómo los condujo Jehová. Él mismo hizo que, casi al fin de los viajes de Israel, Moisés escribiera las palabras de una canción en que se nos llama la atención a las mismísimas cosas en las que estamos interesados. En primer lugar, el propósito de Jehová detrás de todos sus tratos con Israel claramente se expresa al comienzo de la canción: “Porque yo declararé el nombre de Jehová. ¡Atribuyan ustedes grandeza a nuestro Dios!” El honor y la vindicación del santo nombre de Jehová es la cosa de consideración principal, como también lo confirmó David, diciendo: “¿Y quién hay semejante a tu pueblo Israel, única nación en la tierra a quien fué la Divinidad a redimir [de Egipto], para serle pueblo suyo propio, y para ganarse renombre?” Isaías, también recalcó la misma cosa cuando escribió: “De esta manera tú condujiste a tu pueblo, a fin de hacer para ti un nombre glorioso.”—Deu. 32:3, NM; 2 Sam. 7:23; Isa. 63:14.
4. ¿Qué cualidades de caudillo manifestó Jehová al guiar a su pueblo, y cómo se describen éstas en el Registro?
4 Ahora tomemos nota de las cualidades excelentes que manifestó Jehová como gran Caudillo de su pueblo. Hay un buen número de ellas, pero al examinarlas puede verse que se alinean en contraste notable, pero equilibrado. Por una parte, con fuerza luchadora y con ira encendida como “persona varonil de guerra,” él demostró ser poderoso en la habilidad de hacer añicos al enemigo. Por otra parte, con bondad amorosa para con el pueblo que él había reclamado del puño de Faraón, él manifestó fuerza y habilidad paternales para proteger y conducir a Israel con delicadeza, pero con seguridad, por todo el camino hasta su “santa morada” final. Jehová ciertamente demostró ser un Caudillo de infinita tenacidad y ternura. Como Moisés recordó a Israel al comienzo de lo que él les dijo en los llanos de Moab: “Viste cómo Jehová tu Dios te llevó igual que un hombre lleva a su hijo, en todo el camino que viajaron hasta que llegaron a este lugar.” Luego de nuevo en la canción concluyente de Moisés tenemos esa descripción amorosa y animadora de la dirección de Jehová, con toda su riqueza de imaginación significativa, terminando con la nota final del derecho de Jehová a todo el honor y crédito, con estas palabras: “Él vino a hallarlo [a Israel] en una tierra desierta, y en un yermo vacío y aullador. Él comenzó a rodearlo, a cuidarlo, a protegerlo como a la niña de su ojo. Así como el águila despierta su nidada, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas, Jehová solo lo siguió conduciendo, y no había ningún dios extraño junto con él.”—Éxo. 15:1-3, 6, 13; Deu. 1:31; 32:10-12, NM.
5. ¿Apreció Israel lo que Dios hizo por él? y ¿derrotó eso el propósito de Dios tocante a ellos?
5 Juzgando tan sólo de las citas anteriores uno pudiera concluir que Israel seguramente debe haber apreciado grandemente, como una criatura sensible, todo lo que Jehová hizo por ese pueblo. Pero, ¿fué eso lo que sucedió? Es triste contarlo, pero fué enteramente lo contrario. Desde el monte Sinaí en adelante, y como Moisés testificó cuando se dirigió a ellos en los llanos de Moab, los hijos de Israel, especialmente la generación que salió de Egipto, demostró ser “una generación perversa y torcida.” Ellos ‘obraron ruinosamente’ y “se han apartado apresuradamente del camino en que yo [Jehová] les he mandado ir. . . . He mirado a este pueblo y he aquí que es un pueblo obstinado.” Empero aunque esa generación murió en el desierto, con muy pocas excepciones, como Jehová predijo y determinó, no obstante él de ninguna manera renunció a su propósito original. En vez de eso, mediante su ángel, siguió dirigiendo a Israel de todas maneras y con buen resultado trajo a los hijos de esa generación original a la Tierra Prometida y se la dió para que la poseyeran.—Éxo. 32:7-9, 34; Deu. 1:34-40; 32:5, NM.
