Aceptando la invitación al banquete
1, 2. (a) ¿En qué ciudad gobernó David como rey sobre todo Israel, y en el trono de quién se sentó él? (b) ¿Dónde se sienta para gobernar el que fue prefigurado por el rey David, y por eso qué se requerirá de la gente que está en la Tierra para que disfrute del banquete?
EN CUMPLIMIENTO de la profecía de Isaías 25:6 Jehová de los ejércitos prepara el banquete para todos los pueblos sobre la Tierra en “esta montaña,” el lugar excelso de su reino celestial. En el monte de Sion terrestre de hace tres mil años, y en la ciudad de Jerusalén de aquel tiempo, el rey David gobernó en el nombre de Jehová. Representaba a Jehová de los ejércitos como el verdadero Rey sobre la nación y por consiguiente se decía que el rey David en el monte de Sion se sentaba en “el trono de Jehová.” El sabio hijo de David, Salomón, le sucedió en aquel trono. (1 Cró. 11:4-9; 29:23) En el monte de Sion celestial el Hijo de Dios, Jesucristo, que fue prefigurado por el rey David, se sienta entronizado desde el año 1914 E.C., sentándose verdaderamente en el trono de Jehová, es decir, a la diestra de Dios. (Sal. 110:1, 2; Hech. 2:29-36; Rev. 3:21) Por medio de él Dios prepara el banquete.
2 Por esta razón, si los pueblos sobre este territorio terrestre del reino de Dios quieren disfrutar del banquete, tienen que dar su lealtad, devoción y obediencia a este reino celestial del Hijo amado de Dios. Para hacer esto no tienen que salir de la Tierra e ir al cielo.
3. ¿Para quiénes ha hecho posible Dios este banquete, y por qué lo necesitan?
3 Jehová de los ejércitos ha hecho posible este banquete para todos los pueblos por medio de su Hijo Jesucristo. ¿Cómo? De esta manera: Por casi seis mil años ahora toda la humanidad ha estado muriendo, y al morir tiene que dejar de comer y de beber. Para comer y beber tenemos que vivir y mantenernos con buena salud. A su vez, para seguir viviendo tenemos que comer y beber. Toda la humanidad ha heredado la pecaminosidad y la muerte del primer hombre que hubo en la Tierra, quien pecó contra Dios el Creador y se acarreó a sí mismo la sentencia de muerte procedente de Dios antes de llegar a ser padre de hijos. (Rom. 5:12-14) A causa de su pecado rebelde contra su Creador, el primer hombre y su esposa fueron echados de su perfecto hogar paradisíaco en el jardín de Edén, para morir fuera de él. Así la ruina de la Tierra, y el hambre, la sequía y la inanición han acontecido como resultado de la pecaminosidad del hombre. Dice el apóstol cristiano Pablo: “El salario que el pecado paga es muerte, mas el don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.”—Rom. 6:23.
4. ¿Cómo hizo posible Dios el banquete mediante su Hijo, y cómo se comparó el Hijo mismo con el alimento?
4 A fin de levantar de la humanidad la condenación del pecado y quitar su castigo de muerte Jehová Dios hizo que su Hijo muriera de manera sacrificatoria en la Tierra como el hombre perfecto Jesucristo. Este murió sin hijos, sacrificando así hasta su derecho de llegar a ser padre de una raza humana perfecta en la Tierra. Mucho tiempo antes alimento milagroso sostuvo la vida de su nación terrestre por cuarenta años cuando ésta viajó a través de un desierto. Por consiguiente, Jesús comparó su sacrificio perfecto a tal alimento. Dijo él: “Yo soy el pan de la vida. . . . Yo soy el pan vivo que bajó del cielo; si alguien come de este pan vivirá para siempre; y, de hecho, el pan que yo daré es mi carne a favor de la vida del mundo.”—Juan 6:48-51.
5. ¿Dónde está ahora el “pan de la vida,” y por eso, a fin de comer y beber para siempre qué tienen que hacer los pueblos de la Tierra?
5 Ahora este Hijo de Dios, Jesucristo, ha regresado al cielo y está reinando en el reino de su Padre celestial, poseyendo plenamente el valor de su sacrificio humano, el “pan de la vida.” ¿Sorprende algo, entonces, que, para que los pueblos de esta Tierra coman y vivan para siempre en la Tierra, tengan que reconocer el reino de Dios sobre el monte de Sion celestial? Tienen que aceptar al Hijo reinante de Dios, Jesucristo, como su Rey, y tienen que darle lealtad y obediencia inmovibles. Tienen que hacer esto mediante fe.