6, 7. (a) ¿Qué otras dos cualidades fueron reveladas así? (b) ¿Qué otro gran ejemplo de Jehová en capacidad de guía se halla en la Biblia?
6 Esto hace que dos cualidades más se destaquen en la manera en que Jehová condujo a su pueblo. Revela su abundante misericordia, equilibrada por sus justos juicios, los cuales fueron ejecutados sobre aquellos que, aunque habían visto su gloria y muchas señales milagrosas, no obstante no escucharon su voz y lo trataron irrespetuosamente.—Éxo. 34:6, 7; Núm. 14:22, 23.
7 Mucho más podría decirse, por supuesto, bajo este encabezamiento. Pero, adhiriéndonos estrictamente a nuestro tema principal respecto a la manera y propósito de conducir Jehová a su pueblo, veamos lo que puede aprenderse de las Escrituras cuando tratan del regreso del pueblo de Dios de su cautiverio en Babilonia.
EL REGRESO DESDE BABILONIA
8. ¿De qué manera se ensancha ahora el campo de nuestro estudio?
8 Vea ahora cómo nuestro campo de estudio se ensancha. El registro que ya se ha considerado es principalmente histórico, aunque es verdad que suministra la base para muchos modelos proféticos. En contraste, el registro concerniente al regreso de los judíos de Babilonia es principalmente profético, porque las cosas más importantes implicadas en él fueron registradas mucho antes de que se efectuara el acontecimiento. De hecho, fué aproximadamente doscientos años antes de ello que se inspiró a Isaías en particular para que escribiera esos numerosos pasajes resplandecientes que hablan de que se volvería del destierro. Lo que es aun más maravilloso es el hecho de que esas profecías realmente fueron escritas para un día posterior, para nuestro propio día, cuando Jehová conduce a su pueblo desde la Babilonia moderna hasta Sión, su organización del Nuevo Mundo.
9. ¿De cuáles tres maneras se ve que muchas profecías tienen su cumplimiento?
9 Muchas veces se ha tratado de esas profecías en estas columnas, dándose la evidencia bíblica colateral en apoyo, para manifestar cómo ellas, en primer lugar, tuvieron un cumplimiento literal en 537 a. de J.C. y los años subsiguientes. Luego tuvieron, en muchos casos, un cumplimiento en miniatura al tiempo del primer advenimiento, girando en torno de la persona de Cristo Jesús. Pero, indiscutiblemente, su cumplimiento mayor, junto con la profecía en general, está enfocado en estos días del segundo advenimiento, en los estupendos acontecimientos que ahora se efectúan bajo la dirección del Rey reinante, Cristo Jesús. Aceptando esta base, limitaremos nuestra atención a las expresiones y aspectos particulares de estas profecías que se relacionan con nuestro tema principal.
10. ¿A quién somos presentados especialmente en la profecía de Isaías, y qué se dice de él en cuanto a su comisión y cualidades?
10 En primer lugar, somos presentados al que Dios ha nombrado para servir de representante suyo: “¡He aquí a mi Siervo, a quien yo sustento, mi Escogido, en quien se complace mi alma; he puesto mi Espíritu sobre él, y traerá justicia a las naciones!” Inmediatamente se predice que Este será incansable y fiel, manifestando así las mismas cualidades que Jehová mismo mostró: “No desfallecerá, ni se desalentará, hasta que establezca justicia en la tierra; y las islas esperarán su ley.” Entonces la profecía se amplía y habla de la grandiosa comisión que va a llevar a cabo este siervo, cuyo mismísimo nombramiento es una garantía de que él conducirá, no sólo a un resto de judíos fieles, sino también a una gran muchedumbre de gentiles de las tinieblas y servidumbre a la luz y libertad gloriosas: “Yo, Jehová, te he llamado en justicia, y [como el Caudillo principal] tendré firmemente asida tu mano, y te guardaré; y te pondré por pacto del pueblo, y por luz de las naciones; para que abras los ojos de los ciegos, y saques del calabozo a los presos, y de la cárcel a los sentados en tinieblas.” Luego viene una reiteración del hecho de que el crédito y la gloria por todas estas cosas pertenecen a Jehová, quien no tolera rival: “Yo soy Jehová; éste es mi nombre, mi gloria no la daré a otro, ni mi alabanza a las esculturas.”—Isa. 42:1, 4, 6-8.
11. ¿Cómo podemos identificar al “siervo” de la profecía de Isaías?
11 Pero ¿quién es este siervo que recibe dicha honra? Usted notará de lo que ya se ha dicho que lo primero que se menciona es que Jehová pone su espíritu, su fuerza activa invisible, sobre Este, autorizándolo y facultándolo para llevar a cabo su comisión. Esto nos indica el eslabón vital en la cadena de evidencia, a saber, la profecía registrada en Isaías 61:1-3 (la cual sírvase leer), donde se da más información en cuanto al resultado de la operación del espíritu sobre este siervo ungido, incluyendo el sacar y dirigir a libertad a los que se encuentran en servidumbre semejante a la de una prisión. A su vez Jesús citó este último texto cuando se dirigió a la gente de su mismo pueblo en la sinagoga de Nazaret, e indicó que se estaba cumpliendo en él mismo ese mismísimo día. (Luc. 4:17-21) Como muchos de nuestros lectores bien saben, éste de ninguna manera es el único eslabón que identifica al “siervo” mencionado frecuentemente por Isaías. Citas del capítulo 53 de Isaías, por ejemplo, que hablan de los sufrimientos y la vergüenza que fueron amontonados sobre el siervo de Jehová, se aplican a Cristo Jesús en bastantes casos en las Escrituras cristianas griegas.
12. ¿Cómo se describe este “siervo” en Isaías 55:3, 4, y qué textos arrojan luz sobre la presente aplicación de esta profecía?
12 Dirigiéndonos ahora al capítulo 55 de Isaías, hallamos alguna información interesante e importante. Exhortando a los que llegan a comprender que necesitan las provisiones espirituales que sólo Jehová puede suministrar, Jehová dice: “¡Inclinad vuestro oído, y venid a mí! ¡escuchad, y vivirá vuestra alma! y yo haré con vosotros un pacto eterno, las misericordias segurísimas prometidas a David. He aquí que le he puesto a él por testigo a los pueblos, por caudillo y comandante a los pueblos.” (Isa. 55:3, 4) Aquí tenemos la declaración explícita de que Este, el siervo de Jehová, obrará como caudillo con plena autoridad para dictar instrucciones y órdenes. Estas son órdenes imperativas. “Realmente, cualquier alma que no escuche a ese Profeta será completamente destruída de entre el pueblo.” Él es el “testigo fiel y verdadero” de Jehová, y él es quien da expresión al mandato urgente en estos días de la destrucción inminente de Babilonia: “Salgan de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.” Como representante de Jehová, llamado “Fiel y Verdadero,” él entonces procede a conducir a los ejércitos celestiales en contra de las naciones de este mundo que están opuestas a su gobierno, “y de su boca sale una espada larga y filosa,” dando esas órdenes que efectúan la ejecución final de las fuerzas enemigas. ¡Cuán semejante a la fuerza luchadora y habilidad manifestadas por Jehová Dios en la derrota de Faraón y sus fuerzas!—Hech. 3:19-23; Apo. 3:14; 18:4; 19:11-16, NM.
13. ¿Qué confirmación del siervo de Jehová como caudillo encontramos en Isaías 11:1-5?
13 Aquí mismo deseamos llamar a la atención de usted todavía otro pasaje de la profecía de Isaías que une estrechamente los aspectos ya considerados y que da fuerte confirmación a ellos. Recuerde que Cristo Jesús es Aquel que, como hijo y heredero legítimo de David, hereda “las misericordias segurísimas prometidas a David,” resumidas en el pacto inquebrantable para el Reino que se prometió a la simiente de David, como se expresa de manera hermosa en el Salmo 89:33-37. Aptamente, por lo tanto, en los versículos de apertura del capítulo 11 de Isaías se describe a Este como el David Mayor y se dice que es “un Retoño del tronco de Isaí [el padre de David], y un Renuevo . . . de sus raíces.” (Vea Apocalipsis 22:16 para prueba de identificación.) Ahora lea usted mismo la descripción que sigue en Isaías 11:1-5, en que se manifiestan las cualidades maravillosas y equilibradas que por el espíritu de Jehová se otorgan a Este para que desempeñe la obra de guía, haciéndolo un caudillo sabio, fuerte y considerado, que manifiesta fuerza y habilidad paternales a favor de “los mansos de la tierra,” y haciéndolo enteramente confiable, porque “la justicia será ceñidor de sus lomos, y la fidelidad ceñidor de sus riñones.” Note, también, como esto se enlaza con el Apocalipsis 19:15, puesto que él “herirá la tierra con la vara de su boca, y con el resuello de sus labios matará al inicuo.”