6. (a) ¿Por qué el alimentarse del “pan de la vida,” en sí, sería un banquete? (b) ¿Qué aspectos hay en el cumplimiento de la profecía de Isaías de un banquete?
6 El alimentarse del “pan de la vida” celestial por medio de fe, en sí, sería un banquete si esto resulta en vida eterna. ¿Qué banquete en la Tierra hoy en día, prescindiendo de lo rico que sea en sus muchos platos, da vida eterna a los que banquetean? Pero los que se inclinan ante el reino de Dios en manos de su Hijo harán más que comer por medio de la fe. Literalmente comerán alimento terrestre agradable para sostener esa vida para siempre en paz, salud y felicidad. La profecía de Isaías de un banquete tiene un aspecto literal en ella y no enteramente un aspecto espiritual. Los pueblos leales y obedientes literalmente comerán platos con mucho aceite, “llenos de medula,” por decirlo así, para sostener el corazón y hacer brillar el rostro. Beberán vino, bien añejado sobre las heces y filtrado, para hacer que su corazón se regocije. (Sal. 104:14, 15) No habrá efectos malos.
7. ¿Cómo predice el Salmo 72 respecto a Salomón las condiciones prósperas que habrá en la Tierra bajo el reino del Hijo amado de Dios?
7 Las profecías hablan de las condiciones prósperas que predominarán en la Tierra bajo el gobierno real del Hijo amado de Dios. En el salmo profético respecto al rey Salomón está escrito: “Descenderá como la lluvia sobre el césped cortado, como chubascos copiosos que mojan la tierra. En sus días el justo brotará, y la abundancia de paz hasta que la luna ya no sea. Y tendrá súbditos de mar a mar y desde el Río hasta los cabos de la tierra. Llegará a haber mucho grano sobre la tierra; en la cumbre de las montañas habrá sobreabundancia. Su fruto será como en el Líbano, y los que son de la ciudad florecerán como la vegetación de la tierra.” (Sal. 72:6-8, 16) Tal período de abundancia señaló al reino del rey Salomón, pero Jesucristo, que fue prefigurado por Salomón, es mayor que Salomón. (Mat. 12:42) Por consiguiente en la Tierra se producirá abundancia muy superior a la de los días del rey Salomón bajo el reino de Cristo.
PARAÍSO RESTAURADO, EXTENDIDO POR TODA LA TIERRA
8. Bajo el Reino, ¿cómo será cambiada la Tierra, de acuerdo con las palabras de Jesús al malhechor compasivo que agonizaba en el madero?
8 Esta abundancia, que será lo suficientemente amplia para satisfacer el hambre y las necesidades corporales de toda la humanidad, requerirá que la Tierra cambie radicalmente de lo que es hoy en día. No había falta de alimento en el Paraíso terrestre en el cual Dios colocó al primer hombre y a la primera mujer en su condición perfecta, sin pecado. Bajo el reino de Cristo, que reina en el monte de Sion celestial, ese Paraíso será restaurado y extendido hasta los límites de la Tierra. Así no será demasiado pequeño para que toda la humanidad viva en él. De modo que hubo un significado maravilloso en las palabras del agonizante Jesucristo, cuando le dijo al hombre compasivo que fue fijado en un madero al lado de él en aquel día tenebroso del 14 de nisán de 33 E.C.: “Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso.”—Luc. 23:43, NM; Ro.
9. ¿Qué descripción profética se da del Paraíso por toda la Tierra en el Salmo 65?
9 La belleza y abundancia de ese paraíso por toda la Tierra bajo el reino de Dios es inimaginable. Una descripción profética de él se da en el salmo sexagésimo quinto, dirigido a Dios en Sion. En parte, dice: “Has dirigido tu atención a la tierra, para darle abundancia; la enriqueces mucho. La corriente desde Dios está llena de agua. Tú preparas su grano, porque así es como preparas la tierra. Hay un remojo para sus zurcos, una nivelación para sus terrones; con chubascos copiosos la ablandas; bendices sus mismísimos renuevos. Tú has coronado el año con tu benignidad, y tus mismísimas sendas gotean pinguosidad. Las dehesas del desierto siguen vertiendo gotas, y con júbilo se ciñen los mismísimos collados. Los pastos se han revestido de rebaños, y las llanuras bajas se han envuelto de grano. Gritan en triunfo, sí, cantan.”—Sal. 65:1, 9-13.