14. ¿Cómo habla la profecía del grandioso resultado de la obra de Cristo como guía?
14 Tan glorioso es el resultado final de su obra de guía que no habrá una sola criatura o cosa que dañe o destruya en todo su santo dominio. Habrá paz y armonía aun entre toda la creación animal, y la tarea de dirigirla le será grata al hombre, porque la profecía dice que “un niñito los conducirá.” Una relación feliz como ésa ya prevalece entre los que moran en Sión, la organización de Jehová, y que tienen su espíritu, y que fielmente siguen las direcciones que como caudillo da Cristo.—Isa. 11:6-9.
CAMBIO DE CUADRO
15. ¿Mediante el uso de qué término indica el capítulo 11 de Isaías que hay un cambio en el punto de vista?
15 Pero esto no es todo. El capítulo 11 de Isaías sigue y predice las cosas maravillosas que efectúa el caudillo y siervo nombrado por Jehová, pero en éste se usa un término diferente y se da un punto de vista diferente. Hasta ahora, los textos considerados que tratan de Israel en el día de Moisés, también del regreso de los judíos desde Babilonia, han dado la idea de una dirección móvil en que Jehová, mediante su representante, lleva la delantera. Ahora, sin embargo, el cuadro cambia y describe una obra de dirigir ejercida por medio de una señal exaltada, estacionaria, porque los versículos 10 y 12 (UTA) dicen: “En aquel día que la raíz de Isaí, quien estará de señal [hebreo, nes] para los pueblos—a él acudirán las naciones, y su descansadero será glorioso. Alzará una señal [nes] para las naciones, y recogerá a los desterrados de Israel; y a las hijas dispersadas de Judá las congregará de los cuatro cabos de la tierra.”
16. ¿Quién es la Señal mencionada en estas profecías?
16 Este texto, junto con Isaías 62:10-12 y otros pasajes, ha sido examinado previamente en estas páginas, y se ha manifestado que la palabra hebrea traducida “señal” no se refiere a una bandera o estandarte levantado en alto por un caudillo que esté marchando a la cabeza de una columna de personas. En vez de eso, se refiere a una señal estacionaria establecida en una altura elevada. (Vea La Atalaya del 15 de junio de 1948.) Estamos ahora en “aquel día” mencionado en Isaías 11:10 y felices son nuestros ojos de entendimiento y fe que claramente contemplan la señal gloriosa y prominente levantada por Jehová en la persona de su Rey reinante, Cristo Jesús. Él verdaderamente es la Señal, entronizado en la altura excelsa del monte Sión, el reino establecido de Dios. Y ¿con qué propósito?
17. ¿Con qué propósito principal fué levantada la Señal? ¿Cómo aplicó esto en el día de Israel?
17 Principalmente, para servir de guía al restaurar y establecer para siempre en esta tierra la adoración verdadera y pura de Jehová. Hace mucho tiempo Satanás, haciéndose pasar por un “ángel de luz,” proporcionó guía falsa en cuanto a esta cuestión vital de adoración, primero seduciendo a Eva y, mediante ella, a la vasta mayoría de la familia humana. A su tiempo, Israel cayó en esta trampa y finalmente fué llevado a Babilonia, el baluarte de la religión falsa, a un cautiverio de tinieblas como el de presos en un calabozo. Fué la liberación de este cautiverio, prometida para un resto fiel, lo que formó la base inmediata para muchas de las profecías de Isaías. La señal atractiva y dominante en ese entonces era Jerusalén restaurada sobre su propia cima, con el representante visible de Jehová gobernando en medio de ella y con su sumo sacerdote oficial conduciendo la adoración limpia de Jehová en el templo reconstruído.—2 Cor. 11:3, 14.