10. Según el Salmo 67, ¿qué dará entonces la Tierra, y debido a qué?
10 El Salmo 67:6, 7 agrega a esta descripción: “La tierra misma ciertamente dará su producto; Dios, nuestro Dios, nos bendecirá. Dios nos bendecirá, y todos los extremos de la tierra le temerán.”
11. ¿De qué manera se cumplirá como profecía Miqueas 4:3, 4?
11 En ese mundo pacífico, sin guerras, también se cumplirá de manera literal la profecía de Miqueas 4:3, 4: “No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. Y en realidad se sentarán, cada cual bajo su parra y bajo su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar; porque la misma boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.”
MÁS QUE ALIMENTO MATERIAL
12. ¿Bastará la provisión de alimento material para la humanidad bajo el reino de Dios, y qué dijo Jesús acerca del medio para vivir?
12 Más que solo alimento y bebida materiales se proveerá para todos los pueblos que sean favorecidos con vivir bajo el reino de Dios mediante su Hijo Jesucristo. Hoy en día el hombre que tiene todo lo que pudiera desear su corazón a modo de alimento y bebida, incluyendo lo que los doctores de su salud puedan recetar, no puede mantenerse vivo para siempre. Ahora se necesita más que alimento material; entonces bajo el reino de Dios se necesitará más que alimento natural. Jesucristo, aun al fin de un ayuno de cuarenta días, citó las propias palabras de Dios y dijo: “Está escrito: ‘No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová.’” (Mat. 4:4; Deu. 8:3) Aun más que alimento material, se necesita alimento espiritual, y este alimento espiritual es la Palabra de Dios. Su Palabra es sus instrucciones y sus mandamientos que nos dicen qué hacer. El vivir en armonía con su Palabra y el hacer su voluntad servirán de verdadero alimento y bebida sustentadores de la vida para la humanidad.
13. ¿Qué dijo Jesús acerca de su propio alimento y acerca de la insuficiencia de la abundancia material respecto a la vida?
13 El mayor hombre que jamás ha estado sobre la Tierra, a saber, Jesucristo, señaló ese hecho. En otra ocasión cuando tenía hambre, y antes de comer el alimento natural que se le ofreció, dijo: “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.” (Juan 4:34) En una advertencia contra el llegar a ser víctimas del materialismo Jesús dijo: “Guárdense de toda suerte de codicia, porque aun cuando uno tenga en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee.” “Porque el alma vale más que el alimento y el cuerpo que la ropa.” (Luc. 12:15, 23) Hay el peligro, especialmente para los que tienen hambre, de hacer un dios del alimento terrestre material y de adorar su vientre como su dios.
14. ¿En qué forma quieren los indios que padecen hambre que Dios se les aparezca, pero qué otras personas pueden hacer de su vientre su dios?
14 Hace años el santo indio, Mahatma Gandhi, señaló al apremio frenético que tenían las masas desnutridas de la India, que vivían de una sola comida o menos al día, de hacer esta mismísima cosa. Él dijo para que fuese publicado: “A los millones que tienen que pasarla sin dos comidas al día la única forma aceptable en que Dios se atrevería a aparecer es como alimento.” No obstante, no solo las masas que mueren de inanición sino también los que tienen abundante provisión pueden hacer del alimento corporal uno de sus dioses falsos y tratar a su vientre como un dios y pasar por alto al Dios verdadero y sus provisiones para vida eterna.—Fili. 3:19; El Times Magazine de Nueva York del 20 de diciembre de 1959, página 28.
15. (a) ¿Contra qué amonestó Moisés a los israelitas después que entraran en la tierra de leche y miel? (b) ¿Qué actitud tendría Jesús, ahora que reina en el cielo, acerca del alimento vital para la humanidad?
15 El profeta Moisés amonestó a los israelitas contra la probabilidad de que se olvidaran de Jehová Dios cuando entraran en posesión de la “tierra que mana leche y miel” y disfrutaran de su abundancia de cosas buenas. El resultado de esto sería acudir a la adoración de otros dioses y ganarse destrucción para ellos mismos. (Deu. 8:10-20) De manera correspondiente, cuando Jesucristo estuvo en la Tierra y estaba por ascender de nuevo al cielo, mandó a sus seguidores fieles que fueran hasta las partes más lejanas de la Tierra habitada e hicieran discípulos de gente de todas las naciones por medio de traerles alimento espiritual, a saber, las cosas que él les había mandado. (Mat. 28:18-20; Luc. 24:44-49; Hech. 1:6-11) En consecuencia, si Jesús tuvo esa actitud acerca de ello cuando estuvo aquí en la Tierra como hombre, ¿cuánto más tendría esa misma actitud acerca de ello cuando reinara como Rey en el monte de Sion celestial?
16. ¿Cómo alude Isaías 11:1-9 a alimento espiritual bajo el reino de Cristo, y qué dijo Jesús que significará vida para la humanidad?
16 En armonía con ese hecho el profeta Isaías dijo respecto del reinado de Jesús como descendiente de Jesé el padre del rey David: “La justicia deberá resultar ser el cinturón de sus caderas, y la fidelidad el cinturón de sus lomos. . . . No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas están cubriendo el mismísimo mar.” (Isa. 11:1-9) Por medio de ir aumentando su conocimiento de Dios y vivir en armonía con este alimento espiritual los habitantes de la Tierra conseguirán vida eterna; porque Jesús mismo dijo en oración a Dios: “Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo.”—Juan 17:3.
LOS MUERTOS ASISTIRÁN AL BANQUETE
17. (a) ¿Qué temores de hombres perspicaces de hoy en día no tuvo Dios cuando bendijo a Adán y Eva en el Edén? (b) De modo que Dios se ha propuesto que ¿quiénes también deberán asistir al banquete por toda la Tierra?
17 Hoy en día perspicaces hombres encumbrados temen que para fines de este siglo o poco después la Tierra llegará a estar llena de más gente de la que pueda mantener. Por lo tanto, creen que el crecimiento de la población tendrá que ser controlado y limitado a determinado número máximo para cada generación. Sin embargo, Jehová Dios, que ha profetizado un banquete para todos los pueblos, no tiene tales temores. Cuando creó al primer hombre y a la primera mujer y los colocó en el jardín paradisíaco de Edén les dijo que tuvieran muchos hijos y llenaran la Tierra, al mismo tiempo sojuzgándola (no arruinándola) y tuvieran dominio sobre todas las formas inferiores de vida animal. (Gén. 1:20-28) La Tierra todavía no ha estado llena nunca de criaturas al grado que Jehová Dios tuvo presente cuando habló a Adán y Eva. Pero el reino de su Hijo Jesucristo se encargará de que la Tierra esté llena de criaturas humanas a la imagen y semejanza de Dios y que la Tierra en todas partes esté sojuzgada para bien del hombre y de la bestia. Con este fin el Dios Todopoderoso se ha propuesto que hasta las personas muertas que están en los sepulcros asistan al banquete por toda la Tierra.
18, 19. ¿Cómo existe, por decirlo así, un envolvimiento sobre todos los pueblos, y una obra de tejido sobre todas las naciones?
18 Inmediatamente después de anunciar el banquete Dios inspiró a su profeta Isaías a agregar: “Y en esta montaña ciertamente se tragará el rostro del envolvimiento que está envolviendo sobre todos los pueblos, y la obra de tejido que está entretejida sobre todas las naciones. Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro.”—Isa. 25:7, 8.
19 A fin de que haya gozo ilimitado, puro, en el banquete de Dios para todos los pueblos, ¿no hay una necesidad de que Dios haga esto? ¿No hay algo que envuelve a todos los pueblos como una oscuridad de la cual no pueden hallar vía de escape a condiciones más brillantes y movimiento más libre, iluminado? ¿No hay algo entretejido, alguna tela, que ha sido entretejida sobre todas las naciones y que les impide ver claramente, que obstruye el que vean a Dios claramente, sin obstáculos, que impide que tengan Su pleno favor, algo que se extiende como una condenación sobre ellas, como una mortaja de muerte? La condición de desorientación, perplejidad, alarma, infelicidad, desesperación de todos los pueblos y naciones hoy en día contesta sí.