18. Con apoyo bíblico, manifieste qué se denota hoy día por levantar la Señal.
18 Hoy tenemos el gran privilegio de presenciar el cumplimiento final de estas profecías en una escala grandiosa, porque por primera vez desde 1919 en adelante el resto de los seguidores ungidos de Cristo prestó atención al mandato divino y cortó toda conexión con la Babilonia moderna y se congregó en torno de la Señal en el monte Sión. Pero esto sólo fué el comienzo de las cosas buenas, porque el levantar la Señal marca el principio de un gran recogimiento de personas por toda la tierra en apoyo del Reino y su Rey, que por tanto tiempo se habían esperado, y para que se ocupen activamente en la adoración y servicio de aquel que tiene el derecho supremo a ellos, sin rival. (Luc. 4:8) Pablo habla de este tiempo señalado para esta obra importantísima, incluyendo una referencia a aquellos que fueron los primeros en ser recogidos, cuando dice: “Está de acuerdo con su buen placer [el de Dios] que él propuso en sí mismo para una administración al límite cumplido de los tiempos señalados, a saber, juntar todas las cosas de nuevo en el Cristo, las cosas en los cielos y las cosas sobre la tierra. Sí, en él, . . . para que sirvamos para alabanza de su gloria, nosotros que hemos sido los primeros en esperar en el Cristo.”—Efe. 1:9-12, NM.
19. (a) ¿A qué obra y pregunta vitales nos enfrentamos de este modo? (b) ¿Cómo indican las Escrituras la respuesta adecuada a esta pregunta?
19 Frente a esta tarea estupenda, vemos que la pregunta en cuanto a los medios que Dios usa para efectuar el logro de ella asume gran importancia. ¿Es Cristo Jesús, como Rey y Señal, el único nombrado para encargarse de la dirección de todos los que están siendo juntados, y los que todavía serán juntados, a la organización del Reino? Esta es una pregunta vital, que directamente afecta a todos los siervos de Jehová sobre la tierra de un modo u otro, y nosotros queremos la respuesta correcta, y por lo tanto, la respuesta bíblica. Refiriéndose al resto fiel de judíos que regresó de Babilonia, Jehová hizo que Isaías escribiera: “Vosotros sois mis testigos, dice Jehová, y mi Siervo, a quien he escogido.” (Isa. 43:10) Este sólo es uno de los muchos textos que muestran que aunque a veces se hace referencia al siervo de Jehová como una sola persona hay otros casos en que se hace referencia al siervo en sentido colectivo. En otras palabras, en el cumplimiento final de Isaías 43:10-12 vemos que, aunque hay una sola clase o cuerpo ungido de siervos, no obstante esta clase se compone de muchos testigos o miembros individuales. (1 Cor. 12:14) Jesús, hablando de esta misma clase de esclavos ungidos, habló de las responsabilidades de dirección encomendadas a esa clase cuando él hizo y contestó la pregunta: “¿Quién es verdaderamente el esclavo fiel y discreto, a quien su amo asignó sobre sus domésticos para darles el alimento al debido tiempo? . . . De cierto les digo: Lo nombrará al cargo de todos sus bienes.”—Mat. 24:45-47, NM.
20. ¿Qué conclusión ha de sacarse de estos textos, la cual nos lleva a qué pregunta que debe considerarse?
20 Por consiguiente, aunque el Amo retiene el dominio a todo tiempo y en todo nivel, no obstante él da a sus seguidores fieles participación y responsabilidad considerables en el servicio de los intereses del Reino. Y ¿qué hay del aspecto del asunto en lo que toca a cada persona individualmente, pues, como ya se ha dicho, ninguno de nosotros quiere ‘aceptar la bondad inmerecida de Dios y pasar por alto su propósito’? (2 Cor. 6:1, NM) Dejaremos la consideración de esta pregunta para el artículo que sigue.