20. ¿Cómo se tragará Dios estas cosas “en esta montaña”?
20 El Dios Altísimo mira hacia abajo desde arriba sobre la faz de este envolvimiento que hay sobre todos los pueblos. Se ha propuesto quitarlo de acuerdo con su promesa de bendecir a todas las familias de la Tierra. “En esta montaña,” es decir, por medio de su reino en el monte de Sion celestial, él se tragará esta cosa entenebrecedora, este obstáculo que impide que la luz de su verdad gloriosa resplandezca a través y liberte a los hombres. (Juan 8:32; 2 Cor. 6:14-16; 4:4-6) Él se tragará esta obra de tejido de condenación que se ha extendido sobre todas las naciones a causa del pecado innato, heredado de nuestros primeros padres desobedientes. Él ha hecho amplia provisión para levantar esta condenación por medio del sacrificio del Cordero de Dios, Jesucristo ahora Rey, que quita el pecado. (Juan 1:29, 36) ¡Qué alivio será ése para todos los que vivan para verlo cuando suceda!
21. ¿Para provecho de quiénes será todo esto, y qué está obligado Dios a hacer para cumplir su promesa profética de Isaías 25:8?
21 Sin embargo, el beneficio de esto no solo será para los vivos. También será para los miles de millones de la humanidad muerta. ¿Cómo Dios ‘se tragaría a la muerte para siempre’ si dejara que la muerte que heredamos del pecador Adán reinara sobre todas sus víctimas? ¿Cómo Dios ‘limpiaría las lágrimas de todo rostro’ si dejara que la gente permaneciera privada de sus parientes y otras personas amadas por el gran enemigo la Muerte? Para que Dios cumpla con su promesa profética tiene que levantar a los muertos, sin temor de atestar la Tierra. En vista de su sabiduría y poder la Tierra no llegará a estar demasiado atestada por medio de resucitar a los muertos.
22, 23. (a) A causa de la cita de Pablo de Isaías 25:8, ¿aplica esta promesa solo a los 144,000? (b) ¿En qué otro lugar se cita también parte de esa profecía, en qué contexto, y para dar qué garantía?
22 El tragarse a la muerte para siempre no se limitará a los 144,000 coherederos que heredan el reino celestial con Jesucristo y a quienes primero aplicó el apóstol Pablo la profecía gloriosa, en 1 Corintios 15:54. Más de estos 144,000 que son redimidos de la Tierra han muerto o todavía mueren. Si la muerte habrá de ser tragada para siempre tiene que ser eliminada con respecto a todo el resto de la humanidad, y así será. En el último libro de la Biblia, Revelación, en su penúltimo capítulo, se cita parte de la profecía de Isaías. ¿Por qué? Para darnos una garantía final de la resurrección de los muertos. En la Revelación el apóstol Juan ve que el reino celestial de Dios entra en pleno poder sobre la Tierra y transforma las condiciones terrestres, produciendo una “nueva tierra.”
23 Luego Juan oye una voz procedente del trono de Dios que cita la profecía de Isaías y dice: “¡Mira! La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento, ni clamor, ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.” (Rev. 21:1-4; Isa. 25:8) Sobre la base de esto los muertos podrán recibir y aceptar la invitación de Dios al rico banquete.
24. ¿Qué cosa, que ahora sufren de parte de sus enemigos, será quitada entonces del pueblo de Jehová? Y, ¿por qué?
24 ¿Cuál entonces será la actitud de los pueblos hacia Dios? ¿Cuál entonces será su actitud hacia el pueblo de Dios? Hoy en día los creyentes que han dedicado su vida a Jehová Dios por medio de su Hijo Jesucristo tienen muchos enemigos a través de la Tierra y son vituperados por éstos. Los registros públicos y los registros de tribunales están llenos de casos de la persecución contra los testigos de Jehová. Jesucristo mismo predijo que esto sería así; a él mismo como principal testigo de Jehová lo vituperaron y cruelmente lo hicieron morir los caudillos religiosos de su día. (Mat. 24:9; 10:22, 23, 34-36) Pero al tiempo del banquete para todos los pueblos, los vivos y los muertos, habrá un cambio. Isaías 25:8 muestra el resultado de efectuar Jehová todas estas cosas amorosas para la humanidad, al agregar: “Y el oprobio de su pueblo lo quitará de toda la tierra, porque Jehová mismo lo ha hablado.” Jehová verdaderamente vindicará a sus testigos y probará que es el Dios verdadero.
25, 26. Según Isaías 25:9, ¿con quién estará satisfecha la gente entonces, y en qué todavía nos regocijaremos?
25 Felices y plenamente satisfechos estarán todos los que se han dedicado a él para ser su pueblo, sus testigos. El siguiente versículo de la profecías nos asegura esto, diciendo: “Y en aquel día uno ciertamente dirá: ‘¡Mira! Este es nuestro Dios. Hemos esperado en él, y él nos salvará. Este es Jehová. Hemos esperado en él. Estemos gozosos y regocijémonos en la salvación por él.’”—Isa. 25:9.
26 ¿No es ésta la clase de Dios que toda la gente apreciadora, de inclinación a lo correcto, querrá? ¿No es ésta la clase de Dios en quien esperar? Él jamás desilusionará o frustrará nuestras esperanzas, si esperamos que él cumpla su Palabra. Ya podemos regocijarnos en sus provisiones para nuestra salvación eterna. No pudiendo retener para nosotros solos los beneficios presentes de ella, estamos ansiosos de compartir nuestro gozo con otros. Todavía nos regocijaremos en nuestra completa salvación eterna por él mediante su Rey reinante, Jesucristo.
TODOS LOS QUE SE INTERPONEN QUITADOS PARA SIEMPRE
27, 28. (a) ¿Cuál es el gran impedimento del cual todavía tenemos que ser salvados? (b) ¿Como símbolo de qué se usa aquí a la nación de Moab, y qué dice Isaías 25:10-12 acerca de ello?
27 En la actualidad hay gran impedimento para que se efectúe plenamente este banquete para todos los pueblos. Tiene que quitarse este impedimento; todavía tenemos que ser salvados de él. ¿Discernimos qué es ese impedimento? Es la opresiva, la impía organización del más grande enemigo vivo del hombre, Satanás el Diablo. Todavía tiene que ser destruida esta organización. La parte visible de ella tiene que ser quitada violentamente de la Tierra, porque la Tierra pertenece a Dios el Creador y es el dominio de su reino. La plena remoción de esa organización visible se profetiza bajo símbolos en el capítulo veinticinco de Isaías. En el día del profeta la nación de Moab era parte de la organización visible del Diablo y obraba diabólicamente. A veces el propio pueblo del profeta había sufrido a manos de Moab, y ésta llegó a ser una de las conspiradoras contra el pueblo de Jehová. (Sal. 83:2-8) Usando a Moab como símbolo de la organización política terrestre del Diablo, Isaías 25:10-12 pasa a decir:
28 “Porque la mano de Jehová se asentará en esta montaña, y Moab tiene que ser trillada en su lugar como cuando un montón de paja se trilla en un estercolero. Y él tiene que dar palmadas hacia fuera con las manos en medio de ella como cuando un nadador da palmadas hacia fuera con ellas para nadar, y tiene que abatir su arrogancia con los mañosos movimientos de sus manos. Y la ciudad fortificada, con tus altos muros de seguridad, la tiene que derribar; la tiene que abatir, ponerla en contacto con la tierra, al polvo.”
29. (a) ¿Dónde se asentará la mano de Jehová, y con qué propósito? (b) ¿Como quién dará palmadas Jehová con las manos, por medio de qué, y con qué efecto?
29 En cumplimiento de esa profecía en “esta montaña,” es decir, en el monte de Sion celestial, la mano de Jehová de los ejércitos se asentará y ejercerá su poder, para librarse de los que en la Tierra quisieran impedir su banquete anunciado. En su capacidad del “Señor de sabaot,” o “Jehová de los ejércitos,” él tiene a la mano poderosas fuerzas ejecutoras bajo el mandato de su Hijo Jesucristo el Rey. Bajo éstas la organización política visible de Satanás el Diablo, simbolizada por la nación de Moab, será trillada, aplastada, así como un “montón de paja se trilla en un estercolero.” Mediante tales ejércitos ejecutores Jehová de los ejércitos asestará golpes destructivos a la organización política visible del Diablo, como cuando un nadador en tiempos antiguos daba de palmadas en el agua con golpes sucedientes. Sus lugares protectores fortificados con (por decirlo así) “altos muros de seguridad” serán abatidos y derribados en el polvo, para nunca ser reedificados.
30, 31. (a) Pero, ¿qué tiene que ser destruida primero en la Tierra, y cómo fue simbolizada ésta antiguamente? (b) ¿Cuál, por lo tanto, es la “ciudad” mencionada proféticamente en Isaías 25:1-5?
30 Así la organización política visible del Diablo será hecha saltar a fuerza de golpes de su percha arrogante. Pero primero Babilonia la Grande, que es el imperio mundial de religión babilónica falsa, será abatida con ruina eterna. (Rev. 17:1-18) El imperio religioso de Babilonia la Grande fue prefigurado por la ciudad antigua que estaba en las márgenes del río Éufrates, Babilonia, que sobresalientemente fue la ciudad enemiga en la historia del Israel antiguo. Fue la gran opresora del pueblo de Jehová. En el año 607 a. de la E.C. destruyó a la ciudad de Jerusalén y su templo para Jehová y deportó a los israelitas sobrevivientes al territorio lejano de Babilonia. Allí los mantuvo en esclavitud hasta que el conquistador persa, Ciro el Grande, los libertó en 537 a. de la E.C., después de haber derrocado a Babilonia como potencia mundial De modo que ninguna ciudad se iguala mejor a la ciudad innominada mencionada en los versículos de apertura del capítulo veinticinco de Isaías que Babilonia la Grande, el opresivo y tiránico imperio mundial de la religión falsa. Jehová la destruye. Por consiguiente, Isaías dice:
31 “Oh Jehová, tú eres mi Dios. Te ensalzo, alabo tu nombre, porque has hecho cosas maravillosas, consejos [de Jehová] desde tiempos primitivos, en fidelidad, en confiabilidad. Porque has hecho de una ciudad un montón de piedras, de una población fortificada una ruina que se desmorona, de una torre de habitación de extranjeros que no sea ciudad, la cual no será reedificada aun hasta tiempo indefinido. Por eso los que son un pueblo fuerte te glorificarán; la población de las naciones tiranas, te temerá. [¿Por qué?] Porque has llegado a ser una fortaleza para el humilde, una fortaleza para el pobre en la angustia que tiene, un refugio contra el aguacero, una sombra contra el calor, cuando la explosión de los tiranos es como un aguacero contra un muro. Como el calor en una región sin agua, el ruido de extranjeros [los conquistadores invasores] tú sojuzgas, el calor con la sombra de una nube. La melodía misma de los tiranos llega a ser suprimida.”—Isa. 25:1-5.
32. ¿Qué harán los testigos presenciales sobrevivientes del cumplimiento de esa profecía, y cómo gobernará entonces Jehová Dios?
32 Cuando estos opresores religiosos y políticos del pueblo de Jehová sean destruidos, los testigos presenciales en la Tierra ensalzarán a Jehová todavía más entusiásticamente como su Dios. Alabarán su nombre a causa de haber realizado él sus esperanzas y de haberlos salvado. (Isa. 25:1, 9) Así ya no habrá en la Tierra gente que impida su propósito de dar un banquete de cosas ricas para comer y beber para todos los pueblos. Jehová de los ejércitos gobernará como Rey triunfante en la Jerusalén celestial en el monte de Sion celestial, sin rival en la Tierra. Habrá puesto a todos los enemigos de su ungido Jesucristo como un banquillo para sus pies, mediante el destruirlos completamente.—Sal. 110:1-6; Isa. 24:23.
33. (a) ¿Qué hará entonces Jehová en “esta montaña,” y quiénes disfrutarán de él? (b) Por consiguiente, ¿cómo podemos ser felices hoy en día?
33 Entonces por medio de su Hijo reinante, Jesucristo, que es el “Pan de la Vida,” Jehová hará en la montaña de Su reino este banquete prometido por largo tiempo para todos los pueblos. Los sobrevivientes vivos de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en el Armagedón disfrutarán de él, y también los miles de millones de muertos que serán resucitados. Ciertamente los individuos apreciadores aceptarán entonces la bondadosa invitación de Dios al banquete y comerán y beberán para vida eterna. ¡Felices somos hoy en día si esparcimos estas buenas nuevas en todas partes!